Oda a una Musa - Matías Condito - E-Book

Oda a una Musa E-Book

Matías Condito

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Beschreibung

Las palabras pertenecen a quienes las inspiran. En ese sentido, este libro le pertenece a ella, esa musa que sin importar la forma que fue tomando, se las ingenió para cruzarse una y otra vez en mi vida despertando un río de palabras, sentimientos, pensamientos, ideas y deseos; enseñándome más sobre mí de lo que podría haber aprendido solo. Y es que una de las cosas más valiosas que tienen las musas es la inspiración y la motivación que generan para jugar con uno mismo y para descubrir nuestros deseos, lujurias, fetiches y encontrar todo aquello que está en nosotros y que forma parte de una vida sexual saludable. Pero sobre todo, nos desafían a exponer todo nuestro potencial y creatividad a la hora de entender la palabra Amor. ¿Y vos? ¿Sos consciente de aquello que inspirás? ¿Cuántas veces fuiste la musa de alguien y tal vez nunca te enteraste? Quizás en estos textos están las palabras que le regalaste a un misterioso admirador y que nunca se atrevió a decirte, aunque en su mirada y sobre todo en sus sonrisas, se escapaban al admirarte y al caer bajo tu encanto de Musa.

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Oda a una musa

 

Relatos para tocarse antes de ir a dormir

Matías Condito

Prólogo

La intención de este libro es simple, regalar libertad y placer.

La libertad de sentir sin censuras ni limitaciones aquello que se despierte en vos cuando lo leas, el placer de no tener ninguna regla a seguir para leerlo.

Y es por eso que te propongo que lo leas tal y como tus ganas te aconsejen. Sin seguir un orden específico. Que elijas los textos según el ánimo del día o el antojo del momento. Que saltes de un relato a otro ignorando esos molestos números al pie de la página.

Y así podrás tener miles de experiencias al leerlo ya que estará en sincronía con tu unicidad respetando quién sos en ese mismo instante en que las palabras se encuentran con tu mirada.

Este libro es para vos, y por lo tanto solo puede existir si vos lo haces tuyo.

 

 

Condito, Matías

Oda a una musa : relatos para tocarse antes de ir a dormir / Matías Condito. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Tercero en Discordia, 2020.

104 p. ; 20 x 14 cm.

 

ISBN 978-987-4116-54-3

 

1. Narrativa Argentina. 2. Literatura Erótica. 3. Narrativa Erótica. I. Título.

CDD A863

 

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor.

 

ISBN 978-987-4116-54-3

 

Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

Impreso en Argentina.

 

 

Rebeldía

Hay cosas que no se pueden explicar, pero no por eso son menos reales o verdaderas.

Hay cuestiones que escapan a la lógica y a la razón y aun así son más coherentes y válidas que aquellas atadas a estos conceptos.

¿Por qué debemos apegarnos a normas y límites que nos alejan de nuestra propia esencia y apagan la llama que arde en nuestro interior?

¿Quién dice que debemos temer a la oscuridad?  ¿Qué tiene de bueno la luz si nos ciega?

¿Por qué acallamos a nuestro instinto y ponemos a dormir a nuestra alma?

Los humanos hemos sucumbido ante los miedos y permitido que nos aplaquen sin ni siquiera poner la más mínima resistencia.

Aprendimos a conformarnos y contener nuestro espíritu sin ni siquiera pensar en las siniestras consecuencias.

Nos olvidamos de lo bien que se siente arriesgarnos por aquello que queremos.

Por suerte solo basta una pequeña chispa para que la llama vuelva a encenderse.

Para que las pasiones acallen a los temores y vuelvan a regir nuestras vidas.

Para que miremos al destino y lo ayudemos a regalarnos los más maravillosos momentos.

Una chispa entrometida que se cuele en nuestra alma y transforme las cenizas en una hoguera.

Una pequeña partícula de calor que, aún a la distancia, envuelve nuestro cuerpo y lo hace inmune al frío y al dolor.

Un nuevo color que dibuja un mundo casi perfecto.

Una sonrisa que ilumina el camino hacia la felicidad.

Un sentimiento antes desconocido que te hace descubrir qué significa verdaderamente estar vivo.

Al ver en tus ojos siento esa chispa que me visita y es por eso que a vos te pertenece este fuego.

Musa

Su sexo guarda todos los secretos del universo.

Sus elixires regalan el sabor de la existencia eterna.

Su deseo despierta la voracidad infinita.

Su placer es la puerta hacia la dimensión donde el goce

es el alimento que nos hace verdaderamente libres.

Regalo divino

Siempre creí que, luego de la creación de los hombres, Venus al notar lo complicados que eran, decidió regalarles los amaneceres y atardeceres. De esa manera, sin importar lo que aconteciera en sus días, nunca podrían olvidar lo que era la belleza en su estado puro. Dos veces al día podrían detenerse ante estos espectáculos naturales y estar en contacto con la divinidad. Así los ayudaba a recordar que, a pesar de ser diminutos ante el universo, seguían teniendo un lugar privilegiado al poder disfrutar y apreciar la belleza de las cosas y llenar sus almas de ella.

