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Primer volumen de la obra Cuba: la Naturaleza y el Hombre y también el primer libro en que se habla de Archipiélago y no de Isla, en que se describe el país no solo a lo largo y a lo ancho, sino también en un sentido vertical, hacia arriba (la atmósfera) y hacia abajo (el subsuelo), se da un panorama general de los aspectos fundamentales de nuestro país. Relaciona la esplendorosa Naturaleza de Cuba con el Hombre y su cultura.
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Seitenzahl: 404
Veröffentlichungsjahr: 2017
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Título original: El archipiélago cubano
Edición para e-book: Lic. Laura Herrera Caseiro
Edición base: Lic. Rosario Esteva Morales
Cubierta, diseño interior y composición: Lic. Carlos Alberto Talavera Coronel
Emplane e-book: Amarelis González La O
Primera edición, 1982
Segunda edición, 2000
Tercera edición, 2014
Cubierta: Mapa antiguo de la Isla de Cuba.
Archivo de la Universidad de la Florida, Gainesville, Estados Unidos.
© Herederos de Antonio Núñez Jiménez, 2014
© Sobre la presente edición:
Editorial Científico-Técnica, 2016
ISBN 978-959-230-001-9 Obra Completa
ISBN 978-959-230-089-7 Volumen 1
ISBN 978-959-05-0941-4 Editorial Científico-Técnica.
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¡El poema está en la Naturaleza,
madre de senos próvidos, esposa
que jamás desama, oráculo que
siempre responde, poeta de mil
lenguas, maga que hace entender
lo que no dice, consoladora que
fortifica y embalsama!
José Martí
Al doctor Nicasio Viña Bayés por la revisión general de esta obra, Juan José Vega y Alfredo Jam, de la Junta Central de Planificación, por la actualización de los datos económicos; Sonia Pérez Cantón por su aporte a las notas demográficas; Ángel Graña González, licenciada Patricia Núñez Velis por su eficaz colaboración y a la doctora Silvia Nereida Pérez González por sus aportes en el capítulo dedicado a la Economía.
Igualmente, el autor agradece la labor mecanográfica a Luis E. Díaz Carcassés y la licenciada Liliana Núñez Velis, Armando Carrero Fernández Pendés, del Ministerio de Educación, así como al doctor Waldo Argüelles Mariño y licenciadas Roxana Villalba Rojas y Raquel Cantero Muñoz por la revisión del original.
Por el íntimo orgullo que experimentamos, pues en cierto modo nos asociamos a su grandeza, cuando decimos de algún personaje importante: "yo le vi nacer", "yo le tuve entre mis brazos" o "yo le enseñé a leer", es que me siento inclinada a pensar respecto a esta obra, pues nosolola vi nacer, sino que también la vigestarse y pude penetrar en sus raíces, analizar su crecimiento y su poderoso desarrollo por haberla seguido paso a paso mientras crecía y se desarrollaba.
Al prologarCuba: la Naturaleza y el Hombre, obra en tan numerosos volúmenes, escrita por el doctor Antonio Núñez Jiménez, son muchos los recuerdos que vienen a mi mente sobre la amistad y el trabajo que me ligan a su autor, desde que lo conocí junto al doctor Salvador Massip hace 40 años, cuando aún adolescente, recién había fundado la Sociedad Espeleológica de Cuba. Fue un encuentro entre el presente y el porvenir que en el transcurso del tiempo devendría a su vez pasado y presente, en el morir y renacer del eterno ciclo de la vida. Este prólogo pretende ser un puente tendido entre el pasado lejano de la década de los años 40 y el presente esplendoroso del desarrollo de la Geografía en nuestro país, del cual Núñez Jiménez es, a la vez, promotor y parte.
Recuerdo ahora a aquel muchacho imberbe, alto y enjuto, tan serio, vibrar de entusiasmo al relatarnos sus primeras exploraciones a las Cuevas de Candela, en la provincia de La Habana y a la región de Mayarí, en Oriente. Lavista del cañaveral ardiente de Mayarí, la subida de las cuestas desde las cualesiba dominando paisajes de mares y montañas, el paso a caballo por el pueblo de Mayarí, al andar por los húmedos meandros del caudaloso río y, al abandonarlos, penetrar en el bosque tropical que cubría entonces la zona de Seboruco, la ascensión del áspero farallón para bajar después a sus lóbregas cavernas, entre estalactitas y estalagmitas, descubrieron al adolescente todo un mundo fascinante y desconocido, no solo para él, sino también para lamayoría de los cubanos, aislados unos de otros por la falta de comunicaciones. Aquella fabulosa región de Mayarí era aún parte de laTerra incógnita que aparecía al Oriente de Cuba, en muchos mapas de la Isla, hasta casi mediados del siglo xviii.
En aquellas primeras excursiones por las Lomas de Candela, en La Habana, y entre la costa de la Bahía de Nipe y los farallones de Seboruco, al pie de la Sierra de los Pinares de Mayarí, el ánimo del adolescente quedaría en suspenso, admirado y absorto en la contemplación de la naturaleza exuberante no humillada aún por el hombre; allí, exultante por el descubrimiento de estalactitas y estalagmitas, bellísimas joyas naturales escondidas en el interior de la caverna oscura, le amagó el deseo vehemente de adueñarse de aquella belleza incomparable y tomó allí la decisión irrevocable de estudiar profundamente a Cuba, desde la entraña subterránea hasta lo más alto de su superficie. Así se fijaría para siempre la pasión absorbente que le dominaba y que dominaría su vida entera: el amor infinito por la naturaleza, el sueño del bosque verde, de la roca hendida, de la caverna encantada; la aventura de lo desconocido; la sed insaciable de ver, de saber y de explicarse. Así se formó su personalidad y su entrañable amor a la tierra y a los que alienta hasta hoy, 41 años después.
