Literatura, poemas y pensamiento - Nicolás Crudo - E-Book

Literatura, poemas y pensamiento E-Book

Nicolas Crudo

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Beschreibung

Este libro es el testimonio de una vida transformada por el dolor y reconstruida a través de la palabra. A través de cartas, poemas y ensayos, el autor nos invita a un viaje íntimo y reflexivo que recorre la pérdida, el amor, la vocación literaria y la filosofía personal. Con un lenguaje honesto y sensible, revela cómo la literatura se convirtió en salvación y camino de autoconocimiento. Una obra que interpela al lector desde lo humano, lo ético y lo espiritual, y que entrelaza el arte de escribir con el sentido de vivir.

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Seitenzahl: 122

Veröffentlichungsjahr: 2025

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NICOLÁS CRUDO

Literatura, poemas y pensamiento

Crudo, Nicolás Literatura, poemas y pensamiento / Nicolás Crudo. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-6823-6

1. Poesía. I. Título. CDD A861

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Índice

INTRODUCCIÓN

Primera etapa – Un periodo crítico

Capítulo I

Segunda etapa – Nuevos objetivos

Capítulo II

Capítulo III – Poemas desde la perspectiva del amor

Capítulo IV – Consideraciones sobre la literatura

Capítulo V – Propósito de escribir. Labor literaria

Capítulo VI – Relatos autobiográficos

Capítulo VII – Sobre el relato estructural de mi biografía

Capítulo VIII – Sobre la literatura y su influencia

Capítulo IX – Sobre mi inclinación al estudio de la voz y el canto

Capítulo X – Sobre la literatura abordada y su influencia en mi formación moral e intelectual

Capítulo XI – Acerca del pensamiento

Capítulo XII – Otros relatos

Capítulo XIII – Escritos recientes

Capítulo XIV – De la amistad

Bibliografía

Una reflexión final sobre el contenido de esta obra

Reconocimientos

Mi alma está cansada de escribir. Por qué ha de someterse a los trabajos forzados de la pluma mi pensamiento, que durante un instante abraza y comparte el universo.

Josué Carducci

INTRODUCCIÓN

A modo de presentación sobre lo que relato en los primeros escritos de esta recopilación, diré que se trata de pensamientos surgidos espontáneamente a raíz de un hecho que marcaría y condicionaría mi vida en adelante, aunque desconozco por qué mecanismo también me habló de mi vida anterior. Muchos años después retomo la tarea con la intención de avanzar sobre aspectos generales de la actividad literaria, quizá como resultado de haber leído, aunque no estudiado, obras con inclinación preponderante a los clásicos. Así fueron surgiendo los textos que integran esta recopilación, entre los que merecen una mención especial algunos poemas espontáneos.

Por último, algunos escritos tienen que ver con mi pensamiento y con mis intenciones de incursionar en los aspectos relacionados con una eventual obra literaria que, por lo demás solo quedan los elementos que conllevan la obra literaria. De todos modos, no se trata de un manual sino de planteos en busca de respuesta, y que en muchos casos estos van más allá del alcance del tratamiento, por lo cual, puede incluso no haber una conclusión, y si la hubiere puede no tener la contundencia que da la certeza. Se observará que, intencionalmente, en algunos escritos se dejó consignado además del día, la hora en que fueron realizados, ya que esta puede, en ciertos casos, estar vinculada con la espontaneidad del contenido y con la fantasía de un potencial lector.

Finalmente, y como nota de precisión, destaco que si bien la intención de incursionar en la literatura surgió en 1983, fue ese el año en que comencé a acceder a las obras literarias que, más tarde, a partir de 2011, una vez que dejé el ejercicio formal de la ingeniería iniciada a fines de 1973, se convertirían en el impulso de escribir, ya no como lector, sino con el propósito de exponer mi pensamiento, fruto del aprendizaje, la meditación y la reflexión que siempre procuré priorizar, y que me permitiría encauzar la mente hacia objetivos superadores. Entonces, es así cómo estructuro el relato en dos partes: la primera parte expone cómo transité ese período crítico que afectó mi ser en todos los órdenes. Y la segunda aborda un nuevo tema que, surgido de mi aún errático pensamiento, se transformaría en el objetivo de la literatura como búsqueda de respuestas a mis propios interrogantes.

En cualquiera de los casos el propósito de los escritos que integran esta recopilación, lejos está de constituir refutación alguna; se trata de presentar el nivel de mi pensamiento al momento en que fueron escritos. De estos escritos tengo la seguridad, que el contenido de los temas abordados fue producto de mi pensamiento genuino, en los cuales el sentimiento siempre estuvo presente. Por otra parte, no niego, sino que sostengo positivamente que el objetivo final de esta presentación tiene que ver con un hipotético lector, a quien desde ya le auguro esperanzado que le pueda aportar algo significativo, porque soy yo, un sujeto concreto, que escribo sobre mis propias ideas, que podrán adolecer de rigurosidad literaria, pero que sin lugar a duda representan la expresión genuina de mi pensamiento.

