Queerlequin: Las apariencias engañan - I.A. Lynx - E-Book

Queerlequin: Las apariencias engañan E-Book

I.A. Lynx

0,0

Beschreibung

"Los ojos azul hielo penetran a través de la oscuridad y brillan sobre sus labios cuando se encuentran en un beso rápido.– Adiós –susurra Johannes cálidamente al oído de Love y desaparece por las escaleras adentrándose en la noche."Love ha visto antes varias veces a Tommy besando chicas, pero cuando besa a Faizah siente algo diferente, se siente peor que antes. Love ha fantaseado con que le gusta a Tommy tanto como a él le gusta él, y cuando Tommy lo invitó a la fiesta, la esperanza se despertó sólo para después morir nuevamente. Pero entonces Johannes está allí, el mayor, misterioso y atractivo Johannes que besa a Love al final de la noche."Las apariencias engañan" es uno de los títulos de la serie Queerlequin, conscientemente erótica e inclusiva. -

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 130

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



I.A. Lynx

Queerlequin: Las apariencias engañan

Translated by Olga Vizán

Lust

Queerlequin: Las apariencias engañan

 

Translated by Olga Vizán

 

Original title: Skenet bedrar

 

Original language: Swedish

 

Copyright © 2017, 2021 I.A. Lynx and LUST

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726932010

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

Capítulo 1

Love va a acordarse de todo con claridad durante mucho tiempo. Cómo el aula huele terriblemente a perfume barato que viene de la parte de atrás, cómo los rayos de sol se filtran por las polvorientas ventanas y cómo su profesora Kerstin está un poco resfriada este mismo día, por lo que constantemente se limpia la nariz con un pañuelo de papel. Kerstin ha repartido una hoja y harán un trabajo en grupos de tres. Cuando la mirada de Love se posa en el folio, su corazón da un salto. Su grupo trabajará sobre la Revolución Rusa. Pero no es esta la causa de su reacción. Kerstin ha optado por hacer la división de grupos con anticipación, probablemente para evitar las quejas y los parloteos habituales. En el papel, figuran tres nombres uno al lado del otro: Love, Faizah y Tommy.

Tommy. Love suele siempre, consciente o inconscientemente, colocarse cerca de Tommy en la clase cuando tiene la oportunidad, y también lo ha hecho hoy. Detrás en diagonal. Así puede espiar su pelo rubio cortito en el cuello, y la mano un poco relajada que sujeta el bolígrafo y de vez en cuando anota algo de lo que dice la profesora. Se puede fantasear que ese bolígrafo escribe un mensajito que Tommy a lo mejor quiere enviar a alguien en diagonal detrás de él. Y desde ese ángulo, Love puede ver los profundos hoyuelos que se ahondan en sus mejillas cada vez que sonríe. Y ahora está sonriendo. Tommy hojea hacia el lado derecho de la página permitiendo que su dedo siga el texto. Se detiene en la línea con los tres nombres y luego comienza a sonreír. Por un segundo, Love imagina que eso significa que Tommy también estaba contento de que estuvieran en el mismo grupo y, por consecuencia, van a tener que pasar horas trabajando juntos. Sí, y con Faizah también por supuesto. Pero rápidamente se deshace del sentimiento. Por supuesto que a Tommy no le importa. Quizás tiene algo con Faizah. O con la Revolución Rusa.

Entonces, de repente, Tommy se gira y observa por la clase. Su mirada se posa en Love, que está sentado completamente embobado devolviéndole la mirada. Tommy levanta una mano, sube el pulgar hacia arriba y le guiña un ojo a Love con exageración.

– ¡Vive la révolution! –grita como si estuvieran trabajando en la Revolución Francesa y no en la Rusa.

Love no puede evitar reírse. El gesto fue, de alguna manera, ridículamente adorable, y la sonrisa por supuesto deslumbrante. Luego, inmediatamente, se lleva una mano a la boca y se muerde los nudillos.

Intenta crear una expresión facial impasible.

