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La dama duende es una de las comedias teatrales de Pedro Calderón de la Barca. La trama proviene del mito de Cupido y Psique, pero invierte los roles de estos dos personajes. Es ahora el hombre curioso el que se enamora de una dama invisible, o sea, una mujer tapada o escondida, o invisible en la oscuridad.
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Seitenzahl: 94
Veröffentlichungsjahr: 2020
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Pedro Calderón de la Barca
Comedia famosa
Saga
La dama duendeCover image: Shutterstock Copyright © 1650, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726497557
1. e-book edition, 2020
Format: EPUB 3.0
All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com
Salen DON MANUEL y COSME de camino.
DON MANUEL Por un hora no llegamos
a tiempo de ver las fiestas
con que Madrid generosa
hoy el bautismo celebra
del primero Baltasar. 5
COSME Como esas cosas se aciertan
o se yerran por un hora,
por un hora que füera
antes Píramo a la fuente,
no hallara a su Tisbe muerta. 10
Y las moras no mancharan,
porque dicen los poetas
que con arrope de moras
se escribió aquella tragedia.
Por un hora que tardara 15
Tarquino, hallara a Lucrecia
recogida, con lo cual
los autores no anduvieran,
sin ser vicarios, llevando
a salas de competencias 20
la causa sobre saber
—195v→
si hizo fuerza o no hizo fuerza.
Por un hora que pensara
si era bien hecho o no era,
echarse Hero de la torre, 25
no se echara, es cosa cierta,
con que se hubiera excusado
el doctor Mira de Mescua
de haber dado a los teatros
tan bien escrita Comedia, 30
y haberla representado
Amarilis tan de veras,
que volatín del carnal
(si otros son de la Cuaresma)
sacó más de alguna vez 35
las manos en la cabeza.
Y puesto que hemos perdido
por un hora tan gran fiesta,
no por un hora perdamos
la posada; que si llega 40
tarde Abindarráez, es ley
que haya de quedarse fuera;
y estoy rabiando por ver
este amigo que te espera,
como si fueras galán 45
al uso, con cama y mesa,
sin saber cómo o por dónde
tan grande dicha nos venga;
pues sin ser los dos torneos,
hoy a los dos nos sustenta. 50
DON MANUEL Don Juan de Toledo es, Cosme,
el hombre que más profesa
mi amistad, siendo los dos
envidia, ya que no afrenta,
de cuantos la Antigüedad 55
por tantos siglos celebra.
Los dos estudiamos juntos,
y pasando de las letras
a las armas, los dos fuimos
camaradas en la guerra; 60
en las de Piamonte, cuando
el señor duque de Feria
con la jineta me honró,
le di, Cosme, mi bandera;
fue mi alférez, y después, 65
sacando de una refriega
una penetrante herida,
le curé en mi cama mesma;
la vida, después de Dios,
me debe; dejo las deudas 70
de menores intereses,
que entre nobles es bajeza
referirlas, pues por eso
pintó la docta Academia
al galardón una dama 75
rica y las espaldas vueltas,
dando a entender, que en haciendo
el beneficio, es discreta
acción olvidarse dél;
que no le hace el que le acuerda. 80
En fin, don Juan, obligado
de amistades y finezas,
viendo que su Majestad
con este gobierno premia
mis servicios, y que vengo 85
de paso a la Corte, intenta
hoy hospedarme en su casa,
por pagarme con las mesmas;
y aunque a Burgos me escribió
de casa y calle las señas, 90
no quise andar preguntando
a caballo dónde era,
y así dejé en la posada
las mulas y las maletas.
Yendo hacia donde me dice, 95
vi las galas y libreas,
y informado de la causa,
quise, aunque de paso, verlas:
llegamos tarde en efeto,
porque...
—196→
(Salen DOÑA ÁNGELA y ISABEL en corto tapadas.)
DOÑA ÁNGELA Si como lo muestra 100
el traje, sois caballero
de obligaciones y prendas,
amparad a una mujer
que a valerse de vós llega;
honor y vida me importa, 105
que aquel hidalgo no sepa
quién soy, y que no me siga.
Estorbad por vida vuestra
a una mujer principal
una desdicha, una afrenta, 110
que podrá ser que algún día...