PRIMERA ETAPA

UN PERIODO CRÍTICO

Capítulo I

A continuación, se suceden un diálogo hipotético con mis hijos en el cual pido disculpas y comprensión, y una carta a un amigo en la cual descreo sobre cualquier logro personal, todo a raíz de un hecho desgraciado que cambiaría a partir de allí, mi pensamiento y comportamiento familiar y social y por ende mi visión del mundo.

1. Carta a mis hijos

(Escrito 30.06.83)

Estoy sentado y mientras observo cómo juegan mis hijos Natalia, Mauricio y Daniel vienen a mi mente muchos pensamientos. Hoy me embargan sentimientos que están lejos de ser positivos. Son negativos a tal punto que no me permiten tener una relación normal con ellos y lo peor es que me doy cuenta que ellos a pesar de su corta edad lo perciben. Aun así, dentro de esa atmósfera los observo atento.

Mis hijos están dibujando, Natalia pareciera querer expresarse con el lápiz, algunas palabras y luego termina haciendo referencia a la hermana que ahora le falta, pregunta mi edad, la de la madre, de Mauricio y Daniel y luego escribe las edades de cada uno, pero en el comienzo escribe y dice en voz alta Mariela tiene cero y luego las demás edades, pero en este caso no las menciona en voz alta.

En la familia tuvimos la desgracia de perder a Mariela. Desde entonces, me sentí afectado por algunos estados dudosos que en general no reconocía, y los que reconocía los negaba (me había transformado); ahora me faltaba el sentido que da la referencia de lo que es normal. Aunque trataba de disimular el sentimiento negativo para intentar mejorar la situación.

Sin embargo, apelaba a la fuerza de voluntad, que sabía que tenía, aunque ahora herida, para intentar interpretar los hechos desde un punto de vista racional. Resultaba en vano, no encontraba respuestas. Veía que la razón no me asistía, y yo además la rechazaba; había perdido el interés y entonces me dejaba llevar por el pensamiento, que no era claro, sino más bien confuso e intrincado. Incluso llegué a sentir la necesidad de comunicarme con mi hija, creyendo que justamente ella podría hablarme acerca de lo que estaba ocurriendo. Solo pude verla mirándome con una sonrisa, como cuando se despedía por las mañanas al salir yo hacia el trabajo.

En todo momento a partir del instante en que tomo conciencia de que vivo en este mundo de realidades, la constante de mi pensamiento es el recuerdo vivo de Mariela; entonces con ese recuerdo todo se hace más fácil a tal punto que puedo permanecer vivo.

De nuevo volví a rezar como cuando lo hacía en mi infancia, cuando tomaba lecciones de catecismo. Sabía que no era involución -sino y estaba consciente de ello- se trataba de un mecanismo de mi mente por el cual trataba de volver a mi infancia, periodo en el cual no me sentía condicionado y a partir de allí volver a “crecer” con la intención de ver si era posible encontrar la normalidad perdida. La ficción se había apoderado de mi pensamiento.

Confieso que, a pesar de lo expresado mi voluntad es sobreponerme, y entonces intento compatibilizar ese deseo aferrándome a la creencia de que ustedes aún pequeños me necesitan, y apelo también a la creencia de que Mariela estará viva en mí hasta el mismo momento en que mi espíritu se reúna con ella para siempre. No ignoro que este deseo expresado desde la voluntad, hoy no deja de ser un recurso para tratar de superar lo que estoy atravesando. Sé que no se puede superar lo que no se comprende y que más aún no se puede comprender lo que se niega, y yo lo niego.

Natalia, al verme escribir, presiente lo que estaría escribiendo y entonces viene a estar conmigo y ya no tiene sueño. Nos quedamos así desvelados, quizá porque los dos necesitábamos mutuo acompañamiento.

Ahora dejo de escribir mientras fluye en mi mente el pensamiento de un camino que tendré que recorrer y que se percibe tortuoso y difícil de transitar, e intentaré dormir, pues en el sueño me reúno todas las noches con Mariela y si logro despertar tendré ante mí un nuevo día que estará lleno de obstáculos y que podré superar o no, lo que sí es seguro que mis convicciones para recorrerlo a partir de ahora serán otras.

Siento que estoy asistiendo a muchas situaciones desconocidas a las cuales tendré que prestarle atención para comprenderlas primero, e intentar resolver después.

Hay una reflexión que quiero dejarles: Está claro que a partir de determinados hechos que nos ocurren, y al notar que carecemos de las herramientas que nos permiten afrontarlos, ya sea porque nos ponen en situaciones extremas, o por qué la desventura inesperada es doble desventura, es que, comenzamos la búsqueda de explicaciones reparadoras: prácticas, psicológicas y filosóficas que nos permitan comprender con el paso del tiempo, que somos seres humanos y por ende estamos expuestos irremediablemente al dolor, aunque seamos por esa misma humanidad reticentes a pensarlo, solo por tratar de satisfacer nuestros deseos, que tienen que ver con la búsqueda de la ausencia de dolor. Es decir, nos apegamos a nuestros deseos y en ellos solo tiene lugar el utilitarismo y el positivismo epicúreo como filosofía.

