Las pruebas de los santos - Rev. Daniel G. Caram - E-Book

Las pruebas de los santos E-Book

Rev. Daniel G. Caram

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Beschreibung

El libro de Daniel nos da la imagen de los tipos de pruebas que purificarán a la Iglesia antes de la Segunda Venida. Las pruebas en Daniel son extremas, más allá de lo que usualmente enfrenta un santo común; sin embargo, no están por encima de lo que la Iglesia debe de perdurar al concluir la Era. Al final, cuando todo sea dicho y hecho, el Señor se presentará a Sí mismo una Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga.
El Rev. Caram busca disipar la mala interpretación acerca de las pruebas, al examinar lo que producen en la vida del creyente. El resultado final de las pruebas (a los fieles contendientes) es enriquecimiento, ascenso y honor. Al concluir la última prueba, los santos poseen el reino. ¡Qué podamos llegar a ser uno de ellos!

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Las Pruebas de los Santos

Las diez pruebas del libro de Daniel

Daniel G. Caram

Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán…

Título original: “Trial of the Saints”

Ten trials from the book of Daniel

© 2011 Daniel G. Caram

Versión 1.1 en inglés, revisada en abril 2015.

Título en español: “Las pruebas de los santos”

Las diez pruebas del libro de Daniel

Versión 1.1 en español revisada en enero 2019

Publicado por Zion Christian Publishers

Todos los derechos reservados.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico o mecánico, sin permiso por escrito del editor, excepto en el caso de citas breves en artículos o reseñas.

A menos que se indique lo contrario, las citas son tomadas de la Santa Biblia, versión Reina-Valera © 1960, propiedad de las Sociedades Bíblicas Unidas

Traducción:  Carlota Samayoa, IBJ Guatemala.

Edición: Silvia Wommack, Ana Karen Poza, marzo 2012.

Primera edición en español: abril 2012.

Primera impresión: abril 2012.

Segunda impresión: enero 2019.

Impreso en Waverly, NY, EE.UU.

Publicado en formato e-book en enero 2021

En los Estados Unidos de América.

ISBN versión electrónica (E-book) 1-59665-483-X

Para obtener más información comuníquese a:

Zion Christian Publishers

Un ministerio de Zion Fellowship, Inc

P.O. Box 70

Waverly, NY 14892

Tel: (607) 565-2801

Llamada sin costo: 1-877-768-7466

Fax: (607) 565-3329

www.zcpublishers.com

www.zionfellowship.org

AGRADECIMIENTOS

A Carlota Samayoa del equipo de traducción de la Iglesia Cristiana Jesucristo en Guatemala quien realizó la traducción de este libro al español.  A Sylvia Wommack y Ana Karen Poza por su valioso trabajo en la corrección de pruebas y detalles tipográficos de esta obra.

Al Equipo editorial de ZCP por su colaboración en el formato final e impresión: Carla Borges, David Kropf,  Ana Karen Poza y Suzanne Ying.

Quisiéramos extender nuestra gratitud a estas queridas personas, pues sin sus muchas horas de incalculable ayuda, este libro no hubiera sido posible. Les estamos muy agradecidos por su diligencia, creatividad y excelencia en la compilación de este libro, el cual es para la gloria de Dios. 

PRÓLOGO

Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán…

Hace algunos años, me encontraba meditando acerca del libro de Daniel, y sentí que el Espíritu del Señor comenzaba a mostrarme ciertas verdades que en realidad nunca había percibido. En ese tiempo, yo enseñaba un curso del Nuevo Testamento en América Latina, sin ninguna relación con el libro de Daniel.

Daniel es un libro del fin de los tiempos, lleno de eventos proféticos cronológicos, y sin embargo, no fueron las verdades escatológicas lo que pareció llamar mi atención, sino más bien el conjunto de pruebas. El libro de Daniel nos da un surtido multicolor de pruebas que pareciera involucrar el libro entero. Mientras en mi mente meditaba acerca de algunas de estas pruebas, comenzaron a emerger nuevas verdades. Por ejemplo, existe una progresión en estas pruebas: En el capítulo uno, Daniel y sus amigos son probados acerca de su alimentación. En el último capítulo (capítulo 12), hay una prueba más allá de cualquier cosa que el mundo haya conocido.

Si Daniel y sus amigos no hubieran pasado la primera prueba concerniente a la dieta levítica, nunca hubieran pasado la segunda prueba. En cierto sentido, todas esas pruebas están preparando al contendiente para el desafío final. Quizá la palabra contendiente parezca una expresión trillada, y sin embargo el apóstol Pablo nos dice que estamos compitiendo por una corona incorruptible. La vida cristiana está llena de pruebas que desafiarán nuestra fe. El vencedor recibirá la corona; y como también veremos en Daniel, hubo una promoción o un mérito a la distinción o un galardón al final de la prueba. Nosotros no recibimos una corona por aceptar a Cristo como nuestro Salvador; recibimos una corona por terminar nuestra carrera, la cual puede contener muchos obstáculos (2 Ti. 4:7-8).

