Gerencia  de proyectos inmobiliarios. Una mirada desde la experiencia - Varios Autores - E-Book

Gerencia de proyectos inmobiliarios. Una mirada desde la experiencia E-Book

Autores varios

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Beschreibung

Esta obra es resultado de la experiencia de Camilo Congote como coordinador y gerente de proyectos, empresario de la construcción y profesor universitario durante los últimos treinta y cinco años. Congote sabe que el gerente de proyectos es como el director de la orquesta, quien se apoya en su grupo de músicos para lograr una ejecución exitosa. Así, para enseñar los temas centrales del mundo de la construcción, ha reunido aportes de sus colegas, competidores y asesores en muchas de las materias que conforman la cadena de valor y la producción de inmuebles, consolidando en estos dos tomos una mirada enriquecida y profunda sobre la gerencia. Los aportes aquí reunidos llevarán al lector a conocer anécdotas, problemas y soluciones que se han presentado en el desarrollo de proyectos inmobiliarios y de empresas del sector, al tiempo que darán lugar a reflexiones y permitirán fortalecer conceptos clave en la formación de futuros gerentes.

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Gerencia de proyectos inmobiliarios

Gerencia de proyectos inmobiliarios

Una mirada desde la experiencia

TOMO I. LA ESENCIA

Camilo Congote Hernández

Compilador

Universidad de los Andes

Facultad de Ingeniería

Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental

Gerencia de proyectos inmobiliarios: una mirada desde la experiencia / Camilo Congote Hernández, compilador. -- Bogotá: Universidad de los Andes, Facultad de Ingeniería, Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, Ediciones Uniandes, 2019.

Contenido: tomo I. La esencia -- tomo II. Los actores.

ISBN 978-958-774-597-9 (obra completa); 978-958-774-598-6 (tomo I); 978-958-774-599-3 (tomo II).

1. Industria de la construcción – Administración 2. Administración de proyectos I. Congote Hernández, Camilo II. Universidad de los Andes (Colombia). Facultad de Ingeniería. Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental III. La esencia IV. Los actores

CDD 690.068

SBUA

Primera edición: julio del 2019

© Camilo Congote Hernández (autor compilador)

© Universidad de los Andes, Facultad de Ingeniería, Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental

Ediciones Uniandes

Calle 19 n.° 3-10, oficina 1401

Bogotá, D. C., Colombia

Teléfono: 339 4949, ext. 2133

http://ediciones.uniandes.edu.co

[email protected]

ISBN obra completa: 978-958-774-597-9

ISBN obra completa e-book: 978-958-774-608-2

ISBN tomo I: 978-958-774-598-6

ISBN tomo Ie-book: 978-958-774-609-9

ISBN tomo II: 978-958-774-599-3

ISBN tomo IIe-book: 978-958-774-610-5

Corrección de estilo: Martha Janneth Méndez Peña

Diagramación: Precolombi EU, David Reyes

Cubierta: David Reyes

Imagen de cubierta: Lagos del Tunjuelo, render de Felipe Guzmán

Conversión ePub: Lápiz Blanco S.A.S.

Hecho en Colombia

Made in Colombia

Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida ni en su todo ni en sus partes, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electro-óptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.

Universidad de los Andes | Vigilada Mineducación.

Reconocimiento como universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964.

Reconocimiento de personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949, Minjusticia.

Acreditación institucional de alta calidad, 10 años: Resolución 582 del 9 de enero del 2015, Mineducación.

Este libro está dedicado a Lina, Manuela y Alejandra. A ustedes, que son una parte silenciosa de esta historia, pero altamente responsables de ella.

Camilo Congote Hernández

Contenido

Lista de figuras y fotografías

Lista de gráficas

Lista de cuadros

Lista de siglas y acrónimos

Presentación

Camilo Congote Hernández

PARTE IANTECEDENTES E HISTORIA DE LA GERENCIA DE PROYECTOS

SECCIÓN 1. FUNDAMENTOS

Camilo Congote Hernández

1.  Características de la industria de la construcción

2.  Antecedentes de la gerencia de proyectos

3.  El negocio de la construcción inmobiliaria: características diferenciadoras

4.  La cadena de valor en el negocio inmobiliario

5.  Características de las empresas desarrolladoras

6.  Habilidades y destrezas para el manejo de una empresa constructora

SECCIÓN 2. EXPERIENCIAS

7.  Génesis de la gerencia de proyectos en Colombia

Alonso Bravo Restrepo

8.  Momentos relevantes en la carrera de un empresario

Pedro Gómez Barrero

9.  Una historia desde los organismos de desarrollo

Gabriel Nagy Patiño

PARTE IIPARÁMETROS QUE RIGEN LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN

Introducción

Camilo Congote Hernández

SECCIÓN 3. FINANCIACIÓN

10. Evolución de la financiación en Colombia

Camilo Congote Hernández

11. Credifamilia

Juan Sebastián Pardo

12. Banca hipotecaria

Mauricio Agudelo Martínez

13. Titularización hipotecaria

Alberto Gutiérrez Bernal

14. Los fondos inmobiliarios: vehículos para la transformación de la industria

Andrés Pacheco Rincón, Alejandro Alzate Velásquez y Mauricio Agudelo Martínez

SECCIÓN 4. FINCA RAÍZ

15. Evolución histórica

Camilo Congote Hernández

16. Gestión de suelo

Juan Camilo González Villaveces

SECCIÓN 5. MERCADEO, VENTAS Y PUBLICIDAD

17. El mercadeo y la competencia

Camilo Congote Hernández

18. Investigación de mercados en el sector de la construcción en Colombia

Jorge Martínez Gil

19. La competencia: importancia de la información

Alberto Isaza Robledo

20. Diez reglas de publicidad para no publicistas

María Alejandra Urbina y Francisco Samper Llinás

21. La publicidad en el sector inmobiliario

Roberto Escobar Barrera y Alexánder Sierra Pérez

22. Comercialización de proyectos inmobiliarios

Mauricio Restrepo Ángel, Piedad Franco Crespo y Rafael García Posada

SECCIÓN 6. TRÁMITES, SERVICIOS Y COMUNIDADES

23. Los trámites y los servicios públicos

Camilo Congote Hernández

24. La industria de la construcción y su interacción con el Estado

Catalina Velasco Campuzano

25. La gestión social

Laura Salamanca Tobar

SECCIÓN 7. SUBSIDIOS Y POLÍTICA DE VIVIENDA

26. Subsidio, ahorro y crédito

Camilo Congote Hernández

27. La política de vivienda en Colombia. Diagnóstico, visión y reflexiones desde el sector privado

Edwin Chiriví Bonilla

28. Observaciones y reflexiones sobre las políticas públicas de vivienda en Colombia. Una visión desde el sector público

Álvaro Villota Bernal

29. Entrevista a la presidenta de Camacol, Sandra Forero Ramírez

Juliana Zuluaga Reina

PARTE IIIDESARROLLO DE PROYECTOS

Introducción

Camilo Congote Hernández

SECCIÓN 8. PROMOCIÓN Y ESTRUCTURACIÓN

30. Evolución de la cadena de valor y los factores cognoscitivos

Camilo Congote Hernández

31. Promoción y estructuración de los proyectos inmobiliarios

Rodrigo Palacino Pereira

SECCIÓN 9. MECANISMOS DE GESTIÓN

32. Alianzas para crecer, hitos para consolidar

Camilo Congote Hernández

33. El modelo de Porter

Álvaro Vélez Trujillo

34. PMI aplicado a proyectos inmobiliarios en Colombia

Ricardo Uribe Ordóñez

35. Gestión del conocimiento, lean construction y BIM

Ricardo Uribe Ordóñez

SECCIÓN 10. LOS DOCE ELEMENTOS PARA UNA GERENCIA DE OBRA EXITOSA

36. Los gerentes de construcción

Gonzalo Sarmiento Prieto, Camilo Escobar Giraldo, Felipe Calderón Uribe y Luis Guillermo Vélez

Los autores

Contenido general de la obra

Lista de figuras y fotografías

2.  Antecedentes de la gerencia de proyectos

Gráfica 1.

