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Se han recopilado una serie de materiales, incluida la experiencia personal, sobre los géneros periodísticos que son las diferentes formas que tienen los periodistas de expresar sus ideas sobre un tema para reflejar la actualidad o no o la inmediatez desaparecida del quehacer periodístico en cuba por las razones conocidas por todos. Escuchar una noticia en la radio es una excepción, predominan las informaciones. Por lo general en los noticieros lo menos que escuchamos son noticias, sino temas de actualidad a través de informaciones y otros géneros informativos y periodísticos.
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Seitenzahl: 1071
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Edición y corrección:
José Quesada Pantoja
Diseño de cubierta:
Valentín Frómeta de la Rosa y Ana Irma Gómez Ferral
Diseño interior:
Valentín Frómeta de la Rosa y Ana Irma Gómez Ferral
Conversión a ePub:
Valentín Frómeta de la Rosa y Ana Irma Gómez Ferral
© Sobre la presente edición:
© Félix Armando Díaz Sotolongo, 2023
© Editorial enVivo, 2023
ISBN: 9789597276135
Instituto Cubano de Radio y Televisión
Ediciones enVivo
Calle 23 No. 258, entre L y M,
Vedado. Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba
CP 10400
Teléfono: +53 7 838 4070
www.envivo.icrt.cu
www.tvcubana.icrt.cu
A mis hijas Maybé y Mabel
A mis nietas: Verónica, Lisbet y Naomy
A Gilma
Agradecimientos por su colaboración a las licenciadas Norah Rodríguez Calzadilla periodista de Radio Enciclopedia y Graciela Stable Valdés (profesora jubilada), a Mario A. Machado Rodríguez realizador de sonido, también a Andy Duardo Martín, Yuzaima Cardona Villena, Guillermo Pavón Pacheco, Maybé Díaz Domínguez, Néstor Santamarina Pérez, Josefa Bracero Torres, Carlos Luis Molina Labrador, Rafael R. Matos García y, en especial, al licenciado Renaldo Infante Urivazo, Premio Nacional de la Radio.
Desde su invención la radio ha ido pasando por distintos estilos adaptándose a los diferentes tiempos que le ha tocado vivir. Y al contrario de lo que muchos pensaron sobre su desaparición cuando asomó la televisión como medio de competencia, su permanencia se acrecentó, cambió sus formas comunicativas, el formato de sus programas, la forma de conducción de sus hacedores y se convirtió en el medio de comunicación de mayor cobertura en el mundo. La comunicación radiofónica es entonces uno de los pilares fundamentales de la sociedad en que vivimos.
Cursos de grado
Desde que apareció ha representado una verdadera revolución en el campo de las comunicaciones ya que su audiencia es de enormes cantidades de individuos, además de estar al alcance de gran parte de las personas. Hay que recordar que a través de las ondas radiofónicas se cubre, además de una labor informativa, una labor de entretenimiento y en muchos casos de ayuda.
Portalmundos
Nos devuelve al ámbito de la noticia, pues comparte con la prensa y la televisión la posibilidad de facilitar el conocimiento sobre la realidad a través de aquella. La radio es un medio esencialmente auditivo: dentro de la jerga audiovisual se conoce como audio. Por la rapidez que se difunde y el alcance de su emisión, la radio es un valioso elemento de información y educación. Trajo algo nuevo para las masas: la inmediatez. Medio de comunicación y expresión: verdaderos descubrimientos de mundos sonoros. Es un valioso auxiliar didáctico siempre que se la use adecuadamente.
www.monografías.com
Es el teatro de la mente y lo reúne todo, los personajes y las situaciones juntos con las palabras. Es el más íntimo de los medios y llega a ser muchas veces aun más amplio que la propia vivencia del ser humano porque su pantalla es la imaginación del individuo. Logra un ambiente cada vez más versátil en cuanto a segmentación de la audiencia. El oyente elige lo que desea escuchar, en el momento y lugar que más le conviene. Sus posibilidades creativas son amplias debido al bajo costo de la producción en el medio. Ha superado a otros vehículos publicitarios en la difusión de un hecho de gran trascendencia en forma inmediata. Se mueve al ritmo de los acontecimientos y esto la convierte en un medio de alto nivel de encendidos. Genera un gran espíritu de lealtad ante sus oyentes. Posee un perfil de difusión particularmente íntimo de tú a tú, que no tienen los otros medios y que es uno de los principales ingredientes de su connotación mágica como medio de comunicación. Es el medio que facilita la mejor complementación en una mezcla de medios apoyada por la televisión o prensa, revistas o vallas. En la medida que se desenvuelve la vida cotidiana o que se alternan los roles de una sociedad, el entorno irá reflejando un nuevo comportamiento y creando nuevas necesidades que la radio tendrá que ir supliendo ante las exigencias de sus oyentes.
Noticias RCN: La Radio
La radio como medio masivo siempre accesible a todos los escuchas cuentan hoy con muchas y diversas emisoras dirigidas, por lo general, a públicos segmentados. Esos segmentos están definidos según los gustos y preferencias de cada público, es decir, de sus necesidades de comunicación e información. La gente escucha radio para mantenerse informada de la actualidad en materia de noticias del mundo o locales, deportes y entretenimientos. Desde tempranas horas de la mañana hasta las altas horas de la noche, son más las personas que escuchan radio que aquellas quienes ven televisión. Las personas escuchan radio también como una manera de combatir la soledad. Los programas de opinión e intercambio con los locutores permiten que el oyente tenga cierta intimidad con el medio. La radio es personal, amigable y creíble. La radio es selectiva: la diversidad geográfica, demográfica y de programación de las diversas emisoras ayuda a quienes la seleccionan. Los mensajes son escuchados en muchos sitios diferentes a cualquier hora del día o de la noche. La producción para la radio es rápida. Si surge la repentina necesidad de anunciar algo puede tener montada una campaña radial en muy poco tiempo. Lleva la imaginación hacia un juego.
www.lectorias.com.radio.html
Ningún otro medio de comunicación es capaz de crear imágenes auditivas como lo hace la magia que acompaña a la radio. No tiene igual en cuanto a inmediatez, a la cercanía con el pueblo. Es la mejor compañía porque tiene la virtud de escucharse mientras cumplimos otras actividades, cuando nos movemos dentro y fuera del hogar. Ella se mantiene informando. Esa es la radio, la radio que amamos.
Félix A. Díaz Sotolongo
La radio es una belleza rara que debe ser manejada con cuidado.
