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José F. Beorda

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Beschreibung

Este mensaje está dirigido a la mujer ciudadana y al hombre ciudadano que al igual de quien suscribe, aspiran a una sociedad floreciente, armónica, y en el deleite supremo de la interrelación comunitaria equilibrada y en paz… Se rescatan entonces Principios de acción y conceptualizaciones que han sido asentadas por quien dirigiera los destinos de Argentina, una y otra vez, fundamentando los porqués identitarios nacionales que dieran veracidad y coherencia en el tiempo, a su visión y a su concepción de una Argentina integrada y en contemplación por una Humanidad sedienta de Paz, Armonía y Justicia social.

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JOSÉ F. BEORDA

Justicialismo

Certezas Constructivas // Razones Permanentes

Beorda, José Florentino Justicialismo : certezas constructivas : razones permanentes / José Florentino Beorda. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2022.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3110-0

1. Política. 2. Sociedades. I. Título. CDD 306.2

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Prefacio

Este mensaje está dirigido a la mujer y al hombre ciudadana/o que al igual de quien suscribe, aspiran a una sociedad floreciente, armónica, y en el deleite supremo de la interrelación comunitaria equilibrada y en paz… Se rescatan entonces Principios de acción y conceptualizaciones que han sido asentadas por quien dirigiera los destinos de Argentina una y otra vez, fundamentando los porqués identitarios nacionales que dieran veracidad y coherencia, en el tiempo, a su visión y a su concepción de una Argentina integrada y en contemplación por una Humanidad sedienta de Paz, Armonía y Justicia social.

A la par de ello, hacemos aquí algunas consideraciones particulares, necesarias, sobre la aplicación de las citas documentales transcriptas. En principio, no es perfecta la obra humana y la preselección de las mismas se consideran suficientes para el justificado interés argumental. En segundo término… Lo que sigue: Hay calidades y cualidades en las grandes personalidades que hacen primar su Palabra a través de las circunstancias, de las adversidades y el tiempo. No están al alcance de todos/as estas virtualidades –virtudes- aunque seamos iguales por naturaleza y por ciudadanía.

Aquella “calidad” de la que hablamos, también es cualidad y entonces… surgen sanas y claras diferenciaciones. Contrastes procedimentales. Predicciones. Solvencias conceptuales. Cada una de ellas responde siempre, en el caso de los grandes hombres y mujeres de la nacionalidad, a un máximo respeto POR EL HOMBRE/MUJER HUMANIDAD a partir de un íntimo proceso integral de estudio sobre sus modos; sus conductas; sus anhelos… y en especial sus sueños y sus pasiones; ocultas o no y sus necesidades. De allí surgen RESPUESTAS. Las unas, prácticas, necesarias, sean o no de coyuntura… Y las otras… también nacen de allí. De aquel íntimo proceso de reflexión, de elaboración y de estudio: RESPUESTAS SIN TIEMPO: Atemporales. Atemporales para la sociedad… Intemporales para el Ser Humanidad.

¿Qué queda a la mano del autor que se inmiscuye en el estudio, en el trabajo, en la elaboración de un testimonio? Queda quizás, aquilatando humildad y reflexión… ir adelante. Producir la obra y esperar que su principal consigna de trabajo… refleje, plasme, articule, lo mejor de sí para lo mejor de quien, interesada/o, se acerque a compartir lectura y vivencia argumental.

Anteceden por ello nuestro pensamiento y ordenan la acción… la necesaria Coordinación de los Valores y la propia Coherencia argumental…

José F. Beorda

Histórico, muy breve.

Argentina, desde aquel entonces, no fue igual.

Al llegar Arturo Frondizi a la Presidencia de la nación en 1958; el Dr. Arturo Illia en 1963, proscripto el Justicialismo, sólo debían encausar y administrar, que no es lo poco, una sociedad dolida y que deseaba… vivir y progresar en paz. (*) Pero era para entonces una sociedad organizada como tal. Con Derechos conquistados. Con eficiencia laboral. Con sentido de familia y con, digámoslo así, una ética y una estética de la nacionalidad (**) que en gran medida ellos lograron proseguir. Ya habían quedado atrás aquellos años de una Argentina de 1920 o de los años 30, con un ESTADO RICO y una población mayoritaria… sin derechos del Trabajador y sin ascenso social.