Comportamiento histórico DTF contra UPAC

4.  La cadena de valor en el negocio inmobiliario

Figura 1.

Cadena de valor de la industria de la construcción

Figura 2.

Cadena de valor del negocio inmobiliario

Parte II. Parámetros que rigen la industria de la construcción Introducción

Figura 1.

Factores que inciden en la industria de la construcción

11. Credifamilia

Figura 1.

Conformación por sectores de la Junta Directiva

13. Titularización hipotecaria

Figura 1.

Proceso de titularización de deuda en Colombia

Figura 2.

Estructura general de una titularización

14. Los fondos inmobiliarios: vehículos para la transformación de la industria

Figura 1.

Estructura de los fondos de inversión inmobiliaria en Colombia

Figura 2.

Cadena de valor en fondos inmobiliarios

Figura 3.

Estructuración de proyectos con fondos inmobiliarios

Figura 4.

Riesgos del mercado inmobiliario

15. Evolución histórica

Figura 1.

Evolución de la gestión del suelo en la cadena de valor de la construcción

17. El mercadeo y la competencia

Figura 1.

Jerarquía de las necesidades según Abraham Maslow

20. Diez reglas de publicidad para no publicistas

Figura 1.

Publicidad para transmitir correctamente los beneficios de un producto

25. La gestión social

Figura 1.

Problema central

Figura 2.

Objetivo, solución y posibles resultados

Fotografía 1.

Ola invernal y sus estragos

Fotografía 2.

Situación en Lima

Figura 3.

Esquema principal del sistema de gestión social

27. La política de vivienda en Colombia. Diagnóstico, visión y reflexiones desde el sector privado

Figura 1.

Déficit habitacional en Colombia, año 2005–Censo poblacional

Figura 2.

Porcentaje de familias que no cuentan con un techo para vivir o habitan viviendas de mala calidad

Figura 3.

Pirámide de ingresos y posibilidades de acceso al crédito hipotecario

28. Observaciones y reflexiones sobre las políticas públicas de vivienda en Colombia. Una visión desde el sector público

Figura 1.

Instrumentos de la política de vivienda sobre los diferentes segmentos de la población objetivo

Figura 2.

Distribución de los programas según ingresos

Figura 3.

Consideraciones para el desarrollo de viviendas gratis

30. Evolución de la cadena de valor y los factores cognoscitivos

Figura 1.

Evolución de la cadena de valor del negocio de la construcción

Figura 2.

Complementos de la cadena de valor del negocio de la construcción

Figura 3.

Palabras clave para el desarrollo de la gerencia de proyectos

31. Promoción y estructuración de los proyectos inmobiliarios

Figura 1.

Necesidad-recursos

Figura 2.

Recursos-necesidad

Figura 3.

Las seis etapas en la vida de un proyecto inmobiliario

32. Alianzas para crecer, hitos para consolidar

Figura 1.

Esquema de trabajo compartido

33. El modelo de Porter

Figura 1.

Cinco fuerzas de Michael Porter

Figura 2.

Secuencia de actividades para realizar el proyecto

Figura 3.

Punto de presión

Figura 4.

Punto de palanca

34. PMI aplicado a proyectos inmobiliarios en Colombia

Figura 1.

Tipo de organización funcional

Figura 2.

Tipo de organización proyectizada

Figura 3.

Tipo de organización matricial

Figura 4.

Fases en un proyecto para Proksol

Figura 5.

Proceso de monitoreo y control

Figura 6.

Áreas presentadas por el PMI

Figura 7.

EDT factibilidad

Figura 8.

EDT diseños

Figura 9.

EDT preventas

Figura 10.

EDT para un proyecto

Figura 11.

Triángulo de la gerencia

35. Gestión del conocimiento, lean construction y BIM

Figura 1.

Acciones basadas en conocimiento

Figura 2.

Funciones de un sistema de gestión del conocimiento

Figura 3.

Componentes de la gestión del conocimiento

Figura 4.

Ejemplo de uso de lenguaje unificado en la industria de la construcción

Figura 5.

Tipos de información

Figura 6.

Beneficios de una plataforma tecnológica

Figura 7.

Conceptos del método de ingeniería de valor

Figura 8.

Fases de la ingeniería de valor

Figura 9.

Conceptualización de un proyecto de construcción

Figura 10.

Factores que influyen en la productividad

Figura 11.

Clasificación de las pérdidas

Figura 12.

Filosofía lean

Figura 13.

Ciclo de diseño de un proyecto de construcción e impacto de las herramientas BIM

36. Los gerentes de construcción

Figura 1.

Organización en una obra grande

Figura 2.

Organización en una obra pequeña

Figura 3.

Estructura organizacional de PAYC

Figura 4.

Estructura organizacional de una empresa constructora

Lista de gráficas

Sección 3. Financiación Evolución de la financiación en Colombia

Gráfica 1.

Tasa de interés. Promedio ponderado-pesos y UVR a octubre del 2009

Gráfica 2.

Comportamiento de la cartera hipotecaria entre 1996 y el 2008

Gráfica 3.

Ciclos de la industria de la construcción

Gráfica 4.

PIB de la construcción a pesos constantes de 1994

Gráfica 5.

Comportamiento de la actividad edificadora según licencias de construcción

11. Credifamilia

Gráfica 1.

Evolución del déficit de vivienda en Colombia (unidades)

Gráfica 2.

VIS construidas por las principales ciudades del país entre el 2002 y el 2008

Gráfica 3.

Desembolsos de créditos para VIS y NOVIS

Gráfica 4.

Desembolso de créditos de vivienda

Gráfica 5.

Evolución de la distribución de la cartera en el sector financiero

Gráfica 6.

Comportamiento de la cartera hipotecaria entre 1996 y el 2008

Gráfica 7.

Evolución saldo de la cartera hipotecaria en Colombia

Gráfica 8.

Cartera hipotecaria de diferentes países de la OCDE como porcentaje del PIB

Gráfica 9.

La cartera hipotecaria como porcentaje del PIB

Gráfica 10.

Participación de la población en los créditos hipotecarios

Gráfica 11.

Comportamiento de las cuotas según diferentes créditos

Gráfica 12.

Evolución de la cartera hipotecaria

13. Titularización hipotecaria

Gráfica 1.

Evolución de los desembolsos de crédito hipotecario en Colombia

Gráfica 2.

Evolución del total de cartera hipotecaria en Colombia

Gráfica 3.

Evolución del índice de cartera hipotecaria a PIB en Colombia

Gráfica 4.

Índices de cartera hipotecaria a PIB en Latinoamérica

Gráfica 5.

Índices de cartera hipotecaria a PIB en la OCDE

Gráfica 6.

Evolución de las titularizaciones en Colombia

Gráfica 7.

Composición de la participación de inversionistas en titularizaciones

14. Los fondos inmobiliarios: vehículos para la transformación de la industria

Gráfica 1.

Posibilidades de renta en fondos inmobiliarios

Gráfica 2.

Retorno contra perfil del inversor

21. La publicidad en el sector inmobiliario

Gráfica 1.

Evolución de las ventas en el ciclo de vida del proyecto

23. Los trámites y los servicios públicos

Gráfica 1.

Pérdida de eficiencia en el sector constructor debida a trámites

25. La gestión social

Gráfica 1.

Datos de denuncias en la comunidad

27. La política de vivienda en Colombia. Diagnóstico, visión y reflexiones desde el sector privado

Gráfica 1.

Proceso de urbanización en Colombia. Población urbana frente a población rural, 1938-2015

Gráfica 2.

Hogares por tenencia de la vivienda, 2003 y 2014

Gráfica 3.

Hogares, número y formación anual (2005-2020)

Gráfica 4.

Producción promedio anual de vivienda, 1998-2014

Gráfica 5.

