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Martin Heidegger es una de las figuras preeminentes de la filosofía contemporánea. Como los románticos, Heidegger reconoce en el lenguaje poético una más radical originalidad respecto del lenguaje. Cuando se entona el canto a los albores, el lenguaje se condensa en unas formas, a un tiempo novedosas y arcaicas,que son canción y agradecimiento, pensamiento y poesía. Heidegger las llama pensamientos poéticos . Son un género literario propio que él escribió a lo largo de toda su vida, en paralelo a su producción y a su magisterio específicamente filosófico. Junto con pequeñas prosas poéticas y largos poemas filosóficos, en este volumen el lector encontrará candorosas cartas de enamorado y primerizos poemas románticos que Heidegger escribió a su novia y esposa, poemas que el filósofo dedicó a algunos buenos amigos o un texto en homenaje a un compañero caído en la guerra.
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Seitenzahl: 220
Veröffentlichungsjahr: 2012
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MARTIN HEIDEGGER
PENSAMIENTOS POÉTICOS
Traducción de ALBERTO CIRIA
Herder
www.herdereditorial.com
La traducción de esta obra ha sido subvencionada por el Goethe-Institut
Traducción: Alberto Ciria
Diseño de cubierta: Michel Tofahrn
Título original: Gesamtausgabe, II. Abteilung: Vorlesungen, Band 56/57, Zur Bestimmung der Philosophie
Maquetación electrónica: José Toribio Barba
© 2007, Vittorio Klostermann GmbH, Frankfurt del Meno
© 2010, Herder Editorial, S. L., Barcelona
© 2012, de la presente edición, Herder Editorial, S. L., Barcelona
ISBN DIGITAL: 978-84-254-2991-0
La reproducción total o parcial de esta obra sin el consentimiento expreso de los titulares del Copyright está prohibida al amparo de la legislación vigente.
Herder
www.herdereditorial.com
PRIMERA PARTE POEMAS TEMPRANOS – CARTAS – PENSAMIENTOS POÉTICOS (1910-1975)
1. POEMAS Y CARTAS TEMPRANOS E INÉDITOS. 1910-1918
Me aparté de la fuerza de la cercanía de Dios, esa fuerza que crea a los héroes
País lejano
¿Has perdido el sol…?
¿Conoces horas…?
A mi vidita…
Hola, vidita
¿Sabes, vidita mía, que todas las cosas…?
En algún lugar murmura una fuente
A mi vidita, en el 10 de diciembre de 1916. Tú…
En el «tú» a Dios. A mi querida vidita en su cumpleaños en 1918
2. PENSAMIENTOS POÉTICOS. 1945-1946
Palabra y mundo
Pensar
Pensar
Jornada del pensar
Juego del cielo
Viento del prado
De Sófocles, Áyax (131-133, 666-677)
3. PENSAMIENTOS POÉTICOS. 1972-1975
Algunos. En torno al 26 de septiembre de 1972
Algunos
Lenguaje (segunda versión)
Langue (traducción de François Fédier)
En Pascua de 1974
Sobre «La proposición del fundamento»
Comunicado
Hölderlin
El poeta
Los titanes
Llegada a casa
Actuar comprometiéndose
Un pensar acompaña al poetizar
No te me perdiste en medio de la confusión
La edición de las obras completas
Pensar como camino
Pensar – como camino
Pensar: camino estando en camino
Pensar
Camino
El pensar
Más inquiriente, el pensar se hace
Lo inaparente del pensar
Atrévete al silencio
Anotaciones
SEGUNDA PARTE DESDE LA EXPERIENCIA DEL PENSAR
1. CAMINO A CASA
Cuando en torno a los comienzos de otoño
Poesía, sí, mas no canto
Jornada del pensar
Occidente
Juego del cielo
Viento del prado
¿Quién?
Lo mismo
Lo igual y lo mismo
Desasimiento
Camino y riesgo
La transformación no basta, ni el viraje
Lo antiguo
¿Estamos afinados con el mundo?
