San José, la personificación del Padre - Leonardo Boff - E-Book

San José, la personificación del Padre E-Book

Leonardo Boff

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En primer lugar trata de conocer con más detalles al mismo san José como trabajador, esposo, padre y educador. Después expone de qué manera san José ilumina las cuestiones actuales de la familia y de la figura tan cuestionada del padre. Finalmente nos muestra cómo nos ayuda san José a entender las facetas nuevas del misterio de Dios, en cuya encarnación no sólo asumió la realidad de Jesús, sino también fue "asumida" la paternidad humana de José (Redemptoris custos 21). Para el logro de estas metas, hay que tener en cuenta que san José no nos dejó ni siquiera una palabra. Sólo tuvo sueños, que él seguía incluso sin entenderlos. Su lenguaje era otro: san José hablaba con las manos en la carpintería; con los brazos, cargando al niño Jesús; con los pies, caminando hacia el exilio de Egipto; con el amor, estando junto a María; y con el cuidado, garantizando el sustento de la Sagrada Familia. Es modelo de los cristianos, ejemplo de gente buena y patrón de la Iglesia doméstica. Son interesantes las palabras de Paulo Coelho, gran devoto de san José: "Me gusta pensar que la mesa en la que Cristo consagró el pan y el vino habría sido hecha por José, porque allí estaría la mano de un carpintero anónimo, que se ganaba la vida con el sudor de su rostro y, precisamente por ello, permitía que los milagros se manifestasen".

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Leonardo Boff

 

 

 

 

 

San José,

la personificación del Padre

 

 

 

 

 

 

 

Título original: Sao José, a personificafao do Pai

 

© 2005 Leonardo Boff

 

 

 

© 2006 Ediciones Dabar, S.A. de C.V. Mirador, 42Col. El Mirador 04950, CDMXTel. (55) 5603 3630, 5673 8855e-mail: [email protected]

 

 

 

ISBN: 978-607-612-217-4Hecho en México

 

 

 

 

Traducción: Francisco Soto

Disefío de portada: Guillermo Ruiz Contreras - Ricardo Aguilar

Diagramación: Irma García Cruz

ÍNDICE

PREFACIO

EL EVANGELIO DE JOSÉ

l. La genealogía de su hijo Jesús

2. La anunciación del nacimiento de su hijo Jesús

3. El nacimiento de su hijo Jesús

4. La huida a Egipto

5. La familia va a vivir en Nazaret

6. La presentación de Jesús niño en el Templo

7. Jesús en el Templo a los 12 años

8. El hijo de José, el carpintero

I CÓMO HABLAR DE SAN JOSÉ HOY

l. El rescate de la figura de san José

2. El objetivo de nuestra reflexión

3. San José nos ayuda a entender más a Dios

4. De la oscuridad a la luz plena

II ACLARAR MALENTENDIDOS Y ESTEREOTIPOS

l. José, ¿un hombre sin mujer?

2. ¿Una familia de desiguales?

3. José, ¿anciano y viudo?

4. ¿Había amor entre José y María?

5. ¿Tiene sentido un matrimonio entre María y José?

III SAN JOSÉ EN LA HISTORIA: ARTESANO, PADRE, ESPOSO Y EDUCADOR

l. José, el artesano carpintero

2. José, esposo de María

3. José, padre de Jesús

4. Los hermanos y las hermanas de Jesús

5. José, varón justo

6. José el nazareno, el "severino"

7. José cuida de la familia en el exilio y en los cambios

8. José educa a Jesús y lo introduce en las tradiciones

9. Los sueños de José

10. El silencio de José

IV EL SAN JOSÉ DE LA FE. LOS EVANGELIOS

l. La teología de la infancia de Jesús

a) La perspectiva de san Mateo acerca de José

b) La perspectiva de san Lucas sobre José

2. La teología de san Lucas acerca de José

3. La teología de san Mateo acerca de José

4. Elementos comunes en las dos teologías

V EL SAN JOSÉ DEL IMAGINARIO: LOS APÓCRIFOS

1. Los apócrifos: la imaginación de la fe

2. Los apócrifos de san José

a) El proto-evangelio de Santiago

b) José en el evangelio del seudo-Tomás

c) La historia de fosé el carpintero

d) Diálogos de Jesús, Maria y José

e) El evangelio árabe de la infancia de Jesús

j) El evangelio del seudo-Mateo

g) El evangelio del nacimiento de María

VI EL SAN JOSÉ DE LA RAZÓN: LA REFLEXIÓN TEOLÓGICA

l. San José en la historia de las ideas teológicas

2. San José en el culto de la Iglesia y en los documentos pontificios

VII EL SAN JOSÉ DE DIOS: EL ORDEN DE LA UNIÓN HIPOSTÁTICA

¿Qué es el orden hipostático?

l. San José participa de la economía de la salvación

2. San José pertenece al orden hipostático

3. La pertenencia al orden hipostático, una idea pacífica

4. San José, la "sombra" del Padre

5. San José, la personificación del Padre

VIII SAN JOSÉ DEL PADRE: LA PERSONALIZACIÓN

1. Dios es Trinidad y se revela como es

2. La personificación del Padre en José

3. Categorías bíblicas de la morada de Dios

IX LA FAMILIA DIVINA EN LA FAMILIA HUMANA

1. La Santísima Trinidad no es número, es comunión de diferentes

2. La Santísima Trinidad es la Familia divina

3. La Familia divina se personifica en la familia humana

4. Una realidad dinámica y tensa

X EL PADRE CELESTE EN EL PADRE TERRENO

l. El ser, el hacer y el relacionarse del Padre

2. El Padre es Padre del Hijo antes de ser el Creador

3. José, padre terreno y connatural al Padre celeste

4. ¿Tenía san José conciencia de ser la personificación del Padre?