Composición del cierre financiero por fuente de recursos en el modelo de subsidio, ahorro y crédito

Gráfica 6.

Fonvivienda. Subsidios asignados frente a subsidios entregados

Gráfica 7.

Cajas de compensación familiar y subsidios asignados frente a subsidios entregados

Gráfica 8.

Gastos mensuales frente a ingresos mensuales 2007. Promedio por deciles

Gráfica 9.

Aportes de programas de vivienda

Gráfica 10.

Variación porcentual bimensual PIB total Colombia, 2009-2015

Gráfica 11.

Ventas de vivienda nueva y subsidios a la tasa de interés 2009-2015

28. Observaciones y reflexiones sobre las políticas públicas de vivienda en Colombia. Una visión desde el sector público

Gráfica 1.

Gasto público en vivienda como porcentaje del PIB, 2008

Gráfica 2.

Evolución de construcción de VIP en Colombia, 2000-2013

Gráfica 3.

Ocupación en el sector de la construcción

30. Evolución de la cadena de valor y los factores cognoscitivos

Gráfica 1.

Dedicación gerente en un único proyecto

Gráfica 2.

Dedicación gerente en múltiples proyectos

32. Alianzas para crecer, hitos para consolidar

Gráfica 1.

Curva de crecimiento en proyectos con participación de Camilo Congote

Gráfica 2.

Gráfica completa de proyectos con participación de Camilo Congote

33. El modelo de Porter

Gráfica 1.

Ciclos de la construcción inmobiliaria

34. PMI aplicado a proyectos inmobiliarios en Colombia

Gráfica 1.

Interacción de las fases en un proyecto

35. Gestión del conocimiento, lean construction y BIM

Gráfica 1.

Impacto del uso de VE dependiendo del momento del proyecto

Lista de cuadros

4.  La cadena de valor en el negocio inmobiliario

Cuadro 1.

Resumen de etapas básicas de un proyecto

11. Credifamilia

Cuadro 1.

Diagnóstico de clientes formales e informales

12. Banca hipotecaria

Cuadro 1.

Funciones de los gerentes constructores

13. Titularización hipotecaria

Cuadro 1.

Emisiones de la Titularizadora Colombiana

14. Los fondos inmobiliarios: vehículos para la transformación de la industria

Cuadro 1.

Reglamentación colombiana sobre fondos inmobiliarios

Cuadro 2.

Cambios de paradigma en la planificación de inversiones inmobiliarias

Cuadro 3.

Algunos criterios de diversificación de fondos inmobiliarios

Cuadro 4.

Riesgos asociados al perfil del fondo

15. Evolución histórica

Cuadro 1.

Resultados de los macroproyectos de interés social nacional adoptados al 2015

17. El mercadeo y la competencia

Cuadro 1.

Factores determinantes para la compra de vivienda

Cuadro 2.

Estrategias de mercado

Cuadro 3.

Posiciones estratégicas competitivas

Cuadro 4.

Las megatendencias de la década

Cuadro 5.

Las ocho vías para crecer en economías de crecimiento bajo

19. La competencia: importancia de la información

Cuadro 1.

Variación interanual de ventas de unidades inmobiliarias en el país para enero

Cuadro 2.

Variación interanual de ventas inmobiliarias año a año (ventas año)

Cuadro 3.

Ventas interanuales de vivienda excluyendo el programa VIPA

Cuadro 4.

Ventas al año en mercado NOVIS

Cuadro 5.

Oferta general

Cuadro 6.

Rotación del inventario trimestral de vivienda (meses)

Cuadro 7.

Estructura de la oferta disponible

Cuadro 8.

Estado cualitativo de la oferta

Cuadro 9.

Precios promedio metro cuadrado para países

24. La industria de la construcción y su interacción con el Estado

Cuadro 1.

Funciones establecidas

25. La gestión social

Cuadro 1.

Cuadro comparativo de la normativa

Cuadro 2.

Resumen de resultados

27. La política de vivienda en Colombia. Diagnóstico, visión y reflexiones desde el sector privado

Cuadro 1.

Hechos destacados en la evolución reciente de la política de vivienda en Colombia

Cuadro 2.

Distribución de subsidios según el tipo de hogar por salarios

Cuadro 3.

Hogares con ingresos entre dos y cuatro salarios mínimos que no tienen vivienda propia (2013)

28. Observaciones y reflexiones sobre las políticas públicas de vivienda en Colombia. Una visión desde el sector público

Cuadro 1.

Distribución nacional del ingreso de los hogares (2014)

Cuadro 2.

Distribución de la meta de vivienda para el cuatrienio 2010-2014

30. Evolución de la cadena de valor y los factores cognoscitivos

Cuadro 1.

Aprendizaje en distintas compañías

31. Promoción y estructuración de los proyectos inmobiliarios

Cuadro 1.

Los cinco aspectos fundamentales en la estructuración de proyectos

32. Alianzas para crecer, hitos para consolidar

Cuadro 1.

Oportunidades en el mercado globalizado

Cuadro 2.

Crecimiento en el mercado: Amarilo

33. El modelo de Porter

Cuadro 1.

Oportunidades y amenazas para los proveedores

Cuadro 2.

Oportunidades y amenazas en la competencia

Cuadro 3.

Oportunidades y amenazas en la competencia para clientes

34. PMI aplicado a proyectos inmobiliarios en Colombia

Cuadro 1.

Cartera para desarrollo de proyecto

Cuadro 2.

Definir el alcance

Cuadro 3.

Creación de la EDT

Cuadro 4.

Agrupación de costos

Cuadro 5.

Áreas del conocimiento

35. Gestión del conocimiento, lean construction y BIM

Cuadro 1.

Las cinco técnicas de gestión

Lista de siglas y acrónimos

AFC

Ahorro y Fomento a la Construcción

AFP

administradoras de fondos de pensiones

AMA

Asociación Americana de Mercadeo

ANSI

American National Standards Institute

APP

asociaciones público-privadas

AVC

Ahorro Voluntario Contractual

BCH

Banco Central Hipotecario

BID

Banco Interamericano de Desarrollo

BIM

Building Information Modeling

Camacol

Cámara Colombiana de la Construcción

CAN

Centro Administrativo Nacional

CAR

Corporación Autónoma Regional

CAV

Corporación de Ahorro y Vivienda

CCF

caja de compensación familiar

CEACSC

Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana

CIC

Centro Internacional del Caribe

Corpavi

Corporación Popular de Ahorro y Vivienda

CPI

Cost Performance Index

CPVM

Caja Promotora de Vivienda Militar

CRM

Customer relationship management

CTP

Consejo Territorial de Planeación

CVP

Caja de Vivienda Popular

DADEP

Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público

DEET

Departamento de Estudios Económicos y Técnicos de Camacol

DEUT

Dirección de Espacio Urbano y Territorial

DNP

Departamento Nacional de Planeación

DTF

depósitos a término fijo

DTS

documento técnico de soporte

EDT

estructura de desglose de trabajo

EOT

Esquema de Ordenamiento Territorial

ERP

Enterprise Resource Planning

EVB

Empresa de Renovación Virgilio Barco

FAVI

Fondo de Ahorro y Vivienda

FEN

Financiera Eléctrica Nacional

Findeter

Financiera del Desarrollo Territorial

FNA

Fondo Nacional del Ahorro

Fogafín

Fondo de Garantías de Instituciones Financieras

Fonade

Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo

Fonvivienda

Fondo Nacional de Vivienda

FRECH

Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria

HQI

Home Quality Index

ICT

Instituto de Crédito Territorial

IDU

Instituto de Desarrollo Humano

Infonavit

Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (México)

Inurbe

Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana

IPC

índice de precios al consumidor

Isvimed

Instituto Social de Vivienda y Hábitat de Medellín

IVA

impuesto al valor agregado

LCI

Lean Construction Institute

LEED

Leadership in Energy & Environmental Design

LID

desarrollo de bajo impacto

LPDS

Lean Project Delivery System

MAUI

Modelos de Actuaciones Urbanas Integrales

MISN

Macroproyecto de Interés Social Nacional

NBI

necesidades básicas insatisfechas

NBS

nature based solutions (soluciones basadas en la naturaleza)

