El Chupacabras - Miguel Aracil - E-Book

El Chupacabras E-Book

Miguel Aracil

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Beschreibung

En los últimos treinta años, la mayoría de los medios de comunicación se han hecho eco en alguna ocasión de extraños sucesos en los que cientos de animales (y a veces seres humanos) se han encontrado muertos en extrañas circunstancias, principalmente, sin sangre en las venas o mutilados de forma bárbara. Cuando el autor se decidió a escribir este libro, después de una larga investigación por España e Iberoamérica, constató que, tras el "síndrome chupacabras" había algo más que simples experimentos genéticos por parte de la CIA u organismos similares, sino que, por el contrario, existía "algo más", mucho más profundo y menos humano de lo que en un principio creía. En este libro se presentan una serie de sucesos que nos indican que alguien o algo está utilizando nuestro planeta Tierra, y a muchos de sus habitantes, para realizar un experimento, el cual, aunque no podemos ni imaginar su magnitud, sí podemos asegurar que es muy preocupante. Miles de seres vivientes que han sido víctimas de los chupacabras, así nos lo indican.

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Seitenzahl: 134

Veröffentlichungsjahr: 2022

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© Plutón Ediciones X, s. l., 2022

Diseño de cubierta y maquetación: Saul Rojas

Edita: Plutón Ediciones X, s. l.,

E-mail: [email protected]

http://www.plutonediciones.com

Impreso en España / Printed in Spain

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

I.S.B.N: 978-84-19087-66-9

Dedicatoria

In memoriam. Hace unas cuantas décadas, regresé de un largo periplo por Valaquia, Transilvania y Moldavia. Bajo mi brazo llevaba muchas notas y apuntes que deseaba se convirtieran en un libro. Recorrí distintas editoriales y nadie me lo aceptó, hasta que le llevé el original a Josep María Merín, editor de Arbor Ediciones, el cual confió en mí, y además de publicarme aquel libro, me editó seis más. Mi carrera como escritor no hubiera sido posible sin su ayuda y confianza. Cuando escribo estas líneas, hace un tiempo que una terrible enfermedad se lo ha llevado.

Aunque nunca leas este trabajo, sea este un pequeño pero sentido homenaje a tu confianza.

Gracias Josep María.

Deseo también hacer con esta obra, un pequeño, pero sincero brindis al doctor Bernard Heuvelmans, a quien me permito denominar “padre de la Criptozoología”. Pese a su condición de doctor en ciencias zoológicas, no tuvo el menor reparo en enfrentarse con sus colegas “ortodoxos” y afirmar que, bajo nuestro viejo sol y sobre nuestra querida Tierra, existían más criaturas de lo que habitualmente cree la Ciencia.1

También una dedicatoria sentida y sincera a mi amigo, el escritor, empresario informático y máxima autoridad europea en Indiana Jones, Pedro P. Canto.

Y, ante todo, a mi buen amigo el doctor Luis Miguel Doménech, profesor de la Facultad de Ciencias de la Tierra en la Universidad de Barcelona y de la Universitat Politècnica de Catalunya, por poder contar siempre con su cualificada opinión cuando tengo alguna duda. Pese a su empirismo científico jamás ha dudado en escuchar mis teorías y discutirlas conmigo desde dos puntos de vista casi siempre distintos. Gracias, Luismi.

Para los amantes de la criptozoología “seria” y no sensacionalista, recomiendo una obra que es capital en este tipo de investigación, concretamente Tras la pista de los animales desconocidos, publicada en castellano por la editorial barcelonesa Luis de Caralt (dos tomos). Dicho trabajo es, según mi personal opinión, el trabajo más significativo del doctor Heuvelmans. Así mismo, y más actual en el tiempo, recomiendo los trabajos del periodista científico Miguel Seguí, del que se habla más extensamente en la bibliografía que se ofrece al final de este trabajo.

Agradecimiento

Quiero agradecer a los exmiembros de la pionera y actualmente “desconectada” ACEF (Asociación Catalana de Estudios Forteanos) por su labor y haberme permitido consultar sus archivos y aprovecharlos para el seguimiento de algunos casos, concretamente en España.

Mi total agradecimiento a la R.I.S.A.S.A. por haberme ayudado siempre en mis trabajos. Sois lo mejor, al menos para mí.

A las tres revistas del antiguo Grupo Editorial Protusa (Hermes-JBL) por haber dejado abiertos sus archivos de muchos años para que fueran consultados por investigadores interesados en estos temas.

