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Plutón viene abriendo y cicatrizando heridas desde 2024. Se trata de un río negro que seguirá su curso por muchos años más. Es el encargado de liberarnos de aquello que está muerto, que cargamos como una sombra con peso, pero sin darnos cuenta, sin verlo. En este año, el río nos llevará a inspeccionarnos, a pensar en cómo hemos vivido, qué parte de nosotros está muerta y en dónde hay petróleo para explotar un pozo nuevo. El año 2025 estará marcado por los movimientos de Urano, Neptuno, Plutón, Saturno y Júpiter. Se moverán jerarquías pesadas en el cielo, que nos traerán, como un Prometeo desorientado, un nuevo fuego desconocido por todos. Sin embargo, no todos estamos preparados para ser partícipes de este cambio clave de la humanidad. Con una guía signo por signo, Predicciones 2025. Año de transformación brinda las claves para atravesar esta nueva era
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Seitenzahl: 222
Veröffentlichungsjahr: 2024
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Plutón viene abriendo y cicatrizando heridas desde 2024.
Se trata de un río negro que seguirá su curso por muchos años más. Es el encargado de liberarnos de aquello que está muerto, que cargamos como una sombra con peso, pero sin darnos cuenta, sin verlo.
En este año, el río nos llevará a inspeccionarnos, a pensar en cómo hemos vivido, qué parte de nosotros está muerta y en dónde hay petróleo para explotar un pozo nuevo.
El año 2025 estará marcado por los movimientos de Urano, Neptuno, Plutón, Saturno y Júpiter. Se moverán jerarquías pesadas en el cielo, que nos traerán, como un Prometeo desorientado, un nuevo fuego desconocido por todos. Sin embargo, no todos estamos preparados para ser partícipes de este cambio clave de la humanidad.
Con una guía signo por signo, Predicciones 2025. Año de transformación brinda las claves para atravesar esta nueva era.
Gaba Robin
Nació en Córdoba, Argentina. Trabaja desde hace años atendiendo consultas de tarot y astrología, donde combina la poesía en sus respuestas y relatos. Enseña a través de talleres, encuentros anuales en su casa de las sierras y charlas abiertas donde hace una mixtura de astrología, tarot y literatura.
Una bruja que escribe, siente, mira el cielo y atiende las plantas, así como las almas que acompaña.
Es autora de diversas agendas, Oráculo del tarot (VR, 2021) y Oráculo de las diosas (VR, 2023).
Como en un Samsara, una Rueda de la Fortuna, la humanidad se mueve hacia el futuro, en un camino de evolución que no es más que volver al origen.
Venimos rodando y dejando atrás todas las megaestructuras que armamos, lo construido como institución, el peso de lo ordenado.
Con la presencia de Plutón en Acuario, este año se abren canales a otras formas. Estas se sintonizan para aportar fluidez en el inicio de algo que se dará de forma contundente, como sugiere la presencia de Saturno y Neptuno en Aries.
Giraremos en torno a un grito en el espacio: “Libertad para la humanidad”. Habrá ejércitos de desempleados y el hambre tronará. Ese contexto exigirá más solidaridad de parte de todos.
Nos detendremos para reformatear con Mercurio retrógrado, mientras que con Urano en Géminis el dinamismo con el que el mundo se mueve transformará el lenguaje y nuestra forma de llorar.
Se unificará una nueva manera de intercambiar, gracias a Urano en Tauro, y se gestará una nueva forma de amar, que dejará de lado las estructuras heredadas.
Nos uniremos a personas y grupos por la vibración, encenderemos hogueras que purificarán la forma de vivir y jugaremos a ser una civilización perdida.
Iremos a lo profundo: nadie querrá lo que quiso antes. Por eso, algunas personas que nunca percibieron la verdad se aturdirán, y las evasiones estarán a la orden del día.
Habrá que encontrar nuestro maná. Este concepto viene de los pueblos primitivos de Melanesia y habla de un orden trascendente, de una fuerza excepcional. Es la fuerza que da valor, suerte y acierto al guerrero en la batalla, y que se manifiesta en forma de amuleto.