Cale Radcliffe. Libretista publicitario de Leo Bermett, Londres
No han ideado una pantalla de televisión tan suficientemente grande, brillante, clara y colorida como para igualar la capacidad de la mente para crear sus propias imágenes vivas [...] y lo que hace de la radio un medio espectacular para relatar, también hace de esta un medio espectacular para vender.
Bob Schukber. Publicidad radial: el manual autorizado
La radio es el teatro de la mente y lo reúne todo, los personajes y las situaciones junto con las palabras.
Scout English. VP creativo de Leo Bermett, Chicago
La comunicación radial debe ser relevante para la audiencia y realizar la experiencia auditiva, conseguir que los oyentes usen su imaginación y sigan la pauta con interés.
Kit Cramer. Reconocido escritor de libretos de la ciudad de Chicago
Uno de los medios de comunicación que nació pensando en ser un instrumento de difusión de las ideas sin límites de espacio ha sido la radio.
Benjamín Fernández Boyado
“Si existe un medio de difusión que admite enriquecer con mayor efectividad
cualquiera de los géneros periodísticos, ese medio es la radio
como vehículo que facilita la imaginación del receptor”.
Lic. LÁZARO DAVID NAJARRO PUJOL
Nosotros tenemos que prestar más atención a la formación de cuadros periodísticos.
Si nosotros vamos a tener un pueblo de amplia cultura, será necesario que los hombres que tienen un contacto diario con ese pueblo tengan
también una cultura amplia, estén realmente capacitados para la función social que desempeñan.
FIDEL CASTRO RUZ
Este libro es de utilidad a la radio cubana, sus periodistas (reporteros y corresponsales), redactores, locutores, conductores, realizadores de sonido, dirigentes de la información, en fin, de todos los que tienen que ver con la realización de un programa informativo. En él encontrarán metodologías y materiales diversos capaces de contribuir al mejoramiento del trabajo informativo.
No pocos de los trabajos que se exponen se encuentran dispersos en los archivos de las emisoras y en los personales, conocidos por unos y desconocidos por otros, algunos olvidados por el tiempo a pesar de tener plena vigencia.
Se incluyen trabajos completos o fragmentos, redactados por analistas de información hoy jubilados de la Dirección de Información y Propaganda de la Radio Cubana: Georgina Duvallón Peña y Silvio J. Blanco Hernández. Varios documentos presentes en el libro no estaban identificados. Mediante estas líneas reconocemos a sus autores y si alguno de ellos logra llegar a nuestras páginas, sepa que no hubo interés oculto al presentar sus trabajos sin la debida autorización. Gracias por su aporte. Este libro también es de ustedes.
Consideramos que para los que están hoy en la radio y para quienes se preparan para ingresar en ella, será un manual de consulta, una introducción de gran utilidad para el trabajo informativo en este medio.
Todo proceso de cambio convoca la mirada al pasado como referente. Los informativos en la radio cubana tienen su tradición. Esta arranca en los días primarios de la introducción del medio. Los pioneros y precursores tomaron como punto de partida el informar a las personas y distraerlas. El estado del tiempo, el cañonazo de las nueve en La Habana y alguna música forjaron el impacto del fenómeno auditivo. Los desarrollos trajeron el incremento de señales y la consolidación de una actividad nueva que pasó progresivamente de los balbuceos a una robusta adultez. Como secuela de los procesos políticos, económicos y sociales de Cuba en la seudorrepública, la radio avanzó como expresión de la sociedad clasista para constituirse en compañía de todos. Tránsito de la edad romántica primigenia a la de la llamada cultura radiofónica, a la etapa comercial. Y en todas las épocas y circunstancias la función informativa mantuvo su pedestal aunque dependiente de los intereses supraestructurales.
La prensa radial era reflejo del acontecer con todas las características de una sociedad dividida y en la diversidad de su discurso se podían apreciar las tendencias y constantes del sistema. Salvo alguna emisora progresista de corta vida y algún que otro emisor de vocación altruista, el espectro nacional se condimentó siempre de un mensaje basado en el predominio de las clases dominantes. Ello conformaba la noticia como expresión de los hechos cotidianos significativos y la información recreaba el suceso más o menos relevante, en especial los referidos a las morbosas páginas rojas que tuvieron siempre de centro a los sectores humildes y empobrecidos. En esa diversidad es justo señalar que surgieron voces informativas. Individualidades que alcanzaron notoriedad en la entente política, de manera que algunos noticieros se convirtieron en trampolines electorales.
La radio no era un ente por excelencia, ni un servidor de las necesidades de información de la población, sino un instrumento más de influencia sobre la opinión pública, además de negocio. Los noticieros tenían sus patrocinadores en anunciantes y firmas comerciales. Sobre esa base se trataba de abordar aquello que suscitara interés y forjara ganchos atencionales adecuados a la captación de audiencia. La noticia y la información, calificaban también como agentes de venta, y este principio creaba la anarquía aparente en la selección de los contenidos. Un ejemplo de canto: Radio Reloj. Los empresarios que la fundaron disponían de CMQ Radio. Constituían la firma más poderosa y prestigiosa en esta esfera. Controlaban el mayor potencial del presupuesto publicitario del país y existían muchos anunciantes que deseaban promover sus anuncios a través de CMQ, pero no tenían recursos para insertarse a ese nivel. Los empresarios de la radio, por su parte, analizaron el caso. Comprobaron que el conjunto de tales anunciantes formaba volúmenes nada despreciables y se dispusieron a dar una respuesta a la demanda, idearon entonces un servicio de bajo costo de operaciones con participación publicitaria de anunciantes de «medio pelo» a los que se daba la oportunidad de acceder a la fabulosa CMQ, así surgió la entidad que daba noticias e informaciones, la hora y los anuncios: Radio Reloj. Pero esta visión clasista de los empresarios fue siempre muy aguda para sus fines. Obsérvese que dominaban la publicidad de los robustos anunciantes de productos de alto consumo, la de menos potencial de los no tan poderosos y aún les faltaba otro sector por explotar, el de importadores, productores y consumidores de productos de alto costo, o sea, suntuarios. Era un sector minoritario pero no despreciable. Así, para difundir tales géneros crearían otra entidad de más bajo costo de operación, la CMBF Radio Musical, que emitía el tono coloquial a media voz en que se proyectaban los anuncios y ciertas informaciones culturales.
