El maestro, la música y el niño - Laura Beatriz Barrera - E-Book

El maestro, la música y el niño E-Book

Laura Beatriz Barrera

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Beschreibung

Laura Beatriz Barrera. Argentina. Casada tres hijas. 9 nietos. Profesora Nacional de Música, egresada del Conservatorio Nacional de Música Carlos López Buchardo (Hoy IUNA). Se ha desempeñado como docente desde el año 1973. Ejerció en todos los niveles. Ex Directora Media Nº 20 de Quilmes (Normal). Profesora de la Carrera de Profesorado de Magisterio y Nivel Inicial en el I. S.F.D. Nº 104 y Ex. Profesora en el Instituto Inmaculada Concepción de Quilmes. Realizó a lo largo de su carrera, jornadas, talleres, clínicas y congresos en el país y el extranjero, con destacadas figuras reconocidas a nivel nacional e internacional posibilitándole ampliar sus conocimientos para luego aplicarlos a sus clases. Desde el año 1992 hasta la fecha ha dictado cursos y talleres en el interior del país (Chubut, Rio Negro, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires) y en países como Brasil, Venezuela, Chile y Uruguay. Fue miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Educadores Musicales SADEM. Miembro comité organizador del 3º Encuentro latinoamericano de Educación Musical ISME Internacional. Maestrando en la carrera Psicología de la Música Universidad Nacional La Plata (2009-2010). Participante del 2º Curso Internacional Musical Medieval y Renacentista. Morella. España 2013

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Seitenzahl: 209

Veröffentlichungsjahr: 2017

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Laura Beatriz Barrera

El maestro, la música y el niño

Utilización de la Música como recurso didáctico.

Cantando también se aprende.

Trabajos prácticos aplicables inmediatamente en el aula

Editorial Autores de Argentina

Apellido autor, Nombre

Título obra. - 1a ed. - Buenos Aires : Autores de Argentina, 201A.

136 p. ; 20x14 cm.

ISBN 978-987-1791-10-1

1. Narrativa Argentina . 2. Novela. I. Título.

CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Coordinación de edición: Helena Maso Baldi

Diseño de portada: Justo Echeverría

Diseño de maquetado: Eleonora Silva

Índice

Dedicado a:

Dirigido a:

Prefacio

PRÓLOGO

Introducción:

CAPITULO 1

CAPITULO 2

CAPITULO 3

CAPITULO 4

CAPITULO 5

CAPITULO 6

CAPÍTULO 8

CAPITULO 9

CAPÍTULO 10

CAPITULO 11

CAPITULO 12

CAPÍTULO 13

CAPÍTULO 14

CAPÍTULO 15

CAPÍTULO 16

Dedicado a:

mi padre, de quien heredé el amor por la docencia.

mi esposo, por su apoyo incondicional en mi estudio e investigación.

mis hijas María Laura, María Mercedes y María Concepción, por comprender y valorar mi trabajo en la escuela.

Marcela, que aprobará mi libro desde donde me esté mirando.

Dirigido a:

Docentes, maestras jardineras, estudiantes de magisterio, maestros de música, psicopedagogos, y a todas aquellas personas interesadas y comprometidas en el desarrollo integral de los educandos.

Prefacio

La Profesora Laura Barrera incorpora “El Maestro, la Música y el Niño” a la extensa bibliografía dedicada a la educación musical.

Con antecedentes que se remontan a la prehistoria, e ideas nutridas en la evolución, que se aprecian en el enfoque de una expresión del espíritu cuyo lenguaje es común a todas las razas y todos los credos, la autora fundamenta su trabajo en la exposición de reconocidos especialistas de nuestro país y del exterior.

