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Esta obra autobiográfica narra el viaje de una mujer en busca de sanación y autocomprensión, marcado por la relación con su padre y su desarrollo como psicóloga. A través de recuerdos familiares y momentos de introspección, la autora nos lleva a explorar las heridas de la infancia y la importancia de abrazar nuestro pasado para sanar. Inspirada por el simbolismo de un gorrión, decide finalmente plasmar su historia en palabras, ofreciendo un mensaje de esperanza y fortaleza a aquellos que también buscan superar el dolor y encontrar su verdadero propósito.
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Seitenzahl: 170
Veröffentlichungsjahr: 2024
ANA LUISA QUINTANA
Quintana, Ana Luisa Un gorrión me habló / Ana Luisa Quintana. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5738-4
1. Ensayo. I. Título. CDD A860
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
PRÓLOGO
Capítulo 1 - ¿Por qué yo?
Capítulo 2 - Paso a paso
Capítulo 3 - Nuevos desafíos
Capítulo 4 - Mis recuerdos
Capítulo 5 - Analizándome
TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS PARA VIVIR MEJOR
Para:
papá y mamá (gracias por la vida), Ana Elena (mi luz),
Raúl Horacio (mi compañero de cada día),
Ernesto, Oscar, José, Florencio y Dionisio
(Mis afectos de siempre): inicio mi sanación interior
Nací en una familia donde el jefe o autoridad única era mi papá. Un hombre duro, rígido, trabajador, responsable, justo, culto y crítico. Si bien era la única mujer de la familia, ya que tenía 5 hermanos varones, siempre hizo priorizar mi lugar, es decir, todos mis hermanos tenían que estar para mí, para lo que yo necesitara. Nunca me gustó ocupar ese lugar que mi papá me dio en la familia, no me parecía justo, ya que todos éramos sus hijos, pero por supuesto tiene que ver mucho la época, tiempo y cultura del momento.
A medida que fui creciendo, la compañía de mi papá fue tomando una importancia muy relevante, era un hombre que manifestaba sus pensamientos sin ataduras, sin filtro como se diría hoy. Cada vez que veía algo o creía ver alguna conducta que a su percepción no era correcta expresaba lo que pensaba sin importar a quién lastimara. Sin darme cuenta, yo iba tomando la misma personalidad de papá aunque muchas veces no lo aceptaba y para demostrarlo lo enfrentaba. Para que el amor y respeto (respeto desde el miedo) no desapareciese comencé a buscar libros que trataran de explicarme, que trataran de hacerme entender el porqué papá era así.
Mi escape y consuelo a tantos interrogantes de cada etapa de desarrollo de mi ser como persona, era la lectura y hablar con una cotorrita que tenía. Así que al finalizar la secundaria y al ver que mis alas aún continuaban sin poder despegar, decidí estudiar una carrera que no era de mi agrado, pero sí el medio que me brindaría desplegar mis alas y por fin, volar y así fue.
Tanta lectura y aprendizaje a través de sus páginas como también el cumplimiento de uno de mis sueños —ser psicóloga (mi papá siempre dijo que él era un psicólogo porque siempre sabia como era cada persona que se le acercaba y también podía predecir el futuro)— me ayudó a descubrir la niña herida que vivía dentro de mí. Todos tenemos nuestro/a niño/a herida/a, la mía era “Herida de injusticia: no tengo derecho a equivocarme”. Esta niña herida presenta a una persona que creció con un padre severo, rígido, exigente que tuvo la necesidad de poner orden y disciplina a su vida, sin una madre (ella había fallecido cuando tenía esta personita 4 añitos). Esta persona fue una pequeña sin derecho a ser espontánea, a cometer errores, a jugar y a ser niña. Hoy soy una adulta, antes muy perfeccionista, ordenada, pero aún conservo la característica de ser muy justa y hacer siempre lo correcto ante todo. En las relaciones soy un poco estructurada, poco espontánea y casi todo es planeado y tiene que estar en orden. He trabajado mucho en mi propia personalidad para poder lograr relacionarme mejor conmigo misma y con los demás, me ha costado mucho y aún, a veces, caigo en todo lo anterior. Es muy importante conocer nuestras heridas, todos tenemos experiencias de la infancia que nos hicieron sentir en riesgo, con miedo, solos, vulnerables, etcétera y en menor o mayor medida, ese dolor y ese miedo son parte de una herida que se activa en nosotros y está en el registro de nuestro inconsciente. La mayor parte de nuestras heridas son heridas del dolor de nuestros padres que de alguna manera y la mayoría de veces sin querer, las transmiten sin ningún esfuerzo. Prometo hablar de todas las heridas de la infancia en un próximo libro porque como dije anteriormente es muy importante conocer nuestras heridas, ya que ese/a niño/a herida tomará muchas decisiones de nuestra vida y estará al frente en los momentos de crisis y dolor.