OIT

Organización Internacional del Trabajo

ONG

organización no gubernamental

PAD

patrimonio autónomo derivado

PAM

patrimonio autónomo matriz

PAS

Programa de Acompañamiento Social de Propiedad Horizontal

PBOT

Plan Básico de Ordenamiento Territorial

PEA

población económicamente activa

PIB

producto interno bruto

PIPE

Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo

PMA

Plan de Manejo Ambiental

PMBOK

Project Management Body of Knowledge

PMI

Project Management Institute

PMO

Project Management Office

PMP

Project Management Professional

PNUD

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

PNUMA

Agencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente

POT

Plan de Ordenamiento Territorial

PRM

Plan de Regularización y Manejo

SARC

Sistema de Administración de Riesgo Crediticio

SDG

Secretaría Distrital de Gobierno de Bogotá

SFV

Subsidio Familiar de Vivienda

SGSST

Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo

SIGA

Sistema de Información Gerencial Actualizado

SINA

Sistema Nacional Ambiental

SITP

Sistema Integrado de Transporte Público

SMMLV

salario mínimo mensual legal vigente

SPI

Schedule Performance Index

SPV

Special Purpose Vehicle

SST

Seguridad y Salud en el Trabajo

TIF

Tax Incremental Financing

TIR

tasa interna de retorno

TLC

Tratado de Libre Comercio

UAU

unidades de actuación urbanística

Uncevi

Unidad Central de Vivienda

UN-Habitat

Agencia de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos

UPAC

unidad de poder adquisitivo constante

UPZ

unidad de planeamiento zonal

UVR

unidad de valor real

VE

value engineering (ingeniería de valor)

VIP

Programa de Vivienda de Interés Prioritario

VIPA

Programa de Vivienda para Ahorradores

VIS

vivienda de interés social

VOC

compuestos orgánicos volátiles

Presentación

Cuando empecé a trabajar con Cafam como jefe de mantenimiento en 1978, la caja tenía descentralizada esta operación. Con la creación de un departamento de servicios transversal a las operaciones propias de la entidad, las tareas de mantenimiento se concentraron en una jefatura. Así, los problemas y el presupuesto de mantenimiento de cada dependencia pasaron a ser responsabilidad de una persona. Contaba con 23 años y 200 operarios; muchos de ellos me doblaban en edad, y en experiencia… ni hablar.

Allí empezó mi manía por establecer una lista de actividades pendientes y mi obsesión por realizarlas. El placer de tachar las actividades realizadas de la lista se volvía frustrante al sumar más pendientes a la misma.

Esa costumbre la conservo hoy en día. Nunca, que me acuerde, la hoja en la que escribo —pues nunca he querido volver digital esta actividad— ha estado vacía. Hay muchos tipos de pendientes. Muchas veces son cientos, como cuando empecé a trabajar. Con el tiempo, hay unos muy particulares que se vuelven especiales. Son gruesos, son retadores y yo los he bautizado como hitos. He cumplido muchos, la mayoría de los cuales debo reconocer como un trabajo en equipo o un logro empresarial. Así, los hitos que obedecen a un esfuerzo individual tienen una característica especial.

Acabo de tachar uno de esos grandes temas individuales pendientes: la construcción de un libro de consulta que hablara sobre la gerencia de proyectos, desde la perspectiva que da la experiencia. Los años de dictar clases en la Universidad de los Andes, más de veinte en total, sumados a las oportunidades de dictar conferencias en varios foros y congresos son el material que hoy estoy presentando a ustedes.

Es una mirada desde la experiencia. No basta decir que a pesar de trabajar por más de treinta y cinco años en coordinación y gerencia de proyectos y como gerente de varias empresas es solo fruto de mi experiencia personal. Es en realidad la sumatoria de la experiencia de muchas personas con las que he tenido la oportunidad de trabajar e interactuar y de la transmisión de conocimiento y conductas de personas y empresas sin distinción.

Soy una persona afortunada. He tenido la oportunidad de estudiar y aprender en instituciones admirables. El Gimnasio Moderno de don Agustín Nieto Caballero y el profesor Ernesto Bein y la Universidad de los Andes. ¡Qué más se puede pedir!

Después, la universidad que conforman las diferentes empresas donde trabajé. Al final, el placer y la satisfacción de todas aquellas que fundé y desarrollé.

El 90 % de las personas trabajan en oficios que no les causan satisfacción. Cuando no se siente pasión por lo que se hace, bueno, no sé ni qué decir; la vida se vuelve gris y rutinaria. Soy parte, afortunadamente, del otro 10 %.

Lo que encontrarán en este libro no son teorías ni verdades reveladas; son conocimientos, esfuerzos de trabajo en equipo, anécdotas y experiencias de personas con las que interactué. Es ensayo y error; es aprender de los errores del pasado para mejorar y no repetir.

La gratitud es la memoria del corazón. Por eso, este libro es un acto de agradecimiento con muchas personas que han hecho de la gerencia de proyectos una actividad gratificante. Muchas gracias a todas ellas.

Por último, quiero agradecer y reconocer a los colaboradores de esta aventura.

Un especial reconocimiento a Juliana Zuluaga, quien me ha acompañado como alumna, monitora, asistente graduada, coordinadora y, hoy, gerente de proyectos.

Gracias a Luisa Fernanda Ordóñez, Juan Sebastián Arango y María Carolina Mayorga; alumnos, monitores y colaboradores.

También a Juan David Paredes y a José Carlos Ponce, alumnos y recopiladores de muchas historias aquí contadas.

Camilo Congote Hernández2019

PARTE IANTECEDENTES E HISTORIA DE LA GERENCIA DE PROYECTOS

SECCIÓN 1FUNDAMENTOS

Camilo Congote Hernández

1. Características de la industria de la construcción

La industria de la construcción de vivienda y edificaciones en general solo cuenta con modelos de gestión desde 1972, año de la creación del sistema de ahorro y vivienda UPAC (sigla de unidad de poder adquisitivo constante). En ese entonces los arquitectos de la Universidad Nacional obtenían el título de arquitectos constructores y desarrollaban proyectos por encargo de empresas o personas acomodadas, muchas de las cuales nunca emprendían el segundo edificio porque la falta de elementos industrializados y de controles hacía que la experiencia fuera absolutamente irrepetible para el cliente.

Para esa época el Banco Central Hipotecario (BCH) desarrolló una serie de proyectos de vivienda dirigidos a la clase media, pero era un esfuerzo pequeño ante las grandes necesidades del país. El déficit de vivienda ha sido entonces una constante que nos ha acompañado por décadas, sin que en ninguna de ellas hayamos podido aplanar su curva ascendente. El Instituto de Crédito Territorial (ICT) fue otra opción del Gobierno para disminuir el déficit. Se construyeron grandes proyectos, pero su calidad y volumen nunca fueron los necesarios. Así, los modelos de gestión y la especialización de profesionales en los diferentes aspectos de la cadena productiva de construcción son resultado del surgimiento de los insumos financieros de manera masiva y sostenible.

Los parámetros que rigen la industria de la construcción son cinco: el suelo, la financiación, la competencia, los trámites y los subsidios. La dependencia del sector de la Administración pública es significativa dado que las normas, el presupuesto nacional, los incentivos tributarios y la agilidad en su implementación dependen de los gobiernos nacionales y municipales. Así, establecer y regularizar una política de vivienda nacional con un desempeño eficiente de los actores públicos fue fundamental para el apalancamiento de la industria, pues esta no solo se ve afectada por los ciclos normales de oferta y demanda, sino por la acción directa del sector público.

