Informe de Inversión 2023/ 2024 del BEI - Principales conclusiones - Banco Europeo de Inversiones - kostenlos E-Book

Informe de Inversión 2023/ 2024 del BEI - Principales conclusiones E-Book

Banco Europeo de Inversiones

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Beschreibung

La economía europea se halla bajo presión. El crecimiento se está desacelerando y los desafíos en materia de competitividad están aumentando, mientras las empresas de la UE hacen frente a las exigencias de la transición verde. El apoyo coordinado de los Gobiernos nacionales y las instituciones de la UE resultó fundamental tras la pandemia de COVID-19, pues ayudó a Europa a reforzar su resiliencia ante futuras perturbaciones y estimuló la inversión necesaria para transformar y modernizar la economía. Como resultado, se lograron avances en ámbitos como la digitalización, la eficiencia energética, la descarbonización y el refuerzo de las cadenas de suministro. Sin embargo, el ritmo de esa transformación debe acelerarse, a pesar de que la inversión es cada vez más difícil de mantener. Para seguir siendo competitivos, la Unión Europea y sus Estados miembros deben mejorar la productividad, fomentar la innovación, subsanar la escasez de personal cualificado, desarrollar nuevas tecnologías y apoyar a las empresas jóvenes y dinámicas. El informe, que se basa en la Encuesta anual del Grupo BEI sobre inversión, proporciona información acerca de cómo las empresas de la UE están haciendo frente a estas presiones y si están adoptando las medidas necesarias para transformar sus negocios.

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Seitenzahl: 42

Veröffentlichungsjahr: 2024

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INFORME DE INVERSIÓN DEL BANCO EUROPEO DE INVERSIONES

2023/2024

PRINCIPALES CONCLUSIONES

Transformar para ganar en competitividad

Acerca del Banco Europeo de Inversiones

El Grupo del Banco Europeo de Inversiones es el banco de la UE y la mayor entidad prestamista multilateral del mundo. Financiamos inversiones sostenibles en pequeñas y medianas empresas, innovación, infraestructuras y proyectos en favor del clima y el medio ambiente. Llevamos seis décadas financiando el crecimiento económico de Europa y estamos en la primera línea de la respuesta de la UE ante las crisis, a la cabeza mundial en inversión climática y respaldando el desarrollo de la primera vacuna contra la COVID-19. Nos hemos comprometido a impulsar inversiones por valor de 1 billón de euros en sostenibilidad climática y medioambiental para combatir el cambio climático antes de que finalice esta década. Alrededor del 10 % del conjunto de nuestras inversiones se destina a países de fuera de la Unión Europea, en los que nuestra rama EIB Global presta apoyo a los vecinos de Europa y al desarrollo mundial.

La versión completa del Informe de inversión 2023/2024: Transformar para ganar en competitividad puede descargarse en:

https://www.eib.org/en/publications/20230323-investment-report-2023

Introducción

La economía europea se estancó en el segundo semestre de 2023, tras obtener buenos resultados después de la pandemia. De cara al futuro, seguirá sometida a la presión que ejercen la desaceleración del crecimiento y el reto de la competitividad en Europa, mientras sigue adaptándose a la transición verde. Tras la pandemia resultó fundamental el apoyo presupuestario coordinado de los Gobiernos nacionales y las instituciones de la UE, que apuntaló la resiliencia económica europea y estimuló la inversión pública y privada necesaria para transformar y modernizar la economía. Desde entonces se han logrado algunos avances en materia de digitalización, eficiencia energética, descarbonización y refuerzo de la resiliencia de las cadenas de suministro.

El ritmo de esa transformación debe acelerarse, a pesar de que la inversión es cada vez más difícil de mantener. Para seguir siendo competitivos de una manera sostenible, la Unión Europea y sus Estados miembros deberían centrarse en mejorar la productividad, fomentar la innovación, subsanar la escasez de personal cualificado, expandir el uso de las nuevas tecnologías y apoyar a las empresas jóvenes y dinámicas. Para mantenerse a la vanguardia, Europa necesita invertir para reforzar las cadenas de suministro, en vista de los nuevos desafíos que plantea la desglobalización, en particular las políticas proteccionistas y la inseguridad de las rutas comerciales. Debe transformar su economía para que sea más digital y menos dependiente de los combustibles fósiles. En un contexto marcado por una política monetaria restrictiva y en el que los Gobiernos están iniciando una consolidación presupuestaria, la financiación pública tendrá que ser mucho más selectiva. Deberá centrarse en instrumentos catalizadores, capaces de alinear los incentivos del sector privado con los objetivos de la transformación de la economía europea. Para ello serán especialmente importantes los instrumentos de política aplicados a escala europea, ya que permitirán preservar la igualdad de condiciones en el mercado único. El objetivo debería ser crear un entorno que posibilite la transformación verde y digital, reduzca la incertidumbre, mejore la disponibilidad de personal cualificado y garantice un suministro energético fiable y asequible, todo ello sacándole el máximo partido al potencial del mercado único.

A medida que el crecimiento se desacelera y los riesgos de regresión económica aumentan, el reto de la competitividad vuelve al primer plano

La perturbación generada por la acción combinada de la pandemia y la crisis energética golpeó con fuerza la economía europea, pero la inversión ha demostrado ser significativamente más resiliente que en crisis anteriores. La economía se recuperó a gran velocidad después de la pandemia, impulsada por un sustancial apoyo de las políticas públicas. Además, el sector privado, que había entrado en la crisis financiera mundial con un endeudamiento excesivo, afrontó la pandemia con reservas financieras que actuaron como amortiguador. La perturbación energética de 2022 volvió a hacer mella en la economía y, para superar la crisis, se necesitó apoyo presupuestario adicional. Al mismo tiempo, las crecientes presiones inflacionistas desencadenaron un endurecimiento de la política monetaria. Como consecuencia de ello, el crecimiento se desaceleró y continuó disminuyendo en 2023, período en el que se intensificaron los riesgos de regresión económica. En este contexto, la resiliencia de la inversión ha sido una sorpresa positiva. La inversión repuntó rápidamente en 2021 y creció de manera constante, de manera que, en términos reales, tardó tan solo seis meses en retornar a los niveles previos a la pandemia, una evolución que contrasta con la observada en crisis anteriores (gráfico 1).

El crecimiento de la inversión está impulsado, cada vez más, por la maquinaria, los equipos, los activos intangibles y la construcción no residencial.