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El libro China en perspectivas realiza una proyección de las principales variables que determinan la dinámica económica, política, social, tecnológica, matriz energética, medioambiental y de seguridad de ese país. El estudio se caracteriza por un análisis balanceado, en el que aparecen las principales, potencialidades y retos que enfrenta la nación. Además, el texto aporta elementos necesarios para poder proyectar futuros escenarios del país.
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Seitenzahl: 258
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Edición y corrección: María de los Ángeles Navarro González
Diseño de cubierta: Jadier I. Martínez Rodríguez
Diseño, composición y conversión a ebook: Grupo CreativoRuthCasa Editorial
©Colectivo de autores, 2024
© Sobre la presente edición:
RuthCasa Editorial, 2024
Centro de Investigaciones de Política Internacional, 2024
ISBN 9789962740650
Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin la autorización del Centro de Investigaciones de Política Internacional y deRuthCasa Editorial. Todos los derechos de autor reservados en todos los idiomas. Derechos reservados conforme a la ley.
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Centro de Investigaciones de Política Internacional
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El libro China en perspectivas se centra en la construcción de diferentes escenarios temporales de las variables principales que determinan el transitar del país por su camino hacia la modernización integral socialista a mediados de este siglo. El texto argumenta la posible evolución de la dinámica económica, política, social, tecnológica, matriz energética, medioambiental y de seguridad del país en el corto, mediano y largo plazo. Por tal motivo, al concluir la lectura de esta obra se puede tener un cuadro sintético de los aspectos esenciales de la transformación económica, la inserción internacional y la modernización del país.
La obra se distingue por abordar una temática sumamente vasta, compleja, profunda, de gran actualidad y trascendencia económica y política a escala global. De hecho, no hay asunto que se analice a cabalidad en el escenario internacional sin profundizar en el comportamiento y la incidencia de China.
El estudio se caracteriza por un análisis balanceado, en el que aparecen las principales, potencialidades y retos que enfrenta la nación para cumplir su objetivo programático. De igual modo, el análisis y proyección plasmado en el texto aporta elementos de valor para comprender la complejidad y magnitud de las metas trazadas tanto en el orden interno como externo, de gran utilidad para entender algunas cuestiones que están marcando este momento de transición en el orden internacional.
Eduardo Regalado Florido (1957). Licenciado en Educación en la especialidad de Geografía (1981), máster en Economía Mundial por la Universidad de La Habana, investigador auxiliar, jefe del proyecto de investigación sobre Asia y Oceanía del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI), Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex). Imparte conferencias sobre Asia y China en diversas instituciones y universidades. Es coautor del libro El Despertar del Dragón, la Reforma Económica de China, coordinador y autor del libro China y sus relaciones internacionales y de China: Hacia la Modernización Integral. Una perspectiva desde Cuba. Ha publicado artículos sobre Asia y China en revistas nacionales y extranjeras.
Elda Molina Díaz(1962). Licenciada en Economía del Comercio Exterior por la Universidad de La Habana (UH), doctora en Ciencias, investigadora titular, investigadora del Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI), UH. Se especializa en temas relacionados con las finanzas internacionales. Imparte docencia de pregrado y postgrado sobre finanzas internacionales. Sus trabajos han sido publicados en revistas especializadas y libros tanto en Cuba como en el exterior. Es presidenta del Consejo Científico del CIEI y directora de su revista,Revista Cubana de Economía Internacional. Es coordinadora y autora del libroChina y sus relaciones internacionalesy deChina: Hacia la Modernización Integral. Una perspectiva desde Cuba.