En 1972, con la creación del UPAC, se pudo contar con recursos de capital para la financiación de las obras y los clientes a largo plazo, que era el principal escollo para el desarrollo masivo, y por lo tanto industrializado, de la construcción. Esto estimuló el surgimiento a nivel nacional de cientos de proyectos que con el paso del tiempo permitieron el avance de empresas constructoras especializadas en desarrollos inmobiliarios, sistemas de control, presupuestos y programación de obra. La firma de José Darío Velásquez y Arturo Londoño, verdaderos profesionales en modelos de industrialización de la construcción, fue pionera en estos últimos aspectos.

A principios de la década de los ochenta surgieron los primeros especialistas en gerencia de proyectos, personas con profesiones diferentes a la arquitectura que vieron en la construcción un potencial para asimilar los modelos de administración. Las cadenas productivas de otras industrias fueron copiadas o asimiladas con la consecuente optimización del negocio. El simple hecho de ordenar los costos y especializar las áreas de la cadena promovió un cambio estructural en la gestión de proyectos. Surgieron firmas muy importantes, especialmente en Medellín y Bucaramanga; gerentes y comercializadores como Bravo Restrepo, Comavsa, IC Prefabricados y Urbanas, entre otros.

En 1983 el viraje del sistema UPAC para impulsar la vivienda popular sin cuota inicial generó una ola de proyectos para los estratos uno y dos, política que benefició a la base de las familias con ingresos de un salario mínimo mensual; sin embargo, no alcanzó a beneficiar a la verdadera base de la pirámide poblacional: el sector informal.

Para la década de los noventa se desató un auge de vivienda al margen de los ciclos normales de la construcción; los precios se dispararon por encima de lo normal. El acceso a financiación por parte de los constructores y las facilidades de crédito a largo plazo para los compradores hicieron que crecieran desmedidamente las empresas constructoras, cuyos capitales eran moderados y tenían un amplio apalancamiento; la compra de terrenos con crédito bancario para proyectos de baja rotación causó innumerables problemas.

El descalce del sistema UPAC con los cambios realizados por el Gobierno del presidente César Gaviria, al atar la corrección monetaria a la tasa de los depósitos a término fijo (DTF) y desproteger la exclusividad del ahorro con intereses para las corporaciones de ahorro y vivienda, fue el inicio de la crisis del periodo 1995-1996, durante el cual miles de familias perdieron su vivienda. A su vez, quebraron centenares de firmas constructoras con alto endeudamiento y créditos garantizados por activos no realizables o de baja liquidez. Solo sobrevivieron las empresas que disponían de capital de trabajo, los constructores con inversionistas fuertes y aquellos, sin importar su tamaño, cuyos ciclos de trabajo estaban al final de los proyectos, con las viviendas prácticamente terminadas y los créditos individuales subrogados a las corporaciones.

Esta depresión de la construcción de 1997 al 2000 llevó a una depuración dolorosa y forzosa de la industria. Las barreras de entrada en la construcción fueron abiertas. Antes, una persona con un terreno para redesarrollo y con un pequeño capital podía iniciar su carrera como constructor; pero luego la crisis decantó el sistema y dejó solo a los profesionales, aquellos que cumplieron los siguientes requisitos: preventa de inmuebles, utilización de la fiducia inmobiliaria, separación por proyectos de la tesorería y capitalización de los beneficios y las utilidades de los proyectos. Quienes vieron en la vivienda de interés social (VIS) la oportunidad para sostener una producción continua con márgenes pequeños pero estables lograron pasar la crisis. Algunos constructores de Bogotá que migraron al desarrollo de proyectos institucionales encontraron un mercado sustituto que les permitió superar los momentos más difíciles.

Llegamos entonces al año 2000 con una industria depurada, con empresas en procesos de capitalización, búsqueda de inversión de capital o aportes de terrenos; con gerentes empresarios a la cabeza de organizaciones que definían alianzas con colegas, lo cual dio paso a sinergias en un mercado difícil. Aquellos que utilizaron el esquema de trabajo compartido lograron cubrir rápidamente las oportunidades que empezaron a surgir.

La creación del sistema de subsidio familiar en dinero, el ahorro programado y los incentivos tributarios para que la banca prestara a largo plazo para VIS, así como la devolución del impuesto al valor agregado (IVA) sobre los materiales por montos reales aproximados de hasta el 3 % sobre el valor de las ventas dieron origen a un desarrollo masivo de proyectos. El auge de oficinas y comercio, este último sin desarrollo por años, complementó las oportunidades. Durante siete años, hasta la crisis global, el mercado creció llevado de la mano de las empresas que estaban preparadas para hacerlo.

Una industria madura

La construcción enfrentó un decenio (2003-2012) con crecimientos siempre superiores al producto interno bruto (PIB) nacional que sostuvieron el crecimiento del país y como un motor de la generación directa del empleo. Los parámetros que rigen el sector siguen siendo los mismos, teniendo como una constante el déficit de tierra urbanizada y urbanizable.

La estabilidad generada por una inflación baja generó una financiación con niveles de tasas de interés bajas, lo cual a su vez derivó en un ambiente de estabilidad que fue positivo para el sector. El ingrediente del subsidio a la tasa promovido por el Gobierno como medida de choque para atenuar la crisis global permitió que la clase media perdiera el temor a invertir e incentivó la venta de vivienda en los estratos tres y cuatro.

La industria de la construcción encontró una oportunidad en el déficit acumulado, superior a un millón de viviendas, y un crecimiento vegetativo importante. Tan solo en Bogotá, este crecimiento en los estratos 3 a 6 era del orden de 22 000 hogares anuales.

A su vez, los compradores forman un mercado maduro, exigente y conocedor de sus derechos, que espera cumplimiento y calidad en las unidades inmobiliarias que adquiere. Con esto nace en la industria el posicionamiento de marca. En el pasado, pocas firmas (como Pedro Gómez y Compañía, Ospinas S. A. y Fernando Mazuera y Compañía S. A.) lograron posicionar su marca.

Las alianzas para sumar, crecer y sobrevivir se pusieron a la orden del día. Los costos de la tierra, su urbanismo y las condiciones de compra obligaron a la suma de esfuerzos con dicho fin. Los constructores profesionales están por todo el país. La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) cuenta con más de 1500 afiliados, de los cuales 700 son desarrolladores de vivienda.

A partir del 2010 la consolidación de una política de vivienda, conformada por planes individuales pero de mucho peso y contundencia, se convirtió en una realidad. La acción decidida de Luis Felipe Henao como viceministro de Vivienda y después como ministro junto a Álvaro Villota, con muchos de los principios e ideas, son los artífices de esta sumatoria de programas.

Algunos de estos elementos son los siguientes:

En la base de la pirámide, el programa de las 100.000 viviendas gratis.

Las viviendas del programa Vivienda Para Ahorradores (

VIPA

), con una cuota inicial del 5 %, financiación hipotecaria de largo plazo y una base de subsidio de 25 salarios mínimos mensuales legales vigentes (

SMMLV

).

El programa Mi Casa Ya, para familias con ingresos entre 2 y 4

SMMLV

, que financia viviendas con un tope de 135

SMMLV

de valor por unidad (tope

VIS

).

Los estímulos, en algunos casos, y restricciones, en otros, para generar obligatoriamente proyectos o viviendas de interés prioritario (

VIP

).

Los subsidios a la tasa de interés, el Fondo de Reserva para la Estabilización de la Cartera Hipotecaria (

FRECH

)

I

,

II

y

III

, y el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (

PIPE

)

I

y

II

.

El subsidio cruzado de tierra, la invención de los promotores y desarrolladores privados en los proyectos de gran tamaño.

Los incentivos para la renovación urbana, procesos incipientes pero que probablemente tendrán que surgir.

Los macroproyectos de interés social nacional (

MISN

) creados por las leyes 1151 del 2007 y 1537 del 2012, que facultan a los alcaldes para generar suelo

VIS

.

La exención de impuestos de ganancia ocasional para subir las utilidades de los proyectos

VIS

bajo la figura de patrimonio autónomo.

