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Libro especializado que se ajusta al desarrollo de la cualificación profesional y adquisición del certificado de profesionalidad "AFDP0109. SOCORRISMO EN INSTALACIONES ACUÁTICAS". Manual imprescindible para la formación y la capacitación, que se basa en los principios de la cualificación y dinamización del conocimiento, como premisas para la mejora de la empleabilidad y eficacia para el desempeño del trabajo.
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Seitenzahl: 235
Veröffentlichungsjahr: 2023
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Rescate de accidentadosen instalaciones acuáticas.AFDP0109
Rosario Olmedo Jara
iceditorial
Rescate de accidentados en instalaciones acuáticas. AFDP0109
© Rosario Olmedo Jara
2ª Edición
© IC Editorial, 2022
Editado por: IC Editorial
c/ Cueva de Viera, 2, Local 3
Centro Negocios CADI
29200 Antequera (Málaga)
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ISBN: 978-84-1103-125-7
El Certificado de Profesionalidad es el instrumento de acreditación, en el ámbito de la Administración laboral, de las cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales adquiridas a través de procesos formativos o del proceso de reconocimiento de la experiencia laboral y de vías no formales de formación.
El elemento mínimo acreditable es la Unidad de Competencia. La suma de las acreditaciones de las unidades de competencia conforma la acreditación de la competencia general.
Una Unidad de Competencia se define como una agrupación de tareas productivas específica que realiza el profesional. Las diferentes unidades de competencia de un certificado de profesionalidad conforman la Competencia General, definiendo el conjunto de conocimientos y capacidades que permiten el ejercicio de una actividad profesional determinada.
Cada Unidad de Competencia lleva asociado un Módulo Formativo, donde se describe la formación necesaria para adquirir esa Unidad de Competencia, pudiendo dividirse en Unidades Formativas.
El presente manual desarrolla el Módulo Formativo MF0271_2: Rescate de accidentados en instalaciones acuáticas,
asociado a la unidad de competencia UC0271_2: Rescatar personas en caso de accidente o situación de emergencia en instalaciones acuáticas,
del Certificado de Profesionalidad Socorrismo en instalaciones acuáticas.
Portada
Título
Copyright
Presentación del manual
Índice
Capítulo 1 Buceo básico
1. Introducción
2. Nociones físicas aplicadas al buceo
3. Buceo con equipo subacuático sencillo: aletas, gafas y tubos
4. Modificaciones de la visión, acústicas y térmicas
5. Resumen
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 2 Intervención en el socorrismo acuático
1. Introducción
2. Características del agua y consideraciones relativas a ropa y calzado
3. Organización del salvamento y socorrismo
4. La percepción del problema: elementos esenciales en la percepción
5. El análisis de la situación
6. Toma de decisiones
7. Ejecución de las acciones de rescate
8. Evaluación de la intervención
9. Resumen
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 3 Técnicas de rescate en instalaciones acuáticas
1. Introducción
2. Técnicas de localización, puntos de referencia y composición del lugar
3. La utilización del material como medio auxiliar del rescate acuático
4. Técnicas de entrada al agua
5. Técnicas de flotación
6. Técnicas de aproximación al accidentado
7. Técnicas de la toma de contacto, control y valoración de la víctima. Las zafaduras: definición y tipos
8. Técnicas de traslado de accidentados
9. Técnicas de extracción del accidentado
10. El accidentado con lesión medular o politraumatismo
11. La evacuación del accidentado
12. Técnicas de reanimación en el agua
13. Resumen
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 4 Estrategias de conducta. Aspectos psicológicos en la fase crítica del rescate
1. Introducción
2. Psicología aplicada al salvamento y socorrismo
3. Conducta de la persona que cree ahogarse
4. Actitudes y respuestas del socorrista
5. Manejo de la situación
6. Técnicas de control de ansiedad para el propio socorrista
7. Resumen
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Capítulo 5 Comunicación aplicada a situaciones de emergencia
1. Introducción
2. Técnicas de comunicación verbal y no verbal
3. Habilidades sociales
4. Comunicación en situaciones conflictivas durante el rescate y resolución de conflictos
5. Incidentes críticos y secuelas psicológicas en el socorrista
6. Resumen
Ejercicios de repaso y autoevaluación
Bibliografía
Capítulo 1
Buceo básico
Introducción
Nociones físicas aplicadas al buceo
Buceo con equipo subacuático sencillo: aletas, gafas y tubos
Modificaciones de la visión, acústicas y térmicas
Resumen
El conocimiento y la práctica del buceo para un socorrista acuático son totalmente necesarios. En salvamento acuático son numerosas las ocasiones en las que se precisa del dominio de esta técnica subacuática, la cual conlleva unos procesos y una preparación específicos.