Considerad una cosa
Sólo ahora alcánzaselo a los cielos
Ser vencedor
Pero qué lejana está aún
Sólo con que estuviéramos
Imagen: sé la llegada
Hechos uno
Sólo ahora alcánzaselo a los cielos
2. EL ANILLO DE LA DIFERENCIA DEL SER
El anillo de la diferencia del ser
La mañana de la diferencia del ser
Sobre «Mañana de la diferencia del ser»
Sobre «Mañana de la diferencia del ser»
Sobre «Mañana de la diferencia del ser»
3. VIRAJE
Viraje
Desasimiento
Claridad sobre el camino
Siempre una y otra vez, simple y únicamente
Viraje
Diferencia del ser
Renuncia
Cosecha
Los pensamientos
La urna de custodia
Apropiamiento
El hombre en el acontecimiento de ser hecho apropiado
El pastor del desapropiamiento
El apaciguador
Pensar el dictado
La campana de la noche
Comienzo
Peligro del pensar
Conversación
Saber es…
Sólo cuando te has desprendido de todo
Cesa pues…
Presiente el rastro
Ahí donde destrozan fieramente toda lejanía
Acontecimiento de hacer apropiado
Llevar a resolución
Lejos, muy afuera, habita la diferencia del ser
Elección del juntamiento
«Fundar»
Lo indispensable
Occidente
Vivimos en la noche
4. ENTONCES ESTAMOS A CUBIERTO
Entonces estamos a cubierto gracias al pensar
También el dios, y él
Desasidamente declinado
Asciende la verticalidad cortante
Dirime la diferencia
Abrupto y antiguo es el destino
Llega a conocer el mundo
Algunos
Dicta poéticamente la diferencia
5. AMO: VOLO UT SIS
Amo: volo ut sis
6. SONATA SONANS
Sonata sonans
El precipicio rocoso
Crece el misterio
Volver a mirarse
7. LLEGADA
Llegada
Λόγος y caminos de bosque
Niso
Oculta reposa
Los mortales
Ὀ Κεραυνός
Olas
τῶν μεγάλον πάρεδρος ἐν ἀρχαῖς / «persistiendo desde el comienzo» (Sófocles)
Sobre un dibujo de Henri Matisse
Ἀρμονία ἀφανής
Altura que descendió
Sólo lo que crece
Conmueve pensando la diferencia del ser
8. SEÑAS
Únicamente en un liberado desasir
Al decir, sigue a las señas…
Callad en la palabra
Los mortales
El hombre
Correspondencia
Los sin destino
Añadido a las Señas...
Habitante en el poema del dictado
El habitar y la usanza de nosotros
El mundear
Hacer señas es el comienzo que hace propio
Nuestro límite es sólo la llegada
Dolor
Sólo siendo los desasidos
Señas en el acontecimiento de hacer apropiado
Más decisivo
Dejar libre
Una vez se acerca…
Señas
Señas… reposan en el juego de la diferencia del ser
Señas
Señas
Señas
«Poemas» / Señas
Señas
Agradecer es pensar
Comienzo y conmemorar y pensar
El más puro agradecimiento
¡Pero qué lejos de la cercanía…!
El dictado de las señas…
El dictado silenciado a la diferencia del ser
Lo que viene… pero en mucho tiempo
Señas. Hasta qué punto el pensar es más poetizante
Señas
La conversación
«Dejar ser diferencia» a la diferencia del ser
Tiempo de veda, tiempo de protección
Pensar es servir
«Señas»
Pensar las señas
Agradecimiento como pensar
Jamás aceches a la comprensibilidad
El comienzo que hace propio del pensar…
Sólo para la diferencia del ser
La diferencia del ser guarda reservado un rastro resguardado
¿Te templa lo abierto del silencio…?