La devolución del

IVA

y la exención de pago por las licencias de construcción en los proyectos

VIS

.

Las cuentas de Ahorro para el Fomento de la Construcción (

AFC

), cuya exención de impuestos incentiva el ahorro para la cuota inicial.

El Fondo Nacional del Ahorro (

FNA

), con sus políticas de ahorro y financiación con tasas de interés reales de casi cero por ciento efectivo anual.

El futuro y los retos

Para mirar al futuro es importante conocer el pasado y evitar los errores que se cometieron. Es necesario conocer los parámetros que gobiernan la industria y ser profundos en el análisis, pero a la vez ser optimistas, visionarios, innovadores y creativos. Hay que aprovechar, mejor aún, generar oportunidades. Identificar los nichos de mercado, los cuales en muchas ocasiones son pequeñas ventanas que se abren intempestivamente. De igual manera, se cierran. El olfato desempeña un factor importante que no es cuantificable. Algunos lo llaman experiencia.

El futuro reta a los estructuradores de proyectos y desarrolladores de vivienda a generar su propio suelo y, quizás, también su propia financiación. En cuanto a la gestión del suelo es evidente que generarlo es una competencia estrictamente municipal, con la sombrilla de las gobernaciones y el Gobierno nacional. El sector público debe facilitar las oportunidades del suelo con sus respectivas normas, y el privado debe saber interpretarlas y cumplir la reglamentación. Pero la velocidad de generación de suelo por parte del sector público no se compadece con las necesidades de vivienda de los colombianos en general. Ya se vio el tamaño del déficit de vivienda y su crecimiento vegetativo.

Por ello, la creación por parte del Gobierno nacional de los MISN, en el 2008, fue un paliativo a las necesidades de tierra urbanizada para cubrir ese millón de viviendas para familias con ingresos inferiores a dos salarios mínimos mensuales legales vigentes. Infortunadamente, el fallo de la Corte Constitucional solo dejó en firme diez macroproyectos, muestra muy pequeña para evaluar si esta herramienta es realmente válida; si formará ciudad, entorno sostenible y si será una respuesta a las necesidades de los ciudadanos en cuanto a su calidad de vida y bienestar y a su derecho a tener empleo, educación adecuada y salud cerca de su núcleo de vivienda. El desarrollo de un macroproyecto debe llevar a la generación de todo un estilo de vida.

El segundo aspecto en gestión de suelo hacia el futuro tiene que ver con la renovación urbana. Esta es al mismo tiempo una necesidad, un reto y una oportunidad. Las asociaciones público-privadas (APP) pueden ser el mecanismo de gestión que la impulsen.

En cuanto a financiación, debemos reconocer las bondades del sistema financiero colombiano y las facilidades que el sector público presenta con incentivos para permitir el acceso del sector formal a vivienda con crédito hipotecario a largo plazo. Sin embargo, quedan vacíos al respecto; el primero, la necesidad de unir las políticas de subsidio con las de financiación e intentar que sean operadas por un solo actor. Es importante que los subsidios actuales del Gobierno y las cajas de compensación tengan un único administrador; el Gobierno, con el programa Mi Casa Ya, así lo ha entendido. Es importante, entonces, que el subsidio a la tasa se convierta en una medida permanente. Así, el manejo del ahorro, el subsidio en dos modalidades y la financiación a largo plazo deben potencializar el acceso de un grupo mayor de usuarios.

Por otro lado, el grupo de informales, y ahora los desplazados, tienen que disponer de una fórmula que les permita acceder a crédito a largo plazo y, por lo tanto, a vivienda. Por ello, se deben estudiar e implementar los sistemas de análisis de riesgo de la financiación sin cuota inicial o subsidiada por el Estado, de arriendo con o sin opción de compra. Son importantes los actuales esfuerzos del FNA y los de empresarios del sector privado en proyectos que toman como ejemplo las Sofoles mexicanas y la política de vivienda del Gobierno chileno, así como la creación y entrada de fondos inmobiliarios que estimulen el mercado de capitales, la inversión en proyectos y el manejo de activos inmobiliarios para arriendo.

Las políticas mencionadas han abierto un gran espacio a los desarrolladores de vivienda para trabajar en las ciudades medianas, donde la construcción ha estado dormida por años, debido a la falta de subsidios y profesionales con credibilidad que abanderen los proyectos. Se han formado entonces una serie de constructores nacionales que están aprovechando esos espacios desatendidos, lo cual beneficia el desarrollo urbano en múltiples ciudades de tamaños intermedios. Evidentemente esto demanda una mayor labor administrativa y un modelo de gestión de proyectos que necesita pensar en organizaciones diferentes a las convencionales. Probablemente las alianzas se conviertan en la mejor manera para optimizar el desarrollo de múltiples proyectos.

Bibliografía

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Ley 1537 del 2012 (20 de junio), por la cual se dictan normas tendientes a facilitar y promover el desarrollo urbano y el acceso a la vivienda y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial n.o 48.467. Recuperado de http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=47971

2. Antecedentes de la gerencia de proyectos

La industria de la construcción generalmente puede verse representada en gráficas económicas que exhiben un comportamiento algunas veces cíclico y otras anticíclico. Es decir, existe un periodo en el cual las cifras revelan un crecimiento sostenido de entre dos y cuatro años, y luego presentan una caída en la que usualmente la oferta supera la demanda o se presentan hechos políticos o económicos que desaceleran el comportamiento económico del sector.

La historia de la gerencia de proyectos en Colombia se ha visto marcada por diferentes hitos desde sus inicios en la segunda mitad del siglo XX, lo que ha permitido dividirla en etapas gobernadas por diferentes iniciativas políticas y características particulares del mercado.

Asimismo, el aprendizaje de cada una de estas etapas ha contribuido a desarrollar nuevas formas de ver el negocio, transformando completamente las metodologías de financiación y del negocio en sí.

Este capítulo resume brevemente los principales hitos en la historia de la gerencia de proyectos en Colombia, así como el legado que cada una de estas fases le ha imprimido al negocio a través de los años, como por ejemplo la crisis de 1997, conocida como la crisis de la UPAC, o el desarrollo de proyectos a gran escala para vivienda social (MISN).

Antes de 1972: el sistema parroquial

Durante los años anteriores al Gobierno de Misael Pastrana (1970-1974) los temas referentes al desarrollo de la vivienda se caracterizaban por una gran intervención por parte del Estado. La acción pública abarcaba todas las instancias que intervenían en este campo, incluyendo aspectos de financiación, desarrollo y construcción (Instituto de Crédito Territorial, 1995).

En contraste, durante ese mismo periodo el sector privado presentaba una acción muy precaria en materia de vivienda. En ese entonces, existían ciertas firmas de arquitectura y construcción que desempeñaban el rol desarrollador y se constituían como promotores inmobiliarios. Los desarrollos incluían un promedio de 20 a 30 casas, de manera que no había una idea de la vivienda industrializada, y las técnicas artesanales que se usaban tampoco permitían avanzar de forma eficiente en el desarrollo de grandes proyectos privados.

Los sistemas de adquisición de vivienda eran muy básicos y para la mayoría de los promotores los sistemas más sofisticados estaban de la mano de la participación del Banco Central Hipotecario (BCH) o del Instituto de Crédito Territorial (ICT) en el desarrollo del proyecto. La actividad principal del BCH era promover el desarrollo de vivienda de clase media, mientras que el ICT se enfocaba en promover el desarrollo de vivienda social, no solo en cuanto a la financiación sino también en la etapa de construcción. El BCH se convirtió entonces en una entidad financiera cuya actividad consistía en captar dinero del público y ofrecer préstamos, aprovechando un margen de intermediación al igual que las entidades bancarias comunes.