XI LA FAMILIA A LA LUZ DE LA SAGRADA FAMILIA

1. La familia: utopía y realidad

2. La familia y las transformaciones hist6rico-sociales

3. Desafíos de las nuevas formas de cohabitación

4. La sagrada familia y la familia moderna

XII LA FIGURA DEL PADRE A LA LUZ DE SAN JOSÉ

1. El eclipse de la figura del padre

2. La sociedad de la Gran Madre y la crisis del padre

3. El principio antropológico del padre y los modelos históricos

4. San José, padre ejemplar

CONCLUSIÓNTODA LA SANTÍSIMA TRINIDAD ESTÁ ENTRE NOSOTROS

1. Una visión completa y totalizante de Dios

2. La espiritualidad de lo cotidiano

3. San José, patrono de la "Iglesia doméstica"

4. La espiritualidad de la "gente buena"

BIBLIOGRAFÍA

PREFACIO

 

 

 

Cinco veces aparece la palabra sueñoen el Nuevo Testamento y de ellascuatroserefierenaJosé,quien,convencidoporunángel,hacelo contrario de lo que estaba pensando.

No abandones a tu mujer. José, por supuesto, podía pensar cosas como ésta:"¿Qué van a pensarlos vecinos?"

VeteaEgipto. "Peroyameheestablecidoaquícomocarpintero, tengo mi clientela, ¿cómo voy a abandonar todoahora?"

RegresadeEgipto.ElsantoJosépudohaberpensadodenuevo: "¿Otravez, ahoraquehelogradoorganizarmividaytengounafamilia quemantener?"

Al contrario de lo que el sentido común aconseja, José sigue sus sueños.Sabequetiene undestinoquecumplir:proteger ysostenera sufamilia. ComomillonesdeJosésanónimos, procuracumplirsutarea, aunque para ello tenga que seguir sueños ininteligibles para él. Mástarde, tantolamujercomounodeloshijossetransformanenlas grandes referencias del cristianismo. El tercer pilar de la familia, el obrero, sólo es recordado en los pesebres navideños, o por quien le tiene una especial devoción, como es mi caso y como es también el caso de LeonardoBoff.

UnlibrosobreJosées,portanto,unabendición.Muestraalobre­ro,alpadre,alhombrequesiguesueños,aquienproveeelpanpara quesuhijopuedaconsagrarlo. Elrevolucionarioqueaceptaserguia­doporelmundoinvisible.Elprotectoryelmaestro,porque,sinlos valoresfamiliaresinculcadosporél, todalahistoriapodríahabersido diferente.

Heleídoaberracionescomoésta:"JesúsestuvoenlaIndiapara aprender de los maestros del Himalaya". Para mí, todo hombre aprendeenlatareaquelavidaledepara.Jesúsaprendiómientrasha­cíamesas,sillasycamas. Enelcaminodelaspersonascomunesen­contramostodaslasleccionesqueDiosnosdatodoslosdías. Basta incluirlapalabraamorenlaluchadiariayéstasetransformaenun oficio sagrado.

Enmiimaginario,megustapensarquelamesaenlaqueJesús consagróelpanyelvinohabríasidohechaporJosé,porqueallíesta­ríalamanodeuncarpinteroanónimo,queseganabalavidaconel sudordesurostroy,justamenteacausadeeso,permitíaquelosmila­gros semanifestasen.

 

 

 

Paulo Coelho

EL EVANGELIO DE JOSÉ

 

 

 

SanJosénonosdejóningunapalabra.Nosregalósusilencioysu ejemplo de hombre justo, trabajador, esposo,padreyeducador. Va­mosahacerelinventariodelospasajesdelSegundoTestamentoque se refieren aél.

 

l. La genealogía de su hijo Jesús

 

EnlalargalistadelosantepasadosdeJesús,Joséocupaelúltimo eslabón. Mateo comienza con Abrahán y termina así: 'Jacob fue padre de José,esposo de María, y de Maríanació Jesús,llamadoCristo" (1,16).

LucascomienzaconJosé,cuyopadrenoesJacob,sinoElí,yter­minaenAdányenDios.Diceasí:"Cuando Jesúsempezósuministerio tenía treintaaños ypasaba por hijo deJosé"(3, 23).

 

2. La anunciación del nacimiento de su hijoJesús

 

Lucas narra así la anunciación:

''Enelsextomes,elAngelGabrielfueenviadodepartedeDiosauna ciudaddeGalilea,llamadaNazaret,aunavirgen,prometidaenmatrimonioaunhombre, llamado José, delacasadeDavid [...].DijoMaría alángel: '¿Cómopuedeseresto,puesnoconozcovarón" (1,26-27.34).

Mateo escribe así:

"[. ..] María,sumadre,estaba comprometidapara casarsecon José; pero antesdevivirconélcomoesposa,quedóembarazadaporlaaccióndel EspírituSanto. José, suesposo, queeraunhombrejusto,noquisodenun­ciarpúblicamente aMaría,sino quedecidió separarsede ellade una maneradiscreta.Andabaélpreocupadoporesteasunto,cuandounAngel del Señor se leapareció en sueñosy le dijo:

-José,descendiente de David,no tengas reparo en recibir en tucasa a María,tuesposa,pueselhijoquehaconcebidoesporlaaccióndelEspí­rituSanto.Y cuandodéaluzasuhijo,túlepondraspornombre Jesús, porque él salvard a su pueblo de sus pecados[. ..]. '

CuandoJosédespertódelsueño,recibióensucasaaMaría,suesposa, conformealoquelehabíamandadoelAngeldelSeñor.Lacual,sinque élanteslaconociese,dioaluzasuhijo,alqueJosépusopornombreJe­sús" (1, 18-21.24-25).