Es una lástima que, dichos archivos, y estoy seguro de ello, caigan muy pronto en malas manos y, desaparezcan para siempre. Cuando escribo estas líneas actualizadas, dichos archivos se encuentran junto a los del pionero ICPHA (Instituto de Ciencias Parapsicológicas Hispanoamericano, antiguo CEP) a la espera de tener un futuro mucho mejor del que me imagino tendrán.

Prólogo

“Qué poco sabemos de lo que nos rodea, y creemos en ocasiones saberlo todo. Si además de mirar, sabemos pensar, nos daremos cuenta de que apenas sabemos nada del planeta en que vivimos”

(Gemma E. Coll Serra-Singla, viajera incansable, pensadora y agente literaria).

Fue a mediados del año 1996 cuando llegaban a España las primeras noticias sobre la existencia de un misterioso depredador en la isla de Puerto Rico. Este extraño “monstruo” bautizado por los lugareños con el nombre de chupacabras, fue descrito como un animal de algo más de un metro de alto, con semblante de dinosaurio o canguro. Si bien sus observaciones (como en el caso del famoso yeti) son más bien imprecisas, no lo son tanto sus víctimas. Cientos, posiblemente miles de reses han sido contabilizadas desde hace años, en el truculento haber de este animal que, según algunos, es fruto de un experimento genético, de un cruce entre seres humanos y extraterrestres.

El escenario en el que apareció esta criatura predispone, naturalmente a la especulación. Estados Unidos ha realizado en Puerto Rico muchos experimentos aeronáuticos, tecnológicos y, también, biotecnológicos. ¿Es por lo tanto el chupacabras fruto de la experimentación en este terreno? ¿Es solo un mito? ¿Algo que se les escapó de control?

Mito o realidad, la verdad es que este “depredador” ya ha superado esta isla caribeña y ha saltado a ambos lados del Atlántico. También ha variado la identidad de sus víctimas y se le han atribuido, por ejemplo, mutilaciones de personas, en Brasil.

La fama de este “monstruo” ha llegado incluso al mundo de la canción, a la publicidad, al merchandising, y no es raro, por lo tanto, que a esta influencia haya sucumbido España.

Miquel G. Aracil, es autor del revelador ensayo que tienes en tus manos. Ha efectuado en los últimos años un arduo trabajo de campo y localización de pistas para desmitificar, muchas veces, lo que se oculta tras estas muertes de ganado ovino, registradas en todo el territorio y, fundamentalmente, en el norte peninsular y también en Cataluña. En las páginas que siguen a estas líneas, comprenderás, además, que el chupacabras, no es, como muchos sugieren, un invento nuevo, sino que se halla presente en las viejas tradiciones y leyendas americanas, y que se ha adaptado con asombrosa eficiencia a las tradiciones y folclore de nuestro país.

Retomando el magistral trabajo del investigador norteamericano John Keel, que relacionó en los años ochenta la existencia de extrañas criaturas parecidas a esta y la presencia de los ovnis en nuestro planeta, Miquel G. Aracil, nos proporciona ahora una maravillosa colección de sucesos y reportes estremecedores que nos conducen a una inevitable conclusión:No estamos solos.

Aracil relaciona, además, muchos de estos sucesos con viejas leyendas y tradiciones, constatando que el misterio está presente entre nosotros desde tiempos ancestrales, y que el momento actual predispone a su resurrección. Lo hace por vía directa, porque Miquel es, ante todo, un investigador de campo. Incansable, disciplinado y terco, muy terco. Solo esa perseverancia puede llevarle a los lugares más inverosímiles y a las situaciones más límite.

Una buena virtud (para un aventurero como él) porque como verás, se necesitaba agallas para ahondar en un tema como el del chupacabras, que deja detrás de sí, el olor pestilente de la muerte, y la incertidumbre acerca de su origen. Estoy seguro, por tanto, que este libro no va a dejarte indiferente.

Josep Guijarro Triadó (escritor, periodista y ufólogo).

Introducción

“Por mucho que algunos estudiemos al chupacabras, pienso que podremos llegar a saber lo que no es, pero no creo que jamás sepamos lo que verdaderamente es”

(Utset Cortés, escritor y director en su momento de la desaparecida, y polémica en su momento, revista especializada Mundo Misterioso).

