Como empezar desde cero
 E-Book

Jorge R de la Gala

• Herausgeber: Grupo Rodrigo Porrúa
• Kategorie: Sachliteratur, Reportagen, Biografien
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2016

Seitenzahl: 120

Beschreibung

"Este no es un libro de superación personal, tampoco es un manual para el líder emprendedor. Es un punto de conocimiento para aquellos que están dispuestos a trabajar duro y ensuciarse un poco por el sabor de la victoria.

Empezar desde cero te inspirara, te empoderara sin obstáculos, porque cuento mi vida desde mi propia letra, para tener mi éxito, que jamás será dinero, fama y poder.

"



Leseprobe

© Jorge R de la Gala

©Grupo Rodrigo Porrúa Ediciones, S.A. de C.V.

Rio Tiber No. 99, interior 103, Col. Cuauhtémoc

C.P. 06500, Del. Cuauhtémoc

México, Distrito Federal

(55) 6638 6857

5293 0170

[email protected]

1a. Edición, marzo 2016

ISBN: 978-607-8466-18-4

Impreso en México - Printed in Mexico

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio

sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales

Características tipográficas y de edición

Todos los derechos conforme a la ley

Responsable de la edición: Rodrigo Porrúa del Villar

Corrección ortotipográfica y de estilo: Graciela de la Luz Frisbie y Rodríguez /

Rodolfo Perea Monroy / Daniel Alberto Castillo Caballero

Diseño de portada: Gonzalo Gabriel Muñoz Morales

Diseño editorial: Grupo Rodrigo Porrúa

PRÓLOGO

Conocí a Jorge por las redes, me llamó la atención lo preparado que está, lo que estudió y a lo que se dedica, el gran corazón que tiene dispuesto a los demás: Emprendedor social, Asesor, Consultor, Maestro en Mercadotecnia, Dirección Estratégica, Mercadotecnia Estratégica y Política Inteligente.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación, Coach en Realización Personal, Trainer & Consultant en Programación Neurolingüística, Escritor, Emprendedor Social, Conferencista Internacional de alto impacto.

A sus 34 años, ha consolidado cinco marcas y una fundación. Sus negocios WEBCAMPECHE “Primer portal de Campeche en Internet”; OPERACIONES DIGITALES DE MÉXICO; MEGATRON VIP CONSULTORÍA, Inteligencia, Blindaje, Marketing Político y Gubernamental; se basan en tecnología, innovación y comunicación.

ACANMUL, es un refugio natural ecoturístico para la conservación de la flora y fauna del Estado, así como un centro de capacitación infantil y juvenil, para inculcar valores en niños y jóvenes sobre conservación ambiental, fomento de la cultura maya y transferencia de tecnologías.

Me encantó su historia de Emprendedor. Desde los 12 años trabajó en nobles oficios como la jardinería, la electricidad y la construcción; se ha titulado en carreras técnicas como Producción, Agricultura y Electricidad.

Licenciado en Ciencias de la Comunicación.

Master en Dirección Estratégica.

Master en Mercadotecnia Estratégica, egresado del Centro en Alta Dirección en Economía y Negocios en la UNIVERSIDAD ANÁHUAC MAYAB.

Maestría en Mercadotecnia en el Instituto de Estudios Universitarios Puebla.

Con su “Fundación R de la Gala; A.C.” realiza Consultorías Gratuitas, Asesorías, Seminarios y Conferencias a beneficio de jóvenes líderes emprendedores que, como él, emanan de la cultura del esfuerzo.

Junto con sus colaboradores y voluntarios ha podido beneficiar a infinidad de personas que ahora tienen un negocio propio e instituciones de ayuda y beneficencia, obteniendo recursos adicionales de eventos producidos y coordinados por la fundación, para poder seguir con sus diversas causas nobles.

