Unipersonal del arcabuceado - José Joaquín Fernández de Lizardi - E-Book

Unipersonal del arcabuceado E-Book

José Joaquín Fernández de Lizardi

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Beschreibung

Unipersonal del arcabuceado. José Joaquín Fernández de Lizardi Fragmento de la obra UNIPERSONAL DEL ARCABUCEADO Endechas ¡Gran Dios!, ¿qué me sucede?, ¿qué es lo que por mí pasa? ¿Hoy tengo de morir? ¡Las seis toca el reloj de la mañana! Pocas horas, ¡ay, triste!, 5 sonará esta campana en mis débiles oídos. Yo tengo de morir… ¡Qué dolor!, ¡qué ansia! ¿Posible es, Dios eterno, que muera esta mañana?, 10 ¿que muera en un suplicio en una edad tan joven y temprana? Sí: moriré… ¡ay de mí!, moriré… ¡oh, idea ingrata!, porque mis crueles padres 15 así en mi corta edad lo decretaran. Ellos, ¡los infelices!, son los que ahora me matan, por no haber arreglado mis pasiones allá desde la infancia. 20 Mas, ¡oh, dolor!, ¿qué culpa, qué culpa se reclama a unos hombres que acaso le debieron su cuna a la ignorancia? ¡Ah, jueces!, ¡ah, pastores 25 a quienes se le encarga la educación del joven, que vosotros miráis cual cosa vaga! Mi sangre ciertamente correrá esta mañana; 30 pero, temblad, pues grita ante el trono de Dios por la venganza.

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Seitenzahl: 23

Veröffentlichungsjahr: 2010

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José Joaquín Fernández de Lizardi

Unipersonal del arcabuceadoy Unipersonal de Agustín Iturbide

Barcelona 2024

Linkgua-ediciones.com

Créditos

Título original: Unipersonal del arcabuceado.

© 2024, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de cubierta: Michel Mallard

ISBN rústica: 978-84-9816-264-6.

ISBN ebook: 978-84-9897-860-5.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 7

La vida 7

Unipersonal del arcabuceado 9

Endechas 9

El Unipersonal de don Agustín de Iturbide, emperador que fue de México 13

Libros a la carta 31

Brevísima presentación

La vida

Fernández de Lizardi, José Joaquín (1776-1827). México.

Hijo de Manuel Fernández de Lizardi y Bárbara Gutiérrez. Nació en la Ciudad de México.

En 1793 ingresó en el Colegio de San Ildefonso, fue bachiller y luego estudió teología, aunque interrumpió sus estudios tras la muerte de su padre.

Hacia 1805 escribió en el periódico el Diario de México. En 1812, tras las reformas promulgadas por la Constitución de Cádiz, Fernández de Lizardi fundó el periódico El Pensador Mexicano, nombre que usó como seudónimo.

Entre 1815 y 1816, publicó dos nuevos periódicos: Alacena de frioleras y el Cajoncito de la alacena.

En mayo de 1820, se restableció en México el gobierno constitucional y, con la libertad de imprenta, fueron abolidas la Inquisición y la Junta de Censura. Entonces Fernández de Lizardi fundó el periódico El conductor eléctrico, a favor de los ideales constitucionales; y apenas unos años después, en 1823, editó otro periódico, El hermano del Perico.

Su último proyecto periodístico fue el Correo Semanario de México.

Murió de tuberculosis en 1827 y fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Lázaro.

Unipersonal del arcabuceado

Endechas

¡Gran Dios!, ¿qué me sucede?,

¿qué es lo que por mí pasa?

¿Hoy tengo de morir?

¡Las seis toca el reloj de la mañana!

Pocas horas, ¡ay, triste!, 5

sonará esta campana

en mis débiles oídos.

Yo tengo de morir... ¡Qué dolor!, ¡qué ansia!

¿Posible es, Dios eterno,

que muera esta mañana?, 10

¿que muera en un suplicio

en una edad tan joven y temprana?

Sí: moriré... ¡ay de mí!,

moriré... ¡oh, idea ingrata!,

porque mis crueles padres 15

así en mi corta edad lo decretaran.

Ellos, ¡los infelices!,

son los que ahora me matan,

por no haber arreglado

mis pasiones allá desde la infancia. 20

Mas, ¡oh, dolor!, ¿qué culpa,

qué culpa se reclama

a unos hombres que acaso

le debieron su cuna a la ignorancia?

¡Ah, jueces!, ¡ah, pastores 25

a quienes se le encarga

la educación del joven,

que vosotros miráis cual cosa vaga!

Mi sangre ciertamente