Al regresar el adolescente a La Habana donde a la sazón estudiaba el bachillerato en Letras y Ciencias, traía de las montañas orientales un impetuoso entusiasmo que le arrebataba de sus ensueños y le impelía a la acción, para adentrarse en un mejor conocimiento de nuestro país.
A pesar de sus pocos años, Núñez Jiménez poseía alguna experiencia por sus andanzas con sus compañeros de aula en el Instituto y había estudiado casi todo lo que se había escrito en el siglo pasado sobre las cuevas de Cuba y recordaba lo dicho por Rodríguez Ferrer de que "la Isla entera parece ser por debajo un laberinto de cuevas [...]".
Después del impacto causado por Núñez Jiménez, por la exploración de Mayarí, era necesario convertir el sueño en acción; pero esa acción, para dar los frutos que nuestro novel explorador ambicionaba, no podía ser individual, debía ser colectiva. Al efecto convocó a sus condiscípulos de bachillerato. Había que difundir la idea, encontrar compañeros, hermanos que compartieran su fe en la necesidad de la acción.
Por aquellos tiempos era bastante singular encontrar jóvenes que se dieran a las tareas exploradoras y al campismo. A ello contribuía la escasez de vías de comunicación, la falta de una tradición y otros factores. Ya él se adiestraba a fines de la década del 40 en la disciplina y la técnica del campismo, habiéndose inscrito en la Institución Nacional C.P.C. (Conservar Pura Conducta) dedicada al campismo y luego en los "Exploradores Nacionales". También reunía algunos equipos improvisados.
Convencidos por el entusiasmo contagioso de Núñez Jiménez, algunos pocos jóvenes acogieron con calor su idea de fundar una institución para organizarse, con el fin de sistematizar las exploraciones que había comenzado individualmente, como aquel inolvidable viaje a las Cuevas de Seboruco. Así, el 15 de enero de 1940 tuvo nacimiento la Sociedad Espeleológica de Cuba, la primera con ese nombre y fines definidamente espeleológicos, que se fundaba en el Nuevo Mundo. Los objetivos que se proponían los miembros de aquella Sociedad, bautizada con tan extraño nombre, que solo los eruditos conocían, eran ambiciosos. Como lo imponía su nombre, explorarían grutas y ríos subterráneos, su naturaleza, su origen y formación, su flora y su fauna; pero también estudiarían las regiones menos conocidas del país, sus montañas, sus valles, sus sabanas, sus ciénagas, su pueblo.
¿Cómo un grupito de muchachos, la mayoría de los cuales, entre ellos su Presidente, no había arribado aún a los 17 años, cómo, digo, se atrevía a programar el desarrollo de una ciencia desconocida entre nosotros, lo que no se habían atrevido a hacer hombres de reconocido valer científico, quienes habían explorado muchas cuevas durante todo el sigloxixy la primera mitad del sigloxx?
La sed insaciable de saber que caracteriza la vida de Núñez Jiménez se manifiesta en los estudios e investigaciones que emprendiera incansablemente desde temprano.
A los 15 años, en el curso escolar 1938-1939, se prepara en el Colegio Instituto Cuba de esta capital, para ingresar en la Segunda Enseñanza y desde 1940 cursa los estudios de bachillerato en el Instituto Núm.3 de La Víbora y se gradúa en el Instituto Núm.1, de La Habana, en 1944.
En 1945 se matricula en la escuela de Agronomía de la Universidad de La Habana; pero ya definida su vocación geográfica, por consejo del doctor Massip, a cuyas clases asistía como oyente diariamente, traslada su matrícula a la Escuela de Filosofía y Letras; comienza sus estudios en 1946 y los termina en 1950.
Obtiene diplomas de Premio Ordinario en Geografía general, Historia de la literatura española, Historia de América, Historia moderna y Geografía de Cuba; también obtiene diplomas y emolumentos con el Premio Especial Salvador Massip, en Geografía de Cuba, otorgado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana por su estudio de la región del Mariel y el Premio Sociedad Geográfica de Cuba, ambos obtenidos por oposición. En 1951 se gradúa de doctor en Filosofía y Letras con su tesisLa Cueva de Bellamar.
Mientras estudia la carrera de Filosofía y Letras, sigue los cursos de "Arqueología cubana: Técnica de excavaciones arqueológicas" y "Ensayo de geología económica de Cuba", en la Escuela de Verano de la Universidadde La Habana; y el curso "Historia de la Guerra Hispano-cubano-americana",dictado bajo los auspicios de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos eInternacionales (1948). Más tarde, obtiene diplomas en el Seminario de Geografía dictado por la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO (1954) y en el Seminario de Orientación Profesional Docente, dictado en el Colegio Nacional de Doctores en Ciencias y Filosofía y Letras.
Los ingentes esfuerzos de Núñez Jiménez al recorrer a pie o a caballo caminos escabrosos en largas jornadas, lugares recónditos de regiones casi desconocidas y despobladas, sin comunicaciones, sin tener asegurado el alimento y la habitación, durmiendo en descampado o en cavernas, o en la casa de los campesinos que le guiaban y compartían con él generosamente,exponiendo no pocas veces la vida, tuvieron sin embargo un reconocimiento:el primero, el de aquellos jóvenes que fundaron con él la Sociedad Espeleológica de Cuba.
Le aceptaron como jefe por sus conocimientos, por su precoz madurez, porque era imaginativo y audaz y no temía los riesgos, aunque con gran prudencia, trataba de no exponer a sus compañeros a peligros innecesarios. Por tanto, le eligieron Presidente de la novel Sociedad, de 1940 a 1950 y, en este último año, Director de su museo.
