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¿Cómo hacer crecer a un niño en la confianza y la alegría? ¿Cómo enseñarle a amar, a disfrutar, a saber calmarse? Este libro es una caja de herramientas educativas para toda la familia. Propone meditaciones, historias, ejercicios de yoga y tiempo de serenidad para ayudar a vuestras hijas o hijos pequeños a explorar su propio mundo interior y abrirse a los demás. Y para permitiros estar menos estresados y darles lo mejor de vosotras y vosotros mismos. Incluye enlaces de audio a historias y meditaciones guiadas.
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Seitenzahl: 129
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Eline Snel
EL DESPERTAR DE LA RANITA
Meditación con los más pequeños
Traducción de Jordi Vidal
Acceso directo a los audios de las meditaciones
Título original: L’ÉVEIL DE LA PETITE GRENOUILLE by Eline Snel
© 2020 by Eline Snel
© Ilustraciones: Marc Boutavant
© Les Arènes, París, 2020
© de la edición en castellano: 2020 by Editorial Kairós, S.A.
www.editorialkairos.com
Créditos fotográficos
© Pilin_Petunyia / iStock by Getty Images
© M-image / iStock by Getty Images
© Diversity Studio / iStock by Getty Images
© Eline Snel (Foto 1, 2 y 3)
Foto de la autora en la contracubierta © Kee en Kee
© traducción del francés al castellano: Jordi Vidal
Revisión: Alicia Conde
Cubierta y diseño gráfico: Quintin Leeds
Composición: Pablo Barrio
Primera edición en papel: Octubre 2020
Primera edición digital: Octubre 2020
ISBN papel: 978-84-9988-806-4
ISBN epub: 978-84-9988-835-4
ISBN kindle: 978-84-9988-836-1
Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita algún fragmento de esta obra.
Preámbulo: ¿por qué este libro?
De entrada, unas palabras sobre la educación
1. Yo no seré un padre como ese
Educar, ¿cómo lo hacéis?
Los efectos nocivos del estrés
Los beneficios de la plena consciencia en los niños
¿Cómo utilizar este libro?
Entrenar el músculo de la atención
Elogio de la paciencia
Con la plena consciencia no se puede fallar
Meditar juntos o solos
2. Empecemos por el principio
Un poco de perspectiva
Los hijos aprenden imitándoos
Prestar atención a la respiración
La rana entra en escena
3. Lo que cuenta de veras
Un apego sólido
La atención consciente y amorosa
Aceptación y autenticidad
Los dientes apretados por la tensión
Límites y espacio
Semillas de confianza en uno mismo
Todavía unas palabras sobre los límites, el uso de tabletas y el cerebro de los más pequeños
4. Entrar en nuestro mundo interior
Estrés matutino a la hora punta
Responder en lugar de reaccionar
5. Vuestro cuerpo, vuestro amigo
La prueba de la escucha: oír el propio cuerpo
Cálmate
Piel contra piel
La magia del tacto
¡Es agradable aburrirse con toda la familia!
6. El momento presente: una necesidad olvidada
Con el valor de una flor
El arte de observar
Como icebergs a la deriva en el océano
Paciencia de ángel o estrategias de supervivencia
El gran jefe y el pequeño jefe
Abrir en lugar de rechazar
7. Las emociones que sentimos
Espacio para las emociones y límites a los comportamientos
El mensaje del NO
El mensaje del SÍ
El hilillo de seda
El sufrimiento oculto del niño pequeño
Hacer de socorrista experto
Lo que se aprende en la infancia dura mucho tiempo
8. Ser padres no es para cobardes
¿Y luego qué más?
Cuando sucede lo imprevisto
9. Cuando el cuerpo quiere dormir, pero la cabeza no
Aprender a dormir como se aprende a montar en bicicleta
10. El jardín de las almas
Tenéis menos influencia de la que creéis
Los niños son un pueblo aparte
La aceptación benévola de la imperfección
Agradecimientos
Libros inspiradores para los padres
La autora
Meditaciones para escuchar
8 consejos para meditar
Cubierta
Portada
Créditos
Agradecimientos
Libros inspiradores para los padres
Comenzar a leer
Notas
El botón de stop
Despertar el propio cuerpo con los cuencos pequeños
La comida con plena consciencia
La casa de los peluches
Para dormirse
La ranita respira
Hay un lugar junto a tu corazón
El secreto del Animalito Durmiente
El cuarto de hora de oro
No hacer nada, ¡dejar hacer!