Para realizar las labores de salvamento de forma eficaz es esencial el conocimiento de las técnicas de buceo sin material y con material subacuático sencillo. También será básico el entrenamiento continuo de dichas técnicas con el propósito de resolver los rescates sin contratiempos y de la forma más segura posible.
Otro aspecto que se debe conocer es la serie de fenómenos físicos y fisiológicos por los que puede pasar un socorrista para estar prevenido y tener siempre la situación bajo control.
En el buceo existen una serie de leyes y principios que se deben conocer, ya que ayudarán a controlar los fenómenos físicos y fisiológicos que el cuerpo sufre cuando se sumerge en el agua.
Se refiere a la presión ejercida por la fuerza peso del aire sobre los cuerpos dentro de la atmósfera.
La presión del aire se debe al peso de las capas de la atmósfera que se encuentran por encima de nosotros (moléculas de aire). Esta presión a nivel del mar es, en condiciones normales, igual a 101.300 Pascal. A medida que se gana altura en la atmósfera la presión va disminuyendo. A 5000 m de altitud la presión del aire es solo a la mitad que a nivel del mar.
Un fluido pesa y ejerce presión sobre el recipiente que lo contiene y también sobre toda la superficie de cualquier objeto sumergido en él. La presión hidrostática provoca, en fluidos en reposo, una fuerza perpendicular a las paredes del recipiente o a la superficie del objeto sumergido. Si el líquido fluyera, las fuerzas no serían perpendiculares a las superficies. A una profundidad, la presión hidrostática será el producto del peso específico del líquido por la profundidad.
La presión hidrostática
Sabía que…
La presión hidrostática en agua dulce aumenta un bar o kp/cm2, cada 10 m de profundidad. En el mar es casi igual pero con una pequeña diferencia de 0,026 kp/cm2 cada 10 m de profundidad.
Debido a esto, los buceadores antes de sumergirse a gran profundidad tienen que realizar ejercicios de adaptación para poder soportar la presión del agua.
En un proceso isotérmico (temperatura constante) el volumen del gas varía de forma inversamente proporcional a la presión absoluta a la que está sometido, mientras que la densidad varía proporcionalmente a esta.
Es decir, cuando se aumenta la presión a un determinado volumen de gas, este se reducirá pero aumentará su densidad. Entre el nivel superficial del agua y los 10 metros de profundidad la presión sobre el cuerpo se duplica y el volumen pulmonar se reduce a la mitad. Esto explica la frecuencia de accidentes barotraumáticos (accidentes producidos por variaciones de la presión ambiente).
Sabía que…
Normalmente no se nota la presión porque el cuerpo está compuesto principalmente de líquido que es incomprensible y reparte la presión por igual a lo largo de todo el cuerpo.
El principio de Arquímedes afirma que todo cuerpo completamente sumergido desaloja un volumen de fluido igual a su propio volumen. En condiciones de equilibrio un cuerpo sumergido en un fluido experimenta una fuerza de empuje vertical ascendente que es igual al volumen de líquido desalojado. Se formula de la siguiente manera:
Donde E es el empuje, pf es la densidad del fluido, V es el volumen de fluido desplazado por algún cuerpo sumergido parcial o totalmente en el mismo, g la aceleración de la gravedad y m la masa. De este modo el empuje depende de la densidad del fluido, del volumen del cuerpo, y de la gravedad existente en ese lugar.