Hace ya unos años, mientras me dirigía a realizar una entrevista, observé al pasar con mi coche por una céntrica calle de Barcelona, a un grupo de diez o doce escolares que hablaban animadamente de algo que debía de ser muy importante para ellos; lo que en un principio parecía una simple conversación entre niños y niñas, tuve la oportunidad de observar, “gracias” a la luz roja de un semáforo que me obligó a parar un minuto, como el infantil “debate” se empezaba a “calentar” y parecía que pudiera transformarse en una verdadera discusión. El tema no me hubiera preocupado lo más mínimo si no hubiera visto que en medio de toda la “pandilla”, una de las chicas que más gesticulaba era precisamente mi hija Elisabet. Ni tan siquiera la agria bocina de mi coche les hizo prestar la mínima atención. Al mediodía cuando llegué a casa, pregunté a la niña sobre qué tema discutían tan animadamente; personalmente creía que se trataría de cuestiones “futbolísticas”, pero su contestación fue desconcertante: “Del chupacabras”. El infantil debate general tenía una sencilla explicación, pues la noche anterior en una conocida emisora privada de televisión (Tele 5) habían emitido, por tercera o cuarta vez, un episodio de la popularísima serie de misterio “Expediente X”, conjunto de historias (muchas de las veces basadas en hechos reales) que ha impactado en el público español, desde los niños, a muchos de los “primeros espadas” de las paraciencias (conozco a más de un fanático de dichos temas, que utiliza la melodía de esta serie como fondo de su contestador automático).

La verdad es que cuando mi hija mencionó al chupacabras se me revolvió el gusanillo que desde hacía algunos años llevaba dentro sobre dicho tema. Francamente, la palabra “chupacabras” se hizo popular, como ya hemos dicho, con la serie televisiva “Expediente X”, pero anteriormente, algunas de las principales revista especializadas de nuestro país, ya habían dedicado algunos artículos a comentar el extraño fenómeno (aunque mejor si le ponemos el plural, pues quizá se trate de un “síndrome” de fenómenos) y yo, personalmente, había publicado una “clave” en la revista Año/Cero, en la que informé de los extraños hechos acaecidos en tierras de Tarragona hace algunos años, en la que un buen número de animales fueron encontrados muertos de manera misteriosa, y algunas persona de la zona vieron un extraño “animal” esconderse en la maleza, y precisamente en una zona de lo más turística (Ver Año/Cero, nº 35, página 31. “Un monstruo atemoriza Tarragona”, junio de 1993).

En poco tiempo coincidieron cuatro temas que me han llevado a escribir este libro. Por una parte, un extenso viaje a México, Guatemala y Belice (Honduras Británicas) para cubrir una información arqueológica y etnológica para una conocida revista de Madrid, y como bien sabe el lector, la tierra mesoamericana junto al exuberante Puerto Rico y el enigmático Brasil, parecen ser las zonas preferidas para el chupacabras, aunque como veremos más adelante, dicho tema ni es patrimonio de tierras americanas, ni tan siquiera es un “fenómeno” nuevo. La segunda “coincidencia” (personalmente, nunca he creído en la casualidad, sino que siempre he definido tal palabra como “el nombre que le damos a una ley universal que desconocemos”) fue la aparición de mi último libro Atlas de la Cataluña mágica y misteriosa, en el cual dedico un capítulo entero (páginas 63 y siguientes) a uno de los hechos más misteriosos que se han dado en Cataluña (y en otras partes de los Pirineos tanto españoles como franceses), y que conocemos como simiot. Oficialmente, se trata de una leyenda medieval sobre unas extrañas criaturas que, mitad animal, mitad persona, habitaban los bosques y eran causantes de enormes carnicerías entre animales e incluso personas. En algunos lugares del Pirineo, incluso existen imágenes y esculturas de dichas criaturas, de las que hablaremos más adelante, dejando claro que todavía hoy se han dado apariciones del simiot. La tercera “coincidencia” fue un viaje a tierras del sur de Tarragona para realizar un artículo para una publicación barcelonesa; al pasar por Pratdip, recordé lo que ya había investigado hacía años sobre dicho pueblo, sus extraños seres “mitad vampiro, mitad perros” y que habían dejado una profunda impronta en dicha localidad, que además está muy cerca de Tivissa, zona ufológica de primer orden dentro del Principado, y donde se han dado todo tipo de fenómenos paranormales, tanto parapsicológicos como los principalmente relacionados con el tema ovni. La cuarta y última “casualidad” se trata de la aparición de la cuarta reedición de uno de mis primeros libros, en que hacía un pequeño ensayo sobre tradiciones upirológicas (vampiros) y las creencias en hombres lobo. Aquel libro lo escribí poco después de regresar de un largo viaje por tierras de Valaquia, Moldavia, Transilvania y zonas vecinas, en las que aún a pesar del paranoico y cruel gobierno del tirano Nicolae Ceaușescu, en las zonas rurales se seguía creyendo en los úpiros (vampiros). Al repasar el texto de la reedición, vi que muchas de las cosas que había escrito hacía unos quince años, y que yo vinculaba a las supersticiones y creencias relativas a vampiros y hombres lobo podían, en un mínimo de casos, estar vinculadas a algo mucho más serio y real, y que podía encuadrarse en el campo de la “para-criptozología”, sin olvidarnos en unos pocos casos de la ufología. Cuatro “casualidades” eran demasiado, y eso motivó que, saltándome un par de libros que había empezado a escribir hacía algún tiempo, decidiera ponerme a trabajar en este estudio que tienes en tus manos.

