Ningún problema - Liz Fosslien - E-Book

Ningún problema E-Book

Liz Fosslien

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Beschreibung

Todos sabemos lo que se siente cuando las emociones nos superan en el lugar de trabajo (desde los celos hasta la inseguridad, pasando por la ansiedad e incluso el pánico) sin tener ninguna guía que nos ayude a lidiar con ellas de forma eficaz. Pero también sabemos que ignorar o reprimir lo que sentimos va en detrimento de la salud, la felicidad y la productividad. Este libro os ayudará a expresar vuestras emociones de forma productiva para que seáis más felices y también más eficaces en el trabajo. Ningún problema nos enseña cómo ser la mejor versión de nosotros mismos en el trabajo día tras día.

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Portada

NINGÚN PROBLEMA

Liz Fosslien y Mollie West Duffy

NINGÚN

PROBLEMA

Traducción de Mireia Rué

Cómo gestionar las emocionesen el trabajo

Portadilla

Titulo original en inglés: No Hard Feelings

© del texto: Liz Fosslien y Mollie West Duffy, 2019.

© de la traducción:Mireia Rue Gorriz, 2022.

© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S.L.U., 2022.

Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.

rbalibros.com

Primera edición: junio de 2022.

ref.:obdo061

isbn: 978-84-1132-082-5

el taller del llibre ·realización de la versión digital

Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito

del editor cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida

a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro

(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org)

si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra

(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Todos los derechos reservados.

Créditos

a nuestras familias, con la mayor emoción de todas: el amor

Dedicatoria

SUMARIO

Capítulo 1El futuro son las emociones 9

Capítulo 2La salud

No nos tomemos el trabajo tan a pecho. Respiremos:

es bueno para la salud 25

Capítulo 3La motivación

Busquemos inspiración en nosotros mismos: cómo

seguir adelante cuando estamos atascados 55

Capítulo 4La toma de decisiones

Las emociones son importantes: una buena decisión

se basa en un buen examen de las emociones 85

Capítulo 5Los equipos

Ante todo, un ambiente acogedor: el cómo importa

más que el quién 113

Capítulo 6La comunicación

Los sentimientos no son los hechos: no nos dejemos

llevar por las emociones 143

Capítulo 7La cultura empresarial

El clima emocional emana de nosotros: los pequeños

gestos marcan la diferencia 181

Capítulo 8El liderazgo

Mostremos nuestras debilidades con cabeza: es

importante saber cómo abrirnos a los demás 213

Sumario

Conclusión 239

Las nuevas reglas de las emociones en el trabajo 243

Para saber más sobre las emociones 247

Evaluación de las tendencias emocionales 255

Agradecimientos 261

Notas 265

Índice 291

SUMARIO 7

UN DÍA EN LA OFICINA

Aquí tengo que intervenir.

Llevamos dos semanas oyendo esta cantinela

Furia

mal

contenida

Apatía

El fin de semana está tan lejos

Desesperación

#Selfi en el curro

¡Has progresado

mucho!

¿Por qué

nunca

colaboras?

El que

piensa

demasiado

ALEGRÍA

EMPATÍA

Envidia

¿Cómo puedo mejorar?

¡Me han dado

un aumento!

No me han invitado a la fiesta

Soledad

¿Yo no

tenía

algo que hacer?

He venido a hacer una entrevista

CAPÍTULO 1

El futuro son las emociones

CAPÍTULO 1. El futuro son las emociones

11

NINGÚN PROBLEMA

Cuando Howard Schultz retomó la dirección de Starbucks en 2008, después de una interrupción de ocho años, se puso a llorar. Y no lo hizo solo, oculto en el baño o encerrado en su despacho, sino delante de toda la empresa.

Las cifras de las ventas diarias caían en picado. Con los dos directores ejecutivos que habían precedido a Schultz, la empresa había crecido a una velocidad vertiginosa, pero, cuando llegó la recesión de 2007, los cimientos de este imperio que tan deprisa se había levantado empezaron a resquebrajarse.

Antes de regresar a la empresa, Schultz se pasó noches enteras con la mirada clavada en el techo, preocupado por lo que iba a decir en su primer día como nuevo director. Quería tranquilizar a las decenas de miles de trabajadores para que no temieran por su sustento. Pero levantar el ánimo no era solo una estrategia: se sentía personalmen-te responsable del bienestar de las personas que trabajaban en Starbucks. Schultz, que había nacido en una familia pobre y que fue testigo de los esfuerzos de sus padres para llegar a fin de mes, era muy consciente de lo mucho que sus empleados dependían de sus trabajos.

Cuando subió al escenario, comprendió que sus trabajadores necesitaban ver la par-te vulnerable de la persona que esperaban que iba a resolver sus problemas. Schultz estaba desconsolado por la deriva que había tomado la empresa durante su ausencia y los empleados se merecían saberlo. Así que decidió quitarse una máscara de la que muy pocos trabajadores (y todavía menos directivos) están dispuestos a prescindir en presencia de sus compañeros de trabajo. Dejó a un lado la formalidad y permitió que las lágrimas se deslizaran por las mejillas.

A veces, llorar puede interpretarse como una acción manipuladora o calculada, pero Schultz tenía suficiente inteligencia emocional como para enlazar ese momento de vul-nerabilidad con una conclusión tranquilizadora: expuso su plan de acción e invitó a los

12| NINGÚN PROBLEMA

presentes a que diesen su opinión. Ese mes, Schultz recibió un bombardeo de más de cinco mil correos electrónicos de agradecimiento. Y, en 2010, la situación había dado un vuelco: la cotización en bolsa de Starbucks era más alta que nunca. La mayoría de nosotros subesti-mamos la magnitud y el alcance de las necesidades emocionales que tenemos en la oficina. Más allá de la relación jefe-empleado, las dinámicas afectan nuestra motivación, nuestra salud y nuestra capacidad de comunicación y de toma de decisiones, entre otras muchas cosas. A pesar de ello, muchos de nosotros hacemos caso omiso de esas emociones. ¿Por qué creemos que, para ser profesionales, debemos suprimir todo lo que sentimos?

