Un mundo a construir (nuevos caminos) - Marta Harnecker - E-Book

Un mundo a construir (nuevos caminos) E-Book

Marta Harnecker

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Beschreibung

Un libro que combina lo reflexivo y lo propositivo. Obra concluída poco después de la desaparición física del presidente venezolano Hugo Chavez, la autora continúa su sistemática y profunda labor de reflexión, tan útil para entender y llevar adelante ese proyecto tan humano que conocemos como socialismo del siglo XXI

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Título original: Un mundo a construir (nuevos caminos)

Edición: Denise Ocampo Álvarez

Diseño de cubierta: Claudia Méndez Romero

Diseño interior: Yadyra Rodríguez Gómez

Diagramación: Enrique García Martín

©Marta Harnecker2015

© Sobre la presente edición:

Ruth Casa Editorial, 2015

Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, 2015

ISBN:978-9962-697-94-7

ISBN:978-959-242-172-1

Ruth Casa Editorial

Calle 38 y ave. Cuba, edif. Los Cristales, oficina no. 6

apdo. 2235, zona 9A, Panamá

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Distribuidores para esta edición:

EDHASA

Avda. Diagonal, 519-52 08029 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España

E-mail:[email protected] 

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RUTH CASA EDITORIAL

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Al comandante Chávez cuyas palabras, orientaciones y entrega ejemplar a la causa de los pobres, servirán de brújula para su pueblo y todos los pueblos del mundo, y serán nuestro mejor escudo para defendernos de los que pretendan destruir esa maravillosa obra que él empezó a construir.

Marta Harnecker: Psicóloga, escritora, periodista chilena, quien se autodefine como una “educadora popular”, está considerada entre las principales investigadoras y divulgadoras de las experiencias de transformación social en América Latina. Ha escrito más de ochenta libros, en muchos de los cuales utiliza el género testimonio para abordar temas de connotación sociopolítica, como las experiencias guerrilleras de Centro América y Colombia y la izquierda legal en este continente. En 2006 mereció el premio del libro venezolano por su obra Haciendo camino al andar, en el que reúne experiencias de varios gobiernos locales de participación popular (Brasil, Venezuela y Uruguay). De su producción reciente son los libros: América Latina y el socialismo del sigloxxi. Inventando para no errar, (2010); Ecuador: Una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, que vio la luz con la editorial española El Viejo Topo en 2011; y Un mundo a construir (nuevos caminos), con la misma casa editora en 2013. Uno de sus libros más relevantes, Haciendo posible lo imposible: La Izquierda en el Umbral del Sigloxxi (1999), cuenta con ediciones en varios países de habla hispana y traducciones al francés, italiano, portugués y griego.

Introducción

1. Este libro termina de escribirse un mes después de la desaparición física del presidente Hugo Chávez Frías y no podría haberse escrito sin su intervención en la historia de América Latina. Muchas de las ideas que se exponen en este trabajo están relacionadas de una u otra manera al dirigente bolivariano, sea a su pensamiento, sea a sus acciones a nivel interno, o a nivel regional y mundial. Nadie puede dudar que entre la América Latina que recibió y la América Latina que dejó hay un abismo.

2. Cuando triunfa en soledad, en las elecciones presidenciales de 1998, ya el modelo capitalista neoliberal comenzaba a hacer aguas. El dilema no era entonces otro que refundar ese modelo, evidentemente con cambios, entre ellos una mayor preocupación por lo social, pero movido por la misma lógica de la búsqueda del lucro; o avanzar en la construcción de otro modelo. Chávez tuvo la audacia de incursionar por este último camino y para denominarlo decidió utilizar la palabra “socialismo” a pesar de la carga negativa que ella tenía. Especificó que se trataba del “socialismo del siglo xxi” diferenciándolo así del socialismo soviético implementado durante el siglo xx. No se trataba de “caer en los errores del pasado”: en esa “desviación estalinista” que burocratizó al partido y terminó por eliminar el protagonismo popular.

3. Pensó —como Mariátegui— que el socialismo del siglo xxi no podía ser ni calco ni copia, sino “creación heroica” y, por eso, habló de un socialismo bolivariano, cristiano, robinsoniano, indoamericano. De un socialismo imaginado como una nueva existencia colectiva donde reine la igualdad, la libertad, una democracia verdadera y profunda; donde el pueblo llegue a tener el rol protagónico, donde exista un sistema económico centrado en el ser humano y no en la ganancia, una cultura pluralista y anticonsumista en que el ser tenga primacía sobre el tener.

4. La necesidad del protagonismo popular era una de sus obsesiones y es el elemento que lo distancia de otras propuestas de socialismo democrático. Estaba convencido de que es a través de ese protagonismo que las personas crecen, ganan en autoconfianza, es decir, se desarrollan humanamente.

5. Pero esto hubiese quedado en meras palabras si Chávez no hubiese promovido la creación de los espacios en las que estos procesos participativos pudiesen darse plenamente. Por eso ha sido tan importante su iniciativa de crear los consejos comunales (espacios comunitarios autogestionados), los consejos de trabajadores, los consejos estudiantiles, los consejos campesinos, para ir conformando una verdadera construcción colectiva, que debe plasmarse en una nueva forma de Estado descentralizado cuyas células fundamentales deberían ser las comunas.

6. Pero el líder venezolano no era un iluso, como algunos podrían pensar, sabía que las fuerzas que se oponían a la materialización de este proyecto eran enormemente poderosas. Pero ser realista no significó para él caer en la visión conservadora de la política concebida como el arte de lo posible. Para Chávez el arte de la política era hacer posible lo imposible, no por simple voluntarismo sino porque, partiendo de la realidad existente, buscó crear las condiciones para que esta cambiara. Él entendió muy bien que para hacer posible en el futuro lo que en ese momento aparecía como imposible, era necesario cambiar la correlación de fuerzas tanto en el plano interno de su país como en el terreno internacional. Y durante todo su gobierno trabajó en forma magistral para lograrlo, entendiendo que para construir fuerza política no bastan los acuerdos de cúpula sino que lo principal es construir fuerza social.

