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En Ahora no somos nosotros, la voz del narrador se fragmenta entre recuerdos, confesiones y escenas urbanas que revelan la intimidad de una existencia en crisis. Relatos breves y piezas líricas se entrelazan en un mosaico que explora la soledad, la pérdida, el amor roto y la deriva emocional en un mundo que ya no reconoce. Desde un reloj detenido en el corazón de Buenos Aires hasta conversaciones cotidianas teñidas de melancolía, esta obra nos invita a habitar la grieta entre lo que fuimos y lo que queda.
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Seitenzahl: 26
Veröffentlichungsjahr: 2025
FRANCISCO J. SCILLETTA
Scilletta, Francisco J. No somos nosotros ahora / Francisco J. Scilletta. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6714-7
1. Cuentos. I. Título. CDD A860
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Regreso
Huésped
Robots
Sin sentido
Duelos
Los expedientes
Respuesta a Carla
Trabajo
Prematuro
Alumbramiento
Temprano
El huésped se deja ver un poco mas
En lo profundo
Técnica de creatividad
Hola
Mentiras que decimos
Diálogo
Rajaduras
Mandamientos
Lacan
OSDE
Oración
Diez
UsS
Testigo
Aparecida
Ensañarse
Contacto no deseado
Infancia
La lejanía de lo cercano
Las profecías
El reloj central
Delivery
A felipe
"En verano, las canciones se escuchan mejor, el sol se posa más tiempo sobre la piel, y la vida parece menos urgente"
VIRGINIA WOOLF
Núñez, volver al lugar donde nació Felipe, es otro barrio el que conocí,
ahora lleno de torres y restaurantes
¿dónde están las abuelas que se sentaban en las puertas de las casas?
Muertas.
Alces, venados, búfalos que caen del cielo.
Una mujer y un hombre esperan,
alguien que viene de lejos
No saben quién es
Esperan el daño
Esperan el año que el cielo deje
la muerte detrás la cara
con una sonrisa.
Los locos no creen en maleficios, ni en el tarot ni en la brujería ni en pactos con entiendes, los locos creen en su realidad que a veces te la hacen cuestionar, los locos no creen en amarres ni endulzamientos, creen en su dolor, en que su mente puede ser su cárcel. Carla sólo creía que la única forma de ser feliz, de ser alguien en esta tierra maldita, de darle significado a algo, era con una pareja “nunca voy a encontrar un hombre que me quiera”, “muchos problemas”, yo le decía no te creas,
Siempre estaba angustiada o deprimida pero no lo parecía, se la veía sonriente. Un día en la escalera mecánica del shopping del abasto fuimos a ver un rompecabezas porque eso la tranquilizaba o la hacía concentrarse en las pequeñas piezas que después serían figuras de mujeres desconsoladas llorando lágrimas negras, yo le decía que armara de super héroes me decía no no como una nena a todas mis propuestas de rompecabezas. También me di cuenta en la juguetería la cantidad y variedad de había de rompe cabezas ¡hasta en tres dimensiones!
Parecía embobado con todos esos juguetes que hacían ruidos extraños como si tuvieran una vida eléctrica propia e independiente de los humanos caminando como los prototipos de robots de Elon Musk, todos pronunciado palabras en un idioma desconocido pero al mismo tiempo reconocible más que nada los de Disney como el muñeco del Capitán Buzz.
Las jugueterías son manicomios para niños, de lo que pueden llegar a convertirse cuando sean abogados o ingenieros.