En 1943, cuando apenas había arribado a los 20 años de edad y sin haber terminado los estudios de bachillerato, patrocinado por los doctores don Carlos de la Torre y Huerta y Salvador Massip y Valdés, dos instituciones tan serias como la Sociedad de Historia Natural Felipe Poey y la Sociedad Geográfica de Cuba le eligieron Socio Titular y la última, en consideración a su trabajo, creó la sección de Espeleología y le eligió su Presidente, cargo que desempeñó de 1943 a 1953.
En 1944 el consejo de la última entidad le eligió Socio de Número; en 1948, también por elección, fue Relator y, de 1950 a 1951, su Secretario General.
En 1945, la Sociedad Cubana de Botánica le elige Socio Numerario y la Comisión Nacional del Tabaco le otorga Mención Honorífica en el concurso periodístico "Rodrigo de Xerez".
En 1946 la autora de este prólogo sostiene conversaciones con eminentes investigadores y profesores universitarios con el fin de fundar la Sociedad Universitaria de Exploración. En la reunión convocada al efecto se inscribió de inmediato un gran número de ellos y, por supuesto, allí estaba Núñez Jiménez con su bien ganado crédito de explorador, con el rango de socio fundador. En ese mismo año en que comenzaba sus estudios en la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana, presentó al V Congreso Nacional de Historia su trabajo "El Guanahatabey, troglodita indocubano", el cual fue aprobado con aplausos. A estas alturas, pudo, entre otros, publicar su monografía titulada "Desarrollo y auge de la Espeleología en Cuba", pues ya la espeleología no estaba solo desarrollada, sino que estaba en auge.
Las realizaciones alcanzadas por la Sociedad Espeleológica de Cuba y el reconocimiento que obtuviera de valiosos científicos y entidades científicas de espíritu un tanto conservador, renuentes a admitir en su seno a recién llegados, constituye un fenómeno científico-social al mismo tiempo que una lección, digno de ser estudiado.
Numerosos elementos negativos apuntaban desde su nacimiento hacia el fracaso. El primero, la poca edad de sus fundadores. En aquella época la opinión de los adolescentes pesaba muy poco. Generalmente, dependían de sus padres y aún los que trabajaban no podían disponer libremente del salario que obtenían. Esto ocurría en todas las clases sociales.
En el discurso pronunciado el 15 de enero de 1960, en conmemoración del XX Aniversario de la fundación de la Sociedad Espeleológica de Cuba, el Comandante en Jefe Fidel Castro puntualiza de mano maestra el mayor obstáculo con el cual se enfrentaban cada día los espeleólogos presididos por Núñez Jiménez:
La lucha que tenían que emprender, esa lucha de siempre para todo el que trata de crear algo, de innovar algo, de iniciar algo; esa lucha contra el prejuicio, contra la subestimación de los demás, contra la rutina, que hace pensar a muchos que todo esfuerzo es inútil o que se está condenado al fracaso, esa lucha que ellos tuvieron que realizar contra los escépticos, contra los que creían que era un hobby más, un esfuerzo más, pero sin mayor trascendencia.
Fue la misma lucha que se plantearon los patriotas cubanos de todos los tiempos frente a quienes, para solucionar los problemas de Cuba solo hallaban un dilema: o continuar unidos a la Metrópoli mediante reformas o por una autonomía restringida; o bien la anexión de la Isla a los EUA; tendencia esta última que supervive en los intervencionistas de siempre, que no pueden concebir que un Estado pequeño y subdesarrollado sea independiente y soberano. Fue la misma gran lucha de la Sierra Maestra. Con factores tan negativos para su desarrollo ¿cómo pudieron triunfar los jóvenes de la Sociedad Espeleológica de Cuba?
Triunfaron, sin embargo, por la fuerza, la potencia y la fe de la juventud en sí misma, porque no tenían intereses materiales que los frenaran; por esa "limpia y pura historia" de la que hablaba Fidel en su discurso; pues ya sabía él "del interés de Núñez Jiménez por las cosas de Cuba, su interés por la Geografía, su interés por las cuevas y, en fin, su interés por todas las cosas de la naturaleza".
Del entusiasmo contagioso, la pasión de Núñez Jiménez por la naturaleza, que hacía vibrar en el corazón de sus oyentes una cuerda sobornados por las promesas de la tiranía de Batista, y paralizada por el golpe fascista, sufrió un estancamiento casi total. Tanto laEspeleología como la Geografía, por las actividades revolucionarias, por las persecuciones, por la incorporación al Ejército Rebelde o por el exilio de sus impulsores y guías, parecían aplastadas por la falta de seguridad y la libertad necesarias a la actividad intelectual.
Es bueno recordar que mientras se superaba intelectualmente y realizaba sus difíciles exploraciones para el mejor conocimiento del país, Núñez Jiménez se veía obligado a trabajar duramente como jornalero en la construcción de las carreteras de Viñales a La Palma, en la Vía Blanca o como vendedor ambulante para mantener su vida. En 1947 tuvo oportunidad de mejorar sueconomía al obtener, mediante concurso, la ayudantía a la cátedra de Geografía e Historia del Instituto de Segunda Enseñanza de El Vedado, desde la cual ascendió a profesor auxiliar.
Participa en las Misiones Culturales organizadas por el doctor Raúl Roa desde 1950 hasta el 10 de marzo de 1952, fecha en que ocurre el golpe de Estado encabezado por Fulgencio Batista y a partir de entonces, es representante de la compañía deBalletAlicia Alonso (1952-1953). Al negarsecívicamente la eximia bailarina a la inclusión de su Ballet en "la consolidación de la cultura" que pretendía el tirano, para utilizarla como propaganda de su régimen, se le negó la subvención que tenía la institución. Con Alicia y suBalletrecorre Venezuela, Colombia y Jamaica, donde continuó sus estudios de la naturaleza. En 1957 es elegido Socio Titular de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, fundada por Emilio Roig de Leuchsenring. En 1956 fue miembro delegado de la Junta Nacional de Arqueología y en ese año fue designado miembro titular de la citada sociedad.
