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Prólogo: El despertar de las llamas
Era una situación en la que el juramento de los
Guardianes resonaba en las profundidades de la
tierra. Pasaron los siglos, y el viejo juramento no era
más que un eco vacilante en los olvidados salones
del tiempo. Pero el equilibrio del mundo era frágil, y
la oscuridad que una vez pareció derrotada se agitó
de nuevo.
El dragón, que una vez había sido un guardián de los
elementos, había desaparecido. Desterrado a las
profundidades de las cuevas olvidadas, donde ni
siquiera la luz encontraba acceso. Pero las llamas
que una vez reprimió no se extinguieron, continuaron
ardiendo silenciosa y pacientemente hasta que llegó
el momento en que la tierra las liberaría de nuevo.
Cuando las llamas se enciendan de nuevo, los
centinelas despertarán susurró el viejo vidente,
cuyos ojos vieron la luz del futuro. Solo ellos pueden
mantener el equilibrio". La profecía hablaba de un
grupo que renovaría el vínculo ininterrumpido del
juramento: Mira, Eryon, Lyra. Cada uno de ellos
llevaba una herencia más allá de la sangre que corría
por sus venas. Eran los elegidos, los últimos
guardianes del equilibrio, y su tarea era clara: debían
encontrar al dragón, volver a desplegar sus alas y
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derrotar al fuego que amenazaba al mundo. Pero la
prueba que les esperaba no era solo una lucha
contra la oscuridad. Era una lucha contra los propios
miedos, dudas y la tentación de someterse al poder.
El juramento que hicieron no solo salvaría al mundo,
sino que lo cambiaría.
Las llamas habían comenzado a parpadear. Y el
juramento de los centinelas, tan antiguo como el
tiempo mismo, volvió a la vida.
Capítulo 1: La prueba de las llamas
El aire era abrasador cuando Mira, Eryon y Lyra
entraron en la enorme entrada de la cueva. El suelo
debajo de ellos estaba cubierto de cenizas, y las
paredes temblaban como si algo en las
profundidades estuviera despertando. El dragón
estaba aquí. Y la esperó. Tenemos que mantenernos
unidos susurró Mira, pero su voz sonaba incierta. La
profecía la había preparado para este momento,
pero nada podía prepararla para las brasas
abrasadoras que la azotaban. Con cada respiración,
sentía como si las llamas quemaran sus pulmones.
Un profundo estruendo llenó la cueva y dos ojos
brillantes se abrieron en la oscuridad. El dragón se
levantó de su lugar de descanso, sus escamas
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brillaban como oro fundido. Un ser antiguo que una
vez había vigilado el equilibrio del mundo y que ahora
sería su prueba. “Quién se atreve a romper el sello?"
La voz del dragón resonó por la cueva, acompañada
de una ráfaga de viento caliente que levantó el polvo.
El suelo tembló bajo sus enormes garras y el humo
se elevó de su garganta. Eryon dio un paso adelante
con una mirada decidida. "¡Somos los Guardianes!
¡Hemos venido a restablecer el equilibrio! “Una
fuerte carcajada resonó en la cueva, dura y profunda.
"Las palabras por sí solas no te salvarán. ¡Muéstrame
tu fuerza, muéstrame tus corazones! “Con un
poderoso aleteo, el dragón corrió hacia ellos. Las
llamas surcaron el aire y los guardias se
desintegraron. Mira levantó las manos y una barrera
protectora de luz se formó a su alrededor. Lyra
desenvainó su espada, que se encendió con el calor,
mientras Eryon recogía magia con las manos
levantadas. El hechizo palpitaba entre sus dedos, un
azul brillante que rompía la oscuridad de la cueva. El
dragón se puso de pie y abrió la boca. Un estallido de
llamas se precipitó hacia ellos, y Mira reforzó la
barrera en el último momento. El calor le hacía
temblar las rodillas, pero se mantuvo firme. Lyra
saltó hacia adelante, con su espada apuntando al
corazón de la bestia, mientras Eryon desataba su
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hechizo. Las cadenas mágicas enredaron las garras
del dragón, pero con un solo tirón las rompió. “¿Eres
fuerte, pero tu voluntad es inquebrantable?" La voz
del dragón vibró a través de la piedra. "¡Muéstrame!
„La pelea había comenzado. Pero no era solo una
lucha por su vida, era una prueba que iba a decidir el
destino del mundo.
Capítulo 2: La Puerta de los Mundos
El viaje de los guardias los había llevado mucho más
allá de los límites de lo conocido. El denso bosque
en el que ahora se encontraban tenía un aspecto
diferente, y los árboles susurraban en un idioma que
perturbaba sus corazones. Eryon lo sintió primero.
Una energía que le recordaba a la magia antigua que
solo había escuchado de leyendas antiguas. ¿Oyes
eso? preguntó en voz baja mientras se detenía y
olfateaba el aire. Mira asintió. "Sí, como si el bosque
mismo estuviera vivo... y esconde algo en él “. Sus
pasos los llevaron a lo profundo del bosque hasta
que el suelo quedó cubierto de musgo y raíces
gruesas. De repente, la espesa niebla se rompió
frente a ellos y se pararon frente a una enorme pared
de roca que se elevó frente a ellos como de la nada.
