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- Herausgeber: RUTH
- Kategorie: Geisteswissenschaft
- Sprache: Spanisch
Los artículos que conforman este libro abordan desde diferentes perspectivas la comunicación política. Los textos van desde brindar información sobre los orígenes del término comunicación política hasta las definiciones más clásicas y su desenvolvimiento en el escenario mediático, donde tienen un papel fundamental los medios digitales, los emisores de mensajes implicados y los emisores de estos. Lo anterior aparece ejemplificado con las campañas presidenciales de Donal Trump, el marketing político, la actuación de partidos populistas de derecha en Europa, la comunicación del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, las culturas periodísticas en medios oficiales en Cuba y sus incidencias contextuales, y cómo debe ser pensada y accionada la comunicación política cubana.
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Seitenzahl: 225
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Edición y corrección: María de los Ángeles Navarro González
Diseño de cubierta: Jadier Iván Martínez Rodríguez
Coordinadora Editorial: Saray Alvarez Hidalgo
Diseño interior, emplane y conversión a e-book: Madeline Martí del Sol
© Elio E. Perera Pena y otros, 2024
© Sobre la presente edición:
RUTH Casa Editorial, 2024
Centro de Investigaciones de Política Internacional, 2024
ISBN 9789962740797
Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin la autorización de RUTH Casa Editorial. Todos los derechos de autor reservados en todos los idiomas. Derechos reservados conforme a la ley.
Centro de Investigaciones de Política Internacional
Avenida 3.a, n.o 1805, entre 18 y 20, Miramar, Playa,
La Habana, Cuba
Código Postal 11300
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RUTH Casa Editorial
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www.ruthcasaeditorial.com
ruthtienda21@gmail.com
Sinopsis
Los artículos que conforman este libro abordan desde diferentes perspectivas la comunicación política, la cual ha sido definida de diversas maneras, e incluye conceptos, reflexiones, proyecciones, actores y medios. Se analizan artículos y ensayos teórico-conceptuales con casos de estudio ilustrativos de las diferentes variantes de comunicación política tanto en el plano internacional como el nacional.
Los textos van desde brindar información sobre los orígenes del término comunicación política hasta las definiciones más clásicas y su desenvolvimiento en el escenario mediático, donde tienen un papel fundamental los medios digitales,así como los emisores y los receptores de los mensajes implicados.Lo anterior aparece ejemplificado con las campañas presidenciales de Donal Trump, elmarketingpolítico, la actuación de partidos populistas de derecha en Europa, la comunicación del Gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, las culturas periodísticas en medios oficiales en Cuba y sus incidencias contextuales, y cómo debe ser pensada y accionada la comunicación política cubana.
Datos de los autores
Jasely Fernández Garrido. Máster en Ciencias Políticas. Licenciada en Sociología. Investigadora y profesora auxiliar del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Miembro del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Elio Perera Pena.Máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales, licenciado en Periodismo, profesor auxiliar adjunto al Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI) e investigador auxiliar del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Diplomado en estudios sobre Estados Unidos y en Relaciones Cuba-EE. UU. Coordinador-editor de la revistaCuadernos de NuestraAmérica; coordinadordel Equipo de Comunicación Política del CIPI; y coordinador del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias. Autor del libroTaquigrafía en Cuba. Un viaje en el tiempo(2024) y coautor de los libros:A 200 años de la Doctrina Monroe; Populismos de Derechas. Reciclaje del discurso. Nuevos actores políticos y apropiación de significados históricos, todos publicados por RUTH Casa Editorial.