La Revolución, en plan de cambiar todo lo que debe ser cambiado, dotó a la prensa radial como a la prensa en general de un sentido distinto, acorde con las transformaciones profundas de toda la sociedad y sus objetivos. Les dio el más ajustado ropaje de verdadero servicio público. A tenor de ello la información devino derecho del pueblo y ensanchó sus bagajes con amplio sentido democrático. La llamada libertad de prensa que Lenin calificó de «libertad de los ricos para engañar», se vio suplantada por una política de genuina apertura que inducía a los medios a ser vectores no solo del acontecer sino también de la marcha del proceso, de sus planes, de la actividad directriz del papel del Partido y del Estado, de las organizaciones de masas, de las acciones y expectativas del pueblo trabajador. En el plano internacional, una vía para proyectar una visión revolucionaria en esa esfera. Tras las huellas de la Radio Rebelde fundada por el Che Guevara en la Sierra Maestra en 1958 para quebrar el muro de la censura y la mentira, surgió el radioperiodismo revolucionario. Las Tesis y Resoluciones del Primer Congreso partidario echaron las bases teóricas y operativas sobre las que se empina hoy todo un sistema al que sirven estudios municipales, emisoras de ese nivel, provinciales y nacionales, algunas con servicios especializados. La internacional Radio Habana Cuba, creada en medio de la agresión imperialista de Playa Girón difunde hacia el mundo, en nueve idiomas, el mensaje de Cuba revolucionaria. Y además, corresponde a la prensa radial cubana enfrentar la agresión constante que el imperialismo ejercita por medio de la titulada Radio Martí y decenas de señales intencionadas y enemigas que portan propaganda hostil en violación de preceptos internacionales, bajo las alas protectoras del imperio.
En 1976 la Dirección de Información de la radio cubana, recién creada, asumió la rectoría metodológica del periodismo radial. Sus especialistas cuidaron tanto la factura del mensaje como el contenido y la justeza de la política editorial en cada estamento o eslabón del sistema, con el propósito de lograr las mayores coberturas y eficiencia en el hacer; ellos no se limitaron a seguir pautas rígidas y normativas de las técnicas conocidas aplicables al mensaje informativo, sino que devinieron estudiosos e investigadores en las condiciones de los entornos específicos.
Debían a la vez promover la diversificación o variedad del mensaje informativo induciendo el empleo de diferentes géneros periodísticos, algunos de los cuales habían estado ausentes de las emisiones cotidianas. Todo ello arroja un verdadero caudal de experiencias que acaso reclama la abstracción compendiada que el desarrollo científico demanda en cada periodo y en el campo de las ideas. Esa fusión de la teoría y la práctica, de la constatación de didácticos que contribuyan a la formación y superación constante del producto y de quienes lo forjan.
Es este punto de vista desde donde el licenciado Félix Armando Díaz Sotolongo nos propone este libro. Más de 30 años en funciones de especialista en la Dirección Metodológica de la radio cubana constituyen un aval capaz de acreditar con holgura a quien ha sido acucioso, observador, investigador y compilador del producto informativo y uno de sus más constantes celadores. En cotidiana interacción con sus compañeros especialistas, con jefes informativos, con corresponsales, reporteros y redactores, y con estudiosos de la especialidad, convoca ahora experiencias, criterios, ideas de todos para hacer una entrega significativa. Surgido de las bases de los corresponsales voluntarios, Díaz Sotolongo ha alcanzado pleno y cabal dominio de la función informativa en un paciente y vocacional tránsito en que paralelo a las faenas sistemáticas dedicó tiempo a la abstracción, a la organización de las ideas y las experiencias que con tanto entusiasmo nos entrega. La obra traza rumbos y entrega pautas en pos de una profesionalidad óptima, meta a la que aspiran cuantos intervienen en la creación del mensaje radial informativo.
Licenciado Renaldo Infante Uricazo. Premio Nacional de la Radio
La información cubana contemporánea es más rica en propósitos que la de cualquier país porque tiene como centro al hombre y el registro de su vida en sus múltiples manifestaciones.
Licenciados Josefa Pérez Yánez y Luis Pérez-Delgado Fernández
En los últimos años logramos una mayor organización y planificación del trabajo informativo y, por consiguiente, una calidad superior en la difusión de la información.
Entre las características actuales de la información en Cuba tenemos las siguientes:
• La formación de valores acorde con los principios de la sociedad socialista.
• Difusión de los planes económicos y cumplimiento en todas las ramas económicas.
•Las más heroicas tradiciones de los trabajadores y la sociedad en general.
•La solidaridad internacional y colaboración fraternal.
•Los aciertos de los colectivos en la construcción del socialismo.
•Presencia del acontecer provincial.
•Difusión sistemática de las mesas redondas íntegras o sus resúmenes.
•Difusión de las mesas redondas (paneles) realizadas por las emisoras provinciales y municipales con una frecuencia semanal, quincenal o mensual.
•La defensa de la Revolución sobre el principio de la guerra de todo el pueblo es una tarea priorizada en las emisoras y así será mientras exista el imperialismo yanqui y su política de agresiones contra el país. Debemos insistir más en la difusión de las actividades relacionadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, tales como maniobras, entrenamientos, ingresos en los centros de enseñanza militar (media y superior), graduaciones y futuro de los nuevos oficiales, servicio militar, Unidades de Producción y Servicios, Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, Defensa Civil, entre otros temas que deben ampliarse en las emisoras como parte importante de la labor informativa del país.
•La difusión sistemática de la revolución en la cultura abarca todas las expresiones del arte y la literatura para elevar la capacidad de los oyentes de interpretar, de valorar con aciertos la calidad de cualquier manifestación artística. La radio debe sentirse satisfecha por la calidad de los programas y secciones culturales, por la profesionalidad de los periodistas que atienden este sector. Por fortuna, en los últimos años se presenta con mayor asiduidad la crítica artística y literaria e inclusive se ha llevado al Festival de la Radio con el objetivo de incentivar su realización de forma sistemática.
•Todas las revistas informativas y no pocos noticieros tienen secciones dedicadas a la ciencia y la técnica. También contamos con programas de esta temática con el resultado de investigaciones nacionales y la superioridad científica del país en comparación con etapas precedentes. Los periodistas que atienden estos sectores alcanzaron un buen dominio de estas temáticas.
•Combatimos con profesionalidad la acción ideológica de los medios de difusión burgueses que dedican gran volumen de información a hechos sensacionalistas, con la presencia de contenidos sobre las acciones de las masas, la transformación social y mediante la yuxtaposición por contraste para demostrar la superioridad de nuestro sistema. El periodismo actual se encamina a difundir con mayor frecuencia y calidad la obra colectiva y pública con veracidad, elegancia y belleza.