Principio de Arquímedes
Esto significa que si un objeto desplaza una cantidad de agua que pesa más que su propio peso, flotará. Si un objeto desplaza una cantidad de agua que pesa menos que su propio peso se hundirá. Si un objeto desplaza una cantidad de agua igual a su propio peso ni flotará ni se hundirá, sino que permanecerá suspendido en el agua. Si un objeto flota se puede decir que tiene flotabilidad positiva, si se hunde se dirá que tiene flotabilidad negativa y si ni flota ni se hunde se puede decir que tiene flotabilidad neutra.
Para un buceador es importante aprender a establecer su flotabilidad en la superficie y bajo el agua porque le permitirá controlar su ubicación bajo el agua. Por ejemplo, en la superficie mantendrá flotabilidad positiva de forma que pueda ahorrar energía y descansar, y bajo el agua mantendrá flotabilidad neutra la mayor parte del tiempo de forma que pueda nadar sin esfuerzo y moverse libremente en todas direcciones.
Aplicación práctica
Usted realiza una inmersión por primera vez y se prepara con su equipo de buceo. Cuando llega a la zona deseada para realizar la inmersión se prepara y se lanza al agua, pero cuando comienza a descender empieza a notar un dolor en el oído que cada vez se hace más fuerte.
En esta situación, ¿qué decide hacer? ¿Cuál cree que puede ser el motivo por el que le ha empezado a doler el oído?
SOLUCIÓN
Si al descender le empieza a doler el oído nunca se debe seguir bajando, ya que puede provocarse una lesión grave, como por ejemplo, rotura del tímpano. En ese caso se debe avisar al compañero del problema y subir. El motivo por el que el oído empieza a doler es por la presión del agua, antes de volver a bajar se deben realizar unos ejercicios de adaptación para poder soportar la presión.
Actividades
1. Buscar información sobre principios o leyes que se hayan aplicado a la práctica del buceo.
El buceo, según los materiales que se utilicen para el mismo, se puede realizar de diferentes formas:
Buceo con ayuda de equipo subacuático completo (aletas, gafas, traje de neopreno, botella de aire, etc.).
Buceo con ayuda de equipo subacuático sencillo (aletas, gafas y tubo).
Buceo sin ayuda de material.
Haciendo referencia al buceo con material subacuático sencillo, cabe decir que el material empleado se concreta en aletas, gafas, tubo de buceo y, en algunos casos, cuchillos y prendas isotérmicas. Es de una utilidad práctica fundamental en el salvamento acuático, ya que facilita cualquier tipo de rescate.
Buzo con equipo subacuático sencillo
Nota
Es la mejor forma de buceo para una actuación inmediata en un rescate en el que se deba llegar a profundidades superiores a las habituales, pero siempre que sea prudente y posible.
Respecto al material utilizado, el equipo lo compone:
Gafas de buceo:
estas permiten al socorrista una visión más completa y superior a las gafas que se utilizan en natación. Deben facilitar la visibilidad del entorno por el que se bucea, así como la búsqueda del accidentado que se ha sumergido. Estas gafas de buceo para que sean eficaces en el salvamento acuático deben tener las siguientes características:
El ojo humano en contacto con el agua se convierte en hipermétrope (visión borrosa). Para evitar este fenómeno se dotan a las gafas de un medio corrector, lo que proporciona una visión clara, pero también alterada al percibirse los objetos más cercanos (4/3) y de mayor dimensión (1/3).
Las gafas deben cubrir solo los ojos y la nariz, dejando libre la boca para el tubo.
La montura debe mantener la rigidez en el ensamblaje con el cristal y en el enganche con la brida de sujeción.
Los bordes de las gafas deben ser suaves y adherentes para evitar la entrada de agua. Un buen material para realizarlos suele ser la silicona (antialérgica, translúcida, duradera, blanda y elástica).
