Susie - Ray Rhodes Jr. - E-Book

Susie E-Book

Ray Rhodes Jr.

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Beschreibung

«Esta es, sin duda, la descripción más detallada, históricamente precisa y concluyente de la vida de mi tatarabuela Susie. Este libro te animará a vivir la vida mirando a Cristo en espera de que Él te supla y sea todo lo que necesitas mientras tú buscas servirlo para Su gloria». Susannah Spurgeon Cochrane, tataranieta de Charles y Susannah Spurgeon. La mayoría de nosotros conoce el nombre de Charles Spurgeon, el predicador más famoso de Londres, pero pocos conocen el nombre (o historia) de su esposa, Susie. Sin embargo, ella merece ser conocida. En esta biografía definitiva, Ray Rhodes nos presenta a esta extraordinaria mujer. Fue amada en su época, pero ahora, gracias a su notable trabajo, Susie será amada por toda una nueva generación de cristianos.

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Elogios para Susie

Esta es, sin duda, la descripción más detallada, históricamente precisa y concluyente de la vida de mi tatarabuela Susie. Ray Rhodes ha sido meticuloso en su investigación, pero al mismo tiempo ha presentado la vida de Susie de una forma muy amena e interesante. Terminé cada capítulo deseando vivir la vida como lo hizo Susie. En primer lugar, y esto es lo más importante, tener la fe en Dios fuerte y duradera que ella tuvo. En segundo lugar, tener la devoción total hacia mi marido que Susie y Charles tuvieron el uno por el otro. Por último, tener la perseverancia inquebrantable que ella tuvo hasta el fin, a pesar de sus enfermedades prolongadas y las muchas pruebas de su vida. Este libro te animará a vivir la vida mirando a Cristo en espera de que Él te supla y sea todo lo que necesitas mientras tú buscas servirlo para Su gloria.

Susannah Spurgeon Cochrane, tataranieta de Charles y Susie Spurgeon.

Por mucho tiempo quise leer una biografía de Susannah Spurgeon, y Ray Rhodes me ha dado un regalo (y a toda la Iglesia) con esta biografía de una mujer notable. Si anhelas saber que Dios usará tus pruebas, que tu debilidad es el camino hacia la santidad y que tu fidelidad en las tareas ordinarias y ocultas del ministerio es valiosa para Dios, entonces deja que Susie sea tu profesora y amiga. En este libro, encontrarás a una hermana, y te sentirás animado. Dios hará la obra que quiso hacer en las vidas de Su pueblo, y Susie es un ejemplo fiel de esa obra.

Courtney Reissig, autora de Glory in the Ordinary [Gloria en lo ordinario] y The Accidental Feminist [La feminista accidental].

Leí la dedicatoria y pensé: «Este libro será un deleite». Al estudiar la línea de tiempo, pensé: «Este libro será muy útil». Después de la introducción, pensé: «Este libro será encantador». Cuando terminé la sección sobre la juventud de Susie, confirmé que mi intuición estaba respaldada: «Este libro está bien documentado». Al reflexionar en la intersección vital entre la vida de Susie y la de Spurgeon, me sorprendí y noté: «Este libro incluso arroja nueva luz sobre el príncipe de los predicadores». Cuando llegué a leer sobre el último mes excepcional en Menton y la muerte de Spurgeon, sentí: «Este libro muestra el valor de un matrimonio en que las dos personas han simpatizado tanto que prácticamente se han vuelto uno en corazón y mente». Al observar el tema continuo del Fondo del Libro y los ministerios que engendró, pensé: «¡Vaya ejemplo de visión práctica y ejecución perseverante fue esta mujer!». La utilidad propia con que Susie escribió me hizo meditar: «Esto podría servir de ejemplo para que muchas mujeres cristianas compartan las riquezas del conocimiento bíblico, la comunión profunda con Cristo y la amonestación edificante. Y, si vamos al caso, también para los hombres». Su proyecto de plantación de una iglesia y su papel en la restauración del Tabernáculo inspiró esta convicción: «Eso es lo correcto. Nunca deberíamos dejar de trabajar para la gloria de Dios y la extensión de Reino de Cristo hasta el día en que muramos». El lamento universal que siguió a la muerte de esta mujer de acero selló la siguiente conclusión en mi corazón: «En una vida madura por la gracia, ella no habría llegado a ser esta persona sin Charles, y él no habría alcanzado tan alta estatura ni recibido tanto amor y respeto sin ella. De hecho, todos necesitamos a nuestras parejas, nuestros amigos, nuestras iglesias, nuestras pruebas, nuestros triunfos y la conciencia constante de la bondad y sabiduría de Dios para transformarnos en lo que debemos ser aquí y prepararnos para lo que seremos en el más allá».

Tom Nettles, docente jubilado, pero también profesor titular de teología histórica en el Seminario Teológico Bautista del Sur; autor de Living by Revealed Truth: The Life and Pastoral Theology of Charles Haddon Spurgeon [Viviendo según la verdad revelada: vida y teología pastoral de Charles Haddon Spurgeon].

Ha pasado demasiado tiempo para que se lance una biografía completa de Susie Spurgeon. ¡Ray Rhodes ha logrado que la espera valga la pena! Este libro es una joya que tiene el mismo efecto en el lector que Susie tuvo en todas las vidas que tocó: hace que nuestra mente y corazón se maravillen por la bondad del Señor. «La más valiente de las mujeres, fuerte en la fe», como Charles Spurgeon llamaba a su esposa, estaba tan enfocada en la gloria de Dios que la teología latía en sus venas y fluía de su corazón, boca, manos y pluma. Susie Spurgeon, la reina de las teólogas amas de casa, trató los muchos obstáculos y sufrimientos que encontró en su camino como oportunidades para que el poder del Señor obrara a través de sus debilidades. Y Él obró con poder mediante Susie para bendecir a su familia y amigos, y para servir a los pastores, a los huérfanos y también a nosotros. Estoy agradecida porque Ray ha enriquecido mi compresión de Cristo mediante la vida de Susie Spurgeon.

Aimee Byrd, autora de Why Can’t We Be Friends? [¿Por qué no podemos ser amigos?] y No Little Women [Ninguna mujercita].

Charles Spurgeon fue el nombre más famoso del mundo cristiano en la segunda mitad del siglo XIX. Sigue siendo considerado ampliamente como el «príncipe de los predicadores» de toda la historia cristiana y es el héroe de incontables ministros evangélicos en la actualidad, incluyéndome a mí mismo. Pero lo que es por lejos menos sabido es lo mucho que Spurgeon amaba y confiaba en su esposa piadosa, Susannah. Con una investigación original y nuevas perspectivas sobre información que estuvo latente por mucho tiempo, Rhodes ha vuelto a situar a «Susie» en el lugar que merece junto a su célebre esposo. Todos los que están interesados en Spurgeon disfrutarán este libro, en especial por sus atisbos de la vida hogareña, las prácticas de adoración familiar y las relaciones espirituales de los Spurgeon. Todos los que quieran leer sobre la vida de una cristiana heroica podrán hacerlo en esta biografía de la extraordinaria Susannah Spurgeon.

Donald S. Whitney, profesor de espiritualidad bíblica y decano asociado del Seminario Teológico Bautista del Sur, Louisville, KY; autor de Disciplinas espirituales para la vida cristiana, Adoración en familia y Orando la Biblia.