El hecho que el desarrollo de las destrezas musicales sea encarado desde la más temprana edad demuestra y reafirma la importancia del aprendizaje en la formación y el devenir de la sensorialidad. Experiencias de la profesora Barrera y otros educadores lo confirman. Capítulos como el dedicado a “la fonación y el ruido” (problema común a maestros y alumnos), a “la “construcción y aplicación de instrumentos con materiales de desecho”; los “Cuentos sonorizados”; el “Cancionero”; los “Instrumentos de la orquesta y populares”; “la Música y las regiones geográficas” y la breve alusión al “Teatro en el Río de la Plata” revelan la dedicación e idoneidad de la autora. Brinda así a sus colegas un libro de gran utilidad por la diversidad de temas, claridad expositiva y los numerosos ejemplos que facilitarán el ejercicio de la docencia y despertarán el interés por las fundamentales propuestas que contiene, constituyéndose sin duda alguna, en una puerta abierta al mágico mundo de los sonidos.

Adalberto TortorellaPresidente de la Sociedad Argentina de Educación Musical

PRÓLOGO

El arte fue parte de la formación integral del hombre en toda su historia, por lo tanto considero que las manifestaciones artísticas deben estar siempre presentes en la orientación de los alumnos a través de sus educadores.

La inserción de la música en el mundo del niño tiene, por su parte, una importancia trascendente para el desarrollo de sus capacidades cognitivas, psicomotrices y afectivas.

Idealmente ello no debería ocurrir sólo en horario de clase especial, sino que debería incluirse en el ámbito áulico cotidiano. ¿O acaso es necesario plantear momentos para escuchar música o trabajar con ella?

La música no sólo ayuda en el desempeño de cualquier área, sino que complementa y perfecciona el quehacer escolar. Para el aprendizaje de la misma, como en cualquier otra forma de expresión, son necesarias la creatividad, la originalidad y el desarrollo del docente. Allí se encuentra el eje central de mi investigación. Mi estudio se orienta principalmente al estudiante de magisterio, como también a los docentes de nivel inicial.

Tiene esta obra como objetivo constituirse en herramienta para aquellos educadores involucrados con el arte, a quienes se les permitirá ampliar sus conocimientos sobre el educando. Ayudará también a resolver y desarrollar con fluidez y creatividad aquellos temas que muchas veces resultan arduos de abordar. He basado mi trabajo en metodologías y prácticas didáctico-musicales a partir de su utilización en experiencias personales y de otros pedagogos. Todo educador dentro de su área puede emplearlas, no sólo como motivadoras de ideas y actividades, sino como creadoras de un ambiente placentero y cálido. Esto permitirá un estudio con profundidad, que promueva el enfoque interdisciplinario.

Quiero compartir este trabajo con los colegas que conducen este aprendizaje en los institutos de formación docente y decirles que el propósito de este libro es divulgar y promover la música al nivel en que siempre debió estar.

La difusión del mismo en el contexto de la formación estética será el semillero de futuros músicos y artistas que tanto benefician la calidad de vida del ser humano.

Introducción:

MAGISTERIO

¡QUEIMPORTANE ES LA MÚSICA EN LA CURRÍCULA DEL PROFESORADO DE MAGISTERIO!

Toda actividad en la que el niño, el estudiante y el docente son protagonistas (plástica, música, teatro, etc,) sirve como una alternativa de expresión, donde la misma cumple un rol fundamental.

He observado, con el correr del tiempo y a consecuencia de mi experiencia frente a alumnos de diversas edades, que las malas experiencias en que se incurrió en el momento de abordar el estudio de esta asignatura hicieron que se malograra o no se le diera la importancia que tiene. Creo que no se despertó el interés y por ello mismo fue relegada.

Como consecuencia, si se le formula una pregunta referida a la música a un alumno del Profesorado de Magisterio, es posible que se encoja de hombros, no sepa responder, o no le interese hacerlo, ya que su experiencia escolar con respecto a la música le fue indiferente.

Durante años, como dice Vida de Aizenwaser:

“... hay un preconcepto que indica que la música es para los virtuosos”. Sin embargo, afirma: “Todos los seres humanos tienen derecho a acceder a la música...”

