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«Alas» (1916) es una obra de teatro en un acto y tres cuadros de Alberto Ghiraldo. En un sitio de recreo en Buenos Aires, un grupo de amigas se dan cita para disfrutar de un tentempié y de las novedades sentimentales de cada una. Mientras, Óscar, un joven idealista, les presta atención desde una mesa cercana.
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Seitenzahl: 35
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Alberto Ghiraldo
(TEATRO: 1 ACTO Y 3 CUADROS)
Saga
Alas
Copyright © 1906, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726681239
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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La acción en Buenos Aires. Época contemponánea.
Sitio de recreo en los alrededores de Buenos Aires. Telón de bosque al fondo. Enrejado con puerta, al centro. Mesas, sillas y estatuas adornando el jardín. Al levantarse el telón, Oscar se entretiene, á la izquierda, en dar libertad á un grupo de pájaros que va sacando de una jaula Toma á cada animal, lo acaricia un momento en sus manos, y lo deja escapar siguiendo el vuelo con mirada arsiosa.
Oscar, luego un camarero.
Oscar . (Sentado). ¡Libre! . . . ¡Libre como ellos! ... (Pone en libertad á otro pájaro.) ¡Qué este vivir nuestro, así, siempre con las alas cortadas, no es vivir! (Teniendo uno de los pájaros en la mano y contemplándole.) ¡Oh! ¡qué deseo, qué ansia! ¡Cómo palpita la carne viva! ¡Qué temblor de alas! Cada pío-pío, es un grito de libertad, de vida, que lanza el pecho. ¡Vé á los aires, vé á la vida! (Lo deja escapar.) ¡Manos gloriosas, manos mías! (Un camareroatraviesa la escena. Oscar le llama.) ¿No hay más pájaros en la casa?
Camarero . Vivos, no señor.
Oscar . (Después de un intervalo, y como hablando consigo mismo. Tonoenigmático.) Carceleros y asesinos . . . ¡También héroes!
Camarero . (Interesándose por las palabras de Oscar.) No entiendo bien, señor. ¿Qué es eso? (Entran varias jóvenes: Angélica, Lola y María Luisa. Angélica viene adelante; entra cantando; trae el sombreroen la mano.)
Los m í smos — Angélica, Lola, Mar ia Luisa. — Después una pareja. Todos por la puerta del centro.
Angélica . (Cantando.)
La alegría es la fuente,
Fuente de vida:
No envenenes sus aguas . . .
(Al advertir á Oscar interrumpe el canto.)
Oscar . (Como hablando consigo mismo).
Siento algo así como un batir de alas; todo esplende en mi torno. ¡Joven feliz, canta, canta! (Siéntanse las jóvenes. Dirigiéndose al camarero). ¿Qué es eso, decías? ¡El mundo! (Lola y María Luisa llaman impertinentemente. Angélica arregla su “toilette”.)
Camarero . (Aparte) ¡Diablos de muchachas! (En voz alta.) ¡Vá enseguida! (Se dirige á Oscar). ¿Deseaba algo el señor?
Oscar . Sí; tráeme cerveza. (Deja que se aleje el camarero.) ¡Ah, si entendieras bien, pájaro vivo! (Se sienta aparentando distracción. Después se levanta, examinando el jardín. Váse al interior.)
Camarero . (Dirigiéndose á las jóvenes.)—¿Y ustedes, señoritas?
Lola . ¡Ah, por fín! A ver... (Como consultando con las compañeras.) Té, cerveza; y orchata para esta nerviosa. (Se dirige á Angélica. Váse el camarero, por la izquierda.)
Angélica . ¡Bravo por el buen humor! Esta tarde de primavera ha de concluir por revivificarnos á todos. Vaya, me alegro. Pero conste que eres una malísima compañera. Por poco me haces herir en ese maldito alambre.
Lola . Lo cierto es que yo no quería asustarte. Pero tú...
M .a Luisa . Claro está. Tú gritabas: ¡Ahí viene un hombre! ¿Y quién no se asusta de eso? (Ríen.)
Lola . ¿Qué me dicen ustedes del solitario? (Mirando al interior.) Es todo un buen mozo, y muy original, por cierto. (Con intención.)Qué candidato para vos, Angélica, que sos tan impresionista...
Angélica