Sunamis Fabelo Concepción. Doctora en Ciencias Históricas (Universidad de La Habana, 2018), máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales (Universidad de La Habana, 2011) y licenciada en Filosofía (Universidadde La Habana, 2007). Miembro de la Academia de Ciencias de Cuba en calidad de Joven Asociado (2024). Actualmente investigadora y profesora titular del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Ha desarrollado varias investigaciones y asesorías sobre estudios euroasiáticos y de comunicación política desde la perspectiva de las Relaciones Internacionales. Coordina e imparte diversos cursos de grado y posgrado en la Universidad de La Habana y la Universidad de Artemisa. Becaria de la Fundación Japón, investigadora visitante en IDE-JETRO(2022). Entre 2007 y 2010 fue investigadora del Centro de Estudios Europeos. Miembro y durante años coordinadora del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Javier Gómez Sánchez.Máster en Estudios sobre Estados Unidos y Geopolítica Hemisférica por la Universidad de La Habana y licenciado en Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual por la Universidad de las Artes de Cuba. Colaborador del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Mario Antonio Padilla Torres. Doctor en Ciencias Filosóficas (2009), máster en Ciencias Históricas (1989), diplomado en Cultura (2007), licenciado en Ciencias Políticas (1980) y profesor, investigador titular y secretario Científico del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Diplomado en Relaciones Cuba-Estados Unidos. Fue miembro permanente del Tribunal Nacional de Filosofía de la República de Cuba y miembro del Tribunal Nacional de Categorías Superiores de Investigación. Es miembro del Consejo Editorial de las revistasCuadernos de Nuestra Américadel CIPI yPolítica Internacionaldel ISRI donde es autor de varios artículos. Ha publicado en medios de prensa cubanos, ecuatorianos, argentinos, mexicanos, rusos, españoles e ingleses. Es autor de los libros,Los problemas globales de la Humanidad en el tránsito hacia la Multipolaridad;Juan Marinello Vidaurreta un hombre de pensamiento y acción(Editorial de Ciencias Sociales, 2017);Narcotráfico en tiempos convulsos(RUTH Casa Editorial, 2023) (Premio de la Crítica 2023, otorgado por el Instituto Cubano del Libro) yLa Protesta de los Trece, la juventud intelectual cubana se rebela(Editorial de Ciencias Sociales, 2023). Miembro del Tribunal Nacional de Ciencias Políticas y del Polo Científico de Ciencias Sociales. Miembro del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Claudia Sánchez Savín. Licenciada en Relaciones Internacionales y máster en Estudios sobre Estados Unidos y Geopolítica Hemisférica, del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana. Investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Colaboradora del Proyecto del Programa Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación: “Relaciones Internacionales. Medios, Comunicación y Derecha Internacional: Interacciones e Impactos para Cuba hacia el 2025”; y del Proyecto del CIPI “Relaciones Cuba-Unión Europea”. Colaboradora del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Ángel Rodríguez Soler. Licenciado en Historia por la Universidad de La Habana y máster en Historia Contemporánea y Relaciones Internacionales. Investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Profesor adjunto en la Universidad de Artemisa y Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI). Miembro del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Maira E. Relova Chacón. Doctora en Sociología y licenciada en Sociología. Investigadora auxiliar del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Colaboradora del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Carlos Fernández Hernández. Máster en Ciencias de la comunicación (2022), especialista en Métodos y Técnicas de Investigación Social (CLACSO-2022); especialista en Memorias Colectivas, Género y Derechos Humanos (CLACSO-2024) y estudiante Doctoral en La Facultad de Comunicación de La Universidad de La Habana. Profesor auxiliar de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en la disciplina Teoría e Investigación en Comunicación. Presidente del Comité Académico en Ciencias de la Comunicación. Miembro del grupo de investigación Campo de la Comunicación Social en Cuba. Jefe de la disciplina de Culminación de Estudios. Colaborador del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
Olga Rosa González Martín. Doctora en Ciencias de la Comunicación Social (Universidad de La Habana, 2013), máster en Ciencias de la Comunicación (Universidad de La Habana, 2004) y licenciada en Lengua Inglesa (Universidad de La Habana, 1997). Miembro titular de la Academia de Ciencias de Cuba. Investigadora y profesora titular del Centro de Estudios Hemisféricos y Sobre Estados Unidos (CEHSEU) de la Universidad de La Habana (1999-actualidad). Es jefa del Proyecto de Investigación “Estados Unidos en el contexto de la crisis de legitimidad y reajuste hegemónico después de las elecciones de 2020. Economía, política e ideología. Implicaciones y desafíos para Cuba” perteneciente al Programa Nacional: Las ciencias sociales y las humanidades. Desafíos ante el desarrollo de la sociedad cubana. Miembro del Proyecto de Investigación: Factores Comunicacionales que median las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, adscripto al Programa Sectorial de las Ciencias.