•Se incrementó la presencia de contenidos con el valor periodístico de proximidad, que son los temas más agradecidos por los oyentes por su cercanía a las aspiraciones y necesidades. Sobresalen los temas dedicados a la cultura, deportes, salud, ciencia y técnica, educación, entre otros.
Los especialistas Josefa Pérez Yánez y Luis Pérez-Delgado Fernández plantean que los contenidos con el valor de la proximidad logran mayor efectividad porque:
• «Se atienen a una realidad verificable, palpable, evidente. Los beneficios que registran estos temas están directamente vinculados a la experiencia de la población, dicho en otras palabras, resaltan mensajes de mayor eficacia por la cercanía con el receptor».
•La locución y conducción es profesional. Se logra la persuasión de la voz humana que es superior a la de la palabra impresa. Noticieros y revistas informativas cuentan con las mejores voces en cada emisora. Significativa reducción de la presencia de las muletillas, frases hechas o acuñadas.
•La presencia del cifrismo es excepcional.
•Transmitimos acontecimientos casi al momento de producirse en cualquier parte del mundo, en ocasiones, en la voz de protagonistas o testigos de los hechos. Damos seguimiento a las noticias con aceptable inmediatez. La radio es la fuente más veloz de información por lo que logramos la preferencia de la población, fundamentalmente en los horarios de la mañana (revistas informativas) y la noche (resúmenes diarios).
•Cumplimos con aciertos las funciones de ampliar, generalizar y enriquecer los contenidos.
•Sistemática vigilancia del contexto social tanto nacional como extranjero.
•Disminución de las informaciones musicalizadas, las cortinas extensas y la música extranjera en estas últimas.
•Ligero incremento en las informaciones con el antecedente, requisito ausente en los años precedentes.
•Mayor intercambio de informaciones con otros centros informativos, en especial con la Agencia Cubana de Noticias y Prensa Latina, y su adecuación al medio. Se redujo y mejoró la utilización de informaciones procedentes de la prensa extranjera con fragmentos de verdadero interés.
•Mejoró la presencia y dosificación de la propaganda directa, así como sus contenidos.
•La labor informativa de la radio cubana se rige por el principio de la propaganda popular, que es la verdad.
•Predominio del cumplimiento del balance geográfico. Los intereses del entorno son predominantes.
•Sistemática difusión de temas vinculados con nuestras ideas.
•Mayor realización técnica y artística.
•La activa participación de reporteros y corresponsales con informaciones desprovistas de intrascendencia.
•Mejor realización de los comentarios sobre la actualidad nacional y extranjera. Frecuente presencia en noticieros y revistas.
•La profesionalidad de los comentaristas deportivos.
•Incorporación sistemática de los avances informativos y los resúmenes progresivos.
•Significativo descenso del protagonismo de los dirigentes.
•Mayor calidad y utilización de los guiones técnicos.
•Aumentó el cumplimiento de lo establecido en las fichas técnicas.
•Todos los informativos cuentan con cierre, momento muy importante y que durante mucho tiempo no fue habitual.
Estos logros son el resultado de numerosas acciones de superación, talleres, cursos, encuentros, seminarios y visitas metodológicas, organizados por la radio cubana.
La incorporación cada vez mayor de jóvenes al medio, con deseos de hacer una radio más actual, contribuyó de manera significativa a lo antes mencionado.
El esfuerzo desarrollado por las Subdirecciones Informativas de las emisoras nacionales, provinciales y municipales para lograr un trabajo de mayor calidad recoge sus primeros frutos y compromete a los colectivos a mejorar cada día más la labor informativa.
Los logros de la información en la radio cubana expresados son el resultado de monitoreos y escuchas especializadas desarrolladas durante más de 30 años de labor ininterrumpida por analistas de información, lo que avala lo expresado sobre la situación actual de la programación noticiosa.
La Dirección de Información y Propaganda de la Radio Cubana es el órgano rector encargado de controlar y orientar sobre la ampliación del espectro noticioso de una forma más creativa e incentivar la utilización en revistas informativas y noticieros de los géneros periodísticos con elevada profesionalidad.
Los analistas de información recorren todo el país para visitar las emisoras provinciales y municipales, así como las nacionales y Radio Habana Cuba. Es un ejercicio de mucha dedicación, pero que permite al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) tener de primera mano la situación nacional de la programación informativa.
En estas visitas se analizan los noticieros y revistas informativas al aire y grabadas, y los géneros periodísticos transmitidos en un periodo determinado. Con el resultado se organiza un taller final con la participación del director provincial, los subdirectores de información y programación, directores de programas, realizadores de sonido, locutores y conductores, redactores, reporteros, corresponsales y comentaristas deportivos. Con frecuencia se incorporan directores de revistas de variedades y culturales, y compañeros del área de investigaciones sociales.
Estos talleres constituyen una verdadera fuente para el aprendizaje sobre cómo debemos lograr programas informativos cada vez más cercanos a lo que necesitan los radioyentes. Pero, además, con la experiencia de estos talleres se realizan las propuestas al área de capacitación de la radio con los temas que deben incluirse en los cursos y posgrados en las provincias y en la capital. Los propios analistas de información se convierten en profesores de los cursos organizados por capacitación, imparten las clases sobre los aspectos que la propia dirección propuso en el Centro de Estudios del ICRT y en las provincias.
En los últimos tiempos se decidió trabajar en busca de satisfacer necesidades de la población y no porcentajes de programación informativa que no aportan en el propósito de mantenerla bien informada.
Los más difíciles años del periodo especial hicieron que los informativos incorporaran con mayor frecuencia contenidos de interés humano, proximidad y optimismo, así como mayor objetividad, lo que mantiene en la actualidad; hacia estos contenidos se dirige la orientación sistemática de la Dirección de Información de la Radio Cubana.
El colectivo de la dirección vela por el más estricto cumplimiento del balance geográfico, la atención al entorno es fundamental según el nivel de la emisora (nacional, provincial o municipal). Se insiste en que lo que se escribe sea cada vez más radial, siempre con la reiteración como requisito inviolable de la redacción para la radio.
La dirección llama la atención sobre la necesidad de reducir al mínimo el protagonismo de los dirigentes a favor de los protagonistas principales en nuestra sociedad. Orienta una mayor participación de los periodistas y reporteros en la programación general y por que cada vez la realización técnica y artística sea superior. Insiste y exige no reservar las noticias significativas para los noticieros, exista o no un boletín próximo, la noticia hay que ofrecerla.