 

3. El nacimiento de su hijoJesús

 

Lucasnarraasíelnacimiento deJesús:

"Augusto,elemperadorromano,publicóporaquellosdíasundecreto disponiendoqueseempadronarantodosloshabitantesdesuimperio. Cuandosehizo esteprimercenso,CirinoeragobernadordeSiria.Todos teníanqueiraempadronarse,cadaunoasuciudadnatal.Porestara­zón,tambiénJosé,descendientedelreyDavid,se dirigiódesdeNazaret, enlaregióndeGalilea,aBelén,elpueblode judeadedondeprocedíael linajedeDavid.Fue,pues,allaaempadronarsejuntamenteconsuespo­sa, María, que se hallaba embarazada[. ..].

Los pastores se dijeron unos a otros:

-'VamosaBelén, averesoquehasucedido yelSeñornoshadadoaco­nocer:

Fueron,pues,atodaprisa yencontraronaMaría,a Joséyalreciénnaci­do acostado en el pesebre" (2, 1-5.15-16).

 

4. La huida aEgipto

 

"CuandoyasehabíanidolossabiosdeOriente,unAngeldelSeñorse apareció en sueños aJosé y le dijo:

-'Levantate,tomaalniñoyasumadreyhuyeconellosaEgipto.Qué­dateallíhastaqueyoteavise,porqueHerodesvaabuscaralniñopara matarlo:

Joséselevantó,tomóalniñoyalamadreypartiódenocheconellosca­minodeEgipto,dondepermanecióhastalamuertedeHerodes"(Mt2, 13-15).

 

5. La familia va a vivir en Nazaret

 

''DespuésdemuertoHerodes,unAngeldelSeñorseaparecióensueñosa José, alla en Egipto, y ledijo:

-'Ponteencaminoconelniñoyconsumadreyregresaconellosa Israel,porqueya hanmuertolos que querían mataralniño:

Josépreparóelviaje, tomóalniñoyalamadreyregresóconellosa Israel.Pero,alenterarsedequeArquelao,hijodeHerodes,reinabaen judeaenlugardesupadre,tuvomiedodeiralla.Asíque, advertidoen sueños,sedirigióalaregióndeGalileayseestablecióenunpueblolla­madoNazaret.Deestamanerasecumplióloquehabíananunciadolos profetas: queJesússeríallamadoNazareno"(Mt2,19-23).

 

6. La presentación de Jesús niño en elTemplo

 

''Pasadosyalosdíasdelapurificaciónprescritaporla ley deMoisés, lle­varonalniñoaJerusalénparapresentarloalSeñorenel Templo[..]. Lospadresdelniño JesúsllevabanasuhijoalTemploparahacerconél loqueordenabalaLey{..}.Lospadresde Jesúsestabanasombradospor loquesedecíadeél {..}.Despuésdehabercumplidotodoslospreceptos de la ley delSeñor,volvieronaGalilea,asupueblo,Nazaret"(Lc2,22. 27. 33.39).

 

7. Jesús en el Templo a los 12años

 

''Lospadresde Jesúsibantodoslosañosa Jerusalén,acelebrarlafiestade laPascua.Cuandoelniñoerayadedoceaños,fuerontodosjuntosala fiesta, comoteníanporcostumbre. Después, pasadosaquellosdías, em­prendieronelregreso.Peroelniño Jesússequedóen Jerusalénsinadvertir­losuspadres. Ellospensabanqueiríamezcladoentrelacaravana, yasí continuaronelcaminodurantetodoundía.Altérminodela jornadaco­menzaronabuscarloentrelosparientesyconocidos,y, envistadequeno loencontraban,sevolvieronaJerusalénparaseguirbuscandoloallí.Por fin,alcabodetresdías,loencontraronenel Templo, sentadoenmediode losmaestrosdela Ley,escuchdndolosyhaciéndolespreguntas.Ytodoslos queloescuchabanestabanasombradosdesuinteligenciaydesusrespues­tas. Suspadressequedaronatónitosalverlo, ysumadreledijo:

-'Hijo,¿porquéhashechoesto?Tupadrey yohemosestadomuyan­gustiados buscandote:

Jesús les contestó:

-¿Y por quémebuscaban?¿Nosabíanquedeboocuparmedelosasun­tos de mi Padre?'

Peroellosnocomprendieronloquelesdecía. Despuéselniñoregresóa Nazaretconsuspadresysiguiósumisoaellos"(Lc2,41-51).

 

8. El hijo de José, elcarpintero

 

'Jesúsfueasutierraysepusoaenseñarenlasinagoga,detalmanera que la gente, sin salir desu asombro, se preguntaba:

-¿Cómo sabetantoestehombre?¿Cómopuedehacerlos milagrosque hace?¿Noesésteelhijodelcarpintero?¿NoesMaríasumadre,ysusher­manosSantiago,José,SimónyJudas?Ysushermanas¿noviventodas ellas aquí entre nosotros?'" (Mt 13,54-56).