Por suerte, sus impertinentes risas son superadas por las dos compañeros de Tommy que emiten algunos sonidos como si fuesen resoplidos que se supone deberían ser divertidos y le dan palmaditas a Tommy en los hombros. Tommy se ha girado hacia delante de nuevo. Pero no es posible borrar esa sonrisa de la retina, ni tampoco el guiño. Y no importa cuánto lo intente Love, realmente no puede borrar su propia ridícula sonrisa de los labios. En su imaginación, incluso Tommy tiene dificultades para controlar los movimientos de sus labios en este momento.

Durante los diez minutos que faltan de clase, Love no sigue una palabra de lo que dice Kerstin. Deja que su bolígrafo dibuje remolinos en la libreta y vuelve en sí mismo en el momento en que comienza a escribir las letras "Para". Antes de continuar con la palabra, se acerca más y continúa dibujando rayas hasta que las letras parecen parte del patrón de remolinos en el papel. Mira a Milo que está sentado a su lado, y Milo le devuelve la mirada tratando de ocultar una sonrisa incómoda. Elle hace el gesto de levantar una ceja, pero sin decir nada, y Love niega con la cabeza de forma demostrativa. Entonces el reloj marca las tres y terminan el día.

Capítulo 2

Cuando Love vuelve a casa esa misma noche, toda la familia está fuera. Su madre y su padre han ido al bingo de coche, un entretenimiento de los jueves que los hace parecer al menos veinte años mayores de lo que en realidad son. Su hermana mayor Hanna nunca está en casa y él no tiene idea de donde está ahora mismo. Es un año mayor y se graduó la primavera pasada.

Ahora acaba de volver de un viaje en tren de un mes por Europa y se pasa el tiempo haciendo ver que busca trabajo mientras hace todo lo posible para mantenerse lejos de casa.

– Soy demasiado mayor para esto –dice suspirando cuando papá le pide que le ayude a lavar la ropa o que recoja la cocina.

– ¿Qué dijiste, señorita? –puede responder papá, y Hanna le lanza una mirada expresiva a Love murmurando como respuesta que no ha dicho nada en absoluto.

Love se prepara dos sándwiches y se los lleva a la habitación. Cuando saca el ordenador del bolso, tiene una nueva solicitud de amistad en Facebook. Es Tommy. No se había atrevido a acercarse a hablar con su grupo sobre el trabajo después de la clase, pero se había apresurado a volver a casa tan rápido que casi se había olvidado decirle adiós a Milo. Love echa un vistazo a la puerta para asegurarse de que esté bien cerrada, incluso aunque no haya nadie en casa. Se acuesta sobre los codos en la cama con la punta del ratón sobre el botón "aprobar". La mano está firme pero siente como si todo su cuerpo estuviera temblando por dentro. Junto al nombre de Tommy hay una pequeña imagen de su rostro sonriente. El corazón de Love da saltos cuando la mira. El flequillo rubio claro de Tommy cae un poco sobre sus ojos y sostiene una lata de cerveza en la mano. Algo, tal vez el sol, brilla desde atrás y casi dibuja un halo alrededor de la cabeza de Tommy. Love cierra los ojos, como si eso fuera a hacer que todo fuera un poco menos perceptible, y presiona el botón del ratón con el dedo índice. Cuando mira hacia arriba, la solicitud ha desaparecido. El pulso vibra en la garganta. ¡Es amigo de Tommy en Facebook! Y fue Tommy quien envió la solicitud. Debe significar algo, piensa Love para sí mismo. Solamente tenía que haber esperado hasta mañana para preguntar por el trabajo en grupo. Tienen tres semanas enteras para acabar la presentación. No tenían por qué haber hablado en Facebook antes de mañana.

El mensaje llega casi en el acto. "Hola. ¿Nos vemos mañana después de la escuela?"

Love mira fijamente el mensaje por un segundo antes de ver lo que dice. El corazón da un salto mortal repentino y tiene que cerrar rápidamente la tapa del ordenador para recuperarse. ¿Qué había escrito Tommy? El ordenador vuelve a hacer ping otra vez. Cuidadosamente, como si se acercara a un animal peligroso, Love levanta la pantalla y ve que Tommy le ha enviado otro mensaje.

