Cuba en la política exterior española: la construcción histórica de un consenso estratégico (1989-2004) - Raynier Pellón Azopardo - E-Book

Cuba en la política exterior española: la construcción histórica de un consenso estratégico (1989-2004) E-Book

Raynier Pellón Azopardo

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Este libro permite profundizar en los factores, económicos, políticos y socioculturales que incidieron en la política de España hacia la Revolución cubana, entre 1989 y 2004; también aporta las claves para entender el presente e identificar, basados en la trascendencia de los hechos históricos, los retos y potencialidades para el desarrollo de unas relaciones bilaterales estables, respetuosas y de mutuo beneficio, entre ambos pueblos. La política exterior de España, posterior al franquismo, es uno de los campos menos estudiado dentro del acontecer político de ese país. A ambos lados del Atlántico, además de los vacíos sobre períodos específicos, faltaba una investigación sobre la construcción de los consensos políticos referidos a la Revolución cubana entre 1989 y 2004. En los anexos y referencias utilizadas aparecen más de cien documentos, que enriquecen objetivamente el nivel de conocimientos existentes sobre el tema.

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Seitenzahl: 389

Veröffentlichungsjahr: 2024

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Edición y corrección: María de los Ángeles Navarro González

Diseño de cubierta: Jadier I. Martínez Rodríguez

Diseño interior, composición y conversión a ebook: Idalmis Valdés Herrera

 

 

© Raynier Pellón Azopardo, 2024

© Sobre la presente edición:

Ruth Casa Editorial, 2024

Centro de Investigaciones de Política Internacional, 2024

Todos los derechos reservados

 

 

ISBN: 9789962740599

 

 

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio, sin la autorización del Centro de Investigaciones de Política Internacional y de Ruth Casa Editorial. Todos los derechos de autor reservados en todos los idiomas. Derechos reservados conforme a la ley.

 

 

Ruth Casa Editorial

Calle 38 y Ave. Cuba,

Edif. Los Cristales, oficina no. 6

Apdo. 2235, zona 9A, Panamá

www.ruthtienda.com

www.ruthcasaeditorial.com

[email protected]

 

 

Centro de Investigaciones de Política Internacional

Avenida 3.a, n.o1805, entre 18 y 20, Miramar, Playa, La Habana, Cuba

Código Postal 11300

[email protected]

www.cipi.cu

 

Índice de contenido
Sinopsis
Datos de autor
Prólogo
Introducción
Capítulo I
Claves en la conformación de política exterior y génesis de un consenso estratégico hacia la Revolución cubana (1975-1988). Un antecedente necesario
1.1 Consensos y bases hacia una nueva política exterior en España (1975-1988)
1.2 La política de los Gobiernos centristas hacia Cuba (1976-1982)
1.3 Cuba en política exterior del PSOE (1982-1988)
Capítulo II
Del diálogo constructivo a las presiones unilaterales: impactos en la política de España hacia Cuba (1989-1996)
2.1 Cuba en el marco de las líneas maestras, principios y prioridades de la política exterior española (1989-1996)
2.2 La presencia económica de España en Cuba: ¿pilar de un consenso estratégico?
2.3 De la concertación a los condicionamientos unilaterales: evaluando sus resultados
2.4 Potencialidades y retos de una relación descentralizada
Capítulo III
La política de José María Aznar hacia Cuba: entre la continuidad y la ruptura de los consensos (1996-2004)
3.1 Líneas maestras, principios y prioridades durante la política exterior de José María Aznar: sus modulaciones y política hacia Cuba
3.2 La política económica de España hacia Cuba: entre los cambios y la continuidad (1996-2004)
3.3 Los consensos básicos referidos a Cuba, las presiones político-diplomáticas del PP y el preludio de un fracaso anunciado
3.4 Relaciones descentralizadas y su impacto en el desarrollo de vínculos estables con Cuba
Conclusiones
Bibliografía
Fuentes documentales
Fuentes bibliográficas
Fuentes periódicas
Fuentes electrónicas
Fuentes orales (entrevistas)
Fuentes inéditas
ANEXOS
Anexo I
Anexo II
Anexo III
Anexo IV
Anexo V
Anexo VI
Anexo VII
Anexo VIII
Anexo IX
Anexo X
Anexo XI
Anexo XII
Anexo XIII
Anexo XIV
Anexo XV
Anexo XVI
Anexo XVII
Anexo XVIII
Anexo XIX
Anexo XX
Anexo XXI
Anexo XXII
Anexo XXIII
Anexo XXIV
Anexo XXV
Anexo XXVI
Anexo XXVII
Anexo XXVIII
Anexo XXIX
Anexo XXX
Anexo XXXI
Anexo XXXII
Anexo XXXIII
Anexo XXXIV
Anexo XXXV
Anexo XXXVI
Anexo XXXVII
Anexo XXXVIII
Anexo XXXIX

Sinopsis

La política exterior de España, posterior al franquismo, es uno de los campos menos estudiado dentro del acontecer político de ese país. A ambos lados del Atlántico, además de los vacíos sobre períodos específicos, faltaba una investigación sobre la construcción de los consensos políticos referidos a la Revolución cubana entre 1989 y 2004.

La construcción de un consenso básico y estratégico referido a la Revolución cubana no se desarrolló de manera lineal, o se manifestó a través de un acuerdo expreso que formalizaran los principales partidos del Estado español. Este fue un proceso complejo, permeado de contradicciones y momentos de retrocesos que fueron inherentes al desarrollo de la política exterior española y a la influencia de actores internacionales que incidieron en su evolución. En las relaciones hispano-cubanas también mediaron, inexorablemente, siglos de entrelazamiento entre ambas naciones, existiendo una clara interrelación entre la dimensión gubernamental de la política española, y las relaciones económicas, socioculturales y familiares que se desarrollaban de manera descentralizadas. Como resultado, la práctica sociohistórica refleja la paulatina construcción de un consenso tácito y el predominio de objetivos estratégicos y de largo plazo, que se expresaron en la política de España hacia la Revolución cubana, entre 1989 y 2004. El Estado cubano también fue un actor proactivo, capaz de facilitar la construcción de los consensos políticos y de motivar o ralentizar ciertas dinámicas sociopolíticas y económicas bilaterales, en favor de la soberanía nacional y el desarrollo de un sistema socialista autónomo y con características propias.