"Todoslemanifestabansuaprobaciónyestabanmaravilladosporlas hermosaspalabrasquehabíapronunciado. Sepreguntaban:¿noeséste el hijo deJosé?"(Lc4,22).

"Felipe se encontró con Natanael y le dijo:

-'HemoshalladoaaqueldequienescribióMoisésenellibrodelaLey delquehablarontambiénlosprofetas;esJesús,hijode José y naturalde Nazaret' "(Jn 1,45).

Los judíoscomenzaronacriticara Jesús porquehabíadichoqueélerael pan que ha bajado del cielo.Decían:

-'Éstees Jesús,elhijode José.Conocemosasupadreyasumadre¿Có­moseatreveadecirquehabajadodelcielo?'” (Jn 6,41-42).

I

CÓMO HABLAR DE SAN JOSÉ HOY

 

 

 

¿QuésepuededecirsensatamentesobresanJosé?Élnonosdejónin­gunapalabra. Nuestraculturaylateologíaestánhechasengranparte depalabrashabladasoescritas.Siéstasfaltan,lamemoriasepierde,la inteligenciaseofuscaynosentregamosalimaginario quenotieneni censura ni límites.

PorestarazónsanJosénohaencontradotodavíasulugarenlare­flexión teológica. Es como si fuese una isla separada del continente teológicoocomosisencillamentenoexistiese.Pertenecealapiedad popularmásquealameditacióndelospapas, delosteólogosydelos sectoresletradosdelcristianismo.Noobstante,millonesdepersonas, de instituciones y de lugares llevan su nombre:José.

 

l. El rescate de la figura de san José

 

En las últimas décadas ha habido, sin embargo, un retorno vigo­rosoalosestudiosjosefinos, solamentecomparablealquehuboenel siglo XVII, cuando en toda la cristiandad irrumpió de manera signi­ ficativalareflexiónsobresanJosé. Peroprácticamentetodoslosteólogos lo hacen un subtema de la cristología o de la mariología. Con respecto a Jesús y a María, ocupa un papel secundario o complemen­tario. Su misión es dar seguridad a la madre y cuidar al niño Jesús. Una vez realizadas estas funciones, puede desaparecer. Y efectiva­mente lo hicierondesaparecer.

Otras veces su tratamiento es desarticulado, orgánicamente des­conectado de los demás temas de la revelación y de la teología. Se aprovecha la figura de sanJosé para abordar la importancia de la familiaengeneralydelapaternidadenparticular.Prevalece,sinem­bargo, elgénerodevocionalypiadoso, sindiálogoconlasaportacio­nes de las ciencias sobre estos temas siemprecandentes.

Pero no queremos ser injustos. Existe una pléyade de notables in­vestigadores y teólogos, como T. Stramare en Italia, B. Llamera en España, R. Gauthier y P. Robert en Canadá, F.L. Filas y L. Bourrassa Perrota en Estados Unidos, H. Rondet y A. Doze en Francia, J. Stohr y Brandle en Alemania, entre otros1. Se han creado también algunos centros de documentación e investigación de notable seriedad, con sus respectivas revistas, que se dedican al estudio de san José (josefo­logía) y han reunido todos los datos disponibles a lo largo de los siglos sobre el tema. Existen catalogados casi veinte mil títulos de todo tipo de literatura2. Se encuentran allí materiales riquísimos, la mayoría de carácter histórico, para profundizar y sistematizar el pensamiento acerca del padre de Jesús y esposo deMaría.

Nosotros, en cuanto nos sea posible, los utilizaremos. Queremos agradeceraquíalCentredeRechercheetdeDocumentationdelOrato­rio San José, en Montreal, especialmente a su director, Pierre Robert, y a la secretaria, Karine, por haber puesto la inmensa biblioteca-de lasmásgrandessobreeltema-amidisposiciónparareunirlabibliografíayteneraccesoalibrosrarosyarevistasdejosefología.Sinla amabilidad de estas personas este libro no habría sido escrito,dadas lascondiciones de periferiaen quevivimos, lejos delos centrosme­tropolitanos de reflexión y depublicación.

 

2. El objetivo de nuestrareflexión

 

¿Quétareanosproponemos?Nosproponemosresponderalapre­gunta:¿tienesanJoséunarelaciónúnicaysingularconelPadreceles­tialdemaneraquesepuedaafirmarquerepresentalapersonificación del Padre? Teniendo esto en cuenta,¿cuál es su relación con elHijo encarnadoenJesúsyconMaría,suesposa,enlaqueelEspírituSanto plantó su tienda? ¿Cuál es el significado de la familia Jesús-Ma­ría-JoséenrelaciónconlafamiliadivinaPadre-Hijo-EspírituSanto?

Elhechodenohaberdejadoningunapalabra, derecibirmensajes sólo en sueños, de ser la figura silenciosa del Segundo Testamento, noesfortuitonicarecedesentido.Estesilenciotraeconsigounmen­saje cuyo significado ha de ser descifrado.SanJosé esun artesano y nounrabino. Enélcuentanmáslasmanosquelaboca, máseltraba­jo que laspalabras.

EstareadelateologíainterrogarsesobreDiosysobretodaslasco­sas alaluz de Dios, nosólo apartir delos textosbíblicos, de lastra­diciones heredadas y de las doctrinas fijadas por el magisterio eclesiástico,pueséstasnoencapsulanaDiosnicierranelámbitodela revelación.ElDiosvivosesiguecomunicandoenlahistoriay,deese modo, essiempremayor, rompelasbarrerasdelasreligiones, delos textossagrados,delasautoridadesdoctrinales,delasteologíasydelas cabezasdelaspersonas. PoresoimportabuscaraDiosenlacreación como hoy la entendemos, como proceso inmenso de evolución as­ cendente,en la historia humana,en la produccióndel mismopensa­miento creativo.