Este es un libro escrito por dos amigas que tuvieron que aprender —a veces de forma un poco dolorosa— lo importante que es tener en cuenta las emociones en el lugar de trabajo. Cuando empezamos * con nuestro primer trabajo, estábamos convencidas de que, para ser profesional, no hay que equivocarse, no hay que quejarse y, por supuesto, no hay que sentir. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que este punto de vista no era nada realista y nos impedía sentirnos realizadas y, en último término, tener éxito en nuestras profesiones.1

Como joven analista empleada en una consultoría económica, Liz creía que había con-seguido el trabajo que siempre había deseado. Sin embargo, después de pasarse noches leyendo declaraciones a la luz de un fluorescente, empezó a sentirse deprimida y ansio-

* Nota sobre el uso de la primera persona del plural: este libro es obra de dos autoras. Veréis que está escrito en primera persona del plural casi en su totalidad, salvo cuando contamos una anécdota; en ese caso, hablamos en singular y titulamos la sección con nuestros nombres: «Liz» o «Mollie».

ACEPTA

Siempre tendrás emociones, así que ya va siendo hora de que las gestiones

El futuro son las emociones | 13

sa. Al final, se despidió sin disponer de un plan alternativo. Empezó a trabajar en Star-bucks para poder pagar las facturas y decidió investigar por qué se había sentido tan infeliz y qué podría haber hecho para evitarlo.

Mandar correos

electrónicos

CÓMO CREÍAMOS QUE SERÍA NUESTRO TRABAJO

CÓMO es el trabajo en realidad

Crear

cosas

Almorzar

Crear

cosas

Charlar con

los compañeros

Hacer

papeleo

Buscar restaurantes en Internet

Comer

Reuniones

Atascos de papel

14| NINGÚN PROBLEMA

En la misma época, Mollie tenía un empleo muy estresante como jefade producto en una empresa emergente. Una mañana, se despertó con la zona superior del ojo derecho completamente entumecida. Al cabo de dos días, al ver que el problema no remitía, fue al médico. ¿Diagnóstico? Ansiedad. La causa de ese entumecimiento era la tensión que Mollie acumulaba en los hombros y el cuello. De pronto, comprendió que necesitaba un empleo distinto: no quería seguir trabajando en un lugar que la obligase a soportar ni-veles de miedo, ansiedad y frustración que acababan transformándose en dolor físico. Pero Mollie no podía dejar el trabajo de un día para otro; necesitó seis meses para en-contrar un nuevo empleo. Mientras lo buscaba, empezó a leer acerca de las emociones, la cultura empresarial y el entorno laboral, porque sabía lo que se sentía estando atrapa-da en un empleo poco saludable. Liz hizo lo mismo. Nuestro objetivo era entender me-jor nuestras emociones: ¿cuándo son útiles y cuándo son simplemente una distorsión? ¿Es posible moldearlas para cambiar el modo en que experimentamos nuestro trabajo? Seguramente habréis abierto este libro en busca de respuestas a preguntas similares.

Nuestra historia compartida empezó en 2004 cuando una amiga común nos presen-tó. Enseguida nos entendimos: las dos somos personas introvertidas, con un sentido del humor irreverente, ambas necesitamos dormir con antifaz para descansar bien y ade-más compartimos el entusiasmo por los proyectos alternativos y creativos. En esa época las dos trabajábamos en Nueva York; Liz había decidido dejar la costa oeste para incor-porarse en Genius, una empresa musical (entonces incipiente), y Mollie estaba haciendo un máster.

Cuando nos conocimos, nuestro interés compartido por las innumerables formas en que las emociones afectan al trabajo nos llevó a escribir conjuntamente artículos ilustra-dos sobre el tema. Sin embargo, no tardamos en encontrarnos con un obstáculo: nunca habíamos trabajado juntas y pecamos de falta de comunicación. Mollie tenía la sensa-ción de que Liz se obsesionaba por detalles en los que nadie iba a fijarse, mientras que a Liz le parecía que Mollie se precipitaba. Los correos electrónicos que nos escribíamos eran cada vez más tensos y nuestros proyectos no tardaron en encallar. Con la esperanza de salvar nuestra relación, tanto personal como profesional, las dos decidimos quedar a cenar para hablar de nuestras diferencias en persona.

¡Fue muy duro! Ninguna quería decir nada por miedo a incomodar a la otra. Pero

El futuro son las emociones | 15

habíamos descubierto que nuestras diferencias iban mucho más allá de nuestro eterno debate café o té, y debíamos abordarlas. Para hacerlo, tuvimos que revertir nuestra ten-dencia a fingir que los sentimientos no importan.

De no haber estado investigando la importancia de las emociones en el trabajo, proba-blemente no les habríamos dado tanto crédito a nuestros sentimientos y no nos habría-mos percatado de que las mejores creaciones en equipo nacen siempre de la confianza. Sin embargo, como estábamos atentas, no nos pasó por alto lo mucho que la emoción afectaba todos los aspectos de nuestra colaboración, así como el resto de nuestras vidas profesionales, como la toma de decisiones y la comunicación entre empleado y jefe.

Porque las emociones en el trabajo son el futuro. No existe un guion para nuestras inte-racciones profesionales más problemáticas. Cuando se habla de «emociones en el trabajo»,

¿Estilo de comunicación?

