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La existencia del mal en un universo creado por un Dios perfecto es un enigma sobre el cual no han cesado nunca de preguntarse filósofos y religiosos. El Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov, considerando lo esencial de la tradición judeo-cristiana, insiste ante todo en el hecho de que las verdaderas respuestas a la cuestión del mal no son explicaciones, sino métodos. En efecto, cualquiera que sea su origen, el mal es una realidad interna y externa con la cual nos encontramos confrontados diariamente y sobre la cual debemos aprender a obrar. Es inútil e incluso peligroso querer combatir el mal, porque la lucha es demasiado desigual, pero hay que conocer los métodos que permiten dominarlo y transformarlo.
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Seitenzahl: 148
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Omraam Mikhaël Aïvanhov
ElÁrbol de la Ciencia del Bien y del Mal
Izvor 210-Es
Tituló original :
L’arbre de la connaissance du bien et du mal
Traducción del francés
ISBN 978-84-10379-27-5
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I LOS DOS ARBOLES DEL PARAÍSO
Desde hace miles de años los humanos han intentado comprender el origen del mundo así como la aparición del mal – y su consecuencia: el sufrimiento – en este mundo. Lo han presentado bajo forma de mitos; por eso en los Libros sagrados de todas la religiones se encuentran relatos simbólicos que hay que saber interpretar. La tradición cristiana ha recogido el relato de Moisés en elGénesis, pero, ¿lo han comprendido verdaderamente los cristianos?
Estudiemos lo que escribe Moisés. Al sexto día de la Creación Dios hizo al hombre y a la mujer, y los situó en un jardín llamado el Edén, en medio de todas las especies de animales y de plantas. Entre los árboles de este jardín, Moisés distingue dos: El Árbol de la Vida, y otro que se ha vuelto desde entonces particularmente famoso: el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, del que Dios había prohibido a Adán y Eva comer sus frutos. En tanto obedecieron las órdenes del Señor, vivieron en la felicidad y la abundancia. Pero he aquí que la serpiente vino a persuadir a Eva para que comiera del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal; y después Eva persuadió a Adán para que probara también, y Dios les echó del Paraíso. Recogeremos más tarde en detalle algunos puntos de este relato.
Mucha gente ha ido en busca del Paraíso terrenal, imaginándose que debía estar en la India, en América, en África, pero, evidentemente, nunca han encontrado nada. El Paraíso estaba efectivamente en la tierra, pero, ¿de qué tierra se trata? Todo es simbólico; lo vais a ver. Oh, no os lo diré todo, es imposible, porque esta historia del primer hombre y de la primera mujer es un tema demasiado amplio, pero empezaré por hablaros de los dos Arboles: el Árbol de la Vida, y sobre todo el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.
Así pues, Adán y Eva vivían en el Paraíso, donde tenían derecho a comer los frutos de todos los árboles del jardín, excepto el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Pero no sabéis qué es este fruto. Es el símbolo de las fuerzas que el primer hombre y la primera mujer no sabían todavía controlar, transformar, utilizar. Por eso Dios les había dicho: “Vendrá un tiempo en que podréis comer de este fruto: pero actualmente sois todavía débiles, y si lo coméis, al contactar con la energía que contiene, moriréis”, es decir, cambiaréis de estado de conciencia. Este cambio de estado de conciencia está indicado en elGénesis, pero no siempre se ha sabido interpretar esta indicación. Está escrito que cuando Adán y Eva vivían felices en el Paraíso:“El hombre y la mujer estaban los dos desnudos y no tenían vergüenza”;y más adelante, cuando comieron del fruto prohibido: “Los ojos del uno y del otro se abrieron, supieron que estaban desnudos. Cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos paños.” Esta conciencia súbita de su desnudez prueba que algo había cambiado en ellos.
El Árbol de la Vida representaba la unidad de la vida, donde la polarización no se manifiesta aún, es decir, donde no hay ni bien ni mal: una región más allá del bien y del mal. Mientras que el otro árbol representaba el mundo de la polarización, donde uno está obligado a conocer la alternancia de los días y de las noches, de la alegría y de la pena, etc... Estos dos árboles son, pues, regiones del Universo, o de la conciencia, y no simples vegetales. Y si Dios dijo a Adán y Eva que no probaran del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, eso significa que no debían todavía penetrar en la región de la polarización. ¿Por qué? ¿Creéis que esta prohibición era un capricho del Señor? No. “Entonces, diréis, este árbol, ¿era inútil?” Tampoco. Dios nunca crea cosas inútiles. La idea de un árbol produciendo frutos de los que nadie coma y se beneficie es contraria a la sabiduría divina, que no crea nada inútil.
