Yoga y Psicoterapia Gestalt - Andrea Álvarez Sánchez - E-Book

Yoga y Psicoterapia Gestalt E-Book

Andrea Álvarez Sánchez

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Este libro expone la utilidad de combinar la práctica de yoga con la terapia Gestalt. Se hace una descripción general tanto de dicha terapia como del yoga a partir de su historia, sus conceptos y los autores principales que las han abordado. También se describen algunos conceptos coincidentes en los que se basan ambas disciplinas. Se plantea como objetivo promover el desarrollo del potencial humano a través de temas como el autoconocimiento, la toma de conciencia sobre el sí mismo o la toma de conciencia, la integración de cuerpo y mente, la responsabilización propia, el autoapoyo, discernir entre el ser y el deber ser, entre otros. Estas herramientas permiten crear una relación auténtica con uno mismo que se refleja en relaciones interpersonales positivas y claras. La educación y práctica de estas disciplinas en conjunto ofrece una forma de llevar a cabo un estilo de vida desde una perspectiva holística de la salud que complementa y promueve la calidad de vida, ya que implica actividad física, adquisición de conocimientos éticos y desarrollo de habilidades emocionales, lo cual fortalece las capacidades de las personas y el desarrollo de su potencial humano.

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Seitenzahl: 508

Veröffentlichungsjahr: 2022

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Álvarez Sánchez, Andrea

Yoga y psicoterapia Gestalt : aportes para la calidad de vida / Andrea Álvarez Sánchez, autora. - - México : Libera Desarrollo Humano AC : Juan Pablos Editor, 2022

1a. edición

378 p. : ilustraciones ; 14 x 21 cm

ISBN 978-607-98993-6-3 Libera impreso

ISBN 978-607-98993-7-0 Libera epub

ISBN 978-607-711-648-6 Juan Pablos Editor impreso

ISBN 978-607-711-649-3 Juan Pablos Editor epub

T. 1. Yoga - Uso terapéutico T. 2. Terapia de mente y cuerpo T. 3. Terapia gestáltica T. 4. Mente y cuerpo T. 5. Psicoterapia

RC465 A48

YOGA Y PSICOTERAPIA GESTALT APORTES PARA LA CALIDAD DE VIDA de Andrea Álvarez Sánchez

Primera edición 2022

D.R. © 2022 Libera Desarrollo Humano, A.C.

Beltrán y Puga núm. 214, Fracc. Insurgentes, Col. Chamilpa

Chamilpa, 62200, Cuernavaca, Morelos, México

<[email protected]>

D.R. © 2022 Juan Pablos Editor, S.A.

2a. Cerrada de Belisario Domínguez 19

Col. del Carmen, Alcaldía de Coyoacán

04100, Ciudad de México

<[email protected]>

Diseño de portada: Daniel Domínguez Michael

ISBN 978-607-98993-6-3 Libera impreso

ISBN 978-607-98993-7-0 Libera epub

ISBN 978-607-711-648-6 Juan Pablos Editor impreso

ISBN 978-607-711-649-3 Juan Pablos Editor epub

Impreso en México

Reservados los derechos

Ventas directas en la página de Libera: <https://www.libera.org.mx/shop>

Índice

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

PROBLEMÁTICAS DEL CRECIMIENTO PERSONAL

DESARROLLAR EL POTENCIAL HUMANO Y PROMOVER LA CALIDAD DE VIDA

TRES PARADIGMAS

JUSTIFICACIÓN

CAPÍTULO 1 LA INFLUENCIA DE ORIENTE EN OCCIDENTE

VISIÓN HOLÍSTICA DEL SER HUMANO

Psicología humanista y holismo

Yoga y holismo

AUTORREALIZACIÓN

Pirámide de Maslow y camino a la sabiduría de Patañjali

Samādhi, experiencia cumbre y despertar espiritual

Autorrealización, sankalpa y dharma

EL ORDEN NATURAL, PSICOLOGÍA HUMANISTA Y YOGA

RECURRENCIA CÍCLICA Y ORDEN NATURAL

CAPÍTULO 2 AUTOCONOCIMIENTO Y ÉTICA HUMANISTA

FALTA DE AUTOCONOCIMIENTO: OBSTÁCULO PARA LA AUTORREALIZACIÓN

AUTOCONOCIMIENTO Y SVĀDHYĀYA

AUTOCONOCIMIENTO Y TEORÍA DE LA PERSONALIDAD

Teoría de la personalidad

Teoría del funcionamiento óptimo de la personalidad

Carl Rogers: cimiento humanista de la terapia Gestalt

LA INTENCIÓN DE LA TERAPIA GESTALT HUMANISTA

NUEVE PRINCIPIOS DE LA TERAPIA GESTALT

FRITZ Y LAURA PERLS: LOS PADRES DE LA TERAPIA GESTALT

Laura Perls

ÉTICA HUMANISTA

Consideración positiva incondicional: maitrī (ir hacia el bien) y atmiyata (sentir la unidad)

Actitud empática y anāhata (cuarto chakra)

Respeto y ahimsā (no violencia)

Congruencia, honestidad y satya (verdad)

Amor-autoestima, shauca (limpieza) y samtosha (contentamiento)

Responsabilidad y tapas (autodisciplina)

Honestidad y asteya (“no robar”)

ALIARSE A LA RESISTENCIA

CAPÍTULO 3 HISTORIA Y ÉTICA DEL YOGA

LUGAR DE ORIGEN DEL YOGA

SIGNIFICADO DEL YOGA

LITERATURA ANTIGUA DE LA INDIA

Los Vedas

Los Brāhmanas

Los Āranyakas

Los Upanishads

El Rāmāyana y el Mahābhārata

La Bhagavad Gītā

LOSYOGA SŪTRASDE PATAÑJALI

Samādhi Pāda: sobre la unidad consciente (51 versos)

Sādhana Pāda: sobre la práctica (55 versos)

Vibhūti Pāda: sobre la realización (55 versos)

Kaivalya Pāda: sobre el aislamiento (34 versos)

ELHATHA YOGA PRADĪPIKĀ, DE SVĀTMĀRĀMA

LAS OCHO RAMAS DEL YOGA

CAMINOS DEL YOGA

Rāja yoga, Hatha yoga, Karma yoga, Bhakti yoga, Guru yoga, Jñāna yoga, Mantra yoga, Kundalini yoga

YOGA POSTURAL, HATHAYĀSANA

Diez beneficios de la práctica de hatha yoga

KRISHNAMACHARYA Y SUS DISCÍPULOS

Tirumalai Krishnamacharya (1888-1989)

B.K.S. Iyengar (1918-2014) (Yoga Iyengar)

Pattabhi Jois (1915-2009) (ashtānga yoga)

Ashtānga yoga

EL ÁRBOL GENEALÓGICO DEL YOGA MODERNO

CAPÍTULO 4 HERRAMIENTAS DE GESTALT

EL DARSE CUENTA (AWARENESS)

La sombra: obstáculo para ampliar el darse cuenta

Ventana de Johari

Tres áreas del darse cuenta, dhāranā (concentración) y dhyāna (meditación)

MEJORAR EL CONTACTO

No reconocer las emociones: obstáculo para mejorar el contacto. Matea y nueve rasās

Evitación del contacto: el círculo vicioso de la neurosis y sus defensas

Pautas neuróticas: obstáculo para lograr contacto

Ocho modos de relación (pautas neuróticas) y yoga

SATISFACCIÓN DE NECESIDADES

Ciclo de la experiencia

Autointerrupciones del ciclo de la experiencia: obstáculo para satisfacción de necesidades

Yoga y ciclo de la experiencia

Necesidades reales, falsas y rāga-dvesha

AUTORRESPONSABILIZACIÓN

Evitación de las responsabilidades y ansiedad

Proyección y responsabilidad y viparyaya vritti

TRES OBSTÁCULOS PARA EL CRECIMIENTO O PAUTA CRÓNICA DE DETENCIÓN

Los introyectos: la mente y las creencias

Mente subconsciente, consciente y creencias

La causalidad del pensamiento, física cuántica y karma

Samskāras (impresiones mentales)