Al llegar el primero de los aquí nombrados, la “revolución de las estructuras” ya había sido hecha (1946/1955) y el confort alcanzado –espiritual / económico y sociocultural global-, daba cuenta de esta realidad… aunque la Constitución Justicialista de 1949 hubiese sido derogada por un perverso y mal habido golpe militar.

Negar, omitir, ignorar o subestimar esta realidad, sólo implica… distorsión.

Por ello, no está demás asentar como cauce para la introspección necesaria y puntual, en lo que al JUSTICIALISMO se refiere, lo preanunciado por Juan Bautista Alberdi algunas decenas de años atrás:

“son inaplicables en la América del Sud ciertas doctrinas económicas… inspiradas en Europa…” Allá, “La opulencia dijo: -Es menester disminuir la población. La miseria dijo: -Es preciso demoler esas torres de opulencia… Ambas soluciones son incompletas por egoístas… son impertinentes para América, y esto es lo que nos interesa conocer.”

(Juan B. Alberdi)

Y aún más:

“Trastocad el sentido de la historia y corrompes por el hecho toda la política.”

(Juan B. Alberdi)

Los contratiempos en la Historia de un pueblo, pueden asumirse y se lo hace, para “resetear” y recomenzar los cambios hacia una nueva oportunidad, y tal vez, desde ella avanzar en comprensión. Pero la distorsión de los valores reflexivos e históricos autóctonos… nos puede ser fatal.

(*) (Dos golpes de estado enmarcan esta situación: 1955/1962).

(**) (Durante su gestión (1946-1955), Argentina pasó de ser un país deudor (12 500 millones de pesos) a un país acreedor (5000 millones de pesos). (Fuente Hoy: Wikipedia)

(“Durante el gobierno peronista, por primera vez en la historia, la deuda externa desaparece de

los registros porque es cancelada en su totalidad. En 1945 las obligaciones con el exterior importaban la suma de 519.910.262 de pesos, en 1946 baja a 114.196.498, en 1950 es de apenas 41.086.681, y en 1952 es totalmente pagada”…) (Fuente: “Historia y evolución de la deuda externa argentina” por Elio H. H. Carro)

PARTE 1

LA TOTALIDAD

Si hay un comienzo, una génesis, allí está la semilla. Allí está la raíz.

“lo que me parece es que usted tiene el corazón de cera como todos los americanos que al instante nos compadecemos.” (*)

(manuel belgrano a martín m. de güemes, 1813)

La flexibilidad y temple del Alma vivencial Argentina, muchas veces nos hará caer en error de interpretación sociológica cuando no en la distorsión –voluntaria/involuntaria- de ese Temple y de tal Alma, origen legítimo y matriz psicocultural de la Sociedad en su constitución ética/filosófica original. Error de interpretación por el que se subsume o se sobreestima la base espiritual moral autóctona, que es la que autoriza en el tiempo el modo -sin perfecciones-, de su dinámica estructural. El sentido del Ser.

Dicha flexibilidad/maleabilidad en su orgánica, hace que se subroguen, de vez en vez, derroteros reflexivos analíticos en el preciado intento de pautar LO NATURAL de nuestra idiosincracia psicosociocultural. Fecunda en su amalgama histórica al dar vida al Pueblo Argentino y a su Sociedad como tal.

Nada es casual aquí. Como tampoco lineal por sí. En este esquema, sólo el itinerante proceso histórico cultural de doscientos años y algo más, lo es.

Nacidos estructuralmente para Mayo de 1810 somos parte de aquel nuevo acueducto psicosociocultural humanista a nivel de universalidad –“Mayo de los Argentinos” (+)- y somos íntimamente propios en lo latente de nuestra intraculturalidad.

