Los muchachos de la canina - Félix Miguel Núñez Rodríguez - E-Book

Los muchachos de la canina E-Book

Félix Miguel Núñez Rodríguez

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Beschreibung

Motivado por sus vivencias personales y el interés de que una historia como la creación de la fuerza canina en la defensa y protección de los máximos dirigentes de la Revolución y las conquistas logradas en el país, escribió Los muchachos de la canina, un testimonio de singular valor histórico, en el que jóvenes casi niños, protagonizan sus páginas mientras se preparan como los primeros entrenadores de perros pastores alemanes y cumplen disímiles y riesgosas tareas ante las acciones despiadadas de un enemigo incapaz de comprender que Cuba ya era de los cubanos. El libro es también un homenaje a Fidel como promotor de la Técnica Canina en Cuba.

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Página Legal

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

Edición y corrección:

 

Olivia Diago Izquierdo

Diseño de cubierta e interior:

Francy Espinosa González

Realización:

Francy Espinosa González

Fotos: Archivo personal del autor y del CNPA

© Félix Miguel Núñez Rodríguez, 2022

© Sobre la presente edición: Editorial Capitán San Luis, 2022

ISBN: 978-959-211-617-7

Editorial Capitán San Luis. Calle 38 no. 4717 entre 40 y 47, Kohly, Playa, La Habana, Cuba.

Email: [email protected]

www.capitansanluis.cu

www.facebook.com/editorialcapitansanluis

Sin la autorización previa de esta Editorial queda terminantemente prohibida lareproducción parcial o total de esta obra, incluido el diseño de cubierta, o transmitirlade cualquier forma o por cualquier medio.

Índice de contenido
Página Legal
Palabras siempre necesarias
Creación de la Técnica Canina en Cuba
Formación de nuevos técnicos caninos
La canina hacia nuevos frentes
Anexos Testimonio gráfico
Datos del Autor

Al Comandante en Jefe, nuestro primer jefe

e inspiración permanente para defender a Cuba

y a nuestra Revolución socialista

Palabras siempre necesarias

Cuando leí el libro 30 años de la Seguridad del Estado Cubano y analizaba el detallado resumen histórico de las principales agresiones a la Revolución Cubana y los numerosos intentos de asesinatos a nuestros principales dirigentes, pensé cuán importante sería que se conociera de aquellos jóvenes —y niños entre ellos— que participaron en la creación de la técnica canina en Cuba y, por supuesto, de su protagonismo en los hechos que enfrentaron.

Consciente de que la labor investigativa es intensa y puede extenderse en el tiempo más de lo que uno quisiera, me entregué a ella. Vale la pena retomar las ideas de sacrificio, valor y amor a la patria y a sus dirigentes, personificadas en quienes contribuyeron, desde muy temprano, a preservar el proceso revolucionario.

A principio de 1961 se gestó el embrión de lo que constituyó, años más tarde, el Departamento Técnica Canina (DTC) en Cuba. Ese año, compañeros seleccionados1 de la Asociación de Jóvenes Rebeldes completaron el personal que, subordinado a la Seguridad Personal, bajo la dirección de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, dieron nombre y acción a una nueva fuerza eminentemente de detección, vigilancia y protección.

Los jóvenes que la integraron cumplieron disímiles misiones: la protección de nuestros máximos dirigentes; en la lucha contra las bandas contrarrevolucionarias alzadas en diferentes regiones del país; en la vigilancia y cuidado de la propiedad social… sin imaginar siquiera que este trabajo alcanzaría tan relevante papel en el encargo social del Ministerio del Interior (Minint), a favor de nuestra sociedad.

Hoy no se concibe el accionar de los diferentes mandos del Minint sin la cooperación de los canes, dado el servicio que prestan en misiones que se fueron incorporando paulatinamente, tales como descubrimiento de huellas, de drogas, explosivos; cuidado de las fronteras, entre otras; de ahí la importancia de los hombres, que día a día dedican lo mejor de sí para que esos animales puedan cumplir su cometido. Juntos constituyen una unidad indisoluble.

Para Cuba fue novedosa la creación de una escuela para el entrenamiento de pastores alemanes, con la finalidad de prestar servicio en la defensa y protección del pueblo. De los perros se conocía el uso que les daban los colonialistas españoles para vigilar a los esclavos mientras trabajaban en los campos y en otras labores, también para rastrearlos cuando escapaban de sus haciendas o, en condición de cimarrones, se asentaban en los montes. Los campesinos, por su parte, los utilizaban en diferentes funciones, desde arrear el ganado hasta cuidar de sus viviendas y animales. En los circos, totalmente amaestrados divertían y causaban asombro a sus espectadores. Para los niños siempre han sido la mascota favorita. De manera general, las personas lo destacan como el amigo fiel, cariñoso y obediente.

