Pnumana - Carlos Alcalde - E-Book

Pnumana E-Book

Carlos Alcalde

0,0
4,49 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Relato en estas páginas mi encuentro y mis experiencias personales con Pnumana; un hombre, un ser cuya conciencia  ha logrado desembarazarse de los imperativos que nos impone el mundo tiempo-espacial que compartimos y confirmamos día a día como real y nuestro. Y este relato sirve de marco para exponer la ciencia espiritual que Pnumana, a través de la propia experimentación, supo desarrollar. Cubriendo una serie de temas que consideré de interés común, recorriendo junto a Pnumana lugares de Buenos Aires y del interior de la Argentina, el texto intenta ser, antes que nada, una invitación -y un estímulo- a buscar la propia expansión de la conciencia, a correr los límites de lo posible, a reconocerse en la omnipresencia del misterio.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 56

Veröffentlichungsjahr: 2015

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Carlos Alcalde

Pnumana

Un chamán en Buenos Aires

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

Fernández, Carlos Francico

Pnumana, un chamán en Buenos Aires. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2015. E-Book.

ISBN 978-987-711-258-0

1. Narrativa Argentina . 2. Novela. I. Título. CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Diseño y diagramación: Ignacio Barsaglini

© 2015 Carlos Alcalde

Índice 

Portadilla
Legales
Introducción
Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Sinopsis

Introducción

Hace algunos años, pocos, tuve la fortuna de encontrar en mi camino a una persona diferente, una persona que supo desenredarse de la madeja de emociones, deseos y frustraciones en la que, normalmente, nos vemos atrapados. Muy a nuestro pesar, volvemos a encontrarnos una y otra vez, al cabo de un tiempo, en el mismo punto, reconociéndonos en la misma matriz de sufrimiento.

Estableciendo una nueva relación con las leyes tiempo-espaciales y su efecto opresivo, la persona que refiero es capaz de actuar –supongo que a voluntad- en diferentes ambientes de manifestación, en diferentes realidades sincrónicas.

El santo tibetano medieval Milarepa volaba sobre su pueblo, ante la mirada atónita de sus vecinos. ¿Son esta clase de cosas posibles? Personalmente, me vi urgido a entender que sí. Hace ya mucho tiempo germinó en mi la idea de que los límites de lo posible son heredados, absorbidos del medio ambiente y, por obra de la costumbre, auto-impuestos.

Es la intención de este libro brindar un testimonio acerca de cómo fue este mencionado encuentro, de qué manera modificó el curso de mi vida y, fundamentalmente, de qué manera logró esta persona orientar y capitalizar sus experiencias hacia un proceso liberador.

He resumido en estas páginas, todo aquello que pude considerar de valor y utilidad para quienes, como yo, más allá del devenir cotidiano, con sus transitorias penas y prosperidades, sientan la necesidad de responderse la más íntima y antigua de las preguntas.

I

Me encontré con Pnumana en un bar. Resultaba difícil imaginar un encuentro con alguien como él en un bar. Pero así fue la primera vez. Y otras veces también. En el centro. Santa Fe y Callao, en un primer piso.

Fue puntual. Me estaba esperando. La intensidad de su mirada me impresionó. Alguien que acaba de recibir una maravillosa noticia, alguien a quien finalmente se le ha cumplido un íntimo deseo largamente anhelado, supongo ha de mirar de esa manera. Pero luego, con la charla, su rostro adoptaba un aspecto trágico o infantil o cómico. Su mirada se tornaba intensa, brillante hasta lo insoportable, o bien se atenuaba hasta volverse opaca, carente de vida. Eventualmente, se producía un breve silencio.

Es muy fuerte estar en presencia de una persona que puede dejar de serlo en cualquier momento, para transformarse en cualquier otra cosa. Yo lo sabía. Y él sabía que yo lo sabía.

Hablamos, me presenté. El estaba allí para responder a mis preguntas. Y yo era incapaz, de momento, de organizar eficazmente mis pensamientos. Pedimos cafés. Los sirvieron. Agradecimos. Le pregunté si podría grabar nuestra conversación; él accedió cortésmente.

