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Beschreibung

Si está buscando un montón de nuevas y sabrosas recetas vegetarianas (rápidas y fáciles de preparar), este práctico libro es para usted.
Se acabaron las recetas aburridas...
...En el interior de este práctico manual encontrará docenas de recetas vegetarianas especiales.

Descubrirá nuevas combinaciones idílicas, fáciles y rápidas de preparar, y podrá satisfacer sus papilas gustativas, proporcionándole sabrosos momentos de alegría.

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Cocina vegetariana

Traducción y edición 2022 por ©David De Angelis

Todos los derechos reservados

Índice

Prólogo

Introducción

Las vitaminas y su presencia en las plantas

Grupos vitamínicos

Las principales vitaminas y sus funciones

¿De dónde proceden algunas de las vitaminas más importantes?

Hormonas de crecimiento

Hormonas funcionales

Fermentos

Sustancias minerales presentes en el cuerpo humano

Funciones mineralógicas

Calorías

Valor calórico de los alimentos (por 100 g de cada alimento)

Composición de diversos alimentos vegetales

El peso ideal

Cómo calcular el peso ideal de una persona

Sopas

Sopas

Caldo de verduras

Crema de champiñones

Crema de espinacas

Sopa de lentejas

Sopa de arroz y verduras

Sopa de apio

Sopa de verduras a la italiana

Sopa gitana

Sopa tricolor

Puré de coliflor

Puré de calabaza

Terrina de arroz y judías - Kedgerbe

Velouté de espárragos silvestres

Crema de guisantes secos

Velouté de tomate

Sopa campesina

Sopa de patata

Sopa irlandesa

Arroz

Arroces

Croquetas de arroz

Arroz a la cubana

Arroz a la turca

Arroz con tomate al estilo oriental

Arroz con apio

Arroz con setas

Arroz con espinacas

Arroz con pimientos

Arroz con calabacines

Arroz cremoso

Arroz a la duquesa

Pasta

Platos de pasta

Conchiglie con giardiniera

Linguine con 'cipollata' (cebolla)

Macarrones a la lionesa

Macarrones gratinados

Pasta minestrone

Pasta con habas

Penne con champiñones en salsa de tomate

Penne primavera

Rigatoni con hierbas

Rigatoni con peperonata

Rigatoni con guisantes en salsa de huevo

Rissoles de macarrones (tortitas)