Di…
La nobleza en el eco
El país impronunciado
El saludo
La alegría
Mundo
Los que deben agradecerse
Vecindad
Tránsito
Tanto esfuerzo le costó…
El huésped
La despedida
El poema de la libertad
El viento
Estrella junto a estrella
El hombre
«El trabajador»
Palabra y mundo
Intimidad de la merced
Habitar
La escucha
La vía de paso
Irradiación de ser
El camino
El comienzo de la libertad en la palabra
La traducción
La ladera a la merced
Sentencia y lenguaje
Sonido del silencio
La diferencia del ser hace suya
Fe
Nada y diferencia de ser
Temple
La conversación
El riesgo del ente en la diferencia
El acontecimiento de la libertad
Libertad…
Pensar la diferencia del ser
Pastoreo de la falta
La nota tónica
El escondimiento de la falta
«Acontecimiento»
El no y el hombre
El agradecimiento
El tiempo
Camino de casa
Comienzo que hace propio
Pensar y cantar
Pensar y diferencia del ser
Pensar
Pensar
La medida
Los que cantan, los que piensan
El rastro
Comienzo que hace propio
Examen
Admiración de los pensadores
¿Desde dónde haces salir…?
Apropiamiento
«Sólo aguardando nos hacemos propios de nosotros»
Mundo
El dolor
Pensar – cantar
Historia
La cercanía al dolor
Si nosotros…
Σ
Lo que no se puede pensar por anticipado
Regreso de la tierra
Lo contrario
Opinión pública
«Justicia»
Creyentes
El nacimiento del lenguaje
Sólo en la muerte somos, siendo en la diferencia
La brecha se nos arrebata / Acontecimiento de hacer apropiado y arrebatamiento
SOBRE LAS «SEÑAS»
Ἅπανθ᾽ ὁ μακρὸς
La diferencia del ser
El tiempo de la voluntad
Lo imperecedero
Las vías de paso
Los signos
Propiedad
Sólo aguardando
Λόγος
Píndaro, fragmento n.o 205
Algunos
9. PAPELETAS CON ANOTACIONES SOBRE «SEÑAS»
Cfr.Las pasarelas del comienzo…
El saber
La magnanimidad
El pensar y la libertad
Vuelta a casa y regreso
En el giro se esconde
Más experimentados, nos miramos reflejados
Pero ¿qué son la fama y la gloria?
Traducir
Pensar
En memoria de Helmut
La consumación de la diferencia del ser
¿Brinda lo nuevo la renovación?
10. COMIENZO QUE HACE PROPIO E INICIO EN EL ACONTECIMIENTO DE HACER APROPIADO «DE LA» LIBERTAD DESASIDA
Comienzo que hace propio e inicio en el acontecimiento de hacer apropiado «de la» libertad desasida
11. DESDE EL TALLER
Desasidamente declinado
Propicio a la merced
¿Quién da lo liviano…?
Sólo el declive nos conserva la cercanía
¿Lo has inventado en tu cuarto?
Ἀλήθεια
El mortal
12. LA CABAÑA AL ANOCHECER
La cabaña al anochecer
Esparciéndose lejos, caminan por la azul neblina
Bruscamente se extingue un grito joven
La piedra gris mira al crepúsculo rojizo
Un grácil corzo llega al manantial
La pepita y la simiente
La Ἀλήθεια
Habitar en la cercanía…
La muerte es la abrupta intervención 2
Pensar es el inaparente buen ojo
Quien habla, no piensa
¿Quién piensa aún pensamientos poéticos?
El hombre es usado y necesitado por la diferencia del ser…
La muerte es la sombra recortada de la diferencia del ser…
A causa del apremio de lo ente, el olvido de la diferencia del ser…
Rara vez los hombres locuaces…
Lo difícil de guardar silencio…
A menudo, en la cercanía…
«Solitario» no significa…
¿Alguna vez vio alguien…?
Lo viejo es lo único…
Quien está anticuado…
Las espigas maduras…
13. PÍNDARO, ÍSTMICAS V, 1-16
14. Ἡράκλειτος ὁ σκοτεινός
15. SURCOS
Leemos
Πρώτιστον μὲν ῞Ερωτα Θεῶν…
Lo que el destino pone así a resguardo
A los mortales… paciencia
El plazo libre
Sin poesía
Dictado que habla
Lo perdurable
La verticalidad cortante
Correspondencia
Muerte
Pensar
En relación
Mundo
Cosecha
El final de la historia
Corresponde…
¿Pensar?