Dios es misterio fontal, por eso todos los saberes y todas las pala­bras son insuficientes. Siempre, una y otra vez, somos desafiados a retomar el esfuerzo de comprensión y de profundización, aunque seamosconscientesdequeélsiguesiendomisterioparatodoconoci­miento.

Importa, pues, ir más allá de los límites de todo lo que se dice y transmiteacercadesanJosé,frutodelapiedad,delasartesplásticasy literarias y de la reflexión. Cabe siempre confrontar a la condición humana con san José y descubrir los significados religiosos que de ellosederivan. Concretamente,urgesacarasanJosédelamarginali­dad en que se le ha dejado y darle la centralidad que se merece.

Es necesario, por otro lado, respetar la humildad de san José,tan violadaporunajosefologíadeexaltaciónydeenumeracióndeprivi­legios yvirtudes. Asíhasidoeldiscursopredominanteentre losteó­logos, particularmente en el siglo XVIII, cuando se elaboraron los primeros trabajos sobre san José. Esa manera magnificadora de hablar contaminó el lenguaje posterior, especialmente el de los papas. Porsupuesto, hadeservenerado, perorespetandolaformadiscretay severa que los evangelistas usan cuando a él se refieren.

Nosatrevemosahacerunateologíaradical.Esdecir,pretendemos poneraDiosenlaraízdetodoyllevarlascosashastasufin.Alhablar deJosé,queremoshablardeDiosasícomoloscristianosloprofesan, siempre como Trinidad de personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Ese Dios-Trinidad se autocomunica en la historia. En esta pers­pectiva radicalnobasta tener al Hijo yal Espíritu Santo con sus res­pectivasmisionesenlahumanidad.Esopuedegenerar,comogeneró, elcristocentrismo(Cristoeselcentrodetodo)yhastaelcristomonis­mo(sólo Cristocuenta).O puede darorigen aun carismatismo exa­cerbado, esdecir, aunavisióndelaeradelEspíritu Santo-comoen Joaquín de Fiore, en el siglo XIII-, que pretende dejar en el pasado la era del Hijo. O puede crear una comunidad sólo de carismas, sin unmínimodeorganización.O uncristianismodepuroentusiasmoo de exaltación de la experiencia religiosa, como hoy es común en el cristianismomundial, apartadodelacruz,delosproblemasdelajus­ticia de los pobres y de las limitaciones de la condiciónhumana.

Necesitamoslapresenciaentrenosotros delas trespersonas divi­nas:Padre, HijoyEspírituSanto.ConelEspírituSantoyconelHijo debe estar también el Padre. De lo contrario, estaremos como sus­pendidos enelaire,sin el sentidodeorigen ydefinde todo elmiste­rio de la revelación y autocomunicación de Dios en la historia, que representa la persona delPadre.

 

3. San José nos ayuda a entender más aDios

 

En otras palabras, queremos hablar de Dios a propósito de sanJosé,perodelDiosdelaexperienciacristiana, queessiempreTri­nidad, comunión, relación y eterna inclusión de las personas entre sí3.

De esta perspectiva parte nuestra pretendida teología radical. Es radicalporque pretende ira lasraícesyporque quiereir hastalapro­ fundidad última de lascuestiones.

Veamosestoenelcasoquenosinteresa: sanJoséestárelacionado condosPersonasdivinas. Enprimerlugar, conelEspírituSanto, que vino sobre su esposa, María, y la cubrió con su sombra (Lc 1, 35: armó, plantó su tienda) de tal forma que quedó encinta de Jesús. En segundo lugar, con el Hijo, que también plantó su tienda (cfr Jn1, 14)yseencarnóenJesús,hijodeella. Él,comodiránlosteólogosdel sigloXVI,entró,por medio de María ydeJesús,en una relación hi­postática.Explicoeltérmino:relaciónhipostdticaesaquellaporlaque san José se relaciona de forma única ysingular con las dos personas divinas (hipóstasis, de donde viene hipostático, significa "persona", engriegoyenlateologíaoficial). Portanto,Josécomienzaapertene­ceralmismoordenqueespropiodelasdivinasPersonas. SinJoséno hay encarnación concreta tal como los evangelios laatestiguan.

Enestarelaciónquedóexcluidoel Padre.El Padre,dicenlosteó­logos, fuequienenvióalHijoenlafuerzadelEspírituSanto. Peroél, según entiende comúnmente la teología, permaneció en su misterio insondable, dentro de la Trinidadinmanente.

¿Seráestoloúnicoquepodemosdecirdel Padre? ¿Dios-Trinidad no se revelatal como es, es decir,comoTrinidad?¿Nohabríaunlu­gar para la autocomunicación y revelación del Padre? ¿Quién mejor queJosé, padredeJesús, el HijoencarnadoporlaaccióndelEspíritu Santo,paraserlapersonificacióndelPadrecelestial?Sí,éstaeslatesis quevamosadefenderennuestrotexto. Demanerasemejanteal Hijo y al Espíritu Santo, también el Padre puso su tienda entre nosotros, en la persona de san José.