¿bebida?

Liz

Liz

Liz

Liz

MOLLIE

MOLLIE

MOLLIE

MOLLIE

(visual)

(VERBAL)

(lo odia)

(le encanta)

(café)

(8 de la noche)

(7 de la mañana)

(infusiones)

16| NINGÚN PROBLEMA

se suele pensar en momentos cruciales de la vida profesional: entrevistas, negociaciones salariales y evaluaciones anuales. Pero probablemente habréis experimentado sensaciones igualmente intensas en situaciones cotidianas en apariencia banales. Nos alegramos de recibir un emoticono entusiasta de nuestro jefe como respuesta al comentario que hemos hecho por Slack, nos irritamos cuando uno de nuestros colegas nos interrumpe por quinta vez y nos preguntamos si debemos responder enseguida el mensaje electrónico de trabajo que ha aparecido en nuestra bandeja de entrada un sábado por la noche.

Debemos combatir las fuerzas que nos empujan a no hacer caso de las emociones en el trabajo. El trabajo moderno exige dominar con eficacia las emociones, pero la mayoría de nosotros nunca ha aprendido cómo hacerlo en el ámbito profesional. Cuando reco-nocemos la importancia de las habilidades sociales, empezamos a dudar de todo: ¿es posible ser demasiado sociable? ¿Hasta dónde podemos mostrar nuestras emociones sin

Me da miedo hacerlo mal.

¿Le caigo bien a mi jefe?

¿Qué imagen tienen de mí mis compañeros?

¿Participo lo bastante en las reuniones?

¿Hablo demasiado?

¿Piensan que soy inteligente?

¿Me van a despedir?

Cuánto me aburro.

¿Por qué no me han invitado a la reunión?

El individuo en el trabajo

La teoría La realidad

Hago mi trabajo

El futuro son las emociones | 17

parecer poco profesionales? ¿Qué hacemos si estamos abrumados y angustiados?: ¿de-beríamos mostrar esos sentimientos abiertamente? Y ¿cómo afecta quiénes somos (nuestro género,* nuestra etnia o nuestra edad) a las respuestas a esas preguntas? Supri-mir y evitar nuestras emociones podría parecer la respuesta más fácil. «Volvamos a los tiempos en los que dejábamos nuestras emociones en casa». Esta actitud, sin embargo, es contraproducente. Los humanos somos criaturas emocionales, independientemente de la circunstancia en la que nos encontremos. Cuando menospreciamos lo que senti-mos en el trabajo, pasamos por alto datos importantes y corremos el riesgo de cometer errores que podríamos haber evitado. Mandamos correos electrónicos que provocan ansiedad innecesaria, no logramos encontrarle sentido a lo que hacemos y acabamos agotados.1

Ya debéis haber oído hablar de la inteligencia emocional (IE), la capacidad de reconocer y entender cómo nos sentimos y cómo se sienten los demás. Incluso puede que también

*Nota: A pesar de que las investigaciones recientes muestran que el género no es binario, la mayoría de los estudios se centran únicamente en las diferencias entre mujeres y hombres. Nosotras hablamos aquí de las dife-rencias biológicas en un contexto binario, pero somos conscientes de que dejamos fuera a algunas personas que, sin embargo, esperamos poder incluir en futuras investigaciones. Cuando hablamos de diferencias entre emo-ciones y estilos de comunicación masculinos y femeninos, nos referimos al género como un factor no biológico.

Me da miedo hacerlo mal.

¿Le caigo bien a mi jefe?

¿Qué imagen tienen de mí mis compañeros?

¿Participo lo bastante en las reuniones?

¿Hablo demasiado?

¿Piensan que soy inteligente?

¿Me van a despedir?

Cuánto me aburro.

¿Por qué no me han invitado a la reunión?

¿Por qué me lo ha mandado tan tarde?

¡Esto es

muy informal!

¿Por qué no especifica una hora? Me va a despedir...

De: Tu jefe

A: Ti

Hora envío: 23:03

Hola,

Por favor, pásate por mi despacho cuando llegues mañana.

Tu jefe

18| NINGÚN PROBLEMA

sepáis que la IE es mejor indicador del éxito en el trabajo que el CI.1Sin embargo, para poder realizarnos de verdad en el trabajo debemos ir un paso más allá de la inteligencia emocional: tenemos que aprender a mostrar nuestras emociones de un modo razonable. Esto significa hacer corresponder la forma de comunicar nuestros sentimientos con cada situación concreta. Para ello, necesitamos competencia emocional, es decir, ser capaces de percibir la emoción de forma productiva para saber cómo y cuándo traducir-la a una acción adecuada.

Recientemente, una amiga nuestra se lamentaba: «Debo transmitirle a mi equipo mi valoración acerca de su trabajo y no es nada positiva. No tengo ni idea de cómo empe-zar la conversación». Cuando nos incorporamos a una empresa, se nos prepara para que sepamos organizar una reunión y rellenar informes extensos, pero nadie nos dice qué hacer cuando nos disgustamos con un compañero ni cómo recuperarnos de una reunión fallida con nuestro jefe.

En el campo laboral se han producido dos cambios importantes que requieren una com-prensión profunda de las emociones en el trabajo. El primero tiene que ver con el grado

1 «Responder a todos» de manera accidental

2 Problemas para iniciar sesión

3 Tráfico horrible

4 Aburrimiento mortal

5 Jornada de 14 horas

6 «¿Podemos chatear?»