La llamada
Pensar
El mal (esbozo)
El dictado
El hombre
Mundo
Los mortales
El acontecimiento de hacer apropiado
Acontecimiento de hacer apropiado
16. SI DE LAS MERCEDES RETIRADAS / TAN SÓLO ME RECAYERA…
Noviembre de 1924
El hombre
Persona
¿Quién tiene el oído alerta…?
TERCERA PARTE PENSAMIENTOS POÉTICOS PARA EL LEGADO DE UN PENSAR
Corydalis
Construir habitar pensar
Copia
Arriesga el paso
Mantenencia
Contraviraje
Perseverar en el reservamiento
Abnegarse al dictado
Pregunta
Resplandecer
… atravesando veloz el extravío (primera versión)
Atravesando veloz el extravío (segunda versión)
Lenguaje
Pensar
Nombres
Época de la forma del posicionamiento
Período de tránsito
Algunos
Juntura de la diferencia del ser
Potestad
Muerte
Pero dónde estamos nosotros… (segunda versión)
Pero dónde estamos nosotros… (tercera versión)
En la región
Proyectos…
Región
Nada nadeante
¿Se abre aún la región…?
Encaminamiento
Caminos (tercera versión)
Pensar poetizante
En medio del extravío
Señas (tercera versión)
Localidad
Preludio (tercera versión)
Cézanne (tercera versión)
Tiempo (tercera versión)
Agradecimiento (tercera versión)
Este modo de pensar…
Lo uno
Desde lo mismo
Transformación del dictado enunciativo
La cercanía del último Dios
Resguardamiento
El paso atrás (I)
Poéticamente pensado – poetizado
Respuesta y pregunta
El paso atrás (II)
Legado de la pregunta del ser (primera versión)
Más erigiente… (primera versión)
Más erigiente… (segunda versión)
No una obra…
Legado de la pregunta por la diferencia del ser (segunda versión)
Lo que muestra
El paso atrás
Desasimiento
¿Por qué los textos «Pensamientos poéticos»?
PENSAMIENTOS POÉTICOS. VERSIÓN NUEVA Y AMPLIADA
Para ti, el 26 de septiembre de 1973
Para ti, en agradecimiento
Tiempo
Caminos
Señas
Localidad
Cézanne
Preludio
Agradecimiento
Habitar
Pertenecer
Algunos
Algunos
Algunos
Muerte…
Horas
¿Qué caminos…?
Pregunta
Indicación
Obstruido aún el llevar a resolución…
Piensa la dualidad
Velas son
Lo que no cuesta esfuerzo
CUARTA PARTE TEXTOS SUELTOS
Sófocles, Antígona. El primer coro, 332-375
Noche
Acontecimiento de ser hecho apropiado
Dicta poéticamente la diferencia
Dirime la diferencia
Llega a conocer el mundo
Asciende la verticalidad cortante
Sigue todavía
Abrupto y antiguo es el destino
La muerte hizo apropiada
El mortal
Píndaro, Píticas VIII, 92 ss.
Localidad
Para Almuth, en el álbum de recuerdos
Prólogo al poema «Todtnauberg»
Cézanne (versión tardía de 1974)
Legado de la pregunta por el ser. Caminos y puestos
«Ser» en los albores
Legado de la pregunta por el ser. Lo leve
Caminos, liberando…
Caminos
Camino del pensar
Del 5 al 6 de mayo de 1975
Pensar y el nadear
Apéndice
EPÍLOGO DE LA EDITORA
NOTAS DEL TRADUCTOR
PRIMERA PARTE
POEMAS TEMPRANOS – CARTAS – PENSAMIENTOS POÉTICOS[1] (1910-1975)
1. POEMAS Y CARTAS TEMPRANOS E INÉDITOS1910-1918
Me aparté de la fuerza de la cercanía de Dios, esa fuerza que crea a los héroes,
y, a la caza de fuegos fatuos, anduve a tientas por la necesidad y la noche,
olvidé la iluminación de las estrellas;
apoyé la frente caliente
en el blanco tronco, empapado de rocío,
del abedul:
el árbol se estremece,
temeroso de mí…
el cielo truena.