Pero algo era diferente: la pared brillaba en la
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oscuridad como si estuviera hecha de puro polvo de
estrellas. La puerta susurró Lyra, con los ojos muy
abiertos. Frente a ellos se extendía un círculo dorado
brillante, una puerta que brillaba como si hubiera
sido tejida desde las profundidades del tiempo. En el
centro del círculo estaba tallado un símbolo, un viejo
signo que Eryon reconoció de inmediato. El símbolo
de los guardias dijo, vacilando con sus palabras.
"Esa es la clave “. ¿Y qué pasa cuando lo activamos?
Mira se preguntó si realmente estarían listos para
entrar por la puerta. “Se abre, pero solo para
aquellos que realmente han hecho el juramento de
los Guardianes," contestó Eryon, inseguro de si
pudiera tranquilizarse con eso. Lyra dio un paso
adelante y colocó cuidadosamente su mano en el
borde del círculo dorado. Inmediatamente la puerta
comenzó a brillar, y una succión se apoderó de ella,
como si la puerta misma estuviera viva y quisiera
arrastrarla hacia sus profundidades. "¿Listo?
„preguntó Mira con voz firme, aunque su corazón
latía más rápido. "Listo," respondieron Eryon y Lyra al
mismo tiempo. Con un último vistazo al mundo que
habían conocido, el grupo cruzó la puerta mágica y
se encontró en una nueva dimensión desconocida. El
aire era más fino, los colores más intensos y la luz
parecía provenir de todas las direcciones. El suelo
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bajo sus pies estaba cubierto de cristales brillantes,
y torres de obsidiana brillante se elevaban hacia el
cielo en la distancia. ¿Dónde estamos? susurró Mira.
“En un mundo destinado solo a los Guardianes,"
respondió Eryon mientras sentía la magia en el aire.
"Y aquí es donde comienza nuestra verdadera
prueba".
Capítulo 3: La búsqueda de Clara
Después de pasar por la puerta mágica, los guardias
se sintieron como si estuvieran fuera de la realidad
Recortada. El mundo que la rodeaba era como un
espejo para ella, pero distorsionado y ajeno. El cielo
sobre ellos era de un púrpura oscuro que se
transformaba en innumerables sonidos, y el aire
parecía estar impregnado de una extraña pesadez.
Era como si los guardias, después de pasar por la
puerta mágica, se sintieran aislados de la realidad.
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Clara debe estar aquí en alguna parte dijo Mira,
mirándola a los ojos. Sintió la conexión con su amiga
como si fuera parte de este lugar. Pero a pesar de
esta conexión, la dirección no estaba clara. ¿Dónde
exactamente podemos encontrarlo? preguntó Eryon,
frunciendo el ceño mientras oteaba el horizonte. Lyra
sacó una vieja carta mágica de su bolsillo, que
comenzó a brillar por sí misma en el nuevo mundo.
"Puedo sentirlo", dijo, señalando un lugar marcado
cerca de un enorme macizo montañoso. "Allí, en el
bosque crepuscular. Pero el camino es peligroso.
Tenemos que darnos prisa “. Clara siempre nos ha
ayudado, no debemos defraudarla susurró Mira con
voz decidida. El recuerdo de su amiga, que siempre
había estado a su lado con palabras y hechos, la
impulsó a continuar. El Bosque Crepuscular era un
lugar lleno de sombras y secretos. Los árboles
inclinados en ángulos extraños y la niebla en
constante movimiento parecían estar observando a
los guardias. Pero cuanto más se acercaban a la
línea de meta, más fuerte era la sensación de ser
observados, como si estuvieran al acecho ojos
invisibles. Debemos tener cuidado advirtió Lyra
mientras caminaba a través de la niebla. "Hay
criaturas oscuras en este bosque. Seres que
prosperan en la oscuridad “. De repente, escucharon
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un sonido, una risita suave que provenía de las
sombras. No era un sonido humano. Una enorme
sombra voló sobre ellos, y el aire se volvió más
pesado, como si se acercara algún peligro. “Listo
para la batalla," gritó Eryon mientras levantaba las
manos y absorbía la magia. El aura resplandeciente
que lo rodeaba era el único rayo de esperanza en la
oscuridad del bosque. Y entonces, de las sombras,
emergió una figura oscura, una criatura de las
profundidades que había estado escondida en la
niebla del bosque. Era una criatura, mitad humana,
mitad animal, con ojos brillantes y garras que
desgarraban el suelo. Llegas demasiado tarde dijo la
criatura con una voz que sonaba como el susurro de
las hojas fermentadas. "El tiempo de Clara se acabó
“. Comenzó una pelea, pero fue más que una pelea
física. Fue una prueba de su determinación, su
coraje y su voluntad de arriesgarlo todo para salvar a
Klara. Los Guardianes tuvieron que luchar no solo
contra la criatura, sino también contra sus propios
miedos y las sombras que acechaban en sus
corazones.
¡Fenomenal! Si hiciéramos el Bosque Crepuscular
aún más místico y las Pruebas de los Guardianes
más intensas, podríamos añadir aún más desafíos
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mágicos y psicológicos. También pueden
encontrarse con visiones del pasado o del futuro en
el bosque que apelan a sus miedos e inseguridades.
Estas visiones podrían alejarlos de su objetivo u
obligarlos a derrotar a sus demonios internos para
seguir adelante.
Capítulo 4: El Bosque del Alba Sombría
El Bosque Crepuscular era un lugar donde incluso el
sol había perdido su brillo. La niebla envolvía a los
guardias, y el suelo bajo sus pies era blando, como si
los arrastrara al abismo. Los árboles que se