De 1972 a 1983: el sistema UPAC

Una vez que llegó a ser presidente, Misael Pastrana (1970-1974) llevó a cabo diferentes cambios que buscaban reactivar el país a nivel económico. El plan de desarrollo de su gobierno se denominó Las Cuatro Estrategias, y planteaba impulsar el desarrollo del país a través de cuatro frentes de acción: el desarrollo urbano por medio de la industria de la construcción, el incremento de las exportaciones, el incremento de la productividad agraria y la distribución de la propiedad rural, y la redistribución del ingreso a través de herramientas tributarias. Es evidente que la industria de la construcción desempeñó un rol vital en el marco de las políticas públicas que caracterizaron a este periodo.

Como parte de estos lineamientos, en 1972 el Gobierno autorizó la creación de las corporaciones de ahorro y vivienda (CAV) con el fin de canalizar recursos hacia el sector de la construcción por medio de créditos hipotecarios a largo plazo. Dichos recursos nacerían entonces del ahorro de los hogares sobre el principio del valor constante del dinero. Es decir, tanto los ahorros como los préstamos mantendrían su valor gracias a un reajuste periódico según las variaciones del poder adquisitivo por medio de una unidad de medida creada para este fin. La unidad de poder adquisitivo constante (UPAC) se creó para actualizar los créditos otorgados por las CAV y los ahorros depositados en ellas. Aunque no constituía el objetivo primordial, algunos préstamos no destinados a vivienda también utilizaron esta medida.

La creación de las CAV también fue fundamental en la industrialización de la construcción debido a la facilidad de financiación que proveían, no solo a la demanda sino también a la oferta de vivienda misma. Antes de que dichas corporaciones existieran, la subrogación de créditos a los propietarios por parte de los constructores era una actividad que presentaba una gran dificultad y no permitía que el mercado se desarrollara de manera competitiva. Tras la creación de las CAV el negocio de la construcción se transformó en un negocio financiero.

Las formas de financiación son un aspecto esencial para el desarrollo de vivienda, teniendo en cuenta que para una familia común adquirir vivienda con sus propios recursos y sin contar con la facilidad de un crédito hipotecario constituye una gran dificultad. Particularmente el segmento correspondiente a la vivienda social es muy sensible a los cambios de las políticas financieras, debido a las restricciones de capacidad adquisitiva de estas familias.

De 1983 a 1990: VIS

En 1983, durante el gobierno de Belisario Betancourt y como parte de su política de vivienda, se promovió la iniciativa de ofrecer vivienda sin cuota inicial. De este modo, las CAV otorgaban créditos de entre el 95 % y el 100 % del valor de aquellas viviendas que no superaran los 1000 UPAC (valor total). Este hecho también favoreció la industrialización y promovió la migración de algunos constructores de inmuebles en estratos 4, 5 y 6 a vivienda de bajos estratos. Si bien la rentabilidad por unidad no era buena, se podían realizar proyectos de grandes volúmenes que permitieran desarrollar economías de escala.

Con este gran impulso promovido por el Gobierno nacional, el término vivienda de interés social (VIS), para hacer referencia a las viviendas de bajos precios enfocadas únicamente a los hogares más necesitados, adquirió una connotación importante dentro del mercado.

De 1990 a 1994: el gran boom

En este periodo se presentó un auge en el negocio de la construcción que rompió los esquemas cíclico y anticíclico característicos del negocio. En el transcurso de estos años, los índices económicos (entre ellos el PIB) se dispararon y los bienes inmobiliarios se valorizaron significativamente. Varios hechos propiciaron el buen momento y entre ellos se pueden resaltar los siguientes: las bajas tasas de interés que permitían a las familias acceder a créditos más baratos para comprar vivienda; las leyes 50 de 1990 y 100 de 1993 que reformaron el sistema pensional e hicieron que un gran número de personas también cambiaran su régimen laboral y recibieran dinero que muchos invirtieron en vivienda; la economía nacional pasaba por un buen momento, lo que activó significativamente la demanda de vivienda; por último, y es triste reconocerlo, el rol que desempeñó el narcotráfico con el lavado de dinero que se lograba a través de la compra de terrenos e inmuebles. Esta notoria activación de la demanda fomentó de forma paralela un rápido crecimiento de la oferta, e incrementó el número de constructores que había en ese entonces en el mercado.

Por su lado, la acción del sector público se concentró en el ICT, que lideró el desarrollo de proyectos durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX. Los procesos no fueron productivos y su efectividad y transparencia eran permanentemente cuestionados. Por esta razón en 1991, por medio de la Ley 3 del mismo año, se reformó el ICT y se convirtió en el Instituto Nacional de Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Inurbe). Bajo esta misma ley se instituyó el uso del subsidio familiar de vivienda (SFV), cuyo objetivo era brindar un apoyo económico para la adquisición de vivienda a la población menos favorecida, y se otorgaron facultades al Inurbe para su administración o provisión. Esta nueva institución marcó entonces una nueva forma de acción del sector público sobre la industria, enfocada en el apoyo esencial a la demanda a través de los subsidios.

De 1994 al 2000: el cambio estructural

Contrario al crecimiento que se vivió durante la etapa anterior, en el transcurso del periodo entre 1994 y el 2000 ocurrió una gran crisis en la economía nacional centrada en el sector de la construcción.

Como se mencionó, antes de 1994 las CAV atendían un segmento del mercado que estaba protegido y, en contraste con los bancos, eran las únicas entidades que podían dar intereses a las cuentas de ahorro. En 1998 la DTF presentó un crecimiento inusual (véase la gráfica 1), lo cual, naturalmente, afectó en gran medida los préstamos y ahorros dentro del sistema UPAC. Por esta razón, en noviembre de ese año el Gobierno decretó el estado de emergencia económica y social y otorgó algunos alivios a los deudores de créditos de vivienda a través del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras (Fogafín). La primera ayuda consistió en realizar un abono a las cuentas de los deudores que se encontraban al día en sus pagos para disminuir el valor de sus cuotas. Este alivio aplicaba para casos en los que el saldo del préstamo hubiera aumentado hasta el 20 % o más durante los doce meses anteriores a noviembre de 1998. Una segunda línea de crédito estuvo dirigida a los deudores morosos y se obligó a las entidades financieras a recibir los inmuebles hipotecados, cuyo valor comercial era ahora inferior a sus deudas, como cancelación total de estas. Se ofrecieron además créditos con tasas solidarias tanto a los deudores morosos como a deudores que se encontraban al día con sus pagos. Desde ese año y hasta el 2001 un gran número de familias no pudo responder por sus préstamos y perdieron sus viviendas.

La industria inmobiliaria se vio gravemente afectada. En primer lugar, los lotes e inmuebles sufrieron grandes devaluaciones, por lo que muchos constructores quedaron en situación de bancarrota debido a las grandes deudas que habían adquirido con el sector bancario y que no lograron respaldar con sus bienes y activos. Aquellos que contaban con flujos de caja positivos lograron sobrellevar los efectos de la crisis; hubo otros cuyos proyectos se encontraban casi finalizados y lograron subrogar los créditos individuales. Por último, hubo quienes tenían un gran capital privado de respaldo o bien se encontraban en sectores especializados como la VIS, segmento del mercado que no se afectó en la medida de los otros y que logró convertirse en el salvavidas de algunos constructores. Sin embargo, muchas de las empresas constructoras quebraron, lo que dejó un gran vacío en el sector.

GRÁFICA 1. Comportamiento histórico DTF contra UPAC

Fuente: elaboración propia con base en Banco de la República (s. f.).

Durante este periodo las clases media y alta fueron las más afectadas debido a que muchos individuos pertenecientes a estas perdieron sus empleos o sus empresas. Por esta razón, los constructores se enfocaron en desarrollar vivienda para los sectores medio-bajo y bajo, personas que de alguna forma tenían una mayor estabilidad que los ya mencionados. Además, con la creación del Inurbe en 1991, finalmente durante la década de los noventa empezó a operar el SFV y se constituyó como la principal herramienta con la cual el Gobierno le brindó una ayuda monetaria a las familias menos favorecidas para adquisición de una vivienda propia. Esto facilitó la apertura de nuevos mercados con miras al desarrollo de vivienda social.