Creación de nuevas redes neuronales

Experiencias obsoletas, aparigraha (desapego), ganancias secundarias y cambio constante

Los asuntos inconclusos, karma y la rueda del Samsāra

EXPERIMENTO GESTÁLTICO Y YOGA

POLARIDADES: EL EXTREMO DE LA DUALIDAD

Unidad y dualidad

Las polaridades y su integración

Polaridades y alquimia

Polaridades y el mito del pecado original

Metamorfosis y polaridades

Trabajo gestáltico de polaridades

Paksa y pratipaksa: partes aliadas y opuestas

CAPÍTULO 5 HERRAMIENTAS DE YOGA

DOMINIO MENTAL: EL PODER DE LA MENTE

Conciencia testigo y conocimiento reflexivo

Calmar la mente, prātyāhāra (control), dhāranā (concentración) y dhyāna (meditación)

Focusing (contemplación) y dhyāna (meditación)

Atención plena o mindfulness y dhyāna (meditación)

CAUSAS DE LAS FLUCTUACIONES DE LA MENTE: VRITTIS, KLESHASYCITTA VIKSEPA

Vrittis (fluctuaciones intelectuales): actividades espontáneas de la mente

Kleshas (fluctuaciones mentales y emocionales): estorbos mentales alteradores de la conciencia

Citta viksepa (fluctuaciones ambientales): dispersores de la conciencia

Remedios de Patañjali

EL CUERPO, LA PSICOLOGÍA HUMANISTA Y EL YOGA

El lenguaje del cuerpo: psicología y yoga

Trabajo con el síntoma

Aquí y ahora: el eterno presente y el cuerpo

La memoria en el cuerpo

EL CUERPO Y SU SISTEMA ENERGÉTICO SEGÚN EL YOGA

Koshas, Chakras, Nādīs, Granthis y Bandhas, Bandhas, Gunas, Mudrās (posturas con las manos)

LA PRÁCTICA DE YOGA E ĪSHVARA-PRANIDHĀNA

Bibliografía

Resumen

Este libro expone la utilidad de combinar la práctica de yoga con la terapia Gestalt. Se hace una descripción general tanto de dicha terapia como del yoga a partir de su historia, sus conceptos y los autores principales que las han abordado. También se describen algunos conceptos coincidentes en los que se basan ambas disciplinas.

Se plantea como objetivo promover el desarrollo del potencial humano a través de temas como el autoconocimiento, la toma de conciencia “darse cuenta” (awareness), la integración de cuerpo, mente y esp, la responsabilización propia, el autoapoyo, discernir entre el ser y el deber ser, entre otros. Estas herramientas permiten crear una relación auténtica con uno mismo que se refleja en relaciones interpersonales positivas y claras.

La educación y práctica de estas disciplinas en conjunto ofrece una forma de llevar a cabo un estilo de vida desde una perspectiva holística de la salud que complementa y promueve la calidad de vida, ya que implica actividad física, adquisición de conocimientos éticos y desarrollo de habilidades emocionales, lo cual fortalece las capacidades de las personas y el desarrollo de su potencial humano.

Introducción

Los únicos demonios existentes en el mundo son aquellos que moran en nuestro propio corazón. Ésa es nuestra única batalla.

Mahatma Gandhi

En la actualidad es importante y necesaria una visión global de la salud. Una postura holística conlleva expandir la visión y abarcar los múltiples aspectos que la conforman. Para mantener un equilibrio sanitario hay que cuidar cada una de sus partes, pues al estar interconectadas, si se daña una de ellas, las demás también sufren repercusión: “[…] el planteamiento holístico y ecológico de la vida son esenciales en el desarrollo de estrategias para la promoción de la salud” (OMS, Carta de Ottawa, 1986:4).

Tanto el yoga como la terapia Gestalt tienen una propuesta holística. Esta investigación nace a partir de sus coincidencias.

Fritz Perls sostenía que la terapia Gestalt es demasiado valiosa para utilizarla sólo con los enfermos y la denominaba terapia para normales (Ginger y Ginger, 2012:16). Perteneciente a la psicología humanista o tercera fuerza, se caracteriza por no estar hecha exclusivamente para tratar enfermos, sino desarrollar también el potencial humano. Conocer los principios de la terapia Gestalt es una forma de desarrollo personal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que la promoción de la salud no concierne exclusivamente al sector sanitario, por lo que el desarrollo de las aptitudes personales es indispensable para la vida (OMS, Carta de Ottawa, 1986:1) y esta psicología es una forma de amplificar dichas aptitudes.

Ya que la terapia Gestalt nace en el marco de la psicología humanista, cuando en este libro se menciona la psicología humanista, hay que comprender que en este término se incluye la terapia Gestalt.

PROBLEMÁTICAS DEL CRECIMIENTO PERSONAL

Algunas problemáticas que este estudio plantea como fundamentales desde la perspectiva de la psicoterapia Gestalt en su correlación con el bienestar del individuo, son las siguientes:

a) El insuficiente autoconocimiento y awareness (“darse cuenta” o toma de conciencia).

El autoconocimiento es indispensable para el equilibrio biopsicoemocional del individuo, fundamental para el óptimo funcionamiento personal, social, e incluso para la preservación de la especie. Un aspecto clave para el desarrollo humano es la adquisición de habilidades sociocognitivas y emocionales para enfrentar problemas (OPS, 2001:6).

El tema es una parte clave de la iniciativa internacional “habilidades para la vida en las escuelas”, promovida por la OMS, un programa que ofrece herramientas psicosociales para acceder a estilos de vida saludables. Las diez habilidades son autoconocimiento, empatía, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, toma de decisiones, solución de problemas y conflictos, pensamiento creativo, pensamiento crítico, manejo de emociones y sentimientos, y, por último, manejo de tensiones y estrés (Montoya Castilla y Muñoz Iranzo, 2009:1).

El autoconocimiento y dominio interno nos acerca a la coherencia, la estabilidad y el fluir sabiamente con la vida. Francisco Huneeus, director de la Editorial Cuatro Vientos, afirma en el libro El darse cuenta que su opuesto es el dejarse llevar. Por las olas de pensamiento incesante, por las creencias negativas, por lo que dicen otros, por no saber escuchar al cuerpo, por vivir a marchas forzadas llevando al límite la capacidad física, por ascender en la pirámide de la competencia social a costa de lo que sea, por vivir en una falta de respeto hacia uno mismo. El awareness o “darse cuenta” es el agente curativo más importante.

Lo anterior implica el proceso de estar alerta; de tomar conciencia; percatarse y saber diferenciar entre lo mío y lo que proviene del exterior; lo real y lo que es fantasía; lo que vale la pena y lo que no; qué es recuerdo y qué es aquí y ahora; qué es emoción y qué intelectualización; lo que soy yo y lo que eres tú (Huneeus en Stevens, 2011:10). El darse cuenta sirve justamente para tomar conciencia de la energía que se emplea y puede llegar a usarse para el autosustentamiento; el individuo descubre la posibilidad de hacer cosas por sí mismo que antes necesitaban una guía. Todo el mundo dispone de un enorme potencial en desuso y el “darse cuenta” puede activarlo. John O. Stevens afirma que “El modo de ayudar verdaderamente a alguien no es ayudándolo a hacer algo, sino ayudarlo a darse más cuenta de su propia experiencia” (Stevens, 2011:164).

b) La falta de contacto consigo mismo es un obstáculo para el bienestar y el equilibrio.