A la Dr. C. Hilda Saladrigas, durante muchos años decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, excelente investigadora y profesora experta en la materia comunicacional, por su inmensa disposición para prologar este libro, y todas sus atenciones para con los autores. Muchas gracias, profesora. Alto honor y compromiso con las ciencias.
A la Dr. C. Olga Rosa González Martín, por sugerir la idea de la publicación del libro, resultado de los debates durante un Taller Científico.
Al Dr. C., y director del CIPI, José Ramón Cabañas, por apoyar en todo momento esta iniciativa.
Al siempre “inmenso colectivo” de RUTH Casa Editorial, por acogernos con ese particular cariño y disposición constante para ayudarnos. Muchas gracias.
Prólogo
El hacer político en su devenir histórico ha sido asistido por procesos comunicativos objetivados en diferentes actividades (materiales y espirituales; objetivas y subjetivas), mayormente oficiosas y/o profesionales que han recibido diferentes denominaciones1hasta la definición más abarcadora al uso en la actualidad: comunicación política.
1Oratoria (siglo V a. C.); Propaganda (1622); Periodismo (1702); Publicidad (1841); Relaciones Públicas (1900); Promoción (1946);MarketingPolítico (1952).
Producto del accionar de las denominadas “disciplinas instrumentales del comportamiento”, o sea, aquellas interesadas en estudiar y conocer, tanto las técnicas adecuadas para conseguir efectos en el actuar-accionar de los sujetos, individuales y sociales, como los resultados de estas, particularmente la manipulación electoral, redunda en una definición polisémica por disimiles razones.
La comunicación política ha sido definida desde múltiples perspectivas: como actividad comunicativa con efectos potenciales sobre la política; intercambio de símbolos políticos; elemento potencial en la regulación de la conducta humana cuando esta se encuentra en una situación de conflicto; condición necesaria para la legitimación de las instituciones políticas frente a los ciudadanos; un fenómeno que involucra elementos tales como el poder, la ideología, los conflictos y los consensos, y finalmente, como un espacio más amplio que se reconoce en todo el extenso espectro de la actividad política (Vega, 2003).
Asimismo, se puede afirmar que se torna polémica porque la mayor parte de las veces los conceptos que la definen no dejan clara la estructura desde la que parte como acción política, la cual se piensa, indica, gestiona y realiza siempre desde un espacio organizacional institucionalizado2 con énfasis en los procesos electorales y la construcción de la opinión publicada, mediáticamente hablando, para la incidencia en la opinión pública3 si bien, como ya se ha ido delineando en estas líneas, va mucho más allá, pero esta condición casi no se reconoce y queda en un limbo, por demás conveniente para políticos y también empresarios que la producen y distribuyen.
2Más específicamente definidos como cuerpos normativos jurídicos-culturales compuestos por ideas, valores, creencias, leyes que determinan las formas de intercambio social que instituidos social y culturalmente le dan sentido a la existencia y funcionamiento organizacional y la transversaliza, lo que hace que en la literatura al uso se empleen indistintamente.
3Estado de la opinión colectiva construido socialmente en los espacios públicos mediada por diversos actores (líderes deopinión formales e informales, organizaciones/instituciones dela sociedad como los partidos políticos, las ONG, Fundaciones, centros de investigaciones sociales aplicadas, consultoras y los medios de información colectiva, entre los más importantes) devenida construcción conceptual muy polémica por sus grados de manipulación política y comercial.
Con esta perspectiva casi siempre saltan a la vista los medios de comunicación que, como instituciones públicas o privadas,4 cumplen una función casi siempre difusiva de contenidos y/o momentos del ejercicio político, esencialmente los electorales. Cabría preguntarse si son ellos los demandantes principales de tal forma de hacer comunicación, más allá de su papel en la producción-distribución (reproducción) de contenidos y acontecimientos políticos con diferentes formas expresivas y mayormente pensados para un gran público.
4Empresas cada vez más poderosas que incluyen la producción (Agencias-medios) y distribución (telecomunicaciones terrestres y satelitales)-medios.