7. Vislumbró muy bien que una sociedad alternativa al capitalismo implicaba, al mismo tiempo, una globalización alternativa a la globalización neoliberal. Nunca pretendió intentar construir el socialismo en un solo país. Tuvo completa lucidez de que esto no era posible y por eso es que se preocupó con tanto ahínco en crear una correlación de fuerzas a nivel de la región y a nivel mundial que facilitara su construcción.

8. Chávez percibió tempranamente las particularidades de este proceso de transición que se iniciaba en su país y que sería el precursor de procesos semejantes en otros países de América Latina, entre ellas, que ese tránsito no se realiza a partir de cero, se realiza partiendo del aparato de Estado, del sistema económico y de la cultura heredados y, por lo tanto, si se ha elegido la vía institucional es necesario cambiar las reglas del juego institucional como primer paso para, desde allí, ir venciendo los inmensos obstáculos que sabía se le irían presentando en el camino.

9. Entendió también que, para ir caminando hacia una sociedad en que el Estado debía desaparecer como una institución por encima de la sociedad, transformándose en un instrumento al servicio de la sociedad y controlado por ella, se requería de un Estado fuerte. Será justamente este Estado fuerte el que irá creando las condiciones internacionales para lograr la soberanía nacional y la integración continental y el que irá impulsando internamente el cambio de las instituciones heredadas por unas instituciones que permitan realmente construir la nueva sociedad (nueva Constitución, nuevo cuerpo de leyes, desarrollo mayor de los poderes locales, etcétera, etcétera). Y lo más importante, será ese Estado heredado —pero poblado ahora de cuadros revolucionarios— el que promoverá la organización y el protagonismo popular a través de los cuales se irá gestando un nuevo Estado desde abajo.

10. Muchas de las ideas que acabo de exponer serán desarrolladas ampliamente en este volumen, que es una actualización, ampliación y profundización de los temas abordados en mi libro: Inventando para no errar. El socialismo del sigloxxi,1 publicado en 2010. En él he incorporado párrafos completos de mis más recientes artículos y de trabajos anteriores relacionados con los temas abordados. Me pareció que no era necesario autocitarme, que bastaba poner a pie de página las fuentes que han inspirado esas ideas para que el lector pueda recurrir a ellas si así lo estima conveniente.

1. Publicado en español por: El Viejo Topo en España; la Secretaría de La Paz en Guatemala; IPTK, en Sucre, Bolivia; y por XSTAK Producciones en Caracas, Venezuela, dividido en tres libros de bolsillo. Ha sido traducido al inglés por Monthly Review en su edición de verano, julio-agosto de 2010, y en francés por Les Editions Utopia, París, noviembre de 2010. Se prepara una traducción al griego. Se puede encontrar en formato digital en: http://www.rebelion.org/docs/101472.pdf .

11. El libro consta de tres partes.

12. La primera parte —“América Latina avanza”— se refiere a un breve recuento de lo que ha sucedido en la región en estas últimas décadas, a la modificación que va ocurriendo en el mapa político, a las movilizaciones sociales que explican mucho estos cambios, a los hechos que nos indican que ha habido un cambio en la correlación de fuerzas entre los Estados Unidos y nuestra región, y en los intentos de recolonización y disciplinamiento que la primera potencia imperial está realizando en nuestro subcontinente. Esta parte termina con una tipología que agrupa a los distintos gobiernos, a modo de información, porque yo pienso que, más que encuadrar gobiernos en una determinada clasificación, lo que tenemos que tratar de hacer no es quedarnos en sus declaraciones, sino evaluar su desempeño teniendo siempre en cuenta, no tanto el ritmo con que avanzan, sino la orientación en la que se encauzan, las medidas que adoptan, ya que el ritmo dependerá en gran medida de los obstáculos que vayan encontrando en su camino.

13. La segunda parte —“Hacia dónde avanzar: El socialismo del siglo xxi”— procura hacer comprender al lector por qué hablar de socialismo si esa palabra tiene una carga tan negativa, qué cosas hay que rescatar del pensamiento original de los clásicos del marxismo, qué nuevas reflexiones han surgido a partir de la práctica en algunos gobiernos de América Latina, cuál es la característica de la transición que estamos viviendo, qué pueden hacer estos gobiernos a pesar de las grandes limitaciones en las que se encuentran insertos, y finalmente, qué criterios debemos tener en cuenta para hacernos un juicio del desempeño de cada uno de ellos. Todos elementos que nos pueden servir —pienso— para orientar nuestro caminar.

14. La tercera parte —“El instrumento político para construir una nueva hegemonía”— aborda el tema de cómo lograr la correlación de fuerzas necesaria que nos permita ir venciendo los obstáculos e ir avanzando en la construcción de la nueva sociedad, y la relación que ello tiene con el tema de la hegemonía. Sostengo que en muchos lugares del mundo la hegemonía cultural de la burguesía ha comenzado a resquebrajarse, pero que ello no significa que se haya consolidado una nueva hegemonía popular y que, para que eso ocurra, no bastan las grandes movilizaciones populares de rechazo al sistema, sino que se requiere la intervención de una instancia política. Consciente del amplio rechazo existente a la política y los políticos, explico que no se trata de los partidos tradicionales de izquierda del pasado, sino de la nueva instancia que no manipule a los movimientos sociales sino que se ponga a su servicio. Explico por qué la existencia de un instrumento político es necesaria para la construcción del socialismo del siglo xxi, cuáles deberían ser sus principales tareas, qué tipo de militante y de cultura política necesitamos hoy, sostengo que es fundamental combatir el burocratismo en el que suelen caer dirigentes de los partidos y del gobierno y termino defendiendo la necesidad de la crítica pública para salvar al instrumento político y al gobierno.