Espaguetis con mantequilla y tomate

Espaguetis con huevos a la española

Espaguetis con piñones y azafrán

Espaguetis con salsa apetitosa

Tallarines caseros

Verduras y ensaladas

Verduras y ensaladas

Ensalada agridulce

Ensalada de alcachofas crudas

Ensalada de zanahoria

Ensalada de pepinos y rábanos

Ensalada morisca

Acelgas con cebolla

Acelgas en salsa

Trozos de tomate

Brócoli guisado

Alcachofas con hierbas en fricasé

Alcachofas al horno

Alcachofas hervidas con mayonesa

Alcachofas salteadas

Zanahorias gratinadas

Zanahorias saladas

Zanahorias guisadas

"Cazuela de verduras

Castañas a la cazuela

Coliflor agria

Coliflor con setas gratinadas

Col frita al estilo polaco

Colinabo con bechamel

Colinabo guisado

Coles de Bruselas con castañas

Coles de Bruselas guisadas

Col blanca guisada con semillas de comino

Col con patatas

Col negra en salsa agridulce

Col guisada

Champiñones a la crema

Champiñones guisados

Achicoria hervida

Cebollas al horno

Cebollas y guisantes

Cebollas hervidas

Croquetas de berenjena

Croquetas de verduras

Hojas de nabo en salsa de nata

Escarola gratinada

Lechuga con mantequilla

Lechuga gratinada

Silenciador "Rainbow

Berenjenas rellenas de pimientos

Pimientos verdes en salsa de tomate

Tomates fritos

Tomates guisados

Puerros gratinados

Puerros a la cazuela

Puré de zanahorias y patatas

Nabos en salsa de tomate

Nabos con perejil

Apio al horno

Apio con tomate

Apio relleno

Apio guisado

Espinacas con mantequilla

Espinacas con bechamel

Espinacas gratinadas

Cazuela de patatas, zanahorias y cebollas

Cazuela de tomate, calabacín y cebolla

Verduras mixtas salteadas

Calabaza al horno

Calabacín en salsa de tomate

Calabacines con perejil

Calabacines fritos

Calabacines gratinados

Calabacines guisados

Patatas

Patatas

Pudín de patata

Gofres de patata

Croquetas de patata

Festoncini de patata

"Nieve de patata

Patatas con hierbas

Patatas con queso

Patatas asadas

Patatas con ajo

Patatas a la francesa

Patatas lionesas

Patatas a la italiana

Patatas holandesas

Patatas al perejil

Patatas "Bircher".

Patatas con zanahorias

Patatas con espinacas

Patatas de la Duquesa

Patatas fritas

Patatas gratinadas

Patatas a la sartén

Patatas asadas

Patatas a la crema

Patatas rellenas al horno

Patatas salteadas

Puré de patatas

"Rollos de patata al estilo suizo

Soufflé de patata

Terrina de patata con cebolla

Pasteles de patata

Legumbres

Legumbres

Pudín de lentejas

Cazuela de judías

Cazuela de verduras con brotes de soja

Garbanzos salados

Alubias blancas en salsa de tomate

Alubias blancas con cebada

Alubias con bechamel

Alubias secas en salsa blanca

Judías verdes en salsa de tomate

Judías verdes con zanahorias

Judías verdes en una sartén

Judías verdes hervidas con verduras mixtas

Pastel de lentejas

Crema de guisantes y espárragos

Guisantes con lechuga

Guisantes y zanahorias en salsa de crema

Terrina de habas y patatas

Terrina de arroz y judías - Kedgerbe

Huevos

Huevos

Tortilla de queso

Tortilla de madera

Tortilla murciana

Tortilla con hierbas

Tortilla con espárragos

Tortilla con cebolla

Tortilla con patatas y cebollas

Tortilla de hojas verdes

Tortilla de macarrones

Tortilla bávara

Tortilla con setas

Tortilla con espinacas

Tortilla con lechuga

Tortilla con tomates

Tortilla rellena

Tortilla rellena a la mexicana

"Tortilla española

Pastel con puré de patatas

Huevos escalfados con patatas

Huevos con queso

Huevos con bechamel

Huevos a la imperial

Huevos a la española

Huevos con achicoria

Huevos con champiñones

Huevos con tomate

Huevos 'giuliana

Huevos en salsa blanca

Huevos cocidos con salsa de cebolla

Huevos revueltos con queso

Postre

Postres Zumos y bebidas vegetales

Ambrosia

Anillos de piña

Galletas de miel

Pudín de almendra

Crema de angélica

Tarta de albaricoque

Helado de leche

Pan de miel

Pastel de avellanas con miel

Cócteles y aperitivos

Cóctel de apio y remolacha

Cóctel de espinacas

Batido de leche y zanahoria

Batido de huevo y limón

Zumo de tomate con limón

Zumo de tomate y espinacas

Galería de fotos

Prólogo

La cocina vegetariana tiene reglas que deben respetarse siempre. El vegetariano debe conocer la cantidad de nutrientes que debe consumir en cada comida; estudiando la combinación de los distintos alimentos para resolver cualquier problema de incompatibilidad entre ellos.

Las verduras utilizadas deben ser de buena calidad para que sean sanas y nutritivas. Hay que aprender a cocinar y sazonar los alimentos para las personas sanas y los alimentos para las personas enfermas.

El control del peso debería ser un principio fundamental para todo vegetariano. Hay que tener en cuenta que la comida del mediodía no debe ser la misma que la de la noche.