De ahí que, en la literatura empleada en este campo, se le atribuya a la comunicación política un grado de esencialidad y transversalidad que no logra ser comprendida en toda su complejidad y constantemente primen sobre ella posturas muy difusionistas por el énfasis en lo público y mediático; instrumentales y voluntaristas, por considerarla un ejercicio de control y manipulación de los sujetos; pragmáticas y excesivamente triunfalistas por el decadente argumento que, no por tal condición, deja de repetirse en busca de un metadiscurso que a fuerza se haga creíble para las grandes mayorías, de que son eficientes5 y eficaces6 en la efectividad7 que se plantean lograr en la acción social.
5Costos mínimos en tiempo y recursos.
6Efectos a corto plazo.
7Impacto permanente.
Estudios rigurosos han mostrado que el “efecto” de la comunicación (para el caso la de contenido y fines políticos) se produce a través del control que llegue a ejercer sobre las representaciones sociales, lo cual equivale a decir que no deriva inmediatamente del “contenido” de lo que se informe [divulgue, promocione, propagandice], sino de los procesos de representación de la realidad que esa información pueda desencadenar en la conciencia de las personas, toda vez que entre la comunicación y la acción se interponen, todavía, las operaciones del conocimiento (Martín-Serrano, 1994).
Se impone, entonces, mencionar a la comunicación política como expresión especializada y desempeño profesional específico que acompaña a la práctica política en su relación con las ideologías y sus modos de intervenir en el control social a decir de Marx y Engels a lo largo de su obra.
En primer lugar, debe examinarse el proceso de producción de las ideas, opiniones y valores; cuáles son los Agentes y las instituciones sociales que tienen encomendadas estas tareas; en qué soportes se explicitan y a través de qué instrumentos se difunden; y quiénes son sus destinatarios. En segundo lugar, debe aclararse cómo las ideologías se interiorizan, es decir, hay que explicar los fenómenos de conciencia a nivel de sus funciones subjetivas. En tercer lugar, habría que explicar la conexión que se establece entre las creencias y los comportamientos (Martín-Serrano, 2011).
Con más actualidad aparecen definiciones que la sitúan como actividad y como área de estudios. Esta última, a su vez, la ubica bien como una disciplina de las ciencias políticas, como parte integrante de la política, bien como disciplina aplicada de las ciencias de la comunicación social, siempre asociada al ejercicio de la política. Ilustrativa de ello es la siguiente formulación:
La Comunicación Política desde el Proyecto Político (…) significa conocer aquello que, del universo de relaciones económicas y sociales de un modelo social, es valioso políticamente para ser convertido en acontecimientos, que incidirán de forma (positiva o no) en las personas y sus valores, creencias, intuiciones y pronósticos sobre su realidad social presente y futura (…) La Comunicación Política desde el Proyecto de Comunicación puede considerarse como un espacio de análisis estratégico que permite construir un diálogo entre actores políticos y actores sociales, a través de la concepción de ideas y el desarrollo de sus modelos de circulación (Rodríguez, 2002).
En busca de coherencia teórica, e independientemente de que varios autores del libro que aquí se introduce ofrecen definiciones de terceros y propias, esta prologuista concibe lacomunicación políticacomo esa forma expresiva especializada en el tratamiento de temas políticos desde las organizaciones que tienen esa atribución social; o sea, el ejercicio de la política mediante la coordinación y dirección política de la sociedad. Para el caso, serían los partidos políticos que deben sustentar su práctica política en una comunicación política que se objetive en prácticascomunicativas transmisivas, interactivas, interpretativas ycooperativas combinadas, estructuradas y gestionadas con intencionalidad, integración y proyección tanto en lo interno como lo externo. Estas prácticas pueden ser directas y mediáticas; en espacios físicos institucionalesy públicos; a través de medios tecnológicos tradicionales y digitales, con la ética exigida, parte central de la praxis liberadora, y el profesionalismo deontológico necesario que requiere la conducción-articulación-participación de los ciudadanos en la defensa de sus derechos e intereses sociales y la solución de las problemáticas que le son más acuciantes con compromiso y responsabilidad.
La función clave no es solo percibir e identificar problemas que afectan al conjunto de la sociedad, sino tematizarlos de forma convincente y persuasiva, presentar contribuciones y argumentaciones sobre ellos, de modotal que sean asumidos y procesados por el sistema político (Cunill, 1997).