Durante muchos años se implementó en la currícula el aprendizaje de un instrumento melódico, como elemento fundamental para dictar diseño (flauta, etc.) Inevitablemente se limitaba la capacidad de expresión del alumno. Ello provocó un cierto resquemor en la aplicación de la música como generadora de actividades lúdicas y creativas, privándose al educando de disfrutar de la misma.

¿A qué individuo no le gustaría interpretar temas musicales con algún instrumento? ¿A quién no le gustaría saber dibujar o pintar? Lamentablemente, eso se dejó para aquellos en los cuales esas aptitudes se reflejaban ampliamente. ¿A cuántos se les dijo: “vos no cantás porque desafinás.” Sin duda, comentarios de ese tipo dejan huellas para toda la vida, e impiden saber que se puede llegar a disfrutar de la música sin necesidad de conocer nota alguna. Ello le ocurre al alumno/a del Magisterio a quien, si no tiene una formación musical previa, (enseñanza de la música, en forma particular), le resulta traumática la ejecución de un instrumento.

Cuando comencé a dictar clases en el Profesorado de Magisterio, el programa por el cual me tenía que regir incluía la enseñanza de un instrumento melódico, (flauta) conjuntamente con la teoría de la música. En el grupo había alumnas a las que no les costaba en absoluto ejecutarlo, ya que en su escuela primaria o secundaria, o en forma particular, habían aprendido previamente. Pero estaban los otros, la mayoría, los que no sabían y no tenían la capacidad para adquirir ese conocimiento, ni la posibilidad de vencer el miedo y la dificultad.

Entonces, mi pregunta es la siguiente: ¿Qué interés podían tener esos futuros docentes en la música, si la misma les impedía expresarse, si cuando debían dar su lección temblaban como una hoja? ¿Debía yo aplazarlos? ¿Y si eran, potencialmente, excelentes maestros?

No todos nacemos con aptitudes para el teatro, la danza, la plástica, la música. Rescatemos y valoremos el empeño y dedicación que cada alumno ejerce en cada área.

Si al futuro maestro, mientras cursaba su Profesorado, le fue traumática o indiferente la experiencia con la música, mal podemos pedirle que cuente con la misma, y que la utilice como recurso didáctico en su tarea diaria. A su vez, cuanto mayor es el alumno (por ejemplo, estudiante de un Profesorado), más grande es la timidez, y el “miedo al ridículo”, que muchas veces el niño o adolescente no poseen.

Asimismo observo entre los docentes una marcada aprehensión por la falta de orden. Es probable que haya sido forjada por los directivos de los establecimientos escolares, que se caracterizan por tener una escasa tolerancia al bullicio, vinculando todo desorden sonoro con la falta de control del curso por parte de la docente. Considero que dicha actitud no es válida en lo que respecta a la enseñanza de la Música o de otra manifestación artística. El desborde creativo es a menudo generador de bienestar y crecimiento por parte de los alumnos y de sus maestras, quienes pueden compartir un momento agradable cantando, experimentando con los sonidos de los instrumentos o involucrados en actividades que no necesariamente supongan que los niños estén sentados y en silencio. Si no aprendemos “a divertirnos”, o si no encontramos placer en la enseñanza y en el “dejar hacer” al otro, mal podemos incorporar ese desorden como elemento necesario del aprendizaje.

En cada uno de los capítulos de la presente obra se aborda todo lo que tiene que ver con la expresión, la creatividad y la espontaneidad. También se incluye la opinión de otros músicos pedagogos e investigadores en el área de la expresión.

Finalmente, quisiera compartir con ustedes el poema “El Niño”, de Helen Buckley. En él se refleja cuánto daño se puede llegar a cometer si imponemos en los pequeños nuestras manifestaciones artísticas, sin respetar las suyas. Considero que la futura maestra o la docente en actividad, debe tenerlo bien presente. Lamentablemente, lo que él expresa no dista mucho de la realidad educativa, que continúa influenciada por viejas metodologías.