(+) Cardenal Jorge Bergoglio.

Tal es y tal nos significa “Serás lo que debes ser…”, sino no serás.

Si procurásemos indagar en atributos que nos definan y que nos nucleen como comunidad, TEMPLE y PACIENCIA señalaríamos como principios plausibles de observación. Como símbolos/síntesis de aquella constitución. Si acordásemos sobre un perfil noble de aspiración integral: PAZ ARMÓNICA Y ORGÁNICA se nos presentan como máximo posible de su plenitud. Y si profundizáramos en cambio, en una generalizada exigencia y/o solicitud: EQUIDAD/ECUANIMIDAD en el ser “de Sociedad”.

“tienen tal idea de su igualdad, que creo que aún cuando el rey acordase título de nobles a algunos particulares, ninguno los consideraría como tales. el mismo virrey –en estas tierras- no podría conseguir un cochero o lacayo ‘criollo’.”

(Félix de Azara en sus informes a la corona española) (unos 10 años antes de Mayo de 1810)

PACIENCIA - TEMPLE que nos representa e infunde tolerancia. PAZ ARMÓNICA Y ORGÁNICA… Regocijo íntimo e interrelación fraterna. EQUIDAD/ ECUANIMIDAD… ya que por aquel temple, el Alma no desea la opresión o la conquista, sino que se presiente por él y se sabe, que lo fecundo de la propia existencia alcanza para ser “lo que se debe”, desvirtuando la falsa apariencia de imitar o desear lo que no puede afianzarse en cada dignidad.

“Acordaos que vuestro gran deber es consolar a la América y que no venís a hacer conquista sino a liberar pueblos.”

(José de San Martín) (Proclama a los soldados al liberar perú)

Esa Paz que se desea basada en aquel Temple, es entonces la que nos da Equidad… que es Armonía interactiva en la interrelación psicosocial.

“El Congreso celebrado en nuestro estado para discernir de nuestra situación, y tomar un partido en aquellas circunstancias, debe servir eternamente de modelo a cuantos se celebren en todo el mundo.” (+)

(Manuel Belgrano)

Analícese aquella entidad identitatoria que citamos en su proceso histórico de confraternidad universal… desde su humanidad del común. Desde su población…

¿Qué ha pretendido? ¿Cómo actuó?

¿Qué se le ofreció? ¿Quién trabajó para ello y en función de la riqueza y de la ecuanimidad en los asuntos de la nación?

Búsquese aún más allá de los Principios estructurales y/o políticos de coyuntura, aquel Valor de Humanidad. El íntimo deseo de realización. De captación del Bien universal de Humanidad. No ya desde una preeminencia cívica acorde a la del ciudadano medio de hoy, pero sí desde la condición de entidad-persona que a todo ciudadano/a cabe. Ayer y Hoy. En todo tiempo y lugar. Búsquese tal condición cultural identitatoria desde el sentido común ELABORADO, que es quien dictamina sobre la propia actitud.

“Comenzaba así el reinado de la igualdad que la revolución -Mayo 1810- prometía. En torno a los fogones de los campamento, o en la necesaria intimidad de las conspiraciones, la transmutación social fue produciéndose…”

(Academia Nacional de la Historia)

Sentido común que es aún hoy atemperante e imprescindible como Bien de Sociedad y desde del cual se parte en cada piso básico de instrucción… para retornar necesariamente a él, si es que se desea dar sentido de equidad (evolución) a todo proceso de interés cultural mayor, en aquellos aspectos socioeducativos, económicos y sociales y/o en aquellos más complejos, de elaboración ética articular.

Analícese si la entidad-persona que llevamos dentro será de algún modo estructuralmente diferente de aquella que, oculta generacionalmente para la historia, ha dejado de sí el TODO de su esfuerzo vital… Constituyendo y construyendo el proceso existencial que nos es común. El universo de nuestra contemporaneidad tan particular.

