Diario de Guerra - José Martí - E-Book

Diario de Guerra E-Book

José Martí

0,0
0,49 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

José Martí es uno de los latinoamericanos más destacados y universales de todos los tiempos. Este libro es testimonio y a la vez homenaje para el poeta y mártir de la independencia de Cuba.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 73

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



JOSÉ MARTÍ

Diario de guerra

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA

Primera edición, 1998 Primera edición electrónica, 2017

Tomado deDiario de campaña1a. edición, Editorial Nacional de Cuba, 1964Centro de Estudios Martianos, 1985

Ilustración de portada: Teresa Guzmán Romero

D. R. © 1998, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

Comentarios:[email protected] Tel. (55) 5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

ISBN 978-607-16-5326-0 (ePub)

Hecho en México - Made in Mexico

EN EL imaginario altar de los grandes hombres de Hispanoamérica, José Martí ocupa un lugar destacado. Nacido en La Habana en 1853, José Julián Martí y Pérez inició sus estudios en 1865, al mismo tiempo que despertaba en él una inquietud revolucionaria aunada a una preocupación cívica que no lo abandonaría a lo largo de su vida. A los 16 años fundó el periódico La patria libre y publicó sus primeros poemas y textos de crítica a la dominación española de Cuba. Fue condenado por esto a seis años de trabajos forzados, condena que le fue indultada por los quebrantos de salud que padeció y, a cambio, fue deportado a España.

Durante su estancia en este país obtiene, en 1874, su doctorado en Leyes por la Universidad de Zaragoza, y también aprovecha este tiempopara denunciar los errores de la política española hacia Cuba y los horrores de los presidios políticos en la isla. Posteriormente, viaja por Europa y América, radicando sucesivamente en México, Francia y Guatemala. De vuelta en Cuba es nuevamente enviado al exilio en 1878, lo cual lo lleva a asentarse en Nueva York y en Venezuela. En la isla de Manhattan inicia una larga, prolífica y bilingüe actividad periodística y es nombrado cónsul de los gobiernos del Uruguay, la Argentina y el Paraguay.

En 1892, Martí funda el Partido Revolucionario Cubano y es elegido dirigente del mismo. Funda ese año también la revista Patria. Erigido ya en el principal impulsor de la emancipación cubana, junto con Máximo Gómez y otros compatriotas en el exilio lanza la invasión de Cuba en 1895 y muere en un sorpresivo embate de las fuerzas coloniales en los llanos de Dos Ríos, en la provincia de Oriente.

Al cumplirse cien años de la liquidación del Imperio español,FONDO 2000presenta, con estas páginas, el primero de varios volúmenes dedicados a tal conmemoración y a la celebración de las letras y los letrados de los diferentes países que cumplen, correspondientemente, su primer siglo de independencia. Autor de una obra completa que abarca más de cuatro mil páginas, en sus diversas facetas de poeta, ensayista, dramaturgo,novelista y orador, José Martí es uno de los héroes máximos del pueblo cubano y, al mismo tiempo, uno de los latinoamericanos más trascendentes y universales de la historia. El lector de estas páginas reconocerá la sencilla elegancia de su prosa, la encendida flama de sus ideales y la intemporalidad de sus más nobles propósitos.

NOTA AL LECTOR*

En la transcripción que sigue —realizada por el equipo del Centro de Estudios Martianos, de Cuba—, se han añadido o completado algunos signos de puntuación, comillas, subrayados y signos de interrogación y de admiración, cuya ausencia en el manuscrito se debe evidentemente a la prisa con que fue redactado. También se corrigen algunos lapsus de escritura. Las palabras entre corchetes son las que resultan de lectura dudosa, y los puntos suspensivos entre corchetes señalan una o varias palabras ilegibles, mientras que los corchetes solos indican espacios dejados en blanco por Martí.

Para la presente edición se han consultado aquellas anteriores que, por su carácter, resultaban de utilidad para ello, y en las notas al pie de página, a las que remiten las llamadas correspondientes, con voladitos, se les identifica por las siglas OC y NG, las cuales corresponden, respectivamente, a su reproducción en el tomo 19 de las Obras completas de Martí (La Habana, Editorial Nacional de Cuba, 1964, pp. 213-243) y a la facsimilar realizada por Nuria Gregori (en Anuario L/L, núm. 1, del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1972, pp. 3-102; y también en separata). Se advierten sólo las diferencias más importantes en relación con las ediciones citadas.

Diario de campaña

ABRIL

9.—Lola, jolongo, llorando en el balcón. Nos embarcamos.

10.—Salimos del Cabo—Amanecemos en Inagua.—Izamos velas.

