Las mismas caricias, los mismos besos - Varios Autores - E-Book

Las mismas caricias, los mismos besos E-Book

Varios autores

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Beschreibung

La sexualidad es parte fundamental de la vida humana. Y, sin embargo, cuando se trata de personas con diversidad funcional, los estigmas, la invisibilidad y el paternalismo siguen marcando el relato. Las mismas caricias, los mismos besos nace para desmontar mitos, abrir espacios de reflexión y reivindicar el derecho universal al amor, el placer, la ternura y la autonomía. Coordinado por la Fundación SIFU, el libro recoge historias en primera persona, experiencias de profesionales del ámbito sociosanitario y propuestas que invitan a cambiar la mirada sobre la discapacidad. Una obra valiente y emotiva, que interpela tanto a especialistas como al gran público, y que nos recuerda que no hay un único modo de amar, ni de desear, ni de vivir el cuerpo.

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Seitenzahl: 144

Veröffentlichungsjahr: 2025

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Las mismas caricias, los mismos besos

Voces en primera persona sobre sexualidad y discapacidad

Fundación SIFU

Primera edición en esta colección: noviembre de 2025

© Fundación SIFU, 2025

© de la presente edición: Plataforma Editorial, 2025

Plataforma Editorial

c/ Muntaner, 269, entlo. 1ª – 08021 Barcelona

Tel.: (+34) 93 494 79 99 – Fax: (+34) 93 419 23 14

www.plataformaeditorial.com

[email protected]

ISBN: 979-13-87813-52-9

Diseño de cubierta: Arantxa Álvarez

Fotocomposición y realización de cubierta: Grafime, S.L.

Reservados todos los derechos. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Si necesita fotocopiar o reproducir algún fragmento de esta obra, diríjase al editor o a CEDRO (www.cedro.org).

A las personas que han colaborado con sus testimonios, a las personas de Plataforma Editorial que se han dedicado al proyecto y al equipo de la Fundación SIFU.

Índice

Prólogo

Nota aclaratoria

PARTE I: UNA VISIÓN ACTUAL SOBRE SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD

Mar Galcerán

«Las personas con discapacidad no tienen un mundo diferente. Las caricias y besos son los mismos para todos».

Gregorio Saravia

«No creo que haya que regular la sexualidad de las personas, tengan o no discapacidad».

Esther Sánchez Raja

«Lo que necesitamos es que todas las personas, sin importar si tienen una discapacidad o no, puedan tener acceso a una educación sexual integral».

Mon García

«Hay que buscar estrategias para transformar el imaginario colectivo en torno a la sexualidad de las personas con discapacidad».

Esther F. Carrodeguas

«La sexualidad propia como experiencia es algo muy propio, no generalizable».

Carlos de la Cruz

«Mi percepción es que en el ámbito donde ahora hay más interés y más demandas de formación de profesionales, familiares y personas es en el de la discapacidad».

Gemma Deulofeu

«Hay tantas sexualidades como personas».

Nayara Malnero

«España es uno de los países a la cola de Europa en educación sexual, y por tanto pagamos las consecuencias con creces».

Félix López Sánchez

«La familia es la base de la educación sexual».

PARTE II: DETRÁS DE LAS CÁMARAS: VOCES EN PRIMERA PERSONA

«De lo que no se habla, no existe».

«Hay muchísimos prejuicios, en parte porque también hay mucha falta de información».

«No es que los padres o tutores no quieran abordar el tema, es que no saben cómo hacerlo».

«Nosotros también podemos ser objeto de deseo».

«Todo lo que se sale de la norma es más difícil de comprender para algunos».

«Ocultar las cosas no hace que desaparezcan».

«Hacen falta más formadores especializados en educación sexual».

«Los derechos son para todas las personas, sin distinción».

«Tienen derecho a ser personas plenas en todos los sentidos».

«Tenemos que aprender a querernos y aceptarnos como somos».

PARTE III: SEXUALIDAD Y DISCAPACIDAD INTELECTUAL: LAS VOCES MÁS SILENCIADAS

Unas reflexiones para terminar

Navegació estructural

Cubierta

Portada

Créditos

Dedicatoria

Índice

Comenzar a leer

Notas

Colofón

Prólogo

Hablar de sexualidad es incómodo. Incluso hoy, en pleno siglo xxi, vivimos inmersos en una sociedad llena de prejuicios y reparos, en la que esta parte tan natural de la vida humana queda relegada al cajón de los tabúes, donde las palabras se eligen con cuidado y el silencio parece la respuesta más segura a muchas preguntas. Y, si esto es así para todos en general, imaginad cómo se magnifica el peso del prejuicio cuando añadimos la discapacidad a la ecuación.