No obstante todo lo enumerado anteriormente, el mayor reconocimiento que se hace de la preparación de Núñez Jiménez como geógrafo es cuando se le adjudica la Cátedra de Geografía y Geomorfología de la Universidad Central de Las Villas, la que obtuvo por concurso-oposición en 1955, apesar de su tacha de comunista, enarbolada en perjuicio suyo. Desde entonces pudo continuar, no sin tropiezos policíacos, la exploración de la región central de nuestro país, hasta que se sumó a las luchas en la clandestinidad y más tarde se unió al Ejército Rebelde. Aún en aquellas circunstancias sus libretas se llenaban de notas y más notas acerca de la Geografía y el Hombre, ahora en Revolución.
En esta primera etapa de su vida, anterior al Triunfo de la Rebelión, fruto de sus estudios, exploraciones e investigaciones reconocidas ya en el ambiente científico, Núñez Jiménez expone en la Sociedad Espeleológica de Cuba, en las revistas de la Sociedad Geográfica de Cuba, de la Universidad de La Habana, de la Universidad Central de Las Villas y en otras, trabajos geográficos de áreas poco conocidas de nuestro país, como la exploración y estudio geográfico del Pan de Guajaibón, el Boquerón de Jatibonico, el Río Toa, de la región de Mayarí y de Isla de Pinos.
De esta época son los descubrimientos y estudios arqueológicos de las Cuevas de Punta del Este y las pictografías de Caleta Grande en la Isla de Pinos y las excursiones arqueológicas a Camagüey, en colaboración conel doctor Manuel Rivero de la Calle. Añádase a esto "Facatativá, Santuario de la rana, Andes orientales de Colombia", resultado de su viaje a ese país como representante de la Compañía deBalletAlicia Alonso.
Específicamente de Espeleología son: "Explorando las cavernas de Cuba", "Desarrollo y auge de la espeleología en Cuba", "Las Cuevas de Caguanes", "La Cueva de Bellamar" y "Una nueva formación secundaria en la espeleología", presentado este último trabajo en el X Congreso Internacional de Espeleología, celebrado en Bari, y que aparece en el tomo I, Sección I, de las Memorias de ese congreso.
Era profesor auxiliar del Instituto de El Vedado cuando publicó su famosaGeografía de Cuba, piedra de escándalo de la tiranía de Fulgencio Batista, a quien tantos disgustos proporcionó.
Como profesor de la Universidad Central de Las Villas escribe su Curso de Espeleología General, que tuvo por antecedente un cursillo dictado años antes en la Universidad de La Habana, y la monografía "Las rocas y Geomorfología" y como complemento de su labor docente, además, sufolleto "Hacia la Reforma Universitaria".
Las actividades desarrolladas en su propia superación, en el movimiento científico que promovía a través de la Sociedad Espeleológica no se contradecían con la participación de Núñez Jiménez en el movimiento revolucionarioestudiantil de la Universidad de La Habana desde 1946 hasta 1951, todo lo contrario, para él la Geografía y la Revolución siempre han sido como las dos caras armónicas de una misma medalla. Ya antes de aquel año se había hecho sospechoso y fue detenido por la policía en noviembre de 1945, cuando construía, con otros miembros de la Sociedad Espeleológica, una caseta en la Feria del Libro, donde se proponía divulgar sus estudios y exploraciones. Al ser puesto en libertad, denuncia por escrito esa arbitrariedad ante el jefe de la Policía Nacional.
Lucha incansablemente por la paz y la democracia, y contra el gobierno anticomunista y proimperialista de Carlos Prío Socarrás.
En 1946, cuando comienza sus estudios en la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana, es acusado de comunista ante el Tribunal de Urgencia, en la Causa Núm.1876.
En 1947, al ser elegido delegado a la Asamblea Estudiantil Universitaria y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) le hace uno de los responsables de recibir, en la Estación de Ferrocarriles de La Habana, la Campana de La Demajagua, traída desde Manzanillo por el dirigente estudiantil Fidel Castro y otros compañeros de la FEU como protesta contra el entreguismo del régimen proimperialista del presidente Prío.
Es miembro fundador de la Asociación de Defensa de los Derechos Democráticos, constituida el 19 de octubre de 1949 para luchar contra la represión del gobierno de Prío. Asimismo, es miembro de la Comisión Organizadora del desfile popular que tuvo lugar en octubre del mismo año contra el empréstito solicitado por Prío a los Estados Unidos. En el mes de diciembre fue detenido y acusado ante el Tribunal Correccional de la Sección Octava de la ciudad de La Habana y encarcelado en la prisión del Príncipe por haber participado en la acción antifranquista que interrumpió un acto donde se encontraban prominentes franquistas acusados del asesinato del poeta García Lorca. Fue miembro a cargo de la Comisión de Credenciales en el Congreso Nacional por la Paz y la Democracia, celebrado en 1949.
En 1950 es acusado nuevamente de actividades clandestinas ante el Tribunal de Urgencia (Causa Núm. 608) y encarcelado. Es elegido secretario del Comité Cubano pro II Congreso Mundial de la Unión Internacional de Estudiantes (UIE); del Comité Universitario de Partidarios de la Paz; y del Comité 30 de Septiembre, donde militaba la vanguardia estudiantil de aquella época, entre los que se hallaban Fidel Castro, Alfredo Guevara, Baudilio Castellanos y otros. En ese comité, Núñez Jiménez, ocupaba el cargo de secretario de actas y de cultura. Fue miembro de la expedición de las organizaciones revolucionarias estudiantiles que en marzo de 1950 escaló el Pico Turquino como homenaje al Centenario de la Bandera de Cuba y como protesta antimperialista. En la cumbre del país colocaron el busto de Julio Antonio Mella.