En los anexos y referencias utilizadas en este libro aparecen más de cien documentos, inéditos en su mayoría, que enriquecen objetivamente el nivel de conocimientos existentes sobre el tema. Las entrevistas ofrecidas por un grupo de funcionarios y académicos —cubanos y españoles— con una incidencia directa en las políticas bilaterales o en los análisis sobre el objeto de estudio, además de corroborar la importancia de la obra que hoy presentamos, también permitieron un uso óptimo de las técnicas que nos ofrece la historia, como ciencia, para arribar a conclusiones objetivas. Este libro nos permite profundizar en los factores, económicos, políticos y socioculturales que incidieron en la política de España hacia la Revolución cubana, entre 1989 y 2004, pero también nos aporta las claves para entender el presente e identificar, basados en la trascendencia de los hechos históricos, los retos y potencialidades para el desarrollo de unas relaciones bilaterales estables, respetuosas y de mutuo beneficio, entre ambos pueblos.

Datos de autor

Raynier Pellón Azopardo (La Habana, 1980). Doctor en Ciencias Históricas (2023), máster en Historia Contemporánea (mención en Estudios Europeos, 2009) y licenciado en Historia (Título de Oro, 2006) por la Universidad de La Habana (UH). Investigador y profesor auxiliar, jefe del Departamento de Asuntos Globales y Regionales en el Centro de Estudios Europeos (La Habana, 2009-2010). Miembro de la Cátedra Jean Monnet de la UH (2015-2018), del Foro Europa-Cuba, Jean Monnet Network (2019-hasta la fecha) y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Cubana de Economía Internacional. En el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) es jefe de proyecto, coordinador del Informe Escenarios de Política Internacional Europa, miembro del Consejo Científico y del Consejo Asesor de la revista científica Cuadernos de Nuestra América. Ponente en eventos académicos nacionales e internacionales. Profesor de Teoría Sociopolítica (Facultad de Filosofía, Historia y Sociología, UH, 2009-2010) y de Escenarios Europa en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García (ISRI) (2022-2023). Ha impartido conferencias sobre el panorama económico, político e institucional de la Unión Europea en diversos postgrados que se ofrecen en el Colegio de Defensa Nacional de Cuba y el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha publicado en revistas científicas de varios países. Coordinador y coautor en los libros Cuba y la Unión Europea. Cooperación Interregional e inserción Global (CIDOB-Foro Europa Cuba, 2022) y Operación Militar Especial en Ucrania: impactos políticos y militares en Rusia. Reflejo en la situación regional e internacional (Ruth Casa Editorial, 2023).

A mis hijos David y Diego, fuentes inagotables de inspiración y alegrías.

A mis padres, esta también es su obra.

A mi tía bella, cuyo apoyo y amor no tienen fronteras.

A los hermanos que me regaló la vida.

A Evelio Díaz Lezcano, por la orientación oportuna y siempre convocarme a una nueva meta.

A Isabel Allende Karam, cuyo testimonio y colaboración fueron esenciales en esta investigación.

A mis profesores, colegas y amigos.

A todos ustedes, por su apoyo incondicional e incluso anónimo, dedico esta obra.

Prólogo

Tuve el enorme privilegio de acompañar nuevamente, al aún joven y talentoso Raynier Pellón Azopardo —destacado investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) del Ministerio de Relaciones Internacionales (Minrex)—, en esta ocasión, en el complejo y riguroso proceso para la obtención de su Doctorado en Ciencias Históricas; pude aquilatar entonces, en mayor medida, su seriedad, laboriosidad y perseverancia, cualidades que le permitieron vencer todas las dificultades que debió enfrentar, las propias de un ejercicio de esta naturaleza y otras derivadas del casi total desconocimiento de algunos sobre el contenido de ciertos importantes aspectos de su tema de investigación. Aquel largo, paciente y sostenido esfuerzo, a la postre, le brindó a Raynier la posibilidad de regalarnos a todos este excelente libro.

Desde luego, no se llega a un resultado de tal envergadura sin la vasta experiencia y los logros alcanzados por el autor desde su época estudiantil. Graduado de historiador con título de oro en 2006 y tres años después de máster en Historia Contemporánea, ha realizado una encomiable labor como investigador del CIPI, tarea que ha alternado con la de profesor de pre y posgrado en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales Raúl Roa García (ISRI), la Universidad de La Habana (UH) y otras instituciones. La sólida formación adquirida por Raynier se refleja en su numerosa participación y resultados en importantes eventos científicos nacionales e internacionales, así como en su notable trabajo de publicaciones, que incluye numerosos artículos en prestigiosas revistas nacionales y extranjeras y varios libros en coautoría y propios sobre diferentes temas de la problemática internacional.

Considero que estamos en presencia de un valioso texto. Aquí se aborda con gran rigor científico y al mismo tiempo con un discurso expositivo claro, ameno y fluido, la importante y muy compleja problemática de las relaciones entre España y Cuba, en el período 1989-2004, aportando una visión pionera en nuestro medio, muy alejada de la que nos ofrecen, en la mayoría de los casos, las ciencias sociales españolas y las de otros centros de poder. El libro llena un vacío historiográfico en Cuba y seguramente también en otros países y será de extraordinario valor para varias disciplinas universitarias, en particular historia y ciencias políticas, así como para los investigadores de esta u otras temáticas afines y para el público en general, que estoy seguro mucho lo agradecerá.

Debo advertir a los lectores que las siguientes palabras no tienen el propósito de recorrer todo o una parte considerable del texto con observaciones y valoraciones. Ustedes coincidirán conmigo en que no es necesario hacerlo debido a la indiscutible calidad del trabajo. Para cumplir mi tarea, solo pretendo realizar unos pocos comentarios y/o sugerencias, que espero sean útiles, sobre aspectos que me parecen sumamente interesantes y que seguro llamaran la atención de muchos, incluidos los que se consideran más cercanos al tema.