Daniel siempre ha sido muy especial para mí porque mi madre me puso el nombre de este gran hombre. Es más, mi madre me cantaba estribillos de un antiguo himno, “Atrévete a ser un Daniel”. De esto hace ya más de sesenta años.

Israel, una señal

Otra cosa que mi madre inculcó en mi corazón fue que nosotros (incluyendo a mis hermanos) nacimos en esta generación para ver el cumplimiento de cosas que están escritas. Una de las mayores señales del fin de la era (la era de la Iglesia), podría ser la restauración del Estado de Israel. Esto tuvo lugar en 1948. Cristo indicó en Su discurso del monte de los Olivos que esta generación (la generación nacida en esa época) no pasaría hasta que todo eso sucediera:

“De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mt. 24:32-34).

*La higuera es un símbolo de Israel

Daniel vivió en el tiempo que Israel perdió su soberanía (586 a.C.), y no fue recuperada sino hasta 1948. Israel siempre estuvo bajo el yugo de algún poder extranjero. Sin embargo, tenía que recuperar su identidad nacional para cumplir el plan de los últimos tiempos l. La prueba final de las naciones está centrada en Israel. Las naciones ovejas apoyarán la soberanía de Israel; las naciones cabras la imputarán (Mt. 25:32-33).

Las pruebas de los Santos

Lo interesante acerca de una prueba es que todos los involucrados también están en prueba. El contendiente está siendo probado; todos los que están fomentando la prueba también están siendo probados, y todos los que observan la prueba también están siendo probados. (Vea 2 Ts. 1:4-9). Los amigos de Job estaban siendo probados al igual que él.

Las Escrituras evidencian que las pruebas son con el propósito de purificar a los santos, ¡el sabio comprenderá esto! Yo he señalado diez pruebas en el libro de Daniel que estoy convencido nos ayudarán a apreciar el beneficio de una prueba. También nos ayudarán (por la gracia de Dios), a soportar la prueba que vendrá para probar al mundo entero. Si no somos fieles en las pruebas pequeñas, seguramente no resistiremos las pruebas mayores. Como dijo el profeta Jeremías en cierta ocasión: “Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz no estabas seguro, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?” (Jer. 12:5).

Dios no da pruebas del calibre de las de Job a un recién convertido. Dios supervisa cuidadosamente una prueba. Como dijo el profeta Malaquías, Él se sienta a afinar la plata, vigilando cuidadosamente el calor y la purificación del metal. Tan pronto como el que afina ve su reflejo en la plata, ésta es removida del calor. El apóstol Pablo también establece que Dios nunca nos dará una prueba más allá de nuestra capacidad para soportarla:

“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Co. 10:13).

El propósito de una prueba

Existen varios propósitos para las pruebas. Quizá sea para revelar algo en nuestra vida de lo que Dios nos quiera limpiar. Quizá sea para arreglar algo en nuestro carácter, o para mostrarnos el material del que somos hechos. Quizá sea para promovernos a un lugar más alto. O, quizá necesitemos una buena prueba sólo para enseñarnos una lección, algo que no se quiere repetir.

Las pruebas vienen en distintas formas (y por muchas de las siguientes razones):

•  Tentación

•  Crisis

•  Dolor/sufrimiento

•  Pérdida

•  Escasez

•  Enemigos/perseguidores

•  Circunstancias que niegan o contradicen

•  Traición

•  Quizá en la forma de decisiones cruciales

•  Quizá como un desafío a nuestra fidelidad

Las diez pruebas del libro de Daniel

En consideración a estas múltiples pruebas, es nuestro anhelo extraerlas de lo abstracto hacia la relevancia actual. Aunque no seamos echados literalmente al pozo de los leones, algunas veces nos encontramos con personas que quisieran hacernos pedazos. Como dijo David en el Salmo 57:4: “Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda”.

Aunque literalmente no seamos arrojados a un horno ardiente, Pedro nos advierte que no debemos sorprendernos del fuego de las pruebas que nos sobrevendrán (1 P. 4:12; Ex. 4:20). Definitivamente, hay situaciones en la vida que son tan difíciles, que inclusive hacen que la muerte parezca atractiva. Todas las pruebas en la vida nos están preparando para la corona de mártires; hay muchos mártires en la historia que no murieron literalmente. ¡Daniel y sus amigos evidencian este punto!

Recibamos valentía y una fe renovada mientras examinamos las pruebas que perfeccionan a los santos y demos a Cristo un lugar resplandeciente entre las estrellas que brillan por toda la eternidad.

ATRÉVETE A SER UN DANIEL

Philip P. Bliss 1873

De pie por un verdadero propósito,

Siguiendo las órdenes de Dios,

¡Honra, a los pocos fieles!

¡Salve a la banda de Daniel!

Estribillo

¡Atrévete a ser un Daniel,

Atrévete a ser diferente!

¡Atrévete a tener un propósito firme!

Atrévete a darlo a conocer.

Muchos hombres poderosos se han perdido

Al no atreverse a estar de pie,

Quien por Dios han sido un ejército

Uniéndose a la banda de Daniel.

Estribillo

Muchos gigantes, grandes y fuertes,

Azotando a través de la tierra,

De cabeza a tierra caerían,

Si se encuentran con la banda de Daniel.