El NIÑO1

Una vez un niño fue a la escuela.Él era bien pequeñoy la escuela era bien grande.Pero cuando el niñovio que podía ir a su clasecaminando directamente desde la puerta de afueraél se sintió felizy la escuela no le parecía tan grande así.

Una mañana,cuando hacía poco que él estaba en la escuela,la maestra dijo:-Hoy vamos a hacer un dibujo-Bien - pensó él.A él le gustaba dibujarEl podía hacer todas las cosasleones y tigresgallinas, vacasTrenes y barcos...Y tomó su caja de lápicesy comenzó a dibujar.

Pero la maestra dijo:-¡Esperen! ¡No es hora de comenzar!Y esperó hasta que todos estuviesen prontos.-¡Ahora! -dijo la maestra.-Vamos a dibujar flores.-¡Bueno! –pensó el niño.A él le gustaba dibujar flores.Y comenzó a hacer bonitas florescon lápiz rosa, naranja, azul.Pero la maestra dijo:-¡Esperen! Yo les mostraré cómo se hacen.-¡Así! –dijo la maestra.Y era una flor con tallo verde.¡Ahora sí! -dijo la maestra–Ahora pueden comenzar.

El niño miró la flor de la maestra.y luego miró la suya.A él le gustaba más su flor que la de la maestrapero él no reveló eso.Simplemente guardó su papele hizo una flor como la de la maestra.Era roja con el tallo verde.Otro día cuando el niño abrió la puerta de afuera,la maestra dijo:-Hoy vamos a trabajar con plastilina.-Bien- pensó el niño.El podía hacer todo tipo de cosas con plastilinavíboras y muñecos de nieve,elefantes y rabitos, autos y camiones.Y comenzó a apretar y amasarla bola de plastilina.

Pero la maestra dijo:-¡Esperen! No es hora de comenzar.Y él esperó hasta que todos estuviesen prontos.¡Ahora! –dijo la maestra.Nosotros vamos a hacer una víbora.-Bien. Pensó el niño.A él le gustaba hacer víboras. Y comenzó a hacer unasde diferentes tamaños y formas.Pero la maestra dijo:¡Esperen! Yo les mostraré como hacer una víbora larga.-¡Así! –dijo la maestra-Ahora pueden comenzar-El niño miró la viborita de la maestra.Entonces miró las suyas.A él le gustaba más las suyas que la de la maestra.Pero no reveló eso.Simplemente amasó la plastilina, en una gran bolae hizo una viborita como la de la maestraque era una viborita larga.

Así y luegoel niño aprendió a esperary a observary a hacer las cosas como la maestra.Y luego.el no hacía las cosas por sí mismo

Entonces sucedió que el niño y su familiase mudaron para otra casa, en otra ciudady el niño tuvo que ir a otra escuela.

Esa escuela era mucho mayor que la primera.Entonces había puerta afuera, para llegar a su salónél tenía que subir algunos escalonesy seguir por un corredorpara finalmente llegar a su clase.

Y justamente en el primer díaque él estaba allí, la maestra dijo:-Hoy vamos a hacer un dibujo.-Bien- pensó el niño.Y esperó a la maestra, para que le dijera cómo hacer.Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el salón.

Cuando se acercó al niñoella dijo:-¿tú no quieres dibujar?-Sí. Dijo el niño.-Pero- ¿qué vamos a hacer?-Yo no sé, hasta que tú lo hagas,-dijo la maestra.-¿Cómo lo haré- preguntó el niño.-¿Por qué? Dijo la maestra-de la manera que tú quieras.-¿Y de qué color? –preguntó él.-De cualquier color- dijo la maestra.-Si todos hiciesen el mismo dibujoy usasen los mismos colores,¿cómo yo podría saber quién hizo qué?¿Y cuál sería de quién?-Yo no sé –dijo el niño.