Durante mucho tiempo, la sexualidad de las personas con discapacidad ha permanecido guardada en el último rincón del último de esos cajones tabú, acumulando polvo. Algunos quizás hasta la hayan escondido bajo llave, para mayor precaución. Se ha considerado un tema inapropiado e incluso irrelevante, pero la realidad es que es un asunto que preocupa mucho tanto a las familias como a los propios adultos con discapacidad, que, como cualquier otra persona, también tienen un lugar en sus vidas para el sexo.

Por eso, desde Fundación SIFU, hemos querido abrir la conversación sin tapujos de una vez por todas, arrojar luz sobre aquello de lo que nadie quiere hablar pero en lo que todo el mundo piensa. Porque, si algo está claro, es que el silencio no soluciona ningún problema. Mientras desde nuestra posición privilegiada, nos negamos a hablar de ello y preferimos mirar hacia otro lado, muchas personas no tienen la oportunidad de cerrar los ojos a este tema, porque forma parte integral de sus vidas. Sus preguntas quedan sin respuesta y sus problemas son ignorados o desestimados. «Son casos excepcionales», «eso es cosa de los padres, ellos sabrán», «es un asunto privado». Con actitudes como estas, tan solo agravamos la situación y ensanchamos la brecha artificial que separa a este colectivo del resto de la sociedad. Y el primer paso para empezar a cerrarla es estar abiertos a escuchar y aprender.

En este libro, se aborda la sexualidad de las personas con discapacidad desde perspectivas muy diversas y abarcando hasta los asuntos más «delicados», como el rol de los asistentes sexuales. Para ello, hemos contado con las voces de numerosas personas que se han prestado a entrevista y que han hecho posible que exista este proyecto.

Compartimos historias de personas que se han enfrentado al desafío de explorar la sexualidad en contextos marcados por la incertidumbre y la falta de información. ¿Cómo se ha vivido la educación sexual en estos casos? ¿Qué ha faltado? ¿Qué habrían deseado saber antes? Estas son algunas de las preguntas que exploramos con el objetivo de proporcionar una visión más completa y humana del tema, además de desmantelar muchos mitos que aún permanecen arraigados en el imaginario colectivo de nuestro tiempo.

No pretendemos ofrecer respuestas definitivas ni crear opinión. Nuestro propósito es más modesto, aunque no por ello menos ambicioso: queremos abrir puertas, dar visibilidad a testimonios y conversaciones que han permanecido en la sombra durante mucho tiempo, de la mano de diferentes expertos en el tema y de aquellos que lo viven como protagonistas. Entendemos que la educación sexual, como cualquier otra forma de educación, es responsabilidad de las familias, de modo que no buscamos reemplazar su papel, sino acompañarlas dándoles herramientas y ofreciéndoles relatos de otras personas en situaciones similares, que puedan servirles de apoyo.

A menudo, la educación sexual se centra más en proteger y reducir daños que en guiar y normalizar. Después de todo, es más fácil hablar de sexo desde una perspectiva utilitaria: prevenir embarazos no deseados, evitar enfermedades de transmisión sexual, proteger de los abusos… Pero educar en la sexualidad entendiéndola como una parte intrínseca del ser humano y de la naturaleza es igualmente importante. El enfoque «preventivo», además de pintar un retrato muy negativo del sexo, empeora cuando se aplica al ámbito de la discapacidad. En una sociedad que ve a estas personas como indefensas y vulnerables por defecto, el afán protector se multiplica si hablamos de sexo. Se genera un doble tabú que provoca que se inviertan pocos esfuerzos en ofrecer una educación sexual de calidad para las personas con discapacidad. Se piensa que es mejor alejarlas de esa esfera de la vida, o incluso que no hace falta hablarles de sexo porque «seguramente no tienen interés en mantener relaciones sexuales o encontrar pareja». Nada más lejos de la realidad.

Las personas con discapacidad no son seres asexuados. Pensar que no experimentarán los deseos y las inquietudes propias de cualquier ser humano es absurdo. Aunque algunos tengan dificultades intelectuales, la curiosidad sexual, el interés por comprender y explorar su propio cuerpo y el deseo de dar y recibir afecto son universales; siempre acaban llegando. Al contrario de lo que muchos puedan pensar, mantener a este colectivo desinformado no evita que se encuentren con problemas y peligros potenciales en su camino, sino todo lo contrario: es una forma irresponsable de desprotección. La ignorancia hace a cualquier persona más vulnerable, más insegura y menos capaz de enfrentarse a los desafíos del día a día. El sexo no es una excepción.

