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Este libro cuenta con tres partes, la primera es de carácter conceptual, aporta códigos comunes para la experiencia de la transformación. La segunda habla del marco de referencia donde acontecen las cosas, constituye el encuadre. El capítulo 5 sintetiza y articula la conceptualización y la práctica en una descripción de cómo realizamos la Transformación en Movimiento. La tercera relata las prácticas en los niveles personales, vinculares y transpersonales, aportando testimonios de diversas experiencias. Lleva escrito en su conjunto casi diez años. Lo que sucedió en estos años fue su maduración, su experiencia, su propia justificación. La práctica de lo que aquí fue escrito me fue moldeando junto con quienes hicimos camino. Los testimonios que lo acompañan son el agregado más reciente. En estos años me he olvidado y vuelto a escribir algunos textos decenas de veces, cosa que Jorge mi compañero de trabajo y Patricia mi compañera en la vida me recordaban: "eso está en el libro". No me cabe duda que escribirlo fue una necesidad. Un poco menos claro es delimitar de qué, de quién, o cómo fue el conjunto de fuerzas e inteligencias que lo escribieron… R.N.
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Seitenzahl: 154
Veröffentlichungsjahr: 2022
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Raúl Noceti
Un abordaje corporal en psicoterapia
Editorial Autores de Argentina
Noceti, Raúl
Transformación en movimiento. - 1a ed. - Don Torcuato: Autores de Argentina, 2013.
158 p. ; 22x15 cm.
ISBN 978-987-1791-62-0
1. Psicología. I. Título.
CDD A150
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA
www.autoresdeargentina.com
© 2013 Raúl Noceti
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Este libro cuenta con tres partes, la primera es de carácter conceptual, aporta códigos comunes para la experiencia de la transformación.
La segunda, habla del marco de referencia donde acontecen las cosas, constituye el encuadre, ¨dadme un punto fijo y moveré al mundo¨, así se genera el concepto de palanca de transformación. En particular el capítulo 5 sintetiza y articula la conceptualización y la práctica en una descripción de cómo realizamos la Transformación en Movimiento.
La tercera relata las prácticas en los niveles personales, vinculares y transpersonales aportando testimonios de diversas experiencias.
Cualquiera de las tres partes puede ser leída en sí misma como comienzo de la lectura, confiando en que la curiosidad lo llevará a los otros capítulos.
Si comienza la lectura en forma ordenada según está escrito puede sentirlo demasiado conceptual. Simplemente salte a otra parte para ver si resulta más interesante. Si el texto no consigue atraparlo por un rato como interlocutor, no se preocupe, deje el libro y continúe su camino, la vida sigue, gracias por compartir un rato.
Raúl Noceti
A María del Carmen Aguilar por haberme estimulado a pensar, escribir, corregir y volver a corregir estos textos decenas de veces y luego de escritos ser la correctora de redacción y de estilos para que este libro tomara su forma actual, sin su acompañamiento no hubiera sido posible.
A los participantes de los grupos de Transformación en el Encuentro, una de las formas vivientes de estas prácticas, que aportaron sus testimonios y la experiencia misma y a Jorge Murdocca compañero en la coordinación de esos encuentros.
La portada ha sido diseñada con la colaboración de Alejandro Damdrosio como danzarín del movimiento, Carola Brie reteniendo el movimiento con su fotografía y Hugo Ramos editando hasta lograr la transformación. Los dibujos de Ranchos y las ventanas de Soler, los lugares de mi práctica, son de María del Carmen Aguilar.
A todos ellos mi profundo agradecimiento.
No dejaremos de explorary al final de nuestra búsquedallegaremos a donde empezamosy conoceremos por primera vez el lugar.