Huyo confuso:
«Abedul junto al estanque abajo:
que el murmullo de tus hojas
jamás trepe ya por las horas de sueño
de mi alma ajena a Dios,
oscilante nenúfar que,
frente a las rachas vertiginosas del tormentoso torbellino,
apenas ya se defiende».
6-XI-1910
PAÍS LEJANO
Amo esa hora vespertina,
cuando, a través de la ventana, la argéntea luz de la luna
invoca en mi habitación
a enanos, sílfides, sirenas y espectros.
Sueño largo tiempo
con la peonza, el aro y el juego de las prendas,
con la escuela infantil, con la primera pluma de escribir.
Me remonto muy atrás
por el camino abandonado demasiado pronto,
y busco, busco la dicha infantil
y el placer del muchacho.
Un cortante golpe de viento me arranca del país de la juventud,
la visión fantasmagórica se evade.
Aún veo cómo ahí, en la pared,
la pálida luz de la luna se desliza por la calavera.
19-XI-1910 M.
¿Has perdido el sol,
tú, tiempo turbio y cansado en que se hace invierno?
Con gestos surcados de dolor
y convulsiones de llanto
yerras por el país.
Enterrador con la azada,
te vas arrastrando por el silencio de los bosques,
llamas a las nieblas pesadas, plomizas y grises
para que suban de los valles
y, cual frío velo fúnebre, recubran gélidamente
luz y vida.
¡Tiempo en que se hace invierno! Una sola flor hay
que con tu hálito sepulcral no tocas:
soñando y aguardando crepita en las estrellas
una nostalgia de las rosas, las lejanas…
5-XII-10
M. H.
¿Sabes de esas horas
que transcurren despacio?
¿De esas mareas nocturnas que están detenidas?
¿Cuando la fluctuante vida de tu alma
refluye hacia atrás
y tu impulso de fruto salvaje
se desangra extenuado?
¿Horas en las que se aproxima la permanencia,
como en la última página de un libro profundo,
donde la pluralidad de la existencia, arrebatada a toda medida,
como una techumbre que se derrumba con estruendo,
se ha vuelto una dualidad solitaria y segura
entre Dios y tú?
¿Horas innombrables
que alejan de la severa pujanza del hombre?
¿Y su mirada infantil al cielo,
cuya ternura te hace estremecer
como la mano de la amada sobre tu frente?
¿Horas como la súplica de la monja,
como la muda andadura a casa del pastor?
¿Sabes de esas horas
que están detenidas?
4-V-13al querido Ernst.
A MI VIDITA…
Y del silencio ascienden pensamientos,
como del pueblo oculto entre montañas
el tañido de las horas…
y el alma, redimida de la tierra, busca un país propio,
donde no haya fronteras, ni retorno de los tiempos:
el país sin jornadas…
y como tras un repiqueteo de violines tocados hasta la extenuación,
así expira el deseo, y todo placer se hace pesado
en la marejada…
y se hunde. Pero el alma quiere inclinarse
hacia el alma, como desde la eternidad
el día del amor.
Friburgo de Brisgovia, 10-XII-15Martin.
Friburgo, 4-II-16
Hola, vidita. Finalmente he llegado esta vez antes que tú a la cabaña para estrecharte la mano. ¿Sabes? Me he dado mucha prisa de pura alegría, porque en el cuarto de estudio me sentía tan oprimido como el mismísimo Doctor Fausto: no sé qué hacer con el encantamiento que llevo en mi alma desde la última velada, que nos embriagó de gozo.
Volvieron a ser horas del todo nuestras: Kant, una cena agradable, conversación y experiencias últimas. El mundo entero y todas las posibilidades de la vida en sus grandes corrientes fundamentales confluyeron en nuestras almas, enardecidas la una en la otra.