Hay que conocer el valor nutricional de cada alimento; de hecho, el nuevo vegetariano debe aprender a sustituir la carne por alimentos del reino vegetal de igual valor nutricional. Hay que aprender a aplicar en la práctica un régimen verdaderamente vegetariano que prolongue la vida. Hay que aprender a conocer las propiedades de los distintos alimentos que se consumen en cada comida para no comprometer la salud. Hay que aprender a preparar las comidas al aire libre. Hay que aprender a adoptar una dieta que, en la medida de lo posible, proteja al organismo humano de diversas enfermedades. Hay que comer alimentos sencillos, ya que los platos elaborados suelen ser perjudiciales para el sistema digestivo.

Hay que hacer todo lo posible para armonizar los distintos alimentos, ya que una dieta vegetariana perfecta se basa en la compatibilidad de los alimentos ingeridos en cada comida.

Este es el objetivo de este libro, del que esperamos que los lectores aprendan las lecciones necesarias para una buena cocina vegetariana.

Introducción

Si estudiamos la historia de la humanidad, veremos que, mientras el hombre ha mantenido sus instintos en su estado natural, éstos le han servido de guía y consejo para obtener alimentos en calidad y cantidad suficientes para su sustento.

Así viven todos aquellos que no se han dejado arrastrar por la ola modernista de la alimentación carnívora y que siguen comiendo frutas y verduras y observando instintivamente las reglas de una dieta sana y equilibrada.

Sin embargo, comer sólo fruta o verdura no es suficiente para conseguir una dieta adecuada, ya que es conveniente y necesario saber armonizar los alimentos vegetales en un perfecto equilibrio que asegure el correcto mantenimiento del metabolismo orgánico.

El objetivo de esta obra es enseñar a los vegetarianos a comer correctamente, y convertir al vegetarianismo a todos aquellos que, por indolencia o por la fuerza de la costumbre, aún no han experimentado las indiscutibles ventajas de este tipo de dieta.

La mayoría de las veces, cuando una persona decide adoptar una dieta vegetariana, desconoce el valor nutricional de cada una de las verduras y frutas y, en consecuencia, se encuentra a merced de quienes, estando en contra de la dieta vegetariana, le hacen creer que este sistema dietético es deficiente y perjudicial.

Si el vegetariano (especialmente un neófito) llega a conocer el verdadero valor nutricional de los alimentos vegetales o naturales, no correrá el riesgo de dejarse influenciar por esos "consejos" que no pueden conducir a nada beneficioso.

Todo vegetariano, para conocer los verdaderos beneficios de una dieta natural saludable, debería tener al menos al principio un libro de texto que indique la composición química y los valores vitamínicos y calóricos de los distintos alimentos naturales.

Esto es lo que todo vegetariano debe saber para obtener el mayor beneficio de dicha dieta; pues sólo así podrá encontrar en cualquier grupo vegetal o frugívoro lo más necesario y conveniente para su organismo.

 

Además, al conocer la composición química y el valor nutricional de los distintos alimentos que componen su dieta, podrá pasar por alto a todos los detractores del vegetarianismo, incluso a los que más se obstinan en no reconocer su error.

 

Entonces, ¿debemos considerar el vegetarianismo como la panacea universal? No siempre, si nos referimos al sentido más amplio de la palabra; pero el vegetarianismo es, sin duda, la fuente del bienestar y de la salud física y mental de la humanidad.

 

Y le explicaremos por qué:

 

La alimentación natural proporciona a todos los órganos vitales del cuerpo humano la relajación, el buen funcionamiento y la energía necesarios para la perfecta coordinación de los diferentes sistemas y tejidos que conforman el ser humano.

 

Una buena digestión, una correcta distribución mineralógica en la sangre, el suministro de las vitaminas necesarias, la ingesta de una cantidad adecuada de calorías para la función energética vital, todo ello influye de forma importante en el sistema nervioso, que a su vez es un indicador constante del carácter y el temperamento de cada individuo.

En otras palabras, un sistema nervioso bien tratado y bien alimentado es la garantía de la buena salud de una persona, ya que afecta positivamente a las funciones físicas y mentales del organismo.