En este 2025, tu tarea será buscar tu maná. Espero que en estas páginas encuentres una brújula que te ayude a lograrlo.
Gaba Robin
Los cambios que se avecinan nos piden que observemos más allá de 2025 y extendamos la mirada a los años venideros.
En este período sentiremos el impacto de lo que tenemos y no vimos, no quisimos, guardamos o escondimos. Vamos a girar en torno a nuestra profunda humanidad para examinar, escarbar y manifestar lo que se llenó de tanto conservar reprimido.
Ese abismo que conmociona y se eleva, irrumpirá en seres que habitan la Tierra y que generarán temblores de amor que repercutirán en otros rincones del planeta.
Plutón viene abriendo heridas y cicatrizando venas desde 2024. Se trata de un río negro que seguirá su curso por muchos años más. Es el encargado de sacarnos a su paso aquello que está muerto, que cargamos como una sombra con peso, pero sin darnos cuenta, sin verlo.
A veces uno esconde los atuendos emocionales en un lugar oculto de las miradas, con culpa y vergüenza. Otras veces, no sabe que está ocultando la propia esencia. No nos conocemos a nosotros mismos.
En este año, el río nos llevará a inspeccionarnos, a pensar en cómo hemos vivido, qué parte de nosotros está muerta y en dónde hay petróleo para explotar un pozo nuevo.
Después de haber estado ocupados en lo material —en el dinero, las riquezas, los recursos propios y naturales—, todo eso queda en el pasado con la despedida del año y comienza una nueva fuente de vida. Lo nuevo, lo que sabíamos que estaba, se manifestará en las calles y en nuestra casa, en todos los sentidos: en los roperos, en la cocina, en nuestro cuerpo.
Cambiarán las formas de vestirnos. Buscaremos estar cómodos en nuestra propia piel, en vez de aparentar ser algo que no somos.
La comida será diferente, porque volveremos a valorar los frutos perdidos, intentaremos alimentar más que ensuciar el organismo. Urano en Tauro nos mostrará otra forma de manejar la agricultura, la ganadería y el dinero.
Vislumbraremos nuevas formas de viajar: el cielo no se verá más como ahora y se transformará en una ruta de traslados de personas.
La salud experimentará avances con soluciones que se instalan en nuestro cuerpo. Sin embargo, en el ámbito de la salud mental veremos nuevos desafíos, ya que Neptuno en Aries generará estados de conmoción en el planeta.
Se moverán jerarquías pesadas en el cielo, que nos traerán, como un Prometeo desorientado, un nuevo fuego desconocido por todos.
Sin embargo, no todos estamos preparados para ser partícipes de este cambio clave de la humanidad. Habrá que estar conectado con lo que se pueda, ya que no se podrá vivir más desconectado de lo que se es.
El año 2025 estará marcado por los movimientos de Urano, Neptuno, Plutón, Saturno y Júpiter. A continuación veremos cada uno de ellos.
Los tránsitos de Urano, que duran siete años, nos aceleran el karma, nos posicionan en un tiempo en el que tenemos la necesidad de avanzar, pero para hacerlo tenemos que romper las cadenas ya vencidas que sostienen la vida actual.
Este tránsito moviliza una zona en particular de la vida, pero su vibración incomoda y acomoda la existencia entera. Las personas con Urano en tránsito a su Sol experimentarán muchos cambios: cuando Urano deje el signo, ya no serán quienes eran.
Urano provoca que abandones el confortable abrigo de tus hábitos, los códigos convencionales propios, que rigen tanto la vida interior como la exterior.
En julio de 2025, Urano finalizará su ciclo en el signo de Tauro, en donde está desde 2018, para entrar en Géminis, en donde permanecerá durante 2026.
Los tránsitos de Neptuno duran aproximadamente 14 años y nos dejan como desnudos, entregados, naufragando. Este planeta habla del mar, de la sensación de ahogo, de evadirnos en aguas uterinas para encontrarnos. Es un proceso que dura dos o tres años, si pasa por el Sol natal o hace algún aspecto a un planeta personal, y en el que la base en donde estábamos seguros de nosotros mismos desaparece.