Viví cada etapa como si fuera un libro de páginas incontables pero siempre con un lindo final. Fue así que cada vez que culminaba algo en mi vida llena de enseñanza y aprendizaje, donde mi fuerza y amor a la vida se hacía cada vez más significativa expresaba “tengo que escribir un libro”, para ayudar a quienes pasan también por esto y hacerles ver que cuando creemos que nuestra vida no sirve para nada ni nadie, siempre se enciende una luz brillante llamándote e insistiendo en que debes continuar.
A medida que me iba acercando a la fecha de mi jubilación, algo sucedía que hacía que no se diese en el tiempo y forma que planificaba, recuerdo a unos alumnos del 6to año de la secundaria que cuando se enteraron de que estaba haciendo los trámites, expresaron “usted no se va a ir este año, va a terminar con nosotros, seremos su última promoción” y así fue, ese grupo de chicos fueron los últimos. Si bien al año siguiente continuaba con problemas en los trámites, algo dentro mío me decía que ya faltaba poco para culminar ese libro de mi vida y así fue, me llevó pasar muchos obstáculos para lograrlo, pero lo logré, me jubilé. Pero en esos dos meses antes de mi jubilación en varias ocasiones se me presentaron, mejor dicho, se me presentó un gorrión (para mí siempre fue el mismo) y las veces que se presentó sus ojitos me miraban y gorgojeaban algo, siempre lo entendí solo como un saludito. Hasta que después de varios meses, ya jubilada, un gorrión chocó contra el vidrio de la ventana de mi estudio y nuevamente la mirada y gorgojeo. Va que cuando me preparo para sacarle una foto se fue, entonces un pensamiento y una gran emoción se tomaron de la mano y expresé “Hora de empezar a escribir mi libro”.
“Solo puedes entender a las personas si las sientes en ti mismo”
John Steinbeck
Como todas las tardes, sentada en mi consultorio, leyendo noticias que me llamasen la atención para aprender y poder dar lo mejor a las personas que buscan en mi ayuda para sanar algún dolor, cuando menos lo esperaba y para sorpresa mía se posa un gorrión en mi ventana y con su constante aleteo, mirada fija y gorgojeo lo mire sonriendo y hablándole con alegría y felicidad le pedí que se quedara, que me permitiera sacarle una foto para compartir tan bella visita y sobre todo para compartir que había sido elegida por él para transmitirme paz. Para mi tristeza cuando acomodo la cámara de mi celular, el gorrión tomó vuelo y con las ganas me dejó, pero su visita alegro más aún mi tarde y sembró en mí la pregunta ¿qué significa la visita de un gorrión?
Días después, vuelvo a recordar la visita de ese pequeño pájaro y nuevamente surge la pregunta, por qué siempre se me presenta un gorrión, no solo se me presenta sino también se queda y es como si nos comunicáramos y entendiésemos, la primera vez fue cuando se posó sobre el retrovisor derecho del auto cuando estacione frente a la escuela, en realidad fueron en dos ocasiones, una cuando estaba estacionada en la calle y otra vez cuando estacione, también frente a la escuela, pero bajo un árbol. Esta vez fue algo raro, porque la ventana donde se posó está en un pasillo, fue como que me estaba buscando y su expresión fue como diciéndome: “por fin, te encontré. Holaaa”.
Estuve varios días con la imagen de felicidad del gorrión y la mía, es más, no dejaba de sorprenderme que lo quería contar y se me pasaba, hasta que al cuarto día se lo comento a mi hija y ella me insiste en que busque el significado de tal hecho.
Hoy en esta tarde gris, 10 de setiembre de 2024, día del suicidio. Día que me tomé un tiempo para escribir algo acerca de la importancia de la comunicación, de la expresión y sobre todo de la escucha en las redes, comencé a googlear acerca del significado de un gorrión en la vida de la persona que elige. Uuuuu, vaya sorpresa, se me dio seleccionar, de todo lo leído, los siguientes párrafos:
“Los gorriones son aves pequeñas y hermosas que se encuentran en todo el mundo. Estas aves son conocidas por su simbolismo en muchas culturas, y se cree que traen buena suerte, cuando entran a una casa. Esto se debe a que los gorriones son considerados como una señal de buena fortuna, prosperidad y felicidad”.
“La visita de un gorrión es considerado como una señal de que algo positivo se acerca y que buenas noticias están por venir. Los gorriones traen consigo una sensación de optimismo y esperanza, recordándonos que la vida está llena de posibilidades y que momentos auspiciosos están a punto de manifestarse”.
“Ver un pájaro cerca de ti puede tener significados específicos, ya que si un pájaro que se queda cerca de ti puede ser interpretado como un guardián o protector, mientras que si te mira fijamente, puede ser una llamada a la atención sobre un aspecto particular de tu vida”.