Sin un contacto auténtico consigo, se vuelve complejo encontrar respuestas sobre las necesidades personales. “El contacto es un concepto básico en la terapia Gestalt: entrar en contacto con. Cotidianamente gastamos mucho de nuestro tiempo evitando el contacto; ésa es una manera, entre otras muchas, para utilizar en forma inadecuada nuestra energía” (Castanedo Secadas, 2007:83). Según Margherita Spagnuolo Lobb, “la psicopatología se trata de una interrupción habitual de la capacidad de contactar, que lleva a la acumulación de situaciones inconclusas” (Spagnuolo Lobb, 2009:122). Dejar de escucharse a sí mismo atrofia el sentido común, provoca actitudes autodestructivas y obstaculiza la atención profesional cuando es requerida. Pese al impacto de los trastornos psicoemocionales, una considerable proporción de personas no acude a su tratamiento o retrasa mucho la búsqueda de ayuda. María Elena Medina Mora, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría, informó que en México menos de 20% de quienes presentan un trastorno afectivo buscan algún tipo de ayuda, y se estima que quienes lo hacen tardan hasta 14 años en conseguir un tratamiento especializado. México es una de las naciones que muestra mayor retraso en la búsqueda de atención (Rodríguez, 2014:1).

Es con la pérdida de la salud cuando el individuo emprende un cuestionamiento existencial y se detiene para escuchar a través del síntoma un mensaje. Algunas personas inician un cambio de conciencia a raíz de alguna enfermedad, lo cual implica una mayor relación de contacto consigo mismos.

c) La desconexión cuerpo-mente-emoción impide al individuo vivirse como un ser completo y esto conduce a la neurosis, el estancamiento y la patología.

La desconexión mente-cuerpo-emoción se asemeja a tener una brújula interna descompuesta. Percibir los mensajes del cuerpo suena natural; sin embargo, este fenómeno a menudo es ignorado por el ser humano de nuestros días. El cuerpo tiene un lenguaje, el problema es no saber escuchar ese lenguaje. En las ciudades, estímulos externos como el ruido ambiental y la tendencia a reducirse únicamente al entorno hacen que este lenguaje corporal se ignore.

Para poder escucharlo hay que poseer cierto grado de sensibilidad y silencio. Cuando el cuerpo habla a través de un síntoma y no se le hace caso, termina adoptando medidas más drásticas. Estas medidas a veces alcanzan grados de enfermedad severa con daños irreversibles. Muchas veces ésta es la única forma que el cuerpo tiene para pedir ser escuchado. Establecer una escucha es esencial para una vida sana. Al respecto, Dethlefsen y Dahlke comentan:

Enfermedad significa, pues, la pérdida de una armonía o, también, el trastorno de un orden hasta ahora equilibrado […] la pérdida de armonía se produce en la conciencia, en el plano de la información, y en el cuerpo sólo se muestra […] el cuerpo material es el escenario en el que se manifiestan las imágenes de la conciencia. Por lo tanto, si una persona sufre un desequilibrio en su conciencia, ello se manifestará en su cuerpo en forma de síntoma […] El síntoma puede decirnos qué es lo que nos falta —pero para entenderlo tenemos que aprender su lenguaje— […] El lenguaje es psicosomático, es decir, sabe de la relación entre el cuerpo y la mente (Dethlefsen y Dahlke, 2012:1822).

La mente es un misterio y lidiar con ella requiere práctica, constancia y firmeza. Muktananda dice que “La mente es el misterio de la vida humana. Puede ser el jardín de la alegría, o el camino secreto a la muerte. Nos puede mostrar el cielo, o llevarnos al infierno” (Muktananda, 2000:1). El dominio de la mente es todo un camino que conduce a la dicha última. El yoga ofrece varias formas de volverse maestros de la mente. Al respecto, Durgananda comenta: “Nuestras dificultades surgen de nuestra falta de habilidad para manejar los productos de la mente. Por lo tanto, su prescripción [de Swami Muktananda] para la confusión y la infelicidad era muy simple: nos dijo que nos volviéramos maestros de nuestra mente” (Durgananda en Muktananda, 2000:XV). Muchas veces, aunque la corporalidad nos indique una determinada dirección, la mente, condicionada por las creencias, nos dicta ir en otro sentido.

d) Las creencias o introyectos.

Son parte importante de la raíz del problema, que implica liberarse de las ataduras que limitan una expansión del potencial humano en su mayor capacidad. Castanedo Secadas afirma que:

Introyezctar significa poner adentro […] Los diferentes sistemas socioculturales a los que pertenecemos y que nos moldean, como la familia, la escuela, la religión, el contexto social, económico y político nos lanzan en nuestro interior estilos de vida, reglas, principios, costumbres y prohibiciones (Castanedo Secadas, 2007:93).

Asimiladas por el individuo, estas creencias se convierten en parte importante de la estructura de su personalidad, pero otras más no son digeridas y se convierten en un cuerpo extraño dentro del organismo que perturban su funcionamiento. El introyector está gobernado por los “debería” morales de los otros. Perls dice que “el hombre que introyecta nunca tiene oportunidad de desarrollar su propia personalidad y por otra parte la introyección contribuye a la desintegración de la personalidad” (Perls, 2011:44), ya que el introyector es un neurótico y “el neurótico no puede ver claramente sus propias necesidades y por lo tanto no las puede satisfacer” (Perls, 2011:39).

e) La falta de movimiento físico es peligrosa para la salud.

Quien no practica algún ejercicio es más susceptible de enfermarse y de vivir con menor calidad de vida y morir antes que quien sí practica actividad física; esto se sustenta con el reporte “Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud” de la OMS en 2010: “La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo (6% de defunciones a nivel mundial). Sólo la superan la hipertensión (13%), el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en la sangre (6%). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial” (OMS, 2010:10).

“Lo que no se mueve, se atrofia”, es un dicho que proviene de la teoría de la evolución de Jean Baptiste PierreAntoine de Monet de Lamarck (1744-1829), quien expone en la primera ley de su libro Filosofía zoológica la ley de uso y desuso, el cual implica que todo órgano sin utilizar, se atrofia, mientras aquel que se utiliza, se fortalece (Lamarck, 1986:175).

La práctica física de yoga, al mover cada parte del cuerpo, es integral porque involucra distintos procedimientos corporales: sistema respiratorio, cardiovascular, óseo, muscular, linfático; da oxigenación y movimiento a órganos importantes como el hígado, el colon, los riñones, los intestinos, y hasta los dedos de los pies, los ojos, las orejas y las uñas. Campbell sostiene que el yoga ha sido aceptado por la sociedad occidental como una práctica física benéfica que ayuda al practicante a estar más saludable y feliz. A esta conocida tendencia social se le ha nombrado “yogaización de Occidente” (Campbell, 2007:V-IX).

La práctica es física, cerebral y emocional; brinda mayor capacidad de atención, concentración, mejor manejo de emociones negativas, aumento de las positivas, un descanso de las actividades cotidianas, alineación de la postura corporal, y ayuda a desbloquear el sistema nervioso: “La práctica de āsanas diversas descongestiona el sistema nervioso, hace que la energía fluya en el sistema sin obstrucciones y asegura una distribución armoniosa de esa energía” (Iyengar, 2011 [2003]:232).

La Gestalt es un tipo de psicoterapia que integra al cuerpo en su metodología de trabajo, es decir, no es puramente intelectual, coloca afuera lo que está adentro para poderlo identificar. Ginger y Ginger comentan al respecto que la Gestalt es una terapia holística, lo cual significa que toma en cuenta a todo el organismo; el síntoma corporal es tomado como la puerta de entrada y a veces se sugiere amplificar este sentimiento o síntoma para llegar al awareness (Ginger y Ginger, 2012:185187). Conviene estar en conexión y conciencia con la sensación corporal: esto es un cimiento para el trabajo interior terapéutico. James I. Kepner afirma que una buena cimentación es justamente establecer un buen contacto con las sensaciones en el cuerpo: “Sin una sensación clara de nosotros mismos y de nuestro entorno perdemos nuestra base en el mundo” (Kepner, 2000:95). En terapia Gestalt se pregunta por la sensación corporal y se fomenta la conexión con ella; esto ayuda a entrar en contacto profundo con uno mismo, lo cual lleva al “darse cuenta” o awareness, que se aproxima a la integración psíquica interna.

La disciplina del yoga coincide en esta finalidad: yoga significa literalmente “unión”: “Unión o integración desde la capa más exterior hasta el sí mismo más interior, es decir, de la piel a los músculos, huesos, nervios, mente, intelecto, voluntad, conciencia y sí mismo” (Iyengar, 2011 [2003]:94).