Es una sensación de que todo se hunde y de que no logramos hacer pie en un área en particular, pero puede afectar a toda la existencia, según cómo manejemos ese ciclo.
Neptuno purifica, sensibiliza, genera una expansión espiritual y creativa.
Nos incita a perdernos para encontrarnos.
Neptuno comenzará el año 2025 en el signo de Piscis, donde está desde el año 2012, y entrará a Aries el último día del mes de marzo, donde permanecerá hasta octubre. En ese punto retrogradará hasta volver a Piscis, para, en el 2026, entrar triunfalmente a Aries de nuevo. Esto abrirá canales creativos y la puerta al mundo místico imaginario.
El tránsito de Plutón desarma. Cuando Plutón transita y toca un planeta personal, produce un cataclismo mental que hace que algo se cierre, se deje o se muera, para dar espacio a una nueva forma. Es la semilla que con tanta fuerza se rompe para dar paso al brote. Este tránsito se ve venir, ya que avanza aproximadamente tres años por grado, por lo que te avisa, retrograda, desarma, transforma, vuelve a pasar, y así hasta que define.
Plutón está en el signo de Acuario desde 2024, y no se moverá de allí hasta el 2044.
Este planeta tiene una relación visceral con el lado oscuro de la naturaleza humana, con las profundidades de la sombra incivilizada. Representa aquello que se ha rechazado, por lo cual tiene un tremendo potencial. Es el poder del inconsciente y de los instintos que tapamos y aun así emergen.
Su recorrido por signo dura aproximadamente dos años. Saturno concreta, restringe, hace que las cosas se vuelvan más estructuradas: horarios, trabajo, salud, amor, todo se concentra en un esfuerzo mayor, pero después de su paso, otorga. Es el momento de revalorizar, de dar premios.
Este planeta está en el signo de Piscis desde 2023 y entrará a Aries en el mes de mayo de 2025. Entonces empezará a retrogradar en el mes de julio para llegar a Piscis en septiembre, donde se quedará hasta su entrada definitiva en Aries en 2026.
Con Saturno hay un período de confusión que puede generar una sensación de desánimo; es la previa a que surjan nuevos valores que edificarán algo permanente, cierto y verdadero.
Es el que concreta, pero primero toma exámenes.
En mayo de 2024, Júpiter entró a Géminis y allí se quedará hasta junio de 2025, cuando entre en Cáncer.
El tránsito de Júpiter dura un año aproximadamente por signo, por lo cual es bueno saber cómo estuviste o qué estabas haciendo o sintiendo hace 12 años atrás, cuando el planeta estuvo en el signo de Géminis.
La etapa de Júpiter es un período de siembra, y así hay que esperar los ritmos de todo crecimiento; ya sea terrenal o cósmico.
El tránsito de Júpiter hará que tengamos las visiones potenciales del futuro, pero que no se materializarán aún.
Júpiter nos convoca a ir más allá de nuestros límites actuales y esta motivación interior nos da todas las posibilidades para progresar. Es un llamado a expandir algo de nuestras vidas.
La distribución del poder cambiará por completo. Veremos la fuerza de las habilidades colectivas, la necesidad de mantener la conciencia revolucionaria. Se pugnará por el trabajo digno y se cuestionará a quienes perpetúan y defienden al sistema tal como es.
Después de derribar estructuras pesadas y contundentes en Capricornio, Plutón inició su tránsito en Acuario, donde estará hasta 2044, y nos traerá aquello que ni imaginamos en materia de evolución tecnológica. Habrá cambios que serán determinantes en los hábitos, en nuestra mesa, en la educación, en la salud, en la arquitectura, en cómo comenzamos a vibrar de puertas a este nuevo mundo.