Esa humanidad –siglo 18 // s.19 // mitad del 20-, tal cual hoy. Ese individuo hombre o mujer social, ¿qué pudo haber deseado para sí y de sí, que no deseáramos hoy como Bien básico de Sociedad?

Esa humanidad ¿se habría resistido a verse y sentirse contenida e integrada en los Derechos que nos protegen hoy? ¿Hubiera rechazado acaso, sin más, la edificación pública de hospitales y de escuelas. Menospreciado el beneficio a todas luces necesario de una jubilación y/o pensión? ¿Hubiese desechado lo que hoy son vacunas para sus hijos una vez explicado y entendido el Bien mayor? ¿Habría obstruido todo aquello que hiciera posible un caudal de mejoras para la dura vida rural. Un mejor confort... Negándose a la luz eléctrica; cocina a gas; agua caliente, calefacción?

Esa entidad-persona que nos precediera… ¿habrá deseado la guerra vituperando contra la estabilidad productiva, en todos los órdenes, de la Paz? ¿O esa Paz, donde se construye el niño, el hombre, la sociedad; las relaciones humanas, la familia… le fue siempre substraída por tal o cual despropósito feroz?

Aquellas guerras intestinas, posteriores en mucho a Mayo de 1810, y sus consabidas incongruencias. Las luchas fratricidas que ellas representan (siglo 19 en especial), siempre le dejaron al hombre o mujer social que las padeciera, el íntimo desgarro de la desolación. Trayendo de por sí, aparejados, los olvidos de ellos mismos en su dignidad y en su valía.

Nada de eso el hombre y la mujer social desearon para sí…

Porque de darlo por supuesto implicaría un auto deseo generacional masivo de no existencia. De no ser. De desintegración.

“la ciencia del legislador no está en saber los principios de derecho constitucional y aplicarlos sin más examen que el de su verdad teórica; sino en combinar esos mismos principios con la naturaleza y peculiaridades del país en que se han de aplicar; con las circunstancias en que este se halle, con los antecedentes y acontecimientos sobre que se deba y pueda calcular: está en saberse guardar de las teorías desmentidas por los hechos ya sea por la falsedad de ellas o por su mala aplicación. está en conocer también todos los elementos materiales y morales que encierra la sociedad sobre que va a legislar. esta finalmente en saber juzgar todas las pretensiones e intereses discordantes de los pueblos que constituyen dicha sociedad.” (La bastardilla es nuestra)

(Facundo Zuviría) (Presidente convención constituyente 1853) (Fuente: IUS HISTORIA: Núm. 1 (2008) (Segovia Juan Fernando)

(++) “la ciencia del legislador…” “está en conocer también todos los elementos materiales y morales que encierra la sociedad sobre que va a legislar.”… La Constitución Nacional de 1853 no prevé articulado alguno en defensa del “operario de los campos, el único trabajador”… como los llamó Alberdi años después. No decimos aquí que el Dr. Facundo Zuviría lo sugiriese. Sí decimos que don Manuel Belgrano, 40 años antes, había dado curso y propuesto consideraciones y leyes a favor del hombre y la familia rural (82% de la población en 1810).

Inversamente, el Temple fue ahuecar el pecho para sobrevivir… amortiguando el dolor, mientras cada agresión duró.

La Historia. Nuestra Historia socio-estructural prevista desde la población habrá de darnos, como suele hacerlo, la íntima responsabilidad del regocijo y la delicada simbiosis que trae consigo todo acto racional elaborado de feliz asimilación psicosociocultural.

Luego, a su modo, su delicada síntesis hará lo demás…

“La fusión de ambas culturas –milenaria aborigen y española-, limando aristas y rectificando perfiles, ha dado a nuestro pueblo un sentido humano de la vida, que si bien puede compararse al clasicismo griego y latino, supera a éstos por haber tamizado sus esencias con el sortilegio de la redención cristiana.”

(Perón)

Perfeccionarnos en la calidad y cualidad de nuestra estima.