Sugiero a los futuros lectores detenerse en el primer capítulo de la obra, que abarca el proceso vivido por España y su política exterior durante el período de transición del franquismo a la democracia, dominado por los llamados Gobiernos centristas (1976-1982), que reanimaron, en cierta medida, la política hacia Cuba. También se abordan aquí los primeros Gobiernos del PSOE (1982-1988), encabezados por Felipe González, que pusieron su acento en la europeización del país, la incorporación a la Comunidad Económica Europea, pero al mismo tiempo desarrollaron sus vínculos con América Latina, incluyendo a Cuba. El conocimiento de este relativamente prolongado proceso, resumido de manera excelente y valorado por el autor, resulta un antecedente imprescindible para entender la problemática que se aborda en el resto del libro.

Otro asunto, muy bien tratado en el texto y sobre el cual llamo la atención de los lectores, es el relativo al papel del derrumbe del campo socialista en la política de España hacia Cuba y el consenso entre ambos partidos, como ocurre en lo fundamental cuando se trata de la Isla. Felipe González consideraba que Cuba seguiría el mismo camino de los países socialistas europeos y en consecuencia diseñó una política que incrementó los contactos políticos y las relaciones económicas y de colaboración, con la esperanza de que el Gobierno cubano respondiera con claros gestos en función de sus objetivos de lograr finalmente una transición hacia una democracia representativa y su correspondiente economía de mercado. Las autoridades españolas actuaban con la seguridad que les confería su experiencia como asesores en la transición hacia el capitalismo en Rusia y en algunos otros países de Europa Oriental.

Entre las acciones desplegadas por España como un supuesto gesto positivo respecto a Cuba, a principios de los años noventa, hay que destacar, por las expectativas que promovió acerca de cierto nivel de autonomía española y sus posibles resultados, la inclusión de la Isla en el proceso de las Cumbres Iberoamericanas, que tuvo su estreno en julio de 1991, en Guadalajara, México, donde incluso se acordó, en clara alusión a nuestro país, el respeto a la autodeterminación de los pueblos para elegir su propio régimen político. Pero casi al mismo tiempo se incrementaron las exhortaciones de Felipe González y de otros funcionarios para que Cuba emprendiera reformas rápidas y efectivas con la asesoría española. Como mecanismo de presión se redujeron algunos contactos y planes de colaboración y se llegó a utilizar una planificada visita del rey al país, que quedaría condicionada a la realización de importantes reformas democráticas en la vida política y económica. Sugiero a los lectores que profundicen en la valiosa información y los acertados juicios del autor sobre estos temas.

La misma sugerencia es válida en relación con la, en su tiempo muy divulgada crisis de las embajadas, acontecimiento que tuvo lugar a principios de la década de los noventa, cuando la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana alentaba una campaña de entrada ilegal de ciudadanos cubanos a las sedes diplomáticas con el fin de promover el desprestigio internacional de Cuba y su condena en la Comisión de Derechos Humanos. España estuvo muy involucrada en aquellos acontecimientos, que pusieron en serio peligro los vínculos oficiales entre ambos países y eliminaron temporalmente la aplicación de varios convenios de colaboración. La fabricada crisis de las embajadas demostró la vulnerabilidad de una pretendida autonomía de la política internacional de España y su sintonía con Washington, ya fuera con el Partido Socialista Obrero español (PSOE) o con el Partido Popular (PP).

Otro asunto que me parece interesante destacar por su resonancia y porque fue el reflejo de la posición más agresiva del PP desde su primer mandato estuvo referido a la decisión de Cuba de no conceder el beneplácito al señor José Coderch, como embajador designado por el gobierno de José María Aznar, en noviembre de 1996. El futuro embajador, contradiciendo las reglas más elementales de la diplomacia, se había pronunciado públicamente contra el Gobierno de la Isla. En general, las fuerzas políticas españolas criticaron la decisión cubana, pero en muchos casos dejaron claro que ello era el resultado de la agresividad de Aznar en correspondencia con su postura atlantista. Una parte considerable de la opinión pública, incluso de simpatizantes del PP, calificó el incidente como un hecho lamentable para ambas partes y favoreció la moderación y la continuación de la colaboración con Cuba. Este fue el caso, por ejemplo, de Manuel Fraga, líder histórico del PP y jefe de la Comunidad de Galicia.

Aznar pretendió presentar la famosa Posición Común, propuesta por España y aprobada finalmente por la UE el 2 de diciembre de 1996, luego desuavizar su contenido, como un gesto de apoyo comunitario por el asunto deCoderch, pero con ello solo logró el aislamiento al convertirse en el único país de la Unión Europea (UE) sin embajador en Cuba durante un cierto tiempo. La mayoría de los países de la UE, que se negaron al rompimiento auspiciado por Aznar, mantuvieron sus vínculos con la Isla y en muchos casos la actividad económica y comercial, aunque insistiendo, para mayores propósitos, en el objetivo de estimular un proceso de transición hacia una democracia liberal, economía de mercado y el respeto a los derechos humanos desde un doble rasero.

Otro asunto excelentemente tratado por el autor y que estoy seguro será de mucho interés es el referido a las sanciones aprobadas por la UE bajo la presidencia española, en junio del 2003, lo que interrumpió el diálogo político entre Cuba y la UE durante más de una década. Las sanciones fueron motivadas por el afán de intervenir en los asuntos internos y de promover cambios políticos y económicos en la Isla. La rápida respuesta de las autoridades cubanas fue la renuncia a la cooperación con la UE, al mismo tiempo que negaron a las misiones diplomáticas de los países miembros de la agrupación comunitaria el acceso a todos los niveles del Estado, el Gobierno y las organizaciones políticas y de masas. La actividad oficial de las embajadas de dichos Estados quedó reducida a los asuntos consulares. Dichas sedes fueron utilizadas para incrementar sus vínculos con las llamadas organizaciones opositoras.

El autor nos llama la atención, con mucha razón, sobre el hecho de que el Gobierno cubano siempre promovió la colaboración con múltiples organizaciones no gubernamentales europeas, así como con el amplio movimiento de solidaridad con la Isla. El libro hace particular hincapié en las relaciones de Cuba con las comunidades españolas, que fueron alcanzando un notable crecimiento en su autonomía y en múltiples casos mantuvieron importantes intercambios con nuestro país, pese a la política hostil del Gobierno central. Me parece justo el reconocimiento, en este sentido, del papel catalizador desempeñado en muchas ocasiones por los empresarios españoles radicados en la Isla.