¿NodecimosqueeldesigniodeDiosesdesumasabiduría, supre­ma armonía e inenarrable coherencia? Este designio, por ser divino, tieneesascaracterísticassupremas. Lamismateologíabuscasiempre ensuelaboraciónunespíritucoherenteysinfónico; articulatodaslas verdadesentresí y arroja luzsobrelas conexionesexistentes entrela verdaddeDios, laverdadde la revelación,laverdadde lacreacióny la verdad de lahistoria.

En esta coherencia y sinfonía nos atrevemos a afirmar que laTri­nidad toda se autocomunicó, se reveló y entró definitivamente en nuestrahistoria. Lafamiliadivina, enunmomentoprecisodelaevo­lución, asumiólafamiliahumana: el PadresepersonalizóenJosé, el HijoenJesúsyelEspírituSantoenMaría.Comosieluniversoente­ro preparase las condiciones para ese evento de infinita bienaventu­ranza.

Alcanzamosdeestemodolamáximacoherenciaylasupremasin­fonía: lahumanidad, lahistoriayelcosmossoninsertadosenel Rei­no de la Trinidad. Nos faltaba una pieza en esta arquitectura de inenarrableplenitud: lapersonalizacióndelPadreenlafiguradeJosé de Nazaret.

Más adelante, en su debido lugar, señalaremos las mediaciones antropológicasyteológicasquepermitenlaproyeccióndeestahipótesis teológica, que llamamos técnicamente teolegúmenon ("teoría teológica").Nosetratadedoctrinaoficial, niseencuentraenlosca­tecismosyenlosdocumentosoficialesdelmagisterio.Peroesunahi­pótesis teológica bien fundada, fruto del trabajo creativo de la teología que consiste -como dijimos-, en la diligencia de penetrar más y más en los profunda Dei, profundidades del misterio de Dios-Trinidad.

 

4. De la oscuridad a laluz plena

 

Nuestraosadíateológicaquiereevitarlaimpresióndearrogancia. Representa, en verdad,la culminación de ideas que son comunes en los estudios sobre sanJosé.Nuestro trabajó consistió en explicitar y pensar hasta el fin lo que se quedaba a medio camino y estaba dicho implícitamente. Nuestroesfuerzoentroncacontodaunalíneaascen­dentedereflexiónquesehaidoformulandoalolargodeltiempo. De la oscuridad ha llegado lentamente a la luz plena.

Sibienobservamos,hayunaevolucióncrecienteypersistentecon respectoalrescatedesan José4. Pasamosprimeroporunafasedein­consciencia, enlosprimerossiglosdelcristianismo, cuandosanJosé sólosemencionabaapropósitodeloscomentariossobrelosevange­liosdelainfanciadeJesús. Perosobreélnosepronuncióningunaho­milía, como se hizo sobre María y sobre el mismo niñoJesús.

Después,solamenteapartirdelsigloXIII,sanJoséadquiriósigni­ficadoconlosmaestrosmedievales, queyapercibieronsulugarenel misterio de la salvación, especialmente de la encarnación. Del in­consciente, pues, se pasó alsubconsciente.

La consciencia, empero, surgió apenas en el siglo XVI, con Isidoro de Isolanis (1528),que publicó la SumadelosdonesdesanJosé, un primertratadosistemáticosobresanJosé.Estetextoseráreferencia para todos los tratadistas posteriores.

Perolaconscienciaclarasólosealcanzógraciasalconocidoteólo­go jesuita Francisco Suárez (1617), maestro en la Universidad de Salamanca.Ensucomentariosobre"LosmisteriosdelavidadeCris­to" diounsaltocualitativo.Porprimeravezsituóelministeriodesan José en el orden hipostático, orden propio de las personas divinas. EstosignificaqueJosénoessólounhombrejustoyllenodevirtudes, dignodeserelpadredeJesús,sinoque,además,supresenciayminis­ terio guardan una relación tan profunda con el misterio de la encar­nación que, de alguna manera, también participa en él. Acuñó la expresiónqueyanosaldrádelvocabularioteológico: "Josépertenece alordendelauniónhipostática" (pertinetadunionemhypostaticam). Esto ocurrió en el siglo XVII.

Fueronnecesariosdossiglosmásparadarotropaso. Fue, enefec­to,haciafinalesdelsigloXIX,cuandoteólogoscomoG.M. Piccirelli yL.Bellover,yenelsigloXXA.Michel,B.Llamerayespecialmente el teólogo canadiense-brasileño Paul-Eugene Charbonneau, funda­mentarony divulgaronesavisión.Seguramentela obramás convin­cente es la de Charbonneau, en cuya tesis de doctorado en Montreal afirmacontodoelrigordeldiscursoteológicoquesanJosépertenece al orden hipostático (1961)5, pertenece, por tanto, al ordendivino.

Asíentendido, ensanJoséyanosevesólosuladohumano, como esposoypadre, sinotambiénsuladodivino,surelaciónconlasegun­dapersonadelaSantísimaTrinidadqueseencarnóenJesús. EsteJe­sús es hijo de su esposa María y fruto del Espíritu Santo, pero asumidoporJosécomosuhijo, contodaslasvinculacionesquelapa­ternidadimplica.

EstaideadelarelaciónhipostáticadesanJoséconelHijodeDios sehavueltotancomúnentrelosteólogosqueelmagisteriodelaIgle­sia,enlaExhortaciónApostólicasobresanJosé,RedemptorisCustos (1989), deJuanPablo11, llegaadecirclaramenteque, enelmisterio delaencarnación, DiosnosóloasumiólarealidaddeJesús,sinotam­bién "fue 'asumida' la paternidad humana de José" (n21).