T. S. Eliot
Ranchos, 18 de Enero de 2012Este libro ha cobrado ya su forma definitiva (eso espero), lleva escrito en su totalidad hace casi diez años. Sin embargo no estaba listo para ser publicado. Quizá yo no estaba listo para soltarlo.Lo que sucedió en estos años fue su maduración, su experiencia, su propia justificación. La práctica de lo que aquí fue escrito me fue moldeando junto con quienes hicimos camino. Los testimonios que lo acompañan son el agregado más reciente. En estos años me he olvidado y vuelto a escribir algunos textos decenas de veces, cosa que Jorge mi compañero de trabajo y Patricia mi compañera en la vida me recordaban: eso está en el libro.No me cabe duda que escribirlo fue una necesidad. Un poco menos claro es delimitar de qué, de quién, o cómo, fue el conjunto de fuerzas e inteligencias que lo escribieron.A veces las ideas, los conceptos salían como pompas de jabón con reluciente claridad desde un líquido de incertidumbre e inconsciencia. Luego al tomar forma el escrito, alguien (yo?) comprendía de qué se trataba.Mil veces al leerlo pensé que no valía la pena publicarlo, todo lo que aquí decía ya había sido dicho, no había novedad en esto o aquello, sin embargo volvían otra vez a producirse nuevos escritos.A veces coincido con mi amigo Eugenio que nada de lo que decimos es original, algo habla a través nuestro. Otras veces pienso que soy una remota partícula de esa inteligencia que co-crea el universo segundo a segundo junto a otras millones.Sea como fuere estos textos organizaron mi pensamiento y mi práctica durante estos años. Para este humano que estoy siendo, fue imperioso sintetizar su práctica. Ésta ha sido la mayor motivación, dar cuenta en forma de pensamiento lo que era vivencia y experiencia. Y luego volver al campo (lo digo como si alguna vez uno saliera de él) y conocer de nuevo lo que ya otra vez antes había descubierto, esta vez con menos miedo.Confío (espero) que no todo es una repetición, a veces es una recreación y los aspectos novedosos valen la pena
Raúl Noceti
Transformar es cambiar, es ir más allá de la forma.
Cada conformación es un aquietamiento, una distribución determinada de los elementos que componen un organismo. Como los organismos son entidades vivientes, la transformación es inherente y constitucional de su condición.
Esa transformación tiene dos vertientes que la determinan. Una interna, dependiente de los ciclos biológicos programados genéticamente y otra externa que los hace adaptarse creativamente al contexto en intercambio continuo con el medio.
Los organismos humanos hemos logrado la supervivencia y aún la primacía sobre las demás especies, gracias a la estabilización de las condiciones de vida del grupo primitivo, la familia y el clan. Esto permitió el crecimiento y la supervivencia de su prole, que nace en condiciones mucho más indefensas y dependientes que el resto de los mamíferos.
La estabilización de los humanos se logra a partir de configurar un mundo virtual, esto es el pensamiento, surge la comunicación hablada, aparece la manipulación del entorno con herramientas y el dominio del fuego. Estos niveles de manifestación: intrapsíquico, psicológico vincular y psicosocial, surgen como respuesta al miedo al exterminio, en un medio hostil y cambiante.
Mientras la humanidad vivía de la caza y la pesca, el logro de un equilibrio entre las tribus y su medio ambiente fue una condición determinante para la supervivencia. Los grandes cazadores fueron seres profundamente integrados con su ecosistema, considerado sagrado en su cosmovisión. No producían excedentes y la relación vida-muerte era una danza vivida intensamente.
Los cuerpos eran todavía el asentamiento de su identidad.
Cuando la especie se hace sedentaria, domestica el ganado y cultiva la tierra, aparecen excedentes que obligan al registro escrito y con este, la transmisión del conocimiento se multiplica, junto con el crecimiento demográfico.
Hay aquí un pasaje, un cambio de un orden dinámico y holístico, a un orden más estable organizado con una jerarquía piramidal.
Se interioriza la estabilidad territorial, junto con los antiguos modos vinculares y de condiciones de vida de los clanes primitivos. Estos patrones culturales se organizan en leyes de convivencia y conforman la instancia más estable del psiquismo humano, el super yo.
Denominamos con Freud, super yo1, la instancia psíquica que implica la sabiduría de la especie, condensada en normas de conducta, los patrones de comportamiento ancestrales que permitieron la mejor supervivencia de la humanidad.
Con aquellos excedentes de producción, el hombre logra anticiparse a las hambrunas. Y controla su temblor frente a la muerte, imaginando un futuro pródigo si recuerda su experiencia.