Tubo de buceo:
permite observar el fondo de una manera continuada si las condiciones del agua son adecuadas. Sobre el tubo de buceo se pueden plantear las siguientes consideraciones:
Existen diversos modelos más o menos sofisticados, pero no por ello significa que sean útiles para el buceo en el salvamento acuático.
Cuanto más sencillo sea su diseño, más seguro y práctico resulta.
El tubo más apropiado es el recto en la parte superior y de forma arqueada en la inferior, liso en su interior para facilitar la expulsión del agua y con la boquilla de goma suave o de silicona para no dañar.
El diámetro del tubo no debería exceder de los 25 mm y su longitud debería oscilar entre 30 y 40 cm. Con un tubo excesivamente largo se corre el riesgo de no renovar en la respiración todo el aire que contiene en su interior e inspirar parte del dióxido de carbono expulsado en ciclos respiratorios anteriores y, además, si la longitud del tubo es excesiva, los pulmones y la musculatura respiratoria deben trabajar contra resistencias adicionales provocadas por la presión en dicha cota.
Tubo de buceo sencillo
Cuchillo:
es una herramienta de la que no se puede prescindir debajo del agua y que debe tener las siguientes características:
Estar fabricado en acero inoxidable, con hoja resistente y bien afilada, pero no excesivamente larga.
Debe tener una parte dentada, lo cual resulta idóneo para cortar cabos.
Su empuñadura tiene que ser robusta y de fácil adaptación a la mano.
Tiene que tener una funda resistente que asegure la protección contra el filo del cuchillo.
Cuchillo en acero inoxidable con una parte dentada
Aletas:
aportan una serie de beneficios esenciales, lo que hace que sea el material más importante para el buceo.
Los beneficios de las aletas son:
Aumenta la velocidad del desplazamiento.
Economizan el gasto energético.
Permiten una acción libre de brazos y manos, al no necesitarse para la propulsión.
Nota:
todo esto solo se consigue cuando se domina la técnica de propulsión con aletas, para lo que es preciso entrenar con frecuencia por la exigencia muscular que implica.
Las características de unas buenas aletas son:
Mantener cierto grado de rigidez en la pala que permita contrarrestar la resistencia del agua durante los movimientos.
La velocidad que proporcionan las aletas va en relación con la longitud, al igual que el esfuerzo que se necesita para moverlas, por lo que cada persona debe buscar la proporción adecuada velocidad-esfuerzo.
Para el rescate, las aletas deberían ser de colores llamativos, lo que permite un control visual del compañero que rastrea.
Aletas de color llamativo
Actividades
2. Bucear 25 m en una piscina, en primer lugar sin material, y posteriormente con gafas de buceo y tubo.
En el medio acuático, para conseguir una mayor velocidad en el desplazamiento y deducir el gasto de energía, es preciso conseguir una posición que ofrezca la mínima superficie frontal del cuerpo y que reduzca la succión que se produce en las partes posteriores del mismo. Esto incide en adoptar una postura hidrodinámica, en la que los brazos se extiendan totalmente por delante de la cabeza y la cadera adquiera una posición neutra evitando las oscilaciones laterales.
Adoptada dicha posición, las acciones de pierna que se pueden utilizar con ayuda de las aletas son iguales a las que se utilizan en natación, pero realizadas con movimientos más amplios y un batido más lento:
Batido de crol, alternando la acción de las piernas.
Técnica de propulsión con aletas batido de crol
Batido de delfín, con acción simultánea de las piernas y movimientos ondulatorios con el cuerpo.
Técnica de propulsión con aletas batido de delfín
Recuerde
El buceo con ayuda de material subacuático sencillo es la mejor forma para una actuación inmediata en un rescate en el que se deba llegar a profundidades superiores a las habituales.
En el buceo existen unos principios que se deben tener en cuenta para la consecución de una técnica adecuada y que evite riesgos y peligros innecesarios. Estos principios se pueden clasificar en tres grupos.