Otra tarea importante es velar por la calidad de las secciones y programas deportivos, del trabajo de los comentaristas, la variedad de las disciplinas deportivas, el balance geográfico y la participación en el trabajo de mesa de los informativos.
Se atienden los estudios municipales y cómo estos son capaces de acercar al receptor a los lugares más apartados para enriquecer los programas informativos.
Sobre el periodismo de opinión, la calidad de sus contenidos y sobre la crítica, se analiza el balance entre lo positivo y lo negativo. Ambos deben ser un mecanismo para la solución y no para incrementar insatisfacciones. En los últimos años se incorporó al trabajo de la dirección el chequeo sistemático de las páginas web de todo el país como una actividad que contribuye al desarrollo de esta forma de informar al mundo sobre la realidad cubana. El Festival de la Radio incorporó esta actividad y sus resultados no pueden ser más estimulantes.
La planificación del trabajo informativo, el control de su cumplimiento y la superación constante del personal encargado de ejecutarlo, son bases fundamentales para alcanzar las tareas orientadas a la radio. La Dirección de Información y Propaganda vela por la calificación y profesionalidad de los colectivos a nivel nacional, es decir, de todas las subdirecciones informativas del país con el propósito de hacer una programación con más calidad.
«[...] el programa informativo es un conjunto de contenidos diferenciados del discurso radiofónico, dotado de una estructura propia y diferenciada, así como de una duración concreta». Gracias a su funcionalidad esta definición permite distinguir la variedad de espacios que presentan las diferentes tiras horarios de las emisoras radiofónicas convencionales. Cualquiera de las unidades básicas de emisión radiofónica gira alrededor de dichos elementos, y de su combinación dependerá su rasgo distintivo. Sin embargo, existen unos programas que requieren un elemento más para concluir su definición, se trata de los informativos cuyo horario de emisión constituye obviamente una diferencia respecto al resto.
Sin menospreciar a otras producciones informativas, la propuesta de análisis que se presenta gira en torno al programa informativo mayoritariamente conocido como noticiero. Su objetivo prioritario es ofrecer la actualidad más puntual ordenada y estructurada de manera que sea fácilmente comprensible para el oyente.
Desde la consolidación de la información en las diferentes tiras de programación de la mayor parte de emisoras radiofónicas del país, el horario de emisión y el objeto de los contenidos permaneció casi inalterable. Sin embargo, la duración ha ido variando, mostrando una clara tendencia a la ampliación y, por consiguiente, la estructura sufrió modificaciones en tanto debe adecuarse a la duración de la emisión. Tradicionalmente cuando se hablaba de noticiero, casi de modo automático se pensaba en programas de media hora de duración. Sin embargo, esta unidad de tiempo parece haber perdido sentido. Desde hace algún tiempo la ampliación en el horario de emisión es una variable constante y, actualmente, son muy pocos los programas informativos de 30 minutos de duración.
Si la definición de programa radiofónico-informativo nace a partir de la combinación de diferentes elementos, cabe considerar que la variación de uno de ellos supone automáticamente la alteración del resto. La extensiva duración de dichos programas, en principio, debe implicar un nuevo planteamiento en su estructura, si se entiende esta como la presentación ordenada del material elaborado con la finalidad que el público la descodifique sin demasiado esfuerzo. Sin embargo, esta premisa que parece obvia no es fácil de encontrar. De ahí nace la propuesta de análisis de la estructura de los programas informativos, que resulta de interés cuando buena parte de las tiras de programación están configuradas por estos.
De lunes a sábados, el segmento horario de primera hora de la mañana y el de la última hora de la noche son los específicamente informativos. El tiempo de duración media de un programa informativo en las primeras horas del día vendría a ser de dos horas, aproximadamente. Es excepcional el caso de Haciendo Radio con cuatro horas de duración. Además, todos ellos incluyen bajo el mismo denominativo información deportiva, aunque esta sea presentada por otro equipo de redacción.
Como se ha dicho antes esta extensión debe comportar otro planteamiento e incluso el estudio de una nueva estrategia para atraer al público y mantenerlo durante la emisión. Sin embargo, antes de analizar la estructura de un programa informativo, conviene reflexionar sobre los condicionamientos sicológicos del oyente en el momento de la recepción de un mensaje radiofónico informativo.
Los procesos sicológicos en el ser humano que más afectan a la recepción de mensajes radiofónicos son la atención y la memoria. Para el emisor, el primero supone la doble tarea de atraer al oyente y mantenerlo en la sintonía de la emisora. El segundo incide en el almacenamiento y posterior recuperación de la información recibida a través del oído.
El mensaje radiofónico es efímero, o lo que es lo mismo, no permanece ni en el tiempo ni en el espacio. Esta característica obliga al emisor a cuidar con esmero la elaboración de los mensajes a fin de asegurarse que la información sea recibida sin dificultades.
Las investigaciones sobre la memoria a corto plazo, la que funciona durante la recepción de un mensaje radiofónico informativo, y la atención, destacan una serie de principios que no pueden ser obviados: el de primacía, el de ultimidad y la distintividad.
Los dos primeros indican que es más fácil retener y, por tanto recordar, los primeros y últimos datos. El tercero apunta que el carácter de diferencia de un dato lo puede hacer resaltar entre todos los demás y facilitar su recuerdo independientemente del lugar que ocupe en el mensaje. Estos principios actúan al margen de la cantidad de información que contenga el mensaje.
Existen otras variables que repercuten en la atención y retención de los mensajes radiofónicos informativos, como la longitud de las frases, el ritmo de presentación, la producción de imágenes auditivas... Indudablemente todas ellas influyen en la recepción y comprensión de la información radiofónica.
El conocimiento de estas condiciones lleva a preguntarse si la estructura de un programa informativo radiofónico facilita el almacenamiento y recuperación de la información, es decir, hasta qué punto simplifica la descodificación al radioyente. Esta toma interés cuando se observa en las tiras de programación la tendencia a ampliar el tiempo de emisión.
De algún modo, el programa informativo vendría a ser un relato lleno de aconteceres (noticias), algunos más significativos que otros, pero todos importantes en razón de su actualidad. Igual que en el relato, el programa informativo debe permitir al oyente descubrir la esencia de la actualidad y ordenarla para comprenderla.