Algunos seres comían los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, pero eran capaces de soportarlos. Mientras que Adán y Eva no podían todavía soportarlos porque estos frutos contenían fuerzas astringentes: la materia sutil de sus cuerpos podía fijarse, condensarse a su contacto, y eso es lo que se produjo. Por eso la tradición habla de una “caída”; este término de “caída” simboliza el paso de una materia sutil a una materia opaca. Después de haber comido de la fruta prohibida, Adán y Eva se densificaron, lo cual queda expresado por la palabras:“Vieron que estaban desnudos.”Desnudos lo estaban ya antes, pero se veían vestidos de luz, mientras que después de su falta se sintieron de repente faltos de esta vestimenta de luz, tuvieron vergüenza y se escondieron. Después de haber comido del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal; Adán y Eva continuaron viviendo pero murieron a un estado de conciencia superior: fueron echados del Paraíso terrenal (que simboliza este estado de conciencia), y un ángel armado con una espada guardó desde entonces la entrada. Puesto que Adán y Eva fueron echados del Paraíso “terrestre”, es que estaban ya en la tierra. Pero entonces, ¿cómo comprender que al dejar el Paraíso fueran enviados “a la tierra”? ¿De qué tierra se trata? La Cábala enseña que la tierra existe bajo siete formas. Da sus nombres, sus características, desde la más densa hasta la más sutil, y la más sutil es justamente aquella de la cual los hombres fueron echados. ¿Qué se conoce de la tierra? Casi nada.
Según la Ciencia Iniciática, la tierra posee un doble etérico que la rodea como una atmósfera luminosa. Es esta tierra etérica, sutil, precisamente la verdadera tierra de la que habla elGénesis, la tierra tal y como había salido de las manos de Dios. La verdadera tierra, no es ésta que tocamos aquí, solidificada, condensada. La verdadera tierra es la tierra etérica. En esta región, llamada Paraíso, en la que Dios había situado a los primeros hombres, vivían éstos con su cuerpo radiante, luminoso, del que acabo de hablaros, y no conocían ni el sufrimiento, ni la enfermedad ni la muerte.
Y, ¿sabéis que este Paraíso existe todavía, que siempre ha existido? Aunque no se le vea, está por todas partes, pero en el plano sutil de la materia, pues es material; sí, el plano etérico es material. Y elÁrbol de la Vida Eterna existe también, y se encuentra en ese Paraíso. Este árbol presenta elementos que los primeros hombres absorbían y de los que se nutrían. Vivían en esta sustancia etérica, la cual mantenía la luz y la pureza de su vida. ElÁrbol de la Vida no era un árbol, ya os lo he dicho, sino una corriente, una corriente que procede del Sol, y los hombres se nutrían de los rayos del Sol que circulaban en esta región. ElÁrbol de la Vida, ¡es el Sol!
Y como el ser humano conserva la misma estructura que tenía en los tiempos lejanos de su creación, posee todavía en sí mismo la posibilidad de recibir de nuevo los rayos del Sol, de conocer de nuevo los frutos delÁrbol de la Vida, es decir, de retornar al seno de Dios. Cada religión tiene su lenguaje propio, su forma particular de expresarse, pero todas hablan de esta reintegración en Dios, de este retorno a la Causa primera. Emplean expresiones diferentes, pero hablan todas de la misma realidad.
Y ahora, ¿qué es elÁrbol de la Ciencia del Bien y del Mal? Representa otra corriente que circulaba por el Paraíso y es la que pone a los humanos en contacto con la forma más densa de la tierra. Dios había dicho a los humanos: “Contentaos con explorar el territorio delÁrbol de la Vida. Todavía no ha llegado para vosotros el momento de dejar esta región de luz para bajar a estudiar las raíces de la creación. Dejad por el momento esta cuestión de lado, no intentéis conocerlo todo enseguida.” Puesto que este segundo árbol también existía, no se podía arrancar, exactamente igual que a un hombre no se le pueden quitar sus intestinos, su hígado, su bazo, etc... Pues, como el Universo, el hombre está hecho de dos regiones: una región superior que corresponde alÁrbol de la Vida, y una región inferior que corresponde alÁrbol de la Ciencia del Bien y del Mal, ahí donde se encuentran las raíces de todas las cosas.
