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La perspectiva única sobre la conciencia mas allá de la vida terrenal hallada por la autora en su libro: "Espérame en el cielo" es desarrollada y profundizada en este nuevo libro. Se le suman temas importantes de paralelismo entre psicoanálisis, espiritualidad y religiones, subrayando el poder de la energía de lo inconsciente. Por otros caminos, la autora ofrece la acuarela de su poesía, anticipando los temas desde su inconsciente mismo.
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Seitenzahl: 61
Veröffentlichungsjahr: 2025
LIC. MARÍA MAGDALENA VIOLA
Viola, María Magdalena br/> Un lucero en el diván : psicoanálisis, poesía, espiritualidad y más / María Magdalena Viola. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6045-2
1. Poesía. I. Título. CDD A861
EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINAwww.autoresdeargentina.cominfo@autoresdeargentina.com
… Hasta el límite
Romance de sí y la muerte
La gata Marta
Ante prólogo
Biografía poética
Parto del 46
Vientos de Montserrat
Prólogo
¿Qué inc. perdura al desarticularse el aparato psíquico tras la muerte del cuerpo?
Que en paz descanse
Si la muerte puede ser el último trauma, la vejez es el abono
Las “CUIDADORAS”
San Diablo
Partir por otras causas
Las técnicas terapéuticas con orientación psicoanalítica
… Caso S
Conocer las profundidades de nuestro inconsciente y su energía
La atención flotante escuchar desde el espíritu
Los encuentros con Dios
Los 7 chakras o centros energéticos de la transformación
La psicosis maníaco depresiva o bipolar
Violencia primaria y violencia secundaria
La paciente B
Vibrar alto
El miedo a la magia
La fe la manifestación y la oración
Otras experiencias
Epílogo
Canción: La casa en el aire
Fuegos iniciaticos
Post mortum I
Post mortum II
CURRICULUM DE LA AUTORA
BIBLIOGRAFÍA
Tu esencia esta viajando por el Cosmos abrazada a tu deseo.
¿La despertamos?
escalabas mi piel
como un lucero en celo
trepabas lentamente
y te aseguro
que el fuego más secreto de mi pubis)
incendiaba los sueños
con esa lentitud con que la hondura
le permite a la luz
que la descubra…
Yo no hubiera querido que prosigas
que prosiga tu boca hacia los muslos
con esa suavidad
de lo profundo
Y sin embargo…
acompañe tu ascenso
como si se tratara de descifrar un rito
de explorar un misterio
con toda la cintura diluida
hacia lo ancho
contra mis caderas
mas abierta que el sol
a fin de enero
cuando arde hasta el dolor
siempre en silencio
Y no vas a poder
te lo aseguro
evitar este parto de locura
donde los dos ardemos
porque no habrá barrera que lo impida
cuando llegues al fondo
y hasta el centro…
AMOR!
el hijo que tus ojos engendraron
crecerá sobre el río de tu semen
y hasta el límite irá
te lo aseguro
el duende de tu luz
bajo mi vientre…
Yo soy…si…yo soy ¡siiii!
yo soy…sssiiiiiii!...
Y yo que circulaba diciendo “Si” a la vida
me tropecé con vos
el sol, muchacho
y quise detenerme
para dorar mis sueños por un rato
en el rayo vital de tu tormenta
—¿Si?
Preguntó mi cuerpo humildemente
al torbellino de aquella carcajada
conque el brío de tu piel movía los aires
—¡Yo soy la muerte!
—¿Si?
Volví a preguntar
Cada vez mas incrédula
cuando las crines de tu pelo oscuro
se crispaban lustrosas
al compás de tus dedos
para que pronunciaras
la muerte nuevamente, así…
—Yo soy la muerte!
Pero – ¿dónde aprendiste el desafío?
¡Carajo gigantón que sos pendejo!
¡Veni muchacho, patiná en mi falda
sin frenos y sin miedo
¡a puras ganas!