El camino para llegar a esta unión o vivir en ella implica una filosofía y una práctica. La práctica nos trae al presente, al aquí y ahora, y esto apacigua la mente y clarifica las emociones. Desde hace siglos la ciencia del yoga se ha abocado a aquietar el pensamiento, pues de ahí nace la verdad que se anhela conocer sobre sí mismo y el universo. Iyengar, maestro yogui de la India, asegura que:

El yoga ofrece los medios para comprender el funcionamiento de la mente, y ayuda a serenar sus movimientos, conduciéndonos hacia un imperturbable estado de silencio que mora en la sede de la conciencia. El yoga es pues, el arte y la ciencia de la disciplina mental a través de la que se cultiva y madura la mente (Iyengar, 2011 [2003]:95).

Esta disciplina nos permite vivir en equilibrio, flexibilidad y coherencia: “El yoga es un arte, una ciencia y una filosofía. Afecta a todos los niveles de la vida humana, tanto física, mental como espiritualmente. Es un método práctico para dar sentido a la propia vida y convertirla en útil y noble” (Iyengar, 2011 [2003]:21).

Este estudio aborda las coincidencias expuestas entre la psicología humanista y el yoga, y propone usar la práctica de esta última como estrategia psicoterapéutica en el proceso gestáltico, por ser una excelente herramienta para incrementar las formas de llegar al darse cuenta, unificar la desconexión mente-cuerpo-emociones; incluye una práctica física que ofrece múltiples beneficios al cuerpo y su conservación, y es una forma de promover un estilo de vida saludable, congruente y en equilibrio físico, mental y emocional.

La propuesta para mejorar la salud psicoemocional y física es usar tanto la psicología humanista como el yoga.

DESARROLLAR EL POTENCIAL HUMANO Y PROMOVER LA CALIDAD DE VIDA

La psicología humanista y el yoga promueven la toma de conciencia y el autoconocimiento. La OPS señala que la adquisición de habilidades sociocognitivas y emocionales influye en las conductas deseables, como socialización, mejor comunicación, toma efectiva de decisiones, solución de conflictos, y previene las conductas negativas o de alto riesgo, como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, sexo inseguro y violencia (OPS-OMS, 2001:6).

Este trabajo demuestra que cuando la práctica de yoga se emplea como estrategia psicoterapéutica en el proceso gestáltico, da óptimos beneficios, ya que implica actividad física, adquisición de conocimientos éticos y desarrollo de habilidades emocionales, lo cual fortalece aptitudes y capacidades humanas. La OMS advierte que algunas estrategias de la promoción de la salud, como modos de vida sanos, cambiar prácticas y comportamientos de riesgo, o practicar actividad física, benefician la salud mental, el bienestar y la integración de la familia (OPS-OMS, 2001:16).

El individuo y la sociedad se influyen recíprocamente. Individuos enfermos enferman a una sociedad, y una sociedad enferma genera enfermedad en sus individuos. El ser humano no es un ser aislado y todos estamos interconectados. Rubén Armendáriz Ramírez, en su libro En busca de la sonrisa interior, explica que la nueva idea de la salud es conseguir una plenitud total, que únicamente se registra en el nivel personal, con lo que se está omitiendo la interactividad con el contexto. La salud integral supone un nivel interno que incluye la conexión con el ambiente, los demás seres humanos, los animales, el planeta y el universo.

El físico Eddington advirtió que “Cuando un electrón vibra, el universo tiembla”. En el proceso de respirar, en la inhalación y exhalación, hay en el cuerpo átomos que han estado en otros cuerpos. La salud se comparte en el sistema social; vivimos en interacción constante e inevitable. Cada individuo influye y es influido por otras personas y factores sociales. La enfermedad de un miembro de la familia afecta a quienes lo rodean. Las acciones de delincuencia en la sociedad causan preocupación y dolor a la comunidad que la sufre. Mejorar la salud personal involucra en forma vital a todos los demás. La curación no se ha de producir sólo en el nivel individual, sino colectivo. Si se sanan las aguas del planeta se sana también el propio cuerpo. El nuevo paradigma de salud sugiere que, tanto la salud como la enfermedad, son eventos compartidos y no singulares. La idea es la manifestación de una salud más plena (Armendáriz Ramírez, 1997:216221).

Cuando se evoluciona en el nivel personal se abre una brecha para los que vienen después. El trabajo que se realiza día con día en las prácticas de yoga y el proceso psicoterapéutico sirven para abrir la conciencia, conocerse mejor, reconocer la sombra de la personalidad, los errores propios; poder pedirse perdón a sí mismo y a los otros. El resultado es ascender a un nivel de conciencia en donde la compasión y el amor incondicional llevan a la humanidad hacia la preservación de la vida y la salud. El doctor en medicina Larry Dossey, quien fuera jefe de equipo del hospital de la Ciudad Médica de Dallas y una autoridad en los enfoques alternativos para la sanación, habla de un concepto elevado y místico de la salud: el de la mente única, contrario al de las mentes individuales. Dossey plantea que somos una mente conjunta representada de forma individual en cada uno de los humanos, que estamos unidos a través de esta matrix o mente única y que esto conduce a una nueva concepción del sanar (Dossey, en Carlson y Shield, 2006:216). El maestro sufí contemporáneo, Pir Vilayat Khan, complementa que: “La suposición de ser un individuo es nuestra gran limitación” (Dossey, en Carlson y Shield, 2006:217).

El valor en contactar con la parte más sabia del ser abre la posibilidad de sanar en lo personal, lo social y lo universal. Admitir esta interconexión y que la salud individual genera salud masiva y viceversa, contribuye a un cambio de conciencia sobre la vida en todos sus aspectos; en vez de autodestruirse habría un salto cuantioso a un lugar más elevado como especie. La conexión cuerpo-mente-emoción es una brújula que puede guiar al individuo hacia su bienestar en el vasto territorio del autoconocimiento. O. Carl Simonton, doctor en medicina estadounidense, pionero en el uso de la visualización para el tratamiento de cáncer, afirma que él empieza observando lo que funciona y no sólo lo que funciona mal; intenta volver en dirección a la salud y de quiénes somos, que en el universo el todo está intentando ayudarnos a recuperar la salud y movernos en esa dirección; que tomar contacto con el guía interior es una decisión necesaria en el proceso de sanación consciente, lo cual significa ir hacia adentro, calmarnos, abrirnos a la ayuda y pedirla. Se estimula la creencia de que existe ayuda disponible y se refuerza el concepto de confianza (Simonton, en Carlson y Shield, 2006:71).

Este planteamiento constituye uno de los cimientos de un ser humano cabal, integral; se respalda en poseer un control mental que le permita el contacto con su ser y permitir a su tendencia actualizante llegar a su máximo potencial. Carl Rogers afirma que el ser humano tiene la capacidad latente de comprenderse a sí mismo y resolver sus problemas por su tendencia actualizante. Esto no resulta automático, pues hoy en día crecer en la sociedad implica condicionamientos que desvían al individuo de su propia naturaleza para cumplir con fuertes expectativas. Si bien la tendencia actualizante pugna por el desarrollo vital, puede torcerse o desordenarse en esta lucha, porque no sólo se trata de sobrevivir, sino obtener una calidad de vida más armoniosa, benéfica y saludable. Rogers menciona respecto a dicha tendencia que “la actualización eficaz de esta potencialidad no es automática. Requiere de ciertas condiciones, cierto clima interpersonal, de relaciones humanas positivas, favorables a la conservación y valoración del yo, relaciones carentes de amenaza o desafío a la concepción que el sujeto hace de sí mismo” (Rogers y Kinget, 2013:65). Por esta razón, el trabajo de crecimiento y mejora biopsicosocial es de suma importancia.

En este libro se pretende ofrecer herramientas específicas a través de la combinación de metodologías, disciplinas y conceptos tanto de Oriente como de Occidente, tanto antiguos como contemporáneos, para emprender un trabajo interior de resignificación del sí mismo mediante el dominio del diálogo mental, el trabajo con las creencias, la escucha del cuerpo y sus síntomas, y la conexión con el ser, como medios para alcanzar un equilibrio de vida que permita desarrollar el potencial humano en su máxima expresión.