Los frutos delÁrbol de la Ciencia del Bien y del Mal poseían propiedades astringentes tan potentes que los primeros hombres no podían resistirlas. Representaban la corriente “coagula”, y el Señor sabía que si Adán y Eva entraban en contacto con ella, cambiaría inmediatamente la calidad de su estado de conciencia. Y es lo que se produjo: al contacto con esta corriente astringente, la materia de su cuerpo se modificó, empezó a volverse densa, opaca y mate. Al prohibir a los primeros hombres que comieran estos frutos, es decir estudiar esta corriente, experimentar estas fuerzas de la naturaleza, Dios quería preservarles del sufrimiento, de la enfermedad y de la muerte, la muerte del cuerpo físico, evidentemente, no de la muerte del espíritu, pues habían sido creados inmortales. Pero murieron a su estado luminoso, y despertaron a otro estado, tenebroso y denso. Así pues, tuvieron que dejar este reino, este Paraíso en el que vivían en la liviandad, en la luz, en la alegría, y descender a las capas inferiores de la tierra, donde vivimos hoy, pues si estamos ahora sobre esta tierra, es porque abandonamos la tierra que fue nuestra primera patria.
Ahora bien, ¿quién era esa serpiente que tentó a Eva, esa serpiente tan inteligente que sabía hablar y decir cosas tan persuasivas? La serpiente es un símbolo extremadamente vasto y profundo que se encuentra en todas las religiones. Todos los Iniciados de todas las épocas se han ocupado de la serpiente, aunque hayan preferido no hablar de ello abiertamente. Este símbolo de la serpiente representa realidades en apariencia muy diferentes: la fuerza Kundalini, el Mal, el Diablo, o aún, el agente mágico que transmite todas las cosas del cielo a la tierra y de la tierra al cielo...
Los Iniciados no creen que la serpiente seaúnicamente el símbolo del mal: distinguen enella una parte inferior apagada, oscura, y una parte superior luminosa. Para ellos la serpiente es el agente mágico que transmite igualmente el bien y el mal, es “la luz astral”, como la llama Eliphas Lévi, que cuando está impregnada de elementos impuros produce a su paso efectos nocivos, pero que cuando está impregnada de los pensamientos luminosos de los santos y de los profetas, los transmite hasta el trono de Dios. La serpiente es, pues, luminosa en su mitad superior y tenebrosa en su mitad inferior. En elZohar,El Libro del Esplendor, se encuentra una imagen representando una cabeza blanca, luminosa, que se refleja en el abismo, en el lago de la materia opaca, bajo la apariencia de una cabeza negra, una cabeza horrorosa. Es la sombra de Dios... Pero prefiero guardar estas cosas para más adelante, cuando estéis mejor preparados para comprenderlas. La serpiente, o el dragón es, pues, un símbolo de este agente mágico que impregna el universo entero hasta las estrellas, y que transporta tanto las buenas emanaciones como las malas.
Si conocéis el juego del Tarot, habréis podido ver que la carta XV es la carta del Diablo. Estanislao de Guaita comprendió la profundidad de este arcano, y comenta la imagen que representa arriba el rostro radiante, luminoso de un Iniciado victorioso, todopoderoso, y abajo invertido, el rostro de un ser decaído, espantoso, retorcido y rabioso: la imagen del Diablo. Y los dos juntos forman una sola y única realidad que se puede representar por dos triángulos, no entrecruzados como en el sello de SalomónA, sino simétricos con respecto a su base. Esta figura significa que el Diablo y el agente mágico luminoso representan la misma realidad, pero en regiones diferentes. Lo mismo sucede en el hombre: su parte inferior es sucia y desagradable, y su mitad superior es bella, celestial, divina. Así pues, todo depende de las fuerzas con las que trabaja, de la región en que se encuentra su conciencia y de los elementos que toca y manipula.
La serpiente delGénesisrepresenta, pues, una corriente que sube de la tierra y alcanza regiones muy elevadas; en las alturas es pura y luminosa, pero en las regiones de abajo es mate y desagradable. En cualquier caso, se encontraba en el jardín del Paraíso, era también su terreno, y Eva se paseaba por allí... Como era muy curiosa, quería saber lo que era este Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal; ella lo examinaba a distancia para hacerse un poco la idea, y la curiosidad la minaba. Se acercaba cada vez más, y a medida que lo contemplaba, sin osar todavía tocarlo, se volvía más sensible a la voz de la serpiente, es decir, a la corriente terrestre que le hablaba muy inteligentemente: “Ah, ¿ves? no lo conoces todo. Todavía puedes venir aquí con nosotros para instruirte, porque poseemos una gran ciencia.”