SellegóaunnivelmásaltodeconscienciaconAndréDoze, ensu libroJoseph, ombreduPere("José,sombradelPadre")6. Seafirmaen este libro unarelaciónsingular de José, padre de Jesús,con elPadre celestial.Seeligelaexpresiónsombraasociadaaotras-tienda,nubey taberndculo-, como analizaremos más adelante, que en el Primer TestamentoquiereexpresarlapresenciadensaypoderosadeDiosen mediodelpueblodeIsraeloenelTemplodeJerusalén. Sombranun­ca se entendió como mera metáora, sino como figura para dar un contenidorealyontológicoalapresenciade Dios.Sedicequeel Pa­dre celestial tiene en san José esta presencia, fuerte yreal.

El último paso lo dio un brasileño, fray Adauto Schumaker, que trabajó durante más de cincuenta años en la región amazónica del Estado do Maranhao. El día de san José, el 19 de marzo de 1987, tuvolaintuiciónqueconsignóporescritoydivulgópordondepudo: que san José es "la personificación del Padre", así como Jesús es la personificacióndelHijo, yMaríadelEspírituSanto7.Conesoselle­gaba a una cumbreinsuperable.

Nosotros retomaremos esas afirmaciones y trataremos de cons­truir un soporte teológico riguroso, que nos permita decir: san José, en efecto, se nos presenta como la personificación del Padre.

Nosólosuministerio (loqueélhizo)pertenecealordenhipostáti­co, como quería Suárez, ni san José es sólo la "sombra" del Padre, comosostieneDoze. SanJoséeselmismoPadrepresente,personali­zadoehistorizadoen supersona,comointuyó frayAdauto Schuma­ker y nosotrosreafirmamos.

El círculo se cierra: toda la Trinidad asumió nuestra condición humanaymoraentrenosotros.LaTrinidadcelestedelPadre,Hijoy EspírituSantosehizoTrinidadterrestreenJesús, MaríayJosé. Más adelanteentenderemos a la SantísimaTrinidadcomo Familiadivina que,comotal,sepersonificaenlafamiliahumana,enlafamiliade Jesús, María yJosé.

Parabeneficiodenuestratesisprocuraremosrecogerlomejordel pasadoy,almismotiempo,incorporarlasaportacionesdeotrossa­beresquenosvienendelaantropologíafilosófica,delatradiciónpsi­coanalíticaydelamodernacosmología.Deestemodoresituaremosa sanJoséenelconjuntodelasverdadesdelafecristiana,ofreceremos buenasrazonesparaunapiedadmássostenibleytendremosmásmo­tivosparaalabarybendeciraDiosquesedignóentregársenosto­talmente en las figuras que forman la Trinidad terrestre, reflejo histórico de la Trinidadceleste.

Lateologíaquenaciódelaalabanza(doxología)vuelvedenuevoa lamismaalabanza,ahora,sinembargo,enriquecidaconmásrazones para cantar ybendecir.

1Los libros de estos autores se citarán oportunamente a lo largo de esteestudio.

2Véase R. Gauthier, BibliographiesurSaintJoseph etlaSainteFamille,Montréal, OratoireSaim-Joseph,1999, con1365 páginas; véansetambiénlossitiosenin­ ternet con la bibliografía josefina: www.jozefologia.pl/bibliografia.htm; www.redemptoriscustos.org/bibliof_es.html.

3Paraunestudiomásprecisosobreestetema,véaseLeonardoBoff,ATrindadee aSociedade,5ª. ed.,Vozes,Petrópolis,2003,osuversiónsimplificada:ASS. Trindadeéamelhorcomunidade,7ª ed.,Vozes, Petrópolis,1993.

4VéaseenelcapítuloVIunresumenhistóricomásdetalladodeestacuestión.

5VéaseP.-E.Charbonneau,Saint-josephappartient-ilal'ordredel'unionhypos­ tatique?Montréal, Centre de Recherche Oratoire de Saint-Joseph et Faculté de Théologie,1961.

6A. Doze,Joseph,ombreduPere, ÉditonsduLiondeJuda,1989; véasetambién Dobraczynski,L'ombradelPadre.IIromanzodeGiuseppe,Brescia,1982.

7Véaseelmanuscritomásimportante,"Josefologia:oPai'personificado"',del 19demarzode1987, analizadoenelcapítuloVII.

II

ACLARAR MALENTENDIDOS Y ESTEREOTIPOS

 

 

 

La figura de san José está llena de ambigüedades. Por un lado, es el buen esposo de María, el padre de Jesús, el trabajador. Los fieles le rindenespecialcariñoensucorazón.Millonesymillonesdepersonas de la cultura occidental -mundial- llevan el nombre de José. Cen­tenares de movimientos religiosos, tanto de personas consagradas a Dios, como de laicos en medio del mundo, tienen a san José como patrón.Ciudades,plazas,calles,puentes,hospitales,escuelasy,sobre todo,iglesias,llevanelnombredesanJosé. Lollevamosenelpaisaje de nuestra cultura, familiar ypública.

Por otro lado,sanJosé es elprototipo de la persona que sólo ayu­da, silenciosa y anónima, cuya vida poco conocemos. Nadie sabe quién fue exactamente su padre, su madre, ni qué edad teníacuando sedesposóconMaría, nicómoycuándomurió. Esunasombra, aun­que bienhechora.

Al lado de las cosas altamente positivas ligadas a su persona,hay también versiones, clichés y malentendidos que, desde los primeros tiempos,especialmenteacausadelosapócrifos,atravesaronlossiglos y llegaron hasta nosotros.