¡Cuántas y cuántas enfermedades podrían no sólo solucionarse sino incluso evitarse con una dieta vegetariana correctamente equilibrada y armonizada!

Quizás no esté lejos un futuro en el que la humanidad vuelva a sus orígenes naturales sin renunciar a todo el conocimiento y la experiencia que ha adquirido en los últimos milenios.

 

Como guía para el naturista vegetariano, hemos escogido en esta obra una serie de Recetas de Cocina Vegetariana de fácil elaboración, precedidas de una tabla de las calorías de los principales alimentos que entran en la composición de estas recetas, así como indicaciones para calcular el peso ideal, como guía para quienes, padeciendo obesidad, desean adelgazar hasta alcanzar el peso adecuado en relación con su estatura y edad. El cálculo de las calorías de cada plato, realizado con la ayuda de la tabla anterior, también contribuirá a este adelgazamiento o, en el caso de una persona normal, al mantenimiento de su peso ideal.

 

Por último, esperamos que este trabajo sea como un grano de arena en la construcción de una empresa beneficiosa, ya que ésta es nuestra verdadera aspiración.

 

 

¿Qué es el naturismo vegetariano?

 

Los naturistas vegetarianos (a veces sólo naturistas o simplemente vegetarianos) son personas que adoptan un estilo de vida y una dieta racionales en armonía con la naturaleza.

 

El objetivo de los vegetarianos no es sólo combatir la alimentación carnívora (animal), sino también eliminar todas las sustancias perjudiciales para el organismo humano, como el alcohol y el tabaco, así como el chocolate, las drogas, etc.

 

El verdadero naturista-vegetariano lleva una vida sana en todos los sentidos, alimentándose material y moralmente con lo que la naturaleza nos ofrece tan generosamente: alimentos vegetales y frutas, aire puro, mucho sol, agua clara y pura.

 

La carne, en cambio, según los principios naturistas, no es un alimento natural, al menos para los humanos, por lo que puede ser, y de hecho es, una de las principales causas de sus enfermedades.

 

De hecho, como todo el mundo sabe, la carne contiene una gran cantidad de bacterias, algunas de las cuales son muy perjudiciales. Y aunque la cocción reduce el número de bacterias, no puede destruirlas por completo debido al alto grado de resistencia al fuego y al frío de estos microorganismos.

 

Así es como se propagan enfermedades como la enteritis u otras enfermedades microbianas en el organismo humano. La dieta vegetariana, en cambio, se basa principalmente en alimentos vegetales: fruta, cereales, verduras de todo tipo, zumos de frutas y agua.

 

Sin embargo, muchos defensores reconocidos y cualificados de la dieta vegetariana incluyen ahora la leche y sus derivados (queso y mantequilla) y los huevos en esta dieta. La razón es que la leche es un alimento completo que contiene todos los nutrientes necesarios para asegurar la nutrición y el crecimiento del recién nacido, y que los huevos, al ser el núcleo vital de todas las razas ponedoras, contienen elementos y principios útiles y saludables para el organismo humano.

 

El naturismo no es una tendencia moderna y transitoria, ni una moda en sí misma. Ya fue adoptado por todas las religiones y escuelas filosóficas antiguas; sin embargo, hoy en día, al margen de cuestiones intelectuales o espirituales, el naturismo se ha convertido en el pilar más importante de una vida sana y natural.

 

Muchos se hacen vegetarianos por razones religiosas, otros por razones económicas, y finalmente otros son vegetarianos por razones físicas o fisiológicas, o por la necesidad de recuperarse de una determinada enfermedad. Una minoría es vegetariana debido a una repulsión instintiva hacia la carne. Se ha demostrado una y otra vez que quienes se hacen vegetarianos por una de las causas mencionadas acaban aceptando todas ellas en su conjunto. En general, todos los vegetarianos tienen una gran confianza en la validez y eficacia de sus doctrinas y están convencidos de que éstas pueden resolver muchos de los graves problemas morales y sociales a los que la humanidad se ve obligada a enfrentarse hoy en día.