Muchos asocian a los gorriones a la libertad, el optimismo y la esperanza, pero estas aves cuentan con un significado espiritual profundo, el cual puede convertirse en una fuente de inspiración, sobre todo para quienes buscan adentrarse en el mundo espiritual.
Su simbolismo de libertad se le da por ser un ave que tiene una gran capacidad para volar libremente y al mismo tiempo parece desafiar la gravedad cuando se elevan en el cielo. Si un gorrión aparece en tu hogar puede asociarse a esa búsqueda interna de sentirnos libres de las limitaciones que este mundo nos presenta, por lo que esta ave llega a recordarte que podemos alcanzar hasta lo imposible si ponemos nuestra mente en eso.
Por otro lado, estas aves representan el optimismo y la esperanza, seguramente has logrado ver que parecen tener siempre una actitud positiva, sobre todo cuando se los ve en situaciones complejas. Por lo que, si llegan a tu hogar pueden venir a recordarte el valor de la esperanza y perseverancia, sobre todo en los momentos difíciles.
Otro significado espiritual que tienen está asociado a la comunicación, pues ellos pueden comunicarse con otros a través de gorjeos, por lo que si llegan a tu hogar pueden estar intentando recordarte la importancia de la comunicación para la conexión espiritual.
Así que ya sabes, si un gorrión se aparece en tu hogar presta atención al momento que estás atravesando porque puede estar llegando para dejarte un mensaje espiritual que te ayudará a superar cualquier problema que tengas.
Pues por todo lo expuesto anteriormente, ahora he tomado la decisión de iniciar otra etapa en mi vida que como todas las anteriores ya lo tenía dentro de mis proyectos, pero nunca me decidía a iniciar y hoy ha sido un día clave donde todo el universo ha sido cómplice para iniciar este nuevo camino. Este camino que no es más que continuar brindando lo mejor de mí, brindar aquello para lo que he sido destinada, ayudar a todos aquellos que de alguna manera están lidiando con algún dolor, alguna pérdida, algún abandono. He buscado y ofrecido mis conocimientos, mis experiencias y sobre todo mi tiempo en muchos lugares, pero hasta ahora nadie me ha solicitado, motivo de más para brindarme a través de un libro.
Soy la cuarta de cinco hermanos varones. Crecí dentro de una familia donde quedé huérfana a los 4 años y papá tuvo que hacer de mamá y papá. Recuerdo que no había mucha diferencia de edad con mis hermanos, es decir, éramos todos seguiditos. También recuerdo la presencia constante de papá en todo momento, además de una señora que nos cuidaba cuando él tenía que salir a trabajar.
Fuimos creciendo cada uno con sus personalidades, todos nos cuidábamos cuando papá no estaba o nos tocaba ir a la escuela. La verdad me siento bendecida por la familia que me ha tocado aunque durante la adolescencia no la pasé muy bien a raíz de la sobreprotección de papá y el mito de que las mujeres éramos para la casa y los varones tenían que priorizarme por sobre sus necesidades, acciones/conductas que nunca apoyé. La preferencia de papá hacia mí (por el hecho de ser la única mujer (siempre lo decía)) hacía que muchas veces mis hermanos se enojaran conmigo y creo que hasta hoy está ese sentimiento. A pesar de todo siempre estuvimos unidos por ese lazo de amor filial.
La verdad tengo muy pocos recuerdos de mi infancia, no así de mi adolescencia y adultez joven. Recuerdo que a muy temprana edad, aproximadamente 10, 11 años me gustaba mucho leer y aprender inglés, en ese entonces papá compraba siempre el diario de la provincia “La Mañana” y los domingos compraba “El Clarín” que venía junto con un suplemento escolar con actividades y cuentos como también historias, me encantaba mucho cuando papá salía los domingos y volvía con su diario y el suplemento escolar para nosotros, en realidad yo era la que me adueñaba del suplemento. Y muy de vez en cuando llegaban a mis manos revistas donde podía ver cursos que se podían estudiar a distancia y fue así que me inscribí y estudié inglés y peluquería por correo. Papá pagó sin problemas los cursos que le pedía para estudiar, es más, cada vez que me llegaban los materiales de estudio él iba a buscar al correo sin ningún problema. Creo que de ahí viene el hábito que tengo de no parar de estudiar y hoy con la tecnología aún más posibilidades hay.