TRES PARADIGMAS

La civilización occidental ha pasado por varios paradigmas, entre ellos el religioso, el científico y el holista.

El paradigma religioso rigió la Edad Media, en aquel entonces reinaba la fe, había un vínculo con dios, pero no era racional, sino afectivo y dogmático. La vida humana se concebía como un mero peregrinaje que, en realidad, conducía a la salvación en otra vida. Al respecto, Armando Roa comenta: “El hombre medieval creía estar de paso en el mundo a fin de ser probado sobre si era digno o no de merecer la otra vida, la verdadera salvación” (Roa, 2001: 13). Las obras de San Francisco de Asís, Santo Tomás de Aquino y Dante, entre otros, enmarcan esta perspectiva (Roa, 2001:14). El concepto de dios explicaba el funcionamiento del universo y sobresalía una relación orgánica entre dios y el hombre: Los antiguos inventaron una noción metafísica, mitológica y metafórica del cosmos que poblaron de entidades diferentes, desde los hombres hasta los dioses, pasando eventualmente por toda una serie de intermediarios. Todo tenía un sentido, más o menos oculto, pero siempre un sentido (Nicolescu, 1996:8).

El paradigma científico comienza con el fin de la Edad Media. Martín Lutero y la Reforma protestante en el siglo XVI son el punto de partida de la modernidad (Roa, 2001:15). En oposición a los principios de la Edad Media, surge la era moderna, que acentúa la parte racional y cognitiva del hombre; se busca que todo tenga un fundamento matemático, la objetividad triunfa sobre la subjetividad, la realidad tiene que ver con la vida y “el deber”, deja de concederse importancia a las emociones y al cuerpo (en la posmodernidad estos temas vuelven a tomar fuerza desde otra perspectiva, que en la era moderna hubo una falta de atención a ellos). La modernidad empieza con la separación dual cartesiana del alma y el cuerpo (Roa, 2001:29). La modernidad cosifica y trae consigo el utilitarismo, que implica una relación de las personas con el avance tecnológico. Así inicia el paradigma científico. La ciencia empieza a dividir, subdividir y clasificar el conocimiento. Lo importante es la información particular de cada elemento y no una lectura general. Se conforman las especialidades.

La ciencia moderna nació de una ruptura brutal con la antigua visión del mundo. Está fundada sobre la idea, sorprendente y revolucionaria para la época, de una separación total entre el sujeto que conoce y la Realidad, supuesta ser completamente independiente del sujeto que la observa (Nicolescu, 1996:8).

El conocimiento se vuelve un arma de dos filos porque en este plano, el conocimiento digno de ese nombre no puede ser sino científico, objetivo. La sola realidad es la realidad regida por leyes objetivas. Todo conocimiento diferente al científico se relega al infierno de la subjetividad, se tolera en tanto adorno o es rechazado con desprecio en tanto fantasma, ilusión, regresión o producto de la imaginación. La misma palabra “espiritualidad” se vuelve sospechosa y su uso prácticamente se abandona (Nicolescu, 1996:11).

En la modernidad cientificista la división entre ciencia y cultura toma su lugar. El físico cuántico Basarab Nicolescu explica que, al principio de la historia humana, ciencia y cultura fueron inseparables. Las animaban las mismas interrogantes sobre el sentido del universo y de la vida. En el Renacimiento, el vínculo no se había roto todavía. La primera Universidad, como su nombre lo indica, tenía por objetivo estudiar lo universal. Nicolescu sostiene que el problema de la situación actual de autodestrucción material, biológica y espiritual que atraviesa la especie humana arranca con la ciencia moderna, que nace de una ruptura brutal con la antigua visión del mundo (Nicolescu, 1996:81). Un ejemplo de tal cambio de paradigma es la división entre ciencia y cultura.

La ruptura entre la ciencia y el sentido, entre el sujeto y el objeto, estaban presentes, ciertamente, como germen en el siglo XVII, cuando la metodología de la ciencia moderna fue formulada, pero se hizo visible hasta el siglo XIX, cuando el big bang disciplinario tomó su desarrollo. La ruptura se ha consumado en nuestros días. Ciencia y cultura no tienen nada más en común; por otra parte, todo gobierno que se respete tiene un ministerio de la cultura y otro que se ocupa de la ciencia. La ciencia no tiene acceso a la nobleza de la cultura y la cultura no tiene acceso al prestigio de la ciencia. En el interior mismo de la ciencia, se distinguen las ciencias exactas de las humanas, como si las primeras fueran inhumanas (o sobrehumanas) y las ciencias humanas inexactas (o noexactas). La terminología anglosajona es todavía peor: se habla de ciencias duras (hard sciences) y de ciencias blandas (soft sciences). Eliminemos la connotación sexual de estos términos, para explorar sus sentidos (Nicolescu, 1996:82).

En la modernidad se dan la Revolución industrial y el capitalismo. El modernismo llega a México cuando en 1910, para modernizar al país, Porfirio Díaz despliega la ferrovía a lo largo del territorio nacional.

Es fin de la Segunda Guerra Mundial marca el fin de la modernidad, el autoritarismo y las ideologías que manipulaban a las masas.

La modernidad hace sentir al hombre su poder gracias a los avances científicos, tecnológicos, industriales. Sin embargo, el mundo moderno evoluciona de forma que muchas veces el individuo va en contra de sí mismo. El astrofísico británico Stephen Hawking comentó en los Reith Lectures 2016, una serie de conferencias organizadas por la BBC que exploran los grandes desafíos de la humanidad, que la humanidad es su peor enemiga y que podría causar su propia destrucción mediante una guerra nuclear, el calentamiento global, los virus creados con ingeniería genética o el actual desarrollo en la ciencia y la tecnología (Singer, 2016:15).

Swami Muktananda, guru de la India perteneciente al linaje de Siddha yoga, vive justo el final de la era moderna y al respecto opina:

Se dice que hoy en día el mundo progresa más y más, pero ¿de qué modo ha crecido? El robo y el asesinato, la lucha y la destrucción aumentan por todas partes. En todo el mundo hay odio entre naciones, hostilidad entre partidos políticos, animosidad entre sociedades y enemistad entre razas y clases. La gente habla de reforma e innovación, pero en nombre de esas cosas sólo ha conseguido destruir el ambiente, arruinar la vida familiar y aumentar el egoísmo y la hostilidad (Muktananda, 2000:3).

La modernidad no cuidó el entorno, el ambiente, la naturaleza. A la Tierra le tomó millones de años procesar lo que ahora es el petróleo y ahora el hombre explota este recurso sin reservas. En la contemporaneidad ha tomado fuerza una concienciación del daño hecho al planeta y se ha comenzado a actuar para contrarrestarlo.

La ONU, a través de su programa para el medio ambiente (PNUMA), aprovecha este día para impulsar la protección ambiental en todo el mundo. Entre los objetivos de esta conmemoración destaca involucrar a la ciudadanía en estos temas y motivarla a convertirse en agente activo del desarrollo sostenible y equitativo, así como promover el cambio de actitud y fomentar la cooperación, garantizando que personas y naciones disfruten de un futuro más próspero y seguro (INEGI, 2015:1).

El paradigma holista llega en la era posmoderna, y el arribo de los conceptos de multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdisciplinariedad, se aprecia una unificación abierta entre ciencia y cultura que concilia así la cultura científica y la humanista, artificialmente concebidas como antagonistas por el paradigma científico moderno (Nicolescu, 1996:85). Más adelante se abunda sobre este tema.

Existe una parte de la humanidad preocupada en sembrar conciencia en virtud de un cambio que beneficie al planeta. Es la tendencia actualizante que existe en todos los seres vivos, que percibe y entiende que, para preservar la especie, tiene que cuidar el ambiente; a pesar de lo que Hawking comenta en los Reith Lectures, 2016, al final de su intervención dice: “Al final soy un optimista, creo que la humanidad reconocerá los peligros y conseguirá superarlos” (2016:15). La contemporaneidad vive una era donde rasgos como el aprendizaje individualizado (aprender por sí mismo) y el aprendizaje permanente (actualizarse constantemente), son características que permiten al individuo sobrevivir y funcionar en el mundo actual, pero también generan una sociedad caótica y ecléctica.