M. Sc. Eduardo Regalado Florido, coordinador e investigador (CIPI, Minrex)
Dra. C. Elda Molina Díaz, coordinadora e investigadora (CIEI, UH),
Dr. C. Luis René Fernández Tabío, investigador (CIEI, UH)
M. Sc. Juan Miguel González Peña, investigador (ISRI, Minrex)
Lic. Rachel M. Arencibia Casanova, investigador (CIPI, Minrex)
Dr. C. Ruvislei González Sáez, investigador (CIPI, Minrex)
Embajador, Lic. José Luis Robaina García, investigador (CIPI, Minrex)
M. Sc. Elizabeth Valdés-Miranda Fernández, investigadora (UH)
Lic. Julio Francisco Sotés Morales, investigador (CIPI, Minrex)
Dr. C. Jesús Aise Sotolongo, investigador (CIPI, Minrex)
Dra. C. Sunamis Fabelo Concepción, investigadora (CIPI, Minrex)
El texto que ahora tiene en su poder el lector, China en perspectivas, da continuidad al libro: Hacia la Modernización Integral. Una perspectiva desde Cuba, que solo hace un año fuera publicado por el mismo colectivo de autores.
El libro se estructura en nueve capítulos, en el primero de ellos, China: pronóstico económico a corto y largo plazo, de los autores Dra. C. Elda Molina Díaz y el M. Sc. Eduardo Regalado Florido, se aborda la evaluación de la dinámica de crecimiento de China enla postpandemia; es un tema altamente polémico, no tanto enlo factual como en la interpretación del significado de las cifras del crecimiento de China, en el contexto del crecimiento de la economía global. Los autores nos ofrecen sus consideraciones al respecto.
El segundo capítulo, China: escenarios prospectivos socioeconómicos en 2049, bajo la autoría del Dr. C. Luis René Fernández Tabío, primeramente, le recuerda al lector la significación muy relevante que tendrá el año 2049 para la sociedad China, se trata, obviamente, del centenario de la Revolución china. El propósito del autor es dilucidar los retos que enfrenta la dirección política y económica del país para poder dar continuidad y alcance a las metas de la Revolución, transitando los complejos escenarios socioeconómicos internacionales del presente, en los que se incluyen los asuntos de la seguridad y la paz mundial.
La tercera propuesta del libro: La dinámica de China en materia de ciencia y tecnología hacia 2035 del M. Sc. Juan Miguel González Peña, se centra en el estudio de uno de los campos donde el gigante asiático ha mostrado mayores logros, los cuales le han merecido la admiración de científicos e innovadores a nivel internacional y el respeto de todos los adversarios. La tecnología y la innovación han colocado a China, en el presente, en la vanguardia competitiva y han convertido al país en un actor principal de ladinámica económica global, y por ello, altamente influyente en lageopolítica mundial.
El cuarto, Breve acercamiento al contexto energético actual del gigante asiático, de la Lic. Rachel M. Arencibia Casanova, pone en el tapete el asunto de la transición energética en China y su significado para el país y el mundo. Si bien es cierto que China, en la actualidad, es el mercado principal para la adquisición de tecnología que permita acceder a la energía renovable, también lo es, que la economía china es un alto consumidor de carbón y petróleo, y un gran emisor de gases contaminantes; lograr una política energética transformativa constituye uno de los retos principales al que se enfrenta el país: se trata, entonces, de un asunto de aristas disímiles y, algunas veces, opuestas, de las cuales la autora nos ofrece sus consideraciones.
El capítulo que continúa, Tendencias de la situación ambiental en China hacia 2049 y 2060, del Dr. C. Ruvislei González Sáez, aborda una temática similar a la anterior, pero enfocándola de otra manera; el autor presta atención a los asuntos de la contaminación ambiental y sus efectos sociales y hacia las políticas a implementar por la dirección del país para logar el mejoramiento del entorno medioambiental en China.
El sexto trabajo, del licenciado y experimentado embajador, José Luis Robaina García, China: auge de la multipolaridad y declive de Estados Unidos, se centra en el estudio del impacto de China en la geopolítica mundial en el presente y sus perspectivas, en un contexto donde el gigante asiático muestra una tendencia competitiva ascendente mientras que Estados Unidos, otrora economía hegemónica, va en declive. El autor nos alerta de que se trata de un proceso sumamente complejo y convulso, pleno de contradicciones y previsibles eventos temporales, altamente peligrosos, que pudieran afectar la seguridad y la paz mundial.