El programa informativo es una unidad completa, con un principio y un final. Su equiparación con el relato puede resultar básica para introducirse en el entramado de su estructura. A partir de esto, el programa informativo se dividiría en tres partes esenciales, con diferentes objetivos y distinto tiempo de duración: presentación, cuerpo y cierre.
La presentación estaría destinada a atraer la atención del oyente y a destacar los hechos noticiosos más importantes. En el cuerpo se deberían ofrecer el conjunto de hechos anunciados en la presentación y todos los que se consideran significativos en relación con la actualidad. En el cierre se resaltarán algunos de los hechos noticiosos ofrecidos en el cuerpo del programa.
Obsérvese que hay una relación estrecha con los principios de primacía y ultimidad, en tanto que la presentación y el cierre tienen una función de atracción y retención. Sin embargo, hace falta aproximarse a la estructura de los programas informativos para observar si la práctica cotidiana se aproxima o se aleja de las consideraciones teóricas expuestas.
•Responde esencialmente a los intereses básicos del entorno al cual se envía el mensaje radiofónico.
•La actualidad, el interés y la prominencia de la información constituyen cualidades inherentes.
•La representación de los distintos géneros periodísticos como vehículos apropiados que favorecen la amenidad y el interés. Como excepción se menciona al boletín y al resumen diario de noticias, aunque en este último pueden concebirse de manera excepcional.
•La palabra asume el peso mayoritario del contenido.
•Adecuada selección y ubicación de las informaciones de modo que se obtengan buenos resultados respecto al manejo de la baja, mediana y alta intensidad de la información y la yuxtaposición dialéctica.
•En todos los casos su transmisión se produce en vivo.
•Sus conductores, locutores o ambos, deben contar con alto nivel profesional, adecuada formación cultural y gran caudal de información.
•Implican un perfil sonoro propio que actúe como sello distintivo.
•Como en otros programas de cualquier tipo los informativos requieren el lenguaje radiofónico. Profesionalmente deben quedar inhabilitados los textos elaborados para leer y no para escuchar.
•Se evita al máximo posible el exceso de cifras, así como el didactismo profesional y el lenguaje especializado.
•Como en cualquier otro programa los informativos requieren el conocimiento profundo de la audiencia potencial como uno de los requisitos básicos de la comunicación. Además, periódicamente deben conocerse los resultados de investigaciones sociales.
•Cuentan con un ritmo ágil y dinámico, pero nunca trascienden tales características hacia el apresuramiento indebido.
•El tono empleado por locutores y conductores siempre es fluido, cercano y respetuoso, agregándose la amenidad, de manera prominente, en el caso de las revistas informativas y espacios deportivos.
•Los periodistas que intervienen en estos espacios se distinguen por su sello y estilo personal.
•Exigen el máximo de rigor en la selección de los diversos materiales desde exteriores por parte de reporteros y colaboradores, de manera que no contradigan el objetivo y perfil del programa, y se produzcan en los momentos oportunos.
•Se concibe a la música como apoyatura, pero nunca como ingrediente básico. Excepcionalmente las revistas, tanto las propiamente informativas como deportivas, pueden utilizar alguna pieza musical, pero en todos los casos, en correspondencia con la dramaturgia de la información.
Radio revista informativa
Ocupan un lugar preferente en las programaciones de las emisoras y, consecuentemente, asumen horarios de alta audiencia. Como objetivo común de estos programas puede mencionarse el de ofrecer a los oyentes una panorámica informativa amplia, de modo que los perceptores obtengan una visión acertada de lo más importante del acontecer nacional y extranjero, cumpliendo el balance geográfico establecido según el nivel de la emisora. No se excluye la posibilidad de abordar temas intemporales.
En ella se pone a prueba y en tensión el infinito caudal creativo de los realizadores, tanto en contenido como en forma. Por otra parte, la gran extensión de tiempo que comúnmente tienen constituye, de hecho, un permanente reto al talento individual y colectivo para mantener una alta realización artística y, en consecuencia, buenos índices de audiencia. Por tanto, es obvio que en este tipo de programa deben intervenir los compañeros de más alta capacidad profesional.
Es un programa que se caracteriza por la variedad de secciones y contenidos informativos en general. Cuenta con la presencia de un conductor o pareja de conductores que son los que le confieren carácter y aseguran la unidad de la revista. Alternan diferentes temas informativos, que no tienen necesariamente que ser de actualidad, aunque lógicamente estos deben estar preponderantemente representados. Debe utilizar los más diversos géneros periodísticos, así como curiosidades, notas sobre facilitación social, estado del tiempo, participación de especialistas, entre otras.
Otras características
La palabra asume el peso del contenido total. Para descompresionar la lógica carga informativa debe aplicarse otros recursos como pueden ser:
•Buen manejo de la baja, mediana y alta intensidad de la información.
•Realización de propaganda directa.
•Uso adecuado de la musicalización y los efectos, entre otros.
•La aplicación de la yuxtaposición dialéctica de la información en sus tres variantes más conocidas, de confirmación, contraste y secuencia lógica.
Si se tiene en cuenta la amplia duración de estos programas y consecuentemente el hecho de lo improbable que resulta una escucha permanente y total, es menester la redundancia de las informaciones más importantes cada determinado tiempo, de modo que el oyente ocasional pueda recibir, al menos, el conjunto de lo fundamental. Ello no limita, por supuesto, la redundancia lógica de cada material específico respecto a sus elementos fundamentales.
El guion técnico es el tipo de guion natural que corresponde a una revista informativa y el director se responsabiliza con su elaboración. Ello se fundamenta por varias razones:
• Es un programa en vivo que implica agilidad y dinamismo.
•Debe asimilar cualquier variante que el director introduzca en los momentos de la transmisión.
•Se nutre de informaciones recibidas del exterior.
•Facilita el necesario nivel de improvisación.
Aunque no es obligatorio su utilización diaria, sí es consustancial a una revista informativa la utilización de un tema central o hilo conductor a través de todo el desarrollo del programa. Si escogemos una de las variantes estas son algunas precisiones:
•El tema en cuestión, obviamente, debe contar con actualidad, interés y prominencia, tratando que este se corresponda con asuntos que se inscriban en el palpitar de la cotidianidad popular, vinculados al ámbito político, económico y social.
•Para el desarrollo del hilo conductor es muy importante utilizar formas variadas, como pueden ser los propios géneros periodísticos, pues lo contrario favorece el tedio. Como se comprende no se trata de repetir, sino de mantener latente el tema durante toda la transmisión.