Respiración sin hiperventilación
. La hiperventilación consiste en la realización de sucesivas respiraciones profundas antes de la inmersión, lo que contrariamente a lo que se piensa, no aumenta la situación de la hemoglobina sanguínea, ya máxima con una inspiración normal, sino que hace descender la presión parcial del CO
2
a nivel arterial. Esta técnica según estudios realizados, aumenta la duración de la apnea un 60 % en reposo y un 40 % en ejercicio, pero a expensas del retraso de la alarma fisiológica del centro respiratorio, lo que conlleva el peligro de anoxia (falta de oxígeno casi total en un tejido) en inmersión y el riesgo incluso de morir, como ha sucedido en muchas ocasiones.Con la hiperventilación se logra una decarbonización casi absoluta durante un ejercicio, a pesar de estar descendiendo el nivel de O
2
y aumentando el de CO
2
, la acidosis de la sangre arterial se mantiene por debajo del límite que haría saltar la alarma. El buceador se encuentra cada vez más necesitado de O
2
, sin que perciba su situación, ya que no se emiten las señales características que indica que la apnea está llegando a su límite de ruptura (imperiosa necesidad de aire).
Nunca espirar aire
. Mientras se permanezca con el aire que se ha inspirado se puede utilizar el oxígeno que contiene, por el contrario si el aire se espira se desaprovecha la parte de oxígeno que todavía no se ha utilizado.
Sabía que…
Con cada inspiración de aire, por término medio, se aportan de 4 a 5 litros, de los que un 21 % es oxígeno, y de este en una respiración normal solo se aprovecha el 5 %, sin contar el que queda en las vías respiratorias sin utilizar. Por esto es tan eficaz la respiración boca a boca.
Comienzo del buceo de forma hidrodinámica
. Si la entrada al agua se realiza con un salto, este debe ser suave, sin brusquedades y adoptando una posición lo más hidrodinámica posible para evitar resistencias y aprovechando al máximo el impulso conseguido en la salida y, por lo tanto, no realizando movimientos de propulsión que todavía son innecesarios, ahorrando de esta forma la energía, y consecuentemente el oxígeno que se posee.
Recorrido subacuático eficaz
. Las acciones de propulsión se deben aprovechar al máximo, ya sean efectuadas con los brazos o con las piernas y con o sin ayuda de material auxiliar. Estas acciones se realizarán con suavidad y continuidad, evitando los movimientos bruscos y rápidos que crean mayor resistencia y consumen más oxígeno.
Relajación
. Como en cualquier actividad, la tensión y el nerviosismo puede perjudicar enormemente el buceo, incluso produciendo mayor desgaste físico y mayor fatiga, incluso, en algunas ocasiones, antes de comenzar la actividad.Con la relajación es lógico llevar a cabo una concentración adecuada en la tarea que se va a realizar, repasando los pasos que van a desarrollarse, las circunstancias que rodean el caso y los posibles imprevistos con los que una persona se puede encontrar. Una adecuada concentración va a permitir no solo permanecer más tiempo debajo del agua sino también tener una mayor seguridad.
Conocimiento completo de las propias capacidades y limitaciones
. Es el principio más importante para el socorrista acuático, ya que sin él difícilmente se estará capacitado para la práctica del buceo y se pondrá en peligro la propia vida, y por lo tanto, la de la persona que se va a rescatar. Desgraciadamente los casos de ahogamiento debido a acciones imprudentes de nadadores expertos son más habituales de lo que se piensa.
El principal motivo que obliga a un socorrista acuático a practicar el buceo es la búsqueda de personas que se han sumergido en el agua. Para ello se debe tener en cuenta una serie de aspectos, muy relacionados unos con otros, los cuales son imprescindibles para que el rastreo y rescate de los accidentados se realice con mayor eficacia.
Rapidez
. La búsqueda se debe realizar con rapidez, ya que el tiempo del que se dispone para lograr la reanimación del accidentado disminuye en gran medida si este se ha hundido.