7 Dimisión de nuestra mejor compañera

8 Compañeros entrometidos

9 Compañero claramente enfermo que no se marcha a casa

CASA DE LOS HORRORES DEL AUTÉNTICO TRABAJO

No

Entrar

Moc

El futuro son las emociones | 19

de interacción entre compañeros. En la actualidad, lo que más valoran los jefes es la capacidad de trabajar en equipo y la capacidad de comunicar verbalmente a los demás.2Como dice The Economist:«En los negocios modernos, la colaboración es sagrada».3Sin embargo, la colaboración también tiene su lado negativo: cuanto más colaboramos, más conflictos tenemos. Todos nos identificamos con la famosa réplica de Elaine, de la serie Seinfeld: «He tenido que tomarme el día libre por enfermedad. Esa gente me pone enferma». El segundo cambio es la relación que tenemos con nuestro empleo. Trabaja-mos más que nunca, damos mucho valor a lo que el trabajo nos aporta y cada vez nos definimos más a partir de lo que hacemos. Estos cambios influyen en toda nuestra vida, desde nuestra salud hasta nuestra toma de decisiones.

A pesar de que las emociones en el trabajo no son un tema nuevo, todavía se consideran enemigos a los que hay que someter. De hecho, esa era también la visión que teníamos nosotras. Sin embargo, ahora sabemos que nuestras emociones pueden servirnos de guía e intentamos aprender de ellas y expresarlas de forma constructiva. Nos gustaría que empezarais a ver las emociones como algo que puede tratarse con cariño y afecto. Al fin y al cabo, os las lleváis cada día al trabajo.

Hemos creado las «siete nuevas reglas» de las emociones en el trabajo como guía para saber cómo y cuándo confiar en nuestros sentimientos. La clave está en aprender a mostrar nuestras emociones en el entorno laboral sin dejar que se desborden.4Al mirar de frente lo que nos provoca envidia, descubrimos lo que nos mueve. Al aceptar

20| NINGÚN PROBLEMA

me voy a casa

No nos tomemos

el trabajo tan a pecho

Busquemos inspiración en nosotros mismos

las emociones son importantes

Sentimientos

Pros

CONTRAS

amable

Ante todo, un ambiente acogedor

Emociones

Hechos

Pequeños gestos

Solo para

que la pruebes

Emoción

Las emociones no son los hechos

El clima emocional emana de nosotros

Mostremos nuestras debilidades con cabeza

El futuro son las emociones | 21

nuestra ansiedad, tenemos la oportunidad de redefinirla como entusiasmo para que las cosas nos salgan mejor. Cuando descubrimos el impacto que las emociones tienen en nuestras decisiones, podemos contribuir a crear un entorno laboral más justo y más acogedor. En otras palabras, este libro os enseñará a adueñaros de vuestras emocio-nes para poder examinarlas (lo cual, en efecto, puede suponer distanciaros un poco de ellas). Al terminar este libro, comprenderéis por qué sentís algo y sabréis qué hacer con ese sentimiento.

Analizar de forma eficaz lo que sentimos nos permite ser nosotros mismos en el trabajo; es más: nos permite ser nuestra mejor versión. Y «mejor» no significa «perfec-ta». Incluso siendo nuestra mejor versión podemos exaltarnos, morirnos de envidia o soltar gritos de frustración. Pero nuestra mejor versión sabe distinguir las emociones que encierran un mensaje importante de las que no son más que ruido; sabe aprender y hablar de ellas sin dejar que la dominen. Cuando mostramos nuestra mejor versión somos nosotros mismos sin arrollar los sentimientos de los demás.

En cada capítulo, examinaremos el modo en que las emociones afectan uno de los siete aspectos principales del trabajo: la salud, la motivación, la toma de decisiones, el trabajo en equipo, la comunicación, la cultura empresarial y el liderazgo. Nuestro objetivo no es proporcionar una solución única y universal, porque sería un reto inalcanzable: cada lugar de trabajo es diferente y cada persona aporta su historia y su experiencia particu-lares. En lugar de eso, esbozaremos un marco general que os permitirá identificar, inter-pretar y aplicar mejor el poder de las emociones en distintas situaciones. En cada capí-tulo, ofrecemos también una lista de pequeños cambios prácticos que podéis aplicar a

Nivel de

emoción expresable en el trabajo

Vuestro aspecto en la foto de carné

Vuestro aspecto en las fotos de la última juerga

22| NINGÚN PROBLEMA

partir de hoy mismo. Este libro lo hemos escrito pensando en todos los que os hayáis sentido solos, aburridos, frustrados, agobiados o inseguros en vuestro trabajo. Ofrece-mos algunos consejos dirigidos a aquellos que no quieran acabar atrapados en procesos insanos y a los directivos que deseen crear un equipo y un entorno laboral saludable. Hemos tratado de escribir un libro que abordara el máximo de experiencias laborales posible (entre ellas, las de los que teletrabajan, las de los introvertidos y las de los miem-bros de minorías), sin la pretensión de hablar en nombre de ningún grupo ni persona en concreto. Aunque nosotras dos (Liz y Mollie) tenemos experiencias laborales distintas y estilos diferentes, ambas somos mujeres blancas norteamericanas que acaban de cum-plir los treinta. Las dos comprendemos las dificultades con que puede encontrarse una mujer en el sector tecnológico, pero desconocemos lo que supone trabajar en un am-biente de blancos sin serlo. Como veréis, os recomendaremos fuentes adicionales escri-tas por personas que pueden describir mejor ciertas experiencias laborales.

LA NAVAJA SUIZA PARA LAS EMOCIONES

Para afilar nuestro vocabulario emocional

Para medir lo que sentimos

Para recortar las distracciones

Para abrirnos

a los demás

Para detectar el estado emocional de los otros

Para mirarnos más de cerca

Para descorchar nuestros auténticos

sentimientos

El futuro son las emociones | 23

Si os habéis mordido las uñas antes de una presentación, si os habéis sentido tan frus-trados que habéis pasado toda una tarde delante de la misma hoja de cálculo, o si habéis deseado «desenchufar» vuestro espíritu para actuar como un robot durante un par de días, no os preocupéis: a nosotras también nos ha pasado. Y estamos aquí para ayudaros.