15. Mis lectores deben saber que lo esencial de este libro no se elaboró a partir de lecturas —aunque evidentemente muchas han sido las ideas que he obtenido de valiosos esfuerzos intelectuales de muchos investigadores—. Este trabajo no habría sido posible sin las luchas y las experiencias prácticas que se han ido dando en diversos países de Nuestra América y que he tenido la posibilidad de estudiar en el terreno mismo. Son muchas las colaboraciones anónimas que aquí se hayan plasmadas. Quisiera hacer una mención especial a mi compañero, Michael Lebowitz, muchas de cuyas ideas han sido incorporadas en este libro, y a Ximena de la Barra, quien lo leyó en su última etapa de elaboración e hizo valiosos aportes y sugerencias. Agradezco a todas y todos los que con pasión revolucionaria y prácticas coherentes a esa pasión —tanto en el terreno de la investigación como de la acción— han hecho posible este resultado. Mi gran esperanza es que este esfuerzo contribuya a aportar un granito de arena a hacer posible en un futuro ya no tan lejano, lo que hace un cuarto de siglo atrás parecía imposible.

Marta Harnecker 5 de mayo de 2013

América Latina en marcha

I. Pionera en el rechazo al neoliberalismo

16. Hoy, cuando el neoliberalismo recibe un creciente rechazo en el mundo, debemos recordar que fue América Latina el primer escenario donde se implantaron las políticas neoliberales y que Chile, mi país, sirvió de ensayo, antes que el gobierno de la primera ministra Margaret Thatcher las aplicara en el Reino Unido. Pero también fue la primera región del mundo en producir un proceso de rechazo a esas políticas que solo sirvieron para aumentar la pobreza, incrementar las desigualdades sociales, destruir el medioambiente y debilitar a los movimientos obreros y populares en general.

17. Fue en nuestro subcontinente donde comenzó primero el repunte de las fuerzas progresistas y de izquierda después del derrumbe del socialismo en Europa del Este y la Unión Soviética (URSS). Luego de más de dos décadas de sufrimiento, se comenzó a vivir una nueva esperanza. En un primer momento fueron luchas de resistencia frente a las políticas neoliberales, pero después de unos años se pasó a la ofensiva, a la conquista de espacios de poder. En algunos círculos de la Europa decadente y en plena crisis, los pueblos depauperados hoy miran a América Latina como ejemplo esperanzador.2

2. Para esta primera parte del libro he contado con la valiosa colaboración de la investigadora chilena Ximena de la Barra, y de la investigadora mexicana Ana Esther Ceceña, quienes aportaron valiosas sugerencias y nuevos elementos a mi versión original.

1. Triunfan candidatos de coaliciones políticas de izquierda y centro izquierda

18. Por primera vez en la historia de América Latina —y con el trasfondo de la crisis del modelo neoliberal — agrupaciones de izquierda y centro izquierda logran que sus candidatos triunfen en la mayor parte de los países de la región.

19. Recordemos que en las elecciones presidenciales de 1998 —cuando triunfa Hugo Chávez— Venezuela era una isla solitaria en medio de un mar de neoliberalismo en todo el continente, salvo, por supuesto, la honrosa excepción de Cuba. Pero, muy pronto, en el año 2000 triunfa Ricardo Lagos en Chile; en 2002, Luiz Inacio Lula da Silva en Brasil; en 2003, NéstorKirchner en Argentina; en 2005, Tabaré Vázquez en Uruguay y Evo Morales en Bolivia; en 2006, Michelle Bachelet en Chile, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua; en 2007, Cristina Fernández en Argentina y Álvaro Colom en Guatemala; en 2008, Fernando Lugo en Paraguay; en 2009, Mauricio Funes en el Salvador, es reelecto Rafael Correa en Ecuador, gana las elecciones José Mujica en Uruguay y es reelecto Evo Morales en Bolivia; en 2010, es electa Dilma Rousseff en Brasil y es reelecto Daniel Ortega en Nicaragua; en 2011, es electo Ollanta Humala en Perú y es reelecta Cristina Fernández en Argentina; en 2012, es reelecto el presidente Chávez en Venezuela por cuarta vez.3 Y en 2013 fue reelecto el presidente Rafael Correa en Ecuador por tercera vez.

3. Ha ganado, por lo tanto, cuatro elecciones presidenciales (1998, 2000, 2006 y 2012) y un revocatorio (2004).

20. Coincido con el investigador cubano Roberto Regalado en que se trata de un liderazgo muy heterogéneo: “En algunos países, como Venezuela, Bolivia y Ecuador, el colapso o el debilitamiento extremo de la institucionalidad neoliberal, condujo al gobierno a líderes que capitalizaron el descontento de la ciudadanía, pese a no contar de inicio con fuertes partidos de izquierda. En otros, como Brasil y Uruguay, fue el acumulado organizativo y político de la izquierda el que llevó a sus candidatos a la presidencia. A ellos se suman situaciones como las de Argentina y Honduras, donde a falta de candidatos presidenciales provenientes de los sectores populares emergen figuras progresistas de los partidos tradicionales”.4

4 .Roberto Regalado: “Introducción” a América Latina hoy ¿reforma o revolución?, Ocean Sur, México, 2009, p. IX.