Tal vez será que en el último tiempo no me había detenido a observar ni un amanecer ni un atardecer, y al notar esto Venus se apiadó de mí y me regaló una posibilidad aún más interesante de disfrutar de la belleza, y así te envió a vos.

Debo decir que me alegra haber sido siempre un fiel seguidor de dicha diosa, pues la recompensa es algo mucho más valioso y precioso que lo que uno podría haberse imaginado jamás. Poder Haber encontrado en este mundo tan humano una personificación de una deidad, como sos vos, es algo que muy pocos tienen la posibilidad de experimentar, y sobre todo poder descubrir este secreto. Porque muchos pueden cruzarte por la calle pero, aunque notan que tu belleza está por encima de cualquier mujer, pocos perciben lo que realmente se esconde en vos. Es que claramente sabés esconder tu magnificencia para que solo unos pocos elegidos podamos descubrir tu verdadera esencia.

Gracias por ser mis atardeceres y anocheceres. Gracias por haberme hecho acreedor de tal dicha. Sin duda me ayuda a recordar que, incluso en este mundo mediocre y que pareciera decaer día tras día, aún queda belleza que permite sonreír y disfrutar el estar vivo.

Imaginación

En mi mente he comenzado a imaginar situaciones donde puedo dar rienda suelta a las pasiones que me despertás. En cualquier momento del día me invaden imágenes que ponen mis deseos en evidencia y que me hacen naufragar en un delirio erótico, tal vez imposible pero igualmente ansiado.

Quizás estoy descubriendo una musa que me inspira, una diosa incansable que con solo una muestra de los placeres que podría darme se apodera de mi libido y mi deseo.

No te das una idea de las cosas que me inspirás. Las ganas de saciar absolutamente todas estas pasiones con el calor de tu cuerpo. Estar solos, sin restricciones ni ataduras. Haciéndote lo que me pidas y a la vez todo lo que tengo ganas de hacerte.

Tengo la necesidad de tenerte frente a mí masturbándote y mostrándome cómo disfrutás de volverme loco. Seguir, hipnotizado, el camino que hacen tus dedos en tu vagina mientras se humedecen en sus jugos. Y así poder ver ese hermoso espectáculo que es tu cuerpo desnudo entregado a la lujuria y al placer.

Quiero sentir tu calor y tu humedad. Meterme entre tus piernas y chupar tu concha hasta hacerte acabar en mi boca. Recorrerla con mi lengua por cada uno de sus pliegues y lamer cada centímetro de ella mientras mis manos juegan con tus pechos y aprietan esos hermosos pezones como a vos te guste. Y mientras tu pelvis se mueve refregando tu vagina contra mi cara, escuchar tus gemidos que me invitan a seguir desatando toda mi calentura en tu cuerpo.

Quiero besar tus piernas, la parte interna de tus muslos, mientras mi vista no se aparta de tu vagina y más allá de ella tus tetas duras con ganas de estar en mi boca. Sentir el calor de tu culo, que sabe que pronto va a ser penetrado por mi pene hasta hacerlo explotar en él, descargando hasta la última gota de mi esperma.

Quiero cogerte fuerte una y otra vez. Dejar que mis instintos más salvajes se liberen y me hagan entrar en vos intensamente, desaforadamente. No dejar un milímetro de tu cuerpo sin disfrutar. Quiero sentir tu boca en mi pija, haciéndome perder la cabeza y olvidar por un rato cualquier rastro de ternura y poesía que pudiera tener.

Necesito que tus jugos empapen mi pene mientras lo masturbo frotándolo contra tu concha. Y mientras ella late y arde, darle golpecitos en el clítoris hasta que no se aguante más y se trague mi miembro, apretándolo y disfrutando cómo la fricción se hace cada vez más fuerte. Y mientras saboreo tu boca, sentir el golpe de nuestras pelvis que indican que toda la zona está mojada por nuestros fluidos y no pueden dejar de golpear entre ellas frenéticamente.

No te imaginás lo que deseo poder finalmente cogerte por el culo, abrirlo hasta dejar tu ano expuesto ante mí para poder chuparlo y penetrarlo, primero con mi lengua y luego con mis dedos. Y ahí, cuando esté bien dilatado y lubricado meter mi pija, sintiendo su presión en ella y cómo no la deja escapar hasta quedar totalmente satisfechos el uno del otro.

Quiero lamer tu piel, sentir el sabor salado de tu transpiración mezclado con tus fluidos. Tenerte sometida y escucharte pedir más. Forzar tus brazos para que solo te muevas como yo quiera. Sin dolor, solo placer. Pero a la vez darte toda la intensidad que despertás en mí. Y ahí, cuando ya no podamos más, acabar juntos.

De imaginar esa visión, solo puedo pensar en lo difícil que va a ser contenerme cuando vuelva a tenerte frente a mí, y lo mucho que deseo que permitas saciar mi sed de vos.