P.D.: Para ayudaros a aplicar las competencias que presentamos en este libro, hemos creado una evaluación de vuestro perfil emocional. Consultad el final del libro para la versión rápida. Para una evaluación completa (en inglés) id a nuestra página web, en lizandmollie.com/assessment.

Y

CAPÍTULO 2

La salud

No nos tomemos el trabajo tan a pecho.Respiremos: es bueno para la salud

me voy a casa

CAPÍTULO 2. La salud

Persona normal

Yo

¿Cómo

vamos a sobrevivir?

¿Cómo voy

a responderle

los mensajes

a mi jefe?

27

NINGÚN PROBLEMA

¿Cuántas de las siguientes afirmaciones se aplican en vuestro caso?

•Te angustias si llevas más de diez minutos sin comprobar tu correoelectrónico del trabajo.

•Cuando tus amigos te preguntan cómo estás, empiezas a detallar algún inconveniente laboral sin importancia.

•Luego sueñas con dicho inconveniente.

•Te obsesionas con el trabajo durante la cena, en el gimnasio y cuando tratas de con-ciliar el sueño.

•Tu estado de ánimo depende casi por completo de cómo te va el trabajo.

Si habéis respondido «muchas», puede que sea hora de despediros.

Darle excesiva importancia al trabajo no es sano y tampoco ayuda: los pequeños problemas y los comentarios hechos de paso toman dimensiones exageradas. Y no son solo los jefes, las mujeres o las personas virgo las que le dan excesiva importancia: cual-quiera puede atarse demasiado a cualquier trabajo. Por eso hemos creado la primera regla de las emociones en el trabajo: No nos tomemos el trabajo tan a pecho.

Darle menos importancia es la solución para acabar con muchas angustias. No hi-perventilaréis antes de una gran presentación. No acabaréis llorando de frustración por culpa de la incompetencia de algún compañero. Os olvidaréis del teléfono móvil cuando salgáis de noche y no os obsesionará la idea de haber dejado algún asunto pendiente en el trabajo cuando estéis en el Machu Pichu con la mochila a cuestas.

28| NINGÚN PROBLEMA

«Darle menos importancia al trabajo» no quiere decir que «deje de interesarnos». Quiere decir que nos ocupemos más de nosotros; que busquemos tiempo para nues-tros seres queridos, para hacer ejercicio y para tomarnos unas vacaciones sin sentir-nos culpables. Quiere decir tener presente que, cuando uno contempla la vida pasada, muy pocas personas se arrepienten de no haberse quedado en la oficina hasta las diez de la noche.

Sin embargo, para poder enseñaros a estar menos pendientes de vuestro trabajo, debemos atacar antes la raíz del problema. ¿Por qué nos convertimos en mártires del trabajo?

1.Creemos que el único modo de tener éxito en la vida es no dejar nunca de trabajar. Tememos que, incluso una breve desconexión, pueda arruinar nuestras carreras.

LOS MALES DE LOS EMPLEOS MODERNOS

Dolor de disensión

Agotamiento

sumo

Migraña del retraso

DIARREMAIL

bandeja de entrada

La salud | 29

LAS 7 CAUSAS CAPITALES DE ESTRÉS

EN EL TRABAJO

¡Ayer!

¡Hoy!

30| NINGÚN PROBLEMA

2.Creemos que la felicidad es el resultado del éxito profesional, no lo contrario. «Mi vida será alucinante en cuanto haya conseguido un ascenso», nos decimos.O: «Cuando gane millones, todo esto habrá valido la pena».

En este capítulo, analizaremos estas creencias con detenimiento. Os demostraremos que no son ciertas, aunque a veces tengáis que trabajar a horas intempestivas, o bajo las ór-denes de un jefe que os manda correos electrónicos las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana.

PRIMERO EL TRABAJO Y, LUEGO, TAMBIÉN

En 1996, Steelcase, una gran fábrica de muebles de oficina, instaló unos expositores de cristal de 1,2 ×1,8 metros en el vestíbulo de la sede de la empresa en Manhattan.1Dentro del expositor había una colonia de hormigas recolectoras; el objetivo era mostrar que «las hormigas viven para trabajar y trabajan para vivir».

Por desgracia para Steelcase, a la gente no le entusiasmó la analogía. The Wall StreetJournal observó que, como las hormigas recolectoras solo viven entre tres y cuatro me-ses, el lema de Steelcase debería haber sido: «Trabajas y luego mueres».2Pero Steelcase estaba en lo cierto: los avances tecnológicos han difuminado la línea que separa la vida

Principal causa del estrés:

Mi cerebro

La salud | 31

laboral de la personal. Ahora siempre estamosaccesibles y, por tanto, nos sentimos res-ponsables del trabajo en todo momento.

Es posible que estéis pensando: «Un momento, no lo entiendo: ¿Acaso no está bien darle importancia al trabajo?». ¡Claro que sí! Es probable que, en algún momento de vues-tra carrera, debáis cancelar una cena para poder solucionar un problema para vuestro jefe. Pero trabajar siempre de más perjudica nuestra salud y (aunque parezca extraño) tam-bién es nocivo para nuestro éxito profesional. De hecho, la productividad empieza a caer cuando se trabaja unas cincuenta horas semanales.3Tal vez hayáis oído este viejo dicho inglés: «El trabajo tiende a ocupar todo el tiempo reservado para su realización». En otras palabras: si disponemos de menos tiempo, puede que seamos más eficientes.

