Destellos de luz en nuestro camino - Omraam Mikhaël Aïvanhov - E-Book

Destellos de luz en nuestro camino E-Book

Omraam Mikhaël Aïvanhov

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Beschreibung

Respuestas concisas y prácticas para responder nuestras preguntas diarias. Este primer título ofrece 294 pensamientos efectivos adaptados a nuestra vida cotidiana, para convertirse en "actor de nuestra vida cotidiana", como ha aconsejado en muchas ocasiones el autor. En este libro se hace énfasis en la necesidad de medir nuestras acciones, palabras y pensamientos, así como nuestras relaciones con los demás, el impacto del momento presente en nuestro futuro, la importancia de los esfuerzos y la relatividad de los fracasos, la significación de cada una de nuestras actividades, salud física y mental, superando el desánimo y sabiendo decir que no

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Seitenzahl: 139

Veröffentlichungsjahr: 2024

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Omraam Mikhaël Aïvanhov

Destellos de luz en nuestro camino

ISBN 978-84-10379-00-8

Traducción del francés

Título original:

DES ECLATS DE LUMIERE SUR NOTRE ROUTE

© Copyright reservado a Editions Prosveta, S.A. para todos los países. Prohibida cualquier reproducción, adaptación, representación o edición sin la autorización del autor y del editor. Tampoco está permitida la reproducción de copias individuales, audiovisuales o de cualquier otro tipo sin la debida autorización del autor y del editor (Ley del 11 de marzo 1957, revisada). - www.prosveta.es

Los doce primeros días del año

Los doce primeros días de un año representan los próximos doce meses. Si procuráis vivir estos días lo mejor posible, establecéis para todo el año un fundamento sólido. Puesto que ninguno de vuestros actos, ninguno de vuestros estados psíquicos (pensamientos, sentimientos, deseos) quedan sin consecuencias, cada comienzo de año debe ser el momento de mayor vigilancia.

La ciencia de la vida es lo esencial

La ciencia de la vida es la única que es indispensable estudiar. Todos los demás temas que abordéis, todas las actividades que emprendáis, no os aportarán nada realmente si no os concentráis en esta realidad esencial: la vida. Así pues, en lugar de hacer de vuestra vida el medio de satisfacer vuestros deseos, vuestras ambiciones, vuestros caprichos, aprended, por el contrario, a considerarla como una meta y emplead todas vuestras facultades para reforzarla, iluminarla, purificarla. Desde el momento en que mantenéis esta vida en vosotros, vuestro intelecto comprende, vuestro corazón ama y se regocija, vuestra voluntad se fortalece y crea. La ciencia de la vida es la clave de todos los logros.

“Pan” para el viaje

Como aquél que, debiendo partir para una larga caminata, pone provisiones en su mochila para reponerse durante el camino, para caminar firmemente por los caminos de la vida, debemos transportar comida, digamos simbólicamente pan. Este pan, son los principios de la ciencia espiritual. Nosotros solo somos viajeros sobre la tierra, nunca debemos olvidarlo. Por eso, debemos procurar llenar cada día nuestras mochilas con ese pan celestial que son las verdades del alma y del espíritu, para poder seguir estudiando, trabajando, amando.

La importancia del momento del despertar

Cuando os despertáis por la mañana, tratad de tomar conciencia de la importancia de este momento, ya que de él dependerá todo el resto de vuestra jornada, y de esta jornada dependerán las siguientes... Decíos: “El pasado ha pasado, y el futuro es ‘ futuro’, pero tengo hoy...”

Confiad únicamente en las adquisiciones interiores

Trabajad sabiendo que todas las posibilidades están en vosotros. De este modo, os fortaleceréis y cada vez seréis más capaces de afrontar los fracasos... pero también los éxitos que, como los fracasos, comportan también peligros. Nunca podréis estar seguros de conservar lo que os viene del exterior, un día u otro podréis perderlo. Así pues, esforzaos únicamente en enriqueceros interiormente, porque solo estas riquezas os pertenecerán eternamente.

La importancia del primer paso

¿En qué estado de ánimo damos el primer paso...? Estáis nerviosos, malhumorados: si vais a trabajar o a hacer una visita, cuanto más os acercáis a vuestro destino, más aumenta vuestro malestar y os arriesgáis a reaccionar torpemente, a pronunciar palabras imprudentes. Y después ¡cuántos daños a reparar!

Por el contrario, si procuráis dar el primer paso en un estado de paz, de armonía, cuanto más avanzáis, más correcta será vuestra actitud, y más adecuadas serán vuestras palabras. Cualquier cosa que hagáis, ¡procurad siempre empezarla bien!