Además, en la era moderna se dio una gran expansión demográfica, como resultado de las revoluciones agraria, industrial y tecnológica de la segunda mitad del siglo XVIII. Estas revoluciones suministraron excedentes alimenticios con los cuales disminuyó el hambre y se liberó mano de obra para las actividades agrarias. Una de las causas primordiales del acelerado crecimiento de la población es la disminución de la mortalidad como consecuencia de los avances sanitarios, económicos y tecnológicos (Pellini, 2014:1).

El hombre actual a menudo se percibe desbordado, neurótico, enfermo. En las ciudades la vida se ejerce de forma automatizada, con una prisa crónica; las personas no se detienen a reflexionar, a contemplar el sentido de sus vidas, a meditar sobre sus objetivos.

Swami Chidvilasananda expone que el problema es cuando un ser humano ha olvidado las preguntas básicas: “¿qué estoy haciendo?”, “¿adónde voy?”, “¿qué es lo que quiero en realidad?” (Chidvilasananda, 1995:24). No asumir objetivos que corresponden a necesidades reales, no llevan a un contacto íntimo propio; se viven desde el deber ser y no desde el ser. Hay una diferencia entre las personas que viven desde su ser, que se aman a sí mismas incondicionalmente, con aquéllas que lo hacen desde el deber ser o del creer valer por tener, quienes muestran menos amor incondicional por sí mismas con menor plenitud y libertad, pues viven desde el mundo externo (Huelsz Lesbros, 2009:2).

En los años setenta crece inmensamente la tecnología y comienza la era de una realidad virtual que implica un mundo relativo. Los medios de comunicación le permiten al hombre estar en más de un sitio a la vez. Las redes sociales son características esenciales de esta época. Los hippies, la Gestalt y la terapia no directiva de Rogers son un puente entre dos eras. La psicoterapia humanista pertenece a la era holistica. Ginger y Ginger comentan al respecto:

¿Debe hacerse rimar necesariamente “terapia” con “enfermedad”? […] Pero también, por otro lado, los problemas existenciales más comunes, ya que desde hace mucho tiempo las estadísticas de todos los países nos recuerdan que los suicidios son mucho más numerosos entre los que se dicen “normales” que entre los enfermos mentales “identificados” […] ¿Quién puede decir si el duelo de un ser querido o una ruptura amorosa son más fáciles de asimilar que una neurosis compulsiva o una frigidez primaria? […] Me rehúso a tomar partido entre la “enfermedad” y el “malestar existencial”, yo no estoy contra “la terapia de los normales”, alabada por Perls a quien le daba pena reservar su método sólo para los enfermos o los marginados” (Ginger y Ginger, 2012:16).

La terapia Gestalt se practica hoy en variados contextos: en psicoterapia individual, en terapia de parejas, en terapia familiar, en grupos abiertos de terapia, pero también en grupos de desarrollo del potencial personal, así como en el seno de las instituciones, o también en el área de empresas del sector industrial o comercial.

En nuestra era actual, Occidente voltea hacia Oriente y encuentra respuestas que no tenía; lo que se busca es integración, equilibrio entre la parte yang occidental y la parte yin oriental. En respuesta al mundo dual moderno surge la visión holística. Poco a poco el paradigma holístico comienza a ganar terreno con su visión integral del mundo, desde la dimensión física, fisiológica, mental, emocional y espiritual. Autores como Stanislav Grof, Edgar Morin, David Bohm, Ken Wilber, Allan Watts, Fritjof Capra, Ilya Prigogine, entre otros, han contribuido con sus conceptos sobre este paradigma.

La aparición del nuevo paradigma acrecienta las discusiones; estamos en el momento en el que se impone la necesidad de que el viejo paradigma newtonianocartesiano, tan lúcido en su momento (siglo XVII), sea superado por un nuevo paradigma que ayude a entender el mundo y la sociedad en la que vivimos al inicio del siglo XXI; que venga de la mano de “la necesaria cosmovisión holística que se caracteriza por la integración de diversas escuelas así como diferentes tradiciones espirituales” (González Garza, 2009: 40, en Velázquez, 2013:8).

La sociedad occidental omite en alto grado la cultura interna, característica de la modernidad. Pareciera que el mundo externo tiene más atracción que el mundo interno, en tanto que centrarse en el exterior implica un acto más pasivo y sencillo, la búsqueda interna representa trabajo constante y disciplina. El pensamiento egocéntrico, se caracteriza por vivir hacia el exterior. Para sobrevivir, el ser humano pugna por cumplir las expectativas familiares, sociales o económicas que el ambiente exige, y busca una salida que muchas veces es práctica, pero no siempre la mejor. Así, el hombre posmoderno está insatisfecho, pues aunque pueda gozar lo material siente vacío, un vacío existencial y espiritual que lo perfila en situaciones tales como que un futbolista joven y exitoso, o un actor de Hollywood con una carrera brillante, se suiciden. La gente se pregunta cómo personas reconocidas pueden quitarse la vida. Julie Cerel, docente de la Universidad de Kentucky y presidente de la Asociación Americana de Suicidio, habla del poder de la enfermedad psiquiátrica y asegura que las personas con grave depresión no son capaces de ver más allá de sus fracasos, incluso si su vida está plagada de éxitos (Charpienter, 2014). La OMS informa que en el mundo cada año se suicidan casi un millón de personas, lo que supone una tasa de mortalidad “global” de 16 por 100 mil, o una muerte cada 40 segundos (OMS, 2012:1).

En nuestros días no se vive integrado en un todo, las experiencias son parciales y fragmentadas; las personas no viven plenamente, sobreviven con incompletud y carencia interna, lo que es campo de siembra para la neurosis y la patología emocional.

El suicidio es una cuestión de salud pública, por ello, en la mayoría de los países la tasa de suicidio es considerada un indicador de la salud mental de su población. Es un complejo problema en el que intervienen factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. Tanto los padecimientos mentales como las crisis existenciales, entonces, requieren un adecuado manejo terapéutico, con una mayor vigilancia. Una sociedad que ha incrementado este indicador de salud requiere de nuevas respuestas y la psicología humanista y el yoga las ofrecen abiertamente. Al respecto, Muktananda cuestiona:

¿Cuál es el propósito de la vida humana? Según los sabios del vedanta, la meta de la vida es eliminar todo sufrimiento y alcanzar la felicidad suprema […] Queremos felicidad. Queremos éxtasis. Queremos amor, vigor y entusiasmo […] Queremos la felicidad, pero sin cesar practicamos el yoga del dolor. Sembramos las semillas del sufrimiento y nos preguntamos cuándo florecerá el fruto de la felicidad (Muktananda, 2000:1112).

¿Cuál es el sentido de avanzar si se hace en dirección contraria a donde se quiere ir, si el camino es contraproducente, si no hay meta real; si el camino lleva hacia el sufrimiento, la enfermedad, la autodestrucción, en vez de hacia la vida, la dicha, la salud?

Este texto aborda la problemática humana actual con sus síntomas y propone soluciones específicas para contribuir en la prevención de la salud pública.

JUSTIFICACIÓN

El mundo competitivo y desafiante de hoy produce nerviosismo, irritabilidad, inquietud, problemas de concentración, ansiedad y estrés.