Los admiradores de C. H. Spurgeon estarán encantados de leer esta nueva biografía de su esposa Susannah. El recuento cuidadosamente documentado de Ray Rhodes sobre la vida de Susie ilumina con frescura la historia de la mujer que sostuvo al predicador más grandioso del siglo XIX con su amor y oraciones. La historia de Susie ejemplifica lo que es confiar en Dios en medio de la enfermedad crónica y pinta un bello cuadro de la vida matrimonial. Los lectores también agradecerán a Dios por su Fondo del Libro para pastores, que otorgó miles de volúmenes para equipar a los ministros con carencias. Podemos aprender mucho de las historias de los santos que nos han precedido, y este libro no es la excepción.

Megan Hill, autora de Praying Together [Orando juntos] y Contentment [Contentamiento], editora de la Coalición por el evangelio, colaboradora habitual de CT Women y Today in the Word, y esposa de pastor.

Cuesta creer que no haya habido ningún estudio sustancial de la vida de Susannah Spurgeon hasta antes de esta obra escrita por Ray Rhodes. La vida y el ministerio de su esposo son muy famosos, pero, por alguna razón, Susannah y su vida solo han sido un capítulo en la historia de él. Felizmente, ahora Ray ha corregido eso, brindándonos un relato completo de su inspirador peregrinaje. Espero que este libro sea leído ampliamente tanto por las mujeres como por los hombres.

Michael A. G. Haykin, miembro de la Royal Historical Society; catedrático de historia eclesiástica, Seminario Teológico Bautista del Sur, y autor de múltiples volúmenes, entre ellos Eight Women of Faith [Ocho mujeres de fe].

Para los lectores modernos suele ser difícil identificarse con los santos de la antigüedad. Ray Rhodes pinta un retrato de una mujer que se dedicó a la piedad personal, una inspiración para las mujeres de todas las edades.

Sarah Zylstra, escritora principal, Coalición por el evangelio.

Un refrán popular afirma que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, y suele ser cierto. La mayoría de nosotros conoce al gran C. H. Spurgeon, pero son muy pocos los que conocen a la mujer piadosa con la que estaba casado: la mujer que crio a sus hijos, que administró su casa, que fue su alma gemela y que lo ayudó a mantenerse cuerdo en la caldera ardiente del ministerio de la iglesia local en la Inglaterra victoriana. En estas páginas vivaces escritas con claridad, mi amigo y copastor Ray Rhodes le da vida a Susie Spurgeon en relieve y a todo color, permitiéndonos entrar a la vida de la mujer que amó al príncipe de los predicadores. Esta biografía es única y muy necesaria. Es historia de la mejor clase, historia escrita para servir a la Iglesia de Jesucristo, y servirá como la biografía estándar de la encantadora Sra. Spurgeon en las décadas futuras. Literalmente, aquí hay algo cautivador para cada cristiano. Lee y gózate porque Dios le dio al gran Spurgeon tan valiente ayuda idónea.

Jeff Robinson, pastor principal, Christ Fellowship Church de Louisville, KY, y editor principal, Coalición por el evangelio.

¡Qué deleite tan dichoso e inesperado es este libro! Atrapa de inmediato, tiene un gran ritmo, está escrito con tonos vivos y es sorprendentemente alentador. Susannah Spurgeon no fue un personaje secundario. A pesar de sus impresionantes problemas de salud, ejemplificó bien que todos debemos ser fieles hasta que nuestro Rey vuelva. Este es un libro derechamente bueno.

Todd Friel, animador de Wretched TV and Radio; autor de diversos libros.

Susie nos eleva de nuestra vida de comodidad y conveniencia para llevarnos a un tiempo en que las dificultades de la vida cotidiana, junto a sus limitaciones de salud, no le fueron obstáculo para usar sus dones para promover el Reino de Dios. ¡Qué gran inspiración es para su célebre esposo Charles Spurgeon: lo anima en los períodos de depresión y problemas ministeriales, y también escucha de inmediato el llamado divino a enviar libros y recursos a los pastores necesitados de todo el mundo! El ministerio de Susie, que animó a los pastores fieles y humildes, nos inspira a usar todos los dones que Dios nos ha dado, cualquiera que ellos sean, en cualquier situación en que nos haya puesto, para Su gloria. ¡La forma en que Ray Rhodes trata la historia de Susannah Spurgeon en el contexto de la Inglaterra victoriana es interesante, informativa y motivante!

Mary Beeke, autora de La enseñanza de la bondad y esposa de Joel Beeke (escritor y presidente del Puritan Reformed Theological Seminary).

Me encanta el nuevo libro de Ray Rhodes, Susie: vida y legado de Susannah Spurgeon, por varias razones. Pero simplemente es lo que esperaría de Ray, un amigo que ama mucho el evangelio, ama a su esposa Lori con gran placer y fervor, y está comprometido con la causa de colocar tantos libros buenos en las manos y corazones del pueblo de Dios como le sea posible. Susie desmiente la caricatura de que hay una «mujercita» detrás de todo gran hombre. Susannah Spurgeon tuvo una historia, una voz, una vida y una herencia asombrosa por derecho propio, una vida que vivió gustosa a la sombra de su marido Charles Spurgeon, que era famoso en todo el mundo, pero de la que todos podemos aprender para nuestro gran provecho. Gracias a Ray, ya no veo a Susannah Spurgeon como un mero personaje secundario en el ministerio de su marido. Gracias a Ray, cuando escuche el apellido Spurgeon, ahora preguntaré: «¿Estás hablando de Susie o de Charles?». No puedo exagerar lo importante, oportuno y útil que es este libro.

Scotty Ward Smith, pastor emérito, Christ Community Church, Franklin, TN; profesor residente, West End Community Church, Nashville, TN; autor de diversos libros, entre ellos Everyday Prayers [Oraciones cotidianas].

Publicado por:Publicaciones Faro de GraciaP.O. Box 1043Graham, NC 27253www.farodegracia.org

ISBN: 978-1-629463-10-0

Susie Spurgeon by Ray Rhodes Jr.Copyright ©2018 by Ray Rhodes Jr.

This book was first published in the United States by Moody Publishers, 820 N. LaSalle Blvd., Chicago, IL 60610 with the title Susie, copyright © 2018 by Ray Rhodes Jr. Translated by permission. All rights reserved. Todos los Derechos Reservados.

©2021 Publicaciones Faro de Gracia. Traducción al español realizada por Julio Caro Alonso, diseño de la portada y las páginas por Benajmin Hernandez. Todos los Derechos Reservados.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperacion de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio electronico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.

Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera 1960, Sociedades Bíblicas en América Latina. renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que sea notado como otra versión. Utilizado con permiso.

AMi esposa Lori:Siempre serás «Oh la más hermosa de todas las mujeres».

Prendiste mi corazón, hermana, esposa mía; has apresado mi corazón con uno de tus ojos (Cantares 4:9). ¡Estoy apresado!

Nuestras hijas y yernos:Rachel (y Adrian), Hannah, Sarah (y Caleb), Mary, Lydia, Abigail

Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud (Salmo 127:4). ¡Estoy defendido!

Nuestros nietos:Susannah, Josiah, Caleb, Eden Rose

Corona de los viejos son los nietos (Proverbios 17:6). Estoy coronado.YMi asistente de investigación londinenseMaureen GardnerTu devoción por la historia de Susie es inspiradora. He sido inspirado.