La esperanza alimentada por la fe y el amor

El que está insatisfecho con su suerte o decepcionado por los acontecimientos, tiende a proyectarse hacia el futuro: pronto... dentro de unos días... dentro de unos meses... todo irá mejor. La esperanza es probablemente lo último que se pierde. Pero, mientras tanto, es necesario encontrar en qué apoyarse. Primero, hay que tener fe, sabiendo que el universo está regido por leyes, y que una de esas leyes es que toda semilla acaba dando frutos. También se debe mantener la vida en uno mismo, recibir un impulso gracias al amor. De lo contrario, la esperanza no es más que una huida de la realidad, y también esta esperanza, un día, os abandonará. Es la fe y el amor lo que permite mantener la esperanza.

La comida gracias a la cual una inteligencia superior mantiene la vida en nosotros

Coméis algunas frutas, y este alimento contribuye al buen funcionamiento de todo vuestro organismo. Gracias a él seguiréis respirando, viendo, escuchando, saboreando, tocando, hablando, cantando, caminando... E incluso vuestro cabello, vuestras uñas, vuestros dientes, vuestra piel, etc., se beneficiarán

¿Qué es esta inteligencia superior capaz de aportar a cada órgano de nuestro cuerpo lo que necesita para que podamos seguir viviendo?... ¿Cómo no admirarla? ¿Cómo no manifestarle nuestro agradecimiento?

Amar sin esperar a ser amado

¡Para cuántos de vosotros la felicidad es sinónimo de amor! Pero si esperáis a ser amados, nunca seréis realmente felices, porque confiáis en algo demasiado incierto. En algún momento podéis ser amados, pero en el momento siguiente, ¿cómo sabéis lo que va a pasar? Si el amor viene, dadle la bienvenida, pero es mejor no poner todas vuestras esperanzas en él. Así pues, ¡amad día y noche, sin esperar nada!

De esta manera seréis siempre, no solo felices, sino también libres...

La vigilancia: una luz que camina ante nosotros

Sin la vigilancia, no es posible ninguna adquisición duradera: la vigilancia en el pensamiento, el sentimiento y la voluntad. Representa ese freno que permite controlar el mundo caótico que cada uno lleva dentro. Es necesaria, no solo antes, sino durante cada acción.

Se la puede comparar con una luz que camina ante nosotros: nos hace ver los peligros, los obstáculos. Nunca dejéis que esa luz se apague.

La repetición es necesaria para la comprensión de las verdades espirituales

Estudiáis gramática, matemáticas, etc. Una vez que habéis asimilado las principales reglas de los libros de texto, no necesitáis leerlas todos los días. En la vida moral, la vida espiritual, sucede lo contrario: aunque podéis repetir lo que habéis leído u oído, hay verdades que debéis seguir profundizando. La vida del alma y del espíritu se basa en la repetición. Cada día es necesario volver a las mismas verdades, hasta que lleguen a ser en vosotros carne y hueso.

La cima desde la que se perciben los múltiples aspectos de la realidad

Acostumbrados a actuar sobre el impulso del momento, los humanos a menudo se golpean la cabeza. Entonces, toman otra dirección, pero como no han reflexionado, se golpean de nuevo, y así es como su cabeza termina cubierta de moretones, huecos y contusiones... Es hora de que sigan el consejo de los sabios: “Entra en ti mismo para tomar altura y medita...”

Cuando hayan aprendido a elevarse a esa cima desde la que se pueden captar los múltiples aspectos de la realidad, pensarán mejor y actuarán mejor.

Nuestra vida: una serie de repeticiones, intentando mejorar cada vez

Acabamos de respirar y debemos inmediatamente empezar de nuevo. Comimos ayer, pero deberemos comer hoy y deberemos comer mañana. Una experiencia nos ha hecho comprender mejor el sentido de nuestra vida, y para no perder ese sentido, debemos hacer otra experiencia, y luego otra aún... ¿Hemos vencido una tentación? Volveremos a ser tentados, y de nuevo tendremos que buscar la victoria. La vida no es más que repeticiones, pero cada repetición debe ser la ocasión de intentar hacerlo mejor.

No hay que quedarse ante una puerta cerrada

¿Por qué pensáis que la felicidad solo os puede llegar bajo la forma que esperáis? ¡Tenéis ante vosotros tantas posibilidades de alcanzarla! Pero no las veis, os agarráis a la idea que vosotros os habéis hecho de la felicidad. Estáis esperando que se os abra una puerta... pero he aquí que ésta permanece cerrada. En lugar de lamentaros ante esta puerta, pensad que puede haber otras al lado, que se abrirán... o incluso solo una pequeña ventana. Es en este sentido que las decepciones pueden ser útiles: os obligan a descubrir lo que no llegaríais a descubrir sin ellas.