Importante resulta un concepto decomunicación políticamás inclusivo. A saber, llevarse a cabo entre dirigentes y dirigidos, y entre los propios dirigidos de un Estado, entidad política o institución de una comunidad en general, en función de sus objetivos políticos. Darse mediante un intercambio de información más específica, estableciendo redes de reciprocidad e interrelación dialéctica entre emisores y receptores. Realizarse a través de distintos canales, y en su proceso de retroalimentación definir la unidad o disparidad existente entre los dirigentes y dirigidos, representantes y representados. Tener distintos efectos (reales o potenciales, a corto, mediano o largo plazo) los cuales cumplen los propósitos de las organizaciones políticas. Constituirse en el proceso a través del cual los sujetos (individuales o colectivos), interaccionan comunicativamente a través del intercambio de un tipo particular de información (mensajes) que circula dentro del sistema político, condicionando toda su actividad (desde la formulación de las demandas, hasta los procesos de conversión y toma de decisiones sobre estas por parte del sistema). Que signifique participación lo cual, a su vez, deviene referente último del proceso de formación de la cultura política (Sandoval, 2009).
Anchurosa cita que deriva importante en toda su extensión, pues evidencia lo lógico que resulta la recurrente alusión al ejercicio político, necesariamente sustentado en la democracia que, además de la carga normativa que posee en tanto derecho humano y ciudadano a la participación en la toma de decisiones que le conciernen, tiene como mediador imprescindible al proceso comunicativo.
Ello exige el constante ir y venir a la argumentación teórica como fundamento de la acción y forma de liberación, pues quien no media entre la teoría y la práctica queda inmerso en una suerte de teoricismo o, en contraste, en un activismo incapaz de reflexionar para introducir transformaciones sustanciales en el mundo de los sistemas, para el caso aquellos destinados al ejercicio de la política.
Tomada como referente la teoría de la acción social, donde la interacción se define tanto en actos ejecutivos, coactivos como actos expresivos, comunicativos de manera diferenciada, pero complementaria, se concibe como pertinente emplear esta lógica metodológica para distinguir entre un accionar concreto y la manera en que se manifiestan las expresiones para ese accionar.
Justamente en el lado de la práctica comunicativa sobre la política teorizable con reflexión analítica y crítica se sitúan los diez artículos que conforman el libro que aquí presentamos, y cuyo título deja bien explicitado: “Comunicación política: Aproximaciones teóricas”, coordinado por el investigador y profesor Elio Perera Pena del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) —condición que le apunta un gran mérito académico, en tanto no se sitúa en la más común de las caras que hoy muestra la comunicación política: la instrumental de recetario, del cómo hacerla bien en fin de los propósitos que persigue quién la paga, eso sí, muy bien.
Se ofrece un texto analítico que combina de manera sugerente artículos y ensayos teórico-conceptuales con casos de estudio ilustrativos de las diferentes variantes de comunicación política tanto en el plano internacional como el nacional. Todo ello con nivel de actualidad en la información y las referencias bibliográficas, lo cual le otorga un valor sustancial para los estudiosos del tema en particular, a la vez que también será de provecho para quienes deseen ampliar sus conocimientos y nivel cultural.
A continuación, una breve presentación de cada trabajo a modo de motivación para su lectura en profundidad.
El artículo “Aproximaciones teóricas al concepto de comunicación política” de la autora Ms. C. Jasely Fernández Garridorealiza primero un breve bosquejo por los orígenes del término comunicación política para luego ofrecer definiciones clásicas que la tipifican y sitúan mayormente en el escenario mediático, si bien la autora reconoce que no resulta el único donde tiene lugar. Por último, se centra en el escenario digital para explicar el comportamiento que tienen las plataformas sociotécnicas como Facebook, X y YouTube en la comunicación política tanto de los políticos como de los ciudadanos, con sus pros y contras de ambos lados. Interesante aquí resulta el empleo que la autora hace de la teoría de la Espiral del Silencio de la investigadora de la opinión pública alemana Noelle-Neumann para advertir comportamientos de los usuarios de estas plataformas en el ejercicio de su opinión política, si bien precisa que esta teoría es anterior al surgimiento y desarrollo del ciberespacio. Sin embargo, demuestra su capacidad aún de explicar comportamientos comunicacionales empíricos “nuevos”, pero con matrices comunes.