Contenido

Prólogo

Línea de tiempo

Susie, en persona: una introducción

Capítulo 1: Formación y familia

Capítulo 2: Una peregrina en progreso

Capítulo 3: Corazones unidos en el Crystal Palace

Capítulo 4: Un matrimonio para el cielo

Capítulo 5: Los nuevos padres

Capítulo 6: La sombra del dolor: tragedia y fe

Capítulo 7: Tomados de la mano dentro y fuera del país

Capítulo 8: La gran sufriente

Capítulo 9: El Fondo del Libro de la Sra. Spurgeon

Capítulo 10: La mudanza a Westwood: sigue el Fondo del Libro

Capítulo 11: Menton: alegría y un triste adiós

Capítulo 12: Con Cristo, lo cual es muchísimo mejor

Capítulo 13: Una mujer de letras

Capítulo 14: La plantación de una última semilla

Capítulo 15: Viendo al Rey y Su gloria

Epílogo: El legado de Susannah Spurgeon

Posfacio

Agradecimientos

veces, las lecciones más reveladoras de la historia surgen del silencio. Uno de los silencios más extraños de la historia de la Iglesia es la poca atención que han recibido las esposas de ministros y pastores, incluso de los líderes cristianos más famosos.

Tal silencio debería hacernos meditar. ¿A qué se debe esta falta de interés histórico?

Desde luego, lo primero que debe venirnos a la mente es que, por más de un milenio, debido a la enseñanza y práctica de la Iglesia Católica Romana, los sacerdotes fueron célibes. Los evangélicos de hoy seguramente saben eso, pero lo más probable es que no mediten en por qué la Iglesia Católica Romana, tanto antes como ahora, espera que los sacerdotes sean célibes mientras que las congregaciones evangélicas esperan que sus pastores se casen, con relativamente pocas excepciones.

Por decir lo menos, este es un cambio enorme tanto para la teología como para la práctica eclesiástica. Y para entender este cambio enorme debemos remontarnos a la Reforma Protestante del siglo XVI, y en especial a Martín Lutero y su amada esposa Catalina. Juntos, establecieron el modelo del pastor casado que se goza en su esposa y en sus hijos. En la práctica, inventaron la familia protestante.

Cuando Martín Lutero fue ordenado en 1507, ya era fraile agustino. Ahora también tenía el estatus de sacerdote. Luego de realizar el famoso voto a santa Ana durante una tormenta eléctrica aterradora, Lutero pasó de estudiar leyes a aprender teología. Nadie se decepcionó más que su padre, Hans Lutero, que esperaba que su hijo se convirtiera en abogado, se casara y le diera nietos.

La Reforma fue tomando forma a medida que Lutero, en especial después de publicar las «noventa y cinco tesis» el 31 de octubre de 1517, se fue convenciendo de que, a la luz de la Escritura, muchas de las enseñanzas y prácticas de la Iglesia Católica Romana eran claramente antibíblicas. A la larga, Lutero se dio cuenta de que el celibato obligatorio de los sacerdotes era una de esas enseñanzas antibíblicas. Comenzó a desempeñar una suerte de rol de cupido para sus estudiantes de teología, emparejándolos con exmonjas que ahora estaban listas para casarse. En poco tiempo, el propio Lutero se casó, y junto a su esposa Catalina (que también era exmonja), vivó la Reforma tanto en la Iglesia como en su hogar.

En mi sala de estudio, tengo una serie de retratos al óleo maravillosos e históricos de Martín y Catalina Lutero. Forman parte de las posesiones más valiosas que tengo en mi biblioteca personal. ¿Por qué? Porque Martín y Catalina son inseparables en su vida y legado. Martín Lutero se transformó en el primer pastor protagónico que simplemente es imposible de conocer sin hacer referencia a su esposa. Lutero se aseguró de que fuera así. No podemos entender a Lutero sin aludir a la fuerza y el amor que le otorgaban Catalina, sus hijos y la calidez del hogar cristiano.

Lutero entendía por qué Pablo le dijo a Timoteo que el varón que ejerce el oficio docente en la Iglesia debe ser «marido de una sola mujer» (1 Tim 3:2). Y, como bien aclara Ray Rhodes, lo mismo es cierto de Charles Spurgeon. En Susie: la vida y el legado de Susannah Spurgeon, Rhodes narra su historia. Desde luego, al narrar la historia de Susannah, también cuenta la historia del predicador más famoso de la Inglaterra victoriana: Charles Spurgeon. A medida que vamos conociendo a su amada Susie, empezamos a ver a Spurgeon de una manera que sería imposible sin no supiéramos de la presencia, el amor y la influencia de su esposa en su vida.

Los mejores libros cubren necesidades, y eso es precisamente lo que hace este volumen. Los libros que vale la pena leer cuentan bien una historia, y eso es lo que ocurre con el libro que ahora tienes en las manos.

Hay otra razón por la que aprecio esos cuadros de Martín y Catalina Lutero. Mi ministerio no sería lo que es y yo no sería el hombre que soy sin mi dulce esposa Mary. He sentido su apoyo e influencia constante en mi vida. Sé que eso también es cierto de Ray Rhodes, que diría lo mismo sobre su amada esposa Lori.

Me parece que es seguro decir que su propia felicidad matrimonial ayuda en gran manera a explicar por qué escribió este libro, por qué sabía que sería importante contar la historia de Susannah Spurgeon y por qué a ti te entusiasmará leer Susie.

R. Albert Mohler Jr.Presidente del Seminario Teológico Bautista del Sur

Fechas de nacimiento inciertas: los abuelos de Susannah (Susie) Spurgeon fueron Sampson y Mary Knott, y William y Mary Thompson. Se cree que Sampson y Mary se casaron en 1801 y que Sampson murió en 1860. Él era escudero y un exmolinero acomodado.

20 de enero de 1805 o 1806: Susannah Knott Thompson, la madre de Susannah Spurgeon, nace en Ramsgate, Kent. Fue bautizada en la parroquia de St. Lawrence, en Thanet.

9 de marzo de 1808: Robert Bennett (R. B.) Thompson, el padre de Susannah Spurgeon, nace en Londres. Fue bautizado en el Tabernáculo de Whitefield por Matthew Wilks, un pastor separatista inglés.

2 de junio de 1823: matrimonio de Henry Kilvington y Mary Knott (tía de Susie, hermana de su madre Susannah). Susie y sus padres vivirían durante un tiempo corto con la familia Kilvington.

1829: nace Susannah Kilvington, prima y posteriormente amiga cercana de Susie.

16 de abril de 1831: R. B. Thompson y Susannah Knott se casan en la Iglesia de St. Giles, Camberwell, ubicada en el municipio londinense de Southwark.

15 de enero de 1832: nace Susie Thompson en Old Kent Road, Londres.

19 de junio de 1834: nace Charles Haddon Spurgeon en Kelvedon, Essex.

1837-1901: reinado de la reina Victoria.

1840: muere Jeanne, la esposa del pastor J. J. Audebez (Iglesia Reformada Francesa, París). Tiempo después, en 1842, Audebez se casa con su cuñada. Susie visitaría París y el hogar de los Audebez. Vivió esporádicamente con esa familia durante los viajes que realizó entre 1845 y 1854.

1841-1850: El Rev. James Smith pastorea la New Park Street Chapel. La familia Thompson asiste a esa iglesia durante su pastorado.

1842: R. B. (almacenista) no logra cumplir las exigencias de sus acreedores. Tiempo después, entre 1843 y 1851, R. B. entra a trabajar a Messers Cook and Son, una empresa situada en el centro de Londres. Durante la década de 1840, los Thompson vivieron en el centro de Londres. En 1843, los problemas financieros de R. B. están resueltos.

1848: Susannah Kilvington se casa con William Olney. Los Olney son una influencia importante en la vida de Susie.

6 de enero de 1850: Charles Spurgeon se convierte en la Primitive Methodist Chapel, situada en Artillery Street, Colchester.

