Mujer, llora y vencerás - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

Mujer, llora y vencerás E-Book

Pedro Calderón de la Barca

0,0

Beschreibung

Mujer, llora y vencerás es una de las comedias teatrales de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.-

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 97

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Pedro Calderón de la Barca

Mujer, llora y vencerás

LI.

Saga

Mujer, llora y vencerásCover image: Shutterstock Copyright © 1650, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499919

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS.

Enrique. Federico. Celio. Adolfo. Patin , gracioso.Talon , gracioso segundo.MadamaInes. Margarita. Laura. Damas.Soldados.Cazadores.Criados.Máscaras.Músicos.

––––––––––

JORNADA I.

Tocan cajas y trompetas, y salen MadamaInes, Margarita, Laura y criados.

 

Mad. Porque el militar estruendo

De las trompas y las cajas

Con que Federico llega,

Haciendo á estos montes salva,

En demanda generosa,

Bien que no es fácil demanda,

De poner en libertad

Á su hermano, que la alta

Torre de aquel homenage,

Noble prisionero, guarda;

Porque el militar estruendo,

Vuelvo á decir, de las cajas

Y las trompas no blasone,

Que en mí algun rezelo causa,

Á vista de ambos prosiga

La batida de la caza,

En que estaba divertida.

Vean desde la campaña

El uno, y desde la almena

El otro, cuan poco ó nada

De uno me asusta el denuedo,

Si de otro la esperanza.

Y asi, pues os hallais todas

Con arcos, flechas y aljabas,

Id ocupando los puestos,

Que entre las espesas matas

De las fieras que buscamos

Son avenidas, y vayan

Monteros y cazadores

Corriendo al monte la estancia,

En tanto que de mis huestes

Adolfo la muestra pasa,

Y yo á distribuir el órden

Doy vuelta á la plaza de armas.

Marg. De Semiramis, señora,

Se cuenta, que á una batalla

Salió, el peine en el cabello,

Mostrando, que no embaraza

El sobresalto al aseo.

Laur. Solo tu valor de tanta

Novedad desprecio hiciera.

Uno. ¡Al llano, al monte, á la falda!

Otro. Ya sabuesos y lebreles

Impacientes desenlazan

La prision de las traillas.

Otro. Y ya la batida baja,

Hiriendo el aire, en respuesta

De esotros ecos.

Mad. No haga

Extrañeza á nadie ver

Mezclar en voces contrarias

Con aparatos de Marte

Venatorias de Diana.

Y ya que en ellas me halló

El ronco son de la marcha,

No he de dejarlas, porque

Vea del sol la luz clara,

Que de nada, como dije.

Se asusta ni sobresalta

Madama Ines de Turincia,

Hija de Lanzgrave de Asia.

[Vanse todos y queda sola Margarita

Marg. En tanto que complaciendo

Tan soberbia, altiva y vana

Accion, todas esparcidas

La siguen por sendas varias,

Yo á vista de aquella torre,

Pues no caerán en mi falta,

He de ver, si lograr puedo

La atrevida confianza,

Que á ver al Príncipe Enrique

Me ha traido, á cuya causa

Sirvo á Madama. No en vano

Parece que amor ampara

Tal vez al atrevimiento;

Pues si el placer no me engaña,

Junto al foso de la torre,

Á corta breve distancia,

Que debe de ser el coto,

Que le permiten las guardas,

Él es el que reclinado

Sobre una peña descansa,

No duerme, porque suspira.

¿Qué será lo que con tanta

Suspension de si le tiene

Tan ageno, que no alza

Los ojos, por mas que asombren

Esta y aquella montaña

De los clarines el son

Y el estruendo de la caza?

¿Entre objetos tan ruidosos

Hay tristezas tan calladas,

Que solo el suspiro sea

Quien le desmienta de estatua?

Llegaré á hablarle. Mas cielos,

Qué miro! ¡O cuanto adelanta

Al sentimiento la duda!

Retrato es el que arrebata

Su atencion tan suspendida,

Que dél la vista no aparta.

¡Qué dichosa fuera yo,

Si, sobre ausencia tan larga,

Fuera mio! Mal las señas

De aqui á percibir se alcanzan;

Y pues dispensa el letargo

El mudo ruido á mis plantas,

Llegue mas cerca.

 

SaleEnrique.