De allí la dificultad de afrontar lo que no se comprende, que son esos hechos que nos lastiman por no ser naturalmente esperados.

2. Carta a un amigo

(14.9.1984)

Querido amigo:

A raíz de que te tengo permanentemente en mis pensamientos decidí escribir estas líneas, es como si me asaltara cierta preocupación por ti y pienso que quizás solo se trate de la necesidad de comunicarme, aunque de hecho en algunos momentos me planteo algún interrogante y trato de imaginarme la respuesta que obtendría si te la hiciese personalmente. Además, creo que caló muy hondo en mí algún intercambio de ideas que tuvimos en ocasión de tu última visita a Bs. As. Sigo personalmente replanteándome algunas ideas de valoración a partir de la observación de que con el saber de la ciencia en la cual nos hemos formado, no encuentro explicación a determinados hechos.

En este momento, quizás por una crisis personal que estoy atravesando, pongo en duda las ventajas de ese saber, porque estoy aprendiendo a diferenciarlo de la sabiduría, que nos permite no perder de vista lo esencial de nuestras vidas, que es vivir.

Lo que sí creo, es que ya no encuentro satisfacción por la filosofía materialista, cuando en otros tiempos sentía un dejo de vanidad, porque a través de ese método, ganaba algunas disputas ideológicas, cuando se trataba de dar argumento de cómo debía regirse el mundo, y me vanagloriaba de saber acerca de determinados conceptos que consideraba eran paradigmas a seguir entendiendo que con ello podría contribuir a mejorar la vida de las personas necesitadas. Hasta ahora todos estos cambios de conceptos que estoy teniendo o buscando los atribuía a mi situación particular, por la crisis espiritual que estaba atravesando, pero fue a raíz de ello que comencé la búsqueda de algún prototipo que me incluyera y encontré después de tanto buscar que existen quienes se sumieron en crisis agobiados por algunos hechos que le marcaron nuevas pautas a seguir y aquellos a quienes el planteo de su existencia no encuentra explicación por medio de la razón y comienzan el camino de la búsqueda por la fe. Debo decir que en algún aspecto puede que esté ahora influenciado por la lectura de las “Confesiones de San Agustín”.

Lo cierto es que, al no encontrar justificación racional a lo que me ocurría en ese momento, busqué refugio en la fe. Comprendí que tal vez allí podía hallar un conocimiento que, aunque no basado en la razón, me permitiera encontrar un motivo para vivir. Sin embargo, ese pensamiento no resolvía otro interrogante: cómo debía comportarme en adelante, es decir, qué hacer para vivir, ya que lo que antes había sido un horizonte válido, ahora no me permitía medir lo que significaba llevar una vida normal.

El acceso a ese nuevo conocimiento, ajeno a la razón, se dio tras un proceso que incluyó la lectura de “Las Escrituras”, donde encontré numerosos ejemplos que confirmaban que ese saber era, en realidad, fe en Dios.

Creo que el dolor y, como consecuencia, el sufrimiento, me están acercando a confiar en el creador de todo lo existente, cuya voluntad está por encima de la nuestra, ya que somos producto de ella.

Así, aquella satisfacción que sentí al terminar los estudios que compartimos fue, en verdad, vanidad, porque entonces creía que lo logrado era fruto exclusivo de mi esfuerzo y valoración personal. Hoy, en cambio, creo que existe una voluntad superior que guía nuestras vidas y a la cual le debemos mucho, aun cuando pensemos que los logros alcanzados son resultado de nuestro empeño individual.

SEGUNDA ETAPA

NUEVOS OBJETIVOS

Capítulo II

AVANZANDO SOBRE LITERATURA

Aunque fue necesario que transcurriera mucho tiempo para poder avanzar y descubrir que en mí existía, en potencia, una nueva faceta, oculta durante años, que al ser abordada me permitiría encontrar los medios para expresar aquellas ideas que antes surgían de la introspección y que ahora, aunque con excesiva reflexión, intentaría manifestar en un nuevo contexto. Lo haría a partir de la expresión de un pensamiento que, aunque abstracto, pudiera incorporar también la idea del sentido común.

En esta etapa comienzo un nuevo proceso a partir de la elección de la literatura como elemento que me pudiera conducir a un estadio superior del pensamiento. En la primera parte de esta nueva etapa me formé y me consolidé como un lector crítico de las obras que abordaba, sobre las que fui construyendo los pilares del acervo aprendido. Este período se prolongó hasta el año 2008 cuando comienzo con los primeros esbozos de mi biografía con un relato corto de mi infancia, que luego constituiría el comienzo de la narración, aunque suspendí ese relato hasta el año 2019 cuando estuve convencido de la necesidad de escribir esa historia, mi propia historia. Así fue que retomé su narrativa que finalmente terminaría en febrero de 2022 cuya edición se concretó a principio de 2023.