Se enfrentan circunstancias que retan el equilibrio físico, mental y emocional de las personas. El estrés, el desbalance en la alimentación, la falta de actividades físicas, las adicciones, la ansiedad y la depresión, son ejemplos de cómo nuestra sociedad se ve afectada por problemas psicoemocionales en niveles de salud pública nacional. La depresión en México llegó a colocarse en las primeras diez causas de atención de consulta en el IMSS y el ISSSTE, así como en hospitales de la Secretaría de Salud federales y estatales del país en el año 2014, según el estudio “depresión: estado del conocimiento y la necesidad de políticas públicas y planes de acción en México” del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente hecho en 2012 (Berenzon et al., 2013:7480). Entre los factores desencadenantes del estrés (conocidos como estresores) hay estímulos internos y externos que, de manera directa o indirecta, provocan la desestabilización en el equilibrio dinámico del organismo (homeostasis). Los estresores son situaciones que exigen una rápida solución, como el exceso de trabajo, responsabilidades familiares, la espera de algún acontecimiento importante, estímulos ambientales dañinos (ruido, contaminación, etcétera) percepciones de amenaza, alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etcétera) aislamiento y encierro, bloqueos en nuestros intereses, presión grupal o laboral, frustración.

El estrés y la aceleración de la vida cotidiana citadina dañan el bienestar personal, las relaciones humanas y conciernen a la salud pública mental.

La salud mental incluye, desde trastornos discapacitantes como la esquizofrenia, depresión, obsesióncompulsión y alcoholismo, que son enfermedades neuropsiquiátricas y están entre las diez enfermedades más discapacitantes, hasta fenómenos sociales como la corrupción, la cual como conducta antisocial es también materia de la salud mental. Cabe apuntar que, en relación a los impactos sociales, los índices de enfermos de estos trastornos tienden a aumentar debido a problemas como la pobreza, violencia, aumento de adicciones y envejecimiento de la población (Sandoval de Escurdia, Richard Muñoz; 2006:2).

Estos problemas requieren atención y prevención, ya que son altamente incapacitantes, además de que “disminuyen o frenan el potencial de desarrollo de las personas y por tanto de los núcleos familiares” (2006:4). Las enfermedades mentales impactan de manera importante en la calidad de vida de la población y afectan el curso de otras enfermedades crónicas.

En México los trastornos mentales son responsables de 25% de años de vida asociados con discapacidad (Avd) en los hombres y 23% en las mujeres; la depresión ocupa el primer lugar entre la enfermedad mental en México, después de la lumbalgia (Lozano et al., 2013, en Medina Mora, Real, Amador; 2015:16). Los datos de la Secretaría de Salud del distrito Federal indican que el estrés en la Ciudad de México afecta a 70% de la población, y que los trastornos mentales como la depresión y la ansiedad pueden ser más incapacitantes que padecimientos crónico-degenerativos como la diabetes, la hipertensión y el cáncer, lo que perjudica directamente el desempeño de quienes los padecen (Delgado, 2014:2; Rodríguez, 2014:1).

Los diferentes trastornos psicoemocionales se han convertido en un problema de salud pública que ha crecido en los últimos años. Hoy aproximadamente el 30% de la población tiene alguno referente a ansiedad y estrés, lo que representa un alto porcentaje (SALME, 2016:1).

En el contexto de la región de las Américas y del mundo, los trastornos mentales constituyen un serio problema de salud pública con un alto costo social, que afecta a las personas sin distinción de edad, sexo, nivel socioeconómico y cultural, según reportan el secretario de salud, José ángel Córdoba Villalobos y el doctor Philippe Lamy, representante de la OPS-OMS en México (OMS-IESM, 2011:5).

Los trastornos mentales no son un problema que ocurra únicamente en las zonas industrializadas y más ricas del mundo o que sólo se produzca por sobrecarga laboral y que en regiones menos aceleradas del mundo no tengan sitio. Estas creencias no guardan una justificación, ya que los trastornos mentales no distinguen clases sociales, razas o edades.

[…] los trastornos mentales son universales, es decir que afectan a personas de todos los países y están presentes en todas las etapas de la vida, tanto de hombres como de mujeres, ya sean ricos o pobres, o que residan en zonas urbanas o rurales (Rodríguez, Kohn y Aguilar-Gaxiola, 2009:X).

Los trastornos mentales tienen un gran impacto en los individuos, las familias y las comunidades. Aproximadamente una de cada cuatro familias tiene al menos un miembro afectado. Estas familias se ven obligadas no sólo a brindar apoyo, sino a soportar las consecuencias perjudiciales de la estigmatización y la discriminación.

Es importante darle a la salud mental un lugar tan importante como al de la salud física.

La salud mental es un componente fundamental e inseparable de la salud y está directamente relacionada con el bienestar personal, familiar y comunitario, aunque muchas veces sea subestimada frente a la salud física. Como se destaca en este libro, los trastornos mentales y neurológicos representan el 22% de la carga total de enfermedades en América Latina y el Caribe (Rodríguez, Kohn y Aguilar-Gaxiola, 2009:VII).

Muchas personas no reciben atención profesional a pesar de requerir tratamiento. Esto es parte del problema, por no haber una cultura de atención a los trastornos mentales (Rodríguez, Kohn y Aguilar-Gaxiola, 2009:IX).

Pese a los esfuerzos por mantenerse saludable y no caer en el desequilibrio, el desarrollo del potencial humano en la población es deficiente.

En la “Carta de Ottawa para la promoción de la salud”, documento redactado por la OMS durante la primera conferencia internacional, celebrada en Ottawa, Canadá, en 1986, se declara que “la promoción de la salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer un mayor control sobre la misma”. Este documento es una respuesta a la creciente demanda de una nueva concepción de la salud pública en el mundo (OMS, 1986:1).

Las evidencias mundiales dan cuenta de que no hay plenitud sin salud mental. La disfuncionalidad familiar, las carencias afectivas, la falta de redes de soporte social, la proliferación de estilos de vida nocivos y entornos no saludables, aunados a la pobreza y la exclusión social, resultaron en una mayor prevalencia, incidencia y magnitud de problemas de salud mental, cada vez con más impacto en la esfera psicosocial, incluyendo el incremento en el consumo de drogas y la violencia. Sin embargo, la salud mental sigue manteniendo la mayor demanda de insatisfacción y se tiene que reflexionar acerca de la respuesta a la población en este contexto (OMS-IESM, 2011:5).

Los problemas psicoemocionales en los individuos no se manifiestan de forma aislada, a menudo son el síntoma personificado de familias desensibilizadas, con problemas de violencia, alcoholismo, codependencia, estrés, ausencia y abandono. Ortega Tamez y Rosales de Ortega agregan que las familias disfuncionales “están educando con una ética cultural que aprueba o por lo menos tolera la autodestrucción” (Ortega Tamez y Rosales de Ortega, 1997:126).

Por esta razón este libro plantea la importancia de concienciar a los adultos que están a cargo de las siguientes generaciones y en quienes éstas necesitan apoyarse. “La familia es el núcleo central de la sociedad, fomentar la convivencia y las relaciones entre la familia, dándoles a cada uno de nuestros hijos el tiempo y la atención necesaria, es fortalecer una sociedad emocionalmente sana” (Ortega Tamez y Rosales de Ortega, 1997:126).

La consideración positiva incondicional, la empatía y el respeto, son valores que la sociedad necesita urgentemente y que los padres, tutores y educadores podrían aprender y practicar para saciar esta imperante necesidad. Ortega Tamez y Rosales de Ortega afirman que los adolescentes necesitan escuchar de sus padres cuatro palabras de aliento y reconocimiento por cada palabra de corrección. y de sus compañeros, once palabras positivas por cada negativa para sentirse bien consigo mismos. La asertividad para comunicarse es indispensable a fin de romper el círculo vicioso de la crítica destructiva y del castigo como sistema de educación.

Una llave para contribuir a la solución de esta realidad es incorporar a las actividades cotidianas la asistencia a programas en el área de educación psicoemocional. La OMS señala que los programas de instrucción en aptitudes para la vida contribuyen eficazmente al aumento del alfabetismo y la reducción de las tasas de depresión escolar asociadas con una disminución de los comportamientos de riesgo para la salud como el tabaquismo, el abuso de sustancias y el embarazo en adolescentes (OPS, 2001:6).

La OPS señala que la adquisición de habilidades sociocognitivas y emocionales influye en las conductas deseables, como socialización, mejor comunicación, toma efectiva de decisiones, solución de conflictos, y previene las conductas negativas o de alto riesgo, como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, sexo inseguro y violencia (OPS-OMS, 2001:6).