 

Enr. Divino

Imposible, á cuyas aras

Poca ofrenda es una vida,

Poco sacrificio un alma,

Admite, ya que no el don,

El voto con que idolatra

Tu imágen un peregrino,

Que entre deshechas borrascas

De amor y la fortuna,

Deidades del hombre vanas,

Hijo expósito del hado,

El hado arrojó á tus plantas.

Marg. Qué oigo, y qué miro? Ay de mí!

¡Qué fácil se desengaña

La presuncion de una duda!

¿Quién creyera, que mis ansias

Á tropezar con mis zelos

Al primer paso me traigan?

De Madama es, si no miente

Á los ojos la distancia.

¿Mas para mi desengaño,

Qué mi sufrimiento aguarda? —

Suelta, tirano!

Enr. Qué es esto?

¿Quién del corazon me arranca

La mitad del alma?

Marg. Quien

Hoy liberal y avara,

Para que sientas, te deja

Esotra mitad del alma.

Enr. Margarita, tú? pues cómo?

Cuando aqui, si yo……

Marg. No hagas

Con retóricos primores

La turbacion elegancia;

Que bien conocer se deja,

Que al oir, como quedabas

Prisionero de Turincia,

Perdida aquella batalla,

Que fue tu ruina y la mia,

Busqué modos, hallé trazas

De venir á verte; el como

No es ahora de importancia;

Pues el saber por ahora,

Que á Madama sirvo, basta.

Desmandada de la tropa,

Que por esos montes anda,

Llegué á esta torre, buscando

Ocasion, en que ganaran

Mis afectos las albricias

De que Federico trata

Tu libertad. Mas no es nuevo

En quien infelice ama,

Ver morir una fineza

Á manos de una mudanza.

En fin, idólatra amante

De otra hermosura, te halla

Mi amor tan suspenso, que

Pude......

Enr. Margarita, calla;

Que no sabes quien te escucha.

Y si es asi, que una estampa,

Que acaso llegó á mi mano,

Si sabe que en ella para,

Será inútil el socorro

Que mi libertad aguarda;

Pues la altivez, la soberbia,

La vanidad y arrogancia

De su dueño, han de quitarme

Mil vidas.

Marg. ¿Y qué mas rara

Dicha, que poder lograr

De mi agravio mi venganza?

Y asi iré con el retrato

Donde, no faltando maña,

Que á mí me disculpe, á tí

Te culpe y te......

Enr. Espera, aguarda!

Que no has de llevarle.

Marg. ¿Cómo

Que no he de llevarle?

Enr. Es clara

Cosa, pues á mi poder

Le has de volver.

Marg.No me hagas,

Que, atropellándolo todo,

Diga á voces......

Enr. Mira!

Marg. Aparta!

Que, tirano amante,......

Enr. El labio

Cierra.

Marg. Á mi obligacion faltas.

Enr. Suspende la voz.

Marg. Osado

Prisionero,......

Enr. Ten el habla.

Marg. ¿Á Madama......

Enr. No la nombres.

Marg. Adoras?

Enr. La lengua......

Voz [dent.] ¡Ataja,

Ataja por la ladera!

Que herida la fiera baja

Á la vuelta de la torre.

 

Dentro MadamaInes .

 

Mad. Yo he de seguirla y matarla.

 

SalePatin .

 

Pat. En alcance, señor, de una

Fiera, que sale acosada

Del monte, Madama Ines,

Si es que hay Ineses Madamas,

Viene hácia aqui. Á la prision

Te retira, no el que salgas

Á este umbral haga delito

La licencia de las guardas.

Enr. No hará; que hasta aqui no rompo

Sus órdenes.

Marg. Si me halla

Á mí aqui, haré sospechosas

Las zelosas acechanzas

De que he de valerme.

Enr. Espera;

Que no has de ausentarte, ingrata,

Con esa prenda.

Pat. Qué miro!

Enr. Si es mi mal, de qué te espantas?

Marg.¿Será mejor que me vea?

Enr. Serálo, que entre las ramas

De la hiedra deste muro

Te escondas, mientras que pasa.

Marg. Fuerza será; porque ya

No es posible que me vaya,

Sin que me vea. [Escóndesc.

Pat. Qué es esto?

¿Qué no imaginada traza

Aqui á Margarita trajo?

Enr. Patin, no preguntes nada,

Sino escóndete con ella,

Y no dejes que de ahí salga.

Que si un siglo fuera poco

Volúmen á mis desgracias,

Quisiera, el pequeño instante,

Que permite aquesta extraña

Grita, diciendo......

