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"Como si se tratara de una señal, dio el último paso hacia ella y la llevó aún más abajo sobre el capó. Se puso delante de ella con las piernas separadas y colocó sus piernas a ambos lados de sus caderas". Lina es exigente cuando se trata de coches. Un Ford Mustang rojo de 1975 es imprescindible, es eso o nada. Es por eso que se encuentra en la otra punta del país, con un largo viaje de vuelta a casa. Lleva mucho tiempo conduciendo y todavía le queda mucho camino por delante, le duele el cuello y en el coche hace calor. Recoge a un autoestopista con los pómulos altos, la tez bronceada y un cuerpo musculoso. Parece un modelo y su presencia crea una ambiente eléctrico. Al cabo de un rato se detienen en un pequeño lago; el agua es cristalina y están completamente solos en la noche de verano. Y ofrecen al Mustang rojo una ceremonia de inauguración que Lina nunca olvidará.
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Seitenzahl: 28
Veröffentlichungsjahr: 2023
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Lust
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Translated by Carolina Gandia Segura
Original title: Linas resa
Original language: Swedish
Copyright © 2020, 2023 Laura Love and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726505528
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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Lina había conducido ya muchos kilómetros. Muchos más de los que en un principio creía. Un viaje que pensaba que duraría unas pocas horas había resultado durar todo el día. Estaba cansada y aburrida. La bolsa de caramelos junto al cambio de marchas hacía tiempo que se había agotado y a los canales de radio les había dado tiempo de volver a poner las mismas melodías después de las muchas horas que llevaba al volante. Hacía muchos kilómetros que se había cansado de las interminables pausas publicitarias que aparecían a intervalos regulares, independientemente del canal que escuchara.
Todo había empezado hacía una semana, cuando se dio cuenta de que su viejo coche no iba a durar muchos kilómetros más. Llevaba muchos años funcionando y ya había cumplido su cometido. Era exigente y quería un tipo de coche concreto, tenía que ser de la marca y el año adecuados para que le encajara. Tenía que ser un Ford Mustang de 1975 y tenía que ser rojo. Tras días de búsqueda en Internet, por fin lo encontró. El único problema era que el coche estaba en la otra punta del país. Por suerte, estaba de vacaciones y pudo coger el tren hasta la ciudad donde había el concesionario. Una vez cerrado el trato, empezó a conducir de vuelta a casa. Pero se dio cuenta de que había calculado mal la duración del viaje y el tiempo que le llevaría.
Lina conducía sin prisa. Estaba de vacaciones y en casa solo le esperaba un apartamento vacío y un sinfín de programas de televisión de Netflix que ya había visto. Llevaba tanto tiempo sin pareja que casi había olvidado lo que se siente al tener a alguien que te espere en casa. Sus amigos le preguntaban a menudo si quería ir de bares con ellos, pero ella prefería quedarse en casa. Podía prescindir perfectamente de los bares y clubes nocturnos donde se iba a ligar.