Con todo esto en mente, no podemos cerrar este prólogo sin antes agradecer la generosidad de todos aquellos que han colaborado con nosotros. Este es el primer libro de una colección donde queremos hacer hincapié en diversos aspectos relacionados con la discapacidad que buscamos normalizar, por lo que también esperamos que sea un homenaje a todas las personas que nos han prestado sus historias, que han decidido hablar abiertamente de un tema tan personal como es el sexo con madurez y con sinceridad, para dar vida a este proyecto. Gracias a ellos, podemos ofrecer una perspectiva rica y honesta que esperamos que resulte tan valiosa para muchas otras personas como lo es para nosotros. Sus testimonios son un recordatorio de que hablar de sexualidad no solo es necesario, sino también profundamente humano.

Y a vosotros que estáis leyendo estas páginas, os invitamos a hacerlo con la mente abierta, con curiosidad y, sobre todo, con el deseo de aprender. Deseamos que disfrutéis del viaje.

Cristian Rovira

Presidente Fundación SIFU

Nota aclaratoria

En las diversas entrevistas realizadas a lo largo del año 2024 para configurar este libro se ha partido de varios modelos de cuestionarios que incluían idénticas preguntas a todos los participantes.

Así, en la parte I, se ha partido de un cuestionario que se ha facilitado a todos los entrevistados, y de igual manera se ha procedido en la parte II y en la parte III. Cada parte ha contado con un modelo específico de cuestionario que abordaba cuestiones relativas a los temas que ocupan este libro y que ha contado con el asesoramiento (en especial en las partes II y III) de los expertos de Fundación SIFU.

Además, los cuestionarios realizados en la Parte III se han presentado a los participantes en el libro, en las ocasiones en que así se requería, en lectura fácil.

Para agilizar la lectura y que las diversas entrevistas no resulten repetitivas al consignar siempre idénticas preguntas, hemos suprimido estas y las hemos integrado en las respuestas de cada entrevistado. Es por ello que las entrevistas siguen siempre un idéntico patrón, en la medida en que todos los participantes responden a las mismas preguntas, pero ofreciendo, por supuesto, cada uno de ellos su opinión.

Quede claro, pues, que no se trata de artículos de opinión ni ensayos escritos para la ocasión, sino de respuestas a un cuestionario presentado previamente.

Parte IUna visión actual sobre sexualidad y discapacidad

Mar Galcerán«Las personas con discapacidad no tienen un mundo diferente. Las caricias y besos son los mismos para todos».

Mar Galcerán es diputada en las Corts Valencianes desde el 14 de septiembre de 2023. Ha sido la primera persona con síndrome de Down en lograr este cargo. Estudió Formación Profesional en la escuela Altaviana de Hostería y Turismo de Valencia. Es técnica auxiliar de Hogar y técnica auxiliar de Jardín de infancia. Además, presidió durante cuatro años (2014-2018) Asindown Comunitat Valenciana.

Mar trabaja en la función pública desde hace veintiséis años. Entre 1997 y 2010 se desempeñó como interina de la Consejería de Presidencia de la Generalitat Valenciana. A partir de 2010, tras aprobar las primeras oposiciones adaptadas para personas con discapacidad intelectual, continuó su carrera, sucesivamente, en la Consejería de Vivienda Social, en la de Igualdad y Políticas Inclusivas y, finalmente, en la de Sanidad.

La sexualidad de las personas con discapacidad es un tema tabú porque es una cuestión delicada de tratar. Además, los padres no saben cómo abordar este tema, se ponen nerviosos y no saben la manera de poder explicarlo a sus hijos que tienen una discapacidad.

Sin embargo, las personas con discapacidad no tienen un mundo diferente. Las caricias y besos son los mismos para todos. La sexualidad de las personas con diversidad funcional no es mejor ni peor que la de los demás, es la suya propia, y se expresa en su forma de vivirla y experimentarla que no conlleve a la sobreprotección, sino de orientación y de información.

Uno de los prejuicios que nos encontramos en la vida es la visión infantil hacia nosotros y a las personas con capacidades diferentes. Y ese exceso de infantilismo conlleva hacia el tabú relacionado con la sexualidad.

Cuando se habla de que el excesivo afán de protección frente a los abusos ha podido haber anulado en muchos casos la expresión de la sexualidad de las personas con discapacidad cognitiva, yo creo que existe demasiada sobreprotección. Hablar de sexualidad no es malo, y se nos tiene que explicar las cosas de manera natural.