...Y comenzó a hacer una flor roja con el tallo verde

1 Buckley, Helen E. - Libro Expresión Lúdico Creativo -. Colección sin Fronteras-Ed. Raimundo Dinelo 6 Edición, 1991.

CAPITULO 1

UN POCO DE HISTORIA

¿HUBO MÚSICA EN LA PREHITORIA?

Este es el título del artículo que escribió Mónica Nosetto para el diario La Nación. Cuando lo encontré y lo leí, me pareció tan interesante que enseguida lo adopté en mis clases diarias.

A partir de este artículo pude ampliar datos sobre la música y su evolución a través de la historia.

I - El Hombre de Neanderthal y la Música

...”Los antropólogos viven estudiando los orígenes del hombre, a través de los objetos encontrados a su alrededor. A partir de allí sacan sus conclusiones, con respecto a usos y costumbres.

Aquí llama la atención cómo un hueso de fémur de oso es convertido en flauta, por el hombre de Neandertal”

En 1995, el paleontólogo Iván Turk encontró huesos en una caverna paleolítica en Eslovenia. Uno de ellos pertenecía a una especie de oso extinguido (mediante estudios de carbono 14, se determinó que su edad era aproximadamente 43.000 a 57.000 años.) Presentaba cuatro orificios artificiales en la parte posterior: dos de ellos completos y dos parcialmente preservados. Ambos extremos del hueso estaban quebrados y las fracturas desgastadas.

Se cree que la pieza encontrada, de unos 10 cm. de largo, es un instrumento musical, el más antiguo que se conoce.

El Dr. Bob Kink, un musicólogo canadiense, estudió su longitud, el tamaño de los agujeros, la distancia de los mismos entre sí, y el grosor de las paredes. Calculó la columna de aire que tendría estando completo y concluyó que se trataba de una flauta basada en la misma escala de siete notas usadas en los modernos instrumentos musicales occidentales.

Para el especialista, el hallazgo de la flauta Neanderthal es la evidencia más poderosa que viene a apoyar la teoría de que el cerebro humano posee la capacidad de percibir los tonos musicales, y que lo que constituye la armonía no se aprende, sino que es natural en las personas. Este punto de vista está respaldado también por investigaciones previas que demuestran que los bebés pequeños pueden distinguir combinaciones de notas armónicas de otras discordantes.

UNA ORQUESTA EN LA EDAD DE PIEDRA

(Artículo de Serguei Bibikov)1

En excavaciones y descubrimientos arqueológicos en Mezin, Rusia, se hallaron huesos de mamut. Los mismos eran utilizados con diversos fines: para la construcción de viviendas, para utensilios que al parecer cumplían una función importante dentro de la vida cotidiana, etc.

Algunos huesos, por su desgaste y su pulido, se los puede considerar como instrumentos de percusión. También se encontraron porras y martillos (palillos) y algunos brazaletes (tipo sonajas) que servían para el acompañamiento de danzas (como las castañuelas actuales.) Esto llama la atención, ya que este tipo de idiófono (cosa que se sacude y suena), que data de aproximadamente 20.000 años, no había sido visto en otras regiones. Se cree que el brazalete de sonajas es el primer instrumento de este tipo perteneciente al paleolítico que se ha encontrado en el mundo.

Estos indicios permiten afirmar que el arte de la danza era practicado ya por los hombres de Cro-Magnon, en la Europa occidental y oriental. La danza puede expresarse de diversas maneras, desde la imitación de los gestos del trabajo, hasta las manifestaciones de las emociones más sutiles.

La música rítmica ya existía en la época del paleolítico. Aparentemente los hombres de este período poseían nociones de ritmo, tonalidad, y tenían conciencia emotiva de la frase musical.

Concebían la música al mismo tiempo que el trabajo y la organización social.

Toda la complejidad del espíritu humano es tan antigua como la música. Una de las primeras formas de combinación de música y representación coreográfica concebidas por el hombre, ya sea de significación ritual o con finalidades de diversión, parece ser la danza acompañada por instrumentos de percusión para marcar sus cadencias e incluso cantos. Se ha comparado la estructura de la música y de la danza con la del lenguaje, poniendo de relieve la relación que existe entre las palabras y el sonido.