Solo quería expresarte esto.

Río

Hay un río torrentoso que corre por todo mi cuerpo. Un río subterráneo que rara vez ha visto la luz. Su cauce llena cada una de mis partículas con sensaciones intensas y únicas. Por momentos sus aguas desbordan e inundan mi vida con impulsos apenas controlables por la razón o la lógica.

A su paso riega campos de emociones y deseos. Llena de frescura mis días y a la vez su fuerza se transforma en una fuente continua de energía para mi imaginación. Nada parece detenerlo. Él sigue su curso sin importar los obstáculos que se crucen en su camino. Y cada día toma más ímpetu, como si se alimentara de una tormenta tropical que le regala más y más brío. Y así, totalmente embravecido, ahoga todo lo malo para que, cuando el sol lo vea, sus aguas sean cristalinas y puras.

Ese río es la pasión que despertás en mí. Continuamente te busca para desembocar en ese mar que se esconde bajo tu piel y así poder, finalmente, llegar a su destino.

Ansiedad

Me invaden las ansias de perderme en tu cuello mientras tu pelo me esconde y me permite besar y disfrutar de ese pedazo de paraíso. 

Y mientras mis manos recorren tus hermosos y firmes pechos, descubriendo a su paso la fisionomía de tus senos y la dureza de tus pezones que quieren disfrutar de mis caricias.

Quiero meterme entre tus piernas, abrirlas y saborear tu sexo húmedo y caliente. Sentir cómo te estremeces de placer y te dejas llevar por los más bajos instintos.

Ansío volver a escucharte gemir pero esta vez en mi presencia. Que sientas mi lengua recorrerte toda mientras mis dedos te masturban frenéticamente. Descubrir los labios de tu vagina y sus pliegues a través de mis besos mientras aprieto tu cola con mis manos empujándote hacia mi rostro.

Quiero saborearte y devorarte como un descontrolado que necesita tu goce para respirar. Viendo retorcerte y pidiendo más. 

Aprisionar tu clítoris entre mis dientes para darle pequeños toques con mi lengua. 

No puedo aguantar estas ganas de que te vengas en mi boca una y otra vez. Sentir el néctar que emana de vos y que me embriaga llenándome de deseo y excitación.

Y en ese momento, cuando estés bien húmeda y lubricada penetrarte una y otra vez. Viéndote al rostro totalmente extasiada y fuera de vos. Disfrutando y queriendo más. 

Quiero que nos perdamos en un Vórtice de placer. Con nuestros cuerpos frotándose transpirados y llenos de lujuria.

Coger como desaforados sacándonos todas estas ganas que venimos aguantando. Escuchándote pedir todo lo que querés que te haga y cumpliendo con cada petición. 

Que el calor invada la habitación y el aire se impregne del aroma a sexo. Entre gemidos y respiraciones agitadas. Entre gritos y sudor.

Sentir tus uñas en mi piel. Apretando más fuerte con cada penetración. Mientras nuestras bocas juegan entre sí, apasionadas y cómplices.

Quiero estar bien adentro tuyo y sentir cómo tu vagina se tensa del gusto, aprisionando mi pene y sintiendo toda su textura recorriéndote. 

Llenarme la boca con tus pechos mientras me montás enardecida. Con tus nalgas entre mis manos acompañando tus movimientos. Que tomes el control y me cojas fuerte e intenso.

Y así, fundidos en esta vorágine de placer, acabar juntos. Con un orgasmo largo y profundo. Ese que está contenido y que necesita liberarse por completo. Para luego sentir cómo te recuestas sobre mí, extasiada, para descansar antes de nuestro próximo round.

Me encantaría que estas palabras enciendan tus ganas y que logren estimular tu imaginación casi al punto de sentir un pequeño estremecimiento en tu entrepierna. 

Desliz

Hay ojos en los que me puedo perder.

Hay brazos que me invitan a soñar.

Hay labios en los que quisiera vivir.

Y hay suspiros que muero por robar.

Así nos pasamos la vida frenando pasiones incoherentes,

y odiando ese cruel humor de dios,

que te dio solo una boca para besar

pero también dos piernas para escapar.

Y cuando el amanecer asesina los sueños,

el alma aprovecha para irse a dormir.

Para que cuando la luna le susurre

otra vez te busque e intente sonreír.

Visita inesperada

Ella entra en la oficina y me es imposible evitar perderme en esas hermosas piernas. Lleva una pollera con el largo justo para lucir ese delicioso camino hacia el paraíso.  

Mientras escribo, Adriana se para junto al escritorio y se apoya en él. Su sonrisa deja en evidencia y me confirma que ha notado que mis miradas la recorrieron hipnotizadas por la embriagante visión que su cuerpo significa para mí. Aun así, su complicidad me da la tranquilidad de que este es un juego que está permitido. Ella sabe coquetear. Tiene esa chispa que hace divertido el estar cautivado por sus encantos.