Lugar exacto de búsqueda
. Cuanto más exactamente se determine el lugar donde se ha hundido el accidentado, menos tiempo tardará la búsqueda, y más pronto se reanimará a la persona accidentada.Para dicha búsqueda no se deben tomar como referencias elementos móviles y por tanto, las referencias tomadas desde el agua deben constar de dos visuales en distintos rumbos que contengan cada una de ellas dos puntos fijos alineados, lo que permitirá que las rectas que pasan por dichos elementos se corten en un punto que coincidirá con el del observador que tomó la referencia.
Considerar las corrientes
. Si existen corrientes han de ser consideradas, ya que en estos casos el accidentado no se hunde en línea recta hacia el fondo. Ayuda mucho conocer la zona y saber qué orientación tienen las corrientes.
Nado de aproximación económico
. Se debe ir nadando sin agotarse excesivamente hasta llegar al lugar donde se ha de bucear, ya que un agotamiento excesivo antes del buceo impedirá realizarlo. Si las condiciones del agua lo permiten, y el nado en superficie posibilita un rastreo de la zona por la que se realiza el desplazamiento, se debe adoptar una posición lo más hidrodinámica posible, con los brazos extendidos por encima de la cabeza y las manos juntas o próximas, mientras que las piernas efectúan el batido más apropiado (aunque siempre es mejor ir equipado con aletas).
Descenso
. Se inicia con un “golpe de riñón”, los brazos dirigidos hacia el fondo y la cadera flexionada, cuando se comienza la inmersión se realiza la extensión de la cadera. Al inicio del descenso los movimientos propulsivos son energéticos y a medida que aumenta la profundidad ya no es necesario el aleteo, con el cuerpo en posición hidrodinámica y las aletas juntas e inmóviles. Para frenar el descenso se pueden separar las piernas y flexionar los tobillos hasta un ángulo de 90º, lo que provocará que las aletas frenen. En el fondo el buceador puede desplazarse utilizando los brazos y manos para gastar el mínimo de energía y un ahorro en el consumo de oxígeno.En el buceo el agua puede ejercer presión en el oído, concretamente sobre el tímpano produciendo dolor, ya que los espacios aéreos en los oídos son los más sensibles al aumento de presión, pero suponiendo que el socorrista esté en buenas condiciones de salud (sin catarro o congestión alérgica) se puede compensar fácilmente.Para compensar la presión hay que cerrar la nariz pinzándola y soplando suavemente hacia ella con la boca cerrada. Esto dirige el aire a los espacios vacíos de los oídos y senos. Otra técnica es tragar y mover la mandíbula de un lado a otro. Una tercera técnica combina las dos: tragar y mover la mandíbula mientras se sopla suavemente contra la nariz pinzada.
Alternar o simultanear estratégicamente
. Si acuden dos socorristas acuáticos, la búsqueda puede realizarse alternativamente, descansando uno mientras el otro bucea, o bien simultáneamente, repartiéndose la zona de búsqueda para no repetir trayectos innecesariamente. La estrategia de alternar es la que se considera más apropiada por las siguientes razones.
Aporta una mayor continuidad: uno rastrea y otro recupera.
Favorece mayor seguridad: el socorrista que recupera puede intervenir si su compañero necesita ayuda.
Es más fácil: hace que los socorristas tengan la posibilidad de comunicarse en los relevos y asegurarse de que no se repiten zonas o plantear cualquier otra sugerencia.
Es más eficaz y lógico: si el socorrista que bucea ha encontrado al accidentado, al salir a la superficie tiene la posibilidad de ser sustituido por el compañero, que está más recuperado, en el remolque del accidentado.
No remover el fondo
. El fondo no puede ser tocado en ningún momento, para evitar que el agua se enturbie y perjudique la visión.
Duración controlada de las inmersiones
. La duración de las inmersiones no se debe prolongar más de 20-25 s, en función de la capacidad del socorrista acuático, puesto que se evita el agotamiento y posibilita efectuar más de una inmersión.