Ni yo ni nadie creo que podamos dar una explicación “racional” al tema del chupacabras, pero sí, por lo menos, podemos exponer una serie de casos que se han dado a través de distintas épocas y países, y que nos plantea una pregunta: ¿quién o qué se dedica a sacrificar pobres animales (a veces incluso personas)? y ¿por qué lo hacen? Cada cual puede buscar su propia respuesta, yo tengo la mía, pero como es tan subjetiva como la de los otros investigadores que han abordado el tema, solo la insinúo, y dejo al lector que llegue a sus propias conclusiones.

Primera Parte:Capítulo I: ¿Qué es realmente el chupacabras?

“Los antropólogos ven en él, una versión moderna del mito del hombre lobo; los historiadores y mitólogos creen que se trata de un resurgimiento de antiguos arquetipos de las mitologías grecorromana, egipcia o babilónica; los zoólogos y veterinarios que se trata de bestias salvajes o perros hambrientos. Los ufólogos especulan con su procedencia extraterrestre; y, finalmente, los psicólogos, lo consideran una psicosis en estos tiempos de crisis de valores...”

(Pablo Villarrubia, “El chupacabras, ¿mutación genética?”, revista Enigmas).

Con toda seguridad, existen tantas teorías sobre este ser, como investigadores que se ocupen de su estudio. En este libro vamos a intentar abordar las principales, intentando aportar algunos ejemplos.

Al confeccionar este trabajo, además de mis propios estudios de campo o de biblioteca, he querido solicitar la ayuda de otros investigadores que me han aportado el fruto de su trabajo, el cual, en algunas ocasiones, es la labor de muchos años de investigación.

Después de analizar muchos casos relacionados con el “supuesto” chupacabras, he ido simplificando el cuadro de teorías hasta dejarlo resumido en cinco bloques; el primero relacionado con el fenómeno ovni; el segundo con algún extraño animal que aparece en diferentes lugares sembrando el pánico (como veremos al final del libro, se habla incluso de un insecto asesino), y que, por lo tanto, entraría dentro del campo de la criptozoología; el tercero haría referencia a experimentos realizados por poderosos grupos secretos, léase, si se quiere, CIA, por ejemplo, (sabemos de algunos casos en Paraná, Miami y México, que son atribuidos a un misterioso personaje, un cirujano coronario muy influyente, que puede haber sido el causante de algunas de las muertes achacadas al chupacabras. Este individuo, podría trabajar en un proyecto secreto de manipulación genética, a las órdenes de las autoridades de Brasil y Estados Unidos), los cuales estarían experimentando con algún tipo de “aberración genética”, y que. en algunos momentos, bien de manera involuntaria, bien como parte de su “experimentación de campo”, permitirían a estos seres, tener “contactos” (sangrientos, por desgracia) con otras criaturas del planeta (animales o seres humanos); el cuarto haría referencia a posibles seres de otras dimensiones que aparecen y desaparecen de nuestro mundo como si de una “ventana indiscreta” se tratara, y en sus breves estancias en nuestra dimensión o nuestro mundo, si así nos gusta más, cometen toda clase de salvajadas. El quinto sería el que haría referencia a la existencia real, de seres que han estado desde hace siglos, relegados al campo de la leyenda y la superstición, como sería el caso de los vampiros y los licántropos, y que, como veremos más adelante, en algunos casos encajan perfectamente en el campo de la “paracriptozoología”.