Estribillo

¡Mantén el estandarte del Evangelio en alto!

¡En la gran victoria!

Satanás y sus huestes derrotadas,

Y clama por la banda de Daniel.

Las diez pruebas del libro de Daniel

PRIMERA PARTE

La prueba individual

1. Probado en el mandamiento

2. Probado en la fe

3. Probado en la adoración

4. Probado con el éxito

5. Probado en la balanza

6. Probado en la vida devocional

SEGUNDA PARTE

La prueba corporativa del pueblo de Dios

La batalla contra los santos

7. Probados en el desánimo

8. Probados con la falsa prosperidad

9. Probados con otro evangelio

10. La prueba de las edades

“El argumento original de Satanás: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida”

INTRODUCCIÓN

El panorama del libro de Daniel nos lleva de regreso al año 606 a.C. Los babilonios, bajo el reinado del rey Nabucodonosor, habían tomado un gran número de cautivos de Jerusalén y los llevaron exiliados a la ciudad de Babilonia. Hubo tres exilios mayores; sin embargo, la primera deportación fue distinta porque se componía de los estratos aristocráticos de la sociedad y todos los artesanos y trabajadores calificados. También incluyó todos los tesoros de Jerusalén, entre ellos los objetos preciosos del templo (2 R. 24:11-16).

En la Escritura, la ciudad de Babilonia es tanto literal como figurativa. Babilonia es mencionada desde Génesis hasta Apocalipsis. Es figurativa del reino de Satanás, así como Jerusalén es metafórica de la Ciudad Santa. Babilonia representa el reino de las tinieblas, confusión y falsa religión (idolatría). Satanás es representado (alegóricamente) como el rey de Babilonia (Is. 14:4-19). Es importante comprender esto para considerar en contra de qué estaban los cautivos. Había tremendas tentaciones en Babilonia; y estas tentaciones nos dan algunas ideas acerca del tipo de presiones que el pueblo de Dios confrontará antes de la Segunda Venida.

Cuando consideramos el estado de Jerusalén antes de ese período de tribulación, Jerusalén era muy infiel. Había ídolos encabezando cada calle en Jerusalén y no atendieron las palabras del profeta. Las Crónicas resumen la condición de Judá de esta manera: “Mas ellos hacían escarnio de los mensajeros de Dios, y menospreciaban sus palabras, burlándose de sus profetas, hasta que subió la ira de Jehová contra su pueblo, y no hubo ya remedio” (2 Cr. 35:16).

Los buenos higos van a Babilonia

A pesar de la condición apóstata de Jerusalén, hubo un remanente ahí que Dios quería preservar y redimir. Dios siempre tiene un remanente, tan débil como pareciera, o tan pocos como pudieran ser. Como recordará de la vida de Elías, él pensaba de sí mismo que era el último verdadero creyente, hasta que el Señor le respondió diciendo: “Tengo 7,000 hombres que no han doblado sus rodillas delante de Baal”.

Con frecuencia vemos la “cautividad” con desdén o quizá como una señal de desprecio de Dios. No obstante, una y otra vez vemos que en realidad era la provisión de Dios para redimir a una persona o a un pueblo. Es como la esposa infiel de Oseas; el Señor la comparó a la apostasía de Israel. El remedio para ella fue obstruir su camino con espinos y llevarla a cautividad, siendo este lugar de angustia y dificultades para que la descarriada se volvería a su Señor.

En el caso de la cautividad babilónica, Dios estaba enviando a los redimibles hacia Babilonia para limpiarles y eventualmente restaurarles. A los demás les fue dado distintas formas de juicios sin ninguna promesa de salvación. Jeremías dividió a Jerusalén en dos áreas: los buenos higos y los malos, Jeremías 24:2-7:

“Una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que de malos no se podían comer. Y me dijo Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos; higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer. Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré a los transportados de Judá, a los cuales eché de este lugar a la tierra de los caldeos, para bien. Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y no los destruiré; los plantaré y no los arrancaré. Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo su corazón”.

Es un concepto asombroso que Dios someta al hombre para servir la misma cosa de la que necesita ser limpiado. Dios tomó a un pueblo que tenía ídolos en su corazón y los sentenció al mismo asiento de idolatría, donde fueron forzados a servir a los ídolos. En efecto, esto forjó tal rechazo a la idolatría en sus corazones, que cuando la cautividad terminó, Israel nunca más volvió a servir a los ídolos.

El gran general sirio era un leproso. El remedio del profeta fue que se lavara siete veces en el inmundo río Jordán para recibir su limpieza. Con frecuencia, es en el lugar de constante derrota, fracaso y falta de victoria donde Dios efectúa una profunda limpieza en nuestro corazón. Esto es algo que debemos rendir para ser limpiados.

La Escritura evidencia que las pruebas tienen el propósito de purificar a los santos, y de esa manera calificarlos para mayores avances. El propósito de la Gran Tribulación es purificar tanto al Israel natural como al espiritual. También para remover la cizaña de la Iglesia. Que el Señor abra nuestro entendimiento al reflexionar en la prueba de los santos y los beneficios de la misma.