Primeros auxilios en caso de dolor de vientre
Se necesita un pueblo entero para educar a un niño
El masaje de los más pequeños
El arte del tacto
El cochecito con plena consciencia
¿Qué ves, qué tocas y qué retienes?
Un pequeño «tentempié» para todos
¡Bailemos!
Respirar con plena consciencia
Hacer una pausa y conectar con uno mismo
Gestionar vuestro estrés parental
Cuidar del propio cuerpo
Respirar para aceptar
Ser benévolo consigo mismo y con los demás
Mis hijos han sido mis maestros. Hace veintiocho años Anne, mi hija menor, me preguntó un día: «¿Cómo lo haces para dormir?». Esa pregunta despertó mi curiosidad. ¿Qué contestar a eso? ¿Y cómo dar con buenas respuestas a las preguntas que plantean los niños? En la escuela, por ejemplo, la maestra decía sin cesar a Anne que se calmara o se concentrara, pero no le explicaba cómo hacerlo… Esos fueron mis primeros pasos en la búsqueda de soluciones a través de la plena consciencia [mindfulness] y los ejercicios de atención para los niños, porque ya hacía mucho tiempo que practicaba la meditación. Esos ejercicios le hicieron mucho bien a mi hija.
Más adelante, cuando impartía un curso de formación a un grupo de docentes, uno de ellos me dijo: «¡Qué lástima que no aprendiera todo esto en mi niñez!». Y este comentario me llevó a preparar un método de entrenamiento para los niños. Durante unos años, el Ministerio de Educación holandés incluso pagó esta formación a los docentes que la solicitaban.
En 2010 publiqué mi primer libro, Tranquilos y atentos como una rana, traducido al castellano en 2013. De una forma sencilla y lúdica, quería ayudar a padres e hijos a familiarizarse con la plena consciencia, simbolizada por una rana. Ese libro les enseña a estar plenamente presentes, con la cabeza, el corazón y el cuerpo. Lo escribí basándome en mi experiencia de treinta años como formadora en meditación y en compasión. Tenía necesidad de satisfacer la curiosidad innata de los niños y su don natural de empatía y compasión, frente a una sociedad cada vez más exigente. El libro tuvo un gran éxito en todo el mundo.
En muchos países y culturas distintos, la rana ayuda a los niños a trabajar el «músculo» de la atención: les explica cómo hacer que sus emociones se vuelvan amigas. También les enseña que no debemos creernos todos nuestros pensamientos y que la amabilidad es semejante a una lluvia suave que riega sin olvidar a nadie. Con la rana, miles de niños y niñas de cinco y más años se ejercitan a diario en sus meditaciones preferidas. No porque les obliguen a hacerlo, sino porque les gusta. Encuentran en ellas la tranquilidad, se sienten seguros en medio de la agitación y las posibles dificultades. La formación en este enfoque, dirigida a los docentes, los psicólogos y los padres (el «método Eline Snel»), se difunde cada vez más en las escuelas, las instituciones de la salud y la práctica privada.
En el transcurso de los numerosos talleres y cursos de formación que imparto, me han preguntado si existía también un libro para los padres de niños pequeños, con consejos sobre el modo de gestionar el estrés de la mañana y el nerviosismo de la noche. ¿Cómo hacer para encontrar paciencia y confianza? ¿Dónde se manifiesta la tristeza dentro del cuerpo y cómo dominar la ira? En nuestra era febril, no es muy evidente que vivamos plenamente aceptando sin reservas que somos imperfectos y fijándonos en las cosas que importan de verdad. Fijar límites al uso de pantallas es difícil para todo el mundo, exactamente igual que la compasión y la benevolencia hacia uno mismo. Es como aprender un idioma nuevo: hay que entrenarse. Y vuestros hijos… es de vosotros que aprenden todo eso.
He aquí, pues, El despertar de la ranita, para los padres y los niños de dieciocho meses a cuatro años. Con ejercicios de atención para vosotros y momentos de plena consciencia para toda la familia.