«Ojalá pudiera volver al pasado y decirle a mi yo más joven: “Arianna, rendirás mu-cho más si te comprometes no solo a trabajar duro, sino también a desconectar, recar-gar las pilas y renovarte”»,4reflexionaba Arianna Huffington, fundadora del Huffington Post. ¿Qué hay que hacer entonces para desconectar emocionalmente de un trabajo, por muy absorbente que sea?

Efectos del estrés en el cuerpo

¿Sabíais que la sola idea de una situación angustiante puede causar estrés? Por ejemplo, las molestias que acompañan todos los viajes (las largas colas de los controles de seguridad de los aeropuertos, las demoras, los vuelos intermina-bles) son un motivo de estrés para Liz, incluso semanas antes del vuelo. Y Mo-llie se preocupa por tener que pagar una hipoteca a pesar de que todavía está muy lejos de comprarse una casa.

Los factores estresantes alteran el equilibrio interno de nuestro cuerpo: nuestra respuesta al estrés es su intento de volver a la normalidad. Para que los nutrientes y el oxígeno lleguen con rapidez a nuestros músculos, nos sube la tensión arterial, y el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran al máximo. Al mismo tiempo, los procesos menos importantes a corto plazo (como la diges-tión, el crecimiento y la reproducción) se ralentizan.

32| NINGÚN PROBLEMA

Daos un respiro

Id de vacaciones.Un largo período de descanso beneficia nuestra salud y aumenta nuestra productividad,5sobre todo si no tenemos contacto (o apenas) con nuestros colegas cuando estamos fuera. Pero más de la mitad de los trabajadores de Estados Unidos no se toma todas las vacaciones que les corresponden.6No es fácil embarcarse hacia una isla remota cuando la sola idea de no poder consultar el correo durante un día te hace sentir terriblemente culpable. A Liz incluso le daba miedo pedir vacaciones por-que creía que su jefe la tomaría por alguien con quien no se podía contar. Directivos, es importante el modo en que habláis de las vacaciones. Y mucho. La mayoría de los empleados manifiesta que, cuando se trata de las vacaciones, su jefe no comunica nada o da mensajes negativos o poco claros; con unas pocas palabras de apoyo, casi todo el mundo aprovecharía más días de sus vacaciones.7Si vuestro jefe os desalienta a la hora de tomar vacaciones, puede que los siguientes párrafos os sean de utilidad.

Un estímulo SE Desencadena

una respuesta al estrés

(amenaza percibida)

Las pupilas se dilatan

La sudoración aumenta

El ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan

La respiración se acelera

La digestión se ralentiza

El cuerpo tiembla

La salud | 33

Tomaos una noche libre.Reservar tiempo de ocio durante la semana laboral es tan impor-tante como tomarse vacaciones... y a veces más fácil de conseguir. Cuando el Boston Consulting Group instauró una política de «descanso previsible» (predictable time off-PTO),asignó a cada uno de los miembros de un equipo de seis personas una noche libre entre semana: los empleados se sintieron más contentos y relajados, y se mostra-ron menos proclives a dejar el trabajo. Además, los miembros del equipo aprendieron a ser más conscientes del bienestar de sus compañeros. «Aunque trabajábamos mucho —recordaba un asesor—, estábamos todos pendientes los unos de los otros para asegu-rarnos de que nadie se agotara en exceso».8

Oficina de París de la empresa

Café con un montón de enchufes

¡Aquí no hay cobertura!

Internet gratis (buen café)

Lugar tranquilo para hacer llamadas

Internet gratis (café horrible)

Restaurante elegante donde tranquilizar a tu compañero/a de trabajo

Mapa de París para turistas

Mapa de París para los adictos al trabajo

Arco de Triunfo

Campos Elíseos

Torre Eiffel

Les Invalides

Ópera

Louvre

Notre-Dame

34| NINGÚN PROBLEMA

Disfrutar de una noche libre también nos da la oportunidad de recuperar sueño perdi-do. Cuando no han descansado lo suficiente, los cirujanos meten la pata y los chóferes se estrellan. Con la falta de sueño, nuestro humor empeora y estamos más ansiosos; cuando nos acostamos muy tarde, incluso las caras amables nos resultan amenazado-ras.9Así que si no habéis dormido bien, os recomendamos que hagáis caso del sabio consejo de la madre de Mollie: «Con falta de sueño, no emitas juicios».

Despejaos un día.Liz no se permite programarse ni reuniones ni llamadas ni siquiera even-tos sociales, un día a la semana. Aprovecha ese día libre de compromisos para adelantar trabajo; así el resto de la semana le resulta más llevadero. Si no os es posible despejaros un día entero, tratad de reservaros unas horas para trabajar intensamente.

Buscad tiempo para hacer pequeños descansos. Alejarnos de nuestra mesa aunque sean solo cinco minutos nos ayuda a relajarnos... y a no perder la concentración.10Los estu-diantes daneses a los que se permitió hacer una pequeña pausa antes de un examen sa-caron notas más altas que los que no pudieron relajarse.11Las investigaciones también sugieren que, con unos minutos de charla con nuestros compañeros de trabajo, nos relajamos antes que a solas.12

Preparad un ritual para después del trabajo. Eso mandará a vuestro cerebro una señal para decirle: «¡Se acabó el trabajo!». Algunas ideas: volved a casa andando o en bici (incluso breves períodos de ejercicio ligero son beneficiosos), meditad durante los trayectos en transporte público, escuchad música, leed una revista o haced muscula-

Verdadero o falso: esto sirve como unas auténticas vacaciones

Respuesta correcta: Falso, Falso, Falso, Falso.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