El séptimo capítulo que integra el libro, Pronóstico de la situación político-social: claves de la gobernabilidad, de la M. Sc. Elizabeth Valdés-Miranda Fernández, aborda el asunto del liderazgo del Partido Comunista de China en la dinámica económica y social del país, en el presente, y las perspectivas de mantener tal liderazgo en el mediano y largo plazo. Se trata de un asunto trascendental para la permanencia y avance de una Revolución casi centenaria, así como para el desarrollo de una parte inmensa de la población mundial.
La supervivencia de la Revolución Socialista china a lo largo de casi una centuria ha dependido siempre de la capacidad de su pueblo de autodefenderse, de sustentar la defensa de la nación con sus propios esfuerzos; el octavo trabajo elaborado por los autores Lic. Julio Francisco Sotés Morales y Dr. C. Jesús Aise Sotolongo, bajo el título Seguridad y defensa en la República Popular de China: actualidades y expectativas, se adentra en los asuntos referidos a la capacidad defensiva del país para enfrentar cualquier contingencia externa e interna en un panorama de seguridad mundial cada vez más belicista y agresivo. China, además, no ha renunciado nunca a la soberanía, sobre todo su territorio, pero tal objetivo histórico debe ser alcanzado mediante políticas flexibles y viables, y para ello, la dirección política y militar del país está obligada a avanzar en un proceso de reconstrucción conceptual de la integralidad de la seguridad nacional, al cual aluden los autores.
El trabajo que cierra el libro, El escenario comunicacional de China. principales tendencias en el horizonte 2049, de la autoría de la Dra. C. Sunamis Fabelo Concepción, aborda las complicadas cuestiones de la comunicación social en China y de las vías y mecanismos de comunicación e influencia del Partido y Gobierno chino en una sociedad multiétnica, y con grandes diferencias a nivel, social regional y local. Se trata, también, de grandes retos a enfrentar y vencer para poder asegurar la gobernabilidad y capacidad de liderazgo de la dirección política del país, en el avance de una Revolución Socialista que ya se acerca a su centuria.
Para el llamado mundo occidental, la China de hoy, moderna y competitiva y a la vez tradicional y paciente, continúa siendo un enigma. El libro que nos ofrecen los autores abarca distintos campos y aborda diversas problemáticas, lo cual le ofrece al lector la posibilidad de hacerse de una panorámica amplia de China, de sus retos y perspectivas, cuando ya se acerca la conmemoración de los cien años de la gloriosa Revolución Socialista china, un hito inconmensurable en la historia de la sociedad humana.
Dr. C. Lázaro Peña Castellanos
Profesor titular
Centro de Investigaciones
de la Economía Internacional,
Universidad de La Habana
La Habana, marzo de 2024
Elda Molina Díaz y Eduardo Regalado Florido
Rebasados los años de la pandemia covid-19, se espera que la economía china entre en una fase de crecimiento moderado. Algunos analistas ven en esto un signo de estancamiento, pero la realidad indica que China ha seguido y seguirá creciendo y desarrollándose a ritmos no alcanzados por ningún otro país, incluso desarrollado.
El objetivo de este informe es argumentar lo anterior a partir del análisis del comportamiento de los principales indicadores económicos internos, los objetivos que se propone el país con su modelo de desarrollo y el contexto internacional en que se desempeña. Se toman en consideración y se analizan, además, puntos de vista divergentes de otros estudiosos de la economía china.
La economía china ha entrado en una fase de crecimiento moderado después de que rebasó los duros momentos vividos tras el impacto de la covid-19. Para 2023 se pronostica un crecimiento de alrededor de 5 %, que lejos de representar un ritmo lento como plantean algunas fuentes occidentales —aunque sí lo es en relación a las altas tasas presentadas en el pasado—, es muy alto si se compara con el de otros países, incluso desarrollados. Además, el rápido y continuo desarrollo de China no se expresa solo a través de ese indicador como se mostrará en el trabajo.
Algunas fuentes, basadas, sobre todo en los resultados de los últimos años, destacan solo el desempeño negativo sin analizarlo de manera comparativa con el resto del mundo, ni con los resultados previos. Independientemente de lo controversial que pueda ser el comportamiento económico reciente de este país, lo más interesante es analizar lo que pudiera pasar en el corto, el mediano plazo y lo que pudiera llegar a ser China en un futuro más lejano, cuestiones también muy debatidas en el ámbito internacional. Precisamente, este es el propósito de la presente investigación.
