La buenaventura - Pedro Antonio de Alarcón - E-Book

La buenaventura E-Book

Pedro Antonio de Alarcón

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Beschreibung

Este volumen reúne dos cuentos de Alarcón, El extrnajero y La buenaventura. La buenaventura es un cuento que narra la historia de la persecución de «Parrón», un bandolero de la provincia de Granada, por parte de las autoridades granadinas, entre traiciones, aventuras, chivatazos y persecuciones. El extranjero es un cuento articulado en torno a la historia de un soldado polaco muerto a manos de soldaos españoles, sirve al autor para reflexionar sobre temas como la fortaleza del espíritu, la misericordia y la medida en la que las circunstancias que nos rodean pueden llegar a cambiar el curso de nuestra vida.-

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Pedro Antonio de Alarcón

La buenaventura

Dos cuentos cortos

Saga

La buenaventura

 

Copyright © 1881, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726550832

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

La Buenaventura

No sé qué día de agosto del año 1816 llegó a las puertas de la Capitanía General de Granada cierto desarrapado y grotesco gitano, de sesenta años de edad, de oficio esquilador y de apellido o sobrenombre Heredia, caballero en un flaquísimo y destartalado burro mohino, cuyos arneses se reducían a una soga atada al pescuezo, y, echado que hubo pie a tierra, dijo con la mayor frescura que quería ver al Capitán General.

Excusado es decir que semejante pretensión excitó sucesivamente la resistencia del centinela, las risas de los ordenanzas y las dudas y vacilaciones de los edecanes, antes de llegar a conocimiento del Excmo. Sr. D. Eugenio Portocarrero, Conde de Montijo, a la sazón Capitán General del antiguo reino de Granada... Pero como este prócer era hombre de muy buen humor y tenía muchas noticias de Heredia, célebre por sus chistes, por sus cambalaches y por su amor a lo ajeno... con permiso del engañado dueño, dio orden de que dejasen pasar al gitano.

Penetró éste en el despacho de Su Excelencia, dando dos pasos adelante y uno atrás, que era como andaba en las circunstancias graves, y, poniéndose de rodillas, exclamó:

-¡Viva María Santísima y viva su merced, que es el amo de toitico el mundo!

-Levántate: déjate de zalamerias y dime qué se te ofrece... -respondió el Conde con aparente sequedad.

Heredia se puso también serio, y dijo con mucho desparpajo:

-Pues, señor, vengo a que se me den los mil reales.

-¿Qué mil reales?

-¡Los ofrecidos hace días, en un bando, al que presente las señas de Parrón.

-¡Pues qué! ¿Tú lo conocías?

-No, señor.

-Entonces...

-Pero ya lo conozco.

-¡Cómo!

-Es muy sencillo. Lo he buscado; lo he visto; traigo las señas y pido mi ganancia.

-¿Estás seguro de que lo has visto? -exclamó el Capitán General con un interés que se sobrepuso a sus dudas.

El gitano se echó a reír, y respondió:

-¡Es claro! Su merced dirá: «Este gitano es como todos y quiere engañarme ¡No me perdone Dios si miento! Ayer vi a Parrón.

-Pero ¿sabes tú la importancia de lo que dices? ¿Sabes que hace tres años que se persigue a ese monstruo a ese bandido sanguinario que nadie conoce ni ha Podido nunca ver? ¿Sabes que todos los días roba, en distintos puntos e estas sierras a algunos pasajeros Y después los asesina; pues dice que los muertos no hablan Y que ése es el único medio de que, nunca dé con él la Justicia? ¿Sabes, en fin, que ver a Parrón es encontrarse con la muerte?

El gitano se volvió a reír, y dijo:

---¿Y no sabe su Merced que lo que no puede hacer un gitano no hay quien lo haga sobre la tierra? ¿Conoce nadie cuándo es verdad nuestra risa o nuestro llanto? ¿Tiene su merced noticia de alguna zorra que sepa tantas picardías como nosotros Repito, mi general, que, no sólo he visto a Parrón sino que he hablado con él.

-¿Dónde?

-En el camino de Tózar

-Dame pruebas de ello.