Por el lado interno, habrá una sensación de independencia en cuanto al respeto por la propia esencia, donde se abrirán canales de percepción y elementos que llegarán para sintonizar el espíritu de la época. En Capricornio, Plutón limó aquello que ya estaba pesando mucho, hizo temblar instituciones mundiales, así como nuestro enfoque de lo cotidiano.
Plutón en Acuario traerá el descubrimiento de una fuente importante de recursos, petróleo, minerales, algo desde lo profundo de la Tierra. Pero también traerá movimientos en contra de la explotación y la injusticia económica. La psiquis colectiva estará alerta por un largo período, en relación a, por ejemplo, el cambio climático o la xenofobia.
Plutón se manifestará en la moda, el cine, las series, la forma de alimentarnos.
Donde tengan Acuario en su mapa natal, ahí estará humeando un gran depósito de energía concentrada, que viene a modelar. Esta energía puede ser cruel o positiva. Una forma de canalizarla es a través de la sanación.
Plutón domina lo temporal y la historia en la naturaleza, en nosotros y fuera de nosotros.
Los rituales de la muerte cambiarán.
El tránsito entre 1778 y 1798 coincidió con el comienzo de una era de revoluciones: la guerra de Independencia de Estados Unidos, la Revolución francesa y la Revolución Industrial.
Tiempo de levantamientos sociales, la pérdida de poder de la monarquía, el término del feudalismo, el nacimiento de las repúblicas, aquellas estructuras que se pensó que nunca iban a cambiar cayeron, y así dieron paso a nuevas formas.
Túpac Amaru, del Virreinato del Perú, dirigió una rebelión contra los colonos españoles en Perú, de 1780 a 1783, que influyó en los movimientos de resistencia durante siglos.
Anteriormente, Plutón había visitado Acuario entre 1532 y 1553. En esa época se llevó a cabo la Reforma Protestante, que desafió la autoridad de la Iglesia Católica y otorgó más poder a la monarquía.
Hasta 2026, Neptuno transitará por el signo de Piscis, del cual es regente. Durante este período, las características piscianas se intensificaron notablemente. Se experimentó un profundo sentido de espiritualidad y conexión con lo trascendente. Este tránsito ha coincidido con cambios significativos, como la legalización del uso terapéutico de la marihuana en muchos países y el aumento de la popularidad de experiencias místicas con antiguas terapias chamánicas, como la Ayahuasca. En 2013, en los comienzos de este tránsito, fue elegido el papa Francisco.
Los tránsitos de Neptuno duran alrededor de 14 años. El 30 de marzo de 2025 el planeta entra a Aries, signo en el que permanecerá hasta el 23 de octubre, cuando volverá a Piscis, para regresar ya al signo de Aries definitivamente en enero de 2026.
Con este tránsito, la humanidad inicia una nueva era. Los grandes movimientos se elevarán desde niveles profundos y entraremos en acción desde el sentir para elevarnos en solidaridad y transmitir el sentido del ser. Somos y seremos testigos de esta vibración.
Los ciclos de los aspectos de Neptuno con Urano y Plutón señalan profundos cambios en la psique colectiva. Estos se dan en el orden político, artístico, religioso, científico, la industria de la moda, tendencias en el cine, lo que se usa.
Son épocas históricas durante las cuales el anhelo de redención del colectivo se plasma en grandes cambios sociales, que buscan destruir lo actual para alcanzar una nueva forma de vida.
Neptuno entra en Aries en el año 2025 y no sale hasta 2038. Este tránsito es más pronunciado para aquellas personas que están abiertas a percibir la vibración neptuniana que para las que están ancladas en la realidad material.
Cuando Neptuno transitó por Aries en el siglo pasado, hubo luchas por la libertad y la autonomía. La Guerra Civil americana tuvo lugar bajo este tránsito, por ejemplo.
Es posible que experimentemos como colectivo el retorno de un ímpetu individualista y el anhelo de cambios radicales que conduzcan a una sociedad nueva y más justa.
La compasión hacia lo humano se pondrá de manifiesto y habrá que realizar una búsqueda, una entrega para lograr una nueva forma de comunión.