3 de mayo de 1850: Charles es bautizado en el Río Lark, a la altura del transbordador de Isleham.

3 de octubre de 1850: Charles es recibido como miembro de la Iglesia Bautista de St. Andrew’s Street, Cambridge.

1851: abre sus puertas la Gran Exposición, con el «Crystal Palace» como estructura central. Está situada en el Hyde Park, Londres. Charles Spurgeon viaja en junio desde Cambridge para visitarla.

Octubre de 1851: Charles Spurgeon se transforma en el pastor de la iglesia Waterbeach Chapel, al norte de Cambridge.

1852: Susie se convierte en la Poultry Chapel, situada en el centro de Londres, durante la tarde de un domingo cerca del fin del año. La fecha es incierta.

29 de enero de 1853: Susie visita la catedral de Notre Dame en vísperas de la boda de Napoleón III y Eugenia.

1852/53-1855: a fines de 1852 o principios de 1853, R. B. y su familia se mudan (temporalmente) al hogar de Henry y Mary Kilvington (la tía de Susie); permanecen allí hasta la primavera de 1855. Su dirección es St. Ann’s Terrace 7, Brixton Road. Posteriormente, regresan al centro de Londres para vivir en en Falcon Square 210.

1853: muere Mary Kilvington, hermana de Susannah Knott Thompson.

Fines del verano u otoño de 1853: Charles predica en un evento de escuela dominical en Cambridge. Este desencadena una invitación a predicar en la New Park Street Chapel (NPSC) de Londres.

18 de diciembre de 1853: Charles predica por primera vez en la NPSC como pastor invitado. Susie Thompson no asiste al culto matutino, pero, animada por Thomas Olney (el padre de William), sí está presente en el culto vespertino y escucha predicar a Charles por primera vez.

1853-54: brote de cólera en Londres; mueren 11.000 personas. En 1854, Charles sirve a los enfermos, moribundos y enlutados.

1853-56: Guerra de Crimea

1854: el Crystal Palace es reensamblado en Sydenham, un vecindario del sur de Londres.

20 de abril de 1854: Charles le obsequia a Susie una copia ilustrada del Progreso del peregrino. William Olney le cuenta a Charles sobre las luchas espirituales de Susie, lo que ocasiona este regalo.

28 de abril de 1854: Charles acepta el pastorado de la New Park Street Chapel.

10 de junio de 1854: Charles y Susie asisten a la gran reapertura del Crystal Palace. Allí, Charles revela su amor por Susie mediante un libro.

2 de agosto de 1854: Charles le propone matrimonio a Susie en el jardín del abuelo de ella.

Diciembre de 1854: Susie solicita la membresía en la New Park Street Chapel y escribe su testimonio de fe en Cristo.

23 de enero de 1855: Susie se presenta ante de la iglesia y testifica verbalmente de su fe en Cristo.

1 de febrero de 1855: Susie es bautizada por Charles, su prometido, en la NPSC.

4 de febrero de 1855: Susie pasa a ser miembro oficial de la NPSC, donde sigue siendo miembro activo hasta septiembre de 1867. A fines de 1867, ya estaba enferma y rara vez asistía a los cultos del que ahora era el Tabernáculo Metropolitano.

1855: Charles olvida a Susie mientras se prepara para predicar en The Horns. Enojada, ella corre a su casa para estar con su madre. Probablemente, este evento ocurrió entre febrero y marzo de 1855. Entonces, Charles vivía en Dover Street 75 y Susie, en Anne’s Terrace 7, Brixton, solo a un par de kilómetros de The Horns.

1855: hacia el fin del año, Charles Spurgeon publica Smooth Stones Taken from Ancient Brooks [Piedras lisas tomadas de arroyos antiguos]. Durante el verano de 1855, Charles le pidió a Susie que seleccionara citas destacadas de los escritos de Thomas Brooks para que estuvieran en esta obra. Fue el primer trabajo literario de Susie, aunque no fue reconocido en el libro.

Abril de 1855: Susie visita por primera vez a los padres de Charles en Colchester.

22 de diciembre de 1855: Charles le obsequia a Susie el primer volumen publicado de sus sermones.

8 de enero de 1856: Susannah (Susie) Thompson se casa con Charles Haddon Spurgeon. Van de luna de miel a París.

Enero de 1856: Charles y Susie se mudan juntos a su primera casa, ubicada en New Kent Road 217.

Primavera de 1856: Susie acompaña a Charles a visitar a sus abuelos a Stambourne.

1856: comienzo incipiente del Colegio de Pastores con un solo estudiante; se establece con más formalidad en 1857.

20 de septiembre de 1856: Susie da a luz gemelos: Charles y Thomas.

19 de octubre de 1856: desastre del Surrey Gardens Music Hall.

2 de noviembre de 1856: Charles vuelve al púlpito de la NPSC.

23 de noviembre de 1856: Charles vuelve a predicar en el Surrey Gardens Music Hall.

Otoño de 1857: Charles y Susie se mudan a Nightingale Lane 99.

7 de octubre de 1857: Charles predica a casi 24.000 personas en el Crystal Palace.

1857-1867: Susie goza de una salud relativamente buena y suele viajar con Charles. Va de excursión a los Alpes, visita las galerías de arte y disfruta de la ciudad de Venecia. Es activa en la iglesia. En 1860, Susie estaba con Charles en Ginebra cuando este predicó en el púlpito de Calvino.

18 de marzo de 1861: abre el Tabernáculo Metropolitano, con una capacidad de entre cinco y seis mil personas sentadas.

14 de abril de 1862: muere Susannah Thompson, la madre de Susie. Charles predica en su funeral.

Agosto de 1866: Charles inicia un orfanato para niños gracias a una donación de 20.000 libras que recibió de Anne Hillyard. De allí surgiría el orfanato de Stockwell.

1867: el orfanato de Stockwell abre oficialmente sus puertas.

1868: Susie enferma gravemente y ya no puede viajar.

1868-69: cerca de este tiempo, R. B. Thompson se muda de Falcon Square a Bell Street.

1869: La casa de los Spurgeon en Nightingale Lane es demolida y se construye otra en la misma ubicación.

1868/69: Susie es operada en Brighton por Sir James Young Simpson. Queda inválida por buena parte del resto de su vida.

1869: muere Thomas Olney.

18 de octubre de 1870: R. B. Thompson se casa con Mary Ann Kirkwood en la iglesia Christ Church, situada en el centro de Londres. Robert es vinatero. Él y su esposa viven en Hornsey, cerca de Londres.

1872/73-1892: Charles suele pasar los meses invernales en Menton, Francia, debido al deterioro de su salud.

5 de octubre de 1873: R. B. muere de un infarto cardiaco en South Terrace, Penzance; es enterrado allí.

21 de octubre de 1874: Charles (hijo) y Thomas Spurgeon son bautizados en el Tabernáculo Metropolitano a los dieciocho años.

1875: Thomas Johnson, un exesclavo de Virginia, comienza a estudiar en el Colegio de Pastores.

Verano de 1875: comienza el Fondo del Libro de la Sra. Spurgeon, que ella administra hasta su muerte.

1875: abre sus puertas el orfanato de niñas de Stockwell.

1880: a fines del verano, Charles y Susie se trasladan a Beulah Hill (Westwood), en Upper Norwood, un sector del sur de Londres cercano al Crystal Palace, que estaba en Sydenham Hill.

8 de enero de 1881: Susie y Charles celebran sus bodas de plata.

1884/85: Susie publica Ten Years of My Life in the Service of the Book Fund [Diez años de mi vida al servicio del Fondo del Libro].