No puedo terminar estas breves palabras sin referirme a la extensa cantidad y variedad de fuentes utilizadas en la investigación que dio origen a este valioso libro. Es algo que me ha sorprendido a pesar de mi larga experiencia en estos menesteres. El autor maneja, de forma muy adecuada, las fuentes documentales, bibliográficas, publicísticas y la entrevista. La paciente y meticulosa labor de las entrevistas abarcó un numeroso grupo de personas relacionadas con el tema, entre las que encontramos embajadores y otros cargos diplomáticos, funcionarios políticos, profesores y especialistas de relaciones internacionales. Tampoco puedo dejar de mencionar la inclusión de una numerosa cantidad de anexos, la mayoría documentos, que complementan y enriquecen el texto.

Quiero decir, ahora sí por último, que el doctor Raynier Pellón Azopardo ha mostrado con el libro que pone ahora a nuestra disposición, una incuestionable madurez como investigador. Felicito a este apreciado amigo, convertido ya en un verdadero especialista, sin duda alguna, el más importante del país, sobre un tema apenas trabajado tanto por la historia como por las ciencias políticas, a pesar de su importancia, sobre todo, para comprender en toda su complejidad las relaciones entre España y Cuba.

 

Dr. C. Evelio Díaz Lezcano,

Doctor en Ciencias Históricas,

profesor titular, consultante y emérito

de la Universidad de La Habana

Introducción

La política exterior de España, posterior al franquismo, es uno de los campos menos estudiado dentro del acontecer político de ese país.1A ambos lados del Atlántico además de los vacíos sobre períodos específicos, faltaba una investigación que se centrara en la construcción de los consensos políticos referidos a la Revolución cubana entre 1989 y 2004. En el entorno de las relaciones hispano-cubanas este ha sido un tópico de interés, que por despertar evidentes pasiones ha quedado relegado ante enfoques politizados, y un mayor énfasis en las diferencias tácticas de los Gobiernos españoles hacia Cuba.

La paulatina construcción de los consensos no se manifestó a través de un acuerdo expreso, formalizado por los principales partidos del Estado español. Los consensos referidos a la Revolución cubana se exteriorizaron a través de un acuerdo tácito, determinado por las líneas maestras, prioridades y principios básicos de la política exterior española, y cuya manifestación fundamental entre 1989 y 2004 fue la promoción de una transición política en Cuba, basada en los valores de la democracia liberal y la economía de mercado. Adentrarse con precisión en el estudio de la política hacia Cuba, y de las diferentes tácticas que aplicaron los Gobiernos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y del Partido Popular (PP), también implica demostrar la existencia de un amplio consenso en un número importante de áreas, cuya construcción solo puede apreciarse en la práctica sociohistórica.

La aproximación más importante a este tema se puede encontrar en un informe elaborado por los politólogos y especialistas en relaciones internacionales Jorge Domínguez y Susanne Gratius en 2006: La política española ante la Cuba del futuro.2 Aunque no se trata de un artículo científico, sino de las conclusiones a las que arribaron los expertos luego de tres reuniones a puerta cerrada con una representación de las principales fuerzas españolas, el documento expone un balance interdisciplinario e interpartidista sobre la política exterior de España hacia Cuba. En las conclusiones también se consideraron los criterios de reconocidos especialistas como Francisco Aldecoa, Celestino del Arenal, Francesc Bayo, Christian Freres, y entre los políticos, el economista y socialdemócrata Carlos Solchaga, que resaltó por su condición de asesor para las reformas económicas cubanas entre 1993 y 1994. Los autores no se propusieron demostrar las tesis planteadas, pero concluyeron que en la política de España hacia Cuba predominaban los consensos sobre los disensos.

La obra de Celestino del Arenal, Política exterior de España y relaciones con América Latina.Iberoamericanidad, europeización y atlantismo, también resultó un referente importante para el desarrollo de esta investigación, en tanto aportó un enfoque integral, con énfasis en los factores que incidieron en la construcción de los consensos en la política exterior de España, sus rupturas y evolución.3

Aunque autoridades cubanas y actores foráneos de diversa naturaleza ideológica han referido la existencia de un consenso estratégico en la política de España hacia Cuba, no se ha realizado hasta la fecha un estudio cuyo tema se enfoque en la construcción histórica de tales consensos, sus causas y manifestaciones. ¿De qué forma las líneas maestras, prioridades y principios de la política exterior española determinaron la construcción de un consenso básico y estratégico referido a Cuba? ¿Cuáles fueron las manifestaciones objetivas del consenso? ¿Qué coyunturas, actores y variables propiciaron u obstaculizaron los consensos referidos a la Revolución cubana, entre 1989 y 2004? Estas son algunas de las interrogantes sin responder sobre el tema que demuestran la importancia y novedad de incursionar en esta arista postergada de la política exterior española.

La definición de líneas maestras, prioridades y principios en la política exterior de España determinó la paulatina construcción de un consenso básico y estratégico referido a la Revolución cubana, cuya manifestación fundamental entre 1989 y 2004 fue la promoción de una transición política en Cuba. Las diferentes tácticas empleadas por los Gobiernos españoles también dependieron, en lo esencial, de cambios en la correlación de fuerzas externas e internas, de la influencia de grupos decisores dentro de la Unión Europea (UE), y los Estados Unidos (EE. UU.), del propio rejuego político e ideológico entre los principales partidos españoles; así como, de las posiciones proactivas del Gobierno cubano, de la comunidad iberoamericana y de la propia sociedad española.

A estos argumentos se suma la significación práctica que tiene una investigación de este tipo en el contexto cubano actual. Hoy se aprecian importantes potencialidades y retos para el desarrollo de las relaciones bilaterales. España sigue desempeñando un papel importante para la inserción internacional cubana, y entre los miembros de la UE conjuga como ningún otro actor el mayor entramado de relaciones económicas, políticas y sociales con la Isla. Diversos actores occidentales perciben en la actualización del modelo cubano existente, un escenario favorable para promover la pretendida transición, e intensifican la polarización y el pretérito debate sobre los instrumentos que resultarían más eficaces para el cumplimiento de tal objetivo.