En 1951, acusado otra vez de comunista ante el Tribunal de Urgencia, se dicta orden de arresto contra él. Es miembro del III Congreso Nacional de la Juventud Socialista; presidente del Comité Cubano pro Festival de la Juventud y los Estudiantes por la Paz; de la Delegación Cubana al III Festival Mundial de la Juventud en Berlín, RDA, y de la Comisión Patrocinadora Cubana de la Conferencia Continental Americana por la Paz.
En 1952 preside la Comisión organizadora del Mes de la Amistad Cubano-Soviética y 2 meses después es detenido e incomunicado en el Buró de Investigaciones (BI); días más tarde asaltan la casa de su padre a quien detienen "por el delito de ser padre del joven intelectual", según publica el periódicoHoy, el 11 de junio de 1952. Padre e hijo son sometidos a juicio por el Tribunal de Urgencia en la ciudad de Holguín. Ambos acusaron al régimen batistiano de violar la Constitución de 1940.
Núñez Jiménez fue uno de los organizadores de la Conferencia Nacional por los Derechos de la Juventud, celebrada en La Habana en noviembre de 1952 y miembro del Congreso Martiano en Defensa de los Derechos de la Juventud que tuvo lugar en enero de 1953.
En 1954, electo Secretario de Organización del Comité de Defensa de Guatemala en La Habana, fue detenido e internado en el Campamento Militar de Columbia. Cuando organizaba en Santiago de Cuba la ascensión al Pico Suecia del Turquino, fue secuestrado junto a Eduardo Queral y Eduardo Rey Chilía en el Cuartel Moncada.
El 13 de marzo de 1954 fue detenido y fichado por el SIM, acusado de comunista.
Es en ese año que publica la primera edición de su Geografía de Cuba, alegato contra la dominación imperialista en Cuba. Por esta época ya su autor es militante de la Juventud Socialista del Partido Socialista Popular.
En su libro, Núñez Jiménez combatía abiertamente el dogma burgués-imperialista del fatalismo geográfico, que quería atar nuestro país para siempre al sistema neocolonial norteamericano; defendía los principios de una reforma agraria; batallaba en sus páginas contra layanquización de nuestro idioma; se oponía resueltamente a la obra nefasta de los gobiernos de turno y lo insólito para aquella época en un libro de texto: mencionaba con simpatía la política de la Unión Soviética en relación con la protección de la naturaleza.
El régimen, presidido por Fulgencio Batista, no podía soportar, sin reaccionar brutalmente, ante aquel alegato general contra el sistema y, sencillamente, ordenó quemar laGeografía de Cuba. El ejército de Batista ocupa el 17 de enero de 1955 la mayor parte de la edición en la propia Editorial Lex y la quema en el Cuartel General de Columbia. Un día antes habían ocupado los ejemplares existentes en las librerías de La Habana, aunque se lograron salvar de aquel acto, típicamente fascista, algunos ejemplares que luego pudieron ser reproducidos mimeográficamente en los frentes guerrilleros, especialmente en el Segundo Frente Oriental "Frank País".
Detenido e interrogado el mismo día en el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC) del ejército de la tiranía, por el teniente José de J. Castaño, jefe de ese cuerpo represivo, Núñez Jiménez declara que "considera que el libro está escrito conforme a una tesis nacionalista, de defensa de los intereses por los cuales lucharon los fundadores de la Patria cubana", según se lee en el acta levantada por el esbirro mencionado, en el SIM, el citado día.
Fue tal la protesta nacional e inclusive internacional, por parte de las fuerzas progresistas, que el régimen se vio obligado a desmentir la quema del aquel libro, y cuando ya la mayor parte de los ejemplares estaban convertidos en cenizas, el Ministerio de Educación de entonces publicó una Resolución en la que se prohibía leer lo que ya era cenizas. Efectivamente, la Resolución Núm. 07594 de fecha 30 de enero de 1955, calzada con la firma del Ministro de Educación, doctor López Isa, decía así en su parte resolutiva:
Primero: Aprobar el informe técnico emitido acerca del libro Goegrafíade Cuba del doctor Antonio Núñez Jiménez, que lo declara de efectos nocivos al estudiantado cubano.
Segundo: Prohibir su uso, como texto, obra de consulta o material de lectura en las escuelas, Institutos, Centros Medios, o en las Instituciones privadas incorporadas, o simplemente sometidas a la Inspección de los funcionarios técnicos del Ministerio.
Ante las protestas estudiantiles, populares y aún de representativos intelectuales de la burguesía, el régimen se vio obligado a tratar de no escenificar el juicio que ya había iniciado contra Núñez Jiménez en el Tribunal de Urgencia de La Habana a tal punto que cuando compareció ante el juez y el fiscal, ninguno se atrevía a exponer el verdadero origen de aquel enjuiciamiento, y era Núñez Jiménez quien planteaba que estaba allí para acusar al régimen de haber ordenado la quema de suGeografía de Cuba, como ocurrió en el juicio celebrado el 3 de agosto de 1956 tras el cual el acusado se refugió en la Gran Caverna de Santo Tomás, en la Sierra de Los Órganos.
Se inició entonces una etapa en la que, tanto el Buró de Represión de Actividades Comunistas como el Servicio de Inteligencia Militar, o el Buró de Investigaciones, constantemente trataban de amedrentarlo con detenciones y secuestros que no culminaron en represiones más truculentasdebido a que se había hecho demasiado escándalo con el proceso represivo contra el propio libro, y los periódicos y revistas, tanto de Cuba como del extranjero, habían protestado del abuso cometido.
El 20 de septiembre de 1956 la policía batistiana asaltó la sede de la Sociedad Espeleológica de Cuba en La Habana y la condenó a muerte.
