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Voces de gesta es una obra teatral de Ramón María del Valle-Inclán. En ella, el autor narra la historia del rey Carlino, que gobierna con benevolencia a sus súbditos vasco-navarros. Sin embargo, una incursión de las huestes de un rey enemigo acaba con la violación de la pastora Ginebra, conocida en todo el pueblo. De la violación nace un niño, Garín, cuyo destino aciago habrá de cumplirse años después.
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Seitenzahl: 61
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Ramón María del Valle-Inclán
Saga
Voces de gestaCover image: Shutterstock Copyright © 1911, 2020 Ramón María del Valle-Inclán and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726485875
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
DESDE EL PAIS DEL SVEÑO *SUEÑO* TINIEBLAS BRILLOS
Donde crecen plantas, flores extrañas,
Entre los escombros de los castillos,
Junto á las laderas de las montañas;
Donde los pastores en sus cabañas
5
Rezan, cuando al fuego dormita el can,
Y donde las sombras antiguas van
Por cuevas de lobos y de raposas,
Ha traído cosas muy misteriosas
Don Ramón María del Valle-Inclán. [10]
10
COSAS misteriosas, trágicas, raras
De cuentos obscuros de los antaños,
De amores terribles, crímenes, daños,
Como entre vapores de solfataras.
Caras sanguinarias, pálidas caras,
15
Gritos ululantes, pena y afán,
Infaustos hechizos, aves que van
Bajo la amenaza del gerifalte,
Dice en versos ricos de oro y esmalte
Don Ramón María del Valle-Inclán.
20
SUS aprobaciones diera el gran Will
Y sus alabanzas el gran Miguel
Á quien ya nos cuenta cuentos de Abril,
O poemas llenos de sangre y hiel.
Para él la palma con el laurel
25
Que en manos de España listos están,
Pues mil nobles lenguas diciendo van
Que han sido ganadas en buena lid
Por el otro Manco que hay en Madrid:
Don Ramón María del Valle-Inclán. [11]
30
SEÑOR, que en Galicia tuviste cuna,
Mis dos manos estas flores te dan
Amadas de Apolo y de la Luna
Cuya sacra influencia siempre nos una,
Don Ramón María del Valle-Inclán.
35
EN TIERRAS DE CASTILLA - HACE MUCHOS AÑOS.
[15]
BAJO EL ROBLE FORAL A VOSOTROS MI CANTO CONSACRO *CONSAGRO* Corazones florecidos como las rosas de un milagro!...
¡Á los pastores que escuchan, temblando, las gestas de sus versolaris!
¡Á las dulces abuelas de manos ungidas y arrugadas
Que hilan al sol, en el campo de los pelotaris!
¡Á los patriarcas que acuerdan las guerras pasadas
Y en la lengua materna aún evocan la gloria de añejas jornadas,
Mirando á los nietos tejer el espata-danzaris
Con antigua *antiguas* y mohosas espadas!
¡Y á vosotras doncellas que espadáis el lino!
¡Y á vosotros augustos sembradores del agro
Qué aún rasgáis la tierra empuñando el arado latino!
¡Y á vosotros que en rojos lagares estrujáis el vino!
¡Á todos mi canto consagro!
[16]
A MARIA GUERRERO
[17]
(UN gran hayedo centenario
En una quebrada del Monte Araal,
Cimero y roquero un Santuario
Y un sendero por entre breñal. [18]
Bajo el gran hayedo sombrío,
Una pastora con dengue de grana,
En una gracia de rocío
Está hilando su copo de lana.
El sol, como un viejo tesoro
Enciende el vellón de las ovejas,
Y un abuelo de blancas guedejas
Labra el cuerno sonoro de un toro.
El pecho y los hombros abarca
Al abuelo, la barba de armiño,
Y parece un pastor patriarca
Que en Belén hubiera adorado al Niño.
Como devota flor de piedra,
Sobre el alba dorada del día
Surge en la clara lejanía
Aquel Santuario vestido de yedra.)
[19]
GINEBRA
¡Siempre á mirar y á querer cegar
En aquel sol de los días distantes!
Abuelo Tibaldo, antes y con antes,
No se hiló la lana sin la cardar,
Ni se cogía trigo sin lo sembrar,
Ni nunca hubo pan sin moler la harina,
Ni tasajo magro sin ahumar cecina,
Y como ogaño,
Bien que mal,
La res al nacer era lechal,
Y cordera al año, [20]
Y cuando era oveja
Ya iba para vieja.
TIBALDO
¡Trabajos pasados,
Son hijos criados,
Y contento recordados!
Si vuelves los ojos á tu alrededor,
Hallarás que todo lo formó el Señor
En un día lejano. Sin luenga memoria
No hay reino, ni Historia,
Ni claro linaje.
A mi parescer
Sólo á la mujer
El tiempo hace ultraje.
GINEBRA
Abuelo Tibaldo, para dar consejo
Mejor que home mozo quisiera home viejo,
Mas para marido,
Mejor que home viejo un mozo garrido.
TIBALDO
El más acabado, igual que el más fuerte, [21]
Están á un paso de la muerte.
A un ermitaño de esta soledad,
Oile decir una vez,
Que no es la vejez
Ni la mocedad,
Quien nos abre la eternidad,
Sino el Supremo Juez.
GINEBRA
¡Abuelo Tibaldo, sabe que le digo!
¡El sol que se pone no madura el trigo!...
¡Cierto que soy moza, más en el Enero
No rompí zapatos del trillo al granero!...
¡Ni en campo de rico segaron mis manos,
Ni hicieron vendimia los Inviernos canos!...
¡Ni los pies descalzos pisaran el mosto
Si la uva granada no fuera al Agosto!...
TIBALDO
¿Pero el vino, moza, lo querrás añejo?
Y á las barbas blancas pedirás consejo
Si tienes oveja con alferecía
O pierdes la senda en la serranía. [22]
Si buscas la yerba para la cuajada,
O lugar seguro para la tenada,
O manera cierta de pasar los puertos,
Si están, como agora, de nieve cubiertos.
¡Y no hay sol de Agosto que pueda igualar
Al fuego que un viejo enciende en su hogar!
Un tiempo fuí mozo, como tu eres moza,
Pero siempre amé la lumbre en mi choza,
Y asar las castañas y migar pan tierno,
Y el vino caliente y el cuento de Invierno
Y pasar la vela en ocupación
Herrando un cayado, tejiendo un zurrón,
O á labrar el cuerno sonoro de guerra
Que alce las partidas en toda esta tierra.
GINEBRA
¡Ya pasó aquel tiempo de los partidarios!
TIBALDO
Aún en las barrancas blanquean los osarios,
Y en los viejos cantos resuena un redoble
Marcial. Y retoña el tronco del roble
Antiguo, que ofrece sombra patriarcal
A los regidores de la ley foral. [23]
GINEBRA
¡De los Reyes viejos se acabó la raza!
TIBALDO
¡La sangre de Reyes no muere, rapaza!
No hay nadie que fije término á un reinado,
El buen Rey, gobierna aun siendo enterrado;
Y en vano la muerte pasa su cuchilla,
Pudriendo en la huesa se manda en Castilla.
Bajo nuestro roble, estando en conciertos,
Se oyeron las voces de los Reyes muertos.
GINEBRA
¡Del Rey Carlo Magno de barba florida,
Del otro Rey Carlos de barba bellida
Se acabó la raza!
TIBALDO
¿Pues el Rey Carlino?
GINEBRA
Tanto le persigue su negro destino
Que vive en el monte como otro cabrero.
TIBALDO