¡Adiós, adiós, que voy muerta!
(Vase.)
COSME ¿Es dama o es torbellino?
DON MANUEL ¡Hay tal suceso!
COSME ¿Qué piensas
hacer?
DON MANUEL ¿Eso preguntas? 115
¿Cómo puede mi nobleza
excusarse de excusar
una desdicha, una afrenta?
Que según muestra, sin duda
es su marido.
COSME Y ¿qué intentas? 120
DON MANUEL Detenerle con alguna
industria, mas si con ella
no puedo, será forzoso
el valerme de la fuerza,
sin que él entienda la causa. 125
COSME Si industria buscas, espera,
que a mí se me ofrece una:
esta carta, que encomienda
es de un amigo, me valga.
(Sale DON LUIS y RODRIGO, su criado.)
DON LUIS Yo tengo de conocerla, 130
no más de por el cuidado
con que de mí se recela.
RODRIGO Síguela y sabrás quién es.
(Llega COSME, y retírase DON MANUEL.)
COSME Señor, aunque con vergüenza
llego, vuesarced me haga 135
tan gran merced, que me lea
a quién esta carta dice.
DON LUIS No voy agora con flema.
COSME (Detiénele.)
Pues si flema solo os falta,
yo tengo cantidad della, 140
y podré partir con vós.
DON LUIS Apartad.
DON MANUEL ¡Oh qué derecha
es la calle!; aún no se pierden
de vista.
COSME Por vida vuestra.
DON LUIS Vive Dios que sois pesado, 145
y os romperé la cabeza
si mucho me hacéis.
COSME Por eso
os haré poco.
DON LUIS Paciencia
me falta para sufriros:
apartad de aquí.
(Rempújale.)
DON MANUEL Ya es fuerza 150
llegar: acabe el valor
lo que empezó la cautela.
(Llega.)
Caballero, este crïado
es mío, y no sé qué pueda
—196v→
haberos hoy ofendido, 155
para que de esa manera
le atropelléis.
DON LUIS No respondo
a la duda o a la queja,
porque nunca satisfice
a nadie. Adiós.
DON MANUEL Si tuviera 160
necesidad mi valor
de satisfaciones, crea
vuestra arrogancia de mí,
que no me fuera sin ella.
Preguntar en qué os ofende, 165
merece más cortesía,
y pues la Corte la enseña,
no la pongáis en mal nombre,
aunque un forastero venga
a enseñarla a los que tienen 170
obligación de saberla.
DON LUIS Quien pensare que no puedo
enseñarla yo...
DON MANUEL La lengua
suspended, y hable el acero.
(Sacan las espadas.)
DON LUIS Decís bien.
COSME ¡Oh, quién tuviera 175
gana de reñir!
RODRIGO Sacad
la espada vós.
COSME Es doncella,
y sin cédula o palabra
no puedo sacarla.
(Sale DOÑA BEATRIZ, teniendo a DON JUAN, y CLARA, criada, y gente.)
DON JUAN Suelta
Beatriz.
DOÑA BEATRIZ No has de ir.
DON JUAN Mira que es 180
con mi hermano la pendencia.
DOÑA BEATRIZ ¡Ay de mí, triste!
DON JUAN A tu lado
estoy.
DON LUIS Don Juan, tente, espera,
que más que a darme valor,
a hacerme cobarde llegas. 185
Caballero forastero,
quien no excusó la pendencia
solo, estando acompañado
bien se ve, que no la deja
de cobarde. Idos con Dios, 190
que no sabe mi nobleza
reñir mal, y más con quien
tanto brío y valor muestra.
Idos con Dios.
DON MANUEL Yo os estimo
esa bizarría y gentileza; 195
pero si de mí por dicha
algún escrúpulo os queda,
me hallaréis donde quisiereis.
DON LUIS Norabuena.
DON MANUEL Norabuena.
DON JUAN ¡Qué es lo que miro y escucho! 200
¡Don Manuel!
DON MANUEL ¡Don Juan!
DON JUAN Suspensa
el alma no determina
qué hacer, cuando considera
un hermano y un amigo
(que es lo mismo) en diferencia 205
tal, y hasta saber la causa
dudaré.