 

El vegetarianismo es de hecho, en opinión de muchos sabios, una escuela de filosofía. Entre los vegetarianos prominentes que han apoyado esta tesis se encuentran Platón, Edison Wagner, Cuvier, Santo Tomás, Leibnitz, Newton, San Agustín, Tolstoi, Buffon, Washington, Franklin y muchos otros.

Las vitaminas y su presencia en las plantas

¿Qué son las vitaminas?

 

Son elementos revitalizadores de las células humanas; proporcionan resistencia, lo que permite al organismo luchar y superar las enfermedades, como se ha demostrado con la ingestión de vitaminas para combatir el escorbuto.

 

En 1911, el químico polaco Casimir Funki consiguió extraer el residuo del blanqueo del arroz, una sustancia cristalina que cura el beri beri. Este producto se conoce hoy como vitamina B1 o tiamina. Cuando se analizaron estos cristales, revelaron la presencia de nitrógeno en la combinación básica; nitrógeno que también se denomina "amina". Por eso su descubridor la llamó "vitamina", anteponiendo el prefijo "vida" al sufijo "amina".

Grupos vitamínicos

Los grupos de vitaminas son numerosos, demasiados para mencionarlos siquiera parcialmente. Por ejemplo, el llamado grupo de la "vitamina B" incluye varios subgrupos: B1 o Tiamina; B2 o Riboflavina, B6 o Piridoxina, etc., también tenemos la vitamina A, la famosa vitamina C o ácido ascórbico y, muy probablemente, gracias a la investigación moderna, se identificarán nuevas vitaminas en un futuro próximo.

Las principales vitaminas y sus funciones

Vitamina B: (aneurina); cura el beri beri, etc.

 

Vitamina C: (ácido ascórbico): combate las hemorragias, el escorbuto, los dolores reumáticos, etc. Vitamina BC (ácido fólico): indicada en casos de anemia.

 

Vitamina E: indicada para enfermedades reproductivas.

 

Vitamina K: contra la coagulación insuficiente de la sangre (hemofilia).

 

Vitamina D: combate la descalcificación.

 

Dentro del vegetarianismo no se hace excesivo hincapié en el estudio de las vitaminas, ni en sus propiedades y virtudes, ya que una dieta vegetariana adecuada es rica en vitaminas, principalmente de las ensaladas, verduras y frutas que se ingieren. Por el contrario, los que comen carne deben prestar más atención a este tema, ya que su dieta es deficiente en este sentido.

¿De dónde proceden algunas de las vitaminas más importantes?

Vitamina A: se encuentra en los tomates, las zanahorias, las espinacas, la leche y los huevos.

 

Vitamina B: en los cereales integrales y la levadura de cerveza.

 

Vitamina C: en las naranjas, mandarinas y limones, y también en los pimientos, berros y espárragos.

 

Vitamina D: en la leche y los huevos.

 

Vitamina E: en los cereales integrales, la leche, los melones y los berros.

 

Vitamina F - en aceites vegetales.

 

Vitamina K: en los tomates, la soja y diversas verduras.

 

Vitamina P: en todas las frutas que contienen ácido cítrico.

 

Por supuesto, hay muchas más vitaminas conocidas hasta la fecha, y las que acabamos de enumerar se encuentran también en otros alimentos vegetales que sería largo enumerar.

Lo que hemos dicho es suficiente para entender que un vegetariano constante, equilibrado y no monótono proporcionará a su cuerpo todos los grupos vitamínicos necesarios para mantenerlo sano y vital.

Sólo los cereales que no son de grano (es decir, los que no tienen salvado) carecen de vitaminas; pero el vegetarianismo moderno, al combinar estos alimentos con frutas y verduras, proporciona al ser humano las vitaminas que necesita.

Los alimentos vegetales cocinados, en contra de la creencia popular de antaño, también tienen un alto contenido vitamínico, pero es preferible, en la medida de lo posible, comerlos crudos para evitar la leucocitosis digestiva, que corroe el organismo, y para darle mayor dinamismo.