Además, esta serpiente no era un ser único, sino un conjunto de criaturas que Dios había creado mucho antes que a los hombres, una generación de ángeles, de arcángeles, de divinidades encargadas por el Creador para trabajar en las profundidades de la tierra sobre los metales, los cristales, el fuego, etc... para preparar todas las riquezas subterráneas, y después volver a El, una vez cumplida su misión. Sí, es la Tradición la que lo dice, no yo; yo sólo añado de vez en cuando algunos pequeños adornos, algunas conversaciones para que el relato sea más vivo, pero no invento nada. Así pues, la tradición afirma que Dios había creado unos seres luminosos, toda una jerarquía de ángeles y de arcángeles que, una vez cumplida su misión, debían retornar al seno del Eterno. Pero como eran libres, algunos, influidos por esta vida de abajo, no quisieron ya retornar, y así se produjo la rebelión de los ángeles. No se rebelaron arriba, en el Cielo, sino que se rebelaron cuando estaban lejos de Dios.
Pero el Creador no ha querido castigarles con la muerte o la desintegración; les dijo: “Permaneced ahí abajo, aprenderéis muchas cosas, y el día en que os hartéis de vivir en la oscuridad y la limitación, volved, os recibiré.”Sí, dio la posibilidad hasta a las criaturas más hundidas de volver a El. ¿Veis? Esto es el amor de Dios. Si Dios es amor, ¿cómo podría rehusar para siempre acoger a los culpables que deseen volver a El? No, sería cruel, y ello no es posible. Puesto que es el Amor absoluto, hasta los demonios pueden volver a El. Pues no hay que creer que son felices en esta situación, no; sufren, pero su orgullo les impide volver a Dios. Y sin embargo, la puerta les está abierta y cuando se arrepientan y dejen de molestar a los humanos, reencontrarán el lugar que han perdido, y Lucifer volverá a ser el arcángel de la luz. Una tradición cuenta que en el momento en que Lucifer se precipitó al abismo con los ángeles rebeldes, cayó de su corona una piedra, una enorme esmeralda, y que con esta esmeralda se esculpió el Santo Grial, la copa en que se recogió la sangre del Cristo. Sí, ¿cuáles son las relaciones entre Lucifer y el Cristo? ¿Qué tienen que hacer juntos?...
Pero volvamos a la serpiente. Os he dicho que es el símbolo de todos esos espíritus que se han separado de Dios. Eran seres muy evolucionados que poseían una ciencia y unos conocimientos fantásticos, y gracias a esta ciencia y a estos conocimientos consiguieron seducir a Eva prometiéndole iniciarla en sus arcanos. ElGénesispresenta esto diciendo que Eva comió la manzana... Comer una manzana, ¿qué hay de criminal en ello? ¡Todo el mundo come manzanas! Pero es el lado simbólico el que es interesante. Detrás de esta manzana, hay que entrever toda una enseñanza hasta entonces desconocida por Adán y Eva: “Dios os prohíbe comer del fruto de este árbol porque sabe que si coméis de él, os volveréis tan poderosos como El, y El no lo quiere. Os dice que moriríais, pero no es verdad, viviréis y conoceréis regiones que han permanecido desconocidas para vosotros hasta ahora. “ Entonces Eva se dejó tentar y, según la Cábala, concibió por primera vez y se encontró encinta. Era la primera iniciación. Maravillada, Eva fue inmediatamente a explicar su nueva experiencia a Adán. Anteriormente ni el uno ni el otro conocían este terreno.
Pero aquí debéis comprender que existen varias posibilidades de interpretación del relato bíblico, pues el Jardín del Edén, con los dos Arboles de la Vida y de la Ciencia del Bien y del Mal, es el símbolo de una realidad que existe no solamente en el universo sino también en el ser humano. Bajo una forma u otra, en su cuerpo físico (simbólicamente el Jardín del Edén) el hombre y la mujer continúan comiendo del fruto del Árbol de la Vida o del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Adán y Eva poseían ambos este Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, pero no comían de sus frutos, no conocían sus propiedades. La primera iniciación de Adán y Eva consistió, pues, en tomar contacto con estas fuerzas de la naturaleza que no conocían. Puesto que en este egregor llamado la serpiente había entidades femeninas, Adán fue iniciado por un demonio conocido en la Tradición bajo el nombre de Lilith (mientras que el demonio que había iniciado a Eva se llamaba Samael) y a su vez comió del fruto. A partir de ese momento, Eva fue, pues, por un lado y Adán por otro; la unidad de la pareja estaba rota.