Los conductores deben contar con un alto nivel profesional, adecuada formación cultural y gran caudal de información. Estas cualidades garantizan, entre otras cosas, improvisaciones acertadas y la lógica habilidad que se requiere para cumplir las órdenes del director bajo circunstancias ocasionalmente difíciles. La calidad natural de la voz es importante, pero mucho más si el locutor posee cualidades de comunicador, porque estas refuerzan ante la audiencia el mensaje transmitido.
Es un imperativo excluir de este tipo de programa el tono oficioso y rígido. Muy por el contrario hay que imprimir un tono personal, cercano, de compañía donde el conductor imagine una comunicación cara a cara con un oyente dado.
En las características formales de una revista informativa es muy importante dotarla de un perfil sonoro propio, que actúe como sello distintivo. Ello le confiere singularidad. Especial atención debe prestarse a las intervenciones en vivo de reporteros y colaboradores desde exteriores. En tal sentido hay que establecer una adecuada selección de las diversas informaciones, cuidando que estas no contradigan el objetivo y perfil del programa y, además, que cuenten con un mínimo indispensable de interés y se produzcan en momentos oportunos.
Los contenidos merecen algunas precisiones específicas:
•Pueden estar compuestos por elementos inmediatos o imprevistos y también por otros habituales y planificados. Del director depende en gran medida la combinación acertada de ambos elementos, por lo que deben coexistir en forma armoniosa y sin que se pierda el hilo conductor y, mucho menos, el objetivo y perfil.
•Los contenidos habituales pueden llegar a convertirse en microespacios o unidades independientes, dada la importancia temática que llegan a tener y el peso que dentro de cada unidad representan.
•Pueden ser incluidas informaciones capsulares y boletines, notas al programa de diverso tipo: estado del tiempo, facilitación social, efemérides, entre otros, así como participación de especialistas en el propio estudio o desde exteriores.
•Una revista informativa debe asumir todas las variantes de propaganda directa: menciones, promociones, mensajes cortos, jingles y autopromociones.
•Es de suma importancia que la transmisión de sus contenidos reflejen, en primer lugar, el contorno de la población a la que se envían los mensajes y, en segundo término, el acontecer de otros ámbitos, según el caso.
•Cada emisión en particular debe contar con su propio objetivo específico que, por supuesto, responda al objetivo del programa.
Para lograr una buena revista informativa
•Contar con un buen equipo de redactores.
•Preparar un guion técnico capaz de responder a las exigencias de este tipo de programa. Esta es una tarea del director para asegurar la unidad estructural y temática.
•Cumplir con el trabajo de mesa que permita una buena selección y ubicación definitiva de cada contenido.
•Revisar todos los materiales grabados.
•Iniciar el programa con una buena selección de titulares o sumario.
•Reflejar de forma priorizada el entorno socioeconómico y político.
•Tener o no con un tema central, pero siempre cumplir con una línea editorial bien definida. Cada emisión tendrá una idea central que no entre en contradicción con los objetivos del programa en general.
•Celebrar reuniones periódicas del director con el equipo de realización para orientar acerca de la selección de temas, música, propaganda y géneros periodísticos que se requieren, entre otros aspectos.
•Ofrecer a la audiencia contenidos variados y multiplicidad de funciones.
•Difundir con adecuada dosificación las autopromociones. Estas serán variadas y con contenidos que se correspondan con las posibilidades del programa, priorizarlas en la voz del locutor o conductor.
•Contar con uno o dos conductores de calidad probada y especial capacidad de improvisación y un lenguaje comprensible, así como una voz informativa con buena profesionalidad. El factor individual más importante es contar con la simpatía de los oyentes.
•Tener previsto un grupo de materiales intemporales que puedan salir al aire en caso de imprevistos, supliendo las fallas que se presenten sobre lo planificado.
•Presentar adelantos bien seleccionados que contribuyan a mantener las expectativas durante todo el programa.
•Incluir un buen realizador de sonido capaz de presentar efectos, spots, música incidental para cortinas y otros recursos sonoros que deben introducirse en la emisión.
•La sonoridad tendrá un sello distintivo que a la vez se insertará dentro de la sonoridad general de la emisora.
•La música utilizada será en correspondencia con la dramaturgia de la información. Solo se utilizarán piezas musicales completas cuando una situación, muy justificada, así lo exija.
•Difundir cortinas bien seleccionadas, con la duración apropiada y con el predominio de piezas musicales cubanas.
•Tener un equipo fijo de realización.
•Mantener contactos permanentes con el director, los reporteros, corresponsales y colaboradores para seleccionar los temas, tratamiento y tiempo al aire.
•Exigir en la redacción la aplicación de la reiteración lógica y creativa por su importancia en la prensa radial.
•Lograr una buena combinación de los elementos inmediatos e imprevistos con otros planificados y habituales. Es la combinación de estos elementos a lo largo de la emisión que toda revista informativa consolida su audiencia.
•Mantener un horario fijo para las secciones de manera que contribuyan a la creación de hábitos de escucha en los oyentes interesados en sus contenidos.
•Contar con el parte meteorológico que se corresponda con el tipo de emisora (provincial o nacional). La efectividad es superior si salen en la voz del meteorólogo.
•Ofrecer periódicamente boletines de noticias (cada media hora, preferiblemente) con la actualidad nacional (provincial, municipal), extranjera y de Cuba en el mundo.
•Dosificar los contenidos que por su extensión así lo requieran.
•Insertar grabaciones de llamadas telefónicas efectuadas o recibidas en la emisora.
•Velar que la variedad de temas y su duración no lleguen a agobiar al oyente.
•Contar con informaciones de mediana intensidad ubicadas en el momento que descienda la curva de atención.
•Trabajar de forma sistemática para que las informaciones sean recreadas o ampliadas.
•Incorporar la identificación de la emisora.
•Mantener durante toda la emisión la hora exacta en la voz de un locutor o conductor.
•Incluir temas relacionados con la facilitación o servicio social.
•Mantener el seguimiento de los contenidos que lo merezcan. Ampliación de informaciones transmitidas en otros espacios.
•Presentar temas extranjeros no dramáticos.
•Incluir las secciones de cultura y deportes correctamente ubicadas,nunca consecutivamente ni al final del programa. No deben afectar el balance geográfico general.
•Repetir y reiterar las informaciones más importantes cada determinado tiempo debido a la duración de estos programas y los cambios de audiencia.