Aries es el signo del Cruzado y quizá se libren cruzadas en muchos niveles. Habrá movimientos que busquen traer la unión en un mundo marcado por la falta de comida y de trabajo. Brotará la fe en conseguir lo que se busca en un mundo descreído. Pero también corremos el peligro de caer en un intenso deseo de cambiar las cosas solo bajo un punto de vista, de seguir a un líder que no vea todos los sentimientos que están en juego y nos llene de promesas pasando por alto algunos derechos. El Mesías.
Los cambios en lo que usamos, la moda, el atuendo, llegan; y, si aprovechamos la oportunidad, podremos estar más cómodos.
Es una increíble liberación de posibilidades que se despliegan como una tendencia inevitable de acción. Una desesperación productiva y positiva, una fuerza que empuja, una organización nueva.
Todas las personas nacidas durante los primeros días de cualquier signo sentirán algo que se enciende en diferentes aéreas de su vida, sobre todo los nacidos los primeros días de Acuario, Aries, Géminis y Cáncer. Dependiendo de los aspectos y de con qué planeta se encuentren, la experiencia será distinta para cada uno de ellos.
Sin embargo, nada de lo que suceda en este año será determinante: esta poderosa energía demorará de dos a tres años en definirse del todo.
Es un relámpago, pero aún la lluvia no llega. Se prepara para hacer lo que hay que hacer. Son tiempos de cortar raíces para recibir lo nuevo. Veremos en esta época puñados de juventud, llamaradas de voces que se harán escuchar, connotaciones guerreras, palabras santas en forma fundamentalista. La creencia surgirá como una nueva forma de comunicarse, de incorporar la fe y la devoción.
Este tránsito disuelve, depura y espiritualiza. En una palabra: sensibiliza.
Neptuno en la primera casa —que en el mandala zodiacal es Aries—, nos plantea un gran dilema, especialmente si está a menos de diez grados del ascendente, porque su naturaleza es la antítesis de la de Marte. Marte procura afirmar su poder sobre la vida, mientras que Neptuno intenta evitar el nacimiento.
Allí donde tenemos la vivencia de Neptuno, nos sentimos desvalidos e impotentes, porque estamos en manos de poderes mayores que nosotros. Es como estar en medio del mar: hay una inmensidad que nos intimida.
Este año, una gran cantidad de energía provocará cambios profundos a nivel interno y social, de forma poética y revolucionaria. Existe la posibilidad de que se geste o se sienten las bases de un evento revolucionario, impulsado por la conjunción de Saturno y Neptuno en Aries, en conexión con Plutón en Acuario y Urano en Géminis. Hacia la mitad del año, es posible que surja una agitación significativa.
Es un período en el que se construye un movimiento impactante que podría alcanzar su apogeo en 2026. Todos estamos inmersos en una dinámica muy activa, en todos los ámbitos. Estamos dejando atrás un mundo que nos dejó exhaustos, para avanzar con más soltura y expresarnos plenamente en nuestras creencias, ideas y emociones, lo cual tendrá un efecto transformador en el planeta.
Neptuno estuvo en Aries entre 1861 y 1875. Esta generación fue pionera en cuestiones espirituales e iniciadora de acciones para el cambio.
Fue una época donde surgieron grupos como el Ejército de Salvación, fundado en el año 1865 por William Booth y su esposa Catherine.
En la Inglaterra de aquella época, el trabajo en las fábricas era casi inhumano, y la pobreza, los vicios y el hambre llenaban las calles de Londres. Ante este panorama, los Booth comenzaron a sentir una profunda preocupación por las personas necesitadas a su alrededor.
William, que era pastor metodista, se dio cuenta de que había que hacer algo más que enseñar la Biblia; era necesario actuar con propuestas concretas en la vida cotidiana. Así comenzó el Ejército de Salvación, que actualmente está presente en 133 países.
El Ejército de Salvación se caracteriza por buscar respuestas creativas y prácticas a realidades concretas.