1887: comienza la controversia del declive. Charles renuncia a la Unión Bautista el 28 de octubre.

18 de enero de 1888: la Unión Bautista decide censurar a Charles.

1888: Charles publica La chequera del banco de la fe, donde escribe sobre su sufrimiento por la controversia y también por la aflicción de Susie. Susie creía que la controversia del declive detonó la muerte prematura de Charles a la edad de 57 años.

1889: Susie se une la Beulah Baptist Chapel, en Thornton Heath, Londres (cerca de Westwood)–su membresía fue impugnada por el Tabernáculo Metropolitano–.

Marzo de 1889: muere a los tres meses de edad Marguerite May (Daisy) Spurgeon, nieta de Charles y Susie.

1890: muere Charles Philip Spurgeon, nieto de Charles y Susie, antes de cumplir un año.

7 de junio de 1891: Charles predica su último sermón en el Tabernáculo Metropolitano.

Octubre de 1891: a principios del mes, Charles y Susie viajan juntos a Eastbourne, Inglaterra.

26 de octubre de 1891: Charles y Susie viajan de Londres a Menton con la esperanza de que la salud de Charles mejore gracias al clima templado. Es la primera vez que Susie puede realizar el viaje.

1891: entre octubre de este año y enero de 1892, Charles se dedica principalmente a completar su libro The Gospel of the Kingdom [El evangelio del Reino].

1892: el 8 de enero, Charles y Susie celebran su trigésimo sexto aniversario de bodas, y el 15 de enero, el sexagésimo cumpleaños de Susie.

17 de enero de 1892: Charles preside su último culto público en su hotel de Menton. El 20 de enero, Charles cae en cama y permanece allí hasta su muerte, once días después.

31 de enero de 1892: Charles muere en un cuarto del Hotel Beau Rivage a las 11:05 p.m. Lo acompaña Susie, además de su hermano, su cuñada y Elizabeth Thorne, una amiga de Susie. Se realiza un servicio fúnebre en Menton, y luego el cuerpo de Charles es trasladado a Londres. Susie no regresa a Londres, sino que se queda un mes en la propiedad de Thomas Hanbury para recuperarse.

11 de febrero de 1892: Charles es enterrado en el cementerio de Norwood.

Marzo de 1892: Susie vuelve a Londres desde Italia y reanuda el trabajo de su Fondo del Libro.

Marzo de 1894: Thomas Spurgeon es elegido oficialmente como pastor del Tabernáculo Metropolitano. Hay discrepancias considerables. Acepta el pastorado el 2 de abril.

1895: Susie publica Ten Years After!: A Sequel to “Ten Years of My Life in the Service of the Book Fund” [¡Diez años después!: una secuela de «Diez años de mi vida al servicio del Fondo del Libro»].

Primavera de 1895: Susie descubre que no hay ninguna congregación bautista en Bexhill-on-Sea y, luego de un período de oración, decide plantar una iglesia allí.

1896: abre sus puertas el primer edificio de la Iglesia Bautista Beula de Bexhill-on-Sea, que era una escuela-capilla. La iglesia se constituye oficialmente el 31 de enero de 1897.

1896: Susie publica A Carillon of Bells [Un órgano de campanas].

1897-1900: Susie coedita y realiza aportes importantes a los cuatro volúmenes de la Autobiografía de C. H. Spurgeon.

12 de abril de 1897: Susie da la primera palada para la construcción de la capilla de Bexhill. El 7 de julio, fija la placa conmemorativa.

1898: Susie publica A Cluster of Camphire [Un ramillete de alheña].

20 de abril de 1898: el Tabernáculo Metropolitano es destruido por un incendio.

17 de agosto de 1898: la Capilla Bautista Beula de Bexhill-on-Sea abre sus puertas sin ninguna deuda.

8 de febrero de 1899: Susie lidera una campaña de recolección de fondos en el sótano del Tabernáculo Metropolitano. Lo hace contra las recomendaciones de su médico y consigue 30.000 USD para la reconstrucción del Tabernáculo.

Septiembre de 1900: el Tabernáculo Metropolitano vuelve a abrir sus puertas.

1901: Susie publica A Basket of Summer Fruit [Canasta de fruta estival].

22 de octubre de 1903: Susie muere en Westwood a las 8:30 a.m.

27 de octubre de 1903: se realiza un servicio conmemorativo en la biblioteca de Westwood y luego un culto fúnebre en la Capilla Bautista Chatsworth Road. El entierro es en el cementerio de West Norwood.

1903: Charles Ray publica The Life of Susannah Spurgeon [La vida de Susannah Spurgeon].

1904: se coloca una placa en memoria de Susie dentro de la Capilla Bautista Beula, Bexhill. El Fondo del Libro continúa bajo el liderazgo de Elizabeth Thorne en Westwood.

17 de octubre de 1917: muere Thomas Spurgeon.

13 de diciembre de 1926: muere Charles Spurgeon Jr.

Septiembre de 2018: se publica en inglés Susie: vida y legado de Susannah Spurgeon.

usie Spurgeon terminó de escribir la nota –había escrito cientos así a lo largo de los años–, y la colocó con cuidado dentro del libro The Gospel of the Kingdom [El evangelio del Reino]. Su fallecido marido Charles Haddon Spurgeon, el pastor bautista inglés conocido como «el príncipe de los predicadores», había escrito el volumen. Envolvió el paquete y se lo pasó a Elizabeth Thorne, su amiga y asistente de toda la vida, para que ella lo enviara por correo. Al igual que los múltiples paquetes que había enviado antes, la nota y el libro terminarían en manos de un pastor gracias al Fondo del Libro de la Sra. Spurgeon.

Este pastor en específico, que ahora vivía en otro país, en algún momento se sentó en las salas del Colegio de Pastores y escuchó atento las lecciones de su fundador: Charles Spurgeon. El libro, un comentario del evangelio de Mateo, fue la última obra de Spurgeon, y Susie la describió como «el último trabajo dulce y amoroso para la gloria del Maestro que realizó el corazón y la mano que ahora están frías por la muerte».1 Con posterioridad, el mismo pastor le respondió a Susie con una nota: «La última labor de ese cerebro maravilloso y esas manos ocupadas… la aprecio más de lo que puedo expresar con palabras. Pegué su carta dentro de la portada».2

En cierta ocasión, otro pastor le escribió: «Que Dios la bendiga muchísimo a usted y a la obra que hace para Sus ministros; que alegre su corazón cuando la desolación de la soledad irrumpa sobre usted al observar la silla vacía y los muchos objetos de la casa que le hablan de su amado. ¡Cobre ánimo!».3

Luego de la muerte de su esposo, el 31 de enero de 1892, y mientras aún lloraba su profunda pérdida, Susie se preguntó qué era lo que el Señor haría con ella, una viuda frágil y sola. ¿Seguiría con el ministerio de libros para pastores pobres que había conducido durante diecisiete años? Decidió que sí: «Dios me constriñó y me fortaleció para el servicio, a fin de evitar que mi corazón y mente se centraran demasiado en mi soledad y pérdida».4 Charles fue quien la animó a comenzar el ministerio de libros, que Susie describió como «un ángel de luz que me apunta al poder consolador del servicio activo al Señor y Sus siervos pobres».5

Cuando los libros escritos por su esposo pasaban por sus manos, suscitaban recuerdos en la mente de Susie. Recordaba los primeros días de su matrimonio, cuando viajó junto a Charles por el continente europeo. Esbozaba una sonrisa en el rostro cuando recordaba que remó en una góndola junto a su amado en el Gran Canal de Venecia. El romance les llenó el corazón en la ciudad que ella describió como «de ensueño». Incluso los días comunes eran de gozo. Charles la trataba con ternura y le decía «mi querida» y «mi amor precioso». A veces, se reían tanto que terminaban llorando. Pero ahora, Susie estaba secándose las lágrimas de los ojos. Extrañaba a su marido.