El eje y asentamiento de la identidad se va desplazando desde el dominio corporal hacia el dominio de la mente y desde allí organiza respuestas para dominar la naturaleza y controlar su propio organismo.
A lo largo de la historia, nuestro psiquismo fue evolucionando lentamente, pero era pródigo en el hacer, acumulaba conocimientos tecnológicos con los grandes adelantos. Éstos trajeron cambios de costumbres sociales en la superficie pero casi ningún cambio en su estructura de patrones de comportamiento fundantes, es decir en sus sistemas de valores. Así como no percibimos cambios estructurales en el psiquismo tampoco lo hubo en el lugar en donde se asentaba la identidad de los individuos, el deber ser.
En la era moderna, motorizado por la revolución industrial, comienza a acelerarse el proceso de la civilización, tambalea el paradigma cartesiano con los descubrimientos de Freud y Einstein, la población crece exponencialmente, se puebla el planeta.
Estos fenómenos cambian la relación de fuerzas entre cultura y naturaleza. En un mundo donde la naturaleza era dominante, los humanos necesitaban apoyarse en los legados ancestrales para domesticarla. Con las maquinas potenciando su poder, pierde peso el afirmarse en lo arcaico.
El siglo XX muestra con sus guerras la lucha entre paradigmas, uno por la preeminencia de lo establecido como dogma y otro que descubre lo real en un abordaje pragmático del mercado, la detección de deseos inconscientes y la producción de sucedáneos que prometen satisfacción.
El psicoanálisis observa al deseo y la energía libidinal como el motor de la conducta y las democracias modernas pretenden en lo social mayores grados de libertad a los individuos. Se produce un desplazamiento del apoyo de la identidad hacia el Yo, asentamiento de un Ser que acaba de descubrir su libertad y empieza a reconocer el mundo de sus deseos.
La construcción de una identidad fuerte y definida es vivida todavía como un logro, como una conquista reivindicativa del Individualismo frente a milenios de indiscriminación de los sujetos en el seno del clan, y luego de milenios de censura de los instintos vitales individuales al servicio de la tribu, la raza, la nación y las ideologías.
El yo psicológico individual se encuentra aún en proceso de maduración en lo personal, tanto como el individualismo en el orden social. Al final del milenio pasado, en todo este proceso se han acelerado los tiempos, se acortan los periodos en que las formas resultan funcionales para canalizar las energías en juego.
Si los hombres y mujeres, mantienen identidades que se aferran a la sensación de logro,como realización de ilusiones infantiles, oponiéndose a la percepción madura del proceso vital, el sufrimiento psicológico y social aparece garantizado.
Resumiendo entonces
La evolución humana sucede en principio por la creación de los Niveles Psicológicos de Manifestación, estos niveles de organización interna surgen como respuesta a las amenazas que percibe de la vida, y creamos mundos internos donde ensayamos imaginariamente las respuestas.
En un comienzo esos humanos que somos, convivimos con lo natural, formando parte del ecosistema, luego nos distanciamos y desplazamos el propio eje de identidad fascinados por ese maravilloso mundo virtual que habíamos creado, desarrollando instancias psicológicas internas.
Generamos un vínculo de poder y control desde lo mental sobre el resto de nuestros dominios interiores, lo emocional y lo corporal. Así continuamos concentrando poder, creando herramientas con las que logramos dominar aparentemente el universo orgánico, apartándonos en realidad cada vez más de él.
Necesidad de transformar el status quo
Cuando reconocemos nuestro “yo” demorado en su propia inercia por el goce de sus logros y el miedo a los cambios, se hace evidente la necesidad de una transformación. Una transformación evolutiva que nos brinde la posibilidad de reintegrar, de manera más armónica, nuestras partes escindidas.
El aprendizaje que necesitamos hacer es el de adecuarnos activamente, retomando la iniciativa en la búsqueda de nuevas formas de expresar nuestras necesidades. Esto nos permitiría un nuevo posicionamiento a la hora de tomar decisiones comprometidas con nosotros mismos y con el contexto.