En la serena amplitud de nuestra comprensión.

(*) La anécdota refiere a la negativa que a sí mismo se impuso Martín M. de Güemes de no proceder al fusilamiento de quienes desertaran de la lucha independentista contra los españoles. De igual modo Manuel Belgrano deja en libertad a oficiales y soldados españoles ya vencidos, juramentándolos a no tomar las armas en contra de la revolución. Así también don José de San Martín una vez culminada la batalla de Maipo, quema de manera privada, a pleno campo, documentación diplomática que comprometía a ciudadanos chilenos/argentinos en la traición. Luego, además, al transcurso de su campaña de liberación del Perú, reclamará formalmente al Virrey que rinda sus fuerzas en nombre del “Evangelio de los Derechos del Hombre”, evitando la guerra… De modo semejante el presidente Juan D. Perón decide dejar su cargo y exiliarse -año 1955- evitando así la tragedia de la guerra civil…

(+) Para la reflexión: Don Manuel Belgrano fue considerado en vida “Padre de la patria”. Don Martín M. de Güemes, asimismo, “Padre de los pobres”.

(++) (El Abogado José Facundo Zuviría, como Presidente del Congreso General Constituyente de 1853, enciende las alarmas –no fue el único- sobre la Constitución a discutir, en esta previsión hacia el futuro de la sociedad. Su postura al fin queda de lado y se proclama la Constitución de 1853 tal como la conocemos y a la que el digno representante se somete una vez aprobada su redacción.) (Ref.: Discurso 20 de Abril 1853).

*Organismo y Sociedad

Presumir ideológicamente que La Fuerza hace al Todo,

es no definir ni apercibir ni atender al delicado equilibrio

de la realización armónica en libertad.

Por ello, cual estigma… se nos dice: “La fuerza es el derecho de las bestias”.

Cada Sociedad es, como decirlo, un organismo latente y vital; y por tanto, una común unidad. Una comunidad de las partes, y por serlo, su misma estructura fenotípica le permite sentir y apercibir el ambiente general y particular que la sustenta y revitaliza, posibilitando a su vez, la constante auto organización estructural de sí misma. Accediendo por elaboración a que cada una de sus partes, orgánicamente, pueda manifestarse por evolución, equitativamente en lo real.

Todo lo dicho surge como movimiento orgánico permanente y no pasa de ser lo palpable, vegetal y/o animal, si no existiese el Hombre como persona/entidad y su Sociedad como Organismo Mayor que lo recupera en su Trascender.

Difieren sí; pero semejan. Porque el Hombre dispone de un pensamiento (Razón) interrelacionado a un sentimiento y a su libre albedrío o voluntad.

“No hay un aspecto del saber humano que pueda vivir aisladamente. Todos, aún aquellos que parecen más dispares, se encuentran vinculados y unidos en una cadena cuyos eslabones representan una mayor o menor afinidad según se encuentran más próximos o más remotos.”

(Pte. Perón)

Tales conductores y contralores de carácter esencial, hacen que el Hombre pueda discernir para “evitar” lo que “dañe”… O invertir y acceder a cuanto para él le es propio legítimo; concordante… y por ello, como Sociedad, un Bien vital.

Lo orgánico pensante es entonces factor de integración e interrelación e identidad. Lo orgánico pensante es, por disponibilidad del hacer y sentir de humanidad en Sociedad, la interrelación e intercalación de voluntades –acciones y saberes + conocimientos- que no desvirtúen lo paradigmático esencial:

Ser lo que se debe por Atributo y condición. Ser; en dignidad y libertad. Ser; en conocimiento y actitud. En acción y reflexión.

En posibilidad…

Pero lo orgánico pensante, para serlo, no se practica como imposición que quite, internamente, la plenitud individual en la realización de la totalidad.

“Quiero hacerles comprender que no se conduce ni lo inorgánico ni lo anárquico. Se conduce sólo lo orgánico y lo adoctrinado, lo que tiene una obediencia y una disciplina inteligentes y una iniciativa que permite actuar a cada hombre en su propia conducción.”