Se deleitaban mutuamente, a pesar de sus muchas pruebas. Susie recordó los primeros síntomas que percibió del deterioro de su salud, los dolores agudos que le golpeaban el cuerpo. A la postre, se sometió a una cirugía que la dejó confinada en su casa la mayor parte del tiempo, y se preguntó si volvería a ser útil para su marido o su Salvador. Luego, vinieron años de enfermedad.

Desde entonces, la salud de Susie le impidió acompañar a su esposo cuando este viajaba. Cada vez que Charles salía de la casa en dirección al sur de Francia, la miraba con amor a los ojos, triste porque no podía ir con él. Susie sabía que para Charles, que también era enfermizo, era difícil dejarla y viajar a mil seiscientos kilómetros de su hogar.

En medio de su propio dolor, Susie muchas veces consoló a Charles, que sufría por sus aflicciones personales de la depresión, la gota y la insuficiencia renal. A veces, lo encontraba llorando sin saber por qué; así de oscura podía ser su depresión. Susie consolaba a Charles leyéndole poemas de George Herbert.

Muy pronto, a Susie se le abrió la oportunidad de servir a los demás de forma activa, el día en que Charles le pasó el primer volumen de su libro más reciente: Discursos a mis estudiantes. Estaba tan encantada con esa obra magistral que quiso que todos los pastores de Inglaterra pudieran contar con una copia sin ningún costo.

Charles miró a su esposa y le dijo: «Bien, Susie, ¿harás que eso pase?».

Sorprendida por el desafío de su marido, Susie se retiró a un cuarto del segundo piso, se detuvo para recobrar el aliento y después sacó una pequeña suma de dinero que tenía guardada en un cajón. «Quizá el Señor use esta pequeña ofrenda para abastecer de libros a algunos pastores», pensó. Sin embargo, nunca se imaginó que esa experiencia la llevaría a invertir el resto de sus días sirviendo a los pastores y sus familias.

Con la certeza de que el paquete estaba en buenas manos con la señorita Thorne, Susie meditó en sus casi veinte años de servicio a los pastores pobres a través de libros, dinero e incluso ropa para sus esposas e hijos. Dios usó a Charles para incentivar ese trabajo, y Susie estaba agradecida. Su deseo principal era honrar a Cristo, pero también creía que su servicio a los pastores era «la mejor conmemoración de la vida maravillosa [de Charles] al servicio de Dios».6

Con esos recuerdos frescos en la mente, Susannah, que estaba sentada en la silla del escritorio de su esposo, se inclinó hacia delante y pensó en sus treinta y seis años de matrimonio. Hace apenas doce meses, el 31 de enero, Charles había muerto en un cuarto del Hotel Beau Rivage, de Menton, Francia, a los cincuenta y siete años. Al borde de su cama, Susie inclinó la cabeza y «agradeció al Señor por el tesoro precioso que le prestó durante tanto tiempo, y buscó, ante el trono de la gracia, fuerzas y guía para el futuro».7 El año posterior a la muerte de Charles, Susie sintió las fuertes punzadas de su vida de viuda, separada del «príncipe de su vida».8

Susie tomó con cuidado una pluma de su amado, la sumergió en la tinta, y puso la punta con delicadeza en el papel:

Estoy escribiendo en el estudio de mi esposo, donde él pensaba, oraba y escribía. Cada centímetro de este cuarto es tierra santa. Todo sigue tal como lo dejó. Sus libros (que ahora son mis posesiones más valiosas) reposan sobre los estantes en hileras brillantes, en el mismo orden en que él los puso, y uno casi podría imaginarse que el cuarto está listo y esperando a su señor. Pero ¡oh! ¡Esa silla vacía! ¡Ese retrato serio sobre la puerta! ¡Esas ramas de palma que ensombrecen el reloj! ¡El silencio extraño y solemne que permea el lugar ahora que ya no está en la tierra! A veces me arrodillo junto a su silla y, colocando la cabeza en los brazos acolchados que durante tanto tiempo soportaron su amada figura, derramo mi dolor ante el Señor y le digo una y otra vez que, aunque me quedé sola, sé que «Él ha hecho todo bien». Entonces, yendo de un cuarto a otro, mirando con los ojos llenos de lágrimas los tesoros hogareños que mi amado apreciaba y admiraba, casi aguardando oír el sonido de sus pasos tras mí y el tono dulce de su voz tierna saludándome con amor–¡ay!–,debo volver a notar lo ciertas que fueron las palabras del rey David cuando dijo en su dolor: «Yo voy a él, mas él no volverá a mí».9

Mientras trabajaba, la rodeaban los doce mil libros de su marido; la mitad de ellos habían sido escritos por los puritanos que tanto amaba o trataban de ellos.10 Los libros de Spurgeon, las «posesiones más preciosas» de Susie, seguían dispersos en tres cuartos: el estudio; la biblioteca adyacente, y otro cuarto cercano, que era más pequeño.

Susie se alejó del escritorio y recordó lo mucho que su esposo la animaba. No podía dejar su ministerio; no, no lo haría, a pesar de su soledad y su mala salud. Extrañaba muchísimo a Charles, pero Dios le había permitido servirlo en su aflicción física y ahora también la ayudaría a servirlo como viuda.

Susie administraba un fondo de libros y un ministerio de ayuda que suministraba libros, dinero, ropa y otros artículos a los pastores necesitados. También era una autora prolífica que escribió cinco libros y contribuyó enormemente a otras publicaciones (entre ellas, la enorme Autobiografía de C. H. Spurgeon, que consta de cuatro volúmenes). El biógrafo Richard Ellsworth Day, en su popular libro sobre Charles Spurgeon, se imaginó que, si Susie no hubiera decidido subyugar su individualidad a Charles y su ministerio, «podría haber ascendido al nivel de Elizabeth Barret Browning» en sus propios escritos.11 Además, Susie apoyó el Tabernáculo Metropolitano, abrió las puertas de su casa para la hospitalidad, sirvió como la «madre» del Colegio de Pastores e incluso tuvo un papel clave en la plantación de una iglesia.

Aunque las esperanzas, sueños y servicio de Susie estuvieron ligados a Charles durante su vida y ministerio, ella también vivió una vida llena de alegrías, dolores, esperanzas y sueños durante veintidós años antes de conocer al gran predicador y casi doce años después de su muerte. Dios le proveyó padres, una familia, líderes cristianos, amigos y experiencias, y eso fue lo que contribuyó a moldearla para que se transformara en la mujer piadosa y perseverante que tanto llegó a amar su esposo y tan útil llegó a ser para el Reino de Dios. Y la gracia de Dios fue lo que la sostuvo en los años posteriores a la muerte de Charles.

Cuando Susie meditaba en su vida y ministerio, alababa a Dios:

¡Cuán inexpresable es la gratitud que ahora siento por la gracia sustentadora que me sostuvo y me permitió testificarles [a los pastores que recibían los libros que enviaba] por experiencia propia que todas las promesas de Dios son verdad, y que incluso en las profundidades del dolor y las tinieblas, Su luz brilla alrededor de los que ponen su confianza en Él!12

Diez años después, un frío día de octubre de 1903, Susie, que murió a los setenta y un años, fue colocada en un ataúd cubierto de lirios, situado con cuidado al centro de la biblioteca que estaba justo a la salida del estudio de Charles, donde tantas veces se había sentado en su escritorio para escribir palabras de aliento a los pastores y meditar en la mano de Dios en su vida.