En La Habana antes del triunfo revolucionario, había un cinódromo, un lugar en el que se organizaban sus carreras; y las personas apostaban, más con fines de lucro que por entretenimiento. Para estos eventos utilizaban el galgo, perteneciente a los lebreles.

Pero, sin duda alguna, la idea del Comandante, su apoyo incondicional y el que brindaron los antiguos países socialistas fueron vitales para alcanzar los resultados exitosos que hoy muestra la especialidad.

De Checoslovaquia vinieron los primeros pastores alemanes y profesores que capacitaron a los instructores de la Isla. En la Unión Soviética, por su gran experiencia en este trabajo, también se prepararon otros; de allá llegaron ejemplares reproductores, asesoría y ayuda técnica. La escuela alemana nos brindó su apoyo mediante intercambios de profesores y canes reproductores.

Con el tiempo y la experiencia adquirida en el país, se fueron introduciendo nuevas razas. El avance en la labor con los olores especializados en aeropuertos, puertos y en toda la actividad de los órganos de enfrentamiento del Minint es ostensible.

En la actualidad se encuentra unificado el mando en una dirección nacional, lo que propicia utilizar las mejores experiencias según las tareas. En este libro se exponen algunas de las prácticas de los hombres que abrieron el acceso, de forma desinteresada, a esta misión y que, con la mayor humildad, entregaron su mayor esfuerzo.

Esperamos que estas páginas sirvan de homenaje a los compañeros que ya no están entre nosotros y a los que aún viven; de aliento y estímulo a quienes continúan esta hermosa tarea y cada día la elevan a un nivel superior; de reconocimiento también a los familiares de unos y otros, por su apoyo incondicional.

Félix Miguel Núñez Rodríguez

1 El autor fue integrante del tercer grupo. Apenas tenía catorce años.

—¿Qué pasa aquí? ¿Qué le pasa a ese gallo?

—preguntó el Comandante.

Fidel se le acercó y también lo atacó

revoloteando entre sus botas.

—¡Hasta los gallos son guapos en

esta finca! —exclamó—.

Vamos a ver si es verdad…

Sacó la pistola, la rastrilló y disparó

dos tiros al aire. Mientras extraía la bala

de la recámara, buscó al gallo

de nuevo y él ahí, sin inmutarse.

Entonces exclamó:

—¡Verdad que sí!

¡Hasta el gallo es guapo aquí!

Creación de la Técnica Canina en Cuba

Orígenes

Con el triunfo de la Revolución, el país asumió un proceso de transformaciones: las viejas estructuras de Gobierno cambiaron; otras, nuevas, comenzaron a introducirse en el campo económico, político y social, de manera que respondieran a los intereses de las masas populares, cuya base se hallaba en el programa del Moncada, el cual definía a su vez el carácter nacional liberador y socialmente avanzado de esta primera etapa democrática popular, agraria y antimperialista. Todo sucedía con suma rapidez.

Los antiguos gobernantes y sus partidarios, no convencidos de su derrota, muy pronto hicieron manifiesta la resistencia a esos cambios, buscaron formas y métodos para liquidar el nuevo proceso revolucionario, instituyeron organizaciones opositoras, incrementaron la propaganda anticomunista para confundir a las personas, desarrollaron campañas sobre la patria potestad, realizaron sabotajes, acapararon productos de primera necesidad, crearon bandas de alzados. Ese periodo se hizo complejo y difícil, como lo había expresado el Comandante.

Estados Unidos, por su parte, intensificó sus campañas de agresiones contra Cuba, el número de sabotajes, ataques piratas, violaciones del espacio aéreo, asesinatos, atentados a dirigentes de la Revolución, entre muchas manifestaciones.

La máxima dirección del Estado buscó sus formas para defender la libertad conquistada para los pobres y los trabajadores, una de ellas fue la creación de organizaciones revolucionarias con la participación de su pueblo, como la Asociación de Jóvenes Rebeldes.

El 9 de diciembre de 1959 el Departamento de Instrucción del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) estableció el reglamento provisional de esta organización, la cual sería apadrinada por el triunfante Ejército Rebelde.