Los eslabones de una cadena larga

Dado que cada acontecimiento es consecuencia de un acontecimiento anterior, es imposible interpretar correctamente el presente si no se echa una mirada hacia el pasado. Pero hay que saber que, sobre este presente, que es la consecuencia del pasado, es posible trabajar para crear el futuro. Para comprender el presente de los seres, no solo hay que considerarlo como la consecuencia de su pasado, sino también pensar que puede ser el punto de partida de una vida nueva.

Ante ciertas existencias, no se puede dejar de pensar: “¡Qué desperdicio!” Pero es menos desesperante si se sabe que esta existencia no es más que un eslabón de una larga cadena, y que los eslabones siguientes pueden ser de mejor calidad.

Detenerse, tres ejercicios

¡Cuántas personas se quejan de estar cansadas! Pero siguen trabajando sin parar ni un minuto. Es bueno querer estar activo, pero para poder permanecer activo, hay que saber detenerse. Hay muchos métodos para hacer esto y he aquí algunos de ellos.

Acariciad con vuestros dedos la parte inferior de vuestros ojos apenas abiertos. Este gesto debe hacerse desde el exterior del rostro hacia el interior, y sobre todo no al revés... Tumbaros en una cama, levantad un brazo y dejadlo caer, y luego repetir de nuevo con el otro brazo. Y lo mismo con las piernas. Hacedlo tres veces, es suficiente... También podéis girar lentamente la cabeza alternativamente de derecha a izquierda y de izquierda a derecha respirando profundamente.

Los momentos preciosos a prolongar

A veces vivís momentos que sentís como bendiciones. Guardad bien su huella. No dejéis que estas impresiones se desvanezcan pensando inmediatamente en otra cosa; deteneos mucho tiempo sobre ellas para que penetren profundamente en vosotros. Dejarán en vuestra alma huellas que no cesarán de inspiraros.

Una imagen de sí mismo para crear

La vida cotidiana no deja de presentaros temas de inquietud, de desaliento. Pero no os quedéis ahí, sufriendo y molestando a otros que tienen que afrontar las mismas dificultades que vosotros. Imaginad que estáis rodeados de luz, superando todos los obstáculos... Poco a poco, esta imagen se volverá viva, actuará sobre vosotros al mismo tiempo que, por afinidad, atraerá del universo los elementos correspondientes que introducirá en vosotros. Si perseveráis, un día los resultados se producirán, y serán definitivos. Sentiréis por encima de vosotros como una entidad viva que, en las situaciones difíciles, os aporta la ayuda que necesitáis.

La alegría alimentada por la gratitud

La verdadera alegría es una disposición del alma que, más allá de las dificultades y las penas, es capaz de sentir la vida como un don por el que siente la necesidad de agradecer. Si queréis recibir a menudo las visitas de la alegría, cultivad en vosotros este sentimiento de gratitud. Incluso cuando no tengáis razón alguna en particular para alegraros, ese sentimiento que os habréis acostumbrado a mantener, vendrá de repente de forma sorprendente... Como esos queridos amigos que a veces llegan de improviso para haceros una visita que no esperabais.

Los esfuerzos que nos mantienen vivos

Es una tendencia innata en todas las criaturas evitar los esfuerzos y tratar de descargar sus tareas en los demás. Y hoy en día, con los avances técnicos, las encomiendan sobre todo a las máquinas. Así es como dejan que algunas de sus facultades disminuyan, y especialmente su voluntad. Aquél que desee afrontar cualquier situación, debe aprender a resistir este clima de facilidad. De lo contrario, quizás se sienta complacido exteriormente, pero interiormente, sentirá el vacío. Solo los esfuerzos nos mantienen en pie y vivos.

Hoy determina el mañana

Esforzaos por vivir bien hoy, porque hoy no muere, solo se prolonga, y al prolongarse se convierte en mañana. Esta realidad nos obliga a meditar sobre la idea de duración, de continuidad. Quien fabrica una cadena debe velar por la solidez de cada eslabón, porque si un solo eslabón es frágil y se rompe, no sirve de nada que todos los demás se mantengan firmes: el conjunto se rompe.

Por tanto, debemos vivir cada día haciendo de él un eslabón sólido, para que la cadena no se rompa. Hoy es un nuevo eslabón que viene a añadirse a los demás, y es en este eslabón en el que debemos concentrarnos.

Los pensamientos son entidades vivas

Cada pensamiento que formáis, el más débil, el más insignificante, es una entidad viva. En el plano físico, no se la puede ver ni agarrar, pero en su región, con los materiales sutiles de los que está hecha, actúa. Los humanos ganarían mucho si tomaran conciencia de que cada pensamiento es un poder: construye o destruye. El verdadero conocimiento comienza con la conciencia de que los pensamientos son criaturas vivientes.