(Perón)

* Plafón histórico

Del Todo orgánico participan las partes.

Todas las partes del Todo interactúan entre sí.

Toda parte latente del Todo debe considerarse. Debe estar.

Definitivamente… para que haya democracia, o sea, para que la Sociedad esté y se sienta representada, debe participar. De esa participación depende quizás la legitimidad ética del proceder cultural/moral de quienes “substituyen” al TODO, representándolo. De ello se desprende que da legitimidad a lo actuado la participación –no perfecta en cuanto Todo- inequívoca de esa Sociedad. Tal como lo acontecido para los Históricos Hechos fundantes de 1810, hasta la emancipación de América del Sur territorial. Tal como la representatividad cívica ciudadana para los Altos ideales compartidos de Organización Nacional en los Asambleístas Constituyentes de 1853 (dados tiempo/espacio y lugar). Tal la Participación cívica ciudadana para el 17 de Octubre de 1945 junto al posterior 24 de Febrero de 1946 confirmando lo actuado y manifiesto, apenas meses atrás.

Estos tres Hechos Históricos puntuales (2 en 1), dan seguridad ética y relevancia cultural al análisis y al proceso itinerante en el tiempo del Hacer y Sentir de la propia Comunidad.

Sentir y Hacer socio-cultural para los años de la emancipación que se hayan registrados e incluidos en el Preámbulo y en el sentido de los principios libertarios –libertad individual- de la Constitución Argentina de 1853.

Antes y después de estos hechos fundacionales del siglo 19, muchas cosas pasaron… Pero deseamos preservar el hecho político cualquiera para limitar y encausar nuestro aporte hacia una apreciación del ser “de Sociedad”. Es decir de cómo y qué se hizo en aquellas fechas, legitimadas por los hechos, desde aquel Hombre y Mujer ciudadano/a-humanidad.

Básicamente nuestra sociedad vivió de su propia producción y riqueza durante la emancipación. Dio respuesta de capacidad. De entrega al trabajo. De tesón. De heroicidad. Es decir, ella, la Sociedad, proveyó al producto/riqueza anual de la Argentina mediante el esfuerzo mancomunado –no institucionalizado- del hombre y la mujer social… quienes con más atributos humanistas de sacrificio, y de labor e iniciativa personal/grupal, se fue dando a la ardua fatiga de hacer “con lo propio” un hogar. Esa primera Sociedad es la que ofreció vida; valor; hijos; hijas; contención; presencia, a quienes inicialaron la génesis de una nueva Realidad en una nueva Nación. Y así también, como Injusta retribución a su esfuerzo, aún a finales del siglo de su autonomía, la hallamos sin Derechos plenos… ni garantías de trabajo. Sin sistema de salud integral.

“Ansí empezaron mis males

Lo mesmo que los de tantos-“

(Martín Fierro 1872/79)

Sin condiciones cívicas estructurales que sustenten o promuevan el bienestar general de aquel hombre y mujer que la forjó. Es decir, sin un desarrollo sostenido y en resguardo de cada dignidad…

¿Qué fue. Qué pasó?

La riqueza Argentina del siglo 19 por todo concepto, nacía y se hacía desde lo producido por el trabajo en el ámbito rural.

Seamos exactos y claros:

Toda la riqueza Argentina del siglo 19 que dio a nuestra comunidad el salto cualitativo y cuantitativo como productor mayor para subsistir y exportar… dependía del trabajo del hombre y la mujer rural. Toda.

Esto es:

“En la campaña, en la primera década del gobierno patrio, un 80% de la población estaba ocupada en tareas agrícola-ganaderas…”

(Acad. Nac. Hist.)

Censo de 1869: Para 1869 el Censo Nacional nos dice de “1.836.490 habitantes para todo el país, con el 78% analfabeto y sólo el 1,35% formado por profesionales”. El 67% de la población residía en zona rural. (*)

Los demás aspectos coadyuvantes a esa realidad, íntima, se hallaban en mano de representantes llegados a las estructuras máximas y no tanto de decisión.