El tratamiento dado a Núñez Jiménez en merma de sus derechos humanos, y a la cultura, aherrojándola, persiguiéndola o pretendiendo destruirla, tipifican la índole profundamente fascista del régimen de Fulgencio Batista y el gobierno norteamericano que lo sostenía.
Incineración de libros, asalto a instituciones políticas, intentos de destruir físicamente, con dolor, a los pueblos y apagar, con angustia, la luz de su pensamiento, en fin, su cultura, lo intentaron en Alemania, Hitler y sus cómplices; en Chile, Pinochet, su Junta y sus esbirros; en Kampuchea, Pol Pot y Jang Sary, con mayor intensidad, si cabe. Pero ya antes de "nacer oficialmente" el fascismo, los pueblos americanos sufrieron su gestación en el vientre de la madre España: ¿qué fueron, si no, los sufrimientos inenarrables de los explotados y torturados esclavos, a quienes se negaba incluso, la condición de seres razonables?, ¿qué fue si no, la reconcentración de Weyler?, ¿y qué, la prohibición delEnsayo Político de Humboldt?, ¿qué fue el "¡Vivan las cadenas!" de los fanáticos en favor de Fernando VII, y en detrimento de sus propios defensores? En suma, lisa y llanamente, Núñez Jiménez y la Sociedad Espeleológica de Cuba solo fueron víctimas de la tiranía fascista que tanta desgracia trae a nuestro tiempo.
Las fuerzas represivas no lograron echar hacia atrás el proceso de estudio de nuestro país iniciado por Núñez Jiménez y sus compañeros, no obstanteque llegaron a asaltar la sede de la Sociedad Espeleológica de Cuba y reprimir violentamente a sus miembros.
En abril de 1957 es acusado por el coronel Pérez Coujil, del ejército de la tiranía, ante el Ministro de Gobernación por publicar el artículo "Así es la Sierra Maestra", en la Revista Bohemia de 30 de diciembre de 1956, con el objeto de "excitar a la opinión pública en relación con las actividades insurreccionales que se desarrollan en aquella región desde hacía un mes aproximadamente".
En mayo de 1957 dirige, con el doctor Agustín Anido y un grupo de profesores, un movimiento para democratizar la Universidad Central de Las Villas el cual tuvo éxito, aunque con trágicas consecuencias.
Con el estudiante de la Universidad Central de Las Villas, Ramón Pando, coopera en la organización del Frente de El Escambray, creado por el Directorio Estudiantil Universitario, labores que costaron la vida a Ramón Pando Ferrer, compañero de Núñez Jiménez.
De 1957 a 1958 preside la Junta Patriótica de Unidad en la ciudad de Santa Clara de la que formaban parte el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el Partido Socialista Popular y otras organizaciones cívicas.
Núñez Jiménez actúa junto a Armando Acosta como uno de los dirigentes de la Huelga General de abril de 1958 en la provincia de Las Villas.
Desde la llegada del Comandante Che Guevara a El Escambray, Núñez Jiménez, que era entonces catedrático de Geografía y Geomorfología de la universidad villareña, coopera con la Columna 8 "Ciro Redondo", en la construcción de mapas para la guerrilla, hasta que se une a los rebeldes. Con el grado de capitán es nombrado por el Che, jefe del Servicio Topográfico de la Columna "Ciro Redondo" en la campaña desde el Caballete de Casas a la ciudad Santa Clara y a las órdenes directas del Comandante Guevara participa en la liberación de varias poblaciones y ciudades, entre estas Fomento, Cabaiguán, Placetas, Remedios, Caibarién y Santa Clara.
El Primero de Enero de 1959 cumple, junto al capitán Adolfo Rodríguez La Vega, la misión de recibir, por orden del Comandante Guevara, la rendición oficial del Cuartel Leoncio Vidal de la ciudad de Santa Clara.
La personalidad de Núñez Jiménez se fortaleció en la lucha por la libertad al lado del Comandante Ernesto Che Guevara, y dio lo mejor de sí en la construcción del Socialismo junto al Comandante en Jefe, Fidel Castro, quien diría en su discurso del 15 de enero de 1960 en el Aniversario XX de la Fundación de la Sociedad Espeleológica de Cuba:
…una de las causas de la estrecha amistad entre ambos, aparte de la gran identificación ideológica, era el hecho de que el incansable explorador de nuestro país era el mejor compañero para viajar a través de la Isla, porque no había una sola gruta, un solo río, un solo árbol, una sola laguna, una sola bahía de los cuales no sepa la historia; el período geológico en que se formó, los hundimientos que se produjeron para darorigen a aquella bahía que antes había sido una cuenca; los levantamientos que dieron lugar a las montañas; las fallas y la determinación de su edad por el grado de erosión que muestran; las distintas especies animales y vegetales.
En fin, decía nuestro Comandante en Jefe: "Toda una verdadera enciclopedia gracias a la cual pudo él ir conociendo una serie de cosas acerca de la Patria."
No es de extrañar que el Gobierno Revolucionario aprovechara las cualidades que Núñez Jiménez había demostrado en sus exploraciones del Archipiélago y en la lucha por su liberación y le confiara grandes responsabilidades desde el comienzo de la organización del país en una Patria Nueva, tal como propugnara Martí: "Con todos y para el bien de todos."
Desde el 3 de enero de 1959, fecha de la entrada en La Habana de la Columna 8 "Ciro Redondo", fue capitán ayudante del Comandante Ernesto Che Guevara en la Fortaleza de San Carlos de La Cabaña.
Pero era necesario aprovechar sus capacidades organizativas, por lo que primero se le designó director de la Oficina de Planes y Coordinación Revolucionaria del Primer Ministro Fidel Castro, la cual, entre otras tareas, redactó la Ley de Reforma Agraria, y en mayo de 1959 se le nombró Director Ejecutivo del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
Durante los primeros años del Gobierno Revolucionario acompañó al Comandante en Jefe en inolvidables y casi permanentes excursiones por todo el país y sus cayerías de las costas Norte y Sur. Enriqueció así sus alforjas de geógrafo.