Como consecuencia de este periodo, el sector tuvo que encontrar nuevas alternativas para sobreponerse a las condiciones desfavorables. En particular, antes de 1997 el porcentaje de utilidad sobre el valor de ventas se situaba alrededor del 15 % y adicionalmente se cobraba un 10 % como pago de los honorarios, lo que constituía un total del 25 % de utilidad para el constructor o desarrollador. Tras la crisis, estos porcentajes tuvieron que reducirse para lograr incrementar la demanda de unidades, y se brindaron precios más bajos y más ajustados al mercado resentido. Por otro lado, la falta de capital privado para los proyectos, de la mano con la imposibilidad financiera de los constructores para adquirir lotes, forzaron al desarrollo de nuevas formas de financiación bajo figuras como el aporte de lotes, que ofrecía una nueva modalidad de financiación en la cual los dueños de la tierra facilitaban este bien a cambio de una participación pactada dentro del proyecto. Hubo quienes lograron negociar el plazo de pago de la tierra para lograr efectuarlo una vez el proyecto se había finalizado. La búsqueda de nuevas formas de financiación, así como de modalidades innovadoras de negocios, permitió a la oferta desarrollarse y abrir campo para que el mercado creciera.

La revolución provocada por la crisis abrió la posibilidad de pluralizar la oferta de productos. La necesidad de abarcar los nichos de mercado restantes, motivada en gran parte por la alta competencia que existía, obligó a los desarrolladores a implementar políticas de calidad serias que incrementaran el valor percibido de los inmuebles a los compradores, así como incluir valores agregados. Esta situación promovió un cambio de mentalidad en los compradores, quienes desarrollaron un sentido crítico sobre la oferta e incrementaron sus estándares de exigencias, lo que convirtió el negocio de la construcción, no en un mercado de vendedores, sino, por el contrario, de compradores.

Finalmente, en mayo de 1999 la Corte Constitucional declaró que el cálculo de la UPAC era inconstitucional, ya que cuando el DTF estaba por encima del índice de precios al consumidor (IPC) se vulneraba el derecho a una vivienda digna. En adelante la UPAC se calculó con base en el aumento del IPC hasta diciembre de 1999, mes en el cual el sistema dejó de existir. Como reemplazo de la UPAC se creó la unidad de valor real (UVR).

Del 2000 al 2008: la globalización

Después de la larga y profunda crisis, el desarrollo de proyectos fue de la mano con la minimización de los riesgos en los cuales incurrían los constructores. Como consecuencia, estos optaron por tomar créditos hipotecarios más bajos, recibían lotes como aporte y apostaron por incluir una mayor creatividad en los proyectos. Además, se mantuvieron los nuevos modelos de negocio que les permitían obtener ventajas competitivas. Muchas de las estrategias adoptadas como acciones de choque frente a la crisis se mantuvieron constantes, lo que le permitió a la oferta desarrollarse tanto en materia de calidad como de financiación, diversificación de portafolio y valores agregados, entre otros. Con esto, se impulsó un progreso en cadena con el cual se fueron explorando nuevos nichos de mercado y nuevas oportunidades que permitieran reactivar el sector.

El desarrollo de centros comerciales fue un claro ejemplo de la reactivación que vivió el sector en el periodo poscrisis. Este mercado se mantuvo cerrado durante más de quince años. Sin embargo, en el 2003 se dio inicio a un auge de desarrollo de centros comerciales, no solo en Bogotá sino a lo largo de todo el país. Grandes compañías, como Ospinas, Pedro Gómez y Compañía y Amarilo, lograron encontrar en este nicho oportunidades de desarrollo.

En el 2007 se reglamentó la implementación de los macroproyectos de interés social nacional, que se han constituido como una de las herramientas clave en el desarrollo de VIS y VIP en grandes volúmenes, apoyados en el uso del SFV como facilitador de la demanda.

La globalización marca otra tendencia en todo el sector de la construcción. El mercado es abierto y la aparición en el 2004 de los fondos de inversión inmobiliarios en Colombia (Decreto 1887 del 2004) marcó una nueva pauta en materia de financiación. Su principal tarea consiste en adquirir inmuebles (viviendas, oficinas, locales, parqueaderos, entre otros) para rentar. En el país se constituyeron con el propósito de fomentar la construcción de VIS nuevas para luego arrendarlas por medio de sociedades especializadas. De acuerdo con la Ley 820 del 2003:

[…] con una renta exenta de los ingresos por concepto de cánones de arrendamiento. […] Los fondos de inversión inmobiliaria cuentan con un variado portafolio para invertir: vivienda urbana, bienes inmuebles destinados a actividades comerciales, títulos emitidos en procesos de titularización hipotecaria o inmobiliaria, derechos fiduciarios de patrimonios autónomos, depósitos en fondos comunes ordinarios y fondos de valores o de inversión abiertos. Los fondos inmobiliarios deben propender por la diversificación de su portafolio y no podrán tener un inmueble que supere el 20 % de valor total del fondo con posterioridad a los dos primeros años de operación.

No solo los grandes constructores pueden tener uno de estos fondos; los pequeños y medianos promotores también pueden crear uno de menor tamaño. En Colombia se destacan varios fondos inmobiliarios, entre ellos el Fondo de Estrategias Inmobiliarias y el fondo de Correval S. A., conocido como Inmoval.

Del 2008 en adelante: crecimiento sin ciclos

El desestimulo a la construcción, generado por las políticas de los últimos alcaldes en Bogotá, promovió la reducción de áreas desarrollables en la ciudad; por ende, la escasez del suelo se hizo inminente. Recientemente, los municipios de la región, tales como Madrid, Sopó, Chía y Cajicá, se convirtieron en nuevos focos de atracción en la medida en que permitieron el desarrollo y la habilitación del suelo para construcción. Este desarrollo de la ciudad-región ha motivado al sector privado a proponer formas de mejorar la calidad de vida de los nuevos habitantes de estos municipios, propiciando facilidades de transporte, proyectos con excelente urbanismo y zonas verdes importantes, así como el desarrollo de centros comerciales y de conveniencia en estas áreas.

Por otro lado, los nuevos modelos de negocio en construcción se constituyeron como las nuevas oportunidades: el auge de los macroproyectos o planes parciales de gran escala se mantiene, lo que permite a los constructores habilitar suelo de manera cuantiosa y rápida, basando su cadena productiva en grandes volúmenes de VIS. Asimismo, la figura de las asociaciones público-privadas (APP) es una herramienta que facilita al sector privado trabajar de la mano con el sector público, especialmente en la prestación de servicios y en la renovación urbana, propuesta que ha estado presente durante muchos años, pero que no se ha podido poner en práctica y que es vital para no continuar con el desarrollo desordenado y desbordado de las ciudades.

La gestión del suelo y de los servicios públicos toma cada vez más importancia en la viabilidad de los proyectos. Esta labor, directamente relacionada con los elementos de promoción y estructuración de un negocio, se está volviendo cada vez más especializada e independiente y ha llegado a desprenderse de las tareas del desarrollador.

Hoy en día la actividad constructora de los desarrollos inmobiliarios está dirigida por el sector privado principalmente; así se rompe con el esquema de impulso institucional que regía la actividad edificadora de la segunda mitad del siglo XX.

Bibliografía

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Decreto 1887 de 1994 (3 de agosto), por el cual se reglamenta el inciso 2 del parágrafo 1 del artículo 33 de la Ley 100 de 1993. Diario Oficial n.o 41.480. Recuperado de http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=31646

Instituto de Crédito Territorial. (1995). Medio siglo de vivienda social en Colombia 1939-1989. Bogotá: Inurbe.

Ley 50 de 1990 (28 de diciembre), por la cual se introducen reformas al Código Sustantivo del Trabajo y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial n.o 39.618. Recuperado de http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=281

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Ley 100 de 1993 (23 de diciembre), por la cual se crea el Sistema de Seguridad Social Integral y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial n.o