Ante el escenario descrito, con esta investigación se procura llenar un vacío en la historiografía y realizar un aporte científico con el objetivo principal de demostrar la construcción histórica de un consenso básico y estratégico en la política de España hacia Cuba, sus casusas y manifestaciones fundamentales. Un estudio que nos permite profundizar en los factores económicos, políticos y socioculturales que incidieron en la política exterior de la Moncloa hacia la Isla, pero también nos aporta las claves para entender el presente y prever, basados en la trascendencia de los hechos históricos, las posibles amenazas y también el potencial para consolidar una relación bilateral respetuosa, estable, y de mutuo beneficio entre ambos países.

Para abordar el objeto de investigación consideramos, como antecedentes necesarios, aquellos procesos que influyeron en la definición de las líneas maestras, prioridades y principios de la política exterior española, entre 1975 y 1988. La recomposición del consenso en política exterior estuvo marcada por el inicio de la transición española en 1975 y no alcanzó su punto culminante hasta 1988, luego del Convenio de Defensa con EE. UU.4 Para abordar la construcción de los consensos referidos a Cuba se estudiaron las políticas de sucesivos Gobiernos hacia la Isla en este período, pasando por los ejecutivos de Unión de Centro Democrático (UCD) y los del PSOE, sin desconocer aquellos elementos de continuidad que se aprecian en esta etapa, pero que provienen del franquismo.

Finalmente nos centramos en la construcción de los consensos referidos a Cuba, entre 1989 y 2004. Esta etapa estaría delimitada en sus inicios por el derrumbe del socialismo europeo y la implicación de la política exterior española en una lógica transicional que compartieron los gobiernos de Felipe González y José María Aznar en su relación con Cuba, para cerrar en 2004 con el retorno del PSOE al poder. Entre 1989 y 2004 gobernaron las únicas fuerzas con capacidad de alternarse en el poder español hasta la fecha, lo cual nos permite profundizar en los factores, económicos, políticos y socioculturales que incidieron en la política exterior de España hacia Cuba en ese período, pero también nos aporta las claves para entender el presente, y prever en cierta medida la política española hacia la Cuba del futuro.

Para el estudio de este tema se han empleado los métodos de investigación histórico-lógico, de utilidad para estudiar la trayectoria, fenómenos y acontecimientos reales de la política española hacia Cuba, e investigar las esencias de su evolución entre 1989 y 2004, vista en su interacción con los factores económicos, políticos y sociales que la condicionaron; por otra parte, la metodología de análisis documental resultó clave para seleccionar, analizar y comentar con rigor científico y claridad los textos históricos utilizados. En la valiosa relación de anexos que se encuentran en esta obra, pueden clasificarse por su naturaleza temática varios textos jurídicos, como los tratados y acuerdos internacionales referenciados, textos circunstanciales o narrativos, como los discursos, las declaraciones, resoluciones, informes económicos y sociales, o textos historiográficos, entre otros. Resultó de utilidad fijar las circunstancias espacio-temporales, finalidad pública o privada y el contexto determinado que se relacionaba con tales documentos; así como, la identidad, ideología y personalidad concreta de diversos autores.

Entre las técnicas utilizadas fue de suma importancia el empleo de las entrevistas, para lo cual se llevó a efecto una necesaria selección de la muestra —los informantes— atendiendo a las funciones y vínculos de estos con la política de España y la cubana; o entre los especialistas de ambos países que han tenido una importante aproximación al objeto de investigación. El fichaje bibliográfico, el análisis de contenido y uso de fuentes periódicas o bibliográficas nos permitió una confrontación de los testimonios y un mejor análisis de las informaciones. Uno de los méritos que distingue al libro radica en ofrecer diversas perspectivas analíticas, criterios de expertos y funcionarios, cubanos y españoles, cuyas aproximaciones al tema van desde la convergencia hasta la divergencia, garantizando la pluralidad de criterios requeridos para arribar a conclusiones contrastadas y científicas.

Consecuentemente, la posibilidad de entrevistar a un grupo de actores, cubanos y españoles, con una incidencia directa en las políticas bilaterales, o en los análisis sobre el objeto de estudio, permitió alcanzar un balance equilibrado entre las distintas percepciones, y explotar al máximo los instrumentos que nos ofrece la historia, como ciencia, para arribar a conclusiones objetivas. Entre las fuentes orales consultadas figuró Isabel Allende Karam, quien fuera viceministra de Relaciones Exteriores cubana y embajadora ante el Reino de España, Rosario Navas, exembajadora cubana ante el Reino de España, José Luis Rodríguez, exministro de Economía y Finanzas en Cuba, Xulio Fontecha presidente de la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba, Rafael Reig, antiguo ministro consejero de España en La Habana, Elena Valenciano, europarlamentaria española,5 Ramón Jáuregui, europarlamentario;6 entre los académicos destacan las entrevistas realizadas a Joaquín Roy (Universidad de Miami); Jorge Domínguez (Universidad de Harvard); Susanne Gratius (Universidad Autónoma de Madrid); Carlos Malamud (Real Instituto Elcano de España) y Eduardo Perera (prestigioso académico cubano residente en España).

A los efectos de esta investigación también se requirió destacar un grupo esencial de categorías conceptuales y términos: consenso, transición política, política exterior, conformación de política exterior, correlación internacional de fuerzas, y globalización neoliberal.