A pesar de los débiles crecimientos en los años de la pandemia covid-19, China ha mantenido su posición de segunda mayor economía después de Estados Unidos durante esos años hasta la actualidad. Asimismo, su producto interno bruto (PIB) representa más de la quinta parte del PIB global y su contribución promedio al crecimiento económico global es alrededor de30 %(Ma Hui, 2022).
Para 2023, el Gobierno se propuso la meta de crecer alrededor de 5 % y, aunque esa tasa es moderada si se compara con los altos ritmos de los años que siguieron al inicio de la reforma, es elevada respecto a la que alcanzan la mayoría de los otros países. Según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, en el segundo trimestre de 2023 creció a 6.3 %, y se proyecta que en el año crezca 5.6 % (Xinhua, 2023a).
No puede obviarse que es imposible que una economía se mantenga creciendo a los mismos altos ritmos que cuando partía de bajos niveles de desarrollo, y la economía china, a lo largo de los años a partir de la reforma, ha ido obteniendo unas dimensiones y capacidades de producción difíciles de superar (Gráfico 1).
Gráfico 1
China. Crecimiento del PIB (1981-2025) (variación interanual, por ciento)
Fuente: Círculo de Empresarios, 2023.
Se prevé que los crecimientos seguirán siendo moderados en los próximos años, aunque superiores a los de las principales economías del mundo (Gráfico 2). Por ejemplo, se estima que China crecerá más del doble de rápido que Estados Unidos y más de cuatro veces que otros países del G7 (Grupo de los 7), suponiendo que no haya crisis en esas economías (Banco Mundial, 2023). El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima, además, que entre 2023 y 2028, la contribución de la economía china a la global será dos veces superior a la de Estados Unidos (FMI, 2023).
Gráfico 2
Crecimiento promedio anual estimado del PIB de China y países desarrollados (2022-2028) (por ciento)
Fuente: Elaborado en base a datos del FMI (2023).
La meta de crecimiento trazada obedece a los planes de las autoridades de garantizar determinados objetivos prioritarios para la nación, como son el incremento del consumo, de los sectores estratégicos, de las exportaciones y con ellas de los ingresos, satisfacer las crecientes necesidades sociales, garantizar la defensa y seguridad nacional, ir cerrando las brechas de desigualdad en la sociedad, entre otros.
No obstante, lograr ese crecimiento constituye un reto. La caída del sector inmobiliario y la debilidad de la demanda mundial hacen que la recuperación del crecimiento dependa en gran medida de los consumidores, hacia donde las autoridades chinas están enfocando los esfuerzos. El Gobierno tiene confianza en que el consumo crecerá en los próximos años teniendo en cuenta el gran número de consumidores, la recuperación de las actividades de gasto en las tiendas físicas, el surgimiento de nuevos patrones de consumo y el sostenido incremento de ingresos con estabilidad en el empleo (Xinhua, 2023b).
Sin embargo, a más largo plazo los retos en ese sentido crecen. Entre los principales riesgos para el crecimiento se mencionan el empeoramiento de la situación demográfica y de la productividad laboral, la desaceleración de la inversión y de las exportaciones, y los desequilibrios financieros. No obstante, estos son argumentos cuestionables. En lo adelante se analizarán estos y otros elementos que servirán de base para conformar una idea aproximada acerca del futuro de la economía china.
Partiendo de que las propias autoridades chinas plantean que el crecimiento futuro del país va a depender mucho del consumo; algunos analistas consideran escasas las posibilidades de que se mantengan los altos ritmos de crecimiento, argumentando que el consumo se ha mantenido limitado en amplias regiones del país (Gráfico 3) y en comparación con otras economías (Gráfico 4).
Gráfico 3
China. Gastos de consumo per cápita anual por regiones en yuanes (2021)
Gráfico 4
Gastos de consumo final de China y países desarrollados (1995-2019) (por ciento del PIB)
Fuente: Tomado de Chimits et al. (2022).
