El lenguaje corporal. Las claves somáticas de la conducta - Ercilio Andrés Vento Canosa - E-Book

El lenguaje corporal. Las claves somáticas de la conducta E-Book

Ercilio Andrés Vento Canosa

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Beschreibung

El texto no pretende ser un curso de sicología, ni sustituir lecciones que sobre esta materia pueda ofrecer un especialista de esta disciplina. Se busca establecer ciertos rasgos del comportamiento humano, conocer ciertas claves del actuar cuando el objeto es simular o disimular determinado estado de proceder. Será preciso aportar los fundamentos neurofisiológicos del funcionamiento síquico como base de la conducta mediante una breve introducción al tema que permita conocer el asiento de las funciones superiores del ser humano, y cursa en dos direcciones: aporte de información teórica básica e identificación práctica de indicios concretos de orientación en el terreno. La variable naturaleza humana no puede ser contenida en un esquema que reduzca la conducta a meros estereotipos. Es un camino abierto que podrá ser enriquecido en la práctica diaria, porque el desarrollo humano aún no llega a una frontera.

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Seitenzahl: 82

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

Revisión:Fermín Romero AlfauDiseño:René Alfara Leyva

Emplane para ebook: Idalmis Valdés Herrera

© Ercilio Vento Canosa, 2017

© Sobre la presente edición: Organización Nacional de Bufetes Colectivos, ONBC, 2023

Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra,por cualquier medio o procedimiento, sin la autorización expresa de la Organización Nacional de Bufetes Colectivos.

ISBN 9789597261360

Ediciones ONBC Ave. 41 No. 7208 esq. a 72, Playa La Habana, Cuba Teléfono: 7214-4208 E-mail: [email protected]

Índice de contenido
Prólogo
Introducción
El soma y la conducta
El principio de la comunicación. Las claves gestuales
El principio de la observación
Los estereotipos en la observación
La conducta verbal. La comunicación a través de la palabra
Tono, volumen, pausas y pronunciación distintiva
El espacio personal en la comunicación. Las distancias y las zonas
La sonrisa y la risa
La marcha y la postura sentada
Lo que dicen los ojos. La gestualidad ocular
El lenguaje de las manos y los brazos
La gestualidad de la boca y la nariz
La gestualidad de las piernas y los hombros
Gestualidad de los movimientos de la cabeza
Los mensajes eróticos
Lo que revela la gestualidad del fumador
Apósitos y complementos
El teléfono móvil
El adorno del equipo
La apariencia
La frecuencia
Los contenidos
El timbre de llamada
Las apoyaturas y el espacio sonoro
La observación indirecta
La detección del ocultamiento consciente y la mentira
Conclusiones
Bibliografía
Datos del autor

Prólogo

A finales de los años setenta del pasado siglo el autor tuvo ocasión de impartir un curso de neuroanatomía funcional para estudiantes de la especialidad de Defectología, materia compleja para personas ajenas a la materia médica propiamente dicha; años después, ya como especialista en Medicina Legal, tuvo a su cargo la jefatura de la Comisión Provincial de Psiquiatría Forense, en la cual se desempeñó durante casi veinte años. Esta Comisión tenía, y tiene, la misión de indagar el estado mental de los comisores de delitos con el fin de adecuar las sanciones o eximir, si fuera el caso, de la responsabilidad penal. El equipo está formado por psicólogos, psiquiatras, psicometristas, trabajadores sociales y el médico legista. El fin, como se ha dicho, no es terapéutico ni busca la curación o enmienda de una conducta trasgresora de la ley; el desempeño del legista entre los citados expertos busca establecer una relación entre el funcionamiento psíquico de una persona y su conducta delictiva, de manera que en el transcurso de las entrevistas fue posible estudiar ciertas relaciones entre las personas y su forma de comportarse, aun cuando se trataba de una población penal. No obstante, los gestos, las palabras o las posturas permitieron adecuar un modelo que, comparado con publicaciones sobre el tema, sirvió para medir las características de los individuos. De todo ello se derivó una inobjetable experiencia práctica.

Sirva cuanto antecede a manera de presentación del autor y el propósito de este material, dirigido a personas que por sus funciones deben identificar determinadas características del comportamiento humano en función de detectar en ellas una conducta que traduzca una violación de las normas establecidas para la ocasión, en cuyo caso se adecua a las habilidades que deben desarrollar los juristas, o los funcionarios de la Aduana General de la República en los puntos de frontera, entre otros; sirve de igual modo cuando se pretenda a través de una entrevista conocer detalles de la personalidad del entrevistado para determinado tipo de trabajo. En el caso de los sujetos extranjeros la tarea es más compleja, habida cuenta que se trata de un público muy heterogéneo, tanto en cultura como en orígenes, de modo que todo debe confluir a la esencia elemental del individuo dentro de cualquier situación.