Recordando que el nombre Susannah significa «lirio», su hijo Charles le escribió un homenaje a su amada madre, en el que expresó que su «carácter cristiano tenía la naturaleza y la belleza de esa dulce planta».13 Su hermosa madre, que tenía ojos marrones y una larga cabellera color castaño oscuro, vivió una vida igual de hermosa. Amó a su marido, amó a Jesús y sirvió a Dios con fidelidad.

Aunque es imposible pensar en Susie al margen de Charles Spurgeon, ella fue una mujer notable por derecho propio. Charles Ray, el único biógrafo que escribió sobre ella con anterioridad, concluyó que Susie seguiría viva «no solo como la esposa de Charles Haddon Spurgeon… sino como ella misma»14.

a temperatura era de apenas un grado, pero el sol brillaba con vigor fuera de la casa de los Thompson el 15 de enero de 1832, cuando nació Susie. Sin embargo, la calidez de acoger a una recién nacida en la familia contrarrestó con creces las temperaturas invernales para Robert Bennett (R. B.) y su esposa Susannah Knott Thompson, que solo llevaban nueve meses de casados.15

La casa de los Thompson, situada en Old Kent Road, Londres, no estaba lejos del lugar donde varios disidentes religiosos fueron acusados de traición y colgados en el siglo XVI. El río Támesis fluía justo al norte de la primera residencia de Susie, pero en distintas ocasiones a lo largo de su vida, ella habitó a ambos lados de ese célebre curso de agua.

Guillermo IV era el rey de Inglaterra, y Victoria, su joven sobrina, era la heredera a la corona cuando nació Susie. Después de una larga enfermedad, Guillermo murió en 1837, y Victoria, de dieciocho años, ascendió al trono, que ocupó hasta su muerte en 1901. Susie tenía cinco años para la coronación de Victoria y murió dos años después de la muerte de la monarca; toda la vida de Susie estuvo marcada por la cultura victoriana. El reino de Victoria fue más que nada ceremonial, pero ella ejerció una influencia importante sobre Inglaterra, en especial como promotora de la moralidad y la vida familiar. Victoria, su marido Alberto y sus nueve hijos fueron objetos de admiración, curiosidad y críticas durante el siglo XIX. Su extenso mandato abarcó dos siglos, y fueron muchos los primeros ministros que sirvieron durante él, entre ellos Melbourne, Disraeli y Gladstone. Aunque es improbable que haya conocido a la reina, Susie vivó en su misma época.

Susie no solo era victoriana en un sentido cronológico, sino también en un sentido cultural. Durante sus setenta y un años de vida, se familiarizó con la literatura de su época, por ejemplo, con las obras de Charles Dickens, y la prosa de aquel popular autor inglés incluso influenció sus escritos posteriores.16 Al igual que muchas otras jóvenes de la clase media-alta, Susie leía mucho y era muy prolija en cuanto a literatura, música, artes y lenguaje.

Fue testigo de muchos cambios en el Londres victoriano, cambios que incluyeron ciertos progresos para las mujeres, como el movimiento sufragista, que ganó terreno a fines del siglo XIX. Sin embargo, durante gran parte de la era victoriana, las mujeres eran valoradas principalmente en el plano doméstico. Al contraer matrimonio, el marido pasaba a controlar legalmente la mayor parte de la vida de su esposa. No obstante, durante la vida de Susie, hubo avances hacia la obtención de derechos cada vez mayores para las mujeres.

Susie prosperó social y educacionalmente, y cuando se casó, se contentó con ser la esposa de Charles Haddon Spurgeon. Tuvo la bendición de contar con un marido que no solo la valoraba como esposa, sino también como amiga, igual y compañera en los esfuerzos evangélicos, a pesar de que vivían y ministraban en una sociedad dominada por los hombres.

La generación de Susie presenció desarrollos tecnológicos masivos que trajeron lámparas de gas a las calles de la ciudad, un tránsito expedito gracias al ferrocarril, y finalmente la luz eléctrica y el teléfono, a fines del siglo XIX. Londres era una ciudad de cambios.

Cuando nació Susie, los viajes estaban limitados a lo que uno podía caminar o transitar a caballo, en coche o en barco, pero en la década de 1840 se construyeron muchos kilómetros de vías férreas en Europa, y en 1850, los trenes ya corrían por los paisajes de Inglaterra y también por los de Francia. A Susie le gustaba realizar caminatas largas, y cuando tenía que decidir entre recorrer los pasadizos pintorescos en coche o a pie, elegía caminar. Cruzó la mayoría de los pasos de los Alpes y, siempre que le era posible, se bajaba del coche o de la mula para caminar, pues le encantaba estar de pie y ver las imponentes montañas sobre ella y los hondos desfiladeros bajo ella.

Gracias a la Revolución Industrial, Inglaterra pasó de tener una población principalmente rural a que la mayoría de sus ciudadanos vivieran en entornos urbanos. Desde comienzos del siglo XIX y hasta mediados de la década de 1850, los líderes de la ciudad se vieron enfrentados a desafíos casi insuperables que atormentaban a los ciudadanos. Las calles de Londres, llenas de nuevos residentes en busca de oportunidades, provocaron problemas que la ciudad real no estaba preparada para abordar.

Las condiciones sanitarias empeoraron. El agua del Támesis se contaminó. Como los pozos se infectaron y el río estaba inmundo, las bombas de agua hacían que la muerte fluyera hacia los hogares de la ciudad.17 El brote de cólera resultante hizo que se escuchara el lloro en casi todos los vecindarios de Londres. Es probable que Susie Thompson y su familia sintieran algo de temor por la muerte generalizada que hubo en la ciudad durante las varias epidemias de cólera que asolaron a Londres.

Aunque las riquezas de algunos aumentaron gracias a los avances de la manufactura y la expansión del comercio, la pobreza afligía a muchas personas que vivían en los barrios sobrepoblados y a menudo insalubres de Londres durante la primera mitad del siglo. La prostitución y otras formas de vicio contrastaban fuertemente con la era de la moralidad victoriana, que constaba de una ética sexual estricta, la ley y el orden y una visión romantizada de la mujer como el «ángel de la casa». Los valores religiosos permeaban la cultura victoriana y su ética laboral aventurera estimuló la industria.

Susie permaneció en la ciudad en el período que Dickens catalogó como el «mejor de los tiempos y el peor de los tiempos».18 Sin embargo, logró evadir la enfermedad, la muerte y el trabajo arduo en las fábricas, y experimentó muchos beneficios inaccesibles para las niñas londinenses menos favorecidas. A pesar de sus problemas, el victorianismo entró a su era dorada gracias a su economía en expansión y a que, con la excepción de la Guerra de Crimea, el continente europeo gozó de un período de relativa paz.

El Londres victoriano fue el contexto principal de toda la vida de Susie. Cuando se aventuró a salir de la ciudad durante su juventud, lo hizo en busca de experiencias culturales y oportunidades educativas en Francia. En esos viajes, Susie, acompañada de una chaperona, se dirigía hasta Dover en coche, cruzaba el Canal de la Mancha en barco y seguía su curso hacia el resplandor de París, con sus galerías de arte, catedrales y monumentos conmemorativos de victorias militares. Allí aprendió a hablar francés, y, al observar las torres de Notre Dame, caminar junto al río Sena y transitar cerca del Louvre, su sensibilidad inglesa se refinó aún más. Quizás la «ciudad de las luces» fue tan importante para moldear la calidad poética del habla de Susie y posteriormente su escritura como el Londres victoriano. Sin duda alguna, ambas ciudades contribuyeron a sus propensiones culturales y desarrollo educacional.