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ción (algunos estudios muestran que levantar pesas nos sube el ánimo incluso más que el ejercicio cardiovascular).13Cal Newport, autor de Deep Work, acaba cada jor-nada transcribiendo en una larga lista de cosas pendientes todas las anotaciones que ha hecho durante el día; luego apaga el ordenador y pronuncia la frase: «Cierre de la optimización del tiempo, se acabó». «Esta es mi regla —escribe—. En cuanto he pronunciado la frase mágica, si me viene a la cabeza alguna preocupación relaciona-da con el trabajo, respondo sistemáticamente con el siguiente proceso mental: ya he pronunciado la frase de cierre».14

Encontrar algo de tiempo para nosotros es el primer paso (y también el más fácil) para deshacernos de nuestra identidad de adictos al trabajo. Aunque es más sencillo decirlo que hacerlo: ¡estamos emocionalmente vinculados a esa parte de nosotros porque he-mos pasado mucho tiempo juntos! Para desvincularos de forma definitiva, probad con los siguientes cambios de actitud.

No trasladéis la filosofía del trabajo a vuestro tiempo libre

Mucha gente tiene un entusiasmo exagerado por optimizar su tiempo libre. No caigáis en la trampa de los hiperactivos que tratan sus pasatiempos como si fueran trabajo. Si

Verdadero o falso: esto sirve como unas auténticas vacaciones

Respuesta correcta: Falso, Falso, Falso, Falso.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

Hola, jefe. No, no, es un momento perfecto.

En este equipo nadie salvo yo tiene necesidades personales y emocionales

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os gusta tocar el piano, no os forcéis a estudiar media hora diaria a las ocho en punto de la noche y luego os fustiguéis los días que no lo hacéis. Los estudios muestran que, cuando matematizamos nuestras experiencias —contabilizando nuestros pasos o calcu-lando los kilómetros que hemos hecho en una excursión—, ya no las disfrutamos tanto.15

Aprended a sentiros bien siendo totalmente improductivos por una vez. Descansar un rato no es lo mismo que perder el tiempo: cuando nos damos un respiro, somos más creativos y nos concentramos con más facilidad al retomar el trabajo. Cada pocos me-ses, reservaos un fin de semana para hacer una salida. No hagáis ni tareas de la casa ni recados el sábado. Si sois muy hiperactivos, organizad salidas para «autorizaros» a no pensar en el trabajo.

Cultivad vuestras relaciones personales fuera del trabajo

«Me encanta mi trabajo —dijo Beyoncé durante una entrevista para GQ—,16pero es más que eso: lo necesito». En la actualidad, tenemos la sensación de que nuestro trabajo re-fleja quiénes somos y esperamos que le dé sentido y finalidad a nuestras vidas. En una encuesta reciente llevada a cabo por The New York Times, los estadounidenses valoraron

... Inspira espira

concéntrate en

tu zen interior...

Olivia consigue hacer toda la sesión de meditación entera escuchándola al triple de velocidad

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más «tener un trabajo gratificante» que «estar casado», «ser religioso», «ser buenos ve-cinos», «involucrarse en la comunidad», «tener muchos amigos» y «disponer de tiempo suficiente para uno mismo».17Cuanto más ocupados estamos, más importantes cree-mos que somos. Nos sentimos más fuertes y más entregados que nuestros colegas más perezosos. El trabajo nos proporciona un propósito y nos ofrece gratificaciones inme-diatas en forma de aumentos de sueldo, ascensos o elogios. Sin embargo, cuanto más asociamos quienes somos con lo que hacemos, más nos atamos emocionalmente a nues-tro trabajo. No dejamos de presionarnos para dar lo mejor de nosotros mismos y luego, cuando no conseguimos satisfacer esos criterios poco realistas, nos sentimos vacíos. Y cuando la valoración viene de nuestro jefe, interpretamos la más leve de las críticas como un rechazo de todo lo que somos.

Las relaciones personales nos ayudan a mantener el trabajo a una distancia emo-cional saludable... y a ser felices. Un grupo de sociólogos que estudió las fluctuaciones diarias de nuestras emociones halló que el momento en que los trabajadores son más felices y están menos estresados es el fin de semana. Hasta aquí, nada revolucionario. Sin embargo, ¡ocurre lo mismo con las personas desempleadas! Resulta que lo que nos hace felices no es solo tener tiempo libre, sino compartirlo con nuestros amigos. En otras palabras: pasar tiempo con las personas a las que queremos nos hace felices.18«Ese entramado social, el protegernos unos a otros, el saber que los demás están allí para ti y tú, para ellos [...]. Eso es algo precioso, precioso», explica Christina Maslach, una pro-minente investigadora del desgaste profesional.19

Burnouto desgaste profesional

El burnouto desgaste profesional es más que la sensación ocasional de estar cansado o aburrido. De acuerdo con la psicóloga Christina Maslach, estos son los tres indicios principales de que se sufre de síndrome de burnout.

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Cansancio emocional: agotamiento crónico, problemas para dormir y res-friados constantes.

Despersonalización: actitud cínica e insensible hacia los compañeros de tra-bajo e irritación excesiva por cosas sin importancia (cuando se oye masticar a un colega, teclear con demasiada energía o deletrear errores en voz alta).

Letargia: sensación de inutilidad y desconexión de los proyectos que antes entusiasmaban; se actúa por inercia.

El síndrome del burnouto desgaste profesional es algo grave, pero es posible dar algunos pasos para reducir sus efectos. El primero de ellos es averiguar por qué nos sentimos tan abatidos y pensar qué podemos hacer para solucio-narlo.