Sobre todo, dudan de que la expansión del consumo interno en el futuro sea capaz de impulsar la economía debido a la tendencia a la desaceleración del ritmo de crecimiento de la población. La reducción y envejecimiento de la población inciden en una contracción de la población económicamente activa (PEA), que tendría que compensarse con un incremento de la productividad del trabajo, la cual también ha venido mostrando una tendencia descendente. (Gráfico 5).
La población envejecida se espera que crezca de manera dramática en las próximas décadas (Gráfico 6). La mayor de 65 años se duplicará a 400 millones de personas en 2049 y los mayores de 85 años se triplicará, llegando a 150 millones, sobrepasando a Estados Unidos y Europa juntos. Mientras, el único tramo de edad laboral que aumentará será el de 55 a 64 años (Dollar, Haung y Yao, 2021). Esto representa un enorme reto social y económico.
Gráfico 5
China. Población en edad laboral y productividad del trabajo (2000-2025)
(variación interanual, por ciento) millones)
Fuente: Círculo de Empresarios, 2023.
Gráfico 6
China. Población por edades (2019-2049)
Fuente: China Population and Development Research Center, Beijing. Tomado de Dollar, Haung y Yao (2021).
Sin embargo, Naciones Unidas estima que, aunque la población china caerá a 1.31 mil millones para 2050, aún el país tendría una población 3.5 veces superior a la de Estados Unidos, que se prevé tenga 375 millones de personas para entonces (ONU, 2023).
Aun así, es de esperar que el consumo continúe creciendo.1 Los salarios reales han aumentado en China de manera significativa y continúan las acciones en ese sentido, pues es una de las formas en que los máximos dirigentes chinos priorizan la expansión del consumo en aras de apoyar la demanda interna.
Por ejemplo, en los últimos años se ha producido un incremento importante de los salarios en las zonas rurales (han crecido más rápido que los de las zonas urbanas), de modo que se ha reducido la brecha de ingresos entre ellas (Xinhua, 2023c), aunque aún permanece elevada (Gráfico 7).
Gráfico 7
China. Brecha entre ingresos rurales y urbanos (2012-2021).
Ingreso per cápita anual disponible en yuanes
Fuente: CEIC. Tomado de Chimits et al. (2022).
Asimismo, los ingresos disponibles de los hogares han crecido más rápido que el PIB en términos reales en los últimos años, una tendencia que probablemente se extienda (Bloomberg, 2023).
Por otra parte, el consumo no es solo personal y en China el social2es muy importante. Aun el país tiene un largo camino por recorrer en este aspecto, pero está por delante de la mayoría depaíses emergentes y no tan lejos de las principales economías delG7 (Roberts, 2023).
Con relación a la productividad laboral es cierto que su crecimiento ha sido más lento desde la pasada década. Los más pesimistas consideran que los actuales ritmos no son suficientes para compensar el descenso en la fuerza de trabajo. Sin embargo, ese criterio puede ser cuestionable. El crecimiento de la productividad en China ha sido mayor que en Estados Unidos y otros países emergentes ydesarrollados, y puede esperarse que continúe siendo fuerte (Baker,2023), pues, entre otras razones, China se ha propuesto impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, priorizando amplias inversiones en el sector,3lo que puede incidir en un aumento de este indicador.
La inversión en activos fijos, aunque ha crecido a menores tasas desde 2020 respecto a los altos niveles de décadas precedentes (Gráfico 8), se puede considerar que se mantuvo fuerte si se compara con su comportamiento en el resto de los países. En los años de la pandemia, cuando prácticamente se paralizó la producción, y, en consecuencia, la inversión en todo el mundo, en China se mantuvieron creciendo, debido fundamentalmente al incremento de inversiones en infraestructura (carreteras, ferrocarriles, puentes y servicios públicos) (Banco Mundial, 2023).
Gráfico 8
China. Crecimiento de la inversión fija (2000-2025)
(variación interanual, por ciento)
Fuente: Círculo de Empresarios, 2023.