“Psicología social y comunicación política. Apuntes teóricos” del Ms. C. Elio Perera Penaes un prolijo ensayo teórico conceptual que en su primera parte ofrece una panorámica de diferentes definiciones sobre la comunicación política, así como las limitaciones que estas presentan por la indeterminación de su objeto, lo cual hereda de los dos polisémicos conceptos que la componen: comunicación y política, mismos que transpiran un tufillo mediático que limita mucho su amplio espectrode acción; a la vez que marcadas por una diversa manerade definir pautada por los grandes paradigmas de producción de conocimientos en las ciencias sociales y sus enfoques epistémicos resultantes que en palabras del autor “han seguido los autores para estudiarlo”.
De ahí la importancia del texto al rescatar, en su segunda parte, los aportes que hace a la definición de comunicación la comunicología posible8con su planteo de cinco dimensiones conceptuales para definir la comunicación: la difusión, la expresión, la interacción, la estructuración y la observación (Galindo, 2006); y las siete fuentes para su estudio, donde aparece la psicología social, referente importante para explicar la dimensión interactiva de la comunicación, condición que traslada a la comunicación política con todo el conjunto de dimensiones en que se desdobla (comunicación directa verbal y no verbal, entre otras). Todo ello apunta a su favor la ubicación de la comunicación en otros marcos de referencia y actuación, no tan mediáticos, pero por ello no menos importantes, al menos para un ejercicio concienzudo de la actividad política, evidentemente diversa y compleja como la comunicación que la objetiva. De agradecer estos pasos para desmitificar una originaria linealidad e instrumentalidad de la comunicación política, acentuada por la complicidad económico-simbólica de los medios de información colectiva-empresas que en esta forma de hacer comunicación obtiene enormes ganancias.
8Propuesta del Grupo GUCOM coordinado por el profesor e investigador mexicano Jesús Galindo (2001).
“Diplomacia pública y construcción de ambientes comunicacionales” es un ensayo teórico reflexivo de la Dr. C. Sunamis Fabelo Concepción, en el cual la autora aborda de manera sintética la conceptualización en torno a dos áreas de relaciones humanas y sociales: la diplomacia pública y los ambientes comunicacionales donde elproceso comunicativo es imprescindible por su carácter mediador a la vez que mediado, o sea, articulador/desarticulador de acciones puntuales y/o prácticas de mayor calado, condición que no siempre es conocida o tenida en consideración. Pero no se trata de cualquier proceso comunicativo; es aquel que además de contener temas políticos per se, acciona con el arte de hacer la política, o sea, con la conciencia, las acciones y las relaciones de sujetos individuales, grupales e institucionales, para el caso, en función de alcanzar, mantener y defender el poder simbólico y material que otorga el sistema internacional de cooperación y el conocimiento que se genera en esferas como la económica, la científica, la cultural, la educativa, la médica, y del desarrollo humano en general; bien particular, bien de grupos de interés, bien de Estado; en tiempos de interconexiones tecnológicas y sociotécnicas, a la vez de conflictos y desacuerdos que exigen de diálogos e intercambios asertivos. La autora también alerta sobre la importancia y peligros de estos temas cuando trascienden del ambiente especializado para moverse en lo ciudadano, lo que nos recuerda una frase comunicológica, la cual asevera que “Desde la política puede y debe activarse lo que en el público hay de pueblo, de sentido comunitario y solidario” (Martín, 2005).
“Comunicación política transmedia: El universo narrativo de Make America Great Again (MAGA) y las campañas presidenciales de Donald Trump” del Ms. C. Javier Gómez Sánchez es un artículo que se ubica en la intersección del ámbito mediático-digital con el interaccional-cultural que construye discursos multimodales, por tanto, de gran creatividad desde el universo de los emisores implicados y de mayor potencialidad de alcancepara sus consumidores-fan production-prosumidores;9para el caso que lo ocupa, objetivado en las campañas presidenciales de Donald Trump. Parecería un tema muy clásico de comunicación política por el soporte tecnológico, la temática de campaña electoral y los modos en que esta es tratada por lo que tiene de espectacularización de la política. No obstante, tiene un ingrediente muy actual: el empleo de nuevas narrativas que facilita Internet y la Web en sus diversas modalidades de interacción como canales y las diferentes plataformas sociotécnicas10
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