2. Movimientos populares: los grandes protagonistas

1) Surgen de la crisis de legitimidad del neoliberalismo

21. Pero aún en aquellos países donde el papel de los partidos políticos de izquierda fue importante, podemos decir que no fueron los partidos políticos sino los movimientos sociales los que, de maneras muy diferentes de un país a otro, estuvieron a la vanguardia de la lucha contra el neoliberalismo. Estos movimientos surgen en el marco de la crisis de legitimidad del modelo neoliberal y de sus instituciones políticas y muchas veces parten de dinámicas de resistencia presentes en sus comunidades o espacios locales.

2) Breve recuento de las movilizaciones más destacadas

22. Hagamos un breve recuento de algunas de las más destacadas luchas sociales que van preparando el terreno de lo que hoy vemos en América Latina. La nueva realidad que hoy vemos contrasta, sin duda, con la solitaria lucha encabezada en 1985 por Fidel Castro por el no pago de la deuda externa.5

5. Según Eric Toussaint “Cuba [desempeñó] el papel de pionero. Intentó impulsar la creación de un frente internacional para no pagar la deuda, pero lamentablemente no logró el apoyo de los gobiernos”. Prefacio a Esther Vivas: La lucha contra la deuda externa, Campañas internacionales y en el Estado español, El Viejo Topo, España, 2007. Esta campaña “arrastró a un número importante de organizaciones campesinas, sindicatos, partidos [...] en Brasil, Argentina, Perú, Ecuador y México. Se trató de una campaña masiva y popular en la que se llevaron a cabo manifestaciones y se editaron libros y materiales. Aun así, los gobiernos latinoamericanos, finalmente, optaron por no constituir un frente común por el no pago (Millet y Toussaint, 2004)” citado por Esther Vivas.

a) Caracazo en Venezuela (27 de febrero de 1989)

23. El 27 de febrero de 1989 se produjo en Venezuela una gran explosión social en rechazo al paquete de medidas económicas neoliberales impuesto por el gobierno de Carlos Andrés Pérez por instrucciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el reconocido intelectual francés Ignacio Ramonet, el pueblo venezolano “fue el primero del mundo que se sublevó contra la tiranía del neoliberalismo”6 y lo hizo en pleno auge planetario de este sistema.

6. Discurso en el acto de conmemoración de los 24 años de este es estallido social en la ciudad de Caracas, 7 de febrero de 2013.

24. El paquetazo implicaba, entre otras cosas: la reducción del gasto público, la liberalización de los precios, la liberalización del comercio, la promoción de la inversión extranjera, la privatización de las empresas del Estado. Pero, la causa inmediata de la rebelión popular fue el aumento del precio del transporte como consecuencia del alza del precio de la gasolina.

25. La gente de los barrios más pobres salió masivamente a la calle y comenzó a quemar autobuses, a saquear comercios, a destruir tiendas y supermercados. Los militares salieron a poner “orden”. El “Caracazo” —denominado así por haber tenido como epicentro la capital de Venezuela, aunque fenómenos similares ocurrieron en varios otros Estados del país— terminó con una masacre de grandes proporciones7 y fue un acontecimiento determinante en la maduración política de muchos jóvenes oficiales.

7. Nunca se supo exactamente la cifra de muertos. El gobierno reconoció oficialmente 372 muertos, pero algunos organismos de derechos humanos han calculado la cifra de 5 000.

b) Indígenas ecuatorianos irrumpen en el escenario político en los años noventa

26. En 1986 comienza a verse en Ecuador un quiebre del movimiento obrero y el Frente Unitario de los Trabajadores afectados por el proceso de neoliberalización. El agua, el servicio de alcantarillado, la recolección de basura fueron privatizados y miles de trabajadores municipales fueron despedidos. Pero, mientras decaía el movimiento obrero, crecía la conflictividad en el campo. A comienzo de los noventa el país se convierte en un polvorín, hay muchas ocupaciones de tierras, básicamente contra el tema del latifundio y planteando con fuerza la reforma agraria.

27. En 1990 irrumpe el movimiento indígena en el escenario político con la toma de la iglesia de Santo Domingo. Esta toma —que dura 10 días— permite dar a conocer nacionalmente las reivindicaciones de los pueblos indígenas y obliga al gobierno de Rodrigo Borja a iniciar un diálogo con dicho movimiento.

28. Muy pronto, el movimiento indígena empieza a levantar banderas de interés nacional como la lucha contra la nacionalización del petróleo, y en general contra las privatizaciones. Sectores no indígenas empiezan a acompañarlos (movimientos sociales barriales, de jóvenes influidos por la Teología de la Liberación). Se crea un amplio Frente Patriótico en que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la más importante organización indígena, funge como fuerza dirigente.

29. En 1995, una amplia articulación de movimientos sociales: indígenas, sectores urbanos, jóvenes, reunidos en la Coordinadora por el NO, logran hacer fracasar un plebiscito llevado adelante por el gobierno, que pretendía la institucionalización absoluta del neoliberalismo. La consulta obtuvo un 75 % de rechazo.

30. Gracias a la resistencia indígena el neoliberalismo en Ecuador no logró privatizar empresas estratégicas como el petróleo, la electricidad, las comunicaciones, etcétera.

31. En 1997 el movimiento indígena se levanta contra el presidente Bucaram y logra su salida del gobierno. Se acepta la propuesta indígena de la convocatoria de una asamblea constituyente, pero la derecha se organiza y coopta el proceso. La Constitución de junio del 98, aunque reconoce algunos derechos de los pueblos indígenas, crea mejores condiciones institucionales para profundizar el neoliberalismo.