Por otra parte, este tránsito también dio origen a algunos movimientos violentos. El Ku Klux Klan, por ejemplo, se fundó en el sur de Estados Unidos en 1865, al terminar la Guerra Civil, con el propósito de defender la supremacía blanca, que se había visto en entredicho por la Reconstrucción, un programa federal que otorgaba ciertos derechos a la población negra.
En tiempos de Urano en Géminis, se pone el foco en los descubrimientos, lo experimental, las ideas ingeniosas que vuelven. La comunicación cobra nuevas formas, surgen otros medios de transporte y novedosas maneras de hacer contratos, de negociar y de educar.
Internet atravesará cambios que no imaginamos. Los teléfonos y las pantallas serán otros, al punto de que nuestro cerebro podría convertirse en un dispositivo capaz de conectarse a la red, casi como una forma de telepatía.
Las personas con Urano en Géminis —aquellas nacidas entre 2025 y 2032— vienen con nuevos conocimientos en cuanto a cómo vincularse. Están conectadas con la ciencia, manejan otras formas de lenguaje y tienen un entendimiento veloz. Con Urano en Géminis todo es más rápido.
En el pasado, durante el paso de Urano por Géminis se produjeron grandes avances en la comunicación y la información; por ejemplo, la creación de la imprenta. Urano estuvo en Géminis también entre 1942 a 1949, periodo marcado por la Segunda Guerra Mundial, innovaciones en la aviación, el ingreso de las mujeres al mundo laboral y el descubrimiento de la energía nuclear. La libertad de pensamiento también fue un signo de esta época.
En 2026, este tránsito cambiará nuestra visión del cielo, ya que habrá más movimiento en él, con drones, taxis y otros medios de transporte aéreo, más allá de los aviones tradicionales. Estamos viviendo los últimos tiempos de ver el cielo limpio y en tonos celestes, turquesas y azules.
La forma de viajar cambiará con la llegada de transportes más rápidos e incluso avances significativos en los viajes espaciales, que pueden incluir la creación de bases permanentes en la Luna.
Presenciaremos una revolución en la educación, que modificará de manera fundamental cómo aprendemos y enseñamos. No será extraño tampoco que surja una rebelión estudiantil.
Internet será más accesible y popular, con nuevas plataformas y métodos de pago, transformación que ya fue iniciada por Urano en Tauro. Ahora bien, aunque los sistemas que reemplazarán a los actuales serán más eficaces en muchos aspectos —como la velocidad—, también serán más vulnerables a estafas y robos de datos.
La inteligencia artificial generativa es una tecnología que crea contenido nuevo a partir de modelos de aprendizaje profundo entrenados con grandes conjuntos de datos. Aunque existe desde hace unos años, el tránsito de Urano en Géminis traerá una dimensión impredecible de sus posibilidades, y nos enfrentará con nuevos desafíos.
Por ejemplo, estos avances provocarán una revolución en los empleos del universo intelectual y de la comunicación. Lo que antes era resultado de un proceso intelectual que requería pensamiento, capacidad, trabajo y estudio, ahora será realizado por estos sistemas de forma instantánea.
En el ámbito de la educación, las consecuencias de la introducción de la IA también son imprevisibles. Los niños podrían considerar el estudio como un tiempo perdido, al tener todas las respuestas y soluciones al alcance de la mano.
Por último, los escritos generados por IA a menudo tienen un vocabulario helado y una melodía muerta, creada por un pseudo lenguaje que contrasta con el lenguaje vivo que usamos cotidianamente.
Para saber dónde tienes a tu Urano, te dejo esta tabla de fechas de nacimiento:
Urano en Aries: 1927-1935; 2010-2019
Urano en Tauro: 1935-1942; 2019-2026
Urano en Géminis: 1942-1949
Urano en Cáncer: 1949-1956
Urano en Leo: 1955-1962
Urano en Virgo: 1961-1969
Urano en Libra: 1968-1975
Urano en Escorpio: 1974-1981
Urano en Sagitario: 1981-1988
Urano en Capricornio: 1988-1996
Urano en Acuario: 1995-2003
Urano en Piscis: 2003-2011
Este tránsito es como un regreso al hogar. Es sentir lo íntimo, la pertenencia y lo propio con más intensidad, hacer espacio para la tradición emocional. Se experimenta una profunda intuición canceriana, combinada con el empuje de la suerte jupiteriana. La familia y el lugar de origen adquieren una gran importancia.
