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Concebido en forma de fin de fiesta para acompañar a la tragedia Ali-Bek, Un loco hace ciento es una pieza de un acto que narra la historia de un matrimonio forzado para conseguir un título nobiliario, en una crítica velada a las costumbres del momento.
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Seitenzahl: 42
Veröffentlichungsjahr: 2022
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María Rosa Gálvez de Cabrera
COMEDIA EN UN ACTO EN PROSA PARA SERVIR DE FIN DE FIESTA:
Saga
Un loco hace ciento
Copyright © 1806, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726551532
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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Y pues no vitupera...
señaladas personas,
quien baga aplicaciones,
con supan se lo coma.
Iriarte, Fábula 1.a
La opinion de algunos sujetos, sobre que no podrian hacerse en España composiciones Dramáticas de la clase de la presente, comparables en gracia, invencion y viveza de diálogo, á las que de este género han venido de otros países, y hemos visto traducidas; la preocupacion de que estan imbuidos muchos jóvenes, que sin haber casi respirado el ayre del otro lado de los Pirinéos, vuelven á su patria despreciando todo quanto hay en ella; y haciendo consistir el aprovechamiento de sus viages en el ridículo mérito de vestir, hablar y producirse en la sociedad de un modo extraordinario; y el deseo de que la Tragedia de Ali-Bek tuviese un fin de Fiesta, compuesto por su misma autora, é igualmente original, son los principales motivos que han contribuído á la composición de esta Comedia. La señora, de cuyas tareas es fruto, protexta sencillamente, que no conoce original alguno que haya dado causa á la copia que se expone al público, y que desea logre su aceptacion.
Don Pancracio saliendo de su despacho en trage de peinar: Ginés en la scena.
Panc. ¿Qué hora es, Ginés?
Ginés. Señor, las doce y media.
Panc. Pues vamos pronto; que ya no tardará en venir el Marques, y no quiero que me halle sin peinar.
Arrimando silla, y poniéndole el peinador.
Ginés. ¿Y cómo ha de ser hoy el peinado?
Panc. Bestia: ¿no has visto ayer la lámina, y te pones á peinarme sin haber estudiado ántes el modelo? Vé aquí lo que yo digo: toda la vida sirviendo, y cada dia mas torpe. Si no se te puede tolerar.
Ginés. Señor, vm. perdone. He estado hasta las tres de la mañana haciéndome cargo de aquellas estampas que tienen el letrero encima, que dice... dice... Costume Parisien; y tengo en la uña el ayre de aquellas cabezas. Hoy pondrémos el pelo á la caracalla.
Panc. Ya lo he llevado así el otro dia; y en casa de Doña Rita se riéron de mí, porque dicen que parecia mi cabeza la de alguno de esos Santibarati, que venden los Piamonteses. Ya se vé: ¡miseria! No tienen gusto. ¡Ah! Ginés: todavía estamos por conquistar.
Ginés. ¿Cómo es eso, señor? Pues yo he leído, no me acuerdo dónde, que nos han conquistado tantas veces, y tantas castas de gentes diversas...
Panc. ¡Ignorante! ves ahí la prueba de nuestra incivilizacion. Tú eres de los criados Españoles mas instruídos, porque al fin estás á mi lado, y has leído alguna cosa, y mira la confusion de ideas que mezclas. ¿Qué tienen que ver las conquistas que hiciéron en España los Cartagineses, los Romanos, los Godos, los Sarracenos, con lo que yo quiero decir? Mira, bruto: decir que estamos por conquistar, es dar á entender con buen modo, que los Españoles somos salvages. ¿Lo entiendes ahora?
Ginés. Sí, señor, maravillosamente.
Retira silla y peinador.
Pero ya está vm. peinado.
Panc. Pues vé; di á Mademoiselle, que se prenda con elegancia, aunque no exceda del demi-negligé, porque ya no puede tardar en venir el que ha de ser su marido.
Ginés. Voy, señor.
Aparte al irse.
Eso de marido, será si el tio quiere. Vase.
Panc. ¿Qué vas murmurando entre dientes? Malditos son estos criados de España. Sobre no tener habilidad para nada, siempre responden y gruñen. Pero mi hermano...
Mirando adentro.
Otto majadero. ¿Qué nueva impertinencia le habrá ocurrido para buscarme ahora?
Don Pancracio y Don Lesmes.
Observando al salir á Don Pancracio.