Es un gran conferencista y desarrollador de talleres, especialista en temas de Emprendimiento, Seguridad Informática, Tecnologías de Información, Liderazgo, Social Media, Sistemas de Calidad, Marketing Político, Electoral y Gubernamental, entre muchos otros temas de desarrollo humano, además es promotor de buenas causas, cuidado del medio ambiente, eventos a beneficio y campañas permanentes de promoción turística y cultural de México y su amado Estado de Campeche.

Ha realizado más de 400 conferencias en México y en más de 24 países; ha sido reconocido y premiado por diversas instituciones Empresariales y Educativas, constantemente recorre su Estado y el país impulsando a quienes, como él, gustan del servicio a los demás, la Calidad y Mejora Continua en sus vidas.

Demasiados emprendedores se lanzan a crear una empresa sin anticipar todo lo relacionado con tener una, no poseen un plan de negocios, un modelo; en los temas operativos carecen de experiencia, en las nuevas empresas ocurren cosas que sorprenden al emprendedor y que demandan mucha cabeza fría y estrategia, por eso hay que reducir las sorpresas y abordar el manejo de situaciones a medida que la actividad vaya teniendo éxito.

Laura Damián

PRESENTACIÓN.

Éxito para mí, es poder ser feliz, hacer lo que amas, con la gente que amas, cuando quieras, como quieras y donde quieras, esa es para mí, la absoluta felicidad.

Tenemos que reconocer que para algunas personas alcanzar el éxito no es fácil, cuesta trabajo, tiempo, dedicación, recursos y sacrificios que además, después de todo, en algunos casos podrían no funcionar.

Para lograr la plenitud no siempre vas a hacer lo que te gusta, lo que habrías querido hacer, lo que pretendías realizar o inclusive hasta donde llegar. Lo que muchos nos imaginamos al pensar en éxito es dinero, pero no siempre es así, claro está que la estabilidad económica es y siempre será un logro muy grato, pero el éxito viene en diferentes presentaciones, tamaños y colores. Digamos que se sirve al gusto, es cuestión de percepción y nuestro concepto del éxito puede diferir de lo que el resto del mundo piensa que es el éxito.

Este no es un libro de superación personal, tampoco es un manual para el líder emprendedor. Es un punto de conocimiento para aquellos que están dispuestos a trabajar duro y ensuciarse un poco por el sabor de la victoria.

¿Eres un líder emprendedor? Yo creo que sí, por eso te interesó el tema y has llegado hasta aquí para clarificar tu camino hacia donde quieres llegar.

Empezar desde cero te inspirará, te empoderará sin obstáculos, porque cuento mi vida desde mi propia letra, para tener mi éxito, que jamás será dinero, fama y poder.

No escribiría un libro si no estuviera lo suficientemente emocionado. Lo estoy, tanto que, al leerme en estas humildes líneas, piensa en esta gran sonrisa que sólo tu mente puede imaginar. Es una gran aventura que narra 35 años de vida, una perspectiva más del universo de millones de seres humanos. A la vez debo confesar también que no soy muy afín al drama y tampoco intento revelar nada que no se conozca, como dicen, no trato de inventar el hilo negro.

Me planteé varias preguntas, la principal es: ¿por qué escribir?

¿Será este libro uno de esos ramilletes de flores tan peligrosas para el altar del culto al ego?

¿Es algo que decido sembrar? Como dicen, las tres cosas que debes hacer en la vida antes de morir son sembrar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Cualesquiera que sean las razones, debo confesarte que todas las respuestas me tienen fascinado, es emocionante, es radical desde lo elocuente que puedo escribir hasta lo inverosímil del relato.

