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- Herausgeber: SAGA Egmont
- Kategorie: Gesellschafts- und Liebesromane
- Sprache: Spanisch
Si hay algo que mejor represente el espíritu de la Ilustración eso es una librería. En este drama en un solo acto de Tomás de Iriarte el escenario es una librería dieciochesca. Feliciana es una huérfana acogida por sus tíos, que pasa sus días entre libros y sin preocupaciones. Sin embargo, su tía Nicolasa la quiere casar con un hombre rico, sin que le importe la inteligencia o bondad del futuro marido.
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Seitenzahl: 36
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Ähnliche
Tomás de Iriarte
La librería
Saga
La librería
Copyright © 1930, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726685909
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
www.sagaegmont.com
Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com
PERSONAS
LA LIBRERIA
ESCENA I
La TIA NICOLASA y FELICIANA
El Teatro representa una Librería con mostrador a la calle, una mesa con recado de escribir, sobre la cual habrá un montón de libros, algunos de ellos en el suelo y sembrados por las sillas. La Tía Nicolasa y su sobrina Feliciana están sentadas junto al mostrador con almohadillas de labor, y la sobrina canta esta seguidilla:
feliciana
“Para el mal de la ausencia
dicen que sirve
de alivio el ser mudable;
más yo soy firme.
Ausencia es aire
que apaga el fuego corto
y enciende el grande.”
nicolasa
Ya me va enfadando un poco la manía de esta muchacha.
feliciana
¿Por qué, tía?
nicolasa
Porque no sabes coser si no estás alborotando la casa con tu canticio.
feliciana
Pues ¿ acaso estorba la garganta a las manos?
nicolasa
Ya te he dicho que cuantos pasan por la calle reparan que casi son más tus seguidillas que tus puntadas. Las niñas han de tener más recogimiento.
feliciana
¿Qué más recogida quiere usted que esté? No dirán que soy de aquellas que se pasan todo el día colgadas al balcón.
nicolasa
Pero estás aquí en una tienda, que toda ella es ventana.
feliciana
Quien tiene la culpa de eso es mi tío, que sale a sus diligencias y nos deja cuidando de los libros.
nicolasa
¿Pues qué? ¿Ha de dejar la librería abandonada?
feliciana
No; pero pudiera no haber despedido al mancebo, que a la verdad hace tanta falta que...
nicolasa
Calla, calla. Si se le despidió, sus razones hubo para ello. ¿Me quieres enseñar tú a mí las precauciones que se deben tomar en casas donde hay muchachas solteras?... No me hagas revolver cuentos viejos; porque como soy Nicolasa...
feliciana
No se irrite usted, tía. Usted se figuró que Fermín, el mancebo que teníamos, pensaba casarse conmigo; y esto bastó para que anteayer se le despachase a instancias de usted, haciendo tantos años que trabajaba en casa, y siendo tan querido de mi tío por su buen genio, hombría de bien y habilidad en su oficio. No ignora usted que es hijo de muy buenos padres, que tiene parientes muy bien puestos, que cursó sus estudios en Alcalá, y que sólo la cortedad de sus medios le ha reducido a elegir la profesión de librero.
nicolasa
Eso es: alábale, hazle la relación de méritos y aboga por él; que por más que lo sientas, no ha de volver a casa, ni siquiera por visita de cumplimiento.
feliciana
No debo de sentir mucho su despedida, cuando estoy cantando.
nicolasa
Es que en ti es costumbre tan envejecida el seguidillear, que aunque me vieras de cuerpo presente, habías de estar gorgoriteando.
feliciana
Estimo yo a usted más que todo eso; y no soy tan ingrata a los favores que la he debido. Usted me trajo a su casa cuando quedé huérfana, ha cuidado de mi educación, y además de esto...
nicolasa
Todavía no sabes, Feliciana, el beneficio que hoy quiero hacerte, mayor que los pasados. Bien has visto cuánto te estiman algunos sujetos que concurren a esta librería. Cualquiera de ellos se alegraría de que yo le ofreciese tu mano. Ya conoces a D. Silvestre, que es de los tertulianos más antiguos...
feliciana