"Faizah sugirió que quedemos en la cafetería después de la última clase. Podemos ir a mi casa y trabajar en el trabajo en grupo. Vivo justo al lado de la escuela".

Una vez más, Love tiene que cerrar la pantalla y respirar profundamente unas cuantas veces para calmarse. Por supuesto, entendía que Tommy hablaba del trabajo en grupo desde el principio.

– Joder, Love –se susurra en voz baja–. Esto no funciona, tienes que centrarte.

Como si pudiera sentir su aflicción, Manzana salta a la cama. Manzana es su gato blanco persa. Como una nube de verano, se tumba directa sobre el ordenador y empieza a ronronear. Le pasa los dedos por el pelaje suave.

– Manzana –suspira–. ¿Qué demonios hago? –Manzana continúa ronroneando y se gira sobre su espalda.

– Es sólo un trabajo en grupo –continúa Love–. Hablaremos sobre la Revolución Rusa hasta que nos hartemos, y luego me voy a casa, eso es todo. Pero desde la casa de Tommy. Uno se pregunta cómo es su habitación. ¿Tú no te lo preguntas?

Love sonríe y rasca a Manzana debajo de la barbilla. Ella responde levantando la cabeza.

– Al menos voy a poder ir a casa de Tommy. ¡Deja de mirarme de esa forma!

Capítulo 3

– ¿Estás contento de estar en el mismo grupo que Tommy? –sonríe Milo para sus adentros cuando buscan una mesa para sentarse durante el almuerzo al día siguiente.

– Eh –déjalo ya– dice Love, pero rápidamente decide cambiar de táctica y en lugar de eso intentar distraer a su mejor amigo. –No es precisamente famoso por ser bueno en historia –continúa. –Y no conozco a Faizah, pero no es de las que hacen todo ellas solas si el resto de nosotros sólo nos rascamos la barriga.

– Quieres decir si tú y Tommy os fuerais y…

– ¡Milo! –interrumpe Love rápidamente.

– Me refiero solamente a que vais a tener mucho tiempo para socializar y que tal vez lleguéis finalmente a conoceros. Love, has estado enamorado de él durante todo el instituto. ¡Eso son casi tres años!

Se sientan en la esquina de una mesa. Love coge su tenedor y le da unas cuantas vueltas a las patatas.

– ¿Has pensado –prosigue Milo– que casi nunca habéis hablado el uno con el otro? ¿Y si resulta ser...?

Elle duda.

– ¿Ser qué?

– ¿Y si resulta ser completamente diferente de lo que piensas? ¿Y si es tal y como parece?

Ya han tenido esta conversación antes. Love suspira mientras hace girar una hoja de lechuga en el tenedor.

Tommy es popular. Es encantador y popular y ha tenido más novias entre las chicas de la clase de las que Love puede o quiere recordar. Pero Milo nunca se ha dejado engañar por el encanto, alega él.

– Parece ser un verdadero Don Juan, tú también te das cuenta de eso, ¿verdad?

– No lo entiendes –murmura Love–. No es así en absoluto.

Él mismo escucha lo tonto e ingenuo que suena. Aún así, no puede evitar creérselo. Él y Tommy han ido a la misma clase desde la secundaria. En aquel momento Love se había mudado a la ciudad y era nuevo en la escuela, estaban en quinto. Tommy lo tomó bajo sus alas ya el primer día. Durante un par de meses había sido el único amigo de Love en el patio del colegio, y había protegido a Love de que lo dejasen de lado. Pero nunca se vieron fuera del colegio, así que eventualmente Love hizo otros amigos y dejaron de estar juntos durante los descansos. Así pasaron los años. En el bachillerato empezaron en diferentes escuelas pero ahora en el instituto habían vuelto a terminar en la misma clase. El primer día de clase, Love saludó a Tommy, y Tommy al principio le miró confundido. Luego estalló en esa sonrisa.

 

– ¿Qué tal, Love? ¡Maldita sea, cuánto tiempo! –dijo–. ¿Cómo está Manzana?