Cada capitulo se escribió en diversas partes del continente; este libro se hizo en movimiento, cada palabra fue pensada y escrita en alguna latitud de América. Este libro está hecho por etapas, en algún lugarcito del avión, en una guerra de espacios donde luchaba para poder acomodar la computadora entre la lonja inferior mayor de mi panza o contra el asiento del pasajero de adelante, que se reclinaba sobre mí, haciendo crujir bruscamente la pantalla de mi laptop. Trabajé en cada país caminado, en el cielo, desde el lugar más pequeño del avión, incluso cuando el pasajero de al lado veía lo que yo escribía y hasta se reía, ganando la exclusiva de algunas líneas. Han sido 24 países hasta ahora; he escrito párrafos en los baños de las terminales aéreas, en jardines mientras espero que algún cliente me atienda, en restaurantes, porque como ven, me alimento o mal alimento frecuentemente; es decir, en incontables sitios, donde conocí gente increíble y no tan increíble. En realidad me encanta escribir, es un orgasmo visual, por eso escribo mucho en las redes, era de esperarse que en algún momento sucediera esto, el libro.

En esta aventura típica de un ciudadano promedio, que es mi vida, he experimentado todo tipo de situaciones, que quizá en algunos casos pueden servir para ilustrar caminos. Haber recorrido el continente americano con tantos países y haber tocado miles de personas, quizá aporte al mundo un mensaje, una sonrisa. Es una ganancia si eso se logra hacer, me daría por bien servido. He vivido experiencias al límite, algunas completamente desastrosas; aquí revelo todo tipo de escenarios verídicos, aunque la crítica detractora los someta a cualquier diagnóstico, sólo me dejo llevar por mi propia historia, sin más afán.

Algo que a mis 29 años recuerdo bien de mi hija Samaire, es que en uno de esos viajes dentro de mi amado estado, en el tramo de la carretera de Palizada a Escárcega, cuando íbamos abrazados en los asientos de atrás, platicando de nuestro Campeche, ella me pidió que escribiera un libro: “Papá, ¿por qué no haces tu libro?”, en la voz de una pequeña de 7 años. Recuerdo ese atardecer tan rosa del camino, le respondí: “Bueno Bebé, si me ayudas, hagámoslo”. Tuvieron que pasar 5 años desde la amorosa platica, largos años que me fueron aporreando y levantando, moldeando hasta encontrar mi felicidad.

Quizá las preguntas no sean tan importantes como las respuestas, quizá este libro sólo deje un mensaje positivo o quizá simplemente no lo haga.

Para terminar esta página, quiero ser muy enfático; descubrí lo que quiero en la vida, regándola, como dicen coloquialmente en lenguaje mexicano. A base de la prueba y el error, transformando mi ideología y moldeando mi carácter, de mi peor a mi mejor versión. Amo mis errores porque de ellos estoy hecho; no cambiaría ni un segundo de mi vida, no me arrepiento de nada de lo vivido y en cambio, sí pido a mi destino que sea sorpresivo e intenso, porque ya me acostumbré y sin esas cualidades me aburriría demasiado.

¿CÓMO EMPECÉ DE CERO?

EL INICIO

El secreto del éxito es que no hay secreto; se busca, se encuentra, se obtiene, se pierde, se recupera… una y otra vez...

Llegué a este mundo el 20 de julio de 1981, en la ciudad de San Francisco de Campeche, Campeche. Fui el segundo hijo del matrimonio formado por el Lic. Jorge Ramón R. de la Gala Rosado y la Dra. Rita del Carmen López Pacheco (+). Mi infancia fue normal, una de las mejores diría, crecí en convivencia con mis primos, al cuidado de los ojos amorosos de mi abuelita “Mamá Candita”, y posteriormente de mi hermana “La Chata”.

Debido a que mi madre trabajaba la mayor parte del día, disfruté muchas vivencias en la casa de “Mamá Candita”. Mi hermana Anita y un servidor éramos los que mejor nos portábamos. Aún recuerdo la voz que decía:

“Quietos y tranquilos y aquí se pudren en la sala”. Sentados todos, con miradas pícaras y traviesas en la hazaña de que si alguien se levantaba, lo acusábamos.

Tuve la fortuna y la gran oportunidad de vivir una de las mejores infancias, una infancia de jugar, brincar bajo la lluvia, trepar techos y árboles para bajar las guayas. Pasábamos largos y gratos ratos platicando y fantaseando con los superhéroes, hacíamos casas de campaña en la sala con las sabanas y cobertores. Esos juegos que las generaciones actuales no conocen porque estamos haciendo que crezcan en un mundo inmerso en apps, aparatos electrónicos y videojuegos.