32. A comienzos del año 2000 una sublevación popular pacífica indígena contra medidas privatizadoras neoliberales en Ecuador toma el Congreso Nacional, y logra la salida del presidente de la República Jamid Mahuad. El movimiento indígena se transforma en uno de los ejes articuladores de la acción política y en factor indispensable para cualquier tentativa que pretenda transformar el país.8

8. Ver más sobre el tema en la primera parte, capítulo V (“Ecuador, Movimiento indígena encabeza la lucha”), de Marta Harnecker: La izquierda después de Seattle, publicado en España por Siglo XXI, 1ª ed., 2002; en Chile por Ediciones SurDA, 2002; en Venezuela, bajo el título de América Latina los desafíos de la izquierda, por Instituto Municipal de Publicaciones de la Alcaldía de Caracas, 2002. Disponible en: http://www.rebelion.org/docs/95169.pdf. Ver también en los capítulos III (“Irrupción del movimiento indígena en el escenario político”) y IV (“Surgimiento de un instrumento político a partir del movimiento indígena”), de Marta Harnecker: Ecuador: Una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, publicado por El Viejo Topo, España, 2011, y Abya-Yala, Ecuador, 2011. Existe una edición en cinco folletos por Mepla, La Habana, Cuba. Disponible en: http://www.rebelion.org/docs/135337.pdf.

c) Lucha del movimiento mapuche en Chile (1990 hasta hoy)

33. Los mapuches, pueblo indígena que habita la Araucanía chilena, fue muy afectado por las políticas neoliberales en el agro impuestas por la dictadura militar y por los gobiernos de la Concertación. Las comunidades mapuches no solo fueron destituidas de las tierras que les habían sido restituidas antes de septiembre de 1973 por la reforma agraria que inició el gobierno demócrata cristiano de Eduardo Frei y continuó el gobierno socialista de Salvador Allende, sino que también se vieron afectadas por los impactos territoriales del proceso de liberalización económica y de las inversiones directas del gran capital en megaproyectos forestales, turísticos y energéticos que se instalan en su territorio. El resultado inmediato fue el traslado forzado de comunidades, el aumento de la actividad forestal en desmedro de la actividad agrícola, y el empobrecimiento de los suelos, contaminación de las aguas y el ambiente.

34. A principios de la década de los noventa, el Consejo de Todas las Tierras, organización mapuche fundada en 1990, llevó a cabo varias tomas simbólicas de tierras ancestrales mapuches en manos de privadas. Hasta 1997 las reclamaciones de este sector social estuvieron circunscritas a cada comunidad, y fue a partir de este año que “emergen otras formas de reclamaciones por territorios, donde se integran tanto asuntos de tierra, como de recursos naturales, participación y desarrollo” y esto permite al movimiento mapuche “articular un nuevo discurso y construir alianzas supra comunitarias”. Como dice el investigador chileno, Víctor Toledo Llancaqueo, la situación “pasa de ‘tierras en conflicto’ a ‘territorios en conflicto’”.9 “[...] ya no reclaman solo tierras, sino un continuo espacial, un territorio con sus aguas, sus especies y sus suelos cultivables, como también su derecho a participar de las decisiones que afecten a ese territorio”.10

9. Víctor Toledo Llancaqueo: Pueblo mapuche. Derechos colectivos y territorio: Desafíos para la sustentabilidad democrática, Programa Chile Sustentable, LOM, Sgto. de Chile, 1ª ed., 2006, p.103.

10. Ibíd., pp.104-105, 107.

35. Para contener estas luchas, los gobiernos de la Concertación y el actual gobierno de Piñera han hecho esfuerzos por cooptar al movimiento a través de una política asistencial, pero como no han conseguido doblegar al pueblo mapuche por esta vía, han usado en forma sistemática y abierta la represión contra sus comunidades y sus dirigentes,11 varios de los cuales han terminado en la cárcel. Iníciase, entonces, desde ese espacio otra forma de lucha: la huelga de hambre. Gran repercusión mundial tuvo la huelga de hambre iniciada en marzo de 2006 por tres dirigentes indígenas y una teóloga, Patricia Troncoso, quien se convirtió en el símbolo de la lucha mapuche contra el Estado. Desde entonces han sido continuas estas manifestaciones, como una forma de presionar para que se dé respuesta a sus demandas.

11. Esta represión ha sido denunciada, entre otros, por el Relator Especial de Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, Rodolfo Stavenhagen y por Pedro Cayuqueo, Director del periódico mapuche Azkintuwe.

d) Plebiscito contra privatizaciones triunfa en Uruguay (diciembre de 1992)

36. En diciembre de 1992 se da una de las primeras luchas exitosas contra el neoliberalismo: el poco conocido triunfo del pueblo uruguayo en un plebiscito que deroga la ley que autoriza las privatizaciones de las grandes empresas públicas, aprobada el año anterior.12

12. Ver los párrafos 731-739 del capítulo XIV (“Plebiscito contra ley de privatización de empresas públicas (13 dic. 1992)”) de Marta Harnecker: Forjando la esperanza, LOM ediciones, Stgo. de Chile, 1995. Disponible en:http://www.rebelion.org/docs/92121.pdf.

37. El Frente Amplio emprendió una formidable campaña de propaganda, que incluía muchos debates por televisión, para explicar en qué consistían las privatizaciones, las razones por las cuales constituían un peligro, etc. Eso hacía que al acudir a las urnas la gente supiera por qué proyecto de país votaría. Por ello varios analistas estiman que esta fue la primera elección moderna que hubo en Uruguay.

38. El referéndum produjo un alineamiento del 70 % de los votantes de las más diversas militancias y tendencias políticas, lo que constituyó un movimiento de gran potencial político. Esta amplitud en el apoyo se logró gracias a que —luego de grandes discusiones dentro de la dirección del Frente Amplio— se decidió no impugnar toda la ley, que contaba con treinta artículos, como las corrientes más radicales pedían, sino solo los cinco medulares referidos a las empresa más estratégicas.

39. Al mismo tiempo, dicha organización política entendió que no bastaba con la campaña comunicacional, que había que hacer también un trabajo capilar, meticuloso, barrio por barrio, y dentro de lo posible, casa por casa. En esa tarea contribuyeron significativamente los jubilados, que representan un sector bastante grande de la población de Uruguay.