Meditar: ralentizar el paso del tiempo

La vida es un flujo ininterrumpido, pero hay que encontrar la manera de hacer pausas para poner un poco de orden en uno mismo, para sintonizar con ritmos más armoniosos. Y por esto la meditación es tan necesaria. Meditar es ralentizar la marcha precipitada del tiempo, para introducir en uno mismo un ritmo, una paz, una luz que, durante mucho tiempo, dejarán su huella en nosotros.

Acontecimientos dichosos o desafortunados, esperar para decidir

A veces los acontecimientos que, al principio, parecen catastróficos, resultan finalmente beneficiosos. En efecto, en el momento en que se produce un acontecimiento, no se puede saber si, con el tiempo, se revelará afortunado o nefasto para uno mismo y para los demás. Así que, cuando os enfrentéis a un fracaso o a una prueba, acostumbraros a deciros que, al final del camino, quizás os espera algo bueno.

Los defectos, no luchar contra ellos

No basta con querer corregir los defectos, hay que saber cómo hacerlo. Por ejemplo, en lugar de centrarse en vuestras debilidades, vuestras deficiencias, que son el resultado de los malos hábitos que habéis adquirido, concentraros en lo que tenéis que hacer para crear vuestro futuro.

Cada día, con el pensamiento, la imaginación, tratad de veros en la luz, en la belleza, capaces de sostener a los demás, de favorecerles: no solo sentiréis que vuestros defectos se dejan neutralizar poco a poco, sino que incluso os sentiréis estimulados.

La luz: una ayuda, una amiga

Pensad en la luz, haced de ella vuestra ayuda, vuestra amiga, para que os acompañe dondequiera que vayáis. Tan pronto como tengáis un momento libre, en lugar de dejar que vuestros pensamientos deambulen, llamad a la luz. Y si queréis ayudar a un pariente, a un amigo enfermo o afligido, no os quedéis ahí, tristes y preocupados, esto no le hará ningún bien: enviadle rayos de luz.

El progreso técnico: los peligros de la facilidad

Con el pretexto de que existe una cantidad de máquinas, aparatos o productos para facilitarles la tarea, la gente de hoy en día se sumerge cada vez más en la pereza física y mental. Si no están vigilantes, conseguirán paralizar completamente su voluntad. Ahora bien, para su buen desarrollo, deben ejercer cada día sus capacidades físicas, mentales y psíquicas. En cualquier ámbito, es peligroso dejarse llevar por la facilidad. En lugar de dejar que los aparatos les sustituyan siempre para ciertos trabajos, son los contemporáneos los que, de vez en cuando, deberían hacer el esfuerzo de sustituir a sus máquinas.

La ira, nos fortalecemos dominándola

Aquél que no sabe controlar su ira, ignora que esta fuerza viene de muy lejos. Incluso cree, al menos por un momento, que esta corriente le comunica algo de su poder. Pero es una ilusión, porque lo que es poderoso es la corriente, y no aquél al que atraviesa. Por eso, después de su paso, el pobre infeliz se encuentra tan debilitado que todo tiembla en él : las mandíbulas, las piernas, las manos... ¿Queréis ser fuertes? Aprended a dominar estas corrientes de energías que intentan irrumpir en vosotros y tratad de transformarlas.

La mejor protección contra las injusticias

Sois atacados injustamente... No intentéis defenderos con las armas ordinarias. Tomad interiormente la mayor distancia posible con respecto a vuestros oponentes. Esforzaos por vivir una vida recta, noble; así fortaleceréis vuestra aura, que actuará sobre vosotros como una armadura protectora. Porque es una ley: antes que el mal os alcance, volverá a los que os lo enviaron. Pase lo que pase, esforzaos en elevaros con el pensamiento hasta las regiones de la luz.

Las energías, concentrarlas para movilizarlas

Un músico que interpreta una pieza, un estudiante que pasa un examen, un funambulista que baila sobre una cuerda... Si todas sus energías no están concentradas y armonizadas, el músico se equivocará en las notas, el estudiante vacilará y el funambulista se desplomará. Desde el momento en que sus energías se dispersan, ya no están sostenidos. De estos ejemplos se puede sacar esta conclusión: cualquiera que sea vuestra actividad, deteneos de vez en cuando un momento para armonizarlo todo en vosotros. Vuestras energías serán movilizadas y continuaréis vuestras actividades en las mejores condiciones.

Las decepciones, inevitables si no se sabe a quién damos nuestra confianza