•Excluir el tono oficioso y rígido. Debe ser personal, cercano, de compañía.
•Asumir todas las variantes de propaganda directa.
•Prestar atención a las efemérides más importantes del día. Repetirlas durante la emisión.
•Promover contenidos de próximas emisiones, así como otros programas informativos.
•Lograr un buen balance entre las informaciones de baja, media y alta intensidad.
•Eliminar la música de fondo, sobre todo la cantada, durante la lectura de una información y mientras habla el conductor.
•Evitar y combatir las frases hechas o acuñadas en la conducción, locución y redacción en general.
•Dedicar tiempo a la presencia de Cuba en el exterior.
•Incorporar con frecuencia contenidos económicos y dotarlos de valores emocionales.
•Tener con trabajos de opinión que reúnan los requisitos orientados.
•Prever unos minutos para algún material de última hora.
•Presentar un cierre informativo mediante un resumen final, sumario o repetición de titulares. La primera variante es la ideal.
Noticiero
Es imprescindible concebir un noticiero estelar como el programa más importante de la programación, al punto de ser el que prácticamente bajo ninguna circunstancia debe ser suspendido o variado de modo significativo. Se impone a cualquier circunstancia por adversa que sea, incluyendo periodos de desastres de máxima connotación nacional, es decir, es el espacio menos vulnerable a modificaciones de fondo, por ello un noticiero en la radio debe evitar la introducción de cambios frecuentes de horario, duración, estructura, locutores, entre otros que puedan cambiar la habitualidad de los oyentes.
Se concibe como un programa encaminado a satisfacer, esencialmente, la necesidad de información de la población. Todo su contenido está integrado por materiales periodísticos que, obviamente, deben contar con la máxima actualidad e interés noticioso. El género más representado es la información. Todos los géneros periodísticos pueden tener cabida en este tipo de programa con una duración en correspondencia con el tiempo que dure el noticiero.
Habitualmente los materiales periodísticos se ordenan por secciones: extranjeras, culturales, deportivas, entre otras, sin que ello limite necesariamente la imprescindible agilidad y dinamismo que debe caracterizar al noticiero. Este ordenamiento tampoco debe atentar contra una alta realización artística, porque en la práctica ambas necesidades no son incompatibles.
La apertura de los noticieros corresponde a los titulares y su número no debe estar sujeto a una cantidad fija para cada emisión, puede variar en dependencia del caudal y las características específicas del espectro noticioso con que se cuente. Igualmente es necesario ofrecer, durante su desarrollo, avances informativos con la finalidad de excitar o atraer la atención del oyente hacia materiales que revistan gran interés, utilizándose para lograrlo una redacción sugerente y atractiva; no deben exceder de dos. A su término debe contar con un resumen de lo más importante de lo transmitido, que puede ser repetición de titulares, reiteración de estos o un resumen de lo más trascendental de la emisión.
Este programa debe responder, ante todo, a su propio entorno, es decir, nacional, provincial o municipal sin excluir los contenidos del extranjero que no afecten el balance geográfico establecido. Se trata, sencillamente, de ofrecer una panorámica ágil y concreta. De existir alguna excepción siempre sería por sucesos de máxima connotación. Su transmisión en vivo es consustancial al carácter ágil y dinámico que debe poseer, independientemente de la lógica inmediatez que supone un noticiero. Por ello es natural la confección de un guion técnico que garantice un ordenamiento lógico y capaz de asegurar, entre otras cosas, un buen manejo de las informaciones de baja, mediana y alta intensidad, así como de la yuxtaposición dialéctica de la información. Este procedimiento permite balancear los contenidos para obtener mejores resultados en la curva de interés.
Un noticiero de radio no es depósito en el que se vierten una tras otra las informaciones, mucho menos vehículo desprovisto de atracción, vuelo imaginativo, creación artística e ingrediente humano, muy por el contrario, sus realizadores tienen el deber de convertirlo en un programa pleno, sugerente, atractivo y dotado de alto nivel de realización artística y técnica. Las informaciones deben impregnarse de calor, autenticidad y credibilidad, en permanente lucha contra el esquema y convencionalismo. Cada periodista que interviene en el programa debe distinguirse por su sello y estilo personal.
En cuanto al ritmo de locución que se debe emplear hay que tener presente que la lentitud y el atropellamiento en la expresión constituyen dos polos opuestos dañinos; por lo que debe aplicarse el ritmo intermedio capaz de hacer perfectamente comprensible el mensaje radiofónico. Se trata de agilidad y dinamismo, pero solo hasta el punto exacto en que se inicia el apresuramiento. Por su parte, es preciso la utilización de un tono sobrio, personal, distintivo, respetuoso y cercano, sin extremos de oficialismo, retórica o vulgaridad. Claro que, en ello interviene de manera muy importante la redacción apropiada a tono con las peculiaridades expresadas. En este contexto hay que añadir que la improvisación de los locutores debe quedar reducida al mínimo posible.
Especial atención debe prestarse a las intervenciones en vivo de reporteros y colaboradores desde exteriores. Hay que establecer una correcta selección de los diversos materiales, cuidando que cuenten con un mínimo indispensable de interés y se produzcan en momentos oportunos de la emisión.
El noticiero de la radio debe ser el máximo acreedor de todo el talento creativo de sus realizadores y merece la más alta prioridad de atención. En él se ponen en juego todas las reglas y leyes de la comunicación social.
Otras ideas sobre los noticieros
El mensaje que se hace llegar a los oyentes debe estar, en primer lugar, bien seleccionado y actualizado, bien orientado en su preparación, bien organizado en su estructura y ubicado en una correcta distribución dentro del espacio informativo, en una curva de atención que permita, con amenidad, hacerlo llegar al radioescucha de forma que este mantenga su atención a lo que de manera dosificada se le da, a través de un hilo conductor creado para él.
Dentro de la programación radial, la inserción de los espacios informativos está determinada por la necesidad de información de los oyentes antendiendo a dos cuestiones: tiempo real para la actualización de noticias y horarios de mayor audiencia en busca de noticias, el amanecer, la tarde y la media noche. En esos tiempos se distribuyen revistas informativas, boletines y noticieros, que de uno en otro van actualizando la información que ofrecen y mantienen en el aire lo más importante del día con ampliaciones, así como un resumen del día en la media noche.
En la etapa actual, en que Estados Unidos se presenta como superpotencia en un mundo unipolar y desarrolla lo que su Secretario de Defensa ha definido como una nueva guerra fría