Al comandante Ernesto Che Guevara, en su condición de jefe de dicho departamento, le cupo el deber y honor de anunciar, el 28 de enero de 1960, ante un auditorio de juventudes, la presentación oficial de los objetivos de la nueva agrupación, y dar a conocer sus cuadros dirigentes, presididos por el más joven comandante del Ejército Rebelde, Joel Iglesias Leyva.

En todo el proceso inicial, el Che desempeñó un papel fundamental, edificador consciente de la nueva sociedad y luchador incansable por los derechos del hombre. A los jóvenes les dedicó palabras hermosas y llenas de fervor revolucionario, que avalaba con su propio ejemplo de revolucionario inquebrantable, de sacrificio, de amor a la humanidad. Compartió con ellos y los orientó en el trabajo político-ideológico; a esa generación joven la denominó arcilla fundamental de la obra que se gestaba.

Paralelamente al enfrentamiento contra el imperialismo yanqui y la reacción interna, surgieron como una fuerza gigante los jóvenes rebeldes. A ellos se unieron, deseosos de hacer por su país cualquier sacrificio, muchos que pertenecían a diferentes organizaciones patrióticas y revolucionarias.

Como parte de la herencia del pasado, el Gobierno Revolucionario heredó a miles sin posibilidades de estudio o trabajo, los cuales constituían una carga económica para sus familiares. Ante esta situación la dirección del país buscó vías para incorporarlos de forma activa a la construcción de la nueva sociedad.

En respuesta a este interés, la asociación juvenil promovió el Movimiento de los Cinco Picos. Según su nivel cultural y actitudes, esa masa juvenil se vincularía al estudio o al trabajo.

El 17 de mayo de 1960, en el discurso del máximo líder cubano por el Día del Campesino, la exhortación de Fidel a los jóvenes para que se inscribieran en la nueva organización y se dispusieran a partir hacia el histórico escenario de la Sierra Maestra, inundó la Isla. Era el llamamiento para que se integraran a la obra transformadora de la Revolución. Entonces planteó una tarea de gran importancia: la creación de las Brigadas Juveniles de Trabajo Revolucionario.

Esta tarea en la práctica fue solo para muchachos, ya que las dificultades que se enfrentaban y las difíciles condiciones de vida de los campamentos en la Sierra, así como las duras pruebas a que eran sometidos los aspirantes a la condición de miembros de las brigadas, no propiciaban la participación de las muchachas. Vivían en casas rústicas que hacían los propios brigadistas con yerba, yagua y guano; dormían en hamacas, protegidos a veces solo con nailon.

Sin importar las dificultades que se presentaban para cumplir la tarea asignada, al llamado de Fidel y de la Asociación de Jóvenes Rebeldes respondieron de forma entusiasta y decidida miles y miles de muchachos procedentes de los más diversos sectores y de todas las provincias del país, especialmente los más pobres.

Con esta pujante masa humana, Cuba fundó las Milicias Nacionales Revolucionarias y otras estructuras de carácter militar, inició la Campaña de Alfabetización y el Movimiento de los Cinco Picos en la Sierra Maestra.

La partida

Solo un mes después, el 17 de junio, partió de la Estación Terminal Ferroviaria de La Habana el primer contingente, cuyo destino sería la Sierra Maestra. Con un emotivo acto al que asistió Fidel fue despedido.

Según el tren avanzaba por la Isla, subían cientos de movilizados en las capitales de provincia. En cada ciudad veíamos alzarse las manos de familiares, amigos y dirigentes de base mientras nos ofrecían sus calurosos saludos.

La incorporación a las Brigadas Juveniles de Trabajo Revolucionario se planteaba como una prueba; constituía realmente un gran sacrificio; todo se realizaba con un mínimo de condiciones.

El viaje fue hasta la ciudad de Bayamo cerca de la Sierra Maestra, donde había un campamento de tránsito. Ahí se recibía el primer avituallamiento —algún laterío— para continuar hacia Oro de Guisa.

Todo este trayecto hasta Pino del Agua, se hacía caminando, había que pasar varias veces un río que se enlazaba con el camino. Entonces se tornaba más difícil la marcha con los zapatos mojados, aunque en ocasiones el recorrido se hacía en tatra, como les decían a los camiones que podían andar por lugares montañosos.

La montaña que da nombre al campamento donde debíamos llegar: Pino del Agua, es muy empinada, por eso algunos renunciaban a la tarea, se «rajaban» como les pusimos los que seguíamos en la misión. A la elevación le decíamos «loma de los rajaos».

Las brigadas se formaban casi siempre en estos lugares; el jefe, en los primeros recorridos, era un miembro del Ejército Rebelde; después, algún brigadista que mostrara buena disciplina y madurez.