Aunque esas versiones sean cuestionables, servirán de sustrato para el imaginario que se expresó en la pintura, en las artes plásticas y en la literatura. No se apartan de nuestros ojos las escenas idílicas del nacimiento y del pesebre, donde el Niño, recostado entre el buey y el asno, tiene a su lado a María y a José, inclinados y reverentes ante el misterio de la ternura divina. Del mismo modo, el buen ancianito que carga al niño Jesús en sus brazos y lo estrecha con cariño y asom­bro, pues sabe que carga un misterio.

Perocomo queremos hacer una obra de reflexión crítica,actuali­zadaydeteologíacreativa, sentimoslanecesidaddelimpiar previa­mente el terreno. Es necesario, por tanto, deshacer prejuicios y superarclichésincrustadosenelimaginariocristiano.Essemejanteal procesodelimpiarlosojos.Nodestruimoslaslentes,sinolaslavamos parapodervermejoratravésdeellas.Así,vamosaaprovecharalmá­ximolatradición de los apócrifos,por los fragmentos de verdadque contienen, perotambiéndebemosreconocersuslímitesylosdesvíos que puedenocasionar.

Muchospuntosaquíseñaladosseránaclaradosalolargoestaobra. Ahora sólo enumeramos los principales; así preparamos el campo para una reflexión más fluidadespués.

 

l. José, ¿un hombre sin mujer?

 

Enprimer lugar, no sonpocos losquemuestranextrañeza ante la situación singular de san José. Dicen: José es un hombre sin mujer, María una mujer sin hombre y Jesús un niño sinpadre.

A éstos hemos de recordar que los textos del Nuevo Testamento afirman claramente que José tiene su mujer (cf Mt 1, 20.24), fue pri­mero novio (cf Mt 1, 18; Lc 1, 27) y después esposo (cf Mt 1, 16.19).

Era el hombre de María (cf Mt 1, 16. 18. 20. 24; Lc 1, 27; 2, 5), su único esposo.

Maríatuvosuhombre,José, sunovioymarido (cf Mt1, 16.19).Vi­vieronjuntos(cf Mt1, 24)ymoraronenNazaret(cf Mt2, 23). Poreso, no obstante la concepción virginal y la virginidad preservada deMaría (Mt1,18-25;Lc 1,26-38),losevangeliosnodudanenllamara Josées­ posodeMaría ya Maríaesposade José(cf Mt1,16. 18-20;Lc 1,27).

ElhijodeMaríaseconviertetambiénenhijode José, enrazóndel vínculomatrimonialquelosune. Poresolosevangeliosloreconocen comoel hijo de José (cfLc 3,23; 4,22b; Jn 1, 45; 6, 42)oel hijodel carpintero (cf Mt 13, 55), de quien aprendió la profesión, pues tam­bién lo llamancarpintero.

Constituyen una sola familia, que está presente y unida con oca­sión del nacimiento de Jesús; que experimenta el temor de la mortal persecucióndeHerodes, quequeríasacrificaralosniñosdelaregión deBelén, dondenació Jesús; quepasaronjuntosporlasamargurasde una huida apresurada a Egipto; que volvieron después de allí y fue­ron, literalmente, a esconderse a Nazaret, porque Arquelao, hijo de Herodes, reinaba en Judea y, tan sanguinario como su padre, podría querer todavía matar al niñoJesús.

En esa pequeña villa, como todos los padres piadosos, cumplen también con los ritos de la purificación, de la circuncisión y de la presentaciónenelTemplo, inician alhijoenlasfiestassagradas y se afligen, juntos,cuando el Niño, de 12 años, nose incorpora ala ca­ravana para regresar a Nazaret y se entretiene en elTemplo.

Elhechodelagravidez,misteriosaporserobradelEspírituSantoy node José,noimpidequehayaunafamilia. Hayunavisiónpobreyre­duccionistaque, cuandopiensaenfamilia, piensasóloenlacamadela pareja,comosilasexualidadfuesetodoenlavidadeunafamilia.Desde elpuntodevistamásglobal,pensandoentodosloselementosquehacen unavidadepareja,especialmenteelmutuocompromisoylaresponsabi­lidadcompartida,Maríay Joséformanunaauténticafamilia.Losbienes soncomunes,comúnelestilodevida,comuneslaspreocupaciones,co­múnlaresponsabilidaddeeducaralhijo1. José, portanto, noespadre por casualidad; tampoco María es madre poraccidente.

 

2. ¿Una familia de desiguales?

 

En segundo lugar, señalan algunos, esta es una familia extraña, pueslasrelacionesentrelosmiembrossonabsolutamentedesiguales. MaríaessiervadelSeñor (cf Lc 1, 38),Joséproveedorypadreputati­vo (cf Lc 3, 23) y Jesús, la encarnación del Verbo, que es Dios (cf Jn 1,14). Maríahablaymedita,guardandolascosasenelcorazón; Jesús habla y hace milagros; José calla y sólo sueña. ¿Cómo articularesas diferencias dentro de una misma familia? ¿No harían de la familia una realidad meramentevirtual?

Aesorespondemosquelosrelatosevangélicosnodanbaseparatal excentricidad.Losevangeliosnosmuestranuna familianormal, uni­da;hablan de los padres que van alTemploy,como padres,se preo­cupan por la desaparición del hijo y, finalmente, dicen que el Niño les era sumiso (cf Lc 3,51).

Latesis