En esta obra, los niños menores de tres años podrán aprender por medio de las historias interactivas, los ejercicios de atención lúdicos y, sobre todo, por vuestro ejemplo, la forma en que comunicáis, vuestra atención y vuestra presencia, por ejemplo cuando quieren algo que no es posible. Las pequeñas meditaciones son ideales a partir de los tres años. Después de los cuatro años, el cerebro de los niños les permite comenzar las meditaciones que figuran en Tranquilos y atentos como una rana. Aprenden a nombrar lo que sienten en su interior, lo que les ayuda a aceptar las emociones más difíciles y los pensamientos alocados, y a hacer algo con ellos. Esto refuerza los comportamientos positivos y siembra semillas de confianza en ellas y ellos mismos.
Quizá encontraréis aquí respuestas a muchas de vuestras preguntas, pero no a todas. La vida es demasiado extensa para poder responder a todo, a veces es salvaje e inesperada. Pero siempre podéis empezar por abriros a la riqueza del momento. Al ahora. Esa sonrisa, esa manita dentro de la vuestra y el suspiro de alivio cuando los niños duermen por fin. Con los ojos, no tenéis más que ver de verdad a vuestros hijos, escucharles y comprenderles en su totalidad, en la presencia, animados por la profunda necesidad de actuar de forma íntegra y benévola.
Este libro explica cómo podéis ayudar a vuestras hijas e hijos pequeños a volverse personas adultas atentas, con un espíritu afable, un corazón afectuoso y una visión clara de lo que su mundo interior necesita y de lo que tienen por ofrecer al vasto mundo exterior.
Nos inquietamos mucho por lo que respecta a la educación de nuestros hijos: «¿Lo hago bien?», «¿Reacciono con demasiada severidad o con demasiada benignidad?», «¿Controlo en exceso o soy demasiado laxo/a?»
Probablemente, sois mucho mejores padres y madres de lo que creéis. Sois más fuertes, pero también más vulnerables; más bobalicones, pero asimismo más valientes, y sin duda menos perfectos. Y tomar conciencia de ello puede ser tranquilizador. También podéis aprender a hacer frente al estrés parental: para ello, unos «ejercicios» os pueden ser útiles. Es el objeto de este libro. Porque es imposible guiar a los hijos hacia la edad adulta sin chichones ni arañazos. Todos dependemos de nuestro pasado, de nuestras heridas y nuestros moratones. Normas implícitas, determinados hábitos y tradiciones de nuestra infancia se reactivan a menudo, incluso se amplifican, desde que se funda una familia. No es fácil reconocer que lucháis por el poder con vuestro hijo terco si os han criado a golpes, por ejemplo. Cuando estáis acostumbrados a vuestra libertad y a una alegre ligereza, la llegada de un bebé puede provocar un terremoto en vuestra vida. También se necesita valor para admitir que excluís a veces a vuestra pareja del proceso porque creéis que sabéis mucho más que él o ella.
La plena consciencia no es una cuestión de «bien» o «mal». Se trata de una invitación a sentarse regularmente y a permanecer sentados. A no correr en todos los sentidos para hacer algo que puede hacerse más tarde. A tomarse tiempo para relajar los hombros y que recuperen su posición natural, y a saber respirar…, a inspirar este momento del día…, y a soltar de nuevo… Sentir cómo la respiración se produce despacio dentro del pecho…, del vientre… Dejar que los pensamientos sigan su curso libremente…, sin oponerse a ellos, en algún lugar, y sin inquietarse por lo que vendrá… Se trata de una atención plena a este momento… ¡Plena consciencia!
Este es un libro para los padres y madres de niños de un año y medio a cuatro años. Para sus abuelos y abuelas. Para las/los educadores de la primera infancia, en particular para los de parvulario, y para el conjunto de profesionales de la salud.
No es un libro de recetas, ni un manual de educación o una guía de primeros auxilios. Es un libro para:
Cualquier persona que quiera aprender a tener confianza (porque los demás no siempre saben más).
Cualquier persona que confíe en los niños, porque al principio son honestos, empáticos, vulnerables y fuertes.
Cualquier persona que pueda estar muy preocupada, pero que no tiene interés en darlo a conocer siempre.
Cualquier persona capaz de mirar a los niños sin prejuicios, que se abstenga de colgar etiquetas del tipo: «Ella es el músico de la familia, y él es puntual como un reloj».
Aquellos que dejan que los niños prueben cosas que pueden salir mal.
Aquellos que, con atención plena, quieren escuchar a los niños, mirarlos, sentirlos, sin de entrada tratar de analizar, criticar o estimular lo antes posible, como es la norma en nuestra sociedad.