Presidió la delegación del Gobierno Revolucionario de Cuba a los actosdel 26 de Julio de 1959 en Nueva York y la delegación de Cuba a la Décima Conferencia Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) que tuvo lugar en Roma, en noviembre del mismo año.
En relación con sus funciones en el INRA funda la revista INRA-CUBA y más tarde la revista Agricultura, de la Academia de Ciencias de Cuba, y publica La Reforma Agraria. Recuento Histórico, que se tradujo al ruso, en Moscú, en 1960, con el título LaReforma Agraria en Cuba y al alemán en 1961, en Berlín; La ley de Reforma Agraria y su aplicación, en el primer Fórum nacional sobre la Reforma Agraria; La liberación de las Islas; los discursos del comandante en Jefe Fidel Castro y del doctor Antonio Núñez Jiménez sobre Cooperativas Cañeras. Orientación y Reglamento; Las Cooperativas del Instituto Nacional de Reforma Agraria. Cooperativismo y colectivismo y Un año de liberación agraria; estos dos últimos escritos en 1960; y el "Informe al pueblo en el segundo aniversario de la Reforma Agraria", publicado por el INRA, en 1961.
En 1959 publica la segunda edición de su Geografía de Cuba.
Ante las amenazas de agresión imperialista, el Comandante en Jefe designó al capitán Núñez Jiménez no solo Jefe de Artillería Antitanque, sino Director de la Escuela de Artillería "Camilo Cienfuegos", donde continuó enriqueciendo sus conocimientos geográficos en sus marchas con las Milicias Nacionales Revolucionarias.
Desde su cargo de Director del INRA, Núñez Jiménez abogó por la fundación de la Escuela de Geografía (hoy Facultad) de la Universidad de La Habana, para lo cual cooperó en la confección de su programa de estudios y después ocupó la cátedra de Carsología, la primera de América.
En 1962 se le nombra para el cargo de Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, donde tuvo la oportunidad de fundar, en nombre del Gobierno Revolucionario, los institutos o departamentos de Geografía, Geología, Geofísica, Oceanología, Biología, Suelos, Botánica y otros como el Instituto de Meteorología, todos los cuales iniciaron un profundo estudio de nuestro país, además de los institutos de Ciencias Sociales.
Las responsabilidades y los éxitos alcanzados no hicieron que Núñez Jiménez olvidara su amada Sociedad Espeleológica; por el contrario, solo al triunfo de la Revolución pudo esta desarrollarse hasta el punto de adquirir el gran prestigio y dignidad conquistados en el ámbito nacional e internacional.
Fue el propio Comandante en Jefe, Fidel Castro quien en su tan mencionado y famoso discurso pronunciado en la conmemoración del XX Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba, también inicio de su renacimiento, le dio el espaldarazo para que continuara la lucha por la Ciencia y por la Patria, y señaló la importancia de la Geografía y la Espeleología en el desarrollo del país.
Con el triunfo de la Revolución la actividad renace también con nuevo ímpetu, favorecida por el estímulo del Gobierno Revolucionario. Se funda la Academia de Ciencias de Cuba y su primera creación es el Instituto de Geografía; se funda en la Universidad, una Escuela de Geografía; se crea un Instituto de Planificación; la Academia envía delegaciones a los Congresos Internacionales convocados por la UGI, a las Conferencias Regionales y a los simposios de temas especiales; se contratan investigadores y asesores extranjeros, algunos de fama internacional, para los trabajos que se realizan y la Academia de Ciencias acomete empresas como la confección y publicación delAtlas Nacional de Cuba; el mapa geomorfológico de Cuba a la escala de 1:500 000; el estudio y catalogación de los recursos naturales del país y la confección del mapa geológico, aparte de otras investigaciones locales de no poca importancia.
La obra que ahora nos entrega Núñez Jiménez, no es sino la continuación de un largo rosario de distintas etapas menores, que al sumarse, constituyen esta de mayor aliento. La represento en mi mente como una gran cuenca alimentada desde su inicio por series sucesivas de otras menores.
Así la colección de artículos "Geografía Popular", publicada en elMagazine Mella, suplemento literario del periódico Hoy, órgano del proletariado del partido marxista de aquella época, como el "Álbum de Cuba" solicitado a Núñez Jiménez por Blas Roca para el mismo periódico o los relatos de excursiones publicados en la revista Espuma, órgano del sindicato de los Trabajadores de Jabonería, o enLux, de los obreros eléctricos y otras muchas colaboraciones en revistas de difusión popular como Carteles y Bohemia van conformando poco a poco las ideas de Núñez Jiménez acerca de la Geografía de su país y del pueblo que la habita.
A cada excursión del autor se sumaba un diario de viaje, se agregaban bloques y mapas, todo lo cual se complementaba con largas lecturas en la Biblioteca Nacional cuando esta, allá por los años 40, se alojaba en elCastillo de la Fuerza, donde Núñez Jiménez se fue adentrando pacientemente en el mundo maravilloso de la bibliografía de Tranquilino Sandalio de Noda, Felipe Poey, Esteban Pichardo, Miguel Rodríguez Ferrer, Salvador Massip y tantos otros. Bebió en las páginas de lasMemorias de la Sociedad Económica de Amigos del País muchos datos interesantes, ampliados después con la lectura de muchos documentos inéditos del Archivo Nacional, con todo lo cual fue formando un sólido sistema de información que ahora, más de medio siglo de sus actividades geográficas e históricas, le permite emprender esta gigantesca tarea de dejar un retrato amoroso, una imagen lo más fiel posible de nuestra Naturaleza y de nuestra Patria. Vale decir del país y el pueblo al que nos debemos.
