En tu nombre - María Cecilia De Vecchi - E-Book

En tu nombre E-Book

María Cecilia De Vecchi

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Beschreibung

En tu nombre. Dolor reciclado presenta las historias de nueve madres que –a partir de la pérdida de un hijo o de una hija víctimas de diferentes hechos de violencia– han transitado ese dolor reclamando justicia, luchando y llevando a cabo acciones concretas en beneficio de la sociedad.La perseverancia, la solidaridad, la empatía y el compromiso las caracterizan.Su trabajo diario no cesa. Saben que nunca llegarán al final del camino porque, en cada paso se les suman muchas mujeres cuyas vidas se ven sacudidas por tragedias similares a las de sus hijos.La resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e, inclusive, ser transformado por ellas. Silvia Irigaray, Elsa Gómez, Nora Iglesias, Marta Canillas, Viviam Perrone, Isabel Yaconis, Elvira Torres –Madres del Dolor-, Isabel Vázquez –Madres contra el Paco- y Rosa Bru –Asociación Miguel Bru, son el ejemplo de esta capacidad.Para ellas, nuestro profundo respeto e infinita admiración.

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Seitenzahl: 235

Veröffentlichungsjahr: 2016

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CECILIA DE VECCHI

EN TU NOMBRE

Con colaboración de Melina Abrutin

Fotografías de AnaConde

Editorial Autores de Argentina

 De Vecchi, María Cecilia 

   En tu nombre / María Cecilia   De Vecchi. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2016.

   Libro digital, EPUB

   Archivo Digital: descarga y online

   ISBN 978-987-711-597-0

   1. Historia Argentina. I. Título.

   CDD 982

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail:[email protected]

Diseño de portada: Justo Echeverría

A Emanuel, Lucila, Kevin, Maxi, Juan Manuel, Cristian, Marcela,Daniel, Miguel y a todos los seres inocentes queperdieron la vida en circunstancias absurdas.

Agradezco a Isabel Vázquez, Isabel Yaconis, Silvia Irigaray, Marta Canillas, Nora Iglesias, Viviam Perrone, Elvira Torres, Elsa Gómez yRosa Bru por su generosidad y su capacidad deentrega. A Marcos y Sebastián mis grandes amores.A Pancho, María Eugenia Alvarez Colodrero,Gaby Pascarella, AnaConde, Melina Abrutin, Susana Said, Susana Villar, Carolina Mann ya María Bojanovich.

Índice

Prólogo

Introducción

Capítulo I-ISABEL VÁZOUEZ

Isabel

Los pibes

Madres

Emanuel

El paco enla Argentina. Referencias y estadísticas

Capítulo II-ISABEL YACONIS

Isabel

Madres

Lucila

Violaciones.Violencia de género. referencias y estadísticas

Capítulo III-VIVIAM PERRONE

Viviam

El colegio

Kevin

Inseguridad vial.referencias y estadísticas

Capítulo IV-MARTA CANILLAS

Marta

Madres

Juan Manuel

SecuestrosenArgentina

CapítuloV-NORAIGLESIAS

Nora

Madres

Marcela

Negligencia estatal

Capítulo VI-ELVIRA TORRES

Elvira

Madres

Floresta y Cristian

Capítulo VIl-SILVIA IRIGARAY

Silvia

Madres

Maxi

La masacre deFloresta

Capítulo VIII-ELSA GOMEZ

Elsa

Madres

Daniel

Capítulo IX-ROSA SCHOENFLED DE BRU

Rosa

AsociaciónMiguel Bru

Miguel

Violencia institucional en Argentina

Bibliografía

Prólogo

Cuando me invitaron a escribir el prólogo de En tunombre no sabía claramente con qué me iba a encontrar. Este libro es realmente maravilloso. Mediante testimonios genuinosnarra algunas historias que harán reflexionar a los lectores ytocarán sus corazones.Lo vertido en estas páginas es una honra y almismo tiempo un homenajea los que perdieron susvidas en situaciones tan dolorosas y trágicascomo las relatadas. El legado de estas «Madres del dolor» a través desus palabras, sus luchas, sus movilizaciones ysus historias son semillas para la construcciónsocial de un mundo más justo, pacífico, respetuoso y sostenido por valores fundamentales como el amor alprójimo y a la vida. Adentrarme en cada uno delos testimonios de estasmujeres y madres llenas de coraje y determinación me conmovió profundamente. Dejarme tocarpor sus miradas y porsus entregas resignificó el valor del compartir,de abrir nuestros corazones y la importanciade dar el propio testimonio. Permitir que la propia verdad se expresees, sin duda, un gran sostén para la persona ensu proceso de duelo y demucho aprendizaje para todos los miembros de lasociedad. El trabajo dela autora del libro es comprometido, testimonial y de una calidad exquisita. Cada testimonioes recopilado y escrito con tanta calidez, claridad y cuidado que acercan al lector a las mamás entrevistadas. Losanálisis estadísticosy la recopilación dedatos relacionados a cada uno de los hechos sonel resultado de un trabajo minucioso de investigación y de búsqueda. Los mismos aportan un conocimiento muy vasto y degran ayuda para comprender la dimensión de los hechos y de todo lo que nos queda como desafíoen nuestra sociedad parasanear los actos de injusticia, de violenciay de indiferencia. Enla introducción la autora se pregunta quiénesson estas mujeres. Sinduda son mujeres con coraje, con heridas, condolores, con fortaleza, con miedos, con humanidad,con anhelos y con la firme determinación de noacallar sus voces ante la injusticia. Cadauna de ellas tenía supropia vida y su camino, pero fueron interrumpidos por hechos tan dolorososque algo se quebró ensus espíritus. La vida las unió y las encontró en esta tarea compartida, sosteniéndose unas a otras,siendo modelos posibles,ayudando a otros que sufren y apoyando a otrasmadres del dolor. Frases como: …ojos con destellos luminosos, ojos que lloran sin lágrimas…, … simplemente no hay palabras,ni consuelo, solo silencio…, …el mundo se detuvo…, nos hablan de las etapas y del procesodel duelo.

La forma en que cada persona elabora y atraviesa lasetapas del duelo son totalmente individuales y personales pero, a pesar de ello, hay algo que es universal: el dolor compartido es el que posibilita la esperanza y la proyección hacia el futuro.Más allá de los distintos abordajes acerca del duelo y de las posibles diferencias, lo que es sin duda significativo es el acompañamiento y la presencia amorosa de los otros, ya que esto facilita la forma de enfrentar una etapa tan dolorosa de la vida. Las investigacionesactuales hablan del «crecimiento postraumático» refiriéndose al crecimiento emocional y espiritual que las personas desarrollan luego de atravesar experiencias traumáticas. Estas historias narran la vida de mujeres que atravesaron pérdidas múltiples, resignificaron otras pérdidas y, al mismo tiempo, se fortalecieron graciasa sus propias capacidades resilientes y al sostén del grupo. Estas madres, mediante el acompañamiento constante del grupo, sus familias, los medios de comunicacióny la sociedad fueronforjando un crecimiento interior que las sostuvo y las sostiene en la lucha compartida yen la vida cotidiana,poniendo una mirada trascendente y esperanzada hacia el futuro. Más alláde los abordajes psicológicos en el acompañamiento del duelo, es sumamente importante no caeren el aislamiento, facilitar el desarrollo delazos de apoyo mutuo yacompañar a otros enel afrontamiento de situaciones similares. En algunos relatos se habla del difícil lugar de los sobrevivientes y, en especial, de los hermanos. En el vasto misterio de la vida todo tiene unsentido, aunque desconocido para nuestra mentelimitada. Al escribir estas líneas no puedo dejarde sentir la implicancia y la sincronía de loshechos, recordando y rindiendo un homenaje ami abuela materna queatravesó por la experiencia traumática de perder a uno de sus hijos víctima de la violencia,y a mi madre, como unahermana que se crio conuna madre en duelo y, apesar de eso, ambas pudieron mirar hacia un futuro más gentil, amable y esperanzador. Es así, poco a poco, como «loque estaba congelado, se descongela; los silencios van tomando sonidos y lo que estaba detenido se va poniendo enmovimiento». Mi reconocimiento y mi honra a estas “Madres del dolor”y, a través de ellas, atodas las que desde el silencio y el anonimato luchan por un mundo mejor y más justo.

Lic. Gustavo Rodio

PsicólogoEspecialista en duelo ycuidados paliativos

Introducción

Esteproyecto nace de la admiración que sentimos hacia las mujeres que, apartir de la pérdidade sus hijas e hijos, pudieron transformar el dolor en acciones concretasen beneficio de la sociedad. Un dolor que fue reciclado y convertido enenergía superadora ysolidaria. A pesar dehaber perdido a sus hijos en situaciones de violencia que se podrían haber evitado, lograron convertir su dolor en acción.Esa acción, a través deun trabajo solidario, sociabiliza la maternidad ylas convierte en ejemplos para otras madresque han perdido a sushijos, convirtiéndolasen referentes para nuestra sociedad. Tiene comopiedra fundacional a lasmadres que iniciaron uncamino ejemplar en su trabajode duelo. Surge de laconciencia del dolor queproduce la pérdida deun hijo y de la falta de una palabra que nombre al ser que se queda. Unhijo sin padres es un “huérfano”, quien ha perdidoa su cónyuge es un “viudo”. Pero… ¿cómo sedenomina a una madreo a un padre a quien sele muere un hijo? En el diccionario, no existeesa palabra. En Argentina, la palabra “madre”tiene una connotación que,seguramente, es diferente a la de otros países. Las Madres de Plaza de Mayo iniciaron un camino en la búsqueda deJusticia por la desaparición y por el asesinato de sus hijos a manosde la dictadura, quecon los años se convirtió en una causa emblemática. En democracia, otras madres se unieron ante la pérdida deun hijo. En todos loscasos se trata situaciones violentas y que se podrían haber evitado: latrata, el narcotráfico,los accidentes de tránsito, la violencia de género y la represión policial e institucional. Las Madres del Dolor, las Madres Contrael Paco, la AsociaciónMiguel Bru son algunasde las agrupaciones queformaron las madres buscando Justicia por sushijos y que, con el tiempo, lograron movilizar atoda la sociedad. Por eso,En tu nombre reúne a mujeres cuyos hijos han encontrado la muerte en hechos y en circunstancias que podrían haberse evitado. Casos que involucran ala violencia en todassus formas. Madres quehan buscado a sus pares en el dolor y se han unidopara luchar por la misma causa.

Esta es la narración de las experiencias de esas madres que han logrado convertir sus pérdidas en acciones concretas hacia lasociedad, con el objetivo degenerar conciencia yprevenir hechos similaresa los que tuvieron a sushijos como víctimas.

Es nuestro deseo rendirles un homenaje a todas esas madres que han logrado sensibilizar, concientizar ymovilizar a millares depersonas e interpelara toda la sociedad sobre la manera de vincularse con el dolor. Sin importar de dónde proviene, ellas reciclan el dolor y lo devuelven transformado en lucha, búsqueda de Justicia, verdad y solidaridad. En síntesis, amor sin máscarassocioculturales.

Este libro no pretende ser unestudio sociológico nipsicológico sino, simplemente, mostrar cómo mujeres comunes que llevaban unavida normal como cualquierotra han cambiado a partir de su tragedia de una manera positiva.De cada una aprendimos algo. Si bien todasatraviesan situacionesde vida completamente diferentes, provienen de estratos sociales distintos, se dedican a profesiones y aocupaciones diversas, atodas las une el amor por sus hijos. Y es este amorel que las sostiene en eltiempo. Es este amor elque las hace respetables y coherentes en sus discursos y en sus acciones.

Es dable destacar quehemos elegido a todas las integrantes de la Asociación Madres del Dolor. En un plano superficial todas parecen diferentes. En su interior comparten los mismos valores, los mismos códigos y la misma ética. Eso eslo que las hace especiales, lo que las mantiene vigentes a través de losaños. No pudimos percibir en ellas asperezas o egos. Si bien todas luchan por causas diferentes, se mantienen unidas. El gran interroganteque no logramos descifrares quiénes son estas mujeres. Cómo se sostieneny cómo se levantan cadamañana. Cómo trabajan, pagan cuentas, crían a sus otros hijos, ayudan aotros, realizan lastareas cotidianas y entierran a los que van quedando en el camino. Eslo que los psicólogos llaman “capacidad de resiliencia”. Nosotros no tenemos un nombre, quizás “heroínas”, pero parece insuficiente.

CapítuloI

ISABEL VÁZOUEZ

Isabel

Son calles desconocidas. El barrio está ensilencio. Es tempranoy la mayoría duerme.Hay olor a carencia.No hay plazas, ni infancia ni un mundo lleno de risas.

La casa es sólida, de material; el ambiente es cálido. Con sugran sonrisa ella ilumina el gris. Habla deprisa; su verborragia detiene el miedo. Su relato,su voz y su cordialidad conquistan al que quiera escucharla.

Todo transcurre en el corazón de su casa, la cocina.“Cada día tengo menosganas de salir del barrio”. El sentimiento parece recíproco pues en elbarrio la quieren y la buscan para pedirle ayuda. Ella responde con lapasión que la mueve.Desde su metro cincuenta, unos dientes blanquísimos y unos ojos quepermiten entrever el alma, se va convirtiendo en gigante a medida que transcurre el tiempo.

Su historia es conocida através de los medios, pero su carisma se puede apreciar personalmente.Nos recibe de entrecasa. Entre mate y matey con continuas interrupciones de la radio, sushijos, sus nietos, loschicos que le piden comida, relata un poco su vida.Gritos, preguntas y respuestas. Entrevistas,retos y caricias. Todo es igual en el universodela Isa, como le dicenen el barrio.

Isabel no descansa, se queja perosus ojos se iluminancada vez que alguien recurre a ella o la llamanpara una nota periodística. No se sienta, esosería imposible, ya queen su casa funciona elcomedor Manos Solidarias y los tan preciados alfajores dela Isano se toman el domingo libre.

Uno puede sentirque desde hace años visita esa cocina. No hay barreras para quien quiera acercarse a ella. Nopregunta ni investiga.Transmite seguridad; genera la sensación de quevive sin miedo, pero temepor los demás. Cuenta relatos del presentemezclados con el pasado y con el futuro.

Isabel nació en Paraguay. Llegó a Argentina a los ocho años junto con sufamilia. Se instalaronen Gregorio de Laferrere como tantos otros inmigrantes en busca de “una mejor vida”.Sus padres se separaron; Isabel y su hermanose quedaron con su mamáque trabajaba de empleada doméstica. Cuenta que a los dieciséisaños su mamá se mudó y ella se escapó con su primera pareja. Luego compró una casa en Lugano,en la Villa 20. “Y ahíempezamos a vivir, pensando que lo que comprábamos era nuestro”. Peroembarazada de su primerhijo, unos soldados delejército la hicieron subir a un camión con todas sus cosas. Una topadora arrasó con los sueños dela vivienda propia…

Pasaron momentos duros sobre todo en la dictadura, porque empezaron alimpiar la villa y los iban a erradicar. Fue entonces cuando tuvoel placer de conocer a las monjas francesas ytambién trató al padre Ricciardelli y al padreMugica en las reuniones que se hacían en la capilla. Las monjas levantaron la salita de la escuela de la guardería yuna escuela de capacitación laboral con la ayuda de la iglesia tercermundista, a la que Isabel considera “la verdadera”. Dice que eraotra época, que los curas estaban siempre disponibles. “Siempre había alguien dándote una vozde esperanza”. En ese terreno de desesperación y de hambre conoció a Alicia, a quien nombra como sualma gemela.

Recuerda a los cirujas y la falta de trabajo,los cigarrillos y los helados que comían en abril y en mayo. Los militares habían dado laorden de quemar mercaderías de los supermercados, pero las tiraban enla villa.

Siempre con espíritu solidario, Isabeljunto con otras personas armaron una unidad básica.“Un poco desde la ignorancia. Nos despertaban ala madrugada para guardar cosas y nosotras no preguntábamos”.

En 1971 nació su primer hijo,Fabián. De esa época seacuerda de la quemadel Parque Roca y del intendente Cacciatore.En el 74 llegó Lorena yal año siguiente, Pablo. Emanuel vendría muchosaños después. Fue una época convulsionada porprofundos cambios. La recuerda con nostalgia. La juventud, los amores, lainfancia. Una sombra cruza por sus ojos mientras percibimos que se acuerda de Emanuel, “el más chiquito, el mimado, elmalcriado”. Su relato va del pasado al presente. Casi no nombra a los padres de sus hijos.Está separada. El parto que más recuerdaes el de Pablo porqueno había médico y tenía enredado el cordón.

En 1978 se instaló definitivamente en la casa de su mamá en el barriode Villa Lamadrid, partido de Lomas de Zamora.

Dice que esta necesidad de ayudar a otros es anterior a la muerte de Emanuel. “Lo míoes una militancia devida; lo aprendí de mi mamá”. Cree que nuncafue consciente de lo que estaba haciendo. A lacasa siempre concurría mucha gente pidiendo refugio o ayuda. Habla con mucho amor y convicción sobre la Argentina,sobre el barrio y “suspibes”. A los sesentay un años ya no quedan rastros del Paraguay en su vida.

En los 90 AliciaRomero –vecina del barrio y compañera de militancia– e Isabel armaron el primer comedor (Manos Solidarias). Elobjetivo era atendera los chicos carenciados del barrio. Juntas recorrieron un largo caminode lucha que se fue extendiendo. El comedor,situado en la esquinade Orán e Iparraguirre, atiende actualmente aquinientas personas por día.

Pero todo comenzó acambiar cuando una sustancia casi desconocida empezó a invadir los espacios familiares. Ellas empezaron anotar los primeros indicios de la llegada delpaco entre el 2004 yel 2005. Se daban cuenta de que los niños quese habían criado conellas y a quienes les habían dado apoyo escolar en la infancia estaban “raros”. “Eran lospropios pibes los que nos contaban lo que estaba pasando”. De esta necesidad surgió Madres contra el Paco y por laVida. Comenzaron lasmarchas y las luchas. La mamá de Isabel les dio su casa. En los medios aparecieron cuandolograron derribar la primera cocina de paco instalada en un quiosco cerca de la escuela.

“Los pobres somos una mina de oro, especialmente los pibes. La vida de nuestrospibes no vale nada”, explica Isabel con tristeza. Relata que los captan en las esquinas;que al principio les regalan la droga y después los utilizan para robar y para matar; que no se pueden reinsertar porque nadie lesda trabajo; que no tienendinero para hacer un tratamiento.

Isabel los abraza, los reta, les da comida. Ellos la quieren. Dice que su actividad nunca cesa, que vienen de rodillas a las dos de la mañana, suplicando ayuda; que ellas hacen todo lo que pueden; que a través de losaños han logrado muchascosas, internaron a infinidad de pibes, pero queno tienen infinidad demadres que las apoyen.

“De la vergüenza y del miedo sacamos coraje y, tomando como ejemplo a las Madres de Plaza de Mayo, organizamosmarchas y escarches a los que venden droga”. La expresión “sociabilización de la maternidad” la escucharon por primera vez de bocade una de las Madresel día que fueron a la Plaza de Mayo. Isabel no entendía qué era eso desociabilizar la maternidad y ahí comprendió que esa era su vocación.Y eso es lo que hizo desde entonces: se convirtió en la voz y en la madre de muchos.

Los pibes

Camina hasta laparada de colectivo. Todos la saludan. Entablauna conversación con unchico de aproximadamentedoce años. Lo reprendeporque dejó la escuela.Él baja los ojos y oculta la cara detrás de unagorra; siente vergüenza y le promete que vaa volver. La nostalgia la invade; para ella cada uno de estos pibes tiene una vida valiosa y un futuro que hay que cuidar. Ellos lo sienten; la miran y le hablan con respeto.

Solo una vez le robaron una campera, pero cuando volvió del trabajo estaba tirada en la entrada de la casa con los diez pesos que tenía adentro. Nadie la toca ni le roba; esa parece ser la premisa.

Es sábado, día dejornada en el comedor. Primero el desayuno con mate y medialunas. Enel camino, los puestosde la Feria La Salada, sin mercadería. En unas horas el borde del Riachuelo estará lleno deferiantes y de compradores. En las calles del barrio abundan losretazos de tela. El solse asoma entre lascalles.

El olor de la cebolla y de la carne picada anuncian la entradaa la cocina. Ahí estáella preparando empanadas. Es el cumpleaños de la mamá de Valentinoy está por venir a buscar la comida, acompañado por su abuelo. Es asombroso el parecido consu papá. Separa unasempanadas para la jornada. No importa elhorario. Entre el matey las medialunas tambiénse saborean las empanadas.

Hoyestácontenta.Elmantelplásticodelamesaestestigodelacharla.Lasparedessondemaderaoscura,igualquelosmuebles.El altardeEmanuel,aladerechadelaheladera,nosrecuerda sutragedia.Suenergíaesdesbordantey,mientrasnospreparaunmate,habladelamaternidad.Ellaeslamadrequenoshubiesegustadoteneryquenosgustaríaser.Sufuerzalamantieneviva,alerta,conganasdeseguirluchando.Cuentaqueavecesestácansadao quesientequesu luchaesenvano,perosiemprehayalgúnacontecimientoquelahacecambiardeopinión.EllacreequeeslapresenciadeEmanuel“quenoquierequebajelosbrazos”.

Alcabodeunashoraslacocinaestállenadegente.LlegaAlicia;esmorocha.Hablapausado;eslavozdelacordura.Estáinformadayseexpresaconpropiedad.Esorganizadayordenada.Manejaelmail,lasentrevistasyeslaencargadaderealizarlostrámitesparapoder internaralosjóvenes.Perosutrabajonoseremitesoloalosadictos.Sonreferentesenelbarrio.“Hoyvamosapintarunacanchaparaque lospibestengandondejugaralapelota”.

Eneltrayecto,acompañadasporotrosperiodistas,caminamospor elbarrio.Vemoselmuralquepintaronlospibesparalasmadres.LospibesdelaIsaestáncontentos.Mientrasjueganenlacanchaimprovisadaporellossealegrandequeahoraeseespaciolespertenezca.Variosvoluntariossonlosencargadosdepintarla.Alguienlosestámirando.Despuésdejugaralfútbol,almuerzanenelcomedor.SesumanotroscolaboradoresquetrabajanalrededordeIsabelparasolucionarlostemasmásurgentes:queconcurranalaescuela,quenotomenalcohol…Seríen,perosonniñosconvidasdeadultos.Sinembargo,enesteespacioqueloscobijarecuperanunpocodesuinfancia.

Tocaneltimbre.Sonvariaspersonascondiferentesproblemas:unaseñoraquepideayudaporlainundación,otraportrabajoyunatercera porviolenciadegénero.Isalasatiendeylasderivaconlosvoluntariosqueatiendencadacaso.Esla“granmamá”deinfinidaddepersonas.SutrabajosolidarionosoloabarcalapresidenciadeMadrescontraelPacoyporlaVida.EnsubarriolascarenciassonmuchaseIsabel intentasuplirlasatodas.