Se acordaba de Manzana. Ella era apenas un cachorro cuando se hicieron amigos en quinto grado, y Love no habló de nada más que de su nueva bola de pelo blanca durante varias semanas. Había enseñado fotos y había hecho un dibujo de un gato blanco y suave en cada clase. Tommy se burlaba de él por eso, pero lo hacía con cariño, no con mala intención. Al menos eso creía Love. El hecho de que, ahora, cinco años más tarde, todavía se acordara de Manzana hizo que Love se emocionara por dentro.

– Sí, todo bien, gracias –respondió él.

Después no se le ocurrió nada más que preguntar, por lo que Tommy le hizo un gesto de asentimiento y se volvió para seguir vociferando con sus dos compinches, Jacob y Samir.

– ¿Quién diablos es Manzana?

Era Milo el que se había parado detrás de él y aparentemente había escuchado toda la breve conversación. Entonces todavía no se conocían. Love explicó que Manzana era su gata y Milo no podía parar de reír.

– ¿Quién diablos llama a su gata Manzana? –tosía entre carcajadas.

– Pensé que Plátano o Kiwi sonaban un poco raro –sonrió Love encogiéndose de hombros–. Pero bueno, ¿nunca le has puesto nombre a una mascota?

Resultó que Milo nunca había tenido mascotas. Odiaba a los animales, afirmaba. Love negó con la cabeza con incredulidad.

– Espera a que conozcas a Manzana –dijo guiñándole un ojo.

 

Milo está ahora sentado mirando a Love con la misma expresión de desconfianza y girando el tenedor entre los dedos.

– ¿Entonces tú opinas que Tommy no es así en absoluto? –murmura elle.

Love ha estado completamente enamorado de Tommy desde el primer día de instituto cuando se había acordado de Manzana. Simplemente es algo que había sucedido, no había podido hacer nada al respecto. Y, por supuesto, Milo se había dado cuenta de inmediato.

– ¿Te olvidarás de él cuando nos hayamos graduado? –pregunta Milo de repente.

– Puede que quedemos alguna vez –dice Love evasivo y metiéndose un gran trozo de patata en la boca para evitar seguir hablando.

– ¿Qué quieres decir?

Love mastica durante mucho rato antes de responder y Milo espera pacientemente.

– Puede que se ponga en contacto.

Milo mira a Love.

– ¿Qué se ponga en contacto? ¿Y que quiera verte, quieres decir?

Love se encoge de hombros y mastica la patata. Está pensando en secreto en el guiño que le había dedicado ayer. Y en la solicitud de amistad en Facebook. Y que irá a casa de Tommy esta noche. La patata se ha deshecho en la boca y se ve obligado a tragársela.

– O tal vez debería ponerme en contacto con él –ahora Milo baja su mirada y asiente despacio, como si se hubiera dado cuenta de que es un caso perdido. Ambos saben que Love nunca se atrevería a contactar a Tommy.

 

– Querido Love –le dice elle–. Sé que llevo tres años diciendo que eres un ingenuo y que Tommy es un Don Juan. Por supuesto, no quiero que te hagan daño. ¿Pero sabes qué? Ahora vamos a suponer y dejemos todo eso a un lado por un momento. Supongamos que tienes razón y que también le gustas. Si ahora Tommy se pusiera en contacto contigo, ¿cómo crees tú que él va a saber que te gusta?

– Supongo que simplemente se daría cuenta.

– Estarías obligado a decírselo.

– Quizás lo diría él primero.

– ¿Qué te gusta?

– Que él… No, en ese caso se entiende que yo le gusto a él.

– ¿Y Tommy sería el primero de la clase en declararse homosexual?

Love se muerde el labio y da vueltas al tenedor. No hay nada de raro en esa idea, piensa él. No es completamente imposible. Pero no dice nada.

– Mírale, Love –suspira Milo–. El nunca haría eso.

Están sentados como de costumbre para poder observar a Tommy a lo lejos. Él está sentado entre Jakob y Samir, frente a dos chicas que se ríen tontamente. Las chicas parecen cautivadas por Tommy, y Tommy parece fascinado por las dos. Él sonríe con su sonrisa más encantadora y parece presumir de algo en la pantalla de su móvil. Love baja la mirada hacia su comida. Sabe que Milo tiene razón.