40. Dos años después, en 1994 el gobierno pretendió hacer aprobar por plebiscito una ley que pretendía modificar la Constitución de la República facilitando el avance neoliberal. Una de las fuerzas que se opuso, y que hizo un trabajo de base tremendo especialmente en el interior del país, fueron nuevamente los jubilados, sector social severamente afectado por la privatización del sistema de seguridad social. Una cantidad de antiguos y excelentes dirigentes sindicales lograron crear la Organización Nacional de Jubilados, que se puso en pie de combate y comenzó a movilizarse a lo largo y ancho del país Y como todos sus militantes eran jubilados disponían de todo el día para militar.13

13. Ibíd. Ver punto XVIII [“Plebiscito sobre reforma constitucional (28 ago. 1994)”], pp. 177-178.

e) Ejército Zapatista irrumpe luchando contra el Tratado de Libre Comercio en México (1 de enero de 1994)

41. Luego, el 1 de enero de 1994, irrumpe en Chiapas, pueblo indígena del sureste de México, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) enarbolando la bandera de la lucha contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés). Sea cual sea el resultado final de su lucha, pienso que este movimiento logró hacer presente el tema de la opresión y discriminación que sufrían los pueblos indígenas mexicanos, el tema de la ética en la política y la necesidad de reformar el Estado. Todos reconocen, además, las espectaculares iniciativas que ha desarrollado en el plano internacional, que han provocado una gran simpatía y adhesión a su causa, especialmente en los medios intelectuales y estudiantiles. El EZLN ha sabido no solo construir fuerza social en los territorios donde se ha asentado, sino también, algo que muchas veces la izquierda no logra, construir opinión pública a nivel nacional e internacional.14

14. Ver el capítulo VII (“La izquierda después de Seattle”) en Marta Harnecker, ob. cit.

f) Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil: principal referente nacional en la lucha (1995 en adelante)

42. En Brasil, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST)15 se va consolidando como el principal referente nacional de la lucha contra el neoliberalismo, promoviendo la articulación de todos los sectores excluidos por el sistema: los sin tierra, los sin techo, los sin trabajo. Atacado desde la derecha por su radicalismo es, sin embargo, crecientemente respetado por sectores cada vez más amplios de la sociedad que encuentran en este movimiento la coherencia política y la preocupación por los aspectos ideológicos que con frecuencia está ausente en los partidos políticos de izquierda.

15. El MST, fundado en 1984, reúne a aparceros, arrendatarios, medieros, asalariados rurales, ocupantes, y pequeños campesinos. En este momento se calcula que de las 800 000 familias que han tenido acceso a la tierra desde la dictadura militar hasta hoy, unas 450 000 han estado relacionadas con el MST, y otras de 80 a 100 000 están acampadas en todo el país presionando por tierra.

43. Aunque sus luchas provienen de mediados de los ochenta, este movimiento comienza a ser más conocido nacional e internacionalmente a partir de 1995 —luego de su III Congreso— cuando plantea que no habrá reforma agraria en Brasil si no se logra cambiar el modelo económico neoliberal, y que solo se puede avanzar en este terreno si toda la sociedad comienza a ver la lucha por la tierra como una cosa legítima y necesaria.

44. El MST comprende que para detener el avance del neoliberalismo es necesario establecer una amplia política de alianzas tanto a nivel nacional como internacional, pero no se queda en las palabras, sino que se transforma en uno de los más destacados impulsores de importantes movilizaciones. Los plebiscitos sobre la deuda externa y contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y la lucha contra los transgénicos le han permitido establecer una alianza con los movimientos campesinos de todo el planeta.16

16. Ver mayor desarrollo de este tema en: Marta Harnecker: Sin Tierra. Construyendo movimiento social, Siglo XXI España, 1ª ed., 2002; también publicado en inglés por Editora Expressâo Popular, Brasil, 2003; en francés por CETIM, Suiza, 2004; en español por el Ministerio de Agricultura y Tierra, Venezuela, 2005. Disponible en: http://www.rebelion.org/docs/98479.pdf. Ver también Primera Parte, capítulo VII (“MST en la primera barricada”) de Marta Harnecker: “La izquierda después de Seattle”, ob. cit.

g) Guerra del agua en Bolivia (1999)

45. En el año 2000, en Bolivia —el país que siguió más fielmente el modelo de reajuste estructural neoliberal de nuestro subcontinente, según las propias palabras de Jeffrey Sachs, el mayor consejero de ese modelo17—, estalla la llamada “guerra del agua”.

17. Marta Harnecker y Federico Fuentes: MAS-IPS. Instrumento político que surge de los movimientos sociales, publicado por CIM – Monte Ávila Editores, Venezuela, 2008, y por la Bancada de diputados MASIPSP, Consejo de Formación Política, La Paz, Bolivia. Disponible en: http://www.rebelion.org/docs/97083.pdf. Más información en capítulo I de la Segunda Parte (“Explosiones sociales y ciclos de lucha”).

46. En el contexto de una serie de privatizaciones de las empresas públicas,18 Cochabamba, la tercera ciudad en importancia del país, se levanta contra su privatización. Los disturbios solo se disuelven cuando el gobierno boliviano accede a dar marcha atrás en la concesión a Aguas del Tunari.

18. Líneas aéreas, servicio de trenes, suministro eléctrico.

47. Según describe la investigadora mexicana Ana Esther Ceceña: “En un corto período, la ciudad en pleno había organizado una revuelta en la que confluyeron todos los sectores sociales. La multitud tomó la ciudad e impidió la entrada a los cuerpos de seguridad hasta que el gobierno echó atrás la concesión y acordó un manejo del agua compartido con los representantes de la población movilizada”.19

19. Ana Esther Ceceña: “Procesos emancipatorios y militarización de nuestra América en el siglo XXI”, artículo aparecido en la revista Línea Sur 4, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, Ecuador, 2013, ob. cit., p. 86.