Esta adaptación creativa, es posible si el sujeto se involucra con su tiempo en un proceso de transformación, formando parte de redes que comprometan cada uno de sus niveles de manifestación, desde lo biocorporal, pasando por los niveles psicológicos hasta lo transpersonal.
Los contextos para la transformación permiten un camino evolutivo, brindan un marco de intimidad y una tarea específica, cuando el proceso es guiado desde un marco ético de honestidad y la humildad necesaria para reconocer la complejidad del psiquismo humano encarnado en ese cuerpo y sus vínculos.
Los grupos de transformación en movimiento son contextos que brindan el permiso para probar conductas con la intimidad suficiente y con el consenso necesario para evitar el aislamiento.
El trabajo del cambio se realiza a través de diferentes metodologías, que han ido tomando forma por la experiencia, y son conjuntos de reglas de juego. Son secuencias de movimientos, consignas, con diferentes grados de libertad y complejidad.
El Grupo como contexto, los cuerpos en movimiento y la interacción vincular resultan poderosas palancas de transformación.
El dominio de lo corporal nos posibilita el sustento material concreto para la vivencia, la percepción, la expresión, la creación. El cuerpo, nos muestra su conflicto, su gozo, su dolor en los grados diversos de tensión relajación.
Conocer las variables que conforman un contexto para la transformación ofrece una marmita donde la calidad y cantidad de los contenidos los irá introduciendo cada persona en la medida de su confianza, su necesidad y aún de sus ansiedades no satisfechas.
Estos ingredientes permiten el surgimiento del acto espontáneo2, aquel que según el decir del creador del psicodrama Jacobo Levy Moreno, devela la presencia de Dios.
Descubrir el potencial de nuestro cuerpo, su fuerza, su límite. Expresar las posibilidades de movimiento en sus articula-ciones.Percibir el contacto sensible con un otro. Sostener una pasión que no nos consuma ni nos desborde al acto compulsivo.Contemplar las alternativas sin la amenaza de las consecuencias. Explorar gestos nuevos, frustrarnos y volver a comenzar. Aprender a elegir y a perder en la elección.
Estas acciones practicadas en conciencia, constituyen el consenso para el acto libre, aquel que confirma y da sentido a nuestra esencia.
Raúl Noceti
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Notas
1 Freud, S.
2 Moreno, J.L.
“Cada espacio construído,una Torreque también habrás de dejar atrás...para transitarla mágica maravillade la experiencia de vivir”
Este capítulo trata de los distintos niveles de organización del Ser humano, su diferente cualidad y operatividad en el intercambio con el contexto.
Hace quince mil millones de años todo lo que conocemos se encontraba concentrado en un punto, y ese punto estalló originando infinitas partículas de energía. Se originó un movimiento pulsante de expansión y concentración dando origen a nebulosas que al concentrarse formaron las estrellas.‘Somos polvo de estrellas’
Las estrellas, esferas pulsantes que consumen su propia energía y se atraen y se repelen según leyes descubiertas por Newton, son una manifestación primigenia que percibimos del Universo, sosteniendo el cielo nocturno.
Las estrellas se agruparon en galaxias, en una de ellas, la Vía Láctea, de forma de plato sopero en espiral, en uno del sus bordes, navega en el espacio nuestro Sol.
El Sol no nació como lo conocemos, fue en principio una gigante roja que al promediar once mil millones de años estalló deviniendo este Sol mediano de color amarillo y temperatura media para las estrellas. En ese estallido, hace cuatro mil millones de años, capturó las masas de materia que despidió generando un sistema de planetas que giran en diferentes órbitas a su alrededor.
En la cuarta órbita gira un planeta pequeño con una cualidad relativamente extraña: capturó con su atracción una masa de gases que emanó, generando un anillo gaseoso: la atmósfera. Esa atmósfera al enfriarse se condensó en parte generando un líquido que cubre dos tercios de su superficie: el agua. Al cuarto planeta desde el sol, nuestra casa que podríamos llamar planeta Agua, lo llamamos Tierra.
A este nivel de manifestación del Universo, en el seno de esa masa líquida, le siguió otro salto que todavía nos debate en el misterio de su gestación: la vida.
La vida