Para los años venideros, se proyecta un crecimiento moderado de la inversión, menor que en períodos anteriores, aunque las autoridades pretenden estimular y priorizar las dirigidas a los sectores estratégicos como las tecnologías informáticas de nueva generación, la inteligencia artificial, la biotecnología, las nuevas energías y nuevos materiales, equipos de alta gama, ecología y protección medioambiental, rubros que han venido creciendo a ritmo de dos dígitos en los últimos años.4
El crecimiento de la industria emergente se apoya no solo en recursos internos (en el presupuesto de 2023, por ejemplo, se proyecta incrementar 50 % para gastos en estos sectores) (Cubadebate, 2023), sino también en externos (buena parte del crecimiento de la inversión extranjera directa (IED) se ha estado dirigiendo a ellos en los últimos años) (UNCTAD, 2022).
El desafío en el ámbito de las inversiones es evitar que una parte importante de ella se dirija a áreas improductivas como las finanzas y el sector inmobiliario, en otras palabras, garantizar que se dirijan hacia dónde más convenga a la economía y la sociedad.
En la actualidad el sector agrícola representa 7,7 % del PIB y emplea cerca de 25 % de la población activa; la industria contribuye con cerca de 37 % del PIB de China y emplea a 27 % de la población; por su parte, el sector terciario (construcción, inmobiliarias, transporte y turismo) representa 54,5 % del PIB, empleando a cerca de 47 % de la fuerza laboral (Oficina de Estudios Económicos de Colombia, 2022) (ver tabla 1).
Tabla 1
China. PIB por sectores de actividad (por ciento del total)
2017
2018
2019
2020
Agricultura, silvicultura y pesca
7.5
7.0
7.1
7.7
Industria
39.9
39.7
38.6
37.8
Servicios
52.7
53.3
54.3
54.5
Fuente: National Bureau of Statistics of China. Tomado de Oficina Económica y Comercial de España en Pekín (2022, p. 16).
La tendencia a la reducción de la participación de la industria en el PIB que se observa en la tabla se debe en buena medida a las implicaciones de la pandemia covid-19, sin embargo, se considera que esta continúa siendo la “locomotora” de la economía. Para los próximos años debe analizarse lo que pudiera significar para la composición sectorial del PIB la actual estrategia que se ha planteado el Gobierno para alcanzar los objetivos de desarrollo en el orden económico y social a largo plazo. El nuevo modelo, que descansa en la expansión de la demanda interna, se apoya en los nuevos sectores estratégicos mencionados en el epígrafe anterior,5 los cuales han venido ampliando su contribución al PIB en los últimos años.
El sector de alta tecnología representaba solo 2-3 % del PIB en la década de los noventa; en los años 2000 la proporción aumentó a 7-8 %, impulsado por la rápida expansión de la industria de tecnología de la información (comohardware,softwarey semiconductores); actualmente representa alrededor de 15-17 % del PIB estimulado las industrias de inteligencia artificial, biotecnología, vehículos eléctricos, tecnología 5G y otras tecnologías emergentes (Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, 2020).
Para 2025 se proyecta que la industria emergente represente entre 20 %-25 % del PIB de China. Las áreas claves serán la inteligencia artificial, computación en la nube, biotecnología ysoftware(Banco Mundial, 2020).
Un reto importante en el sector es enfrentar las presiones de Estados Unidos para frenar el desarrollo tecnológico de China y las exportaciones de esos rubros, por el temor de que el gigante asiático se convierta no solo en fuente de fabricación e importación para los consumidores estadounidenses, sino también en rival en todas las áreas de hegemonía.
A pesar de los avances en la reforma financiera, los indicadores financieros han estado comprometidos en varias ocasiones. En estos momentos su comportamiento es motivo para sospechar que pudieran tener una incidencia negativa en el desempeño económico inmediato de China.
Particularmente durante la etapa de la pandemia covid-19, estos se vieron muy afectados, primero, para enfrentarla, y luego, para estimular la economía, el Gobierno se vio forzado a tomar medidas excepcionales de apoyo financiero, como inyección de liquidez y reducción de las tasas de interés con vistas a reanimar el crédito, que incidieron en el incremento del déficit público y la deuda interna.