Por ello, se nos dijo:

“Lejos de ser las campañas argentinas las que representan la barbarie, son ellas, como lo hemos notado ya, las que representan la civilización del país...”

(Juan B. Alberdi)

A lo que se agregó...:

“De esa gran fuente ha salido lo principal de la riqueza argentina… El pueblo trabajador en las campañas es la base, la gloria, el honor de la República Argentina.

Y para mayor gloria de él, no son sus enemigos sino los que en nada concurren a producir la riqueza del país, ni como rurales, ni como agricultores, ni como comerciantes, ni como artistas, ni sabios; quiero nombrar a los tinterillos… que sólo son maestros en destruir fortunas.” (todo subrayado es nuestro)

(Juan B. Alberdi)

Como referencia sociológica necesaria, a su vez, debe hacerse hincapié y suma de los Principios Humanistas puestos en juego en Mayo de 1810. Apenas como esbozo de algo mayor, personalizamos en dos citas aquí lo que LA MAYOR PARTE DE LOS CONCIUDADANOS… AÚN HOY (2021/22) NO HA LLEGADO A SABER:

“ni los peligros, ni la prosperidad, ni las vicisitudes a que vivimos expuestos serán capaces de desviarnos de los principios de equidad y justicia que hemos adoptado por regla de nuestra conducta: el bien general será siempre el único objeto de nuestros desvelos, y la opinión pública, el órgano por donde conozcamos el mérito de nuestros procedimientos.”

(Mno. Moreno)

“¿En qué clase se considera a los labradores? ¿Son acaso extranjeros o enemigos de la patria, para que se los prive del derecho de sufragio?

Jamás seremos libres, si nuestras instituciones no son justas.”

(Bdo. Monteagudo)

En tales Valores psicosocioculturales se amalgaman pautas conceptuales claras de distinción y de discernimiento sobre los tiempos y las actitudes de los hombres. Encumbrados o no… pero conciudadanos al fin.

Pautas operativas y dinámicas, necesarias. Formadoras del Bien de la Comunidad.

“¿Pero cómo formar las buenas costumbres y generalizarlas con uniformidad? ¡Qué pronto hallaríamos la contestación, si la enseñanza –educación- de ambos sexos estuviera en el pie -de igualdad- debido!”

(M. Belgrano)

Todas las atenciones debidas al hombre y a la mujer de hogar y de trabajo; a la familia Argentina en su condición –dados tiempo y lugar-, se hallaban previstas y apuntaladas en la visión de quienes nos dieron la Libertad y el sentido de pertenencia a un espacio y a una Identidad. Es decir, Identidad cívica e Identidad Cultural.

Entonces…

¿Qué pasó?

¿Por qué, por sobre los festejos del centenario, ya en 1910, sobrevoló el espectro socio-estructural de la no inserción? ¿De la necesidad de los más. De la falta de sentido social compensador por ausencia incluso de Derechos ciudadanos que nadie –sin ser absolutos- cubrió?

¿Qué pasó?

Como nuestro estudio trata sobre el Justicialismo, dejemos hablar a su fundador.

“Después del período inicial de la Independencia política, en cuyas jornadas de lucha y de sacrificios el pueblo participó casi permanentemente en el gobierno, fue apareciendo en el país una generación de políticos hereditarios que, al amparo de apellidos ilustres, se consideraban poseedores del inalienable derecho de gobernar al resto de los argentinos... y utilizando todos los recursos de las fortunas que formaban a expensas de ingentes concesiones de tierras o de privilegios inconcebibles, fueron creando una oligarquía que gobernó al país durante casi un siglo de su vida. Desvinculados del pueblo, hicieron política de círculos para seguir explotándolo.”

(Pte. Perón)

(*) Academia Nacional de la Historia “Nueva Historia de la Nación Argentina”

* Sociedad íntima