- Alcalde –me dijo -, ¿de qué le parece que podríamos hablar?

Había en su gesto una ambigüedad - lo dijo casi riéndose- , burla por lo mucho que habría por decir y mis evidentes expectativas y los roles de entrevistador y entrevistado y la sensación de que tal vez sería mejor un prolongado silencio.

Trabajamos con elementos tan sutiles que se escurren entre los dedos, por así decirlo, rápidamente. Mi cabeza estaba en blanco. Yo traía un dolor muy hondo en el corazón por una pérdida reciente, que llevaré por siempre. En un giro de su atención, comprendí que él lo había percibido. Y esto no era lo sorprendente, sino que yo me diera cuenta y la manera en que los dos estábamos compartiendo de pronto esos sentimientos que ahora ya eran de los dos. Ese flujo energético, digamos así, de conciencia, era como una fuerza centrífuga ascendente, como un vértigo.

Todavía yo no había dicho una palabra. Me sentí renovado, limpio. De pronto Pnumana habló como continuando una conversación ya comenzada.

- Tenemos la línea horizontal, Alcalde. La línea del tiempo, ese hechicero, el impostor. Es un juego y un truco. Todo lo que existió alguna vez, sigue existiendo. Todo lo que sucedió alguna vez, seguirá sucediendo por siempre. Iluminamos apenas un punto con la linterna del Ser, la línea vertical.¿ Cuál es el límite para la línea vertical? Comienza acá, este lugar, este momento, esta mesa; dónde termina? Ascendiendo en la línea vertical, no hay límite, llegamos a lo único que hay, lo único que Es. Y todo resuena por simpatía.

Me acomodé. Habíamos comenzado.

- Ahora : cuánto podemos manifestar en un momento? Cuántos momentos somos capaces de producir? La comprensión llega a un punto de detención, para luego renovarse. No hay que ir a ninguna parte, pero,¿hay un método? Yo digo que puede ser. Tomé su café Alcalde, que se le enfría.

En ese momento recordé las palabras de Claude Debussy, presente en el teatro donde Stravinsky, novel compositor entonces, acababa de exponer su revolucionaria obra ‘El Pájaro de fuego’. Consultado por la prensa, Debussy expresó ‘por algo hay que empezar’. La evocación no dejaba de tener su gracia.

Bebí mi café. Me sentía feliz. Comprendí el estado de profunda inspiración desde el cuál Pnumana liberaba las palabras. Vino a mi un sueño que había tenido con él una noche antes. Yo por supuesto aún no lo había visto nunca. En el sueño, el, despojado de forma humana, era como una esfera de energía luminosa, como un fuego que no quema o como pura electricidad, desplazándose de derecha a izquierda, entre un grupo de personas que permanecían en las sombras.

- Pnumana, me gustaría que me dijera algunas palabras acerca del momento actual, luego del tan esperado diciembre del 2012

El respondió inmediatamente

- Generarse expectativas, ya sean buenas o malas, en base a eventos mundiales, es como esperar que los diarios nos digan hacia dónde va el mundo, y el mundo va hacia donde lo llevemos nosotros y en el camino, están nuestras responsabilidades y nuestras acciones y pensamientos, nunca del todo nuestros, nunca del todo ajenos. Y en ese flujo de las energías el ser va por adentro, pero también por afuera. Sujeto y objeto. El ser debe participar y al mismo tiempo mantenerse al margen, como observador, incluso del devenir en lo personal. No hay en este sentido, un punto cero, un comenzar de nuevo, en blanco. Hay una parte que debe soltarse, que es inútil tratar de controlar. Los tiempos efectivamente van cambiando, pero esperar por un mundo de paz y de amor, no es una buena política.

Pnumana sonrió.

- Debemos liberarnos y debemos hacerlo lo antes posible. Y todo lo que ayude, es bienvenido. Porque la tarea de deconstruirnos y observar, desde el amor, no es sencilla.

- Usted menciona al amor. ¿Podría hablarme de eso?