En ausencia de verduras, por ejemplo, el salvado de cereales puede utilizarse en sopas u otros platos de arroz, aportando al organismo las vitaminas necesarias.

Hormonas de crecimiento

Hablar de vitaminas es referirse a las hormonas por la relación que existe entre ellas.

 

Para empezar, debemos tener en cuenta que existen dos clases principales de hormonas en el cuerpo humano: las hormonas de crecimiento y las hormonas funcionales.

 

Las hormonas, generadas por las distintas glándulas, se distribuyen a través del torrente sanguíneo por todo el cuerpo. La tarea de las hormonas de crecimiento es estimular el crecimiento del organismo, empezando por el embrión. Si estas hormonas faltan, el organismo dejará de crecer y desarrollarse.

 

Al igual que actúa en el organismo humano, la hormona del crecimiento actúa del mismo modo en todos los demás especímenes de los reinos animal y vegetal, de modo que sin ella no habría posibilidad de desarrollo en el mundo. La hormona de crecimiento humana -el folículo ovárico- es también una extraordinaria fuente de energía; por lo tanto, mientras las hormonas de crecimiento estén presentes en un organismo, éste conservará toda su energía.

Hormonas funcionales

Estas otras hormonas son las que actúan sobre el sistema nervioso, que a su vez estimula las funciones vitales del organismo. Los nervios estimulan los músculos que realizan los movimientos deseados.

 

Cuanto mayor sea el potencial de las hormonas funcionales, mayor será el dinamismo funcional. En definitiva, las hormonas funcionales que produce el organismo son los estimulantes del sistema nervioso.

Fermentos

Los fermentos son enzimas que constituyen la base del procesamiento de los alimentos tanto en los seres humanos como en los animales.

 

 

A continuación, catabolizan los alimentos en su transformación final y ayudan a la digestión. Además, estas enzimas fermentan; por ejemplo, las uvas, la cebada y las manzanas con enzimas fermentan y elaboran mosto, cerveza y sidra.

 

También hacen posible la cocción y transforman la materia vegetal, por ejemplo, al pudrir los árboles. Son los arquitectos de la química biológica.

Estas enzimas son producidas por el cuerpo; también se ingieren con cualquier tipo de alimento natural.

Sustancias minerales presentes en el cuerpo humano

En general, los tejidos orgánicos requieren ciertos elementos para su formación, desarrollo y mantenimiento. Los principales componentes del cuerpo humano son los siguientes:

- fútbol

- cloro

- de hierro

- flúor

- yodo

- magnesio

- manganeso

- oxígeno

- potasio

- sílice

- soda

- azufre.

A continuación especificamos los productos en los que se encuentran preferentemente estos elementos:

Calcio: leche desnatada, melaza, queso, verduras de hoja verde.

Cloro: lechuga, espinacas, coles crudas, zanahorias, pepinos, espárragos, rábanos, yemas de huevo crudas, leche cruda.

Hierro: apio, espinacas, lechuga, cebollas, guisantes, avena, trigo integral, peras, cerezas, nueces, ciruelas, melocotones, yemas de huevo crudas. Flúor: berros, espinacas, ajo, coles crudas, cebollas, trigo, arroz integral, centeno, avena, leche y yemas de huevo.

Yodo: alcachofas, setas, guisantes, cebollas, ajos, tomates, manzanas, piñas, uvas y fresas.

Magnesio: verduras verdes, leche cruda, yemas de huevo crudas, naranjas, limones, uvas, nueces, cerezas, manzanas, melocotones.

Manganeso: verduras verdes, escarola, berros, nueces, yemas de huevo crudas.

Potasio: zanahorias, queso fresco, espinacas, lechuga, espárragos. Sílice: manzanas, melocotones, trigo integral, verduras frescas, coles crudas, huevos, frutos secos, avena, fresas.

Soda: apio, zanahorias crudas, melocotones, escarola, nabos crudos, pepinos, manzanas, espárragos, fresas, higos, espinacas, nueces, avena y yemas

Azufre: col cruda, cebolla cruda, yemas de huevo crudas, rábanos, nabos.