Desde la teoría política, la experta mexicana Yolanda Meyenberg Leycegui, en su obra “Cuatro esbozos teóricos para pensar en el consenso”, destaca: “consenso es por definición un acuerdo entre los miembros de una comunidad social. Se refiere a principios, valores y normas; objetivos de la comunidad y los medios para lograrlos; las metas del sistema político y sus métodos para alcanzarlas; la selección de líderes; la representación de intereses, y a los procedimientos que implica la toma de decisiones”.7

En síntesis, Meyenberg Leycegui explica las teorías políticas y sociales que han incorporado el consenso a su estructura explicativa, las cuales pueden agruparse en cuatro grandes perspectivas: la primera se concentra en torno al consenso como un sistema de valores, una segunda aproximación asocia consenso y hegemonía para explicar la forma que asume la dominación en el capitalismo avanzado, al canalizar el conflicto de clase dentro de las normas y formas de representación establecidas,8 el estudio de la legitimidad lleva al tercer planteamiento donde se elabora una crítica a las consecuencias generadas por la imposición del orden democrático-burgués y una evaluación de las crisis políticas en el capitalismo avanzado, mientras que el análisis clásico del consenso a partir de los arreglos institucionales que los gobiernos, por consentimiento, han generado, para incorporar los diversos intereses de sus representados, determina la cuarta forma de análisis en las teorías liberales o del consenso representativo.9

Desde la historia de la filosofía, resulta igualmente valioso el estudio del experto italiano Luca Mori,10en la medida en que relaciona y ayuda a distinguir una gran variedad de procesos y condiciones, comprendiendo el concepto deconsensoen su multidimensionalidad: más que como concepto, comomatriz conceptual en cuyo interior se articulan conceptos distintos que pueden llegar a incluir, variantes “meta-” del concepto, como sugieren Dryzek yNiemeyer,11quienes añaden a consenso normativo (relativo a normas), el epistémico, relativo a las creencias acerca del impacto de una dirección política, un meta consenso normativo, que tiene que ver con lo admisible en el debate o la legitimidad de los diversos valores antagónicos; o un meta consenso epistémico, que tiene que ver con la credibilidad de las creencias antagónicas o su relevancia.12

Referido al consenso en materia de política exterior aparece la definición del reconocido politólogo español Celestino del Arenal, la cual asumimos en nuestro estudio como el referente de mayor utilidad para desarrollar el tema de esta tesis.13Consenso, por definición son los acuerdos entre los principales partidos políticos de un Estado en cuanto a las líneas maestras, prioridades y principios básicos que deben definir la política exterior de ese Estado, lo que supone que el consenso se centra en los objetivos estratégicos y no abarca los desarrollos y despliegues concretos, bilaterales y multilaterales, y la articulación práctica de estos, lo cual responde a los planteamientos políticos e ideológicos y al proyecto de gobierno específico del partido en el poder. Este acuerdo básico puede manifestarse de diferentes formas. Puede ser expreso, loque sucede cuando ha sido formalizado de forma manifiesta entre los principales partidos políticos, o tácito, que tiene lugar cuando existe un entendimiento no formalizado entre esos partidos. El alcance del acuerdo sobre los valores que lo inspiran puede ser decisivo, al punto de que un cambio significativo en dichos principios y valores, puede suponer una ruptura con el modelo de política exterior. El consenso tiene, en este sentido, una importante dimensión normativa.14

Operacionalmente asumimos la definición de Celestino del Arenal para destacar el consenso tácito que se construyó entre las fuerzas del PSOE y del PP referido a la Revolución cubana, delimitado por las líneas maestras, prioridades y principios básicos de la política exterior española, y cuya expresión fundamental fue el objetivo estratégico de promover, a partir de tácticas diferenciadas, una transición política en Cuba, basada en los valores de la democracia liberal y la economía de mercado, entre 1989 y 2004.

En el texto La teoría de la transición: un análisis conceptual, de los expertos Abraham Sánchez Ruiz y Juan Antonio Taguenca Belmonte, se expone como definición de transición política:

El intervalo que se extiende entre un régimen/sistema político y otro, siendo su principal característica el hecho de que, durante la transición, las reglas jurídico-políticas del juego político no están plenamente definidas, incluso se hallan en flujo permanente y, por lo general, son objeto de una ardua contienda a efectos de establecer los espacios y procedimientos cuya configuración determinará los recursos que legítimamente pueden aplicarse en la arena política y los actores a los que se permitirá participar en ella.15

Consideramos de particular utilidad en este análisis los estudios del destacado politólogo cubano Jorge Hernández,16 cuando refiere que la transición, vista desde la cubanología y las ciencias políticas estadounidenses, tiene como premisa el abandono del socialismo y la caída del Gobierno cubano, en ello distingue al menos dos enfoques básicos: el que parte del supuesto colapso abrupto del sistema socialista cubano, y el que considera un proceso paulatino e inexorable, hacia la desnaturalización y transformación del socialismo.17

En el campo teórico también suscribimos los aportes de la reconocida profesora Thalía Fung,18 cuando propone un recordatorio del concepto período de transición en la literatura marxista, frente al auge que tuvo la llamada “transición democrática” o “transición hacia el capitalismo”, desde comienzos de los años noventa.19 La autora suscribe que en el período de transición al socialismo coexisten dos formaciones económico-sociales en lucha, cada una de ellas se plantea la interrogante de: ¿Quién vence a quién? El abordaje de la reversibilidad o irreversibilidad se refiere a las formas y a la esencia del proceso, es decir, a la lucha o no por una sociedad nueva, donde las reformas no se conciben como una regresión o abandono de posiciones marxistas-leninistas, sino como un elemento imprescindible en la transición al socialismo.20 Considerando las referencias mencionadas, asumimos la definición operacional de “transición política”, para referirnos al objetivo estratégico de la política española hacia Cuba, entre 1989 y 2004, y a la construcción de un consenso político tácito en torno a este, cuya finalidad fue promover una regresión al capitalismo, al desestimar al sistema cubano como una vía legítima y democrática para alcanzar el desarrollo, e ignorar criterios, evolución histórica y cultural de la nación. A los efectos de esta obra, las reformas o políticas implementadas en Cuba a partir de 1989, de manera autónoma o como resultado de la concertación en el entorno hispano-cubano, se perciben como elementos imprescindibles en la transición hacia un socialismo con características propias, y no como una regresión sistémica o abandono de los principios esenciales del sistema político cubano.