El objetivo de este estudio es promover un estilo de vida saludable, congruente y en equilibrio físico, mental y emocional a partir de la combinación de dos disciplinas complementarias, que son la psicología humanista (con un enfoque principal en la perspectiva gestáltica) y el yoga.

A través de esta disciplina teóricopráctica la población puede elevar su nivel de educación psicoemocioanl y física. La doctora Margaret Chan, directora general de la OPS, respalda que la educación y la salud están hermanadas y se refuerzan mutuamente, contribuyendo a sacar a la gente de la pobreza y a ofrecerle la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial humano (Chan, 2010:1).

Un mayor nivel de conciencia y el autoconocimiento en el individuo son importantes, para obtener salud y que la sociedad pueda generar riqueza.

La salud mental ayuda a que haya menos ausentismo laboral. La importancia de intervenciones de promoción de la salud en el lugar de trabajo resultan positivas para reducir el estrés, aumentar la satisfacción laboral y reducir las ausencias por enfermedad (OPS-OMS, 2001:17).

La salud integral de una persona afecta desde la micro hasta la macroeconomía.

Capítulo 1 La influencia de Oriente en Occidente

Bellur Krishnamachar Sundaraya Iyengar es uno de los maestros que más ha contribuido a la difusión del yoga en el mundo occidental. En una entrevista al maestro Iyengar en el madrileño Centro de Yoga Iyengar, le preguntan y responde:

—¿A su juicio, la práctica del yoga es compatible con el modo de vida occidental, donde tradicionalmente el cuerpo y el espíritu han estado tan alejados?

—Todos los hombres y mujeres del mundo desean las mismas cosas: ser felices, estar sanos, mejorar su vida […] A partir de esta consideración, el yoga no se puede dividir en oriental y occidental. Es una ciencia oriental por la simple razón de que los orientales empezaron a trabajar en este campo en una época en la que la gente no podía comunicarse como en la actualidad. Ahora precisamente la práctica del yoga está adquiriendo un renovado interés en Occidente. La sociedad actual se ha vuelto enormemente competitiva y los nervios no pueden aguantar tanta presión. En estas condiciones resulta difícil mantener una vida equilibrada. La práctica del yoga fortalece el sistema nervioso y mantiene el cuerpo sano en medio de todas las tensiones (Ricart, 1998:1).

La intención de investigar sobre la dicotomía Oriente-Occidente es con el fin de su posible integración. Así como resulta benéfico para la salud emocional integrar las polaridades internas, lo mismo sucede en el nivel sociocultural: “matizar el materialismo de Occidente con la espiritualidad de Oriente” es un aspecto más para experimentar la unificación del mundo. Como el mundo externo está interconectado con el interno y el mundo social con el individual, cuando se da un paso adelante en un aspecto, se ve automáticamente reflejado en el otro. “Europa yang, masculina, activa, racional; Asia yin, femenina, receptiva, sensual. Dos grandes culturas mundiales que pueden, y deben, poner las bases de una cultura ecuménica en el milenio que va a comenzar” (Racionero, 2000:28).

La integración de valores orientales en Occidente equilibra un mundo radicalizado en el extremo materialismo, consumismo y racionalismo. La idea es una reformulación de valores para una nueva cultura mundial: la noción de cambio o fluir universal para poner al ser sobre el tener; un cambio de actitud hacia la naturaleza: en vez de competencia, cooperación; y en vez de explotación, respeto. Para el yoga el hombre es perfectible, puede mejorar por el esfuerzo humano: “El yoga y su noción de perfectibilidad puede traer consigo un trabajo por conseguir el paraíso aquí y ahora en vez de resignarse a otra vida o a la insensatez de ésta” (Racionero, 2000:217).

Para Mircea Eliade, a diferencia del psicoanálisis, el yoga considera que el subconsciente puede conocerse, conquistarse y dominarse por medio de la técnica de unificación de estados de conciencia (Eliade, 1991:46). Ésta es una visión compartida con la psicoterapia Gestalt humanista.

Para comprender el mundo actual desde una perspectiva que abarque tanto a Oriente como a Occidente hay que verlos sin comparación, desde su propia originalidad. Hay que entender cada una de las miradas desde su propio punto de vista. Los occidentales tendrían que comprender a los orientales sin prejuicios, sin encasillarlos en sus estándares. En la búsqueda de un equilibrio global, integrar conceptos de Oriente y Occidente serviría para gestionar un nuevo orden. No se trata de sustituir una por otra, sino de fusionar las culturas y puntos de vista para lograr una convivencia pacífica que lleve a la armonía y el respeto y no a la guerra y la destrucción entre los hombres:

[…] sintetizar una cultura ecuménica que, manteniendo la diversidad, reúna en un vasto archivo antropológico lo más favorable de todas las culturas […] para domar el salvajismo del hombre y hacer gentil la vida en el mundo (Racionero, 2000:15).

La psicoterapia Gestalt humanista, al asumir varios elementos de Oriente, ha conseguido equilibrar aspectos en los que la gente sufre problemáticas biopsicosociales: “Occidente ha llegado a una crisis de sistema donde el desequilibrio reina y provoca múltiples dificultades. La integración de la cultura oriental a la occidental es una forma de que Occidente se equilibre (Racionero, 2000:16).

Las dos culturas pueden generar intercambios para su provecho. Luis Racionero habla de los pros y los contras de ambas miradas; no es que una sea mejor que la otra, sino que al complementarse equilibrarían aspectos sustanciales de su identidad. Oriente tiene formas que ayudan a reducir el estrés del hombre occidental. Occidente posee un sentido práctico y una forma de usar los elementos de la naturaleza para el beneficio personal que pueden complementar la forma de vida asiática e invitarla hacia el progreso material (Racionero, 2000:17). Si se integran estos aspectos benéficos, se llega a una complementación. “El hombre oriental fue hacia dentro, el occidental hacia fuera: Oriente inventó la introspección del yoga, Occidente la nave aeroespacial: unos llegan a estados de consciencia remotos, los otros a la Luna” (Racionero, 2000:14-15).

Oriente, con su tiempo cíclico que eternamente retorna y la unidad abrumadora donde el individuo no cuenta para nada, dificulta el esfuerzo individual que en Occidente ha mejorado las condiciones de vida. Occidente ha desplegado durante siglos una actividad incansable explorando, inventando y produciendo; Oriente vivió, en cambio, reservado y autosuficiente, integrado en la naturaleza, pero sin progresar sobre allá. No se trata de juzgar qué camino es el deseable, porque los dos sirven a propósitos diversos: si se trata de llegar a la Luna, alimentar millones, fabricar televisores y proteger al individuo, va mejor encaminado Occidente; si lo que se quiere es respeto ecológico, sensualidad erótica, yoguis ascéticos y súbditos sumisos, va mejor dirigido Oriente. Lo sensato es elegir lo mejor de ambos, en el sentido biológicamente favorable para la continuidad evolutiva de la especie humana (Racionero, 2000:19).

VISIÓN HOLÍSTICA DEL SER HUMANO

Tanto el yoga como la psicología humanista conciben al ser humano de manera holística. El holismo es una teoría según la cual el organismo biológico, como el social, suponen algo más que la suma de sus partes, cuya yuxtaposición no reproduce el todo. Esta concepción se reveló especialmente significativa en los niveles neurológico, epistemológico, psicopatológico y psicológico (Galimberti, 2014:567). La raíz de la palabra proviene del griego holos, que significa “todos”, “la totalidad”, “el entero” y se refiere a la integración total y global en una situación, concepto o cosa. Holos pasa a otras lenguas y deriva en diferentes palabras; por ejemplo, en latín solidus, que significa “entero”, “sólido”, y salvus, que significa “intacto”, “sano”. En inglés whole es “todo”; to heal es “curar”; holy es “santo”. El término holismo está relacionado con la sanación, lo integrado o unido, y con lo sagrado o divino (Ginger y Ginger, 2012:15). A través de la visión holística se pueden apreciar procesos, interacciones y singularidades que conforman el todo y que no se perciben si se estudian por separado. Su definición según la Real Academia Española (RAE