Por lo tanto, una dieta vegetariana proporciona al cuerpo no sólo las vitaminas necesarias, sino también los minerales sin los cuales la vida no sería posible.

Examinemos ahora qué funciones desempeñan estos elementos en el organismo:

Funciones mineralógicas

Calcio: fortalece los dientes y los huesos.

Cloro: su falta provoca piorrea, gingivitis, catarro intestinal (estreñimiento), retraso en la digestión y nerviosismo.

Hierro: la carencia de hierro provoca anemia, adelgazamiento, palidez y melancolía.

Flúor: la falta de este elemento provoca la formación de lagunas y la enfermedad de los cálculos (litiasis).

Yodo: es un elemento esencial para la vida humana y su falta provoca la formación de bocio.

Magnesio: la falta de este mineral provoca neurastenia, debilidad generalizada, inflamación del cerebro y mareos.

Manganeso: La carencia de manganeso provoca debilidad cerebral, pérdida de memoria, neurosis, migrañas.

Potasio: combate la debilidad general y el estreñimiento.

Sílice: su insuficiencia puede ser la causa de muchas enfermedades, como la acidez y todas las enfermedades cancerosas.

Soda: su carencia provoca arteriosclerosis, envejecimiento prematuro y sordera.

Azufre: Elimina las sustancias tóxicas del cuerpo; vigoriza el sistema nervioso; nutre el cabello; da vida y belleza a todo el cuerpo.

Teniendo en cuenta que la mayoría de los vegetales contienen estos elementos, podemos deducir que una dieta vegetariana es necesaria e indispensable para llevar una vida sana y natural, sin necesidad de recurrir a alimentos sofisticados.

Calorías

En el transcurso del día, incluidas las horas de descanso, el organismo humano consume energía; y para asegurar su subsistencia debe reponerla mediante aquellos alimentos que, al entrar en contacto en esta perfecta maquinaria que es el organismo humano con el oxígeno absorbido por los pulmones, se queman produciendo una determinada cantidad de calor que se mide en "calorías". Al quemar alimentos individuales en ciertos aparatos de laboratorio, se ha determinado el número de calorías que cada alimento puede aportar al organismo. De este modo, se determinó el valor calórico de los alimentos.

 

El número de calorías que el cuerpo necesita para recuperarse depende de la cantidad de energía consumida durante el día; y, a su vez, esta cantidad varía para cada individuo en función de su actividad. Para un adulto que vive en un clima templado, las calorías consumidas en un día varían entre:

2.300 si no trabaja;

3.000 si realiza un trabajo de oficina no muy pesado;

4.500 si realiza un trabajo extenuante.

Valor calórico de los alimentos (por 100 g de cada alimento)

Fruta fresca

Piña 52

Sandías 46

Naranjas 51

Plátanos 88

Cerezas 77

Fresas 33

Limones 40

Manzanas 58

Melones 46

Sillares 128

Peras 53

Melocotones 40

 

Frutas secas

Cacahuetes 5 38

Castañas 235

Fechas 347

Figs 317

Almendras 639

Sultanas 345

 

Grasas

Mantequilla 767

Aceites 897

 

Almidones

Avena 381

Trigo 356

Trigo sarraceno 346

Maíz 357

Patatas 82

Arroz 352

Centeno 349

Soja 446

 

Huevos

Huevos de pato 184

Claras de huevo sólo 44

Sólo yemas de huevo 383

Huevos de gallina 148

Sólo claras de huevo 51

Sólo yemas 363

 

Pastas alimenticias

Bucatini (o fideos) 356

Macarrones 358

Spaghetti 350

Tagliatelle 357

La leche y sus variedades

Leche 68

Leche desnatada 37

Yogur 98

 

Verduras

Espárragos 19

Alcachofas 76

Zanahorias 41

Coliflores 27

Col 27

Pepinos 25

Cebollas 41

Lechuga 42