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Herminia Acosta comparte su conmovedora travesía de duelo tras la partida de su esposo, en un relato donde la pérdida, el amor y la fe se entrelazan profundamente. A través de memorias íntimas y reflexiones espirituales, la autora busca consuelo en los recuerdos, mientras explora la difícil tarea de seguir adelante. Con un tono sincero y esperanzador, este libro ofrece una ventana a los sentimientos humanos más profundos en tiempos de pérdida, al tiempo que destaca el poder del amor y la fe en la vida.
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Seitenzahl: 36
Veröffentlichungsjahr: 2024
HERMINIA ACOSTA
Acosta, Herminia El final de un gran amor : el proceso / Herminia Acosta. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5577-9
1. Narrativa. I. Título. 1. Narrativa. I. Título.
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Prólogo
Gordito
Te llamé
Las lágrimas
Fuiste el mejor hombre
Te vas hacia el más allá
Ya no hay
Yo iré a ti, pero tú no volverás a mi
Te fuiste de mi lado
La soledad
Te conocí, te amé
No volverás a mí
Te llevaste todo
Los dos ganamos, los dos perdimos
Brillamos juntos
Cómo aceptar que ya no estás
Te extraño
Inmenso y sencillo amor
Hoy por un instante
Fuimos uno
Cómo seguir sin ti
Ya no estás
Cumplimos, amor
Quiero correr a tus brazos
Lo tenía todo
Otra vez ganaste la carrera
Nuestras últimas veces
Cucharita
Tus sitios favoritos
Estás en mi interior
El proceso
Este libro está dedicado a Oscar Alberto Caballero, para honrar la memoria de su paso por la vida.
También está dedicado a todas las personas que, en el mismo tiempo, perdieron a sus seres queridos a causa de la pandemia; y que tal vez sufrieron como yo, tal vez más o tal vez menos, pero sus vidas y sentimientos fueron tocados por este mal.
Espero que lo escrito en estas páginas les traiga sosiego y consuelo, identificándose con mi sentir.
La autora de este libro escribe y describe los sentimientos que tuvo durante la primera parte de su duelo, y del proceso que tuvo que pasar. Cuenta en párrafos partes de la historia del final de un gran amor que terminó con la partida de quien fue su esposo en vida, el cual se adelantó hacia el mas allá. Ella relata anécdotas de los hermosos recuerdos que quedaron en su corazón y también en el corazón de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo en vida, de amarlo y ser amados por él.
No puedo estar a tu lado, no me dejan, (a causa de la pandemia)
Quisiera cumplir mi palabra, la promesa de sostener tu mano en la enfermedad;
Me gustaría frotarte la espalda y que me digas: Gracias Hermi, ¿sabes lo bien que me hacen tus manos?
Quiero ponerte esas medias, las cuales me pediste diciendo: Si algún día estoy en coma y no puedo expresarme, ¡por favor! Ponerme medias, se me enfrían los pies, no me dejes sin medias.
Ahora estas ahí, no te podes expresar, y yo aquí, no puedo hacer nada,
por dentro estoy desbastada, solo esperando un milagro;
Lo único que me consuela y me mantiene en pie, es saber con certeza,
que nuestro Dios todopoderoso, al que le servimos esta junto a vos;
A el le pido que te abrace, que mulla tu cama y te caliente los pies y no sientas frio. Porque yo se que soy limitada, pequeña, insignificante, así me siento hoy,
pero también se, que estoy en manos del Dios grande, único Dios verdadero.
21/12/2020
Te llame por tu nombre,
así, como lo solía hacer siempre,
te grite al oído, ¡No me dejes!
Dije que te amaba,
que aun había tiempo para amarnos;
Te exigí, que no te vayas,
te dije:¿estas queriendo partir sin mí?
Muy cerca de tu oído…
le grite a la muerte,
ordenándole, que te soltara,
y a ti te llame,
que despertaras,
con lágrimas en los ojos
y el corazón a punto de explotar,
mire al cielo,
esperando una respuesta,
a tanta incertidumbre,
y desolación,
pero ya no estabas,
ya no estabas.
22/12/2020
¿De dónde brotan las lágrimas?
¿Qué las activan?
Las activan los recuerdos,
las ausencias,
las nostalgias y los miedos;
¿Por qué no quieren detenerse?
Se apresuran a soltarse,
presurosas, como ríos,
sus caudales se desbordan,
con fuerzas de caballos desbocados,
y con sus jinetes, inútiles,
tratando de detenerlas;
No hay sosiego,
esas lágrimas,
se agolpan, se agazapan,
y fluyen;
Recorriendo las mejillas,
las almohadas,
y la cama,