Después…
ya solo pude repetirte que si
ilimitadamente porque total
¿que limite…restaba?!
Yo soy…
Solo dijiste
Y se curvó tu espalda…
bajaste hasta la tierra
donde mi “si” aguardaba
y siguieron danzando
tus fuegos y mis fríos
tus penas y mis ganas
…la muerte se acercaba…
pero no tuve miedo
Sabía que la muerte era esa hondura
donde todo se abría
y vos temblabas
Tanto temblabas
¡la pucha si temblabas!
Muchacho el sol…
Y ardías…
Ya no dijimos nada
Compré una gata en la feria
para quererla.
Le puse un nombre a mi gata para que venga
todas las veces que quiero: quererla
Le di a mi gata mi falda
leche tibia carne fresca
y una madeja de lana
para quererla.
Le di a mi hijo la gata
para que juegue con ella
ella se trepa a mi hijo
él
gatea...
Le presté a tu amor
mi gata
para que cuides a Marta
¡pobre gata!
Pero ella se marcha oronda
¡Traicionera! ¡Pura gata!
Maullando tranquilamente
que no quiere que la quieran
que no responde a ese nombre
que se llama
Gata
a secas
mejor dicho
Acariciable
Libertina
Terrazera
Habitante de la noche
Panza arriba
Luna cerca
—quien me querrá que me pierda y después me abra la puerta–
dice mi hijo que dijo la gata Marta esta siesta
Mi hijo sabe lo que dice
a él no lo compré en la feria
Haceun tiempo escuché una frase que me quedó muy grabada pese a que no recuerdo ya quien y donde la pronunció: “lo que has amado, esa será tu herencia”.
Pues bien, queridos lectores, helos aquí! Mis dos amores más estables a lo largo de tantas décadas: la Poesía y el Psicoanálisis se conjugan en esta obra en una danza sutil de la tierra al cosmos.
Pido disculpas si no resulto todo lo estructurada que debiera ser una científica que hizo en su vida clínica, investigación y docencia pero mi humanidad va de la piel al alma y no puede escindirse aunque este mundo violento y fragmentado nos tienta a hacerlo a cada rato.
Vaya en mi descargo que les ofrezco los dos amores más profundos de mi viaje.
Plata y sangre después de aquella larga travesía...
Entre víscera y pubis
El buque antes.
El instante de nada me sofocó
Austero
Mezquinoso
Prólogo a los gemidos de post-guerra...
Y la nada
Esa nada
Tan nada
Redonda nada
Importante
Tenaz nada
Me desapareció la alteridad a cada paso
Me amenazó sentires y perdones
Me agrisó el ideal y los paisajes
Grité y lloré la nada sostenida
Más argentina que inmigrante luego
Y esa fue la peor
Yo la acuso
Por sembrar de cadáveres mis genes
Brillar de sombras la risa de mis hijos
De los hijos
Y los hijos de mis hijos
Buitre degolladora de entusiasmos
réquiem definitivo.
Años transpiraban mi vuelo herido
Ellos llegaban en ecos de candombe
Salitrosos cabalgando por los crepúsculos
Tangueras elegías
Vientos pintarrajeados en mis primeros tacos
La radio suena
La vitrola suena
Vientos casi montoneros en un paisaje sepia que agoniza las miserables opciones
Vientos de maíz plazero en alas de palomas
En lluvia de la fuente cristalina donde mi adolecer se probaba el corpiño y apuntaba a las estrellas...
Ojos de ojos y ojos...
Soledades al viento
Fiebre de corbata al mediodía
Impensante fluir
9 de Julio estalla y se entrecruza
el viento cesa
con el pujar de un viejo Sur
fresco y batata
y leche de el lechero
regresa siempre
pone en mis pies un pájaro
ordena tanta sed y tanta urgencia
acaba por prestarme
este coraje y esta impertinencia
capaz de corromper mis nuevas muertes
Tausende von E-Books und Hörbücher
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