Para no limitarse a las observaciones de carácter puramente etnográfico y hacerse una idea aproximada de los sonidos que podían producir los instrumentos de Mezin, se realizó un experimento interesante en el Instituto de policía Científica de Kiev (Ucrania.) Se solicitó la colaboración de un músico que, con el cuidado extremo que requería el estado de los objetos arqueológicos, moduló una frase rítmica golpeando con el martillo diversos puntos de los idiófonos fabricados con huesos de mamut. Los sonidos que se obtuvieron fueron de timbre variado, fuerte, claro y expresivo. Este fue el inicio de una investigación más profunda sobre la gama tonal de los instrumentos de percusión del paleolítico.

PEQUEÑO PRÓLOGO DE LA HISTORIA MUSICAL EN NUESTRO PAÍS

La escuela pública, como instancia de cohesión de una sociedad demasiado heterogénea, comienza a dibujarse entre 1856 y 1861, durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento. El sanjuanino creó treinta y seis escuelas, inició la enseñanza de idiomas (francés, inglés, alemán y latín), así como también de música y canto en las escuelas públicas del Estado.

Como refiere la Dra. Ana Lucía Frega:

“(...) La historia Argentina posee una larga tradición en la enseñanza de la música. En 1884 se promulga la ley 1420, en la cual la música ocupa un lugar preponderante. Las escuelas normales capacitaban a sus egresados en esta área. En sus departamentos de aplicación, se ejercitaban prácticas docentes de música y había docentes especializados integrando la planta funcional de las escuelas primarias.

De una u otra manera, con mayor o menor eficiencia según la capacidad y la idoneidad de los maestros de música, formados casi todos ellos en clases particulares o en academias musicales, que a tal fin se fueron creando en distintas partes del país, la música siguió ocupando un lugar preponderante en el sistema educativo argentino.

En los primeros cincuenta años del siglo XX, habitualmente se esperaba la presencia de coros a varias voces en las celebraciones de acontecimientos patrios, sobre todo en los niveles medios de educación: escuelas normales y nacionales.

En el nivel primario, se encaraba un repertorio diversificado, que llegó a incluir valiosas canciones de autores argentinos pertenecientes al movimiento nacionalista...”

CAPITULO 2

GENERALIDADES

OPINIONES DE ESPECIALISTAS

En este capítulo me parecen ilustrativas las palabras de a la Profesora Judith Akoschky2, quien afirma:

...“Si bien la voz infantil no tiene variedad de tesitura de las voces adultas, es cierto que no todos los niños cantan igual. El maestro de música y el maestro de nivel inicial tendrán grupos generalmente heterogéneos para compartir el canto.

Cuando éste es colectivo deberá elegirse un tono que quede cómodo a la mayoría. Los maestros suelen tener voces mas graves que los niños y los arrastran a registros bajos, siendo ideal llevar las voces infantiles, sin forzarlas ni fatigarlas, hacia zonas más agudas. Si el docente no pudiera realizar este transporte (adaptarlas) de tonalidad por su propia cuenta, podría utilizar como modelo, grabaciones analizadas previamente que se adapten al término medio grupal (ni tan agudo ni tan grave.)

La forma en que los niños aprenden las canciones no es generalizable. Unos necesitan de la repetición constante del modelo (maestro, grabación, amigos, etc.), antes de cantar de un tirón.

Otros siguen atentamente la audición mientras balbucean moviendo los labios y acertando cada tanto en algún sonido, generalmente final, de una frase melódica. Estas modalidades globales o fragmentarias, no dan cuanta de la sensibilidad o musicalidad de un niño hacia la música, sino del tiempo que necesita para memorizar o reproducir una canción.