Para definir el concepto de política exterior resultó esencial estudiar la crítica científica que realizó el prominente politólogo y especialista en relaciones internacionales de formación marxista, Roberto González, de toda una escuela de pensamiento en política internacional, y que tiene como exponente contemporáneo fundamental al profesor germano-estadounidense Hans Morgenthau. El experto cubano destacó que el punto de partida para una efectiva teoría de la política exterior es considerar a la estructura social de un Estado, como el factor que determina en última instancia la naturaleza de la acción del Estado en todos los planos, ante lo cual, define política exterior como la actividad de un Estado en sus relaciones con otros Estados, en el plano internacional, buscando la realización de los objetivos exteriores que determinan los intereses de la clase dominante en un momento o período determinado. En contraposición con las tesis de Morgenthau, el experto González Gómez agrega que no existe el interés nacional en general, porque en una nación dividida en clases sociales antagónicas, es la clase económica y políticamente dominante, quien define en un momento históricamente determinado, los fines, objetivos e intereses más vitales.21

Coherentemente se entiende conformación de política exterior como el complejo patrón de interacciones entre organizaciones, mecanismos e instituciones del sistema político, que dan origen a decisiones y líneas de acción específicas, tomando en cuenta las orientaciones y objetivos del Estado. Este proceso refleja la esencia y naturaleza del Estado, en el cual se evidencian las ideas y concepciones de las clases que ostentan el poder político del país en cuestión y la interrelación existente con otras clases de la sociedad. En la investigación, al utilizar este concepto, nos enfocamos específicamente en el proceso de conformación de la política española hacia Cuba entre 1989 y 2004.22

La correlación internacional de fuerzas se entiende como la relación recíproca en que se encuentran las fuerzas con presencia en la escena internacional, ante todo, las fuerzas de los Estados. Es un concepto que se atiene a la distribución de las fuerzas y su configuración en el plano internacional, que compara entre sí los poderíos respectivos de los Estados. De ese análisis resulta la jerarquía de estos según su poderío efectivo, en potencias grandes, medianas, y pequeñas potencias, o si se quiere, potencias mundiales, potencias regionales y Estados de significación e influencia local, según la reconocida definición del Dr. Roberto González Gómez.23 En la investigación utilizamos esta categoría para referirnos a la correlación internacional de fuerzas entre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y los EE. UU. (grandes potencias) en el período de Guerra Fría; así como, a los desequilibrios surgidos como resultado del derrumbe del socialismo y sus impactos en la política exterior de España, un actor de poderío medio, hacia Cuba.

Para definir globalización neoliberal, asumimos el concepto ofrecido por el Dr. Silvio Baró Herrera en 1997,24el cual nos permite analizar objetivamente el contexto internacional en el que se enmarca nuestro objeto de investigación. Globalización neoliberal: entendida como la tercera etapa en el proceso de expansión internacional de las relaciones de producción capitalistas. Su fundamento teórico son las concepciones neoliberales, cuyos postulados principales son el imperio del mercado, la redefinición del papel del Estado, la desregulación económica, la privatización, el libre movimiento de capitales y mercancías, la apertura al capital extranjero y la contención de las conquistas de la clase obrera. Es un fenómeno esencialmente económico, pero como fenómeno complejo y multidimensional, incluye tendencias científico-técnicas, sociales, políticas, institucionales y teórico-conceptuales.25

Entre las fuentes consultadas destacan la compilación titulada: La política exterior de España en el sigloxx, que dirigieron los reconocidos catedráticos de Historia Contemporánea Javier Tusell,26 y Juan Avilés,27 la que aporta un balance abarcador de la política exterior española, desde finales del sigloxix. Particularmente vinculados al objeto de investigación aparecen el Capítulo XV: “Cambio de régimen y política exterior: España, 1975-1989” del historiador Charles Powell,28 y el Capítulo XIX. “La política exterior hacia América Latina desde la transición. Una visión crítica”, por Christian Freres29 y Antonio Sanz Trillo.30 Ambos trabajos contribuyen al debate teórico y conceptual asociado a la conformación de la política exterior y nos aproximan a categorías como son normalización y homogenización vinculadas a las relaciones de España con Occidente y sus mecanismos de seguridad.

Resultó de particular importancia el libro, Política Exterior de España y relaciones con América Latina. Iberoamericanidad, europeización y atlantismo, por Celestino del Arenal: politólogo, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, y reconocido experto en política exterior, especialmente en política iberoamericana de España y en las relaciones entre la Unión Europea y América Latina. El autor explica el diseño de la política exterior española, resultante de la transición política y su expresión en la política iberoamericana. Al respecto, uno de los aportes de mayor utilidad para nuestro objeto de investigación se encuentra en el ámbito conceptual y metodológico. Esta obra resultó un referente obligado por la definición de consenso en materia de política exterior que presentó el autor, así como la periodización que propone para el análisis de la política exterior de España. Esta periodización goza de aceptación entre los especialistas del gremio por no circunscribirse al color ideológico de los gobiernos, y poner mayor atención en los procesos lógico -históricos que la delimitan.31

La obra de Roberto González, Teoría de las Relaciones Políticas Internacionales, fue un referente teórico-metodológico de importancia para abordar el objeto de esta investigación. Entre los componentes fundamentales de las relaciones internacionales, el autor destaca a la lucha de clases y su relación con la política exterior de los Estados, que buscan la realización de objetivos que están determinados por los intereses de la clase dominante, en un momento determinado. Entre los elementos de significativa incidencia en la génesis de la política exterior, el autor subraya y define la estructuración del poder político dentro de un Estado, las doctrinas de política exterior dominantes, la acción de los principales partidos y otros grupos influyentes, las características de las personalidades, la cultura y tradiciones políticas del Estado, la participación e influencia efectiva de las masas populares sobre el curso de la política, e incluso la ubicación geográfica y su influencia en la conformación de la política exterior. Considerar estos elementos fue un factor esencial para la concepción del objeto de investigación que proponemos, y para arribar a conclusiones sobre la construcción de los consensos en la política de España hacia la Revolución cubana, entre 1989 y 2004.32

