El encuentro del sol y la luna - Anónimo - E-Book

El encuentro del sol y la luna E-Book

Anónimo

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Beschreibung

En cada ser habita un sol que ilumina y una luna que guarda silencios. Ambos parecen contrarios, pero en su encuentro se revela una verdad más profunda, la dualidad no es un muro, sino una puerta. Este libro invita a atravesarla, a descubrir que lo interior y lo exterior, lo visible y lo oculto, lo efímero y lo eterno, se reflejan mutuamente y forman un todo inseparable. No se trata de elegir un lado, sino de comprender que la verdadera transformación ocurre cuando se deja de dividir lo indivisible. En estas páginas, el lector encontrará un llamado a mirar con otros ojos lo cotidiano, a reconocer en la herida un portal y en el silencio la voz más clara. Quien atraviese este umbral jamás regresará igual.

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Seitenzahl: 49

Veröffentlichungsjahr: 2025

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AUTOR ANÓNIMO

El encuentro del sol y la luna

ISBN 978-987-87-6889-2

Tabla de contenido

Introducción

Capítulo 1 - El Nacimiento del Ego

Capítulo 2 - El Reino del Personaje

Capítulo 3 - El Silencio Donde Habita el Ser

Capítulo 4 - La Trampa de la Búsqueda

Capítulo 5 - El Espejo de los Otros

Capítulo 6 - La Máscara del Control

Capítulo 7 - El Ruido y el Silencio

Capítulo 8 - La Herida como Portal

Capítulo 9 - La Paz No Negociable

Capítulo 10 - El Observador

Capítulo 11 - Volver Sin Perderse

Capítulo 12 - La Última Ilusión

Capítulo 13 - La Gran Paradoja Final

Nota del Autor

Sombras ve el dormido,

esencia contempla el que ha abierto los ojos del espíritu.

INTRODUCCIÓN

No importa quién soy.

De hecho, si llegas al final de este libro comprendiendo lo que realmente sos, entonces no necesitarás saber quién lo escribió. Porque este texto no busca brillar por la identidad de su autor, sino por la luz que despierte en vos. Lo escribo desde el anonimato, no por humildad, sino por precisión: el ego quiere firma, el ser escribe en el viento.

Este libro trata sobre el ego, el ser y el observador. Pero no como ideas filosóficas para debatir en una sala, sino como realidades vivas que moldean cada uno de los pensamientos,relaciones y pasos.

Imagina que naces dentro de una gran obra de teatro. Desde chico, te asignan un personaje: el responsable, el rebelde, el sensible, el fuerte. Aprendes a moverte según ese papel, a ganar aplausos, a evitar el abucheo. Al tiempo olvidas que estás actuando. Y el personaje se vuelve tu prisión.

Ese personaje es el ego.

Y el ser… el ser es lo que observa detrás del telón. No actúa. No necesita máscaras. Es como una llama que arde escondida, esperando ser recordada.

Este libro no busca destruir al ego, sino iluminarlo. No busca enaltecer al ser, sino reconocerlo. Porque, como verás, ambos forman parte del mismo juego sagrado. Y como en toda gran obra, el sentido no está en el guion, sino en lo que despierta en quien lo vive.

Aca empieza un viaje. No hacia afuera, sino hacia adentro. No hacia el éxito, sino hacia la verdad. Y lo más extraño es que cuando creas haber encontrado al ser… verás que nunca estuvo oculto. Solo cubierto por el ruido de quien creías ser.

Capítulo 1

El Nacimiento del Ego

Antes de ser alguien, fuimos todo. Éramos presencia sin nombre, sin exigencias, sin historia. Un llanto era sólo una forma de hablar con el mundo; una risa, una explosión sin motivo. Nada se cuestionaba. Nada se justificaba. El ser simplemente era. Pero esa transparencia, tan pura, no podía durar en un mundo que ha olvidado cómo mirar sin etiquetas.

Así llega el momento en que alguien nos señala con un dedo suave y amoroso, y dice: “Ése sos vos.” Un nombre, una nacionalidad, una familia, una historia que aún no entendemos empieza a envolverse alrededor de lo que somos como una manta invisible. Aprendemos rápido. Si sonrío, me aplauden. Si grito, me callan. Si me porto bien, me quieren. Si soy como esperan, me aceptan. Y en ese ida y vuelta de premio y castigo, lo que somos empieza a ser desplazado por lo que aprendemos a ser.

Es en ese punto donde el ego nace. No como monstruo. No como enemigo. Nace como abrigo. Como una forma de estar en el mundo sin ser herido constantemente. Como una coraza que, en principio, tiene sentido. El ego no es un problema al principio. Es una construcción, un mapa que ayuda al niño a no perderse en el caos de la existencia. Pero ese mapa, que debía ser una guía, se convierte en la única tierra que creemos real. Ya no recordamos que hay un territorio más allá. Ya no exploramos. Vivimos dentro del mapa, creyéndolo el mundo.

Es fácil notar el ego en los demás, pero difícil de verlo en uno mismo, porque se disfraza de “yo”. No dice: “soy una idea falsa”. Dice: “yo soy así”. Y desde esa afirmación empieza la historia entera de la separación. Me separo del otro porque tengo que proteger lo que creo que soy. Me separo de mis propias emociones si no encajan con la imagen que debo sostener. Me separo del instante porque estoy demasiado ocupado defendiendo mi papel.

El ego es como un actor que ha olvidado que está actuando. Cree que el escenario es el mundo, que los aplausos son amor, que las críticas son heridas mortales. Y cada vez que alguien dice que hiciste bien tu papel, el personaje se fortalece. Pero vos, lo real de vos, se debilita. Porque empezas a vivir para mantener la máscara, no para vivir verdaderamente. Y lo más extraño de todo: la máscara es de cristal. Transparentemente frágil. Un día alguien no aplaude, alguien te ignora, alguien te señala, y sentis que todo tiembla por dentro. No es que te hayan destruido: es que tu ego, el que se sostenía en el aire, ha sido rozado por la verdad.

¿Quién sos cuando nadie te mira? ¿Quién sos cuando no necesitas impresionar, complacer, defenderte o justificarte? Casi nadie sabe responder esa pregunta, porque el ego nos ha llenado de respuestas aprendidas. “Soy madre”, “soy fuerte”, “soy independiente”, “soy espiritual”, “soy el que siempre lucha”, “soy el que nadie entiende”. Pero nada de eso es lo que sos. Todo eso es lo que has construido para no sentirte desnudo frente a la existencia.