Y jamás fue tan hermoso… jamás estuviste tú tan hermosa, vidita mía. No: dudaba por momentos de si realmente seguíamos en esta tierra. Tus maravillosos ojos, vidita mía, tus ojos –algo tan abisal, tan hondamente femenino–, toda tú… no, eso es algo que me excede. Pero has de saber, amadísima mía, que fue para mí una vivencia tan maravillosa que apenas puedo pensar en ella sin enloquecer de alegría.
Y que esta vez te pudiera ver aún de una forma tan distinta, eso para mí es más que una nimia formalidad: es algo tan prodigiosamente bello que jamás me separaré de esta imagen. Y todo el gozo, toda la belleza que aún nos aguardan…, todo eso tendrá una bendición y nada será para nosotros nimia formalidad. ¿Entiendes ahora por qué te dije tan torpemente que el azul te sienta encantadoramente bien?
Vidita, no sé si tu chico puede soportar tanta dicha y alegría: tienes que ayudarlo.
Y ahora, algo de nuestro correo. Pero todo esto es secreto. Tenemos un jefe nuevo, el comandante ha sido depuesto y en su lugar hay ahora un capitán de campaña. De oficio civil abogado, entiende el mundo castrense de otra manera, ya que, al fin y al cabo, en el fondo no tiene nada de militar. Trasladan nuestro Instituto a la Gartenstraße, 17. Van a hacer una nueva distribución. Mi colega Friedländer, un tal doctor Nachtsheim del Instituto Zoológico y yo constituimos el Departamento de Imprenta. Nos darán un despacho propio y podremos impartir nuestras lecciones. Por orden de la Comandancia General se cambiarán las horas de servicio: se prevé que todos trabajemos a diario de 8 a 12 y de 3 a 7. Es decir, se habría terminado eso de dar clases, pero el capitán es muy sensato y siente predilección por mí: al parecer le merecen respeto los filósofos. Por lo demás, las vacaciones nocturnas se harán de forma distinta, es decir, tendremos vacaciones continuas y de cuando en cuando nos darán 4 ó 5 días libres para descansar. El trabajo está cambiando, de modo que, sobre todo en el nuevo departamento, sin sentirme tan agobiado, aún pasa por mis manos todo tipo de tareas. Aunque no consiga el puesto docente hasta el verano, mis cursos están asegurados, y además de forma que cada semana daré dos horas de clase, y ya no tendré esta manera tan irregular de trabajar de ahora.
En cualquier caso, el reemplazo llega la semana que viene.
Regresa, pues, muy descansada y con mucho sol. Tu chico aguarda impaciente a que llegue el martes. De todos modos, aún continuará el servicio antiguo –si no, ya te lo comunicaré–, y en tal caso, yo llegaría finalmente por la tarde.
Eso de estar bien dormido se acabó. Pero a cambio, el servicio se termina por la tarde temprano, y yo aún puedo trabajar, aunque me voy pronto a la cama. De esta forma me veo obligado a ajustarme a la forma de vida posterior. Ya sabes, mi niña. Desde que ya no fumo ni bebo nada que lleve alcohol, me siento singularmente muy bien.
Mucho amor te manda tu chico.
¿Sabes, vidita mía, que todas las cosas están completamente llenas de sol desde que miré larga y profundamente en tus maravillosos y amorosos ojos y sentí los latidos de tu corazón empapados de dicha?
¡Ay, son tan frías las palabras, tan angulosas, tan llenas de finitud y limitación! Sólo quiero mirarte para siempre a los ojos, a esos ojos hondos como un lago de montaña, y besar con labios temblorosos tu frente pura.
Tus eléboros sueñan junto a mí. ¡Qué símbolo tan profundo, alzándose en medio de mis trabajos y mis libros!
Mándame mañana un saludo amoroso y dulce, y una imagen tuya. ¡Falta tanto para el domingo!
Buenas noches, vidita, que Dios te guarde.
Te manda un íntimo saludo
tu chico.
En algún lugar murmura una fuente
sumida en la noche.
En algún lugar a una muchacha
absorta en ensoñaciones
se le fue la hora
desapercibida.
En algún lugar anda un buscar
igual que el crepúsculo por abedules y hayas.