48. Este estallido fue el comienzo de amplias movilizaciones populares: el levantamiento de los cocaleros en el Altiplano y en Chapare en defensa de la coca, encabezado por Evo Morales, quien a partir de ello comienza a ser conocido nacional e internacionalmente; la guerra del gas, el levantamiento de la policía y el levantamiento de El Alto, y otros levantamientos campesinos indígenas en el año 2003. Todas estas movilizaciones culminan con el triunfo de Evo Morales en las elecciones presidenciales del 2005.

h) Plebiscitos contra la deuda externa y el ALCA en Brasil (2000 y 2002)

49. Dentro del contexto de la campaña Jubileo 2000,20 seis millones de personas participan en Brasil en un plebiscito nacional contra la deuda externa y más de un 90 % la rechaza. Entre los grupos organizadores de dicha campaña —que incluyó un considerable número de movimientos populares y algunas entidades partidistas y religiosas, entre ellas la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y el Consejo Nacional de Iglesias Cristianas— surgió otra iniciativa que tomó luego una dimensión continental: la realización de un plebiscito nacional en contra del ALCA. Este referendo informal se realizó en Brasil en septiembre de 2002 y se logró una importante movilización y un incuestionable éxito: se recogieron alrededor de 10 millones de votos de los cuales el 98 % fueron en contra el ALCA. Un gran trabajo educativo y de movilización previo a esta consulta popular llevado a cabo por más de 150 mil activistas voluntarios —que siguieron cursos de formación y que hicieron un trabajo de base, muchas veces casa a casa, difundiendo los alcances negativos del ALCA— explican estos resultados.21

20. Thomas E. Ambrogi: Jubileo 2000. La campaña para la cancelación de la deuda, septiembre de 1999. Disponible en: http://old.redtercermundo.org.uy/revista_del_sur/texto_completo.php?id=735 .

21. Más información en Justino Martínez Pérez: “Triple grito por dignidad, justicia y vida”, disponible en www.rcade.org/deuda/articulos/consultabrasil.doc.

50. Eventos semejantes, pero de menor magnitud, se realizaron en varios otros países de América Latina con una pregunta común: ¿Está usted de acuerdo con que el gobierno suscriba el Tratado del Área de Libre Comercio de las Américas?

51. Sin duda que este trabajo de concientización popular y de amplia movilización fue muy tomado en cuenta por los gobiernos latinoamericanos para adoptar en 2004 una actitud de rechazo a esta nefasta iniciativa económica del gobierno de los Estados Unidos.

i) Movilizaciones populares en Argentina hacen caer a cuatro presidentes (2001-2002)

52. Entre los años 2001 y 2002, los sectores populares argentinos despiertan de su letargo y, encabezados por movimientos de trabajadores desocupados producto de las medidas neoliberalismo —los piqueteros—, se insubordinan contra las “dudosas maniobras financieras, el cinismo político y los groseros niveles de corrupción gubernamental y hacen caer a cuatro presidentes, uno después del otro, en el lapso de un mes. Las protestas se generalizan y se extienden a todo el sistema político, llegando producir un sentido compartido de hartazgo que propone que ‘se vayan todos’”.22

22. Ana Esther Ceceña: “Procesos emancipatorios y militarización de nuestra América en el siglo”, ob. cit., p. 89.

j) Movilización de “los forajidos” en Ecuador (2006)

53. Y también en 2006 se produce la movilización de “los forajidos”23 en Quito, Ecuador, en repudio a la traición de Lucio Gutiérrez al programa antineoliberal por el que fue electo con el apoyo del movimiento popular y especialmente los indígenas. Lo interesante de esta rebelión popular fue: primero, que sus protagonistas no fueron los sectores sociales que apoyaron a Lucio —que quedaron muy golpeados por esta negativa experiencia y por los efectos del neoliberalismo sobre sus lugares de trabajo—, sino una movilización “sin un referente particularmente definido, y con el particular impulso de la presencia de la juventud”; segundo, que se caracteriza por “un funcionamiento en red, sobre todo entre sectores medios, e incluso sectores altos imbuidos de una dosis de racismo”; y tercero, son algunas radios, particularmente Radio La Luna, las que juegan un papel de organizadores colectivos.24

23. Nombre con que Lucio Gutiérrez apoda a los sublevados, y que luego es apropiado por el movimiento que los derroca.

24. “Una parte de las élites veía a Lucio como un ‘cholo’ que no podía ser presidente del Ecuador”, sostiene Osvaldo León en entrevista que le hiciera para el libro Ecuador: Una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, ob. cit. Ver más sobre este tema en la Primera parte, capítulo V (“Lucio Gutiérrez y el movimiento indígena”), párrafos 267-283.

54. Varias de estas movilizaciones levantaron entre sus banderas la lucha por una asamblea constituyente, conscientes de los límites que significaba la institucionalidad vigente.

55. Los procesos constitucionales llevados a cabo en Venezuela, Bolivia y Ecuador, y refrendados por sendos plebiscitos, contaron con una combinación eficaz de líderes populares y carismáticos como cabezas de gobierno, y fuerte presión de las bases populares, que tuvieron la habilidad de unir, organizar y movilizar alrededor de su propia agenda de justicia y soberanía.25

25. Ximena de la Barra: “Estructuras legales transformadoras en América Latina en el siglo xxi”, en Revista Sociedad y Equidad, nº 1, Universidad de Chile: Stgo. de Chile, enero de 2011.

k)Estudiantes chilenos levantan al país (2006 en adelante)

56. En 2006, en Chile, fueron los estudiantes secundarios los que, afectados por las deficiencias del sistema educativo público, supieron vencer el miedo que todavía prevalecía en la sociedad chilena después de los largos años de dictadura y se levantaron en todo el país —a partir de abril de 2006— para cuestionar el sistema de educación. La rebelión de los pingüinos —llamada así por los pantalones oscuros y las camisas blancas que usaban sus protagonistas—, marcó un hito en la sociedad chilena.