Comprometido con el pueblo que iba conociendo en los bateyes azucareros, al pie de los Mogotes de Guaniguanico o a orillas del caudaloso Río Toa, en cada artículo, en las monografías que comenzaba a escribir y en los primeros folletos y libros que dio a la luz pública, ya se tratase del estudio del cementerio de los indios primitivos sepultados en la Cueva de Los Huesos, del Pan de Guajaibón, ya al descubrir el paisaje de Isla de Pinos, o al narrar la ascensión al Pico Turquino, siempre expuso en sus escritos geográficos pinceladas acerca de las realidades sociales de nuestro pueblo, especialmente de sus campesinos. Así surgió la crítica acerba contra el latifundio, el combate contra los politiqueros que oprimían a nuestras masas, la denuncia oportuna contra la tala de bosques realizada por negociantes sin escrúpulos. Y todo esto agravado ante el régimen porque aquellas primeras publicaciones fueron dadas a conocer en revistas y periódicos proletarios, como los artículos publicados en la revista CTC, en la época en que la dirigía el gran capitán del proletariado Lázaro Peña. Otras monografías en publicaciones más especializadas, iban constituyendo como sumarios o resúmenes de diferentes temas de nuestra naturaleza, como su conferencia "Explorando las cavernas de Cuba", que fue presentada por el doctor Salvador Massip y publicada después en la Revista de la Sociedad Geográficade Cuba; el "Estudio de las cavernas de Cuba", dado a conocer en la Revistade la Junta Nacional de Arqueología; los cursos de espeleología dictados en 1947 y 1954-1955; la serie de folletos Expedición geográfica a Oriente.
Aparecieron sus publicaciones más técnicas en laRevista de la Sociedad Geográfica, en el Boletín de Historia Natural de la Sociedad Felipe Poey, en el Boletín de la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Revista de la Biblioteca Nacional, en la revista Islas de la Universidad Central de Las Villas, que fundó junto a Mariano Rodríguez Solveira y Samuel Feijóo y en la Revista de la Universidad de La Habana. A lo anterior se sumó con el tiempo la publicación de la primera edición de suGeografía de Cuba, salida a luz en condiciones dramáticas, no solo de penuria económica, sino también de persecuciones en que vio peligrar la posibilidad de su edición, y acometer la obra con rapidez, pues ya se veía con claridad avanzar el fascismo, por lo que sacrificó conscientemente cualquier deseo de una calidad superior en aras de la oportunidad de publicar un severo alegato contra el sistema social imperante en Cuba. Aquella obra salió publicada en los primeros días de 1954. Solo hacía 6 meses del Asalto al Cuartel Moncada.
Aquella Geografía incinerada en 1954, no solo se reprodujo, como ya dijimos, en la modestia de alguna edición mimeográfica guerrillera, sino que, tomada por la cultura soviética, fue reimpresa en lengua rusa. En su primer viaje a Cuba el gran dirigente soviético Anastas I. Mikoyán traía en su mano el primer ejemplar de la traducción rusa, como un gesto de buena voluntad hacia nuestro país ya en Revolución. En 1965 apareció una segunda edición rusa. A la impresa en Moscú en 1959, le siguió la de la República Popular China en 1960, mientras que en Sofia y en Budapest se hacían las ediciones de Así es mi país.
Con algunas modificaciones, la Editorial Lex imprimió la segunda edición de laGeografía de Cuba, de la cual se hicieron numerosas reimpresiones.
Una tercera edición, impresa en 1965 aumentó considerablemente el número de sus páginas y la cuarta edición, solicitada al autor por el Gobierno Revolucionario, resultó tan voluminosa que fue necesario imprimirla en cuatro tomos, titulados: Primera Parte, Geografía Física; Segunda Parte: Las regiones naturales; Tercera Parte: Transformación de la naturaleza, y Cuarta Parte: Geografía Económica.
Cada una de esas ediciones aumentadas y corregidas fueron como los prolegómenos de esa opera omnia que ahora Núñez Jiménez entrega a sus lectores.
A estas publicaciones y a otras, cuyas fichas no tenemos a la vista, deben agregarse numerosas conferencias que dictó en las universidades Lomonosov,de Moscú; Humboldt, de Berlín; en Leipzig; en la Sorbona, de París; en Argel;en el Colegio Pío Latinoamericano, de Roma; en la Sociedad de Amistad Cuba-Francia; en el Instituto de América Latina, en París; en el Instituto dePolítica y Economía Internacional, de Praga; en la Sociedad Cuba-Gran Bretaña; en la Escuela Superior del Partido Comunista de la URSS; en el Instituto de Espeleología "Emil Racovitza", de Rumania, y otras del Perú.La mayor parte de estas conferencias constituyeron profundos estudios sobreCuba, su desarrollo y sus problemas.
Los numerosos viajes que Núñez Jiménez realizó por Europa, Asia, América, África y aun el Polo Norte, hicieron posible que en muchas oportunidades pudiera visitar bibliotecas y museos, entre estos el British Museum, la Biblioteca Nacional de París, la del Vaticano en Roma, la de Lenin en Moscú y los archivos leningradenses, entre otros, sin olvidar los muy importantes Archivos de Indias, de Sevilla y la Biblioteca Nacional de Madrid, donde tuvo la oportunidad de leer o fotocopiar importantes documentos, muchos de ellos inéditos, y libros trascendentales acerca de Cuba, todo lo cual fortaleció el sistema informativo que venía acopiando desde su adolescencia y que ahora culmina en esta obra, relevo de aquella que le antecedió, personificada por el profesor Massip.
Los trabajos iniciales son como torrentes o mansos arroyuelos que fluyende todas partes hacia una corriente más fuerte y constituyen pequeñas cuencas,
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