En algún lugar reposa un hallar:
superación del mundo
del alma ebria de Dios.
27-V-16
M.
A mi vidita, en el 10 de diciembre de 1916.
TÚ…
Fluye por tu cuarto un gris perlado
portando un crepúsculo de horas cumplidas.
Las finas puertas se abren como si tú fueras mujer.
En todas las cosas suena tu paso.
De la oscura zona cenagosa llega una gran pregunta.
Y desde lo profundo, su eco hace temblar el alma.
La amplitud sin colinas a lo largo del páramo cenagoso
se ilumina como un mediodía al cerrarse los párpados de tus ojos.
M.
EN EL «TÚ» A DIOS.
A mi querida vidita en su cumpleaños en 1918.
Comenzó una vida en opiniones. Tal vida no podía hallar ninguna raigambre interna en el crecimiento y el aprendizaje campesinos, arraigados en la naturaleza.
Y junto a su existencia perseveró un estado completamente desconectado de aquélla, esforzándose ambos por el derecho a la plena reivindicación del sí mismo aún no desarrollado.
Pese a la multiplicidad del saber que se aglomeraba, perseveré apoyándome en los principios de la tradición y en las visiones adicionales que hallé.
Este mundo de apariencias exhibía un brillo reflejo de vida prestado de las fuerzas eficientes recordadas y pretendidas, aunque ya sólo accesibles de forma figurativa, de una época religiosa ya hundida. La vida y la voluntad de vivenciar se asfixiaban una y otra vez bajo un acumulamiento de teoremas mal fundados y mutuamente enfrentados en apologías y cálculos.
La conciencia moderna del problema llevó por vez primera las discordias al alma. Prendió, y una auténtica lucha se desató y se hizo viviente.
Las perspectivas para nuevas valoraciones se abrieron en el ámbito cultural escogido de la «ciencia». La idea del «saber teórico» se hizo dominante en la conciencia.
Pero lo conquistado sucumbió de nuevo al riesgo de segregarse de la conciencia viva, de esclerotizarse en tesis y principios, de hacerse objeto y método de una dialéctica transmitida e incrustada. La esclerotización abarcó la amplitud entera de la conciencia, haciéndole imposible la pujanza para extenderse hacia las honduras, de modo que toda tendencia germinante a un verdadero despertar de lo interior, murió una y otra vez.
El comportamiento espiritual que venía dado con la educación y que en el proceso de desarrollo se hizo aún más absoluto, ajustando todas las preguntas por la verdad a una idea dogmática de finalidad, sin que este sistema de finalidades y principios, en virtud de su propio género, permitiera jamás un acceso anímico, ese comportamiento impidió tomar posesión de la verdad real como un bien vivo de la conciencia. Todo enraizamiento de la veracidad interior, en cuanto comportamiento anímico fundamental de una espiritualidad auténtica y libre, sufrió una inhibición radical.
Tampoco la ciencia, en cuanto ámbito de la vivencia y la creación, fue capaz de ayudar a un despertar interior. La abundancia contradictoria con la que saturaba y distraía hacia las direcciones más dispares, desviaba la atención del abismo que se había abierto entre su mundo y un sí mismo que la aprehendiera verdaderamente.
La mayoría de las veces, el sí mismo se agotaba en la conciencia de disponer sobre el dominio teórico del ámbito del saber.
Toda conciencia y toda elaboración del problema nacidas auténticas y conservadas parcialmente puras desembocaban finalmente en este mismo estado típico.
Este estado significaría un comportamiento de la conciencia en el cual los actos realizados, por sí mismos y en su encadenamiento, emprenden un curso que ni en su origen ni en ningún punto futuro se nutre y guía por la vida original de un sí mismo auténtico.
El hombre que se encuentra en este estado, por muy enérgicamente que se autopersuada de poseer un verdadero sí mismo, tiene su verdadero yo sepultado. El sentido, en cierta medida unitario, de todo hallarse en este estado no resulta de una asignación de sentido de la conciencia personal desde su fundamento auténtico, sino que es una mala unitariedad, cuyo clausuramiento se debe a que aquélla se halla continuamente escindida del fundamento vital. Todo hallarse en este estado conlleva el fingimiento del ser verdadero, y sólo cuando ya es tarde es puesto a duras penas al descubierto como una capa de la conciencia superpuesta e inhibidora de la vida.