Susie brilla en «La Ciudad de las Luces»

Al igual que la mayoría de las niñas de Londres, Susie aprendió música (era pianista), artes plásticas, modales, protocolos y economía doméstica. Sin embargo, de joven, también pasó un tiempo considerable buscando educarse en París.

El siguiente aviso publicado en un periódico londinense nos da indicios de la causa por la que Susie se dirigió a París y cómo fue que, a la postre, se relacionó con el Rev. Jean-Joël Audebez, uno de los líderes del movimiento reformado francés, y su familia.

Se informa a las damas y jovencitas que deseen pasar algunos meses en París que encontrarán un hogar feliz y cómodo en la familia del Rev. J. J. Audebez, pastor francés. Disfrutarán de todos los beneficios de la interacción social y religiosa. Sus tres hijas las instruirán a diario en la lengua francesa.19

Si el aviso es un indicio fiel del momento en que Susie comenzó a estudiar en París, probablemente tenía unos dieciocho años. Sin embargo, es probable que haya visitado París antes, y, como ya existían oportunidades de estudio en París antes, puede que haya tenido apenas dieciséis años cuando realizó su primera visita.

De todas formas, el aviso de Audebez resultó ser una oportunidad perfecta para que Susie expandiera su educación y se involucrara en conversaciones teológicas y sociales. París se transformó en su sala de clases y su segundo hogar, pues viajó allá con frecuencia hasta cumplir veintidós años.

La capital francesa fascinaba a Susie, que se sentía atraída por sus hermosas catedrales y galerías de arte. Los colores, ventanas y chapiteles de los edificios antiguos le parecían celestiales. Conocía muy bien la historia de Francia, y en sus escritos posteriores, recordó con nostalgia los días de gloria de París antes de lo que ella describió como los «fuegos comunistas» que «quemaron y ennegrecieron sus calles» y las «multitudes turbulentas» que «saquearon sus templos y palacios».20 Sus múltiples viajes a París incluían excursiones en las que recorría sus atracciones famosas, además de aprender la lengua gala. Fue durante esas aventuras parisinas que estuvo meses viviendo en el hogar cristiano del pastor Audebez.21

Susie llegó por primera vez a la casa del pastor Audebez después de la muerte de su primera esposa en 1840 y su matrimonio con la hermana de su esposa en 1842. Seguramente, su hija Clary Pauline y su hijastra María se hicieron amigas de Susie, pues eran más o menos de su edad. También cumplieron el rol de tutoras de francés para ella. Audebez fue un escritor, predicador y líder de misiones que además pastoreó varias congregaciones independientes en París.22

El reverendo John Yeardly, en su Memoir and Diary [Autobiografía y diario], escribe con afecto sobre el pastor Audebez:

Nos sentimos muy inclinados a escucharlo por nosotros mismos, así lo que asistimos a Rue St. Maur la tarde del domingo, y este es nuestro testimonio: que escuchamos el evangelio predicado a los pobres. Primero leyó el Salmo 25 y luego una parte de la Epístola a los Romanos, que constituyó la base de su exhortación. Me hizo recordar [lo que he leído sobre] la predicación de los cristianos primitivos. Mi propio corazón fue impactado por su exhortación impresionante a que creyéramos en el Señor Jesucristo como el único medio de salvación y que entendiéramos lo necesario que es dar frutos de santidad.23

Audebez también fue uno de los fundadores de la Sociedad Evangélica de Francia. Durante la década de 1840, visitó Londres varias veces para informar sobre el movimiento del Espíritu de Dios en Francia y conseguir fondos para apoyar los esfuerzos evangelísticos en ese país. Es posible que durante sus viajes a Londres Audebez conociera a R. B. Thompson, que terminó sintiéndose cómodo con la idea de encomendar a Susie a la escuela del pastor. Vivir en el hogar piadoso de la familia Audebez fue una influencia cristiana sólida para Susie, ya que aumentó su educación, profundizó su comprensión del evangelio y ella asistió a la iglesia junto a la familia.

Las múltiples incursiones de Susie en París le brindaron oportunidades que resultaron muy útiles a lo largo de su vida. Años después, tendría contactos frecuentes con misioneros y pastores de todo el mundo, y sus experiencias multiculturales en Francia sin duda alguna contribuyeron a mejorar su comunicación internacional con los obreros evangélicos. París terminó siendo aún más memorable para Susie, pues ese fue el lugar donde pasó su luna de miel con Charles.

Las experiencias culturales y educativas que Susie tuvo en su juventud contrastan con las del varón con que se casaría. Charles Spurgeon era un hombre de libros y educación, pero sus primeros años estuvieron impregnados de la cultura rural de pastos verdes, caminos sucios y aldeas pequeñas. Aunque había visitado Londres, se sentía más cómodo en el terreno de su abuelo, ubicado en la comunidad agrícola de Stambourne; en el hogar de sus padres, situado en el pueblo de Colchester, y en el mundo puritano de Cambridge, con sus aldeas remotas, donde vivió de adolescente. Incluso después de trasladarse a Londres y casarse, buscaba casas fuera de la ciudad que tuvieran aire fresco, cielos más despejados y estuvieran ubicadas a mayor altura. La vida campestre caracterizó las primeras experiencias de Spurgeon, y eso fue patente en su habla, escritura y predicación hasta que murió a los cincuenta y siete años de edad.

Aunque Susie era una niña de ciudad, también apreciaba profundamente la naturaleza. En los años posteriores, cuando se vio asolada por el dolor físico y tuvo que quedarse confinada frecuentemente en Westwood, su hogar en la colina Beula, escribió que le hubiera encantado ser artista para «poder inmortalizar con el lápiz o el pincel algunas de las escenas encantadoras» que descubrió al pasear con Charles por los jardines de dicha propiedad. Esos recuerdos felices incluso la hicieron referirse a ese lugar como Dulce Domum, dulce hogar.24

La niñez y juventud de Susie fueron prósperas en el plano material y astutas en el plano social. Por otro lado, Charles era un hombre de menos recursos que, en especial gracias a su asombrosa mente cultivada por sus hábitos de lectura voraz, podía hablar con la gente de la aldea o la metrópolis, con el campesino y el arquitecto. Inicialmente, llegó a Londres vestido como predicador rural para pastorear la New Park Street Chapel (NPSC). Venía de una pequeña iglesia pueblerina, con un sueldo aún más pequeño; sin embargo, los miembros de la Waterbeach Chapel compartían alegremente con su pastor bivocacional todos los recursos con que Dios los bendecía. Spurgeon le contó a su amigo H. L. Wayland:

Pagaba doce chelines a la semana por mi cuarto en Cambridge, y me quedaban siete chelines para todos los otros gastos, pero cada vez que la gente venía al pueblo, me traía papas, nabos, repollos, manzanas y a veces un poco de carne, así que lograba subsistir.25

En contraste, la familia de Susie gozaba de condiciones más prósperas, que a veces mejoraban por los emprendimientos de su padre y, probablemente, por la generosidad de sus parientes.

Los padres y la familia de Susie

[Para evitar confusiones, puede ser útil notar que esta sección se refiere a tres personas distintas de nombre Susannah: Susannah (Susie) Thompson (más tarde Susie Spurgeon); su madre, Susannah Knott Thompson, y su prima, Susannah Kilvington Olney].