Papá fue una persona muy preparada, desde muy joven también se fue cultivando, él comentaba que su mamá lo llevaba de muy chico a relacionarse con personas muy preparadas. Teniendo 12 años trabajaba de ordenanza en un estudio jurídico. La verdad, entiendo, que la abuela al ser muy pobre y estar casada con un hombre alcohólico se la vio muy fea a la hora de criar a papá y mis tíos. Papá comentó en varias ocasiones que mi abuelo no valía para nada y que un día cuando él tenía 14 años, el abuelo llegó ebrio a la casa y quiso golpear a la abuela, entonces papá se le puso enfrente lo golpeó y lo echó de la casa, fue la última vez que supo de él, nunca más lo volvió a ver.
Papá siempre que se presentaba la oportunidad contaba cómo fue su vida de niño, adolescente y adulto, es más, me encantaba escuchar su historia. Siento que tengo mucho de él, como su coraje, valentía, honestidad, justicia y resiliencia. Pero así como tenía cosas muy buenas, también tenía conductas, actitudes que me hacían no quererlo, muchas veces hasta deseé que se muriese o estar muerta yo, esto más en la etapa adolescente cuando me privaba mucho de tener amigas que no le cerraban, es decir, que él veía que no eran honestas y que según sus percepciones me llevarían por mal camino y todo esto por las experiencias que tuvo en su trabajo y primer matrimonio. Sí, papá cuando vivía en su ciudad natal, Asunción del Paraguay, trabajaba en un Centro de Inteligencia donde su labor era perseguir y descubrir a quienes realizaban hechos delictivos como robos a joyerías y estafas a bancos. También durante el tiempo que él prestaba o le llevaba investigar tenía que alejarse de su casa dejando a su esposa y 4 hijos solos. Lo cual lo llevó un día a volver a su casa y encontrarse sin nada, sin su esposa e hijos, lo habían abandonado y vendido todo lo que había en la casa, hecho que también lo marcó para siempre. Todos estos sucesos y más hicieron a un hombre duro, rígido, estructurado y sobre todo muy desconfiado, más allá de que sus instintos nunca le fallaron también obraba en muchas situaciones por desconfianza y ahí su conducta era injusta.
Ahora por qué la esposa lo abandonó llevándose a sus hijos y vendiendo todo, por el simple hecho de que mi papá se había negado a salirle de garante por un préstamo en el banco a un cuñado, él siempre dijo que su cuñado era un vago e irresponsable y que nunca ayudaría a una persona como él, bueno, según papá por enojo a su conducta su esposa lo abandonó y se llevó a sus hijos, sumado a esto casi al mismo tiempo sucede otro hecho muy importante que tuvo que ver con la toma de decisión de abandonar para siempre su ciudad natal y venirse para la Argentina. Qué sucedió, descubrieron a uno de los integrantes de la banda que habían realizado una gran estafa al banco y para no sorpresa de papá había sido un exjefe suyo que lo trataba para el... cuando papá se entera de eso, pide hacerse cargo personalmente del caso, porque no se olvidaba del maltrato que había sufrido por esta persona y era el momento de cobrárselo, me parece como si me lo estuviese contando ahora, su mirada y expresión eran de alegría porque la vida le brindaba la oportunidad de sanar aquello que aún le dolía. En fin, comentó que fue a la casa del hombre a apresarlo y este como si nada le dijo “Quintana déjame tomar un café y luego te acompaño”, a lo que papá respondió: “De ninguna manera, póngase el saco y acompáñeme”.
Qué lindo eran esos momentos compartidos con papá donde podíamos pasar horas hablando de temas que a ambos nos gustaban Pero como todo, como cuando uno va creciendo, los intereses y necesidades van cambiando. Papá a medida que yo iba creciendo, también él fue notando y limitando mis relaciones con mis hermanos, compañeros de colegio y amigas. No me dejaba tener amigos varones, porque decía que no existe la amistad entre un hombre y una mujer, así que mi círculo era muy pequeño y muy selectivo al igual que con la familia, la única familia que permitía que fuese parte de mi crecimiento era la de mi tía y madrina Sarita, a quien le agradezco su existencia en mi vida. Tía Sarita fue muy importante como también mi primo Juan Emilio y su señora María Estela, ellos también colaboraron a que el afecto sincero siempre estuviese presente. Recuerdo cuando hace unos años María Estela me comentó que papá fue una noche a su casa a pedirle que me hablara de la menstruación porque él no sabía cómo hacerlo, solo que para cuando ella me habló, yo ya lo había vivido, vivido como algo terrible, es más, el primer día que tuve la menstruación creí que me iba a morir desangrada y traté de cubrirme con todo lo que encontraba y cada vez que me levantaba de la cama lo hacía con mucho cuidado para que mis hermanos y papá no se dieran cuenta, tenía mucho miedo a que papá se enojara y me retara o llevara al hospital, mientras duró fue terrible hasta que amaneció e hice desaparecer todo. Nunca hablé de esto con papá ni con nadie, porque no tenía con quién hablar de esto u otras cosas que sentía como púber y adolescente.