DON LUIS La causa es esta:
volver por ese crïado
este caballero intenta,
que necio me ocasionó 210
a hablarle mal; todo cesa
con esto.
—197→
DON JUAN Pues siendo así,
cortés me darás licencia
para que llegue a abrazarle1 :
el noble huésped que espera 215
nuestra casa, es el señor
don Manuel. Hermano, llega,
que dos que han reñido iguales
desde aquel instante quedan
más amigos, pues ya hicieron 220
de su valor experiencia.
Daos los brazos.
DON MANUEL Primero
que a vós os los dé, me lleva
el valor que he visto en él,
a que al servicio me ofrezca 225
del señor don Luis.
DON LUIS Yo soy
vuestro amigo, y ya me pesa
de no haberos conocido
pues vuestro valor pudiera
haberme informado.
DON MANUEL El vuestro 230
escarmentado me deja:
una herida en esta mano
[he sacado]2 .
DON LUIS Más quisiera
tenerla mil veces yo.
COSME ¡Qué cortesana pendencia! 235
DON JUAN ¿Herida? Vení a curaros:
tú, don Luis, aquí te queda
hasta que tome su coche
doña Beatriz, que me espera,
y desta descortesía 240
me disculparás con ella.
Venid, señor, a mi casa,
mejor dijera a la vuestra,
donde os curéis.
DON MANUEL Que no es nada.
DON JUAN Venid presto.
DON MANUEL (Aparte.)
¡Qué tristeza 245
me ha dado, que me reciba
con sangre Madrid!
DON LUIS (Aparte.)
¡Qué pena
tengo de no haber podido
saber qué dama era aquella!
COSME Qué bien merecido tiene, 250
mi amo, lo que se lleva,
porque no se meta a ser
don Quijote de la legua.
(Vanse lostres, y llega DON LUIS a DOÑA BEATRIZ, que está aparte.)
DON LUIS Ya la tormenta pasó;
otra vez, señora, vuelva 255
a restitüir las flores
que agora marchita y seca
de vuestra hermosura el hielo
de un desmayo.
DOÑA BEATRIZ ¿Dónde queda
don Juan?
DON LUIS Que le perdonéis 260
os pide, porque le llevan
forzosas obligaciones,
y el cuidar con diligencia
de la salud de un amigo
que va herido.
DOÑA BEATRIZ ¡Ay de mí! ¡Muerta 265
estoy! ¿Es don Juan?
DON LUIS Señora
no es don Juan, que no estuviera
estando herido mi hermano,
yo con tan grande paciencia;
no os asustéis, que no es justo 270
que sin que él la herida tenga3 ,
tengamos entre los dos,
yo el dolor, y vós la pena;
digo dolor, el de veros,
—197v→
tan postrada, tan sujeta 275
a un pesar imaginado,
que hiere con mayor fuerza.
DOÑA BEATRIZ Señor don Luis, ya sabéis
que estimo vuestras finezas,
supuesto que lo merecen 280
por amorosas y vuestras;
pero no puedo pagarlas,
que eso han de hacer las estrellas
y no hay de lo que no hacen
quien las tome residencia; 285
si lo que menos se halla
es hoy lo que más se precia
en la Corte, agradeced
el desengaño, si quiera,
por ser cosa que se halla 290
con dificultad en ella:
quedad con Dios.
(Vase con su criada.)
DON LUIS Id con Dios.
No hay acción que me suceda
bien, Rodrigo: si una dama
veo airosa y conocerla 295
solicito, me detienen
un necio y una pendencia,
que no sé cuál es peor;
si riño y mi hermano llega,
es mi enemigo su amigo; 300
si por disculpa me deja
de una dama, es una dama
que mil pesares me cuesta.
De suerte, que una tapada
me huye, un necio me atormenta, 305
un forastero me mata
y un hermano me le lleva
a ser mi huésped a casa,
y otra dama me desprecia:
¡de malanda mi fortuna! 310
RODRIGO Que de todas esas penas
que sé la que sientes más.
DON LUIS No sabes.
RODRIGO Que la que llegas
a sentir más son los celos
de tu hermano y Beatriz bella. 315
DON LUIS Engáñaste.
RODRIGO Pues, ¿cuál es?
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