Este texto no pretende ser un curso de psicología, ni sustituir las lecciones que sobre esta materia pueda ofrecer un especialista de esta disciplina. A diferencia del propósito terapéutico, lo que se busca es establecer ciertos rasgos del comportamiento humano; se trata, en suma, de conocer ciertas claves del actuar cuando el objeto es simular o disimular determinado estado de proceder. A manera de complemento teórico será preciso aportar los fundamentos neurofisiológicos del funcionamiento psíquico como base de la conducta mediante una breve introducción al tema que permita conocer el asiento de las funciones superiores del ser humano, por ello, este material cursa en dos direcciones: el aporte de información teórica básica y la identificación práctica de indicios concretos de orientación en el terreno.

Es evidente que la variable naturaleza humana no puede ser contenida en un esquema que reduzca la conducta a meros estereotipos casi matemáticos, de lo que se desprende la necesidad de observar, descubrir y experimentar. Este texto es un camino abierto que podrá ser enriquecido en la práctica diaria, porque el desarrollo humano aún no llega a una frontera.

Introducción

Los seres humanos, en tanto poseer un nivel de conciencia superior, no escapan de su condición de singular especie zoológica. En el curso de la evolución el hombre contemporáneo es el resultado de un largo proceso de perfeccionamiento de estructuras que, sobre la base de experiencias, aprendizaje, descubrimientos, préstamos o inventos ha logrado adecuar, de manera general, una forma de comportamiento que lo separa del resto de los animales, por lo que se dice que el hombre, como especie, es un animal superior.

No obstante esta privativa condición, la base del funcionamiento que regula la conducta atraviesa por complejos procesos bioquímicos y eléctricos en los cuales intervienen iones como el sodio, el potasio, el cloro, el fósforo o el calcio, por solo citar algunos elementales, sin los cuales es imposible el movimiento, el pensamiento, la memoria o las más simples funciones que garantizan la vida, más allá de la intervención voluntaria del sujeto. La respiración, el ritmo cardíaco, la tensión arterial, la digestión, entre otros, son partes de un funcionamiento que cursa en régimen automático sin que el individuo tenga control voluntario sobre ello –sistema autónomo neurovegetativo–, aunque ante determinadas situaciones la parte del Sistema Nervioso Central que organiza y controla los actos de la conciencia derive una alteración perceptible a nivel somático y por ello reflejo indirecto de ciertas conductas.

Desde el simple y más elemental arco reflejo en el cual se establece una relación entre un receptor y un efector, hasta la complejidad de toda una red de trasmisión a efectores, con la intervención de un centro superior, el esquema general, salvadas las características individuales del hombre, no es diferente en su estructura segmentada de aquella que presentan los vermes o los insectos. Un animal responde a patrones instintivos para garantizar la supervivencia, en los cuales las funciones de reproducción y apareamiento, las alimentarias, agresivas, o de rechazo, descansan en premisas que no atraviesan por una voluntad o un pensamiento. Ningún animal, en esencia, es bueno o malo, simplemente obedece a reacciones de conducta establecidas desde los remotos antecedentes de la evolución a partir de los organismos unicelulares.

En el ser humano existe un cerebro desarrollado que permite integrar funciones voluntarias que en cada sujeto adecuan una característica individual en la forma en que se relaciona en el entorno social en el cual existen normas de comportamiento, regulaciones, leyes y obligaciones. Lo que se aparta de este orden supone, en el peor de los casos, una conducta delictiva, disocial, antisocial o inadecuada, que puede estar dada por trastornos del funcionamiento que se entiende como normal, esto es, resultado de una alteración patológica. Por otra parte, lo que se acepta como “normal” es lo que responde a la conducta social ordenada que respeta o acepta las citadas regulaciones. No hay que olvidar que en el caso particular de los viajeros, por ejemplo, procedentes de distintos lugares del mundo, hay una cultura, tradición, religión o costumbres que determinan la conducta, de modo que lo que en sus lugares de origen es aceptado, en otro es prohibido. De este panorama se desprende la complejidad del problema de la interpretación de la conducta en el presunto de intentar contener en una suerte de norma general a todos los seres humanos. Cada individuo ha de verse como un resultado y conjunto de todos los citados componentes de una vida en sociedad en la cual hay una presencia de la educación, tanto la familiar como la escolar, además de la historia general y personal. No obstante, por tener de base una similitud en las funciones corticales superiores, es posible de modo elemental traducir ciertas respuestas somáticas o gestuales a determinada situación. Salvo la casualidad, e incluso la ignorancia, los sujetos que pretender obviar de intento las normas y regulaciones almacenan una alarma que puede ser detectada ante determinadas acciones reveladoras, tanto verbales como gestuales.

La subsistencia de los animales superiores está garantizada por funciones que asientan en partes del cerebro que se ocupan de ello sin que intervengan mecanismos que en el hombre se entienden como fruto del pensamiento. Un animal, no obstante, aprende del mismo modo en que un niño, sin estudiar gramática, logra en un par de años expresarse razonablemente bien en un idioma, a veces en más de uno. El miedo, la ira, el apetito, el hambre, la sed, el instinto sexualformanparte de estas premisas. Lo que ocurre en el ser humano es que, en tanto estar presentes, son modificadas o determinadas por cierta intervención de la voluntad, esto es, de un pensamiento racional; no obstante, esta intervención racional tiene límites determinados por la urgencia, o imperativos demandantes de la fracción neurológica que rige los actos inconscientes.