Ascenso
. Basta con colocar las plantas de los pies sobre un apoyo firme en el fondo e impulsar fuerte, adoptando después una posición hidrodinámica y, si es necesario, realizar una brazada subacuática. La mirada se fija en la superficie, y un brazo irá extendido hacia arriba por encima de la cabeza para evitar chocar con algún obstáculo en el caso que lo hubiese. Si el ascenso es con un accidentado, a este se le sujetará con el otro brazo y mano.
Persistir
. No se debe abandonar la búsqueda al poco tiempo de comenzada, ya que en el siguiente intento se puede encontrar al accidentado. Siempre se debe empezar un rastreo con planteamientos y expectativas positivas, ya que por el contrario lo único que se conseguiría es entorpecer y hacer fracasar la búsqueda.
Si es posible utilizar material
. Si las circunstancias del entorno lo aconseja (turbiedad excesiva, corrientes, etc.) se debe ir atado a una cuerda que asegure el regreso y la ayuda desde fuera, previniendo siempre los posibles riesgos de engancharse o atorarse por culpa de la misma, siendo lo más adecuado llevar un sistema que permita librarse con facilidad de la cuerda (arnés, tirantes, nudos de fácil desatado).Hay que tener en cuenta que en determinados sitios la temperatura del agua en el mar es de 12 grados y 17 y 19 en verano, como ocurre en Galicia, por lo que es recomendable chaleco isotérmico.
Estrategias de búsqueda
. Buscar mediante el buceo a una persona sumergida no consiste en llegar, bucear y sacarla. Son pocas las ocasiones en las que resulta tan sencillo, ya que normalmente no se producen condiciones ideales en los rescates reales.
Las circunstancias que debe tener en cuenta el socorrista acuático para el rescate son:
Características orográficas de la zona: es necesario conocer la zona en la que se trabaja (bajos, depresiones, grietas, etc.) y, sobre todo, atender a la profundidad y la temperatura del agua que influye decisivamente en el resultado del rescate.
Condiciones meteorológicas: determinarán las corrientes, el oleaje, la transparencia del agua, etc.
Recorridos para la localización del accidentado: ante el desconocimiento del lugar exacto donde se encuentra la persona sumergida se podrían efectuar diferentes recorridos con el objetivo de no pasar por el mismo sitio varias veces y ganar tiempo. Estos recorridos son:
Cuadro de expansión: se comenzaría por el lugar en el que el socorrista acuático sospecha que se encuentra la persona y se iría abriendo un cuadrado progresivamente.
Rastreo en línea: se comenzaría unos metros antes del lugar en el que el socorrista sospecha que se encuentra la persona e iría progresando barriendo la zona a uno y otro lado.
Búsqueda en sector: se empezaría por el lugar en el que el socorrista piensa que se encuentra el accidentado y se iría abriendo un círculo, volviendo siempre al centro del mismo.
Aplicación práctica
Usted es un socorrista acuático de la playa de la Victoria en Cádiz. Está en su torre vigilando y ve pasar por delante de su torre a un compañero que se dirige a hacer un relevo en otra torre unos metros más lejos de la suya. De repente se percata de que en el agua una moto acuática se dirige a toda velocidad hacia una lancha que permanece parada, ocupada por cuatro chicos. El chico de la moto no consigue controlarla por lo que choca contra la lancha. Este sale despedido de la moto y dos de los chicos de la lancha también caen al agua. Le da tiempo a ver como los chicos de la lancha salen a la superficie pero al de la moto lo ha perdido de vista.
¿Qué haría en esta situación desde que ve el accidente hasta que consigue llegar al lugar donde se encuentran los accidentados? ¿Utilizaría la ayuda de algún material para realizar la búsqueda y rescate del chico que no ha salido a la superficie?
SOLUCIÓN
En primer lugar se debe llamar al compañero, que por suerte está pasando por delante de la torre, para que ayude en el rescate. Seguidamente se cogerían las gafas de buceo, el tubo, las aletas y un cuchillo que es imprescindible llevar para realizar un rescate. Se utilizaría este material porque es el más manejable y más sencillo de poner, por lo que no quita tiempo y puede facilitar la búsqueda de los accidentados.