Así, el déficit presupuestario, que a inicios de la actual década no superaba 1 % del PIB, en 2019 pasó a representar 6,1 % de este, mientras que en 2020 aumentó a 19.4 % (FMI, 2022). Para los próximos años las autoridades se han propuesto reducir este indicador (por ejemplo, para 2023 se proponen que sea de alrededor de3 %),pero esto constituye un reto si se tiene en cuenta la intención de mantener el crecimiento de los gastos sociales, de defensa, seguridad nacional y diplomacia6(Cubadebate, 2023), así como las medidas de apoyo al crecimiento.
Por otra parte, ha crecido la deuda interna tanto pública como privada. Preocupa en particular el rápido incremento de la deuda a corto plazo y lo que ello puede representar en términos de impagos, sobre todo en el caso de la deuda privada corporativa no financiera, que sobrepasó 160 % del PIB en 2022 (Gráfico 9).
Gráfico 9
China. Composición de la deuda no financiera (2011-2022) (por ciento del PIB)
Nota: AAPP – Sector Institucional de Administración Pública.
Fuente: Círculo de Empresarios, 2023.
La deuda pública respecto al PIB es menor en proporción que la privada, pero también ha crecido, de modo que ya supera a la de países en desarrollo y emergentes. No obstante, es superada por la de las economías avanzadas en su conjunto y la de países como Estados Unidos e India (Gráfico 10).
Gráfico 10
Mundo. Deuda pública (2000-2025) (por ciento del PIB)
Fuente: Caixa Bank, 2021, p. 12.
Un factor atenuante en términos de deuda externa es que la mayor parte está denominada en moneda local, lo que no deja de ser un problema por lo que implica para las finanzas internas.
Para los próximos años es de prever que continúe la tendencia al crecimiento de la deuda tanto interna como externa, acorde a los planes del Gobierno de estimular el crecimiento económico.
No obstante, hasta el momento, la realidad ha demostrado que el sistema financiero chino, a pesar de sus desequilibrios, ha resistido todos los embates y las predicciones acerca de su colapso no han tenido lugar. Parece poco probable que, de mantenerse las actuales condiciones, el país sufra un descalabro financiero en el corto plazo, tomando en consideración que se trata de un sistema financiero fuerte, en el que el Gobierno controla las principales palancas de poder: es un sistema básicamente bancario, en el que los principales bancos comerciales son estatales y controlan el mayor por ciento de los activos del sistema, tiene capacidad suficiente para absorber los préstamos malos, las autoridades mantienen una estricta supervisión y control sobre las variables e instrumentos financieros fundamentales y el país cuenta con las reservas más altas del mundo.
Para analizar la evolución de los mercados de valores chinos hay que partir de que antes de la reforma estos no existían, y después de esta, en menos de 30 años alcanzaron dimensiones y reconocimiento internacional significativos. En su trayectoria han tenido que enfrentar momentos críticos, que han servido de pretexto para presagiar el colapso del sistema;7 sin embargo, en todos los casos los mercados se han recuperado sin grandes afectaciones, gracias a la rápida intervención de las autoridades y los cuantiosos recursos financieros con que cuenta el país.
Lo anterior no quiere decir que, como todos los mercados bursátiles, los chinos estén exentos de una gran volatilidad, ya que están expuestos a múltiples factores internos y externos, objetivos y subjetivos. No obstante, a pesar de que en los últimos años se han visto afectados por el impacto de la pandemia covid-19, la evolución del mercado inmobiliario, la predicción de menores crecimientos, y el giro político hacia una mayor supervisión estatal de las principales actividades económicas, en general, se han comportado de manera favorable en comparación con el resto de las bolsas (Gráfico 11). En particular, han experimentado un incremento en la actividad de los mercados de bonos y acciones locales tanto por parte de residentes como de no residentes, lo que indica que en realidad ha primado una precepción favorable entre los inversionistas acerca del contexto económico y político del país.
Gráfico 11