Si vuestro jefe no os inspira confianza, ¿podríais trasladaros a otro equipo? Si nunca se os reconoce el trabajo que hacéis en la empresa, ¿por qué no sacáis a relucir vuestros logros la próxima vez que os reunáis con vuestro jefe? Si estáis atascados en la misma rutina, tal vez podéis aprender algo nuevo, empezar a ha-cer ejercicio o apuntaros a alguna actividad distinta a todo lo que habéis hecho

Proceso del burnout

FLUIDEZ

DESGASTE

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hasta ahora. Hablar con vuestros seres queridos, dormir más y cuidar de vues-tra salud mental (pasando más tiempo en la naturaleza o meditando) también ayuda. Sin embargo, si la razón de vuestro desgaste profesional es un empleo que os hace sufrir, tal vez empiece a ser hora de que os busquéis otro.

Dejad de sobreestimaros

¿Alguna vez os habéis puesto enfermos y, al volver al trabajo, os habéis llevado la sorpresa de que la oficina no se había hundido durante vuestra ausencia? A pesar de que es agrada-ble ser indispensable, vuestros compañeros de trabajo se las arreglarán sin vosotros duran-te unas cuantas horas (o días). En la mayoría de los empleos, el trabajo nunca acaba de estar listo, lo cual significa que nunca llega el momento ideal para irse de vacaciones o para regresar a casa al final de la jornada. Somos demasiados los que pensamos: «Nadie más puede hacer mi trabajo cuando yo no estoy».20

Centraos menos en vuestra propia importancia y más en los que os rodean. La com-pasión contribuye a la resiliencia: mejora nuestra respuesta inmune, reduce nuestros niveles de estrés y está asociada a las conexiones cerebrales relacionadas con el pla-

¡No puedo irme de vacaciones!

¡Toda la operación se irá a pique!

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cer.21 Un modo de mostrar compasión es preguntarle a alguno de nuestros colegas: «¿Qué quieres hacer y cómo puedo ayudarte?». Por supuesto, si siempre ponemos las necesidades de los demás por encima de las nuestras, acabaremos exhaustos y resen-tidos. Sed conscientes de vuestros límites emocionales para no sufrir agotamiento por exceso de compasión.

Poned punto final a vuestro romance con el teléfono

«La gente está loca, hablando con máquinas y tuiteando y touteando. Todo eso. Yo solo busco paz y tranquilidad», se lamentaba el difunto Maurice Sendak, autor de Donde vi-ven los monstruos.22Todos podríamos reducir el uso del teléfono: es demasiada la gente que vive controlada por una riada constante de notificaciones que la estresa, la distrae y la frustra. La media de la población consulta el móvil el doble de veces de lo que cree.23En realidad, estamos tan enganchados a nuestros teléfonos que nueve de cada diez per-

Consulta periódica

de mensajes

Cuándo consultamos nuestro teléfono

Modo avión

para concentrarse

Mala higiene del sueño

(lee en la cama)

Manda e-mails

desde la elíptica

8:00

21:30

6:15

12:00

Escucha podcasts camino al trabajo

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sonas tienen la sensación de percibir la vibración del móvil en el bolsillo... cuando ni siquiera está ahí.24

Si queréis tener más energía, limitad el uso del correo electrónico, las redes sociales y los mensajes. Cada «¡pin!» es una distracción (¿De quién será? ¿Qué dirán?), y estar constantemente desviando la atención del móvil al trabajo y del trabajo al móvil es ago-tador y no nos permite concentrarnos.25

MOLLIE:Trato de no consultar el correo electrónico del trabajo después de cenar; si lo hago, sueño con el trabajo y esos sueños no son deseables. Cuan-do necesito concentrarme, pongo el móvil en modo «no molestar». También me encanta escribir en aviones y trenes, donde no hay wifi: ¡sin distraccio-nes digitales!

Sugerencias que os ayudarán a trazar límites digitales

• Consultad el correo una única vez.Cuando abráis un correo electrónico, respon-dedlo enseguida. Liz solía leer todos los correos a primera hora de la mañana y, para poder ponerse a trabajar cuanto antes, los marcaba como no leídos con la idea de responderlos más tarde. Como consecuencia de ello, en lugar de concentrarse en

Hay una red wifi fantástica en la sala de meditación

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el trabajo, se pasaba la mañana pensando obsesivamente en todos los e-mails que le esperaban en la bandeja de entrada.

• Si ocupáis un puesto en dirección, dad ejemplo.Después de tener hijos, la crea-dora y productora de televisión Shonda Rhimes cambió la firma de sus correos de trabajo por la siguiente: «Por favor, tomad nota: no voy a ocuparme de los correos electrónicos de trabajo después de las siete de la tarde ni tampoco los fines de semana.26YA QUE SOY VUESTRA JEFA, OS SUGIERO: APAGAD EL MÓVIL».27Dan Calista, director general de la consultoría Vynamic (cuyo lema es «La vida es corta. Trabaja saludablemente»), creó una política para los correos electrónicos llamada zzzMail. Los trabajadores no podían mandarse mensajes después de las diez de la noche de los días laborables, ni los fines de semana ni en vacaciones.

LA PARADOJA DE LA POSITIVIDAD

Además de consagrar nuestro tiempo y nuestra energía mental al trabajo, a menudo inconscientemente le entregamos algo mucho más precioso: nuestra autoestima. Pue-de que alberguemos grandes esperanzas en ese gran aumento, ese ascenso prestigioso o ese nuevo empleo tan atractivo, pero nuestro entusiasmo cuando los consigamos será siempre menos intenso y menos duradero de lo que creíamos. Los investigadores han descubierto que el sesgo cognitivo, el espacio entre lo que creemos que sentire-mos y lo que acabamos sintiendo en realidad, nos empuja a querer