Este estado fue quebrantado por la originalidad, pero no en el sentido de que jamás hubiera sido posible que la originalidad irrumpiera desde dentro del estado imperante. Sino que el estado fue eludido, por decirlo así, como si no existiera, y el yo fue hallado y alcanzado de forma elemental por un nuevo camino originario.
El «tú» de tu alma amorosa me encontró.
La vivencia de haber sido encontrado, de que alguien había dado conmigo, fue el comienzo del despertar de mi mí mismo más propio.
El pertenecerte a «ti» sin mediaciones ni puentes me dio a mí mismo en posesión.
Al principio, el ser nuevo y viviente y el viejo estado buscaron un equilibrio: la capa del estado, por la carga de su propia pesantez, no podía apartarse de golpe. Las influencias ocultas de su tipismo siguieron proliferando, y sólo lentamente comenzaron a caer los fragmentos suyos que se iban rompiendo.
Y entonces la vivencia fundamental del «tú» pasó a ser la totalidad irrigante de la existencia, y la esfera de la vivencia se hizo entera, plenamente real, común y recíproca en cada una de sus fases y direcciones.
La experiencia fundamental del amor viviente y de la verdadera confianza hizo que mi ser se desarrollara y acrecentara. Actuó de una forma creadora, en el sentido de que los modos de comportamiento del trabajo interior, que inicialmente sólo tendían y exigían retornar a la originalidad anímica, hallaron el centro e irrumpieron desde el origen.
Los ámbitos de «vivencia» del antiguo estado experimentaron un giro radical. La experiencia fundamental aprehendió, con un efecto profundo continuamente creciente, el núcleo central de la conciencia: lo religioso, y abrió los caminos para su nacimiento verdadero y su reconfiguración.
Y al mismo tiempo, la experiencia fundamental, con su despertar del ser más propio, se condensó haciéndose el centro de la problemática filosófica como «conciencia histórica»: el hecho primordial de la conciencia viviente, el estar uno por el otro y para el otro del yo plenamente viviente y del tú plenamente viviente en el curso manante y como curso de un ser lleno de sentido.
Las oleadas de la vivencia, manando del yo viviente encontrado, me llevan ahora en su vitalidad a la realidad primordial de Dios, y su configuración y crecimiento en vida se hallan en la desinhibición de la más íntima fuerza histórica de mi ser. Este ser viviente, el concepto primordial de todos los absolutos que los filósofos quieren conocer, es, conforme a su ser más íntimo, fe que confía, cuyas fuerzas eficientes se me hicieron vivientes en la silenciosa proximidad de tu alma amorosa.
En junio de 1918.M.
2.PENSAMIENTOS POÉTICOS1945-1946
PALABRA Y MUNDO
Sólo cuando lo demasiado silencioso te llama
Alcanzas la escucha,
Encuentras lo ya largo tiempo
Reposado en la palabra,
Agraciado porque el mundo pasó a tu lado.
Pero ¿cuándo se queda a tu lado lo demasiado silencioso?
¿Cuándo? Si todo «cuándo»
Siempre se retrasa
Para el rato que aguarda impaciente.
¿Cómo campa entonces el apaciguar de un silencio,
Si apenas acontecimiento alguno,
Porque todo queda sólo en obrar,
En provecho y en servidumbre?
¿O está ya el mundo apaciguado y amamantado por la merced,
Construido en el agradecimiento?
A Elfride, en las navidades de 1945M.
PENSAR
Pensar es el silencioso habitar,
es el más callado agradecimiento.
Pensar es el medroso tratar con cuidado,
es el elixir frío.
Por el camino escintilan tenues
luces sin número,
como rosas que jamás marchitan,
saludando al río y al bosque.
Pensar es el osado dejar libre,[2]
llamada sin forma
a que los mortales sean siendo en la diferencia: