Joseíto Fernández, el rey de la melodía - María Eugenia Azcuy Rodríguez - E-Book

Joseíto Fernández, el rey de la melodía E-Book

María Eugenia Azcuy Rodríguez

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Beschreibung

Al escuchar la contagiosa melodía de Guantanamera, guajira guantanamera de inmediato, surgen en nuestros recuerdos aquellos elementos que enfatizan la identidad nacional, la presencia del folclor, la rumba flamenca junto al son, el tambor, las claves, la guitarra y la voz de un intér-prete de la música cubana: Joseíto Fernández Díaz, el popularmente conocido Rey de la Melodía. Fiel exponente de la idiosincrasia de uno de los barrios de mayor musicali-dad del municipio Centro Habana, Los Sitios. A 60 años de la universalización de su Guajira Guantanamera y por su singularísimo modo de cantar y comunicar sentimien-tos al estilo de los más auténticos trovadores, la presen-cia de Joseíto Fernández siempre será recordada como la del juglar comprometido con su tiempo.

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Seitenzahl: 93

Veröffentlichungsjahr: 2024

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Edición y corrección: Ilaín de la Fuente Guinart

Diseño de cubierta e interior: Joyce Hidalgo-Gato Barreiro

Fotografías de cubierta e interior: Archivo Joseíto Fernández

© María Eugenia Azcuy Rodríguez y Osmar Noriega Aguirre, 2023

©Sobre la presente edición:

EdicionesEn Vivo, 2023

ISBN: 9789597268956

INSTITUTO CUBANO DE RADIO Y TELEVISIÓN

Ediciones En Vivo

Edificio N, piso 6, calle N, no. 266, entre 21 y 23

Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba

CP 10400

[email protected]

María Eugenia Azcuy Rodríguez

La Habana, 1/4/1957

Máster en Ciencias de la Educación, profesora auxiliar, investigadora y especialista territorial del Programa de Desarrollo Cultural de Centro Habana. Miembro de la Junta Nacional de la “Sociedad Cultural José Martí” y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Tiene varias publicaciones nacionales e internacionales en diferentes soportes. Ha participado como ponente y autora en más de 100 eventos científicos y proyectos nacionales e internacionales. Ha sido galardonada con la Medalla Raúl Gómez García, el Sello del Laureado, Gitana Tropical, La Utilidad de la Virtud y la Distinción por la Cultura Nacional entre otros reconocimientos.

Osmar Noriega Aguirre

La Habana, 23/9/1956

Licenciado en Educación en la Especialidad de Español y Literatura por el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona en La Habana. Investigador de la Dirección Municipal de Cultura de Centro Habana. Ha participado como jurado y ponente en disímiles eventos de carácter sociocultural. Gestor del Proyecto Callejón de la Guantanamera en la barriada de Los Sitios.

Contents

SÍMBOLO DE CUBANÍA: GUAJIRA GUANTANAMERA

ADMIRAR Y HACER ADMIRAR TODO LO GRANDE

MEDITANDO EN LOS RECUERDOS: VIDA ÍNTIMA DEL AUTOR DE LA GUAJIRA GUANTANAMERA.

HISTORIA DE LA VIRGEN

LA OBRA MUSICAL DE JOSEÍTO FERNÁNDEZ

DIMENSIONALIDAD MARTIANA EN LA GUAJIRA GUANTANAMERA

LO UNIVERSAL EN LO NACIONAL: LA INMORTALIDAD DE UNA GUAJIRA

PETE SEEGER EN CUBA

LA IMPROVISACIÓN EN JOSEÍTO FERNÁNDEZ

LA CASA MUSEO JOSEÍTO FERNÁNDEZ

VALORACIONES DE PERSONALIDADES CUBANAS SOBRE JOSEÍTO FERNÁNDEZ Y SU GUAJIRA GUANTANAMERA

RELACIÓN DE TÍTULOS RECONOCIDOS POR EL CENTRO NACIONAL DE DERECHO DE AUTOR (CENDA) DE LAS OBRAS MUSICALES DE JOSEÍTO FERNÁNDEZ.

ALGUNOS SOLISTAS Y AGRUPACIONES QUE HAN INTERPRETADO LA GUAJIRA GUANTANAMERA

SOLISTAS CUBANOS

AGRUPACIONES CUBANAS

ALGUNOS SOLISTAS EXTRANJEROS

ALGUNAS AGRUPACIONES EXTRANJERAS

EDICIONES QUIROGA

CASA DE CULTURA JOSEÍTO FERNÁNDEZ

CRONOLOGÍA DE JOSEÍTO FERNÁNDEZ

TESTIMONIO GRÁFICO

BIBLIOGRAFÍA

Landmarks

Cover

María Eugenia Azcuy Rodríguez

Osmar Noriega Aguirre

La Habana, 2023

A Joseíto Fernández in Memoriam (1908-1979).

Edición Homenaje. Aniversario 60 de la Universalización de la Guajira Guantanamera.

Agradecimientos

A Joseíto Fernández, el Rey de la Guajira Guantanamera, en el Aniversario 115 de su natalicio, a su hija Migdalia por tanta entrega y amor, a Gloria Cedeño Lozada por su incondicionalidad en todo momento, a Gladys Castañeda por su defensa a nuestras raíces, a Víctor Pérez-Galdós quien fue compañero y referente directo para este libro, a Ediciones En Vivo del ICRT por darnos la mano, y a nuestra familia, que creyó desde el principio en la perseverancia y la bondad de esta propuesta.

Décima a Joseíto Fernández

Como una palma espigada

de guayabera vestida,

con la garganta encendida

siempre por una tonada.

¡Cuánto sabor a alborada

tiene tu Guantanamera!

linda guajira sitiera

que ha paseado por el mundo

llevando el canto profundo

y alto de mi bandera.

Nancy Robinson Calvet

SÍMBOLO DE CUBANÍA: GUAJIRA GUANTANAMERA

Al escuchar la contagiosa melodía de Guantanamera, guajira guantanamera de inmediato, surgen en nuestros recuerdos aquellos elementos que enfatizan la identidad nacional, la presencia del folclor, la rumba flamenca junto al son, el tambor, las claves, la guitarra y la voz de un intérprete de la música cubana de corazón: Joseíto Fernández Díaz, el popularmente conocido Rey de la Melodía.

Fiel exponente de la idiosincrasia de uno de los barrios de mayor musicalidad del municipio Centro Habana, Los Sitios, allí nació el autor de la inmortal “Guajira Guantanamera”, el 5 de septiembre de 1908 y falleció en su ciudad natal el 11 de octubre de 1979, a la edad de 71 años.

Su “Guajira Guantanamera” es una guajira- son creada en 1928 y popularizada en Cuba por la firma Crusellas en el programa El Suceso del día. Por mucho que costara quitarles el mérito a los famosos de entonces, estuvo clarísimo desde el principio que las frases sonoras nacieran en aquel pedazo de La Habana por donde se paseaban magníficos pregones en la garganta de vendedores ambulantes, de solar en solar, barrio arriba, barrio abajo.

El 8 de junio de 1963, comienza la más impresionante historia de la “GuajiraGuantanamera”, se da a conocer internacionalmente por el trovador norteamericano Pete Seeger, uno de los más populares intérpretes del folk-songs, quien interpreta la melodía con los “Versos Sencillos” de José Martí durante un recital en el “Carnegie Hall” de New York. Puede considerarse la obra musical cubana más escuchada en el mundo y cantada en diversos idiomas. Se ha convertido en Embajadora de Buena Voluntad y Patrimonio Inmaterial de la Nación.

Joseíto Fernández logró concebir en la capital de Cuba, la bella y citadina Habana, un tema de tan genuina melodía, que respira identidad desde la raíz de un verso martiano hasta la miel de sus acordes montunos.

A 60 años de la universalización de su “Guajira Guantanamera” y por su singularísimo modo de cantar y comunicar sentimientos al estilo de los más auténticos trovadores, su presencia siempre será recordada como la del juglar comprometido con su tiempo.

La vigencia de Joseíto Fernández y de su máxima creación, el mismo autor la expresó en unas décimas que cantara en el teatro Amadeo Roldán: Si yo ayer poco juicioso/ vendo mi alma, mi lira/ hoy sería mi guajira/ un número bochornoso. / Pero el sentir decoroso/ vino a la vida conmigo/ y aunque me enfrente al castigo/ más rudo que enfrenta un hombre, / jamás comercié mi nombre/ de eso, Cuba es testigo

Los autores

Nunca quise salir de Cuba, no podría estar 24 horas fuera de mi país, moriría de tristeza.

Joseíto Fernández

ADMIRAR Y HACER ADMIRAR TODO LO GRANDE

La primera vez que vi a Joseíto Fernández fue por la televisión. Me llamó poderosamente la atención su sombrero, su guayabera, sus zapatos de dos tonos y el modo de interpretar su “Guajira Guantanamera”.

Tuve la dicha de conocerlo personalmente. Un día estaba conversando con el prestigioso locutor Eduardo Rosillo en el portal del edificio de Radio Progreso, en Infanta 105 y vimos que se acercaba lentamente Joseíto Fernández. Llegó hasta donde estábamos y nos saludó. Por supuesto, él ya conocía a Rosillo, pero yo era un simple joven desconocido, sin embargo, me puso la mano en el hombro y me sintió como alguien que hubiera tratado en diversas ocasiones. Y es que él era así, dialogaba con delicadeza con cualquier persona, sin pensar en la función que realizaba.

Años después del fallecimiento de Joseíto, tuve un significativo reencuentro con su vida y obra. Visitaba con frecuencia la zona donde él había vivido, pero no tenía conocimiento de eso. Me encontraba con la periodista Iris Armas que conoció y se relacionó de modo muy familiar con Joseíto cuando de pronto ella saludó de forma efusiva a una mujer que salía de la vivienda que se hallaba justamente frente a nosotros. Mientras la mujer caminaba Iris me dijo: “Esa es la hija de Joseíto Fernández”. Me explicó que ella había convertido la parte inicial de la casa, la sala, el comedor y el primer cuarto, como en una especie de museo porque allí estaban muchas de las pertenencias de Joseíto de toda su vida.

Me interesé, como periodista y por recordar la impresión que tuve de él cuando lo conocí en Radio Progreso, en poder ver lo que con celo había guardado su hija Migdalia y fue para mí extremadamente emocionante cuando ella me recibió en su casa y me fue explicando cada detalle de lo conservado allí. Mientras Migdalia hablaba me parecía que Joseíto Fernández, desde la distancia física por haber ya fallecido, se hacía presente y con una leve sonrisa reafirmaba lo que ella decía. A partir de ese instante, en disímiles ocasiones que visitaba el callejón procuraba ver a Migdalia y escuchaba con gran atención todo lo que ella contaba sobre su querido padre.

Así fue como me propuse cada año, ya fuese en el aniversario de su natalicio o fallecimiento, escribir sobre Joseíto y poco a poco comencé a organizar mis notas escritas como periodista en un modesto libro que se editó en 1999, por la Editora Política en La Habana. Casi diez años después, en ocasión del centenario de su natalicio, me encontraba en España, en una visita familiar, y al ir a Ediciones Quiroga, una empresa española que representa los derechos de la obra de Joseíto Fernández, propuse la idea de elaborar otra versión más ampliada del libro. En el 2011, se publicó por Ediciones Unión, la edición ampliada y se presentó en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

De Joseíto Fernández queda mucho por hacer referencia, de su vida, costumbres, de la magnitud y vigencia de sus obras. Por eso es muy importante que investigadores, periodistas y escritores sigan elaborando trabajos, libros, ya sea impresos o digitales, en los que se expongan nuevos elementos que queden registrados en la historia de la Cultura Cubana.

Seres humanos como Joseíto Fernández siguen y seguirán siendo fuente de motivación y enseñanza tanto para los cubanos como para hombres y mujeres de diferentes partes del mundo que tal vez, muchos de ellos, lo primero que conocieron sobre nuestro país fue la Guajira Guantanamera.

En una de las tantas entrevistas que le realizaron dijo que era un hombre que tenía un pueblo en el corazón. Ojalá en un futuro inmediato, pueda incluso dedicársele un significativo monumento a Joseíto Fernández que sea colocado en el Callejón de Maloja, sitio que debería convertirse en un boulevard; y su vivienda allí ubicada, (se declare oficialmente) Casa Museo.

Muchos de los que un día entren a esa futura Casa Museo podrán sentir la sensación, al menos así me pasó a mí, de que tan solo en unos minutos se hará presente metafóricamente hablando Joseíto, que con su manera de dialogar embrujará a los que lo escuchan y admiran, y tal vez hasta sientan que él vuelve a cantar con ese vigor que lo caracterizó una versión de la Guajira Guantanamera con los Versos Sencillos de José Martí. Como gran martiano que fue, hizo realidad lo que el Maestro escribió en una carta fechada el 11 de abril de 1877 a Joaquín Macal, ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala: “Mi oficio, cariñoso amigo mío, es cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble, admirar y hacer admirar todo lo grande.”

Víctor Pérez-Galdós Ortiz.