Lo sexual forma parte de lo cotidiano, pero el tabú del sexo sigue presente en nuestra sociedad y se acentúa entre algunos de los colectivos más vulnerables. Es el caso de las personas con discapacidad intelectual, sometidas a una constante infantilización desde el entorno familiar y educativo. Educar en sexualidad, sin embargo, contribuye no solo a evitar embarazos no deseados o la transmisión de enfermedades, también es una poderosa herramienta para trabajar, por ejemplo, contra escenarios de abuso.

En ese sentido, la formación hacia la sexualidad tendría que empezar antes, desde pequeños.

Con respecto al debate que existe respecto a la figura del asistente sexual, yo creo que la mejor asistencia para nosotros, las personas con capacidades diferentes, es la propia familia, los padres. Creo, además, que no se debería tener esa figura, y que el debate en torno a esta está excesivamente polarizado.

En cuanto a la necesidad de regular la sexualidad de las personas con discapacidad, y a la pregunta de si esta choca con el derecho a la propia intimidad, yo creo que se debería normalizar y contar con el apoyo de la familia, de los padres.

Al hablar de la sexualidad de las personas con discapacidad mi opinión es que de lo que nos estamos olvidando es de hablar de la sexualidad de manera natural. Son aspectos que forman parte de nuestra vida, y si tenemos dudas que no tengamos temor a preguntarlo a nuestros padres.

Creo que sería necesario cambiar nuestra mirada para hacer una lectura positiva de la sexualidad. Sí que es necesario cambiar la mirada, quitarnos el tabú de la sexualidad y verlo de manera natural.

Sin embargo, si me preguntan si son necesarias las obras de arte en toda su amplitud (cine, teatro…) que expongan las necesidades y la realidad de las personas con discapacidad, si necesitamos el revulsivo del arte para entender y empatizar, yo creo que obras de arte que expongan las necesidades y la realidad de las personas con discapacidad, no. Con nuestro ejemplo, con nuestro trabajo, estamos demostrando muchas cosas.

Yo no pondré etiquetas. Creo que en la sociedad todos estamos mezclados, y existen también muchas formas de vivir la sexualidad. Cada uno tiene que saber cómo es.

Por último, a la pregunta de cómo prestar apoyos a una persona con discapacidad para que pueda tener vida sexual, mi consejo es el de trabajar la sexualidad de manera sana, apoyándose en la familia, en los padres, que son quienes nos pueden apoyar y aconsejar.

Gregorio Saravia«No creo que haya que regular la sexualidad de las personas, tengan o no discapacidad».

Gregorio Saravia Méndez es delegado del CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) Estatal para los Derechos Humanos y la Convención de la ONU de la Discapacidad. Es licenciado y doctor en Derecho, cuenta con un máster en Derechos Fundamentales, máster en Discapacidad, Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (UIMP-Fundación Derecho y Discapacidad, 2022), diploma como Especialista en Gestión de Licitaciones y Subvenciones Internacionales (Interim Manager Consulting, 2024).

Preside el Comité de Apoyo a la Convención del CERMI Estatal, es miembro del Observatorio de la Convivencia Escolar del Ministerio de Educación y Formación Profesional, integrante del Consejo de Redacción de REDIS, Revista Española de Discapacidad y del Consejo de Redacción del CERMI, miembro del Órgano Rector del Foro Justicia y Discapacidad del Consejo General del Poder Judicial y asesor de Derechos Humanos de la Fundación Derecho y Discapacidad.

La sexualidad de las personas con discapacidad es un tema tabú por desconocimiento, ignorancia y prejuicios que aún subsisten en nuestra sociedad. Muchos de ellos son el resultado, entre otras cosas, de la invisibilidad social en la que transcurren las vidas de las personas con discapacidad.

Las familias de las personas con discapacidad son parte de la sociedad y, por tanto, no son ajenas a los caldos de cultivo social, ideológico, cultural, religioso o político de los que se nutren.

La sobreprotección muchas veces responde a que, durante demasiado tiempo, las personas con discapacidad fueron víctimas de abusos, discriminaciones de todo tipo y violencias variadas que las colocaban en una situación de vulnerabilidad. Es lógico pensar que detrás de una familia que sobreprotege lo que hay es una familia que tiene miedo o que no se siente del todo segura de que el ámbito social sea amable, respetuoso o acogedor respecto de la diferencia o la diversidad.