57. A pesar de que el gobierno de Bachelet logró finalmente cooptarlas, esas luchas han quedado grabadas en la memoria de sus protagonistas. Muchos líderes del movimiento de 2006 vuelven a aparecer en la escena política en rebelión universitaria de 2011, a la que muy pronto se suman los secundarios. Esta nueva sublevación estudiantil no es fruto del espontaneísmo ni ha nacido a partir del liderazgo coyuntural de Camila Vallejo —líder estudiantil comunista— como la prensa internacional ha tratado de mostrar, sino que es el fruto de “un proceso de acumulación de luchas sociales” como las luchas por la democratización en los noventa, los primeros levantamientos estudiantiles de 2001 y la llamada “revolución pingüina” recientemente mencionada.26

26. Gabriel Boric, expresidente de la FECH en 2011, en: Marta Harnecker: “Entrevista colectiva a dirigentes estudiantiles de la FECH”, Stgo. de Chile, 25 de noviembre de 2012 (inédita).

58. Alrededor de cien mil personas salen a la calle para solidarizar con el movimiento estudiantil en su lucha contra el lucro en la educación, apoyo nacional nunca visto en los últimos tiempos. Ese tema logra concitar una gran simpatía dentro de la ciudadanía. El “endeudamiento” —nos dice el actual presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Andrés Fielbaum— es algo que no solo afecta a los estudiantes sino a toda la sociedad chilena al ser “esa la forma en que el pueblo está financiando todos sus derechos básicos”.27

27. Ibíd.

59. “No solamente son los estudiantes los que se rebelan, sino también su familia y es todo el pueblo el que en definitiva está detrás”.28 Es el “hombre tarjeta de crédito” —mencionado por el sociólogo chileno Tomás Moulián29—, quien empieza a liberarse de ese proceso de domesticación ejercido tan hábilmente por el neoliberalismo.

28. Francisco Figueroa, vicepresidente de la FECH en 2011.

29. Tomás Moulián: Chile actual, anatomía de un mito, Ed. Arcis/LOM, Stgo de Chile, 1997, pp.102-114, citado en Marta Harnecker: Haciendo posible lo imposible. La izquierda en el umbral del siglo XXI, Siglo XXI de España Editores, Madrid, 3ª ed., 2000, párrafo 338. Ver también parte del acápite: “El consumismo: otra forma de domesticación”, párrafos 634-641. Disponible en: www.rebelion.org/docs/95166.pdf .

60. Con las movilizaciones de 2011 se dio un salto cualitativo. “Anteriormente solo se lograba convocar a los convencidos, al militante de izquierda o al agitador, al tipo que va a todas las marchas. Esta vez se sumó mucha gente que jamás antes en su vida había marchado” nos dice el expresidente de la FECH, Gabriel Boric.30Y ellas demostraron también cuán lejos del verdadero sentir popular está el accionar de los dirigentes políticos tradicionales.31

30. Gabriel Boric: ibíd.

31. Andrés Fielbaum: ibíd.

61. El movimiento estudiantil chileno ha expresado un rechazo a la forma habitual de hacer política. Ya no acepta ser manipulado por los partidos políticos. La toma de decisiones entre ellos se realiza utilizando métodos muy democráticos. En lo que han denominado un proceso asambleario, las ideas se discuten abiertamente y se toman en conjunto las decisiones. Por otra parte, sus dirigentes deben estar constantemente dando cuenta a sus bases de las decisiones que implementan. Se ha creado la figura del “veedor”, especie de comisario político, pero ahora ya no comisario de un partido sino comisario del movimiento popular, para ejercer control sobre sus dirigentes.

62. Otro de sus grandes logros ha sido su capacidad de aceptar las diferencias entre los distintos grupos estudiantiles y entender que hay que articularse para poder golpear juntos y lograr, así, hacer avanzar el movimiento.

63. En el fragor de la lucha el movimiento estudiantil va radicalizando sus banderas: no solo cuestiona el sistema de educación abogando por una educación pública gratuita para todos, sino que empieza a cuestionar cada vez más el sistema político global apareciendo en los debates el tema de la necesidad de convocar a una asamblea constituyente, para transformar las reglas del juego político que se han mantenido casi intactas desde la dictadura. También reclaman la renacionalización del cobre, desde donde surgirían los recursos para una educación gratuita y de calidad para todos. Y en el fondo apunta “a transformar la esencia del modelo”.32.

32. Gabriel Boric: ibíd.

l) Estado mexicano de Oaxaca se subleva y se transforma en autogobierno (junio de 2006)

64. Por su parte, en junio de 2006, la población entera del estado mexicano deOaxaca se subleva para protestar por la represión que ha sufrido un plantón del magisterio y exige la salida del gobernador. Se conforma la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y durante seis meses este territorio mexicano “se convierte en la Comuna de Oaxaca, con cabildo abierto en la plaza central”.33

33. Ana Esther Ceceña: ob. cit., p. 89.

m) La principal lección de estas movilizaciones

65. Enresumen son muchas las lecciones que se pueden sacar de estas luchas populares, pero, según opinión, una de las más importantes es que se demostró lo correcto de una estrategia de acumulación amplia que procura sumar todo lo sumable, levantando objetivos de lucha muy concretos que logran concitar el entendimiento entre fuerzas muy diversas, con tradiciones y prácticas políticas muy distintas.

3) Viejos y nuevos movimientos sociales