Y no es que esté en contra de que el avance tecnológico llegue a los pequeños. Pero sí pienso que hay que saber aprovecharlo y aprender a conectarlos con la realidad y el mundo que los rodea; que ellos sepan disfrutar de las maravillas que ofrece el mundo exterior, otras dinámicas y formas de interactuar.

La solidaridad, la hermandad y los buenos valores deben enseñarse y transmitirse a los niños con el ejemplo. Mi madre siempre me enseñó a compartir los modestos juguetes, la ropa cuando ya no me quedaba, y sobre todo la comida. La persona que llegaba a la casa siempre era invitada y se le convidaba el platillo preparado ese día. Crecí en un hogar austero, pero con fuertes valores como compartir, asistir, colaborar, ayudar en las diversas tareas.

Vivíamos en una casa antigua colonial en el barrio de Guadalupe en la ciudad de Campeche, con esos techos muy altos para mantener la casa fresca, con patios inmensos llenos de vegetación. Recuerdo que mi infancia fue muy limitada en cosas, pero rica en momentos y personas. Recuerdo a mi padre con un empleo muy modesto, a mi madre emprendiendo con su consultorio dental, mi familia de 4, mi hermana que era mi segunda madre siempre atenta de mí, cuidando a su hermanito en todo momento… fueron años tan bellos, con unos abuelos amorosos… los 4 compartíamos en esas reuniones tradicionales de domingos con los tíos y los primos, todo era felicidad.

De mi padre recuerdo muchas aventuras. Siempre me dejaba hacer todo lo que yo quisiera: andar en bicicleta, en los techos, adoptar perros y gatos de la calle, cuidar de mis plantas y flores, consentirme en casi todo en la medida de sus posibilidades.

Debo reconocer que esto de viajar mucho se lo debo a mi abuelita, “Mamá Candita”, que me decía: “Coque” acompáñame a Querétaro vamos con la tía Celia. A partir de esos momentos le agarré gusto a los viajes, todo lo que conoces, los olores, los sabores, diferentes personas, los paisajes, las experiencias que te van forjando un carácter. En esos tiempos era el camión, el tren, la lancha, jamás un avión, eso no estaba a nuestro alcance, tampoco lo deseábamos pues veíamos más escenarios naturales en carretera.

Ahora recorro todo el país, bajo de un avión, hago conexión con otro, duermo y amanezco en otro lugar. ¡Vaya que le agarré el gusto a estar de “pata de perro”! como le dicen a quien le gusta de ir de aquí para allá”.

El kínder “Florinda Batista” fue maravilloso; recuerdo a mi amada maestra Gina, muy reconocida en mi ciudad. Cuando eres niño, eres una fuente inagotable de imaginación. Primero, quería llegar a ser astronauta, luego bombero o arquitecto, me encantaba dibujar, algo que a mi hija le fascina hacer conmigo. De niño imaginaba muchas cosas, siempre observaba los detalles, los insectos, los animales, los edificios, los dibujaba y veía la forma de iluminarlos a mi gusto.

Recuerdo las travesuras en la primaria, las leyendas de terror del patio de la escuela, los amigos, esos que te acompañan a rayar clases, tomábamos las bicicletas e íbamos a los estanques de agua, a la playa o simplemente a casa de los amigos a forjar esa amistad. Mi infancia está llena de aventuras; recuerdo mi época de dibujos animados, programas, televisión de calidad en aquel entonces, series como “El tesoro del saber” que me hacía agarrar libros para leer. Conozco de leyes por la biblioteca de mi padre; conozco del mundo por las enciclopedias que mi madre adquirió. Leí todos los libros de mi casa, me convertí en amante de la lectura; leía todo por fascinación, por necesidad, por gusto; aprendí en mi infancia que si leía, ya nadie me contaba.