Júpiter en Cáncer pone en escena el lugar al que uno pertenece, el planeta, por lo que no es llamativo que surjan medidas fuertes para contrarrestar el cambio climático y haya una vibración más empática, fundad en el amor y la compasión.
En el pasado, Júpiter estuvo en el signo de Cáncer entre julio de 1989 y julio de 1990. El Muro de Berlín cayó en la noche del jueves 9 de noviembre de 1989.
Este tránsito también tuvo lugar entre julio 2001 y agosto 2002, momento durante el cual ocurrió el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York (11 de septiembre de 2001). Este hecho provocó un cambió en la seguridad en los aeropuertos, lo que equivale a cuidar quién entra y sale de la casa propia. Las fronteras se profundizaron a partir de este momento a nivel mundial.
En 2025, Júpiter entra en el signo de Géminis, donde está desde mayo de 2024. Y el 10 de junio entra al signo de Cáncer, donde estará hasta el último día del mes de junio de 2026.
Cuando un planeta esta retrógrado en un signo, ocurren variaciones sobre un evento original. Es como la segunda temporada de una serie. La tercera temporada equivale al momento en el que el planeta transita de nuevo directo. Ahí es cuando se produce algún tipo de ruptura, interna y/o externa, una reconexión, una nueva forma o visión.
Mercurio estará retrogradando tres veces en 2025:
Del 15 de marzo al 7 de abril (09° de Aries a 23° de Piscis, 23 días)
Se evaluará lo planeado, sentido o vivido en el mes de febrero. Será momento de tomar un respiro de la acción, °de la dinámica con la que se comenzó el año, para detenernos a revisar lo sellado, firmado, aprendido o rendido. La mente estará más intuitiva.
Si bien este tránsito brindará la oportunidad de cerrar procesos a todos los signos, los más movilizados serán Piscis, Aries, Libra, Virgo y Géminis.
Del 18 de julio al 11 de agosto (15° de Leo al 04° de Leo, 24 días)
En esta segunda retrogradación, Mercurio estará en oposición a Plutón. Esto da la oportunidad de que algo salga a la luz. Es posible que surjan situaciones que atender, incluso a nivel papeles. Para todos los signos se podrán en juego el sentido del ser, lo individual ante los demás, el otro y la pareja. Para Leo, Acuario, Tauro, Escorpio Géminis y Virgo, la pareja enfrentará situaciones de investigación, secretos y ocultamientos. Leo nos puede poner en el lugar de tener que revisar cuestiones de papeles públicos o situaciones de pareja, y ese Mercurio es capaz de escuchar o decir algo que viene del inconsciente.
Del 9 al 29 de noviembre (06° de Sagitario al 20° de Escorpio, 20 días)
Esta retrogradación hace contacto con Urano saliendo de Tauro. Ese Mercurio en oposición a Urano en los últimos grados nos habla de algo relacionado con los finales. También hace aspecto con Neptuno, lo que trae a la luz estafas o engaños.
Cada signo zodiacal en la carta natal se representa en un arco de 30°, un total de 360° en el círculo completo.
Estos grados son importantes para determinar la posición exacta de los planetas y otros puntos importantes en nuestra carta.
Cuando un planeta se mueve al grado cero de un signo, indica una transición. Puede ser un cambio de enfoque, actitud o circunstancias, dependiendo del planeta involucrado y del signo en el que entra.
El grado 0 se asocia con la idea de un despertar, un renacer espiritual,
El grado 0, es un momento de arranque en la vida de una persona, se inicia, se enciende, se arranca algo en el plano exterior, pero también este grado 0, está iniciando una nueva vibración interna en el ser.