Voces [dent.] Á la torre!

Pat. Solo de añadir les falta:

Á la torre, Paladines.

 

Dentro MadamaInes .

 

Mad. Aunque el viento te dé alas,

Te alcanzaré; y pues alli [Sale.

Se mueven troncos y plantas,

Alli se oculta sin duda;

Y en ella tengo......

Enr. Repara;

Que, aunque alli la fiera está,

Que de tu riesgo se ampara

En las redes desas hojas,

No será accion tan bizarra

Emplear de tus acciones

El triunfo en una villana

Rustiquez, como en un noble

Rendimiento, que á tus plantas

Sabrá agradecer la dicha

De ser tú la que le mata.

Mad. Si pensara que podia

Encontrarte aqui, excusara

El empeño de seguir

Su huella.

Enr. Y si yo pensara,

Que el verme podia ofenderte,

Hiciera mas, pues dejara

Verte, porque no me vieras,

Aunque en esto aventurara

Los privilegios, que goza

El preso que vé la cara

De su Rey.

Mad. Mejor en otro

Podrás fundar la esperanza,

Pues ya Federico llega,

Dando vista á estas murallas,

En fe de tu libertad.

Enr. Discúlpele en la ignorancia

De presumir, que me obliga,

Y no saber que me agravia,

El ser los dos tan hermanos

Y amigos, que unas entrañas

Mismas, un mismo concepto

Nos dieron union tan rara,

Que, aunque dos almas, dos vidas

Nos informaron, entrambas

Fueron tan unas, que entiendo

Que dieron equivocadas

Á él el alma de mi vida,

Y á mí de su vida el alma.

Tan finos nacimos pues,

Que, al mirar del sol las claras

Primeras luces, pusimos

Aquel ser, que el ser nos daba,

Al riesgo; porque acudiendo

Las matronas y criadas

Á su reparo, dejaron,

Afligidas y turbadas,

De señalar al primero,

Creciendo en igualdad tanta,

Que hasta hoy no se sabe cual

Heredero es de la casa,

Patrimonio ó estado nuestro;

Experiencia tan extraña,

Que no se vió, hasta en nosotros,

Haber paz donde dos mandan.

Solo lo que en los dos tuvo

Un algo de repugnancia

Fueron los genios, dado él

Á las letras, yo á las armas.

Y asi, el dia que tu padre,

Glorioso Archiduque de Austria,

De Turincia, con el noble

Blason de Lanzgrave de Asia,

Pasó desta vida, donde

En mejor vida descansa,

Siendo, como es, su dictado

Dignidad, que en Alemania

Responde á Gobernador

Ó Juez, á cuya causa,

Por tocarme á mí, á este fin,

Despues de hacerte la salva

Digna á tu respeto, vine,

Que ya se sabe que paran

Derechos de soberanos

Príncipes en la campaña,

Donde las últimas leyes

Son la pólvora y las balas,

Á tomar la posesion,

Que nos toca hereditaria,

Por ser de su hermano hijos,

En quien es fuerza recaigan

Los primeros llamamientos;

Y siendo asi......

Mad. Basta, basta;

Que en decirme lo que sé

Ociosamente te cansas.

Si no puedo ignorar yo,

Que reducida á batalla

La ley, tus tropas deshechas,

Tus huestes desordenadas,

Quedaste mi prisionero,

Para qué es decirlo?

Enr. Para

Disculpar aqui á mi hermano,

De que hoy, señora, le traigan

Primera causa y segunda.

Mad. Si yo el venir le culpara,

Fuera bien; mas no tan solo

Culpo en él accion tan alta,

Mas se la agradezco, pues

Viene á añadir á mi fama

Ese triunfo mas, supuesto

Que apenas me verá el alba

Sobre el polaco corcel,

Que á compas el freno tasca

De la trompeta, cobrar

La noticia de la planta

Al estribo, de la rienda

Al tiento la mano blanca,

Del fuste, el borren, la cuja,

Trenzado el arnes, calada

La sobrevista, blandiendo

Del errado fresno el asta;

Cuando en repetidas voces

Popular aplauso al aura

Prorumpa en festivos ecos,

Diciendo:......

Unos [dent.] Viva Madama!

Otros. Y muera un aleve!

Todos. Muera!

Mad. Qué escucho?

 

SaleAdolfo .

 

Adol. El cielo me valga!

Mad.