Algunos niños pueden reproducir con exactitud las canciones elegidas para su nivel. Otras las modifican de diferentes maneras: por simplificación (acortan partes y suprimen frases enteras, juntando el principio con el final) por variación (cambios acentuados del ritmo y la melodía conserva el primero modificando la segunda.) Estas variaciones y simplificaciones se irán corrigiendo gradualmente, con placidez, con señalamientos sutiles que estimulen repeticiones grupales del modelo inicial.”

Continúa:

...“Los niños son capaces de memorizar todo un repertorio y reproducir sólo las de mayor sencillez en el ritmo, texto, y melodía. Bastará cantar sólo el comienzo de canciones para comprobar si son reconocidas o no, aún sin el texto, y cuando el ritmo es muy característico, quitando también la melodía.

Las canciones se enseñan creando la buena disposición del que escucha. Esta se logra por diversos medios, pero fundamentalmente por el canto entusiasta del maestro. No habrá mejor sustituto que la convicción y la interpretación comunicativa.

Luego será necesario elegir distintas actividades para que la repetición necesaria favorezca el aprendizaje de todos, sin fatiga, sin desgaste, en continua reinterpretación: juegos, rondas, movimiento corporal con o sin desplazamiento, palmeos grupales o en pareja, dramatizaciones y mímica cuando el texto lo permite, etc.

La canción no requiere de elementos visuales ni para su enseñanza ni para su reconocimiento: se basta por sí misma para desencadenar imágenes y emociones provocadas por su texto, ritmo y melodía, por su carácter y por el inmenso placer que produce el canto colectivo e individual.

Improvisar e inventar melodías, crear canciones, son actividades que abordadas con motivaciones adecuadas pueden deparar sorprendentes resultados.

La voz más libre no sujeta a ningún modelo previo, se deja llevar por un impulso emotivo, por una imagen, por una situación dramatizada.

Improvisar melodías es otra manera de expresarse con el canto, un canto propio que surge placentero si es espontáneo, si es libre.”

La música popular, vocal e instrumental:

En otro párrafo dice:

...“En el variado espectro de la música popular y de proyección folclórica, es fácil encontrar autores e intérpretes de excelente nivel. Los temas y sus versiones grabadas pueden acompañar muchos momentos de la vida del jardín, seleccionados de acuerdo a un criterio previo: escuchar un tango, moverse con candombe, bailar chamamé, o corear un tema folk o acompañar con instrumentos un tema de jazz.

El repertorio infantil no es excluyente, y experiencias musicales con estilos disímiles acercan otras formas de expresión musical otorgando apertura y flexibilidad cultural”.

...“La determinación de calidad de una canción debe estar a cargo del especialista al igual que la selección del cancionero (melodías breves y bien construidas) ritmos sencillos, textos diáfanos e inspirados, cortos o largos, de acuerdo a la edad de los alumnos. Pero la elección en cada caso será tarea conjunta del docente con los niños. Una canción elegida, aceptada de común acuerdo, inicia gozosamente un itinerario que puede dejar profunda huella emotiva en la vida del niño”.

La profesora también cita a John Paynter:

“...dice al respecto John Paynter: ...formulamos muchas suposiciones sobre la música. Será necesario que nos desembaracemos de algunas de ellas antes de comenzar. Por ejemplo: la música no es corcheas y negras. No es puntos en el papel: es sonidos y hay muchas maneras de crear música sin tener que anotarla para nada.

Los misterios de la notación musical constituyeron una de las causas que espantaron a la gente.

Sabemos que muchas de las prácticas docentes tienen como objetivo primordial el dominio de los signos musicales (figuras del ritmo, notas, compases etc) Y es sabido que la grafía representa aspectos parciales de la música: del sonido, su altura y su duración, pero no su textura y timbre...”

A continuación les transmitiré otros conceptos, en este caso pertenecientes al Profesor Fabrizio Origlio, en su libro “Música y Reforma Educativa. Un buen momento para repensar la didáctica.”3

...“La escuela debe tratar de propiciar un espacio de aprendizaje y creatividad musical como el ritmo.