En la obra España, franquismo y transición (1939-1932) de Áurea Matilde Fernández Muñiz, historiadora con formación marxista y especialista en historia de España, aunque no se persigue abordar en profundidad las intríngulis de la política exterior española, sí se ofrecen valiosos argumentos sobre los asuntos internos que la determinaron como resultado de la transición, ahondando en las ideas, intereses y concepciones ideológicas de las clases en el poder y su interrelación con diversos sectores de la sociedad, el papel de la personalidad en la evolución de los procesos, las interacciones entre organizaciones, normativas e instituciones del sistema; así como, las influencias de actores externos y del propio contexto internacional.33

El libro Cien horas con Fidel, del intelectual francés, amigo de Cuba y con una concepción política muy próxima al marxismo, Ignacio Ramonet, en el capítulo XXIII aborda las relaciones de Cuba con España, con el valor del testimonio ofrecido por quien fuera artífice y protagonista de la política exterior cubana. La obra resulta reveladora ante el propósito de descifrar las percepciones que existieron en el Gobierno cubano sobre los móviles de la política ejecutada por los gobiernos de Felipe González, y de José María Aznar hacia la Isla, así como la incidencia de la proyección cubana en su desarrollo, entre 1989 y 2004.34

En el fondo bibliográfico del antiguo Centro de Estudios Europeos (CEE) se consultaron trabajos de investigación, informes especiales, artículos y monografías que ofrecieron una valiosa información sobre aristas específicas de nuestro objeto de investigación.35 Sin embargo, se identificó un predominio de análisis coyunturales, y disgregación de los estudios sobre España en diversos temas y autores sin que haya un enfoque histórico centrado en la evolución de la política exterior y la construcción de los consensos políticos sobre Cuba. Entre los trabajos que resultaron de mayor utilidad aparecen: “Relaciones Cuba-España, un equilibrio entre lo posible y lo deseable”, de Lourdes López36 y “Relaciones Cuba y España en los 80, consideraciones y perspectivas”, de Frank Vera Cañete,37 ambos publicados en la Revista de Estudios Europeos y donde se pueden encontrar un balance de las relaciones hispano-cubanas durante los años ochenta.38 En el campo de las relaciones económicas figura: “España-Cuba. empresas mixtas. Nuevos lazos. Nuevas realidades” de la especialista en relaciones internacionales e investigadora del CEE, Vivian del Rosario,39 y “Las relaciones económicas España-América Latina”, de George Carriazo, economista cubano de formación marxista, y profesor titular adjunto de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana (UH).40 Un trabajo centrado en la política de la UE hacia Cuba, y visto a partir de un enfoque histórico, puede encontrarse en los textos de Eduardo Perera,41 cuyo colofón fue su tesis de doctorado:La política de la UE hacia Cuba: Construcción, inmovilismo y cambio (1899-2017),42 donde se exponen los impactos de la política española en la proyección de la UE hacia Cuba. Del propio Eduardo Perera, la investigación anual presentada en el CEE, de 2005, “Bush II, el Gobierno del PSOE y las relaciones UE-Cuba”, a la par resultó de utilidad, particularmente en el estudio de las variables externas e internas que contribuyeron a la conformación de la política exterior española y su incidencia específica en la proyección de la UE hacia Cuba.43

En los archivos del antiguo CEE y del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) también se encuentra la producción académica del autor de esta obra referida al objeto de investigación. Al respecto, destacan: “España: evolución socioeconómica y contrastes de su política exterior”, 2007;44 “El papel de España en la UE y su impacto para las relaciones con Cuba”, 2009;45 “La gestión socioeconómica del Partido Socialista Obrero Español: un balance crítico”, 2010;46 “Proyección internacional de España: su impacto en las relaciones con América Latina”, 2014, “Cuba-UE-España: el camino loable hacia una relación respetuosa, estable y a largo plazo”, 2022, entre otros.47

Entre los expertos que concentran la producción académica de mayor utilidad para este libro se encuentran el historiador español Francesc Bayo, y los politólogos Joaquín Roy48 y Susanne Gratius.49 En sintonía con los cánones de la denominada cubanología y con una formación proveniente de las ciencias políticas y las relaciones internacionales, los autores hacen uso de herramientas teórico-conceptuales cuyas esencias resultan ajenas al propio proceso que someten a valoración. Como elemento común, para explicar los móviles de la política española, también exacerban los valores democráticos liberales, su visón sobre los derechos humanos en Cuba, una supuesta dicotomía élite-masa en el sistema de la Isla, y la manipulación política por parte del Gobierno cubano como un instrumento de dominación. De Francesc Bayo: “Las relaciones políticas entre España y Cuba: continuidad histórica y ajustes frecuentes”;50 tiene entre sus méritos la consideración de los factores estructurales, sistémicos y del contexto internacional que incidieron en la proyección de España hacia Cuba. Joaquín Roy analiza la política de España y su interrelación con el entorno transatlántico, comunitario, y latinoamericano, lo cual resultó de particular interés para nuestra tesis. “Las relaciones actuales entre España y Cuba” de 1987;51 “España y Cuba: ¿una relación muy especial?”, de 1995;52 y su libro, La siempre fiel: un siglo de relaciones hispano-cubanas (1898-1998),53 constituyeron trabajos de estimable utilidad para esta investigación. Susanne Gratius también aporta una interesante perspectiva, vista en su interrelación con la dimensión europea y transatlántica de la política española, y resultaron de particular interés los artículos “La política de la Unión Europea en el triángulo Cuba-Estados Unidos-España”, de 2010,54 y “Cuba y Europa: diez años de encuentros y desencuentros”, de 1998.

Entre las fuentes cubanas también aparecen las Tesis de Licenciatura y deMaestría vinculadas al objeto de estudio, como son las de Ibis Quintana, de2003,55y la de Alba Blanco Ruiz, de 2008,56ambas de la UH; asimismo, la de Adriana Dávila, de 2019, del Instituto Superior de Relaciones Internacionales.57Dos investigaciones de mi propia autoría también se remontan a la tesis de grado: “La política de España en relación con los organismos de poder internacional UE y la OTAN: impactos para América Latina y Cuba (1982-2004)”, de 2006; y la de maestría,“La proyección de España en los marcos del proceso integracionista de la UE (1985-1996)”, de 2008. Presentadas en la Facultad de Filosofía,Historia y Sociología de la UH, estas dos tesis, fueron tutoradas por el Dr. Eve