11.—bote. Salimos a las 11. Pasamos (4) rozando a Maisí, y vemos la farola. Yo en el puente. A las 7 1/2, oscuridad. Movimiento a bordo. Capitán conmovido. Bajan el bote. Llueve grueso al arrancar. Rumbamos mal. Ideas diversas y revueltas en el bote. Más chubasco. El timón se pierde. Fijamos rumbo. Llevo el remo de proa. Salas rema seguido. Paquito Borrero y el General ayudan de popa. Nos ceñimos los revólvers.—Rumbo al abra. La luna asoma, roja, bajo una nube. Arribamos a una playa de piedras (La Playita, al pie de Cajobabo). Me quedo en el bote el último, vaciándolo. Salto. Dicha grande. Viramos el bote, y el garrafón de agua. Bebemos Málaga. Arriba por piedras, espinas y cenegal. Oímos ruido, y preparamos, cerca de una talanquera. Ladeando un sitio, llegamos a una casa. Dormimos cerca, por el suelo.

12.—A las 3 nos decidimos a llamar. Blas. Gonzalo, y la Niña.—José Gabriel, vivo, va a llamar a Silvestre.—Silvestre dispuesto.—Por repechos, muy cargados, salimos a buscar a Mesón, al Tacre.— (Záguere). En el monte claro esperamos, desde las 9, hasta las 2.—Convenzo a Silvestre a que nos lleve a Imía.—Seguimos por el cauce del Tacre.—Decide el General escribir a Fernando Leyva, y va Silvestre. Nos metemos en la cueva, campamento antiguo, bajo un farallón, a la derecha del río. Dormimos: hojas secas: Marcos derriba: Silvestre me trae hojas.

13.—Viene Abraham Leyva, con Silvestre cargado de carne de puerco, de cañas, de buniatos, del pollo que manda la Niña. Fernando ha ido a buscar el práctico.—Abraham, rosario al cuello. Alarma; y preparamos, al venir Abraham, a trancos. Seguía Silvestre con la carga; a las 11. De mañana nos habíamos mudado a la vera del río, crecido en la noche, con estruendo de piedras que parecía de tiros.—Vendrá práctico. Almorzamos. Se va Silvestre. Viene José a la una con su yegua. Seguiremos con él.—Silbidos y relinchos: saltamos: apuntamos: sin Abraham.—Y Blas.—Por una conversación de Blas supo Ruenes que habíamos llegado, y manda a ver, a unírsenos. Decidimos ir a encontrar a Ruenes al Sao del Nejesial.—Saldremos por la mañana. Cojo hojas secas, para mi cama.—Asamos buniatos.

14.—Día mambí.—Salimos a las 5. A la cintura cruzamos el río, y recruzamos por él: bayás altos a la orilla. Luego, a zapato nuevo, bien cargado, la altísima loma, de yaya de hoja fina, majagua de Cuba, y cupey, de piña estrellada. Vemos, acurrucada en un lechero, la primera jutía. Se descalza Marcos, y sube. Del primer machetazo la degüella: “Está aturdida”; “Está degollada”. Comemos naranja agria, que José coge, retorciéndolas con una vara: “¡qué dulce!” Loma arriba. Subir lomas hermana hombres. Por las 3 lomas llegamos al Sao del Nejesial: lindo rincón, claro en el monte, de palmas viejas, mangos y naranjas. Se va José.—Marcos viene con el pañuelo lleno de cocos. Me dan la manzana. Guerra y Paquito de guardia. Descanso en el campamento. César me cose el tahalí. Lo primero fue coger yaguas, tenderlas por el suelo. Gómez con el machete, corta y trae hojas, para él y para mí. Guerra hace su rancho; cuatro horquetas: ramas en colgadizo: yaguas encima: Todos ellos, unos raspan coco, Marcos, ayudado del General, desuella la jutía. La bañan con naranja agria, y la salan. El puerco se lleva la naranja, y la piel de la jutía. Y ya está la jutía en la parrilla improvisada, sobre el fuego de leña. De pronto hombres: “¡Ah hermanos!” Salto a la guardia. La guerrilla de Ruenes, Félix Ruenes, Galano, Rubio, los 10.—Ojos resplandecientes. Abrazos. Todos traen rifle, machete, revólver. Vinieron a gran loma. Los enfermos resucitaron. Cargamos. Envuelven la jutía en yagua. Nos disputan la carga. Sigo con mi rifle y mis 100 cápsulas, loma abajo. Tibisial abajo. Una guardia. Otra. Ya estamos en el rancho de Tavera, donde acampa la guerrilla. En fila nos aguardan. Vestidos desiguales, de camiseta algunos, camisa y pantalón otros, otros chamarreta y calzón crudo: yareyes de pico: negros, pardos, dos españoles.—Galano, blanco. Ruenes nos presenta. Habla erguido el General. Hablo. Desfile, alegría, cocina, grupos. En la nueva avanzada: volvemos a hablar. Cae la noche, velas de cera, Lima cuece la jutía y asa plátanos, disputa sobre guardias, me cuelga el General mi hamaca bajo la entrada del rancho de yaguas de